Libro 1
Libro 1
Libro 1
Jessica Mazzotti
Muertevideo
y del otro lado de la urgencia se deslizan por condena las luces atrás
de la contraventana y golpean golpean golpean golpean los huecos
de los huesos que quieren huir el sotano celeste y drenan los días y
laten y abren y abren y laten
ya vuelan los vientos limpios que lavan los muertos, los cuerpos, las
luces, ya se abren todas las piernas de los alberos, ya brota en el aire
la lluvia.
un…
es un trasmissión
es una experiencia temporal imposible
es un dispositivo del poder
3. El futuro no existe
s, desde
Habrá una d e sd e e l p is o de las casa
ue subirá permitirá to
dos los
vez un día q inte ri o re s y mos
ernas o y navigare
nuestras cav m ás h o ra ri
s, no habrá o seran unas
venta-
movimiento s y el ti e m p n
a través los in
stante
n p asa r, a h í sí nos dejara
y nos dejara
nas abiertas
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pasar, nos de
bre-
o a to d a s la s visiones y sa
s
se dará access o s, te rm inarán todas la
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mos y sabore la s c art as perdidas d
rán
esperas, llega
m o escrito:
encontrare
un… un…
es un trasmissión es un trasmissión
imposible imposible
es una experiencia temporal es una experiencia temporal
es un dispositivo del poder es un dispositivo del poder
3. El futuro no existe 3. El futuro no existe
radivlo ed setna sám ,ri ed setnA
(y en vez que puedo? Poco meno que nada: tragar, si sé, los
grumos de las injusticias, ammansar las bestias de pigricias,
tener juntos los hueso bajo el cranio y no el
contrario y dibujar, ante de dormir, con el dedo impotente
los falsos confines de mi reino inexistente.
3.
(incalculable) No hay manera alguna de contar
en el mundo de los reales
las veces que murí al lado de tu espalda.
Y mientras tu vivía
en los sueños tuyos privados
yo, en el reino de los muertos,
pescaba en las cloacas
mis pesadillas saladas.
Lejisimo, allende los puentes
tu respiras y sobrevives
y yo busco en los charcos
los reflejos de mi ojos felices;
y encuentro solo
pestañas y cejas desparejadas
y me escondo entonces en los bolsillos a llorar en paz.
Tengo que decir que, mientras estoy aquí, me es claro como este aeropuer-
to sea una trampa por seres humanos. Con la escusa del territorio franco,
hay duty free y a las tiendas es dedicada seguramente la mayor parte de
la superficie pisable del aeropuerto. El proyecto por los viajeros de Stan-
sted prevee de hacerlos caminar por almenos almenos un 40 minutos por
diferentes recorriditos obligados inevitables que los traen, al final, como
premio, al traguardo del gate. Por todos estos recorriditos fueron posi-
cionadas trampas y estafamientos para que los ratitos abran su cartera. El
primero recorridito te induce a caminar adentro de una enorme tienda
hecha de muchas tiendas, al cuyo centro recortaron un espacio justo sufi-
ciente al pasar de los cuerpos de los viajeros con sus valigias. Más se cami-
na en la dirección del aereo, más se viene molestados por luces exageradas
y por muchas tentaciones, sinceramente también poco atraentes, por la
cartera. Los muros son talmente blancos que suspecto sean inluminadas
del interior, el piso negro pero brillante. A lo mejor es para darse un aire
preciosa que de alguna manera justifique los precios de las mercancias, no
sé. A través la panza de esta tienda unica, nubes de parfumes confunden el
andar y molestantes colores llamantes de carteles de descuentos pegan im-
punementes sobre los ojos. Encima vi un cartes con una bandera italiana
con abajo una frase que decía: “If you traval to Italy, buy...” y ya no acuerdo
más que te invitaran a comprar a la fin de la absurda lógica de esta frase hi-
potetica. Puede ser fuese una pub de té, estos tarados. De este carte me sen-
ti particularmente insultada, no por ser italiana por supuesto cuanto per
forzarme a decodificar un mesaje absolutamente como este. Y por todos
estos recorriditos de todo el aeropuerto me sentí insultata y desvalorada.
Saliendo de esta tienda de tiendas se pasa por otro recorridito que se parece
esta vez en manera más familiar a un qualquiera col de medio de un cen-
tro comercial, quizás piensan que así nosostros los ratitos estamos más in-
ducidos a bajar la guardia y soltar la mano de la cartera, no sé. Siguiendo
este recorridito se sfocia en una sala de espera de forma circular en la que
se espera el horario y el numero de gate de cada uno su avion. Si al centro
del circulo hay hilas de asientoso muy cerca entre ellas (bastante comodas,
a lo mejor provenientes de otra epoca), es inútil decir que todo alrededoro
es todo un brillar de neon y luces intermitentes y musiquitas de videojue-
go (que gran disfrutar el comprar!), las cuales musiquitas se aplastan a la
vereda de los timpanos de los presenes para entrarte todas juntas en tu cer-
ebro y violan el derecho de los viajeros a reposar, dormir, relajarse. Otros
puntos aislados estaban adentro del circulo de la espera, con otras luces,
otros juguetes musicales en la illusion que los ratitos contesten col consu-
mo? Todo me parece muy aburrido y molesto y profundamente insultante.
En la mágica isla de Chiloé la Luna tiene dos ojos bizcos: el ojo del cielo y
el ojo del mar. Estos, miran en dos direcciones distintas.
El ojo del cielo permite a la Luna ver los futuros imposibles, los volados,
hasta la última estrella del cosmos…
El ojo del mar, mira a todo presente negado, abandonado y olvidado so-
bre el fondo del fondo del mar…
………………………………………………..
Mirando a la bizca luna de Chiloé, las turistas no ven nada más que un
solo ojo de luna, que desde su blanco suave, ilumina sus casas lejanas e
incendia la nostalgia en sus pies ligeros de privilegiados.
Y siempre pueden bien leer, en los ojos de luna, los perros durmientes y
los trotamundos sin trabajo ni tabaco. Atrás de los imposibles y más en
profundo, ellos pueden ver, soñando, también los futuros tangibles, y solo
ellos, de verdad, serían capaz de hacerlos realtà.
…………………………………………..
En las noches de luna doncella (o Küyen Üllch o Luna Nueva), los ojos
lunares están cerrados, la luna duerme y durmiendo sueña su pasado.
Pero sus ojos bizcos, al contrario, están siempre despiertos y cuando la
luna duerme, se bajan hasta el planeta, y se van por la calle en forma
de gatos blancos, buscando un poco de luz; los gatos van por ciudades
siguiendo futuros absurdos y maravillosas utopías, toda la noche, hasta
l’esquina del dìa.
Los gatos lunares tienes pelo color madreperla y bigotes azules; cuatro
ojos bizcos parpadean en las noches negras.
………………………………………..
- ¡Mira! - Dice uno - ¡Una luzita! ¡Allá, al fondo del parque! ¿Qué será?
- Parece un hombre – contesta el otro.
- ¡Qué bien! Estos tienen siempre cosas que contar.
- Es un solitario, con su último cigarrillo de la noche y cuando se muere
el cigarrillo se muere el día…
- Ah mi cigarrillo se acabó.
- Toma esto, es tabaco estelar y por papelito un trozo de viento, así pode-
mos fumar y hablar.
- Sipo’, hermanito, dos minutos, dos palabras y una pregunta en la no-
che...
- Ya, ‘ta weno, me gustan las preguntas caballeros, gracias. ------’’’’’’ …
rico este tabaco estelar! Ahora, díganme, entonces ¿Qué es lo que quier-
en saber?
- Querido caballero, esta es, nuestra pregunta lunar: ¿Qué piensas del
futuro y que piensas de la libertad?
- Miao, preciosas palabras hueòn, gracias, ahora tenemos con que soñar.
Que te vaya bien…
- Suerte, michos…
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Días después, había Luna Llena o Küyen Ñuke (Luna Madre) y la bizca
Luna, con sus ojos todos abiertos, miraba abajo, a la gente bailar y besar.
La musica mojada y las melodias de los amantes subían hasta el mágico
cielo de la isla, y la luna lloraba de alegría y cada gota de llanto feliz caía
en los ojos de la gente, del perro, de la roca y de la planta, y todos veían
todos futuros invisibles y bailaban y besaban, y por esa noche la isla ardió
de fe:
En el absurdo humano
En la puta mágia
Y, por una vez, en la hueóna Anarquía!
Dibujo de Xilografía del subsuelo