Trabajo Practico Nivel Inicial Diseño
Trabajo Practico Nivel Inicial Diseño
Trabajo Practico Nivel Inicial Diseño
TRABAJO
PRÁCTIC
O Nº 1:
"APROXI
MACIÓN
Objetivos:
AL
● Familiarizarse con el Diseño Curricular para Jardines Maternales.
DISEÑO
● Adquirir destrezas en el manejo de su estructura y componentes.
CURRICU
● Recuperar lo trabajado en “Didáctica y Currículum” y en “Didáctica de Niveles I”
LAR
Modalidad: Individual
JURISDIC
Criterios de Evaluación:
CIONAL
● Presentación en tiempo y forma.
DE
● Adecuación a la consigna.
JARDÍN
● Respetar la coherencia y cohesión en la redacción de las respuestas. Uso correcto de
MATERNA
las reglas ortográficas.
● Actitud crítica y reflexiva al momento de construir las respuestas.
L"
● Fecha de Presentación: Miércoles 17 de mayo de 2023 Consignas:
Parte A: Generalidades
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4. Sintetice la concepción de juego que subyace. ¿Por qué considera usted que "el
juego" está planteado como dimensión transversal?
5. Caracterice las diferentes tipologías y formas de juego.
6. Caracterice los procesos de enseñanza y aprendizaje propios del nivel, haciendo
hincapié en las formas de organizar el tiempo y el espacio.
7. ¿Qué sugerencias plantea el Diseño para la organización de las actividades?
8. Sintetice el concepto de planificación y sus componentes.
9. ¿Cómo se realiza la evaluación del niño?
Respuestas:
“Parte A: Generalidades”
1. Los orígenes de los Jardines Maternales devienen de las llamadas “guarderías”,
instituciones que fueron cambiando su contrato fundacional a través del tiempo, ya
que nacen con un sentido asistencial y pasan a adquirir un sentido pedagógico
integral.
Ana Malajovich, explica ésta evolución en cuatro períodos:
1º período: vigente hasta la década del 50`. Centrado en aspectos médicos sanitarios,
se crean las “salas – cunas”.
2º período: Se extiende hasta la década del 70. Se priorizan los aspectos sociales,
surgen las “guarderías”.
3º período: Década del 80´. Se toman en cuenta aspectos de orden psicológico.
Aparecen los “jardines maternales”, donde el niño pasa a ser un “sujeto de cuidado”
con características y necesidades propias.
4º período: Se centra en lo pedagógico y promueve el surgimiento de la “escuela
infantil” que comprende los dos ciclos del Nivel Inicial.
Desde el punto de vista histórico los jardines maternales no surgen para satisfacer
necesidades de aprendizaje sistemático, sino para llevar adelante funciones de
cuidado y asistencia a la primera infancia (alimentación, sueño e higiene).
La adhesión a la Convención Internacional sobre los derechos del niño, modificó la
representación de la infancia, reconociendo sus capacidades de aprendizaje en sus
primeros años de vida. De esta manera, se reivindica su carácter de sujeto de derecho
y a la educación infantil, como un derecho social de todos los niños.
La Ley Federal de Educación avanzó en la legislación de los jardines de infantes y el
reconocimiento del Nivel Inicial. Se propuso de manera compensatoria el jardín
maternal para niños menores de años, si el destinatario de la asistencia era pobre.
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A partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional, en el año 2006, se recupera y
ratifica el valor sustantivo de la primera infancia, reglamentado el nivel y
entendiéndolo como una unidad pedagógica, que se inicia a los 45 días.
El desafío actual es avanzar hacia el fortalecimiento de la inclusión educativa,
ampliando y mejorando las condiciones de acceso, permanencia y egreso de los niños
desde 45 días. Buscan garantizar y ampliar el acceso a todos los niños, pero
fundamentalmente de aquellos provenientes de sectores sociales más desfavorecidos,
en un marco de igualdad educativa.
3. Docente: cuidan y enseñan cuando ofrecen sostén y contención; cuando a partir del
lenguaje ponen en palabras sus sensaciones y dan nombre a los objetos; cuando
acercan experiencias para probar, disfrutar y conocer que desafían sus posibilidades y
cuando atienden sus necesidades cotidianas, los alimentan, los higienizan y los hacen
dormir, habilitando la apropiación de modos sociales de comportamiento.
Alumno: niños de 45 días a 2 años de edad inclusive. Sujeto que recibe enseñanza y
construye su conocimiento a través de las prácticas docentes.
Aprendizaje: es un proceso cognitivo en el cual los niños se apropian de nuevos
saberes para comprender su realidad.
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Conocimiento: se construyen en base a las interacciones sociales como en la
experiencia. Los niños construyen su conocimiento día a día.
Institución: se refiere a un proceso de institucionalización en el sentido de
racionalizar y estabilizar conductas inicialmente de predominio emocional, una
ordenación del tiempo y de responsabilidades, con objetivos a alcanzar, en un modo
particular de funcionamiento.
Grupo: en el jardín, el niño se integra a la vida en grupo (conjunto de niños que
comparten tiempo y espacio) en una sala, donde progresivamente se va a ir
reconociendo, como parte de ese grupo, distinto al de su familia.
6. La enseñanza implica la acción de otro, del educador que influye en un sujeto niño
que construye su mundo activamente en el marco de la participación en situaciones
sociales, es el educador quien promueve aprendizajes a través de un recorrido de
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experiencias para conocer, mediando entre las posibilidades del niño y los saberes a
enseñar. Entonces el docente del maternal guía, ayuda, muestra, propone, trabaja y
hace junto a él actividades de enseñanza y de aprendizaje. Es el docente quien le da
significado a los objetos y sentido a la palabra, transmitiendo las “herramientas” de la
cultura que acerca al niño.
El aprendizaje implica procesos cognitivos en los niños, de este modo poder
apropiarse de nuevos saberes e instrumentos para comprender su realidad. Estos
procesos suponen que el sujeto que aprende, interpreta, resignifica la información y
construye el conocimiento en un interjuego mutuo con el objeto de conocimiento.
El espacio físico no puede estar pensado desde una visión rígida, sino que pueda
estructurarse con escenarios, instalaciones artísticas, si fuera necesario se retirarán
algunas cunas, sillas y mesas cuando no están en uso, es decir, de acuerdo a los
propósitos de cada actividad y a las características de los niños.
El uso y la organización de los espacios amplios al aire libre o cerrado deben
anticiparse para aprovechar las posibilidades que brindan en diversas actividades que
permiten que los bebés/niños gocen del cuerpo en movimiento, del uso de materiales
como arena, agua y de otros para afianzar los desplazamientos (zapatillas, triciclos,
etc.).
Por último, para organizar el uso del tiempo para la enseñanza, en función de las
características de los pequeños que asisten al Jardín Maternal, es necesario, tener en
cuenta lo siguiente:
Los diferentes ritmos de vida y de construcción de conocimientos.
Que los niños y niñas interactúen en variadas experiencias ampliando así las
posibilidades de relación, vínculos y socialización.
La flexibilidad para ofrecer las mismas oportunidades de atención a cada niño
y a su familia, en relación con sus características particulares, intereses,
problemáticas y según el contexto económico, social y cultural.
Los horarios deben ser flexibles y abiertos para que respondan a las
necesidades e intereses de los pequeños, en un marco que favorezca la
autonomía, la libertad y el respecto por límites que deben estar explícitos de
modo claro.
Pensar la alternancia de actividades y experiencias, para planificar como
organizar los tiempos. Esta alternancia debe ser pensada en función de
proponer y ofrecer actividades tranquilas y activas, espontáneas y
estructuradas. Organizarlas de modo colectivo, en pequeños grupos o
individuales, en espacios interiores y exteriores, pueden ser iniciadas por el
adulto o los niños y resultar cotidianas y/o innovadoras.
La transición de una experiencia a otra supone un intervalo de tiempo, que
debe ser considerado y anticipado para convertirlo en un momento de juego,
placentero y de interacción. Es necesario eliminar la espera y la
sobreexcitación, se deberá entonces, ser flexible para permitir que mientras
unos pequeños finalizaron la actividad puedan descansar, mirar libros,
recostados, tranquilos mientras sus compañeros van finalizando la propuesta
anterior.
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7. Sugerencias para la organización de las actividades:
Enseñar con expresiones mutuas de afecto: Las actividades cotidianas,
como el alimentar, higienizar y hacer dormir, ofrecen situaciones
privilegiadas donde el educador y el niño se comunican a través del contacto
corporal, la mirada, la palabra o el sonido, y en las que se puede generar un
alto grado de bienestar y de aprendizaje para ambos.
Enseñar a través de la disposición y el sostén corporal: Puede mecer al
niño mientras canta para hacerlo dormir; cuando se desplaza, el sostén
corporal que brinda le da seguridad y lo alienta a conocer el mundo. Cuando
los niños son más grandes y muestran logros en autonomía alejándose del
adulto, el cuerpo del educador sigue siendo un referente a la hora de buscar
cobijo, afecto, miradas que expresan ternura y complicidad.
Enseñar realizando acciones conjuntas con los niños: el maestro muestra
un juego que consista en meter y sacar objetos por tuberías, ofrece a los niños
materiales e inicia la exploración con objetos que ingresan y salen. De esta
manera, enseña a jugar. Paulatinamente, el niño se apropia del juego y el
maestro solo participa observándolo, felicitándolo, dejando hacer al niño que
ya juega por sí mismo.
Enseñar organizando el espacio y seleccionando materiales: Crea
“escenarios” propositivos con desafíos para el aprendizaje: ambienta sectores
variando la disposición del mobiliario y las posibilidades de iluminación con
las que cuenta; selecciona y dispone al alcance de los niños variedad de
objetos y materiales anticipando sus posibles combinaciones. Se pueden
armar sectores estables o permanentes, donde los niños se reencuentren con
aquello que ya conocen.
Enseñar verbalizando acciones y percepciones: A partir de la observación,
el educador pone en palabras aquello que los niños señalan, sus sensaciones,
logros y descubrimientos, dice por ellos cuando aún no pueden hacerlo,
interpretando a quienes todavía no pueden expresarse verbalmente pero sí lo
hacen de manera gestual.
Enseñar a través de la observación: Participar acompañando desde la
mirada y el silencio, “dejando hacer a los niños”, le permite intervenir por
momentos, sin invadir o interrumpir las iniciativas de los pequeños, quienes
necesitan probar, equivocarse y volver a probar, para aprender.
Enseñar a través de momentos individuales, de pequeño grupo o grupo
total: Durante la jornada, y especialmente con los bebés, los momentos
cotidianos (comer, hacer dormir, higienizar), de juego y otras propuestas, han
de ser tiempos individuales, respetando los ritmos particulares de cada niño.
En general, mientras uno de los docentes toma a su cargo la alimentación, el
sueño o la higiene de cada bebé, otro permanece junto al resto de los niños
continuando con las actividades programadas.
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8. La planificación en el jardín maternal:
Se la concibe como una estructura abierta, flexible, como un entramado de elementos y/o
componentes articulados en función de metas educativas; una hipótesis de trabajo, una
hoja de ruta, que permite anticipar, organizar y tomar decisiones.
Toda planificación tiene un autor, que es quien la piensa, la escribe y la pone en marcha,
a la vez es un hacer colectivo, que responde a los principios, valores, acuerdos
institucionales formando parte de las experiencias compartidas, debates y construcciones
entre pares. Es importante considerar los tiempos y espacios institucionales, recursos y
materiales didácticos, sobre los cuales se va tomando decisiones, sobre todo en lo que
respecta a la duración de la planificación.
Los componentes didácticos de la planificación: contenidos. Actividades. Juego.
Evaluación.
Con respecto a los contenidos: hay que considerar las diferentes maneras de
conceptualizar lo que se ha de enseñar en este ciclo dado que no se presenta con claridad
como en otros niveles y que constituye una gran polémica didáctica. Supone considerar
las situaciones didácticas, actividades de crianza tales como momentos de alimentación,
higiene, sueño y juego, propias de los maternales. Los contenidos de enseñanza tienen
una adecuación a las sociedades, a sus contextos socio histórico, ya que no se enseña lo
mismo en todas las sociedades, ni en una misma sociedad en todas sus épocas. Por todo
lo anterior decimos que los contenidos tienen una adecuación psicológica y social
(refieren a los sujetos y a las sociedades en donde se transmiten).
En relación a las actividades: En el desarrollo de una jornada en maternal, están
presentes cuatro tipos de actividades: las actividades cotidianas, las intermedias, las
grupales y las electivas. Como venimos expresando, la organización de las actividades
debe contemplar el respeto por los tiempos personales, mantener rutinas estables, los
rituales diarios que otorgan seguridad y confianza en los niños y las familias.
En relación al juego: ocupa un lugar privilegiado; el niño se apropiará del mundo, se
conectará con otros, el espacio y los objetos; es decir, el juego enseña. El docente es
figura de sostén, acompañamiento afectivo, responsable de “armar el escenario” y poner
a disposición de los niños una amplia variedad de materiales y juguetes preparando un
ambiente atractivo e interesante que convoque, llame, invite a jugar.
Con respecto a la evaluación: Evaluar implica siempre una instancia de valoración que
tiene por finalidad la toma de decisiones, no sólo sobre los aprendizajes de los niños, sino
también sobre las propuestas del docente. Los procesos de construcción de
conocimientos son siempre provisorios y los mismos, más que ser un punto de llegada,
son un nuevo punto de partida, por ello, la evaluación no debe quedar librada a la
espontaneidad docente, sino debe ser un acto intencionado y sistemático explicitándose
los criterios, instrumentos (como la observación y registros escritos, fotografías,
producciones de los niños); tiempos, modalidades, etc.
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Parte B: Trabajo por Secciones:
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• Segunda sección: “DEAMBULADORES” dimensiones y experiencias
para la sala de niños de 1 a 2 años.
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