SL 237 de 2021 Culpa Patronal Ahora Sí
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Por último, el censor denuncia los testimonios de Luis Jesús Tequía, Marco Tulio Díaz Espitia,
Roberto Rodríguez Rodríguez, Rogelio Díaz Pinzón, como mal valorados, porque considera
que el operador judicial de segundo grado le restó credibilidad sin ninguna razón explicable.
Respecto de la citada testimonial cumple decir, que la Corte no puede asumir su estudio de
cara a determinar la errónea valoración
2) Sentencia violatoria por vía directa, por interpretación errónea del artículo 36 del CST, ya
que el demandado fue la Distribuidora Nerpel SAS. Aducen que el tribunal entendió mal el
precedente judicial. No hay pues ningún elemento de juicio en esa sentencia del que se pueda
desprender que la Corte ha considerado que a las sociedades anónimas se les aplica la
solidaridad del artículo 36 del Código Sustantivo del Trabajo, precepto que fue mal interpretado,
puesto que con claridad se refiere a las sociedades de personas y sus miembros. Réplica: El
demandante expone que, en el proceso se demostró con prueba idóneo que las personas
vinculadas eran solidariamente responsables ya que ostentas la calidad de patronos como
codueños y comuneros.
- Consideraciones del cargo: Le endilgan al Tribunal la comisión de yerros jurídicos al
imponer condena solitaria. La Corte dice que, a partir de los artículos 36 del CST y 1 de la
constitución, no existe duda alguna de que quienes responden solidariamente por las
obligaciones que surjan del contrato de trabajo son los socios de las sociedades de personas,
mientras que los accionistas de una sociedad por acciones simplificada no serán responsables
por los compromisos de esta naturaleza, salvo que se utilice para defraudar a la ley o en
perjuicio de terceros.
Así las cosas, el Tribunal no incurrió en yerro jurídico alguno al imponer condena solidaria
contra las citadas personas naturales, por cuanto, se itera, fueron llamados a responder en la
calidad que ostentaban en el instante del accidente de trabajo, que no era otra que la de socios
de Distribuidora Nerpel y, por ende, les resulta aplicable el artículo 36 del CST. Por lo que
determinan que el juez de segundo grado tampoco incurrió en equívoco al imponer la aludida
condena solidaria.
3) Sentencia acusada de interpretación errónea de los art. 216 del CST y 1614 del CC:
Explican que el entendimiento que le dio el ad quem a las disposiciones legales que regulan el
lucro cesante resulta equivocado, pues de ellas es posible inferir, que cuando una persona no
ve disminuido sus ingresos como consecuencia de la acción de un tercero, no existe un «lucro
cesante» que deba ser indemnizado, tal como lo enseña el artículo 1614 del CC Réplica: No les
asiste la razón a los recurrentes en el reproche frente a la cuantificación de la indemnización de
perjuicios, ya que no existe ninguna norma que indique que deba interrumpirse la
indemnización.
- Consideraciones del cargo: La Corte analiza si el tribunal se equivocó en el calculo del
lucro cesante consolidado. La Corte ha señalado que por lucro cesante, debe entenderse el
dinero que se dejó de percibir por la ocurrencia del daño, «el cual comprende el lucro cesante
pasado, y el futuro, entendiendo por el primero, el que se causa a partir de la finalización del
contrato de trabajo, es decir el 1º de febrero de 2002, hasta la fecha de esta sentencia; y por el
segundo, desde el día en que se profiera el fallo, hasta que, se cumpla la expectativa de vida
probable del actor» Para efectos de calcular el lucro cesante consolidado es la de terminación
del contrato de trabajo, que en este caso, no se discute, se produjo el 15 de octubre de 2010 y
no aquella en que tuvo lugar el accidente que ocurrió el 14 de abril de 2008, como
equivocadamente lo hizo el Tribunal, pues al continuar el actor con la vinculación laboral, no
puede hablarse de lucro cesante con antelación a la calenda de finalización del nexo laboral.
Por ende, el cargo prospera y se casará la sentencia en este específico tema y no en lo
demás.
- Sentencia de instancia: en instancia, para el cálculo del lucro cesante, se tendrá como fecha
inicial la de terminación del contrato, esto es 15 de octubre de 2010, según la corte. Sin
embargo, no confirma la decisión de primera instancia porque se observa que el a quo, se
equivocó en la liquidación de dicho conceptos, ya que le resto al salario promedio mensual la
suma sobre la que se le reconoció la pensión de invalidez
Ciertamente, frente al derecho a la reparación que surge como consecuencia de un
accidente de trabajo, la legislación tiene previstas dos maneras: la primera, denominada
reparación tarifada de riesgos, que atañe al reconocimiento de unos beneficios o
prestaciones económicas previstos en las Leyes 100 de 1993 y 776 de 2002 y demás
normas reglamentarios según el caso, entre ellas la pensión de invalidez, los cuales están
a cargo de las administradoras de riegos profesionales; y, la segunda, la reparación plena
de perjuicios que tiene que ver con la indemnización total y ordinaria de los mismos, por
culpa patronal en la ocurrencia del siniestro, la que le corresponde asumir al empleador
directamente, en los términos del artículo 216 del CST.
- Tales medios de reparación coexisten y no son excluyentes y su cálculo es
independiente, por manera que el juez de primer grado erró al tomar como salario para
efectos de determinar el lucro cesante aquí demandado, el resultado de restar del salario
promedio mensual ordinario del trabajar la suma reconocida por pensión de invalidez.
- Así las cosas, efectuadas las operaciones correspondientes se tiene que: el lucro cesante
consolidado equivale a $14.413.931 y el lucro cesante futuro corresponde a la suma de
$66.598.468, con corte a la fecha de la sentencia de primera instancia.