01 Psicologia Del Alto Rendimiento Deportivo
01 Psicologia Del Alto Rendimiento Deportivo
01 Psicologia Del Alto Rendimiento Deportivo
Introducción. 3
9.- Bibliografía 80
INTRODUCCIÓN:
De Diego y Sagredo dicen que “El hecho de ser un modelo social y personal
para los deportistas, de trabajar en un “escaparate” donde todo se muestra a la
sociedad a través de los medios de comunicación, de mantener constante una
línea de trabajo, siempre la misma con cotas cada vez más osadas y
desafiantes, hace de su trabajo una actividad difícil de cumplir si no reflexiona
sobre ella y determina una dirección estable a seguir”.
Prezados técnicos,
Carron afirma que los líderes deportivos, en especial los entrenadores, tienen
un tipo de poder que los otros miembros del staff de colaboradores no tiene.
“En general ellos ejercen una gran influencia sobre el comportamiento y el
desempeño del grupo, y esto afecta específicamente las interacciones sociales
entre el líder y los miembros del grupo”.
general, sin que ésta sea una reacción a los aciertos o errores que acaban de
producirse; se dirige a un deportista suplente para decirle que salga al campo a
jugar.
- Comunicación general: abarca conductas de comunicación con los
deportistas sin una incidencia directa inmediata sobre el juego; si bien pueden
referirse a la búsqueda de información relevante para una futura decisión; el
entrenador le pregunta a uno de sus deportistas, cómo se encuentra de un
golpe que le han dado en una jugada anterior.
1.3 Liderazgo.
• Apoyo social: “El entrenador caracterizado por una preocupación individual por
los deportistas, por su bienestar, por un ambiente positivo para el grupo y por
relaciones cálidas con los componentes del mismo.”
Fracaso en el liderazgo:
• Temor
• Mala fe
• Indecisión
• Inconsistencia
• Falta de lealtad
• Falta de imaginación
• Falta de diplomacia
• Falta de humildad
• Conducta antisocial
• Reacciones desmesuradas
• Evadirse de responsabilidades
• No cumplir labores básicos
• Control insuficiente del personal
• Estilo de dirección inadecuado
1.4 Comunicación
Para la comunicación se necesita como mínimo dos personas, cada una de las
cuales actúa como sujeto.
Pichón Riviere
1.- Consiste en enviar y recibir mensajes, de ahí la importancia que tiene para
el entrenador el saber hablar y también el saber escuchar para entender lo que
pretenden comunicar los deportistas.
2.- Se compone de dos elementos fundamentales: los contenidos (lo que dice
el mensaje) y las emociones (cómo se dice el mensaje). Por regla general los
contenidos se expresan de forma verbal (palabras) mientras que las emociones
se expresan de forma no verbal (gestos, postura, movimientos faciales).
Tipos de comunicación:
Por ejemplo, un educador físico le pregunta a una joven cómo se siente justo
antes de empezar una clase de aerobic, y ella se encoge de hombros, baja la
mirada, frunce el ceño y murmura: “bien”.
Lenguaje corporal:
• apariencia física, que explica tanto cómo uno se ve a sí mismo como lo que
busca que vean los demás.
• la postural corporal, que indica los estados de ánimo (andar despacio,
cabizbajo, manos en los bolsillos
• los gestos, que indican estados emocionales, órdenes (como en el caso de los
árbitros.
• el contacto corporal, para expresar alegría, rechazo o indiferencia en distintos
grados según la intensidad y forma en que se haga.
• la expresión facial, que ofrece feedback inmediato, sobre todo con la mirada y
la zona de la boca.
La proximidad física: el uso que cada persona hace del espacio propio
y ajeno comunica más que una simple posición.
Comunicación eficaz:
Mensajes Verbales:
• Ser directo: las personas que flojean en este aspecto dan por supuesto que la
gente ya sabe lo que ellos quieren o sienten.
• Asumir los mensajes como propios: utilice “yo” y “mi”, no “nosotros” o “el
equipo”, cuando haga referencia a sus propios mensajes.
• Ser completo y específico: proporcione a la persona con la que se está
hablando toda la información que necesita para comprender totalmente el
mensaje. Esté alerta a los vacíos lógicos, a las suposiciones no conocidas y a
las intenciones no manifestadas con claridad.
• Ser claro y coherente. Evitar mensajes dobles: “Mary, la verdad es que quiero
que juegues, pero no creo que éste sea un buen partido para ti. Pienso que
eres un deportista excelente, pero ahora mismo tendrás que tener paciencia.”
Este ejemplo de doble mensaje –aceptación y rechazo- deja a Mary confusa y
probablemente dolida. Los mensajes dobles encierran significados
contradictorios, y normalmente una persona los envía cuando tiene miedo de
ser directa.
• Centrarse en una cosa cada vez: ¿se ha encontrado alguna vez discutiendo
cómo ejecutar una destreza concreta y de repente pasar a quejarse de lo mal
que lo ha hecho el equipo? Hay que organizar las ideas antes de hablar. Los
mensajes inconexos no tienen una buena transmisión.
• Lanzar los mensajes de forma inmediata: cuando observe algo que le moleste
o que precise ser modificado, no demore el envío del mensaje. A veces,
reprimirse provoca que la explosión se produzca más tarde por cualquier cosa
sin importancia. La respuesta inmediata también contribuye más que la
respuesta retardada a crear un feedback eficaz.
• Mantener una actitud de apoyo: si quiere que los demás escuchen sus
mensajes, no se los transmita con amenazas, sarcasmo, comparaciones
negativas o críticas condenatorias; de lo contrario, a la larga, evitarán
comunicarse con usted o simplemente dejarán de escuchar. El conjunto de
mensajes han de poner de manifiesto algún tipo de apoyo.
• Ser coherente con los mensajes no verbales: puede decirle a su deportista que
no pasa nada si se comete un error, pero quizá sus gestos corporales y
expresiones faciales contradigan sus palabras. Los mensajes contrapuestos
confunden al deportista y entorpecen la comunicación futura.
Mensajes no verbales:
• Escucha activa: “Por supuesto; mis deportistas pueden venir a verme cuando
quieran. Practico una política de puertas abiertas”.
“No, la verdad es que el entrenador no quiere escucharnos.
Lo único que le interesa es decirnos lo que tenemos que hacer.”
Tal como ilustra este ejemplo, algunas personas creen que están a disposición
de los demás cuando en realidad no lo están. Las personas se sienten más
cómodas expresando sus verdaderos sentimientos e ideas a alguien que quiera
escucharles. Saber escuchar indica sensibilidad y estimula un intercambio
abierto de ideas y sensaciones. Si alguien desea de verdad que la gente venga
y se muestre confiada, tiene que hacer un decidido esfuerzo por escuchar.
-no hay que confundir oír con escuchar: oír y escuchar son acciones distintas.
La primera consiste tan sólo en recibir sonidos, mientras que la segunda es un
proceso activo. Oír a alguien no significa que se esté escuchando el significado
de su mensaje.
-Utilero: persona que se encarga del material del equipo (toallas, bebidas,
balones). Esta persona también tiene un muy buen relacionamiento con los
deportistas.
Hoy cada vez más, las exigencias del Alto Rendimiento necesitan de este
grupo de profesionales. Muchas veces no es un problema económico, sino de
invertir en el mejoramiento de los procesos deportivos del club.
En cualquier caso, todo ello no basta para establecer rígidas relaciones entre
disciplina deportiva practicada y perfil de personalidad, sobre todo,
considerando que:
jugadores, los tiempos y los espacios bien definidos y la puntuación: todo ello
comporta un tipo de presión psicológica que induce a respuestas
comportamentales y emotivas bastante semejantes en los dos deportes.
Por otro lado, Joaquín Dosil (2002) nos dice: “Las características físicas,
técnicas/tácticas y psicológicas varían según la posición de juego a la que nos
estemos refiriendo.
-Posición 5: Pívot: suelen ser los más altos y fuertes del equipo. Anotan
debajo de la canasta y suelen tener un tiro exterior un tanto deficitario (aunque
esta premisa está cambiando en los últimos tiempos). Se valora enormemente
su carácter intimidatorio, los rebotes y los tapones en defensa.
-Posición “comodín”: se define como aquel jugador con cualidades para estar
en varias posiciones (por ejemplo, en la 3, 4 o 5). Cada vez aparecen más
jugadores con estas características.”
práctica deportiva y el objetivo que con ello se persigue: logro personal –reto-,
afiliación social, afirmación de uno mismo, necesidad de comunicación y afecto,
búsqueda de una identidad propia fuera de la familia.
Líder:
-Tenerlo mejor como aliado que como opositor (“controla al líder y controlarás
al equipo”).
Deportista automotivado:
Deportista estrella:
-Conviene tratarle igual que al resto durante los entrenamientos, sin temer
corregirle, dejando bien claro que su nivel no sólo se debe a sus cualidades
innatas, sino también al fruto del trabajo y esfuerzo en los entrenamientos.
Deportista problema:
-Los que no respetan las normas de los entrenamientos y del equipo: hay que
conocer las causas de su actitud para buscar soluciones; si reincide, establecer
un sistema de castigos o refuerzos, según el caso, relacionados con el deporte
hasta que o se amolda a las normas o lo deja.
-Miedo a ser el mejor del grupo: no quiere que hablen de él, que le tengan
envidia; explicarle que cada uno hace bien una cosa diferente y que eso es lo
que él hace bien, que hay que aprovechar las habilidades que se tienen,
además de resaltar el esfuerzo y trabajo que le cuesta entrenarlas (trabajo por
objetivos).
El deportista y su ambiente:
Con este término se indica el ambiente psico - social dentro del cual el
deportista vive sus relaciones extra-familiares más significativas.
Las tiradas de los diarios deportivos y el espacio que la prensa de opinión y las
emisoras de radio y televisión dedican a los acontecimientos deportivos
compiten con los de cualquier otro sector especializado de la información. Y el
deporte se ha convertido en un hecho popular y de costumbres, precisamente,
con el advenimiento de los medios de comunicación de masas que con
sorprendente rapidez han implicado a públicos muy amplios en el interés de
numerosas disciplinas deportivas. Todo ello ha activado un “feedback” con
respecto a los deportistas, que, de simples protagonistas que eran, se han
convertido en directores y espectadores de sí mismos.
MOTIVACIÓN
TIPOS DE MOTIVACIÓN
Motivación básica:
Motivación cotidiana:
Motivación intrínseca:
Motivación extrínseca:
TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN
Representa los esfuerzos de una persona por dominar una tarea, sobresalir,
superar obstáculos, rendir más que los demás y enorgullecerse de sus
cualidades (Murray, 1938; McClelland, 1961).
Trata de estudiar los efectos que tienen las actividades que realiza el sujeto en
la motivación intrínseca, la motivación extrínseca y en la desmotivación. El
deportista tiene necesidad de sentirse competente en la actividad que realiza,
por lo que se predice que cuando no existe esta percepción, la motivación
intrínseca disminuye y es más probable que exista la desmotivación.
Esta teoría estudia las atribuciones que hace el individuo y permite entender el
grado de motivación con el que se enfrentará a las diferentes actividades.
Según esta propuesta, las explicaciones que dan los deportistas a los
resultados de sus actuaciones (de éxito o fracaso) suelen ser cuatro: habilidad
o capacidad, esfuerzo, dificultad de la tarea y suerte.
Auto-eficacia: hace referencia a la influencia que tienen los juicios del individuo
acerca de su capacidad en la motivación y la conducta.
ATENCIÓN – CONCENTRACIÓN
ATENCIÓN
CONCENTRACIÓN
Puede ser interna cuando se focaliza la atención en uno mismo. Por ejemplo,
en la respiración antes de la salida de los 1500 metros.
LA ATENCIÓN ENGLOBA:
• Estar alerta
• Recibir y analizar información
• Asimilar datos
• Tomar decisiones
• Actuar a tiempo
•
Actuar con precisión
AGRESIVIDAD
ACTIVACIÓN
Hay quien cree que la forma más adecuada de afrontar una competición es un
estado muy elevado de excitación y activación. El problema surge cuando esta
idea se trata de generalizar a todas las disciplinas deportivas y, sobre todo, a
todos los deportistas por igual. Si bien es cierto que algunos deportistas
necesitan estar muy activados para competir, lo importante no es la intensidad
de excitación que logran, sino la percepción de su propia activación ante la
competición.
AUTOCONFIANZA
Tener confianza no garantiza al 100 % que realizará una buena ejecución, pero
si no se tiene confianza es difícil que el deportista obtenga un buen
rendimiento.
El nivel de confianza que los deportistas tienen en ellos mismos, sobre sus
posibilidades de conseguir resolver diferentes situaciones de su deporte, afecta
a los niveles motivacionales, al gasto energético, a las emociones y
pensamientos positivos, a la habilidad de concentración, a la capacidad de
lucha-esfuerzo, a la habilidad para manejar la presión, a la resistencia física, y
a la probabilidad de lesionarse físicamente. Los deportistas que tienen
confianza en ellos mismos normalmente se fijan objetivos más altos, actúan
mejor en los momentos más difíciles y actúan mejor ante las adversidades
(Loehr, 1991; Weinberg, 1988)”
En el mundo del deporte todos cometen errores. Los deportistas que tienen
autoconfianza saben que no tienen inmunidad contra los errores, sino que hay
que seguir luchando para corregirlos. Este es un punto fundamental tanto para
los deportistas como para los entrenadores, el problema no está en los errores
sino en la forma de afrontarlos.
James Loher, 1991 y Robert Weinberg, 1988, señalan una serie de pasos que
permitiría a los entrenadores trazar objetivos para conseguir mejorar la
confianza en sus deportistas.
Ante este tema José Ma.Buceta (1998) expresa, “El aprendizaje y el ensayo
repetitivo de habilidades, son elementos esenciales, pero no suficientes, en la
mayoría de los casos, para optimizar el rendimiento de los deportistas en la
competición. De hecho, no es infrecuente escuchar, entre las quejas de los
entrenadores, frases como: “este jugador entrena muy bien, pero después
juega mal”, “si jugáramos como entrenamos, no habría quien nos ganara, “este
chico es muy trabajador en los entrenamientos, pero muy mal competidor”, “no
entiendo lo que ha sucedo en este partido, ¡si hubieras visto lo bien que hemos
entrenado durante la semana!”, que indican la diferencia entre rendir bien en
los entrenamientos y que se produzca un rendimiento similar en la
competición”.
negativos. Es por eso, que hay que generar en los deportistas un estado de
alerta óptimo y prepararse convenientemente para competir. Hay múltiples
experiencias de fracaso en situaciones aparentemente “fáciles” que, por
falta de interés o preocupación, han sido afrontadas por deportistas sin la
disposición apropiada. Buceta dice que “debe tenerse un especial respeto y
cuidado con este tipo de competiciones, para que no se produzcan
resultados adversos que puedan resultar muy graves en el conjunto de la
temporada”.
Técnica % encontrado
Relajación 90
Visualización 75
Atención/Concentración 45
Determinación de objetivos 30
Autoinstrucciones 30
Reforzamiento positivo 27
Control de pensamientos 27
Biofeedback 25
Autohipnosis 25
que ellos a su vez se la puedan transmitir a los deportistas. Los programas han
seguido prioritariamente una orientación educativa. Los canadienses y los
norteamericanos han impartido tanto clases teóricas como prácticas y en
general, sobre todo en los primeros niveles, el trabajo de los entrenadores era
supervisado por los Psicólogos del Deporte. Actualmente, a nivel mundial, se
trabaja mucho desde las edades formativas.
Para Isabel Balaguer e Isabel Castillo el Rol del Psicólogo del Deporte tiene
varias formas de desempeño y su función está comprendida dentro de un
grupo interdisciplinar. Ellas se basan en la decisión que tomó el Comité
Olímpico de Estados Unidos cuando decidió incluir por primera vez la
preparación psicológica en un proyecto de investigación sobre el deportista de
élite. El mismo incluye tres funciones del Psicólogo del Deporte: clínica,
educativa e investigadora.
“El rol Educativo es el más extendido. El Psicólogo del Deporte que desempeña
este rol está especializado en la provisión de servicios educativos a deportistas,
entrenadores, preparadores físicos, administradores deportivos, árbitros,
fisioterapeutas, nutricionistas, médicos. Incluye entre sus funciones, el
suministro de información acerca de los beneficios potenciales de la
preparación psicológica para la competición, de la influencia de los factores
psicológicos en el aprendizaje y rendimiento deportivo y de la influencia del
Amar. A.D. (1999) dice: “cualquier sector, en su etapa inicial, necesita gestores
dotados con capacidades que les permitan desarrollar su misión. El sector
deporte ha recorrido un largo camino desde cuando sus funciones originales
consistían, principalmente, en procurar la venta de entradas y elaborar planes
de adaptación. En la actualidad, para seguir progresando, la gestión del
deporte exige profesionales. Su tarea se ha complicado porque las
expectativas que promueve y lo que se demanda, hace a este tipo de
organizaciones muy similar a las restantes organizaciones empresariales. Una
gestión empresarial del deporte contribuirá así a la formulación y posterior logro
de metas y objetivos”.
Al igual que sucede con los entrenadores, las decisiones y acciones de los
directivos, pueden influir, decisivamente, en los estados psicológicos y el
rendimiento deportivo de los deportistas de su organización.
José María Buceta (1999) expresa. “ unas declaraciones del presidente del club
en el periódico, comentando los planes del equipo para la temporada siguiente
cuando todavía no ha finalizado la temporada actual, pueden contribuir a
disminuir la motivación y elevar el estrés de los jugadores actuales que no
entren en los planes futuros, afectando su rendimiento en los siguientes
partidos”.
Buceta dice. “Pensemos, por ejemplo, que uno de los equipos infantiles de un
club con distintas secciones, no tiene suficientes balones para entrenar. El
entrenador plantea el problema a un coordinador que a su vez lo transmite a
un empleado del club. Pasan las semanas y el equipo sigue sin tener balones.
¿Por qué no se ha solucionado el problema?, los jugadores preguntan; el
entrenador no lo sabe e intenta localizar al coordinador pero tarda varios días
en logarlo; éste dice que se lo dijo el empleado y que preguntará qué sucede
cuando vaya por el club; cuando lo pregunta, el empleado dice que se lo
comentó al gerente pero que no sabe nada; el coordinador pide hablar con el
gerente, pero éste no se encuentra disponible; el equipo sigue sin tener
balones; el entrenador se ha cansado de preguntar y entrena a disgusto porque
no puede trabajar con unas mínimas condiciones; su baja motivación influye en
sus jugadores”.
Buceta, J.M. (2000) expresa: “En términos generales podemos afirmar que en
el caso del árbitro su tarea fundamental es de tipo sancionador, el reglamento
contempla una serie de acciones no permitidas para desequilibrar al contrario y
el árbitro debe observar y vigilar con el objetivo de aplicar las sanciones
pertinentes e intentar reequilibrar el juego. Una característica relevante es que
el árbitro no puede considerarse un observador externo o no participante, sino
que sus acciones interaccionan de forma constante con las del deportista
influyendo en su actuación, sus decisiones y por lo tanto en el resultado final,
Equilibrar esta influencia (en la medida en que en muchos casos no puede
eliminarse) preservando la igualdad de oportunidades, debe ser otro objetivo
prioritario”.
Cruz, Jaume (2001) menciona: “los árbitros –junto con los deportistas y
entrenadores- constituyen uno de los elementos imprescindibles de toda
competición deportiva. En algunos deportes, como por ejemplo el fútbol o el
baloncesto, los árbitros deben sancionar las infracciones al reglamento para
garantizar que el resultado dependa sólo de la preparación física y de la técnica
de los jugadores, así como de la táctica empleada por los equipos
contendientes”.
Florean, Alejandra y Barrios, Raúl (2004) consideran que: “¿por qué aplicar la
Psicología del Deporte al arbitraje/referato?
Muchas veces se opina sobre los árbitros desde un lugar equivocado, se les
exige sin conocer el reglamento, se les critica desde la subjetividad de cada
uno, pero se olvidan que esa persona debe ver, evaluar y decidir en décimas
de segundo.
TRABAJOS INTERDISCIPLINARIOS
9.- Bibliografía.
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Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Ed. Sintesís. Madrid. España.
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-Buceta, J.M. 1998. Intervención Psicológica con los jueces deportivos. Master Universitario de
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España.
-de Diego, S; Sagredo, C. 1992. Jugar con ventaja. Las claves psicológicas del éxito deportivo.
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-Dosil, J. 2004. Psicología de la Actividad Física y del Deporte. EdMc Graw Hill. Madrid.
España.
-Florean, A.; Barrios, R. 2004. El arbitraje y las dificultades de arbitrar: el perfil psicológico
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Psicología y Deporte. Marcelo Roffé y Francisco Ucha Compiladores. Buenos Aires. Argentina.
-Valdés, H. 1996. La preparación psicológica del deportista. Ed. Inde. Zaragoza. España.
-Wolk, L. 2003. Coaching. El arte de soplar brasas. Gran Aldea Editores. Buenos Aires.
Argentina.