El Plan de Dios para La Familia
El Plan de Dios para La Familia
El Plan de Dios para La Familia
Las últimas palabras del profeta Malaquías, al final del Antiguo Testamento, están referidas a la
familia. Dice allí, refiriéndose a Juan el Bautista, el cual habría de venir:
"Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los
padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición" (4:6).
“E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de
los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor
un pueblo bien dispuesto.”
La familia es como un átomo, y cuando es dividida, en el reino espiritual sucede una reacción en
cadena similar a la reacción nuclear.
“Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como
flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su
aljaba con esta clase de flechas…” Salmos 127: 3-5 NVI
LOS CICLOS DE DESHONRA Y SUS CONSECUENCIAS:
1. Los hijos son heridos
2. Los padres son deshonrados
3. Se levantan juicios en el corazón
4. La percepción de distorsiona
5. Ausencia de bendición, paz, satisfacción e identidad paternal.
La trampa consiste en dañar la familia tanto como se pueda, de manera que las personas se
sientan desprotegidas, no valoradas y no amadas. Sin saberlo, muchos de nosotros somos heridos
y causamos heridas a causa de una cultura que se alejó de los principios morales y espirituales
diseñados por Dios. Como consecuencia, el entendimiento se oscurece y el corazón se llena de
soberbia y vanidad.
Es muy común que muchos padres nunca deciden conscientemente lastimar o herir a sus hijos,
pero muchos de ellos se encuentran incapacitados para demostrar adecuadamente el amor, la
aceptación y la bendición que Dios quiere impartir a través de ellos.
Los hijos son heridos por:
Un padre ha sido destinado para desatar Identidad y Destino en el corazón de sus hijos, de tal
manera que nunca sientan inseguridad y rechazo.
Las relaciones son la base de la vida cristiana. En primer lugar esta nuestra relación con Dios,
pero también importantes son las relaciones interpersonales. El hogar es el fundamento de este
tipo de relaciones. Ahí se forja la habilidad de relacionarse sanamente con los demás y aun con
Dios, en el caso de los hijos.
Por esta razón tan critica debemos atender con diligencia nuestras relaciones en el hogar. Nunca
demos por sentado que las cosas deben estar bien porque somos cristianos, y mucho menos nos
resignemos a que la situación ya no puede cambiar. El terreno mas propicio para que el enemigo
gane ventaja sobre nosotros es cuando la comunión y buenas relaciones están dañadas. (2Cor. 2:
5-11)
1. ESPOSAS
Efesios 5:
21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios
maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza
de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
2. ESPOSOS
Efe.5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella,
b. Protección
Comprensión: La seguridad emocional es indispensable en la vida de una mujer.
Perdón: Le perdona cualquier falta y error que ella confiesa. No tiene temor al
«OGRO»
Honra: La alaba delante de otros. No la corrige delante de los hijos o de otras
personas, no descubre sus faltas.
c. Honestidad
No esconderle la realidad para “protegerla”. No hace «tratos» importantes a
escondidas de ella.
Transparencia en la relación y sentido de responsabilidad por sus acciones,
especialmente cuando se cometen errores.
No mira con lujuria a otras mujeres
3. HIJOS
Efe 6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2 Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3 para que te vaya bien, y
seas de larga vida sobre la tierra.
Dios quiso que los Padres fueran un instrumento poderoso en sus manos para impartir
a toda persona Identidad y Destino. Salmos 127: 3-5
A causa del pecado y la ceguera espiritual, nuestra cultura ha caminado lejos de estos
principios. Por no tomar en cuenta a Dios en nuestras vidas, el entendimiento se
oscurece y el corazón se llena de soberbia.
Honrar a nuestros padres trae consecuencias de bendición para toda la vida. El no
hacerlo también trae consecuencias.
Existen ciclos de deshonor, los cuales el enemigo usa para mantenernos atados,
heridos y privados de las bendiciones de Dios.
De alguna manera, ese resentimiento y falta de bendición especialmente de nuestro
padre terrenal, nos ha afectado para poder relacionarnos con nuestro Padre Celestial.
4. PADRES
Efe 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor.
Col 3:21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.