Resumen
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Resumen
Entre la pubertad y los 30 años la muerte violenta ocupa el primer lugar en las causas de
mortalidad
El desafio consiste en reconocer la originalidad singular de esta etapa que media la transición
entre la infancia y la vida adulta. En la adolescenci ahya un trabajo psíquico transformacional a
llevar a cabo, con sus logros o fracasos; estos se podrán llevar a cabo precoz o tardíamente,
sefun las características del individuo- sujeto, con las exigencias del espacio sociocultural en
que ocurre
La proscripción del singular “la adolescencia”. El singular haría referencia a una entidad
reificable, cuyas cualidades y atributos estables se pueden describir y explicar en si mismas, y
el plural adolescencias- que apunta a la construcción cultural y social- a la subordinación a un
contexto de tiempo, espacio y circunstancia, congifurando una unidad minima e indisociable.
La elección del plural para “adolescencias” busca preservar la diversidad y singularidad de los
casos, tanto en lo que remite al psiquismo (estructuración y/o construcción identitaria) como a
los factores socioculturales que las configuran y modelan.
La psicología es psicología social; el otro siempre está como socio, modelo, adversario o
enemigo
La identidad humana solo puede ser pensada en relación, como paisaje de analogías y
contrastes con otros humanos, y lo que observamos no son esencias sino algoritmos de una
perpetua variación
ADOLESCENCIA n e sun objeto natural sino una construcción cultral. Su alcance y resonancia
no cesan de modificarse en subordinación a las transformaciones aceleradas de la cultura. No
hay adolescencia estudiable como tal, sino inserta en el marco societario en que se desarrolla y
transita.
La adolescencia es mucho mas que una etapa cronológica de la vida y el desarrollo madurativo;
es un trabajo de transformación o proceso de expansión y crecimiento, de germinación y
creatividad
PERSPECTIVA DIALÓGICA la semiología (simbolos y signos) de la adolescencia involucra lo
mirado (adolescente) y la mirada (quien mira, desde dónde y para qué) organizando un campo
de saber dialógico que involucre al par investigador- investigado.
Hay que retener el periodo de los 12-13 hasta los 16-17 años de vida, como un tiempo de gran
fuerza por la magnitud e intensidad de los cambios que operan a nivel del cuerpo y en el alma
y llamar al resto juventud o adolescencia tardía
Había una norma (1- trabajo, autonomía; 2- vivienda autónoma, 3- pareja estable) que
actuaban como modelo de referencia sobre el desarrollo y la maduración. Este modelo
funcionaba como referente y marcaba territorio entre la norma y la transgresión
Lo que importa no es la opinión de los miembros de tal o cual grupo etario sobre otro, sino que
existan o no zonas de confrontación o debate entre los estilos tradicionales y los actuales,
porque en la cofrontaicon intergeneracional no hay triunfadores ni derrotados, es la calidad de
la controversia y no el resultado de lo que cuenta para los protagonistas
Los seres humanos somos producto y productores de la trama social en que vivimo, somos
agentes y efecto de la cultura (Edgar Morin)
Lado de los viejos: el mundo adulto. En todo adulto y todo viejo hay una memoria
indeleble quizás indecible de esa época de turbulencia y fulguración
Del lado de los jóvenes. La adolescencia vino después de la sinfancias. Lo infantil fue
un mundo de credulidad, confiábamos en el saber de los adultos, eramos crédulos en
su omnisciencia, en su omnipotencia. Las adolescencias son el tiempo pendular
opuesto; tiempo de derrumbe de esa dependencia y credulidad del mundo infantil, del
crédito casi ilimitado que otorgamos al mundo adulto. La sospecha en la legitimidad
del saber adulto es la tónica dominante del adolescente.
El desmoronamiento, el derrumbe de la credulidad no viene sin tumulto. El
desprendimiento identificatorio de las figuras parentales de la infancia y de sus
subrogados es un proceso necesario, ineludible, imprescindible, saludable, aunque el
desgarro no se hace sin ruido y sin dolor. Y si no hay desgarro se paga con estupidez o
patología psíquica a resolver con el psicoanalista o el psiquiatra. La calma no es de
buen pronostico
Inscribir una experiencia en la mente requiere dos tiempos distintos: uno transitivo, en el que
los acontecimientos están ocurriendo; otro reflexivo de inscripción, de asimilación donde lo
ocurrido se significa y se inscribe, y queda un resto que es basura a evacuar
Por otro lado el cuerpo es espejo revelador de la autoestima y pivot que integra la mayor parte
de las organizaciones psicopatológicas. Ser lindo o feo, atractivo o rechazado se vuelven
cruciales en la autoestima y un punto clave de la adolescencia. La experiencia del cuerpo
adoelscente es inédita y fulgurnte: el cuerpo se vuelve extraño y revelador como expresión de
una autoestima que pasa entre la exaltación y la denigración; se vuelve una realidad casi
externa a la psiquis, una realidad que hay que explorar e interrogar y que muchas veces le
resulta enigmática al propio sujeto.
El sujeto y su contexto resulta una ecuación con dos incognitas. El mandato social puede ser
severo o laxo y permisivo, tolerante u hostil. En ambos casos el sujeto reacciona y metaboliza
el mensaje, en la obediencia o en la rebelión, y en el mejor de los casos con la emancipación.
Rebelarse es simplemente patalear contra el consenso hegemonico y el status quo;
emanciparse implica apropiarse e interiorizar una salida original, aprcialmente autónoma del
mandato social.
Es necesario ocupar el lugar de especialistas, de expertos, que la sociedad nos asigna, pero
también saber rehusarlo y no aceptar una delegación masiva que exima al debate ciudadano
de su obligación de abrodar y pensar estos temas
El mundo adulto es percibido como extraño por el adolescente, quien reacciona con actitudes
de exclusión o con conductas que intentan ser domesticadas o consumidas como productos
exóticos
Es la época del amigo confidente, de la barra de los pares, de las pandillas y tribus que legislan
y regulan los comportamientos. Comportamientos miméticos con los pares y no con los
padres, marcan las pautas. La tribu de pertenencia toma una jerarquía insitada mientras lo
familiar, antes atrayente, se vuelve por momentos digno de rechazo y hasta repugnante. Los
gestos, actitudes y valores del mundo adulto son cuestionables y rechazable.
La experiencia del espejo (Lacan y Winnnicott) merece ser pensada para el proceso
adoelscente como dialéctica a dos puntas donde un yo se reformula en un crisol cuya función
es articular los objetos del mundo disponible con los apetecidos objetos del deseo. Entre las
exaltaciones pasionales de esta época de la vida, están las adhesiones: el ansia de pertenecer,
de adherir a … y todo con na intensidad desmesurada. Para algunos será lo religioso, para
otros la música o el deporte. Esto es lo que los sociólogos llaman particularismo identitarios,
procesos sin dudas alienantes, cuna de fanatismos y fundamentalismos cuando dejan de ser
efímeros y se transforman en crónicos y definitivos.
El adolescente crea espacios de privacidad o intimidad, donde las nociones de adentro y afuera
(del psiquismo) tienen otro valor que en las convenciones adultas. El modo de vestirse, de
hablar, verbal y gestualmente, son pautas de esta porosidad. Los pactos de pertenencia y de
lealtad, o su traición, tienen una fuerza inusitada, mayor que en cualquier otra edad.
Las crisis adolescentes suelen coincidir con la típica desilusion de la mitad de la vida que viven
sus padres. La confrontación intergeneracional es hoy tan necesaria como lo fue siempre a lo
largo de la historia, para que la nueva generación pueda parir su propia novedad y originalidad.
TOXICOMANIA Y ADICCIONES es un tema a interpelar en la encrucijada entre lo personal (la
historia y estructura del sujeto), su grupo familiar (contemporáneo y transgeneracional) y el
contexto sociocultural micro y macro, los grupos cercanos.
FILIACION, ADOLESCENCIA Y EXCLUSION Es cada vez mas difícil tener un lugar propio en el
mundo. Un lugar propio que permita al individuo tener la oportunidad de llevar a cabo el
desarrollo de sus capacidades, un proyecto de vida en el que cada uno se sienta único, original
e insustituible.
La palabra exclsuion o excluido tiene poca presencia en las disciplinas psi (psicopatología,
psicoanálisis, psiquiatría) aunque esta en auge en las ciencias sociales.
Como nuestro oficio no se ocupa de las multitudes sino de seres humanos concretos y
encarnados, nos toca acoger en nuestros consultorios algunos ejemplares de esa humanidad a
la deriva que, lo sepan o no, vienen desorientados a pedirnos que le ayudemos a construir un
destino, una estrategia de vida.
Cuando el adolescente llega al mundo del tercer milenio (del rock y la informática) ya no hay
meta- relatos o discursos de utopía, encarnados en la autoridad sólida de las figuras
patriarcales, sino los patrones fluidos y cambiantes de la mdoernidad líquida; ya no hay un
establishment (grupo de poder, poder establecido) social al que adherir u oponerse, sino una
sociedad fragmentada donde hay que inventar o construir un intersticio para introducirse y
lograr un intinerario que dé consistencia y sentido a la propia existencia.
Somos mas que la unión de un ovulo y un espermatozoide, sino que nacemos también del
anhelo y del proyecto de nuestros ancestros y somos el efecto de sus deseos conscientes y
expresión de sus deseos reprimidos
Realidad psíquica (psicoanálisis) donde los objetos son construidos con dos ingredientes
heterogéneos, hasta cierto punto inconciliables, aquello incoercible que viene de la pulsión y
lo que desde la realidad exterior se impone como ineludible
Rene Kaës: encontró una formula oportuna para el lugar que nos asigna como adultos en el
trabao con adolescentes: estar presentes (atentos y calidos) sin ser ni demasiado intrusivos ni
demasiado prescindentes. Lo que esta casi en las antípodas de lo que nos popone la urbe
posmoderna y el modo de producción neoliberal globalizado.
Hoy vivimos tiempos pletóricos en los que las urgencias de un presente sobresaturado devoran
la secuencia de pasado, presente y futuro, y los horizontes de futuro se vuelven inciertos,
impredecibles.
La épica de la adaptación o la revuelta fueron los desafíos para construir nuestra singularidad
personal y colectiva, el perfil de una generación.
Somos productos y productores de la época que nos alberga. Vivimos un tiempo social
acelerado que se interioriza y nos captura
Siempre hay que cuestionar la mirada tanto como lo mirado, la señalada alternancia entre
tiempos transitivos de acontecer y tiempos reflexivos de sedimentación son un algoritmo
necesario e imprescindible para la configuración del psiquismo: ese espacio temporal que
llamamos nuestro fuero interior
Zygmunt Bauman dice que nuestra mente siempre habita un día, una semna o un año sideral
después de hoy. A esto podems llamarle el tiempo vivencial interiorizado, el de nuestrs
recuerdos y los senderos de la experiencia vivida; pero también de la experiencia soñada y
temida, de la experiencia de lo que no fue, porque no quisimos o porque no pudimos.
Esa diacrona del tiempo interior, este tríptico de pasado, presente y futuro, que no solo nos
habita sino que nos configura, tiende ahora a estar comprimido por la plétora de la actualidad.
En la cultura del vértigo ¿Cuál es el lugar para los niños y los adolescentes?
Los humanos somos lo que se nos inculca y nos transmite (la tradición y la educación) pero
somos la reacción activa contra lo que se nos transmite e inculca. Acompañar o combatir la
herencia es uno de los vectores (o ejes)clave de la existencia individual y colectiva del proceso
civilizatorio. Eric Hobsbawn define como rasgo característico de la actualidad, que las
generaciones actuales se sienten menos concernidas por el pasado, por la herencia y la
tradición que antes fueron modelos o contramodelos, es decir, modelos a imitar o a atacar,
que roveian el combustible del conflicto intergeneracional.
Se dice que la revolución informática implica un cambio civilizatorio aun mas grande que otros
que fueron un hito en la historia de la humanidad, como la sedentarización por la agricultura o
la invención de la escritura o d ela imprenta, y seria tonto intentar detener el huracán o vértigo
civilizatorio en que vivimos.
Entre el polo de la intimidad de un sujeto y el espacio societario macro, hay una franja
intermedia de humanización en la que cada humano construye sus pertenencias y lealtades.
Nadie puede vivir sin el reconocimiento de los otros (Hegel). Todos necesitamos una trama de
raigambres donde negociar nuestros amores y nuestros odios, nuestras afinidades y rechazos.
Pensar la adolescencia es indagar sus códigos, propios de cada época, de cada generación, de
cada subcultura.
Estos “Nativos Digitales” (Prensky, 2012) del siglo XXI, piensan y procesan la información de
manera significativamente diferente a la de sus mayores, los “Inmigrantes Digitales”, que al
igual que cualquier inmigrante han tenido que aprender todo -cada uno a su ritmo- y
adaptarse al entorno teniendo como referente su pasado. Esto se refiere a la difusión de la
tecnología digital, que aparece en las últimas décadas del siglo XX
Hoy los adolescentes arman sus perfiles en las redes sociales como formas de pensar en sí
mismos. Lo novedoso en la cultura adolescente es cómo se vinculan con la web, la manera en
que navegan, los programas que eligen y comparten, el uso de diversas aplicaciones en las que
se ubican como receptores y productores. Hoy internet es una herramienta de ilusión de
poder, de autonomía y de importantes diferencias con los adultos. Es el pasaje a la exogamia,
con lo que marcan la diferencia generacional.
Saber qué lo trae a la consulta, motivo manifiesto y latente, si es algo nuevo o una cuestión
que se repite, si atribuye a su sufrimiento actual una causalidad psíquica que tiene que ver con
su historia o piensa que es producto de una causalidad proyectiva; biológica, el azar, o los
otros.
En la adolescencia el yo incrementa su capacidad de elaboración, de re-significación de lo
histórico vivencial. Trabajo de historización que posibilita nuevos nexos entre pasado, presente
y futuro. Pasado que cobra vigencia a partir de lo actual. La historización no repite ni elimina el
pasado, lo altera, le da eficacia.
Hoy sabemos que estamos frente a un sujeto que sufre; historias complejas están en juego en
toda enfermedad donde fuerza y sentido son indisociables.
No hay que hacer diagnosticos apresurados, es importante darse tiempo ante algunos
interrogantes
Los adolescentes nos enfrentan con situaciones límites; algunos autores pensaron la
adolescencia como estado límite cuando el embate pulsional y las exigencias de la realidad
dificultan la salida hacia la exogamia manifestando -a veces- “fragilidades del yo”,
“potencialidades psicóticas”, estados depresivos cuando se pierden espacios u objetos que
eran importantes sostenes narcisistas
Winnicott insiste en que el analista no debe interpretar de manera intrusiva, por el contrario
poner énfasis en la comprensión creadora
Propone estrategias que modifica en función de la marcha del análisis. Estrategias que incluyen
otras herramientas además de la interpretación y que ayudan para que el sujeto pueda
incrementar su lucidez sobre su mundo, su historia, su deseo (C. Castoriadis).
Y es ética porque que si bien lidiamos con nuestra contratransferencia y sabemos que en cada
análisis también estamos implicados desde nuestra subjetividad, tramitamos esos afectos
contratransferenciales para intervenir desde la palabra y el afecto, para no ser intrusivos con
interpretaciones prefabricadas ni estar ausentes ante ciertas resistencias o reacción
terapéutica negativa
Es Ética Lo que el otro me cuenta resuena en mí, produce efectos que debo metabolizar,
elaborar y diferenciar de lo propio.
Los adolescentes y los jóvenes son un desafío para ellos y para las generaciones que los
preceden. Vivimos en tiempos en que las nuevas tecnologías están presentes en todos los
espacios. Algunos adultos reconocen que están desorientados para enfrentar estos cambios y
las nuevas formas de comunicación que los jóvenes proponen. Necesitamos reflexionar sobre
cómo serán las nuevas subjetividades que se instituyen bajo el sesgo de estas
transformaciones aceleradas: de valores, de ideales, de modas, de códigos que impactan
recursivamente en la cultura. Abordar la clínica recurriendo a diferentes estrategias y
dispositivos terapéuticos no es una opción técnica, es una posición epistemológica. Por eso
pensamos en plural: teorías, dispositivos y técnicas.
Las definiciones respecto a la adolescencia determinan la mirada, las maneras en que los
adultos y las instituciones se relacionan y vinculan con las personas adolescentes. Éstas han
variado a lo largo del tiempo y de las culturas.
En el cristianismo de la Edad Media se planteaba que la juventud llevaba una vida impulsiva en
busca del placer y la religión aparecía como el medio para luchar contra las “pasiones
terrenales”.
La adolescencia era pensada en su sentido de carencia, “adolecer” como lo que falta, como lo
que es padecido; un periodo caracterizado por la crisis y la ausencia de una identidad y de un
proyecto de vida, por la rebeldía en tanto transgresión que debía ser corregida para asegurar
un “futuro”. los adolescentes surgieron como un grupo objeto de protección, intervención y
tutela por parte del Estado. Esto generó las concepciones que ubican a las personas
adolescentes en categorías estereotipadas como “menores”, “inmaduros”, “en crisis”,
“ingenuos”, “incapaces”, “desinteresados”, “vagos”. Se desarrolló desde el mundo adulto e
institucional una mirada adulto centrica, en la que los adultos son el modelo, la referencia y la
medida de las cosas, ubicándose en detrimento de las personas adolescentes y jóvenes,
poniendo expectativas adultas y trayectorias que se centran en alcanzar el éxito asociado al
empleo, al nivel de ingresos y el reconocimiento social, el “ser alguien en la vida”, soportadas
desde una visión homogeneizante de la población, de manera rígida y descontextualizada.
no podemos pensar la adolescencia como una categoría homogénea, estática o unívoca, sino
como un constructo dinámico, variable y heterogéneo, afirmando que existen diversas
adolescencias y diversas juventudes. La pluralidad remite a diversidad de contextos sociales,
culturales, económicos y políticos en un momento histórico determinado, que incidirán en la
manera de transitar esta etapa vital.
podemos pensar la adolescencia como una etapa/o fase vital que se ubica en un tiempo
cronológico determinado, que comienza a partir de un hecho biológico que es la pubertad
La subjetividad, entonces, no puede entenderse por fuera de la cultura y del lazo social.
Freud en “Psicología de las Masas y análisis del yo” sostiene claramente que la psicología
individual no puede prescindir de los vínculos del individuo con otros. Somos productos y
productores de las tramas sociales en las que vivimos.
Hoy, el discurso capitalista dice estar en condiciones de liberarnos de estas fuentes de
sufrimiento. Si estas fuentes de sufrimiento nos enfrentaban a la castración, la sociedad
moderna ofrece una seguridad y confortabilidad cotidianas que venden la ilusión de poder
librar de tales límites a la omnipotencia narcisista, instalando la convicción de que todo es
posible.
Por otro lado, en el momento actual predomina "el mito de la eterna juventud”. Cada vez más
el adulto se adolescentiza, quiere parecerse, quiere mantenerse joven, borrar las marcas del
paso del tiempo. Es entonces que en su salida a la exogamia, el adolescente se encuentra con
un adulto con el que no puede confrontar y que lo toma como modelo a seguir reenviándolo
nuevamente al autoerotismo.
El tema es que el consumo frustra el deseo, se exige goce sin límite y en la misma medida se va
produciendo pobreza de deseo. De allí las coordenadas para pensar el auge de las depresiones,
los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad, las patologías del vacío y los suicidios
A partir de la sanción de la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y
Adolescentes y la derogación de la Ley 10.903 del Patronato de Menores, en la Argentina se acelera
una progresiva transformación en la concepción de la infancia
Según esta teoría a lo largo de la historia de la producción del conocimiento, se producen procesos
de cambio de un paradigma a otro.
La edad solia ser una barrera para dicho acceso, pero ahora es un hecho que a partir de los 14 años
los adolescentes pueden asistir a la consulta sin estar acompañados por una persona adulta.
Las brechas de género en salud persisten y el abordaje de las mismas resulta de vital importancia.
Los profesionales de la salud identifican que los varones adolescentes ingresan mayoritariamente al
sistema de salud en atención de urgencias. Llegan por accidentes, y en menor porcentaje por
intentos de suicidio
Hay mas accidente y mortalidad en la adolescencia tardia que en la temprana, las peleas entre los
apres son mucho más violenta a los 19 o 118 años que a los 13, 14 años. El varón tien
ehistoricamente el rol protagonico de macho, de tener que pelearse, de que nunca le va a pasar
nada. Y me parece que se transmite esa cosa familiar, cultural de que el varón no hace falta que se
cuide, que no hace falta que vaya al medico o que sus limites en su organismo son muy altos y
pueden tolerar cualquier cantidad de alcohol y cualquier cantidad de droga
En los varones son llevados a consulta para realizar un control (10-14 años) o el apto medico escolar
por alguien responsable, en general una mujer. Los motivos mas frecuentes en esta etapa son: el
crecimiento y el desarrollo genital y muscular. En la adolescencia media, son de baja consulta las
relaciones sexuales, lla orientación sexual y la prevención y tratamiento del VIH sida u otras
infecciones de transmisión sexual (ITS)
En las mujeres los motivos de consulta mas frecuentes son los cambios puberales así como
problematicas en la salud alimentaria. En la adolescencia media (15-19 años) las mujeres asisten a
consultas con mayor frecuencia, vinculadas a SSR (métodos anticonceptivos y a la continuidad o
interrupción del embarazo) violencia de genero y problematicas de la conducta alimentaria
En esta etapa el cuerpo sexuado cumple la función de regular la autoestima y afectividad en el
juego de alteridades y reconocimiento de la construcción identitaria.
Los suicidios logrados con mas frecuentes en varones que en mujeres, pero estas presentan altas
tasas de intentos de suicidio llevados adelante a través de ingesta de pastillas y/o de la producción
de cortes o autolesiones.
En esta etapa la violencia en tanto problemática social e intersubjetiva aqueja diferencialmente por
género. Las adolescentes consultan con mayor frecuencia que los varones por diversas
manifestaciones de violencia y este se constituye en el segundo problema mas relevante para ellas,
luego de SSR y a la par de las problematicas ligadas a nutrición. Para los varones los accidentes
figuran en primer lugar, luego el suicidio en el segundo y la violencia en general en el tercero. Los
varones llegan a consulta principalmente frente a emergencias o urgencias, las adolescentes
consultan con mayor frecuencia lo que permitiría revelar las violencias padecidas con mayor
claridad. Las mujeres hablan mas de dolor. Los varones no hablan tanto de dolor
Los equipos de salud expresan que la fomra de detectar violencia de género o noviazgos violentos
se verifica a través de preguntas durante la primera consulta. La OMS ha alertado que la violencia
de género es la primera causa de muerte en las mujeres desde los 15 años de edad. Se ha revelado
que la detección de estas conductas en esta etapa del ciclo vital puede ser difícil debido a que se
desarrollan en supuestos contextos de juego o que interpretan como señales de cariño y cuidado
hacia la pareja.
Los indicadores que los profesionales asocian con padecer violencia en la adolescencia son
principalmente abandono del hogar, seguido de cuadros fóbicos/ evitativos y embarazo en
menores de 14 años.
Sobre la violencia padecida por los varones adoelscentes, la manifestación sufrida con mayor
frecuencia es la violencia institucional policial, seguida de aquella derivada del repudio por una
orientación/ identidad diversa y el bullying
El mayor peso de consumo problemático lo presentan los varones adolescentes, con grandes
diferenciales por clase.
Los varones se expondrían mas a situaciones violentas (como peleas y accidentes), mientras que las
mujeres lo harían en cuanto a sexo inseguro y la posibilidad de embarazo. Las mujeres tienen
mayor probabilidad de coma alcohólico.
Las mujeres que consumen están muy mal en la vida. Los varones pueden tener, estar en una
familia contenida pero igual porque son los códigos para pertenecer, la adolescencia e suna
cuestión de pertenencia.
Donde los profesionales no encuentran diferencia entre los generos es en la aceptación a iniciar un
tratamiento por consumo problemático de sustancias: nadie quiere iniciarlo.
Los llamados TCA son de muy alta frecuencia en las mujeres, y de muy baja en los varones, durante
la adoelscencia temprana. En la adolescencia media, el motivo de consulta en torno al peso es muy
frecuente en las adolescentes y mucho menos usual en varones, respesto a los trastornos de la
alimentaicon. Se realiza una distinción respecto de la aparición de las mismas según el genero y las
causas de origen.
El sobre peso no distinguiría entre generos, puesto que las costumbres y los hábitos alimentarios
relacionados con la sociedad de consumo dan lgar a la obesidad como problemática predominante
en la adolescencia, transversal al género.
La estética hoy tiene un lugar superponderante en la sociedad,y por supuesto, el/ la adolescente,
que es más vulnerable (por su etapa vital), tiende a caer con más facilidad que un adulto.
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA: DEL CUIDADO DE LAS MUJERES A “CUIDARSE UNOS A OTROS”
p20
Así como la historia apunta hacia lo subjetivo particular, el desarrollo se dirige hacia lo que hay
de semejante. Ambos conceptos puedne ser complementarios. Pero el analista no busca el
desarrollo sino lo histórico
Freud subraya que el concepto del a posteriori forma una parte fundamental de su aparato
conceptual en relación con la explicación de la temporalidad y de la causalidad psíquicas.
En "Los orígenes del psicoanálisis", Freud expresa que todo adolescente guarda huellas
mnémicas que sólo pueden ser comprendidas por él al aparecer las sensaciones propiamente
sexuales.
Desde este punto de vista, únicamente la segunda escena confiere a la primera su valor
patógeno: se reprime un recuerdo que sólo a posteriori se volvió traumatizante
S. Freud (1905) plantea la adolescencia como una nueva etapa libidinal en la cual las
transformaciones que acontecen se deben fundamentalmente a dos aspectos:
1) La subordinación de todos los orígenes de la excitación sexual bajo la primacía de las zonas
genitales.
2) El proceso del hallazgo del objeto, con mandato genital y más allá de las figuras parentales.
1. Datos pre- entrevista datos previos al conocimiento de los consultantes. Forma en la que
se realiza el pedido de consulta, telefónica o personalmente quien lo realiza, como lo
realiza. Datos del derivador, con todos estos indicadores poderemos hacer una hipótesis
presuntiva sobre la primera entrevista, que podrá o no ser confirmada
2. Consigna utilizada se usa una consigna abierta para que los consultantes estructuren
espontáneamente la 1era entrevista
3. Primera entrevista es una entevista libre. Puede ser familiar, padre/madre- hijo, del
adolescente solo o de la pareja parental. Investigamos el motivo de consulta,
consideraremos quiene vienen y analizaremos el discurso latente y la secuencia en que se
presenta
Siempre hay 2 motivos de consulta: el de los padres y el del adolescente, puedne coincidir o no, si
hay gran coincidencia, es mayor el grado de patología y mayor dificultad para el desasimiento del
adolescente, de la familia y escasa confrontación generacional
Entrevista individual de devolución con el adolescente: se usan los gráficos como forma de ilustrar
los aspectos conflictivos que se quieren mostrar sobre su personalidad. Se trata de relacionar el
síntoma por el cual el adolescente consulta con aspectos latentes que pueda aceptar, sin que esto
sea una causalidad lineal. Si el adolescente no se quiere tratar no es conveniente hacerlo ya que
implicaría generar mas resistencias e inducirlo negativamente para el inicio de un tratamiento.
Tratamos de indagar el motivo icc para la negativa y dejamos abierta la posibilidad para un retorno
posteriori. Cuando un adolescente se quiere tratar debemos tener en cuenta este deseo, aunque
descubramos que hay otros miembros mas enfermos en la familia
Entrevistas familiares y/o vinculares con los padres y/o hermanos del adolescente: se utiliza la
consigna “quiero conocer a la familia”. Generalmente se toma entrevista verbal libre; cuando hay
niños se puede pedir un trabajo conjunto y se incluye material de juego, de acuerdo a la edad de los
mismos. Se realizan las entrevistas familiares que sean necesarias para aclarar los puntos oscuros
del diagnostico. Se hace una mini devolución a los miembros de la familia que no volverán a las
entrevistas.
Entrevistas de devolución a los padres: se relaciona el motivo de consulta de los padres con la
problemática individual del paciente en las circunstancia familiar actual. Estas entrevistas de
devolución en general el joven no esta presente. Los adolescentes medios y tardios, casi siempre, si
no tienen uan relación de mucho enfrentamiento con los padres desean estar presentes en la
entrevista, lo cual es un índice de ben pronostico, ya que ellos consideran la posibilidad de dialogo
con sus padres.
La devolución al adolescente y sus padres tienen como función abrir un espacio de reflexión sobre
aspectos icc no deseados por ellos. El objetivo es dar una formula cerrada para ser usada como
racionalización o justificativo: “la psicóloga/o dice que…”
8). Indicaciones complementarias: consultas con profesionales médicos, psicopedagogos,
profesores de metodología de estudio, etc.
9). Seguimiento del caso a través de consultas pautadas a través del tiempo, de manera de ver si el
síntoma remitió o no con las indicaciones o trabajo hecho con la familia o los padres.
Con todo paciente es importante no querer saber todo desde el inicio, sino tolerar la
incertidumbre, sostener preguntas y dejar que la problemática se vaya desplegando. Con los niños
sabemos que no podemos dar un diagnostico de entrada. Insisto en que todo niño y todo
adolescente son sujetos en transformación y en que cualquier definición que hagamos irá
cambiando.
Los adolescentes suelen sentir que los adultos los “ningunean”, no los toman en cuenta o
relativizan sus ideas y sufrimientos. Y en ese sentido, también el apresurarse y mostrarse como
quien “sabe” sobre lo que le pasa a él es vivido como la insistencia del mundo adulto en no registrar
sus dolores ni sus decires.
Para trabajar con adolescentes es importante recordar la propia adolescencia, teniendo cc de que
la actual es muy diferente de la nuestra. Si no tenemos en cuenta que analizar adolescentes supone
meternos en un mundo desconocido y aprender términos, modos de relación y formas de ir
encontrando un lugar, no lograremos acompañarlos en ese tránsito. “en un análisis de adolescente,
el analista no logrará gran cosa si permanece ceñido a su saber, saber que forma parte del mundo
que el adolescente repudia” (Mannoni)
Necesidad de confrontación generacional (que cuando no se da, nos pone en alerta) y también el
riesgo.
Lo que podemos hacer es ayudarlos a distinguir si actúan de acuerdo a lo que desean y piensan o si
están sumidos en un “tener que hacer” para sentirse vivos, para acceder a un lugar en el grupo de
pares o para sentir que de ese modo “vencen” a otro omnipotente. Ayudarlos a frenar a través del
pensamiento las conductas autodestructivas es una meta importante.
Que el analista pueda meterse en el mundo adolescente como un explorador que ingresa a un
territorio extraño, con mucho respeto por lo desconocido
La transferencia ocupa un lugar central, pero el adolescente puede pasar del amor al odio
rápidamente y necesitar de nosotros o desecharnos por completo en un breve lapso
A la vez, el analista es muchas veces el único adulto confiable, al único al que se le puede contar
ciertos avatares de la vida sin sentirse juzgado ni castigado y el que va a mantener los secretos.
Las fluctuaciones son rápidas y lo que contaron un día puede perder por completo su vigencia a la
semana siguiente
Es frecuente que los adolescentes necesiten intervenciones indirectas, mediadas, alusivas a sus
conflictos, recurriendo al humor o a otras historias, ya que una referencia directa puede ser vivida
(sobre todo al comienzo del análisis) como una certificación de las fallas desde un lugar de otro
omnipotente y autoritario.
Así lo objetos culturales compartidos (como películas, canciones o libros) juegan un papel
importante en el vinculo con el analista, en tanto funcionan como espacio intermediario (ni uno
mismo ni el otro) y permiten hablar de la intimidad poniendo distancia, porque en si misma la
producción cultural es otro que se interpone y promueve un tipo de vinculo diferente
Ofrecerse al adolescente como objeto transferencial y a la vez diferenciarse del objeto fusional,
permite ir discriminando yo- no yo, los pensamientos propios de los del otro.
Así cuando el analista acompaña el armado de proyectos (aunque estos tengan poca viabilidad) y la
salida exogámica, apostando al crecimiento y a la autonomía, abre nuevos caminos para el
adolescente y su familia, haciendo prevalecer posibilidades creativas allí donde se repite una
historia que muchas veces es una historia ajena
Una de las metas en el análisis de los adolescentes suele ser la de dominar o ligar la excitación que
irrumpe sin freno. Una tarea del analista es sostener la posibilidad de pensar
Son otros diferentes de los que eran, pero no saben muy bien quiénes son y suelen fluctuar entre la
dependencia y los ímpetus de independencia.
El adolescente no tolera que otro le hable sobre si desde un lugar de saber, porque no soporta la
dependencia.
El trabajo con los padres en la adolescencia toma un nuevo cariz. Va a ser diferente del trabajo con
ellos en la infancia y dependerá del vinculo que tengan cada adolescente y sus padres.
Es frecuente que una vez comenzado el análisis, el adolescente se niegue a que se realicen
entrevistas con los padres, en tanto las vive como invasoras de su intimidad, y salvo que estas sean
imprescindibles, es algo a respetas, como sostén de un espacio propio
Debemos tener un encuadre flexible y a la vez claro, teniendo en cuenta que con frecuencia van y
vienen, porque ellos también son exploradores que buscan algo que desconocen
La adolescencia es una etapa de la vida en la que el entorno familiar y social desempeña un papel
importante.
Los padres con el despertar adolescente de sus hijos, re-significan lo que la infancia y su propia
adolescencia dejaron como marcas, angustias, prohibiciones, deseos, ideales, modalidades de
relación con sus padres, hermanos y familia ampliada que se reanudan a partir de los conflictos
suscitados en el encuentro generacional con sus hijos
En muchos casos el joven trae a la consulta aquello que involucra la relación con sus padres.
Algunas veces parece que el adolescente desestima su lugar en la familia y que basta solo con los
amigos. Pero como analistas, notamos que muchas cuestiones relativas a su sufrimiento en el
momento de la consulta alude a lo “doloroso” de la pérdida de su lugar en la cadena generacional.
Dolto define a la adolescencia como aquel que transita lo que llamó el “complejo de la langosta” y
expresa que el pasaje de la niñez a la adolescencia puede considerarse una mutación, un momento
de fragilidad comparable al nacimiento. Adolescencia como un 2do nacimiento que se realiza
progresivamente durante el cual se quita poco a poco la protección familiar.
Es importante el sostén familiar en esta etapa ya que en el adolescente tambalean sus defensas,
sus medios de comunicación habituales, sin haber sido capaz de inventar otros. Al adolescente lo
acechan el mundo interno y el exterior.
En este lapso de vulnerabilidad del adolescente es donde el analista aparece como un objeto
nuevo, diferente de los padres y de la familia, que puede servir de interlocutor valido, que puede
decodificar su padecimiento conjuntamente con él pero que es a su vez un adulto.
Avatares del lugar del analista en relación alos padres en la clínica con adolescentes
VICISITUDES DE LA DEMANDA El inicio de un tratamiento con el adolescente
requiere contar con su acuerdo y que se responsabilice por ello. En cada consulta,
merece la suficiente importancia dar tiempo al despliegue de quien demanda y qué se
demanda
Las consultas por adolescentes pueden presentarse de alguno de los siguientes modos:
- A veces llegan adolescentes (mayores de edad para la ley) que consultan por propia
decisión y se hacen cargo del costo de su tratamiento (si es una consulta privada)
- Otras veces llegan adolescentes (mayores de edad para la ley) que consultan por si
mismos, pero son sus padres quienes costeara el tratamiento.
- Otros jóvenes son traídos por los padres (pueden ser mayores de edad legal o no) y en
estos casos puede o no haber acuerdo en la decisión de la consulta o suceder que cada
uno despliegue motivos de consulta divergentes. La queja de los padres no coincide con
la del joven o solo hay queja para los primeros.
- En otras ocasiones, consultan los padres sin que el adolescente sepa respecto de la
misma. En otras situaciones, consultan los padres y los adolescentes (menores de edad
o mayores de edad legalmente) saben y están de acuerdo con la misma. Incluso ellos
también piden la ayuda de un psicólogo. Los padres pagan el tratamiento.
- Una situación particular es la de aquellos adolescentes que son internados en
instituciones de salud mental por orden médica y psicológica y/o judicial.
Dolto considera que los padres deben “deparentalizarse”: abandonar, renunciar a como era
cuando su hijo era niño; tienen que renovarse pasar a ser padres ya no de un niño sino de
un joven, y eso duele
Mannoni plantea que si hay crisis adolescente también hay crisis parental y ambas son
correlativas. Sostiene que el adolescente no puede salir de su crisis sino a costa del difícil
camino que deben recorrer sus padres.
Caso carolinaes importante decirle a el/la adolescente cuando es necesario citar a los
padres para una entrevista para notificar una situación y darle la libertad de decidir si
quiere estar presente en esa entrevista o no, en este caso Carolina no quiere estar presente
en esa sesión.
La psicóloga en cada viñeta, sesión con los padres les pregunta si su hijo sabe acerca de la
consulta sobre él, en el caso que no lo sepan los incentiva a poder comunicárselos, recordar
que nuestro paciente es el adolescente.
Caso Cristian el no está de acuerdo con la consulta a la psicóloga, la psicóloga les dice a
los padres que le cuenten a Cristian sobre la consulta y les dice que le gustaría llamarlo por
teléfono para hablar sobre eso. Cristian le dice que él no tiene ningún problema, se siente
bien, que los del problema son sus padres, la psicóloga toma en cuenta sus palabras
(IMPORTANTE tener en cuenta las opiniones de los adolescentes, escucharlos) y que va a
seguir teniendo entrevistas con los padres
En las consultas de padres por sus hijos adolescentes en un principio se abre el interrogante
acerca de qué manera tener en cuenta el contexto familiar en el que el adolescente está
inmerso. A partir de esta consideración se pensarían las condiciones de instalación de un
tratamiento
Un elemento en común en el motivo de consulta en estas 3 viñetas es que los padres hacen
referencia a su propia historia, cuentan la relación con sus propios padres, sus vivencias,
haciendo construcción retrospectivas de hechos pasados, tanto de su infancia como de su
adolescencia. Esto deja evidencia que los padres no funcionan a pura cc, sino que su
vertiente icc coadyuva (contribuir o ayudar a la consecución de una cosa) en aquello que
padece su hijo/a adolescente, aunque ellos no lo saben. Así se entremezclan las historias, la
de los padres con la de los hijos y nosotros
En esta viñeta de Carolina ¿dónde se podría pesquisar la vertiente icc de los apdres que es
solidaria con el sufrimiento de su hija? ¿dónde puede escucharse y observarse el revés de
ña demanda en esat consulta? Cuand el papá refiere ser “bravo” con ella y con la actitud
que ambos padres han mostrado respecto al encuadre. Al trabajar sobre lo sucedido con el
encuadre y su relato en la entrevista, queda en evidencia el funcionamiento narcisista de
ambos, sus dificultades para descentrarse de sí y pensar a su hija como sufriente
Winnicott (ambiente facilitador) buena parte de las dificultades de los adolescentes por las
que se solicita la intervención profesional derivan de fallas ambientales, y este hecho no
hace mas que subrayar la importancia vital del medio y del marco familiar para que la
mayoría de los adolescentes quienes efectivamente alcanzan la madurez adulta, aunque
den a sus padres muchos dolores de cabeza durante dicho proceso. En este ambiente
facilitador forman parte las funciones de la madre y las funiones paternas que vienen a
complementarlas.
Los padres de carolina hablan de lo difícil que fue su infancia, hubo fallas en el medio
ambiente en el que fueron creciendo. Para ellos quizás sea la oportunidad de hablar por
primera vez de su historia, en lugar de actuarla - sin saberlo- con su hija o de llorarla
desconsoladamente con intensa angustia.
Cuando el psiquismo se arma con déficit, el adolescente puede presentar desbordes y esto
además tiene que ver con los padres.
En el caso de Cristian en la entrevista los padres relatan sus propios miedos en relación a su
hijo, sus ansiedades y también hacen referencia a su propia historia, a su relación con sus
propios padres, sus frustraciones, sus anhelos, sus mandatos familiares. También cuentan
acerca de la relación entre ellos: el padre señala que cree que su mujer lo invade a su hijo,
pero siente que no puede hacer nada respecto de ello. Si se toma velozmente en
tratamiento al adolescente se corre el riesgo de que los padres confirmen que su hijo tiene
una enfermedad y que ellos no tienen nada que ver con ello. La adolescencia si bien es un
periodo que comporta cierto riesgo, no es una enfermedad que deba curarse. En este caso
por el momento se elije no tomar a Cristian en análisis si aun no vislumbra la necesidad del
mismo. El trabajo con padres también es un modo de intervenir psicoanalíticamente,
aunque aquel por el que vienen a consultar no sea tomado en tratamiento
Con Carla se trabajo sesiones vinculares con sus padres y en otras en las que los mismos
concurrieron solos. En cambio, con carolina fue condición para el tratamiento que sus
padres asistieran a sesiones individuales. En la consulta por Cristian se decidió comenzar
trabajando solo con los padres.
Carolina corta sus brazos cada vez que discute con su padre. Una batalla que debería librarse en su
psiquis se libra en su cuerpo y tal vez eso sea lo que la hace sentir viva. Proporcionarse un dolor
físico pareciera permitirle contener un dolor psíquico que le ocasionaría una experiencia de
derrumbe. Su psiquis tiene lazos muy lábiles con el soma, muestra dificultades en la integración
psique- soma
Durante la experiencia analítica se edita una secuencia de situaciones que no habían sido
registradas en la infancia, ya que no había capacidad yoica para hacerlo y esta posibilidad la otorga
la disposición empática del analista
Brindar en análisis la experiencia de sostén a padres como los de carolina, permite que ellos
desarrollen lo que Winnicott llama “la capacidad para experimentar preocupación por el otro”. El
autor dice que esta preocupación es el sustento de todo juego y trabajo constructivo y señala que
su reverso es la culpa
El analista es un nuevo objeto que se ofrece para que se experimenta una nueva relación. Y en
torno a la experiencia de análisis es donde se va a ir reorganizando la historia. Al hacer un trabajo
de historizacion en análisis, tanto los padres como los hijos adolescentes pueden recrear y crear su
historia con el legado de otros. Muchas veces nuestra función será ofrecer interpretaciones, pero
otras tantas será adaptarse a las necesidades de dependencia, posibilitar el estado de juego, acoger
gestos reparatorios, nombrar afectos y ayudar a que los pacientes discriminen los propio de lo de
los otros. Ya no se trata solamente del análisis del icc reprimido sino de ofrecer la sustentación
ambiental, con confiabilidad y posibilidad de dependencia.
Los padres ejercen una presencia continua en el horizonte del campo analítico,
configurando con el analizando y con el analista una singular estructura, que promueve
funciones y efectos propios en el analizando y a su vez en el analista. A través del trabajo
analítico, el analista resignifica a su propio niño o adolescente en relación con los padres de
su historia personal. Al mismo tiempo que la relación vincular en la pareja analítica, hijo
analizando con el analista, resignifica aquellas situaciones narcisistas, fraternas y edipicas
no resueltas de la historia individual de cada uno de los progenitores y de la pareja
conyugal; ejerciendo con ellos continuas reestructuraciones que a su vez inciden en las
vicisitudes del proceso analítico del hijo.
Los insoslayables efectos que ejercen los progenitores en la estructura dinámica icc que subyace en
el dialogo entre el analista y el analizando, nnya, complejiza la estructura bipersonal del concepto
de campo
Cuando hablamos de campo analítico, entendemos que se está dando una estructura producto de
los dos integrantes de la relación, pero que a su vez los involucra en un proceso dinámico y
eventualmente creativo.
Tanto las manifestaciones transferenciales del paciente como la contratransferencia del analista se
originan en una misma fuente: una fantasía icc básica. Bion habla del supuesto básico de “lucha y
fuga” en un grupo, se refiere, a una fantasía icc que no tiene existencia fuera de esta situación de
grupo en ninguno de los participantes.
Pero el campo analítico con NNYA se complejiza por los efectos que surgen del trípode constituido
por los progenitores, el analizando y el analista y requiere por parte de este mantener una lectura
mas abarcativa que aquella que instrumenta en el proceso analítico de adultos; porque deberá
incluir los efectos que ejercen las fantasias icc de los padres en la determinación y la creación de la
fantasia icc básica del campo
La patología del paciente como tal no entra en el campo sino en relación con la persona del analista
En el campo dinamico con NNYA, los obstáculos en el proceso analítico suelen estar además
determinados por la contribución activa de ciertas transferencias de los padres sobre la relación
bipersonal, pudiendo llegar al extremo de poner en peligro la continuidad del tratamiento
Cuando el proceso tropieza o se detiene; el analista no puede sino interrogarse acerca del
obstáculo englobando en una 2da mirada a sí mismo y a su analizando en una visión conjunta: esto
es el campo. El campo involucra en una misma configuración la transferencia del analizando y la
contratransferencia del analista
La resonancia de las transferencia masivas de los padres sobre la transferencia del analizando hijo,
como también sobre la contratransferencia del analista y de qué modo y en qué medida participan
en la situación de atascamiento del proceso.
A su vez el analista de NNYA se halla más expuesto que el analsita de adultos a perder las fronteras
de su asimetría funcionales- como analista para diluirse en un plano de maternaje, paternaje o
pedagógica actuación; condicionado además por las fantasias de depositacion de funciones
parentales y de pigmalionizacion que ciertos padres proyectan en forma manifiesta o latente sobre
el analista