Sistema Nervioso-Unidad 3

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Sistema nervioso

El sistema nervioso está formado por diferentes órganos y estructuras que están
conectadas anatómicas y funcionalmente entre sí, y con los demás órganos y tejidos del
cuerpo que tienen como misión controlar y regular el funcionamiento de los diversos
órganos y sistemas, coordinando su interrelación y la relación del organismo con el
medio externo. El sistema nervioso está organizado para detectar cambios en el medio
interno y externo, evaluar esta información y responder a través de ocasionar cambios
en músculos o glándulas.

Histología del tejido nervioso: Neuronas y células gliales


Neuronas:
Las neuronas son las células propias del sistema nervioso, se excitan frente a los
estímulos y conducen los impulsos nerviosos. Son células generalmente estrelladas de
forma y tamaño variables, pero todas ellas tienen tres regiones bien diferenciadas:
1. El soma o cuerpo celular: es el cuerpo celular en el que se encuentran el
núcleo que gobierna toda la actividad neuronal, el neuroplasma y diversas organelas,
como las mitocondrias, los lisosomas, los corpúsculos de Nissl (agrupaciones de
ribosomas), etc.
2. Las dendritas: son prolongaciones citoplasmáticas cortas y numerosas con
ramificaciones, reciben las señales generadas en las neuronas vecinas y las transmiten
hacia su propio soma.
3. El axón: prolongación única, más larga de las dendritas y ramificada sólo en el
extremo final; su longitud puede llegar a ser de varios metros. Conduce el impulso
nervioso desde el soma hacia otras neuronas, músculos o glándulas. Las
prolongaciones citoplasmáticas de su extremo terminal se denominan telodendron.
Algunos axones se hallan rodeados de una capa lipídica, llamada vaina de mielina, la
cual se forma por la transformación de las células de Schwann (en las neuronas del
sistema nervioso periférico) y de los oligodendrocitos (en el sistema nervioso central),
tiene la función de aislar el axón parcialmente, acelerando así la conducción de los
impulsos nerviosos. Esta vaina se interrumpe a intervalos regulares y forma los nódulos
de Ranvier.
Clasificación de la neuronas
Las neuronas de pueden clasificar según su anatomía o su fisiología:
Según su anatomía:
Neuronas unipolares: Las neuronas unipolares no poseen dendritas, solamente
un axón. Estas neuronas son en realidad pseudounipolares ya que su axón se bifurca
en la cercanía del soma: una de estas ramificaciones (ramificación central o axónica) se
dirige hacia el sistema nervioso central, mientras que la otra (denominada ramificación
periférica o dendrítica) se dirige hacia la periferia del cuerpo.
Neuronas bipolares: Las neuronas bipolares poseen un único axón y una única
dendrita que se desprenden de extremos opuestos del cuerpo neuronal. Son neuronas
sensitivas que en los humanos se encuentran únicamente en la retina y en los ganglios
asociados al nervio vestibulococlear y olfatorio.
Neuronas multipolares: Las neuronas multipolares son las neuronas más
abundantes del sistema nervioso humano, y dentro de esta categoría se pueden
encontrar neuronas motoras e interneuronas. Este tipo neuronal posee un axón que se
extiende desde un extremo del cuerpo neuronal y múltiples dendritas que emergen y se
ramifican desde el otro extremo del soma. Debido a sus múltiples prolongaciones, el
soma frecuentemente adquiere forma poligonal.
Según su fisiología:
Sensitivas o aferentes: localizadas normalmente en el sistema nervioso periférico
(ganglios sensitivos) encargadas de la recepción de muy diversos tipos de estímulos
tanto internos como externos. Esta adquisición de señales queda a cargo de una amplia
variedad de receptores. Transmiten los impulsos nerviosos a la médula espinal y al
cerebro.
Motoras o eferentes: localizadas normalmente en el sistema nervioso central se
encargan de enviar las señales de mando enviándolas a otras neuronas, músculos o
glándulas. Llevan el impulso nervioso desde el cerebro y la médula a los músculos y
glándulas.
Interneuronas: localizadas normalmente dentro del sistema nervioso central se
encargan de crear conexiones o redes entre los distintos tipos de neuronas.
Proporcionan conexiones entre las neuronas sensoriales y las neuronas motoras, al
igual que entre ellas mismas. Las neuronas del sistema nervioso central, incluyendo al
cerebro, son todas interneuronas.
Células gliales
Las neuronas se hallan acompañadas, por lo general, de un conjunto de células,
denominadas gliales, que cumplen diversas funciones: soporte físico, protección,
alimentación, etc. Las células gliales se denominan en conjunto neuroglia, cuando
están dentro del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y cuando se
encuentran en el sistema nervioso periférico encontramos dos tipos de células gliales:
las células de Schwann y las células satélites.
Células del sistema nervioso central (SNC)
En el SNC de los vertebrados se encuentran cuatro tipos de células gliales
(neuroglia): astrocitos, oligodendrocitos, células ependimarias y microglia.

 Astrocitos: son células gliales en forma de estrella que proporcionan sostén


físico para las neuronas, así como suministro de nutrientes. Los astrocitos
ayudan a regular la composición del líquido extracelular en el SNC al
eliminar el exceso de iones potasio. Esta acción ayuda a mantener la
excitabilidad normal de la neurona. Algunos astrocitos ubican los extremos
de sus largos procesos sobre vasos sanguíneos en el cerebro.
 Oligodendrocitos: son células gliales que envuelven a las neuronas en el
SNC, formando vainas de mielina aislante a su alrededor. Debido a que la
mielina es un excelente aislante eléctrico, su presencia acelera la
transmisión de impulsos neurológicos.
 Células ependimarias: son células gliales ciliadas que revisten las
cavidades internas del SNC. Ayudan a producir y hacer circular el líquido
cefalorraquídeo que irriga al cerebro y la médula espinal
 Microglia: son en realidad macrófagos especializados (células fagocíticas
que ingieren y digieren restos celulares y bacterias). Las microglias
responden a señales de las neuronas y son importantes en la mediación
de respuestas a daños o enfermedades. Estas células se encuentran cerca
de los vasos sanguíneos. Cuando el cerebro está lesionado o infectado,
las microglias se multiplican y dirigen a la zona afectada. Ahí eliminan
bacterias y restos celulares por fagocitosis. También liberan moléculas de
señalización (producidas además por macrófagos y otras células en el
sistema inmune) que median la inflamación.
Células del sistema nervioso periférico (SNP)
En el sistema nervioso periférico, encontramos dos tipos de células:

 Células satélites: Las células satélite, proporcionan


soporte físico, protección y nutrición para las neuronas
ganglionares de los ganglio craneales, espinales
y autonómicos en el sistema nervioso periférico (SNP).
 Células de Schwann: Las células de Schwann, también
llamadas neurolemocitos son células gliales que se encuentran
en el sistema nervioso periférico que acompañan a las
neuronas durante su crecimiento y desarrollo de su función.
Recubren los axones de las neuronas formándoles o no una
vaina aislante de mielina. Este aislante, que envuelve al axón,
provoca que la señal eléctrica lo recorra sin perder la intensidad
y aumentando su velocidad. Las células de Schwann también
ayudan a guiar el crecimiento de los axones y en la
regeneración de las lesiones.

Generación del impulso nervioso


Cuando una neurona recibe un estimulo, se genera un impulso nervioso, es
decir, una señal o un mensaje que se transmite a través de su axón hacia otras
neuronas vecinas, hasta que llega al órgano efector.
Los siguientes gráficos muestran la formación de un impulso nervioso como
consecuencia de las reacciones biofísicas y bioquímicas que tienen lugar,
principalmente en la membrana plasmática de una célula nerviosa.
Sinapsis y transmisión del impulso nervioso
Ya estudiamos como se produce y se conduce el impulso nervioso en una célula,
pero... ¿De qué manera se transmite el impulso nervioso a las células vecinas? La
interacción y la comunicación entre neuronas que permiten la transmisión de los
impulsos nerviosos se denomina “sinapsis”. En la sinapsis interviene:
1. Las membranas de las terminaciones axónicas.
2. La membrana plasmática de la célula vecina.
3. El espacio intercelular (y estructuras celulares) que participan.
La sinapsis puede ser de naturaleza química o eléctrica:

Sinapsis química
Es la más común en el
sistema nervioso de los
mamíferos, recibe ese
nombre porque el “mediador”
que transmite el impulso
nervioso entre una neurona y
la célula vecinas una
sustancia química
denominada neurotransmisor,
como la acetilcolina, la
adrenalina, la noradrenalina,
la dopamina, la serotonina y el
ácido gamma-aminobutírico
(GABA).
A diferencia del impulso
nervioso que viaja por el axón,
las señales transmitidas a
través de este tiempo e sinapsis pueden tener fuerza variable y efectos opuestos; es
decir, pueden excitar o inhibir a la célula vecina. Cuando el impulso nervioso llega a las
terminaciones axónicas de la neurona presináptica, conocidos también como botones
terminales, se produce el ingreso de iones de Ca++, los cuales estimulan la fusión de
las vesículas sinápticas con la membrana presináptica. Inmediatamente, éstas liberan
los neurotransmisores en la hendidura sináptica. Estos mensajeros químicos estimulan
la membrana de la célula postsinática (otra neurona o una célula muscular o glandular)
y provocan un potencial de acción. De esta manera, el impulso nervioso se propaga
ahora a lo largo de la célula vecina. Una vez liberados, los neurotransmisores son
rápidamente removidos o destruidos, por lo que se interrumpe su efecto. Si la sinapsis
se produce entre una neurona y una célula muscular, los neurotransmisores provocarán
un estímulo en la fibra muscular, y ésta se contraerá.
Sinapsis eléctrica

Este tipo de sinapsis


es más común en
vertebrados inferiores y en
algunos lugares del cerebro
de mamíferos. Las
membranas celulares de
las neuronas presináptica y
postsináptica están
íntimamente en contacto, a
través de uniones en
hendiduras, o nexus, las
cuales cuentan son canales
por los que pasan los iones.
Así, el impulso nervioso se
transmite directamente de
una célula a otra.
Clasificación funcional del sistema nervioso

Para facilitar su estudio, el sistema nervioso humano se divide en sistema


nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP), éste último a su vez se
diferencia en sistema nervioso somático (SNS) y sistema nervioso autónomo (SNA).
Dentro del sistema nervioso autónomo podemos distinguir el sistema nervioso simpático
y el parasimpático.

Sistema nervioso central (SNC)


El SNC está formado por el encéfalo y la médula espinal y tiene a su cargo el
procesamiento de las informaciones recibida y elaboración de las respuestas
adecuadas, es necesario que esté conectado con los receptores sensoriales, para
recibir las informaciones provenientes del ambiente o del propio organismo, y con los
órganos efectores, encargados de ejecutar la respuesta.
Los órganos del sistema nervioso de los vertebrados presentan una diferencia en
su coloración, por ejemplo el cerebro es grisáceo en su exterior e internamente es
blanco, la médula espinal, por el contrario es grisácea en su interior y externamente es
blanca. Se distinguen así, dos tipos de sustancias:

 La sustancia gris, formada por los cuerpos neuronales y axones


amielínicos.
 La sustancia blanca, constituida por los axones mielínicos.

Encéfalo
El encéfalo consta de cuatro partes principales: el tronco del encéfalo, el cerebelo,
el diencéfalo y el cerebro.
A) Cerebro: Es el mayor centro de control, interpreta los estímulos sensoriales y
coordina las respuestas motoras, como así también es el encargado de las funciones
emocional e intelectual. Es el centro nervioso de la conciencia y la voluntad.
Organización externa del cerebro:
Pesa aproximadamente 1,400 Kg. Presenta hendiduras profundas o cisuras y
repliegues o circunvoluciones, que aumentan la superficie cerebral. La cisura
interhemisferica lo divide en dos mitades: hemisferio derecho y hemisferio izquierdo,
ambos se conectan por el cuerpo calloso que se encarga de integrar las funciones de
cada mitad. Las cisuras delimitan cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
La zona más externa del cerebro es la corteza cerebral o neopalio, es el mejor centro
de coordinación del organismo como así también es responsable de lo que
denominamos inteligencia y conciencia. Las complejas funciones que cumple la corteza
cerebral son llevadas a cabo por regiones distintas e identificables: las áreas corticales
Estas áreas se pueden agrupar en tres grandes tipos:

 Áreas sensoriales (reciben e interpretan impulsos relacionados con las


sensaciones);
 Áreas motoras (inician movimientos);
 Áreas de asociación (funciones de integración más complejas, como
memoria, emociones, etc.).

Lóbulos cerebrales
Organización interna del cerebro:
En el centro del cerebro se ubica el sistema límbico, presente en todos los
mamíferos, influye en los aspectos emocionales del comportamiento, evalúa
recompensas y es importante en la motivación. Es un conjunto de estructuras, entre
ellas el hipocampo y la amígdala.
El hipocampo tiene numerosos roles cruciales, entre ellos la regulación de
emociones, motivación, actividad hormonal, actividad autónoma y formación de
recuerdos. Es particularmente importante en el proceso del aprendizaje y en la
visualización de relaciones entre lo que se ha aprendido.
Probablemente la función más reconocida del hipocampo es su rol en
el aprendizaje y la memoria: a pesar de que los mecanismos siguen pareciendo un
misterio, se cree que el hipocampo recibe y consolida información, permitiendo
establecer recuerdos a largo plazo en un proceso conocido como potenciación a largo
plazo. Tiene además un rol en la memoria espacial, permitiéndonos recordar dónde
están las cosas, así como dónde están en relación con otras. Como tal, es fundamental
en la formación de mapas cognitivos.
La función de la amígdala es el procesamiento y almacenamiento de reacciones
emocionales, fundamentales para la supervivencia del individuo. Es la encargada de
recibir las señales de peligro potencial y de desarrollar una serie de reacciones que
ayuden a la autoprotección.

B: Diencéfalo: en él se encuentra el tálamo, el hipotálamo y la epífisis o glándula


pineal. El tálamo constituye un centro de relevo de casi todos los impulsos cerebrales
sensitivos que se dirigen hacia la corteza cerebral, participa asimismo en la asociación
de sentimientos y de movimientos relacionados con las emociones.
El hipotálamo regula las funciones tendientes a mantener el equilibrio interno u
homeostasis; por ejemplo, temperatura y el balance hídrico, controla el apetito y la
saciedad, el comportamiento sexual y el afectivo y se relaciona con el estado de vigilia,
también controla el funcionamiento de la principal glándula endocrina: la hipófisis.
La epífisis o glándula pineal controla entre otras cosas, el patrón de sueño-vigilia
del cuerpo secretando la hormona melatonina, causante del sueño.
C) Tronco del encéfalo: también llamado tallo encefálico controla funciones
vitales para el organismo al recibir y dar paso a información que viene y va hacia el
cerebro, cerebelo y la médula espinal. En él se encuentra el mesencéfalo, la
protuberancia anular o puente de Varolio y el bulbo raquídeo.
El mesencéfalo que se encarga de transmitir impulsos motores desde la corteza
cerebral hacia la protuberancia y la médula espinal. Contiene centros encargados de
dar respuestas motoras, centros reflejos y de control del movimiento de los ojos.
La protuberancia anular o puente de Varolio conecta e integra las distintas partes
del encéfalo, contiene los centros encargados de regular el ritmo respiratorio y otros que
elaboran las respuestas reflejas.
El bulbo raquídeo es la porción inferior del tallo encefálico que se continúa con la
médula espinal, en él se alojan diversos centros de control de la vida vegetativa, por
ejemplo, los que regulan la presión arterial y las frecuencias respiratorias y cardiacas.

D) Cerebelo: Está ubicado debajo del cerebro, por detrás de la protuberancia y del
bulbo, regula los movimientos finos y coordinados (escribir, enhebrar una aguja, etc.), la
postura corporal y el equilibrio.

Médula espinal
La médula espinal se localiza en el conducto raquídeo de la columna vertebral, el
cual está formado por la superposición de los agujeros vertebrales, que conforman una
sólida coraza que la protege y envuelve, tiene forma cilíndrica, aplanada por su cara
anterior y se extiende desde el bulbo raquídeo hasta el borde superior de la segunda
vértebra lumbar. Por su parte inferior acaba en forma de cono (cono medular), debajo
del cual encontramos la cola de caballo (conjunto de raíces motoras y sensitivas
lumbares y sacras).
La médula consiste en 31 segmentos espinales o metámeras y de cada segmento
emerge un par de nervios espinales. Los nervios espinales o raquídeos constituyen la
vía de comunicación entre la medula espinal y la inervación de regiones específicas del
organismo. Es, asimismo, un centro nervioso que coordina acciones reflejas.
Como el resto de SNC la medula espinal está constituida por sustancia gris,
situada en la parte central y sustancia blanca, situada en la parte más externa. En cada
lado de la médula espinal, la sustancia gris se subdivide en regiones conocidas como
astas, las cuales se denominan según su localización en anteriores y posteriores.
Globalmente las astas medulares de sustancia gris tienen forma de H. Las astas
anteriores contienen cuerpos de neuronas motoras, las astas posteriores constan de
núcleos sensoriales somáticos y del sistema autónomo. La sustancia blanca está
organizada en regiones o cordones: los cordones anteriores, los cordones laterales y
los cordones posteriores. A través de la sustancia blanca descienden las fibras de las
vías motoras y ascienden las fibras de las vías sensitivas. En el centro de la medula
existe un canal o conducto con líquido cefaloraquídeo llamado epéndimo.
Meninges

El SNC (encéfalo y médula espinal) está rodeado por tres capas de tejido
conjuntivo denominadas meninges. Hay tres capas meníngeas:
1. Duramadre: es la capa más externa y la más fuerte. Está formada por tejido
conjuntivo denso irregular. Está adherida al hueso. Presenta unas proyecciones en
forma de tabiques, que separan zonas del encéfalo:
2. Aracnoides: está por debajo de la duramadre. Está formada por tejido conjuntivo
avascular rico en fibras de colágeno y elásticas que forman como una malla. Entre esta
meninge y la duramadre está el espacio subdural.
3. Piamadre: es una capa muy fina y transparente de tejido conectivo que está
íntimamente adherida al sistema nervioso central al cual recubre. Entre la aracnoides y
la piamadre se halla el espacio subaracnoideo, que contiene líquido cefaloraquídeo.
Liquido cefalorraquídeo
El líquido cefaloraquídeo (LCR) es transparente e incoloro; protege el encéfalo y
la médula espinal contra lesiones químicas y físicas, además de transportar oxígeno,
glucosa y otras sustancias químicas necesarias de la sangre a las neuronas y neuroglia.
El LCR circula de manera continua a través de los ventrículos (cavidades del encéfalo),
epéndimo y espacio subaracnoideo.
Sistema nervioso periférico (SNP)

El sistema nervioso periférico está formado por nervios que conectan el encéfalo
y la médula espinal con otras partes del cuerpo. Los nervios que se originan en el
encéfalo se denominan nervios craneales, y los que se originan en la médula espinal,
nervios raquídeos o espinales. Los nervios son haces de fibras nerviosas periféricas que
forman vías de información centrípeta (desde los receptores sensoriales hasta el SNC)
y vías centrífugas (desde el SNC a los órganos efectores). Mientras que los nervios son
el conjunto de fibras mielínicas (axones rodeados por vaina de mielina), reunidas en
haces de miles de unidades, los ganglios nerviosos son agrupaciones de los cuerpos
neuronales.

Estructura de un nervio

Cada nervio está formado por la agrupación de varios cientos o miles de axones
que se reúnen originando fascículos. En la especie humana el diámetro individual de los
axones oscila entre 0,1 y 20 micrómetros, mientras que la longitud varía entre solo unos
centímetros y más de un metro en los axones que forman parte del nervio ciático y
partiendo de las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal deben alcanzar
los músculos de la pierna y el pie.
Las fibras nerviosas que componen un nervio se encuentran rodeadas por tejido
liso que recibe diferentes nombres según su ubicación. La fina capa que rodea cada
fibra se llama endoneuro, las fibras individuales se agrupan en fascículos cubiertos por
el perineuro, el nervio completo formado por la unión de varios fascículos está cubierto
por el epineuro.

Clasificación de los nervios según su origen

Nervios espinales:

Los 31 pares de nervios espinales salen de la columna a través de los agujeros


de conjunción, excepto el primero que emerge entre el atlas y el hueso occipital.
Los nervios espinales o raquídeos y sus ramas comunican el SNC con los
receptores sensoriales, los músculos y las glándulas. Se designan y enumeran según la
región y nivel donde emergen de la columna vertebral. Hay ocho pares de nervios
cervicales (que se identifican de C1 a C8), 12 pares torácicos (T1 a T12) cinco pares
lumbares (L1 a L5), cinco pares sacros y un par de nervios coccígeos.
Nervios craneales
Son 12 pares de nervios que surgen directamente del encéfalo, al igual que los
nervios raquídeos son parte del sistema nervioso periférico y se designan con números
romanos y nombres. Los números indican el orden en que nacen los nervios del
encéfalo, de anterior a posterior, y el nombre su distribución o función. Los nervios
craneales emergen de la nariz (1), los ojos (II), el tronco del encéfalo (III a XII) y la
médula espinal (una parte del XI).
1. Nervio olfatorio o I par craneal: se origina en la mucosa olfatoria, cruza los
agujeros de la lámina cribosa del etmoides y termina en el bulbo olfatorio. Es un nervio
puramente sensorial y su función es la olfacción.
2. Nervio óptico o II par craneal: se origina en las fibras que provienen de la
retina, cruza el agujero óptico de la órbita y termina en el quiasma óptico. Es un nervio
sensorial y su función en la visión.
3. Nervio motor ocular común o III par craneal: es un nervio mixto aunque
principalmente motor. La función motora somática permite el movimiento del párpado y
determinados movimientos del globo ocular. La actividad motora parasimpática
condiciona la acomodación del cristalino y la constricción de la pupila o miosis.
4. Nervio patético o IV par craneal: es un nervio mixto aunque principalmente
motor, cuya función motora permite el movimiento del globo ocular.
5. Nervio trigémino o V par craneal: es un nervio mixto. La porción sensitiva
transmite las sensaciones de tacto, dolor, temperatura y propiocepción de la cara. La
porción motora inerva los músculos de la masticación
6. Nervio motor ocular externo o VI par craneal: es un nervio mixto aunque
principalmente motor, cuya función motora permite movimientos del globo ocular.
7. Nervio facial o VII par craneal: es un nervio mixto. La porción sensitiva
transporta la sensibilidad gustativa de los 2/3 anteriores de la lengua. La porción motora
somática inerva la musculatura de la mímica facial. La porción motora parasimpática
inerva las glándulas salivales y lagrimales.
8. Nervio auditivo o estatoacústico o VIII par craneal: es un nervio mixto,
principalmente sensorial. La función principal es transportar los impulsos sensoriales del
equilibrio y la audición.
9. Nervio glosofaríngeo o IX par craneal: es un nervio mixto. La porción
sensorial transporta la sensibilidad gustativa del 1/3 posterior de la lengua. La porción
motora somática inerva la musculatura que permita la elevación de la faringe durante la
deglución. La porción motora parasimpática inerva la glándula parótida.
10. Nervio vago o X par craneal: es un nervio mixto. La función sensorial
transporta la sensibilidad de la epiglotis, faringe, así como estímulos que permiten el
control de la presión arterial y la función respiratoria. La porción motora somática inerva
los músculos de la garganta y cuello permitiendo la deglución, tos y la fonación. La
porción motora parasimpática inerva la musculatura lisa de los órganos digestivos, el
miocardio y las glándulas del tubo digestivo.
11. Nervio espinal o XI par craneal: es un nervio mixto principalmente motor que
inerva deglutorios, el músculo trapecio y el músculo esternocleidomastoideo.
12. Nervio hipogloso o XII par craneal: inerva la musculatura lingual.
Clasificación de los nervios según su función

 Nervios sensitivos o centrípetos: se encargan de conducir las excitaciones del


exterior hacia los centros nerviosos. Son bastante escasos.
 Nervios motores o centrífugos: llevan a los músculos o a las glándulas la orden
de un movimiento o de una secreción impartida por un centro nervioso.
 Nervios mixtos: funcionan a la vez como sensitivos y motores. Se hallan
constituidos por fibras que llevan las excitaciones exteriores hacia los centros
nerviosos y órdenes de los músculos, de los centros hacia la periferia. Como ejemplo
podemos citar el glosofaríngeo que transmite al cerebro la información del sentido
del gusto y produce al mismo tiempo la excitación de la lengua. Pertenecen a esta
clase de nervios todos los nervios raquídeos y varios nervios craneales.

Sistema nervioso somático


La división somática del SNP incluye los receptores que reaccionan a cambios en
el ambiente externo, las neuronas sensoriales que informan al SNC de estos cambios y
las neuronas motoras que ajustan las posiciones de los músculos esqueléticos que
ayudan a mantener la postura y el equilibrio del cuerpo. Su acción es voluntaria y
consciente.
En los mamíferos, 12 pares de nervios craneales emergen del cerebro. Transmiten
información al cerebro desde los receptores sensoriales para el olfato, la vista, el oído y
el gusto. Por ejemplo, el nervio craneal II, el nervio óptico, transmite señales de la retina
del ojo al cerebro. Los nervios craneales también transmiten información al cerebro
desde receptores sensoriales generales, especialmente en la región de la cabeza. Los
nervios craneales también llevan órdenes del SNC a los músculos voluntarios que
controlan los movimientos de ojos, cara, boca, lengua, faringe y laringe. El nervio craneal
VII, el nervio facial, transmite señales a los músculos usados en la expresión facial y a
las glándulas salivales.
En los humanos, 31 pares de nervios espinales emergen de la médula espinal.
Se denominan según la región general de la columna vertebral donde se originan,
comprenden 8 pares de nervios espinales cervicales, 12 pares de nervios espinales
torácicos, 5 pares de nervios espinales lumbares, 5 pares de nervios espinales sacros
y 1 par de nervios espinales coxígeos. Las ramas ventrales de varios nervios espinales
forman redes enmarañadas denominadas plexos. Dentro de un plexo, las fibras de un
nervio espinal pueden separarse y luego reagruparse con fibras que se originan en otros
nervios espinales. Así, los nervios que emergen de un plexo constan de neuronas
provenientes de diferentes nervios espinales.

Sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo recibe la información de las vísceras y del medio


interno, para actuar sobre músculos (liso y cardíaco), glándulas y vasos sanguíneos.
Controla actividades involuntarias, como el latido cardíaco, la temperatura corporal o la
presión sanguínea. Aunque controla acciones involuntarias, en algunos casos, como la
respiración, actúa junto con acciones conscientes del sistema somático.
Anatómicamente es principalmente un sistema eferente, es decir, transmite
impulsos nerviosos desde el sistema nervioso central hasta la periferia estimulando los
aparatos y sistemas orgánicos periféricos. Los nervios autónomos están formados por
todas las fibras eferentes que abandonan el sistema nervioso central. Pero no hay que
olvidar que también hay algunas fibras autonómicas aferentes, que transmiten
información desde la periferia al sistema nervioso central, encargándose de transmitir la
sensación visceral y la regulación de distintos reflejos vasomotores y respiratorios, por
ejemplo, en el control del ritmo cardíaco, el grado de llenado de la vejiga o la cantidad
de CO2 de la sangre.
La mayor parte de este preciso ajuste tiene lugar sin ser conscientes de ello ni
prestarle ninguna atención: muy pocas personas se dan cuenta del momento en que se
dilatan sus pupilas o disminuye el calibre de sus arterias; por este motivo, al SNA
también se le denomina sistema nervioso involuntario. Se llama vegetativo porque
mantiene viva a una persona que no realiza ninguna actividad consciente, que vive por
ejemplo en cama, como un “vegetal”.
El sistema nervioso autónomo tiene dos neuronas motoras en cadena. La primera
neurona motora tiene es soma situado en el encéfalo o en la médula espinal. Su axón,
el axón preganglionar (literalmente, “axón antes del ganglio”) sale del SNC y hace
sinapsis con una segunda neurona motora en un ganglio situado fuera del SNC. El axón
de esta segunda neurona, o axón postganglionar, se encamina hasta el órgano en
cuestión.
Funcionalmente se divide en dos partes complementarias sistemas simpático y
parasimpático.

Sistemas simpático y parasimpático


Simpático: Es el encargado de trabajar a toda velocidad no sólo en las situaciones
de tensión emocional sino también en las agresiones físicas. Prepara al organismo para
estas situaciones que requieren actividad, por ello aumenta del ritmo cardíaco, la presión
sanguínea, etc. con el consiguiente consumo de energía. Los rasgos físicos del miedo,
como la dilatación de las pupilas, el aumento de las frecuencias cardíaca y respiratoria,
entre otros, resultan de la descarga aumentada de hormonas liberadas por orden del
sistema simpático. Corresponde en muchos casos a acciones que son necesarias para
enfrentarse a una amenaza: el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria permite
aportar más oxígeno a los músculos, en el caso de que haya que hacer un esfuerzo,
como salir corriendo. El sudor permite eliminar el exceso de calor que se producirá con
ese esfuerzo. La piloerección o erizamiento del pelo no tiene mucha utilidad en
humanos, pero en animales con pelaje tupido les hace parecer más grandes, lo que
puede atemorizar a un posible enemigo. Los efectos de la activación del sistema
nervioso simpático siguen presentes varios minutos después, hasta que las hormonas
son destruidas por el hígado. Así pues, aunque los impulsos nerviosos simpáticos sólo
actúan brevemente, los efectos hormonales que provocan sí persisten. Los amplios y
prolongados efectos de la activación simpática ayudan a explicar por qué se necesita
algún tiempo para “bajar” después de una situación muy agobiante.
En el simpático las neuronas preganglionares son cortas y acaban en una cadena
de ganglios situados en paralelo a ambos lados de la columna vertebral en posición
torácico-lumbar. Las neuronas preganglionares liberan acetilcolina, las neuronas
postganglionares liberan adrenalina y noradrenalina.

Parasimpático: prepara el organismo para situaciones de reposo, por ejemplo


disminuyendo el ritmo cardíaco o la presión sanguínea, por lo que permite la
acumulación de energía. La estimulación parasimpática hace más lenta la frecuencia
cardíaca, provoca bronco-constricción, incrementa los movimientos del músculo liso de
la pared intestinal, y estimula la secreción de las glándulas salivales y de las glándulas
digestivas del estómago. Un buen ejemplo de la actividad del parasimpático es una
persona que está descansando después de comer y leyendo el periódico.
La presión arterial y la frecuencia respiratoria y cardiaca se ajustan al nivel bajo
normal, el sistema digestivo está digiriendo activamente los alimentos y la piel está
caliente (señal de que no es necesario derivar la sangre a los músculos esqueléticos ni a
los órganos vitales). Las pupilas se estrechan para proteger las retinas del exceso de
luz, que puede ser perjudicial, y los cristalinos oculares están “ajustados” para ver de
cerca.
Presenta ganglios diseminados en posición craneal (parte de los nervios craneales
ya vistos) y sacra. La fibra preganglionar es larga y desde el ganglio, el axón
postganglionar recorre una corta distancia hasta alcanzar el órgano al que inerva. Usa
acetilcolina como neurotransmisor.
Las diferencias fisiológicas se pueden ver en la siguiente imagen. Así, se puede
deducir que las respuestas y los efectos de los dos sistemas son complementarios en
la naturaleza, más que antagónicos. El sistema nervioso simpático actúa como
acelerador y el parasimpático actúa como desacelerador del cuerpo humano. Así, entre
los dos sistemas se mantiene el cuerpo en un estado normal u homeostático el máximo
tiempo posible. En un momento dado, se puede activar sólo uno, dependiendo de la
situación creada y/o de las hormonas liberadas.
ARCO Y ACTO REFLEJO

El arco reflejo es el conjunto de estructuras del sistema nervioso y el acto reflejo


es la acción que realizan esas estructuras.
Componentes de un arco reflejo: Una inmensa variedad de procesos nerviosos se
articulan mediante arcos reflejos, estos constituyen la unidad básica de la actividad
nerviosa integrada, debido a que en él se pueden encontrar todos los elementos básicos
de la función del sistema nervioso. Cada uno de estos circuitos o rutas de transmisión
de impulsos nerviosos consta de los siguientes componentes:
• Receptor sensitivo: Estructuras especializadas en la transformación de los
estímulos en impulsos nerviosos que pueden ser integrados en el sistema nervioso
central (SNC). Estos pueden ser de varios tipos como: mecanorreceptores,
quimiorreceptores, termorreceptores y fotorreceptores.
• Neurona sensitiva o aferente: Capta la información y lleva el mensaje a la
médula.
• Interneurona: Se encuentra en los centros integradores y conecta a las
neuronas sensitiva y motora.
• Neurona motora o eferente: Lleva el impulso nervioso de la médula hasta el
efector.
• Efector: Órgano encargado de efectuar una respuesta (músculo esquelético,
liso, cardiaco o una glándula). No confundir el arco reflejo con el acto reflejo.

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