Lectura 2 Semana 10 Upc PB

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Procesos Biológicos 1

LECTURA DE REVISIÓN

Tomado de: Karp. G. Biología celular y molecular´. Capítulo 4. Pág. 147-161

El movimiento de sustancias a través de las membranas celulares

Como el contenido celular está completamente rodeado por su membrana plasmática, toda
comunicación entre la célula y el medio extracelular debe estar mediada por su estructura. Esto
implica que la membrana cumple doble función, por un lado, debe conservar los materiales
disueltos de la célula para que no se escapen al ambiente, mientras que al mismo tiempo debe
permitir el intercambio necesario hacía dentro y fuera de la célula. Hay dos formas básicas de
movimiento de sustancia a través de la membrana: 1) pasiva por difusión y 2) activa por un
proceso de transporte con gasto de energía.
Se conocen varios procesos diferentes mediante los cuales las sustancias se desplazan a través de
las membranas: difusión simple por la bicapa lipídica; difusión facilitada por un transportador
proteínico o canal, y transporte activo, que requiere una “bomba” proteínica impulsada por
energía y capaz de mover sustancias contra un gradiente de concentración.

Difusión de sustancias a través de las membranas:

Para que una sustancia pueda difundir en forma pasiva deben cumplirse dos condiciones: 1) la
sustancia debe estar presente en mayor concentración en un lado de la membrana que en el otro
lado de la membrana y 2) la membrana debe ser permeable a la sustancia. Esto último quiere
decir que, mientras mayor sea la solubilidad en lípidos de la sustancia, es más rápido su paso a
través de la membrana. Otro factor que determina la velocidad de penetración de un compuesto
es su tamaño. Las moléculas muy pequeñas sin carga penetran con mucha rapidez las membranas
celulares, por consiguiente, las membranas son muy permeables a pequeñas moléculas
inorgánicas como O2, CO2, NO y H2O.

La difusión del agua a través de las membranas

El agua se desplaza con facilidad a través de una membrana semipermeable de una región con
menor concentración de soluto a una de mayor concentración de soluto. Este proceso se llama
osmosis. Cuando dos compartimientos con distinta concentración de soluto se separan por una
membrana semipermeable, se dice que el compartimiento con la mayor concentración de soluto
es hipertónico en relación con el compartimiento con menor concentración de soluto, el cual se
describe como hipotónico. Cuando una célula se coloca en una solución hipotónica, la célula gana
agua y se hincha (figura 4.35a). Por el contrario, una célula en solución hipertónica pierde agua y
se encoge (Figura 4.35b). Cuando la concentración interna de soluto es igual a la concentración
externa de soluto, los fluidos interno y externo son isotónicos y no existe desplazamiento de agua
hacia dentro o fuera de las células (figura 4.35c)
Procesos Biológicos 1

Figura 4.35 Los efectos de las


diferencias en la concentración
de solutos en los lados opuestos
de la membrana plasmática. a)
Célula situada en solución
hipotónica b) Célula en solución
hipertónica c) Célula colocada en
solución isotónica.

Las plantas utilizan osmosis de diferentes formas. A


diferencia de las células animales, que casi siempre
son isotónicas con el medio, las células vegetales casi
siempre son hipertónicas en comparación con su
ambiente líquido. Como resultado, el agua tiende a
entrar a la célula, lo que hace que desarrolle una
presión interna (turgencia) que empuja contra la
pared circundante (figura 4.36a). La presión por la
turgencia brinda soporte a las plantas no leñosas y a
las partes no leñosas de los árboles, como las hojas. Si
se coloca una célula vegetal en un medio hipertónico,
su volumen se reduce cuando la membrana se separa
de la pared celular, un proceso llamado plasmólisis
(figura 4.36b). La pérdida de agua causada por
plasmólisis hace que las plantas pierdan su soporte y
se marchiten.

Figura 4.36 Los efectos de la osmosis en una


célula vegetal a) Célula vegetal en ambiente
hipotónico b) Célula vegetal en ambiente
hipertónico.
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Las acuaporinas son una familia de proteínas integrales que permiten el desplazamiento pasivo del
agua de un lado de la membrana plasmática al otro. Estás son muy prominentes en células como
las del túbulo renal o las raíces vegetales, donde el paso del agua tiene una función crucial en las
actividades fisiológicas del tejido. La hormona vasopresina, que estimula la retención de agua en
los túbulos colectores de los riñones, actúa mediante una de estas proteínas (AQP2). Algunos
casos de trastorno hereditario diabetes insípida nefrógena congénita se deben a mutaciones en
este conducto de acuaporina. Las personas que padecen esta enfermedad excretan grandes
cantidades de orina porque sus riñones no responden a la vasopresina.

La difusión de iones a través de las membranas

La bicapa lipídica que constituye el centro de las membranas biológicas es muy impermeable a
sustancias con carga, incluidos iones pequeños como Na+, K+, Ca2+ y Cl-. No obstante, el
movimiento rápido de estos iones a través de la membrana tiene una función crucial en muchas
actividades celulares, incluidas la formación y propagación de un impulso nervioso, secreción de
sustancias al espacio extracelular, contracción muscular, regulación del volumen celular y la
abertura de estomas en las hojas de las plantas. Los biólogos ya identificaron una sorprendente
variedad de conductos iónicos, cada uno formado por proteínas integrales de membrana.

La mayor parte de los conductos iónicos son muy selectivos ya que sólo permiten el paso de un
tipo particular de ión por el poro. Como ocurre con la difusión pasiva de otros tipos de solutos a
través de las membranas, la difusión de iones por un conducto siempre es a favor de la gradiente
de concentración. Casi todos los conductos iónicos identificados pueden encontrarse en una
conformación abierta o cerrada, se dice que estos conductos tienen una compuerta. La abertura o
cierre de estas compuertas están sujetos a regulación fisiológica compleja y pueden inducirse con
varios factores, según el conducto particular. Se distinguen tres categorías principales de
conductos iónicos:

1. Conductos activados por voltaje, cuyo estado de conformación depende de la diferencia en la


carga iónica a ambos lados de la membrana. Los conductos iónicos para potasio activados por
voltaje son los que mejor se conocen, y tras una serie de investigaciones se ha determinado
que existen tres estados diferentes, abierto, desactivado y cerrado.
2. Conductos activados por ligando, cuyo estado de conformación depende de la unión de una
molécula específica (ligando), que casi nunca es el soluto que pasa por el conducto. Algunos
conductos activados por ligando se abren (o cierran) después de la unión de una molécula con
la superficie externa del conducto; otros se abren (o cierran) después de la unión del ligando
con la superficie interna del conducto. Por ejemplo, los neurotransmisores como la acetilcolina,
actúan en la superficie externa de ciertos conductos catiónicos, mientras que los nucleótidos
cíclicos, como el AMP cíclico actúan sobre la superficie interna de ciertos conductos iónicos
para el calcio.
3. Conductos mecanoactivados, cuyo estado de conformación depende de fuerzas mecánicas
(p.ej. estiramiento) que se aplican a la membrana. Por ejemplo, los miembros de una familia de
conductos catiónicos se abren por el movimiento de estereocilios en las células vellosas del
oído interno como respuesta al sonido o movimientos de la cabeza.
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Difusión facilitada

Las sustancias siempre se difunden a través


de la membrana de una región de mayor
concentración a otra de menor
concentración de soluto, pero no siempre
se difunden a través de la bicapa lipídica o
por un conducto. En muchos casos, la
sustancia se une primero en forma selectiva
con una proteína que abarca toda la
membrana llamada transportador
facilitador, que facilita el proceso de
difusión. La unión del soluto con el
transportador facilitador en un lado de la
membrana desencadena un cambio en la
conformación de la proteína, lo que expone
al soluto a la otra superficie de la Figura 4.44 Difusión facilitada. Modelo
membrana (figura 4.44) esquemático de la difusión facilitada de la glucosa

Como operan en forma pasiva, o sea, sin acoplarse con un sistema liberador de energía, los
transportadores facilitadores pueden mediar el desplazamiento de solutos por igual en ambas
direcciones. La dirección del flujo neto depende de la concentración de la sustancia a ambos
lados de la membrana.
Los transportadores facilitadores son específicos para las moléculas que transportan y
discriminan, por ejemplo, entre los estereoisómeros D y L. Además, a diferencia de los
conductos iónicos que pueden conducir millones de iones por segundo, la mayor parte de los
transportadores facilitadores sólo pueden cientos de miles de moléculas de soluto a través de
la membrana. La difusión facilitada es muy importante para mediar la entrada y salida de los
solutos polares, como azúcares y aminoácidos, que no penetran la bicapa lipídica.

El transportador de glucosa: un ejemplo de difusión facilitada

La glucosa es la principal fuente corporal de energía y la mayor parte de los mamíferos


contiene una proteína de membrana que facilita la difusión de la glucosa de la corriente
sanguínea a la célula. Los seres humanos tienen al menos cinco proteínas relacionadas
(isoformas) que actúan como transportadores facilitadores de glucosa. Estas isoformas,
llamadas GLUT1 a GLUT5, se distinguen por los tejidos en los que se localizan, así como por su
cinética y características regulatorias.

La insulina es una hormona producida por células endocrinas del páncreas y tiene una
participación clave en el mantenimiento de las concentraciones apropiadas de azúcar en la
sangre. Un aumento de la glucosa sanguínea induce la secreción de insulina, la cual estimula la
captación de glucosa en varias células blanco, en particular el músculo esquelético y las células
adiposas. Las células que responden a la insulina comparten una isoforma de transportador
facilitador de glucosa, GLUT4.
Procesos Biológicos 1

Cuando las concentraciones de insulina son bajas, estas células tienen relativamente pocos
transportadores de glucosa en su membrana plasmática. En caso contrario, los transportadores
se encuentran dentro de las membranas de vesículas citoplasmáticas. El aumento en la
concentración de insulina actúa sobre las células blanco y estimula la fusión de las vesículas
citoplasmáticas con la membrana plasmática, lo que desplaza a los transportadores a la
superficie celular.

Transporte activo

Las diferencias en la concentración de los principales iones entre el exterior y el interior de una
célula típica de mamífero se muestran en el cuadro 4.3. La capacidad de una célula para
generar estos gradientes de concentración tan elevados a través de la membrana plasmática
no puede explicarse con la difusión simple o la facilitada; estos gradientes deben generarse por
transporte activo.
Al igual que la difusión facilitada, el transporte activo depende de proteínas integrales de la
membrana que se unen en forma selectiva con un soluto particular y lo desplaza a través de la
membrana en un proceso impulsado por cambios en la conformación de la proteína. Sin
embargo, a diferencia de la difusión facilitada, el desplazamiento de un soluto en contra de un
gradiente de concentración requiere del aporte de energía, por ejemplo, mediante la hidrolisis
de ATP, la absorbancia de luz, el transporte de electrones o el flujo de otras sustancias en favor
de su gradiente. Las proteínas que realizan el transporte activo a menudo se denominan
“bombas”.

Transporte activo primario: acoplamiento del transporte activo a la hidrólisis del


ATP
A diferencia del desplazamiento mediado por un sistema de difusión facilitada que transporta
la sustancia por igual en cualquier sentido, el transporte activo produce movimiento de iones
sólo en un sentido. La Na+/K+ -ATPasa es la responsable del gran exceso de iones Na+ fuera de la
célula y el gran exceso de iones K+ en el interior. Las cargas positivas de estos dos cationes se
equilibran con las cargas negativas de diversos aniones, de manera que los compartimientos
extra e intracelulares son eléctricamente neutros.
La proporción de Na+ : K+ bombeados por la Na+/K+ -ATPasa no es 1:1, sino 3:2 (figura 4.46). En
otras palabras, por cada ATP que se hidroliza, se bombean tres iones de sodio fuera y se
bombean dos iones de potasio hacia el interior.
La Na+/K+ -ATPasa debe captar iones sodio o potasio de una región de baja concentración, lo
que significa que la proteína debe tener una afinidad relativamente alta por los iones. Luego,
las proteínas deben liberar los iones del otro lado de la membrana que tiene una concentración
mucho mayor de cada ión. Para hacerlo, debe disminuir la afinidad de la proteína por ese ión.
Por tanto, la afinidad por cada ión a ambos lados de la membrana debe ser diferente.
En la fase 1 de la figura 4.46, la bomba tiene una conformación E1 y los sitios de unión con
iones son accesibles hacia la cara interna de la célula, aquí la proteína tiene unidos tres iones
de sodio y un ATP, en la fase 2 se cerró una “compuerta” dentro de la proteína, de modo que la
bomba cambió al estado E1 ocluido, en que dejan de fluir y retornar los iones de sodioal interior
del citosol. La hidrólisis de ATP (fase2 3) y la liberación de ADP (fase 34) hacen que cambie
la conformación E1 en E2.
Al hacerlo, el sitio de unión se expone al compartimiento extracelular y la proteína pierde su
afinidad por los iones Na+, que luego se liberan al exterior de la célula, luego de liberar los tres
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iones de sodio, la proteína capta dos iones de potasio (fase 5). El cierre de otra compuerta
dentro de la proteína hace que la bomba asuma un estado de oclusión (fase 6), e impide que
los iones de potasio sean devueltos al espacio extracelular. Después de la oclusión sigue la
desfosforilación (fase 67) y la unión con ATP (fase 8), que induce la vuelta de la proteína a la
conformación original de E1. En dicho estado se abre el sitio de unión hacia la superficie interna
de la membrana y perdió su afinidad por iones de potasio, de modo que hay paso de tales
iones al interior de la célula. El ciclo se repite varias veces.

Figura 4.46 La Na+/K+ -ATPasa. Modelo esquemático simplificado del ciclo de transporte.

Otros sistemas primarios de transporte de iones.


La bomba de calcio se encuentra en las membranas del RE, donde transporta en forma activa
iones de calcio fuera del citosol hacia la luz de este organelo.
El recubrimiento epitelial del estómago también contiene una bomba de H+/K+ -ATPasa, que
secreta una solución de ácido concentrado (HCL hasta 0.16N) hacia la cámara gástrica. En
estado de reposo, estas moléculas bomba se sitúan en las membranas citoplasmáticas de las
células parietales del recubrimiento gástrico y no son funcionales (figura 4.47). Cuando el
alimento entra al estómago, se transmite un mensaje hormonal a las células parietales que
hace que las membranas que contienen la bomba se desplacen a la superficie apical de la
célula, donde se fusionan con la membrana plasmática y empiezan a secretar ácido. El
omeprazol es un fármaco de uso difundido que previene la pirosis porque inhibe la H+/K+ -
ATPasa gástrica.

Figura 4.47 Control de la secreción gástrica.


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Uso de la energía lumínica para transportar iones en forma activa


Halobacterium salinarium es una arqueobacteria que cuando viven en condiciones
anaeróbicas, las membranas plasmáticas de estos procariotas adquieren un color púrpura por
la presencia de una proteína llamada bacteriorodopsina, que funciona como una bomba de
protones impulsada por luz. La absorción de energía lumínica induce una serie de cambios en la
conformación de la proteína que produce el movimiento de un protón al exterior de la célula,
lo que genera un gradiente grande de H+ a través de la membrana plasmática. Más tarde, una
enzima formadora de ATP utiliza este gradiente para fosforilar ADP.

Transporte activo secundario (o cotransporte): acoplamiento del transporte


activo con los gradientes iónicos existentes

El movimiento de la glucosa a través de


la membrana plasmática apical de las
células epiteliales contra un gradiente de
concentración ocurre por cotransporte
con los iones sodio, como se ilustra en la
figura 4.49. La concentración de Na+ se
mantiene muy baja dentro de las células
por la acción de un sistema de transporte
activo primario (Na+/K+ -ATPasa), situado
en la membrana plasmática basal y
lateral, que bombea iones sodio fuera de
la célula contra un gradiente de
concentración.

Figura 4.49 Transporte secundario: el uso de la


energía almacenada en un gradiente iónico.

La tendencia de los iones de sodio a difundir de regreso a través de la membrana plasmática


apical a favor de su gradiente de concentración es “aprovechada” por las células epiteliales
para impulsar el cotransporte de moléculas de glucosa al interior de la célula contra un
gradiente de concentración. Se dice que las moléculas de glucosa están impulsadas por
transporte activo secundario. En este caso, la proteína transporte, llamada cotransportador de
Na+/glucosa, desplaza dos iones de sodio y una molécula de glucosa en cada ciclo. Una vez
dentro, las moléculas de glucosa se difunden por la célula y se mueven a través de la
membrana basal por difusión facilitada.

El transporte activo secundario de la glucosa hacia las células epiteliales del intestino es un
ejemplo de cotransportador unidireccional (simporte), en el que las dos especies transportadas
se desplazan en la misma dirección. Se han aislado muchas proteínas de transporte secundario
que implican un cotransportador bidireccional (antiporte), en el que las dos especies
transportadas se desplazan en sentidos contrarios.

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