Astronomia5 Corregido
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PAPELES
DE CUYO
LIBRO 5
ASTRO
NOMÍA
Papeles de Cuyo – Proyecto realizado con Gobierno de San Juan
fondos del Consejo Federal de Cultura 2017
Autoridades provinciales
ISBN 978-987-47037-7-4
Galileo Galilei
(1564-1642)
William Herschel
(1738-1822)
Stephen W. Hawking
(1942-2018)
6
¡A conocer el Universo!
E
n este libro comenzaremos nuestro viaje de
descubrimiento del Universo. Veremos qué
astros lo conforman, podremos averiguar sus
dimensiones y las distancias a las cuales se en-
cuentran.
Algunas de las preguntas que trataremos de responder
son:
¿Cómo se formó nuestro Sistema Solar? ¿Cuántos y
cuáles son los cuerpos celestes que lo componen? ¿Po-
demos encontrar otros planetas en nuestro Sistema
Solar? ¿Cuáles son las dimensiones del Sistema Solar?
¿Qué hay más allá de él? ¿Cómo se formaron las estre-
llas? ¿Hay otros planetas como la Tierra o Júpiter fuera
del Sistema Solar? ¿Los diferentes cuerpos celestes, es-
tán solos en el espacio o se agrupan? ¿Qué son las
galaxias? ¿Cuántas hay? ¿Dónde se acaba
el Universo?
En nuestro tiempo, tan “es-
pacial”, estamos acos-
7
La gran batalla de la
Antigüedad
M
uchas culturas
antiguas trataron
de explicar lo que
veían desde la su-
perficie terrestre.
Además, construyeron observa-
torios desde donde miraban y
conmemoraban momentos es-
peciales que los astros determi-
naban.
El Modelo Geocéntrico
L
os griegos construyeron un modelo de Univer-
so, que estaba representado principalmente
por el Sistema Solar, o sea, el Sol y los planetas
visibles a simple vista, es decir: Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter y Saturno, además de la Luna. En
esa época se consideraba que las estrellas estaban “fi-
jas” sin cambiar po-
siciones ni aspecto
en la Esfera Celeste,
y sin formar parte
de los planetas ni
del Sol.
Durante las noches,
los astrónomos
griegos observaban
a ojo desnudo cier-
tos astros brillantes
cambiar de posi-
ción durante los
diferentes días con
respecto a las estre-
llas lejanas. Por eso
los llamaron vaga-
bundos o errantes,
o sea planetas en su idioma original. En el caso del
Sol y la Luna, sus movimientos parecían ser simples y
ordenados, diferente al resto de los astros brillantes.
Se consideraba que la Tierra era el centro del Universo
y el resto de los astros giraban a su alrededor descri-
biendo círculos.
11
El Modelo
Heliocéntrico
E
n el siglo.XVI, el astrónomo polaco Nicolás
Copérnico retomó las ideas de Aristar-
co y mostró que el modelo de Uni-
verso con el Sol en el centro, era
más simple.
Este modelo establece que la
Tierra gira sobre su eje y al- rede-
dor del Sol*, como el resto de los
planetas que se conocían en esa
época. Sólo la Luna gira alrededor
de la Tierra, mostrando cambios en su
movimiento, o sea, las fases lunares. Su prin-
cipal atractivo es su simplicidad para explicar
los movimientos de los planetas a lo largo del año.
Las ideas de Copérnico no fueron aceptadas inmedia-
tamente por los científicos, que buscaban pruebas.
Además, estaban escritas en latín, lengua
que no todas las poblaciones europeas
conocían. Con la llegada de las ob-
servaciones de Galileo, y ya muerto
Copérnico, sus ideas fueron compro-
badas y aceptadas. Sin embargo, la
Iglesia Católica prohibió la difusión
de su libro y esa prohibición perduró
hasta fines del siglo XVIII.
El Modelo Geocéntrico dejó de tener
validez científica.
13
El modelo Heliocéntrico
original consideraba que
el Sol era el centro del Uni-
verso, cosa que sabemos
(y vamos a comprobar en
este libro) que no es así.
14
El Sistema Solar
L
a Tierra es un planeta que forma
parte de un sistema planeta-
rio llamado Sistema Solar. En
este sistema, el centro es una
estrella (el Sol) alrededor del
cual giran todos los cuerpos que lo
componen.
La mirada del Sistema Solar fue cam-
biando con los siglos. En la antigüedad se
conocían los cinco planetas mayores: Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Sus nombres son
nombres de dioses romanos: Mercurio (dios del co- Mercurio
Marte Venus
15
Júpiter
L
os planetas exteriores (más allá
de Saturno) eran desconocidos
para los antiguos astrónomos y
fueron descubiertos por obser-
vaciones con telescopio y análi-
sis matemáticos.
El planeta Urano fue descubierto por el astró-
nomo inglés William Herschel en 1781 y se lo
designó así en honor al padre de Saturno.
Urano
17
El que parece,
pero no es
D
ebido a sus diferencias con los otros plane-
tas, un grupo importante de astrónomos
comenzó, hacia fines del siglo.XX, a cues-
tionar si Plutón era o no un planeta: se em-
pezaron a observar muchos cuerpos del
tamaño de este planeta y más chicos que se encon-
traban más allá de la órbita de Neptuno, los Objetos
Transneptunianos. Clyde Tombaugh
19
¿Y nada más?
S
abemos que en el Sistema Solar hay planetas.
Pero también hay varios cientos de miles de
otros cuerpos celestes menores que giran alre-
dedor del Sol, como los asteroides y cometas.
Barriletes de luz
L
os cometas son los astros más impactantes
para observar a ojo desnudo. Cuando se
descubren, apenas se distinguen de las
estrellas: se mueven rápido y están
rodeados por una especie de ne-
bulosidad. Como están muy alejados,
se descubren generalmente por fotos,
y hay que seguir observándolos para
confirmar su presencia. A medida que
se van acercando al Sol empieza a apa-
recer su cola o cabellera, cuya dirección
es opuesta al Sol. Una vez que giran al-
rededor del Sol, y se alejan nuevamente,
comienzan a perderla y se vuelven cada vez
más débiles. La cola o cabellera se despliega
23
Uno que
conocemos todos
U
no de los cometas más
famosos es el cometa
Halley, llamado así
por Edmund Ha-
lley, quien lo des-
cubrió en 1682. Fue el mismo
que había aparecido 75 años
antes, y que lo volvería a hacer en
1758. Cuando confirmaron que era
el mismo, buscaron información:
había datos de apariciones desde el
año 240 d.C.
En 1986 visitó nuevamente al Sol y
lo volverá a hacer en el año 2061.
L
a forma en la que está organizado nuestro Sis-
tema Solar hace que el Sol, la Tierra y la Luna
tengan relaciones muy especiales. Algunas de
ellas son físicas, como las mareas o el alarga-
miento del día. Otras son geométricas, como
los eclipses de Sol o Luna y las fases lunares.
Las Mareas
La Rotación Terrestre
L
a Luna es el satélite natural de la Tierra. Tiene
un Período Sinódico (sinódico = encuentro) que
indica cada cuántos días el Sol, la Tierra y la
Luna se encuentran alineadas. Ese período es
de 29 días, 12 horas y 14 minutos. Cada tanto, la
Luna se ubica entre el Sol y la Tierra y en otros momen-
tos se encuentra detrás de la Tierra. Estas distintas po-
siciones determinan la Fases Lunares.
Algo que hay que aclarar es que desde la Tierra siem-
pre vemos la misma cara de la Luna, porque rota sobre
su eje y gira alrededor de la Tierra en el mismo perio-
do: los dos movimientos están sincronizados. La parte
oscura o invisible desde la Tierra se vio recién cuando
los vehículos espaciales orbitaron la Luna. Desde ese
momento se pudieron sacar fotos y nombrar las mon-
tañas y depresiones del terreno.
¿Querés comprobarlo? Agarrá un amigo, paralo en un
lugar con mucho espacio y ponete a dar vueltas alre-
dedor de él. Peeeeeero… al mismo tiempo, tenés que
girar sobre vos mismo, a la misma velocidad. El resul-
tado es que nuestro amigo siempre va ver la misma
parte de nuestro cuerpo.
Sombras y luz
U
n eclipse ocurre cuando un cuerpo se inter-
pone entre otros dos, o cuando un tercer
cuerpo entra en el cono de sombra que pro-
yecta un cuerpo iluminado por otro.
En el caso del Sol, la Tierra y la Luna, se tie-
ne un eclipse de Sol cuando la Luna se interpone entre
la Tierra y el Sol, y un eclipse de Luna cuando la Luna
entra en el cono de sombra que proyecta la Tierra
Para que se produzcan los
iluminada por el Sol*. eclipses solares y lunares,
los tres cuerpos deben estar
alineados.
Eclipse de Sol
Eclipse de Luna
31
L
as estrellas se encuentran a diferentes distan-
cias de la Tierra. También tienen diferentes
tamaños y temperaturas, y eso es muy impor-
tante para determinar de qué están hechas sus
atmósferas y su interior, todas cosas que cam-
bian a medida que pasan los años.
35
Distancias
En el Universo, las distancias son muy largas. Eso
significa gastar mucho tiempo escribiendo ceros: la
distancia entre la Tierra y el Sol, por ejemplo, es de
150.000.000 kilómetros, y la distancia de la Tierra a
la estrella más cercana por afuera del Sistema Solar
(Próxima Centauri, del sistema Alfa Centauri) es de
40.000.000.000.000 kilómetro. ¿Viste? Un montón
de ceros.
Tamaños
Cuando observamos estrellas muy grandes, po-
demos calcular su tamaño, o sea, su diámetro,
conociendo la distancia a la cual se encuen-
tra.
También se sabe que hay una relación
entre las temperaturas, los brillos y
los diámetros de las estrellas, lo
que permite obtener más infor-
mación sobre los tamaños.
El Sol, por ejemplo, tiene un
radio ecuatorial de 696.000
kilómetros, unas 109 veces
el radio ecuatorial terres-
tre, y ese valor se toma
como unidad de com-
paración: las estrellas se
dividen, de un modo muy
general, en enanas, gi-
gantes y supergigantes. Si
tomamos como referencia al
Sol, que es una estrella enana,
las estrellas gigantes tienen
radios entre diez y cien veces
el radio solar y las supergigantes
llegan hasta mil veces el radio solar.
Alfa Centauri A, la más brillante del
sistema triple cercano a la Tierra, tiene un
radio de 1,2 veces el radio solar.
El radio de la estrella más brillante del cielo, que
se denomina Sirio, y está a 8,6 años luz de la Tierra, es
de 1,7 veces el radio solar.
37
38
Temperaturas
En otras páginas te contamos que no todas las estre-
llas brillan con la misma intensidad. Bueno, también es
cierto que no todas brillan con el mismo color: algunas
se ven más rojas y otras más azules, por ejemplo. Esto
pasa porque el color de una estrella está relacionado
con su temperatura. Con las cosas de nuestro planeta
pasa lo mismo: si calentamos una pieza de cerámica,
cuando alcanza los 3.000 grados se pone roja, a 4.000
es un rojo más débil, y a 5.000 es amarilla. Si se sigue
calentando, irá tomando colores blanco azulado, azul
y violeta.
Betelgueuse
El Sol
Sirio
Rigel
40
E
n general, se puede decir que las estrellas son enor-
mes esferas gaseosas compuestas principalmente
por hidrógeno, helio y otros elementos más pesa-
dos.
Nacen por accidente: el material que dejan las es-
trellas que explotaron queda disperso en el espacio y de a
poco empieza a juntarse, hasta formar, millones de años
después, una nube. Dentro de la nube, pueden formarse
varias protoestrellas. Cuando ese material se caliente lo su-
ficiente (como para transformar el Hidrógeno en Helio) se
convertirá en una estrella, y si no, llegará a ser una estrella
Este proceso pue-
enana*. de durar varios
La evolución (vida) de las estrellas varía mucho. Esto tiene millones de años.
que ver con su masa: las estrellas azules, por ejemplo, que
tienen una masa mayor que el Sol*, vivirán menos.
Durante ese proceso, las estrellas varían su tamaño, su tem-
41
Las Galaxias
L
as galaxias son grandísimas concentraciones
de estrellas, sistemas estelares, gas, polvo y
radiación. Si observáramos el cielo con un te-
lescopio poderoso como el Hubble, veríamos
millones de galaxias. ¿Sabíamos que existían?
No ¿Por qué? Porque están muy alejadas de la Tierra
y además, nuestra posición en la Galaxia nos impide
ver bien todo lo que nos rodea.
Durante unos 400 años después de Copérnico, se dijo
que el Sol era el centro del Sistema Solar, y ese era el
centro de lo que se conocía como Universo. En el siglo
XVIII, Sir William Herschel, contando estrellas en to-
das las direcciones desde el Sol, construyó un modelo
de Galaxia. El Sol estaba en el centro, pero Hershel se
dio cuenta que había más estrellas de un lado que del
otro.
Con mejores instrumentos y la llegada de la fotogra-
fía, se realizaron estudios más profundos del cielo.
Una astrónoma del Observatorio de Harvard, Henrie-
tta S. Leavitt, observó unas fotografías de un grupo de
estrellas que cambiaban de brillo, llamadas Estrellas
Cefeidas, en las Nubes de Magallanes. Henrietta en-
contró una relación entre las distancias y las variacio-
nes de brillo y así se mejoró la determinación de dis-
tancias a estrellas.
Al observar cada vez más objetos fue posible deter-
minar de un modo aproximado la posición del Sol en
la Galaxia. Esto lo hizo el astrónomo estadounidense
Harlow Shapley: el Sol fue “sacado” del centro de la
Galaxia y “puesto” en los bordes.
43
Nuestra galaxia
E
n una noche estrellada se puede observar una
banda luminosa que cruza el cielo: la Vía Lác-
tea, el lugar donde se encuentra nuestro Sis-
tema Solar junto a varios miles de millones de
estrellas, gas y polvo interestelar.
Nuestra galaxia tiene forma espiral. El Sol se encuentra
a unos 28.000 años luz del centro, cerca del límite, ya
que el largo total es de unos 60.000 años luz. La edad
calculada es de unos 12.000 millones de años. Algunos
astrónomos piensan que en el centro hay un agujero
negro por la actividad que se observa allí.
Así, como las estrellas no están solas en el Universo,
tampoco lo están las galaxias. En el caso de la Vía Lác-
tea, el sistema de galaxias se conoce como el Grupo
Local. En este grupo se encuentran las Nubes de Maga-
llanes, galaxias irregulares, satélites de la nuestra, y se
encuentran a unos 100 mil años luz de distancia del
centro de la Galaxia. Otra galaxia importante es Andró-
meda, que también tiene dos galaxias satélites y se en-
cuentra a unos 3 millones de años luz de la Vía Láctea.
45
Joel Salinas
Ilustrador originario de San Juan, estudió Licenciatura en Artes Visuales en la
FFHA Universidad Nacional de San Juan, participó de varios emprendimien-
tos colectivos como “La Trinchera“ y “Nave de Piedra“. Trabaja desde
hace años como ilustrador profesional freelance, entre sus trabajos se en-
cuentran ilustraciones publicadas para la revista VLOV, editorial SM Puerto
Rico y también para Editorial UNSJ.
Contacto:
www.instagram.com/joel_ilustrador
www.behance.net/Joelsalinas
joel_salinas_5@hotmail.com
PAPELES
DE CUYO