Manual Cap 4
Manual Cap 4
Manual Cap 4
Aproximación al concepto
Todo trabajo conlleva una carga que requiere tanto exigencias físicas como mentales,
razón por la que diferenciamos la carga física de la carga mental. Los métodos actuales
de producción requieren una mayor carga mental debido a que cada vez es menos
necesario un contacto directo con los materiales y su transformación 1.
Dicho de otra forma, no podemos encontrar ningún trabajo que sea puramente físico ni
puramente mental, ya que en cualquier tarea ambos aspectos van a estar presentes,
pero con mayor o menor peso. Por tanto, diferenciamos el trabajo físico del mental en
función del tipo de actividad que predomine. Por tanto, hablaremos de carga física de
trabajo cuando la actividad desarrollada sea fundamentalmente física, y de carga
mental de trabajo cuando la actividad conlleve un mayor esfuerzo intelectual.
La carga física y mental puede acarrear los riesgos de fatiga física o mental
respectivamente, que están presentes en mayor o menor medida en todo tipo de
actividades laborales. Con carácter general podemos decir que la carga de trabajo viene
determinada por: las exigencias del trabajo (tanto de la propia tarea como de las
condiciones en las que se desarrolla) y por las características del sujeto que en función
de sus capacidades deberá dedicar un mayor o menor esfuerzo 2.
Trabajo
Individuo
Grado de movilización
1 Hanckok, P.A; Meshkati, N. (1998). Human mental workload. Amsterdam: North Holland.
2 Drenth, P. J. et al. (1983). Handbook of Work and Organizational Psychology (Vol. 1). New York: John
Wiley and Sons.
Por tanto, como hemos visto, las exigencias y por tanto la carga de trabajo no van a ser
a las mismas cuando dos individuos realizan una misma tarea ya que cada individuo
presenta una capacidad distinta de respuesta.
Efectos facilitadores
Efectos perjudiciales
Por tanto, podremos hablar de carga de trabajo inadecuada cuando las exigencias de la
tarea no se correspondan con las capacidades del trabajador. En ese supuesto podemos
hablar de incapacidad para dar respuesta al trabajo encomendado.
En este sentido cabe apuntar que la tecnología, si bien libera del trabajo físico, conlleva
un incremento del volumen de información que el trabajador debe interpretar.
La carga mental está condicionada por varios factores, entre los que destaca el tiempo
que el sujeto debe dedicar a elaborar en su memoria las respuestas a la información
recibida. Así, la carga mental aparece cuando el proceso requiere de un esfuerzo
elevado que se realiza de forma consciente y con continuidad.
Dicho proceso requiere por tanto, de un alto grado de atención (capacidad para
permanecer en estado de alerta) y de concentración (capacidad del sujeto de
mantener la atención para realizar una o varias tareas).
Carga psíquica. Hace referencia a factores relacionados con el trabajo como tareas
que requieren de altos niveles de tensión o conllevan un riesgo elevado. Genera
tensión e incertidumbre en la toma de decisiones.
Atención Concentración
Carga mental
Carga psíquica Carga cognitiva
Tensión e incertidumbre
La carga mental puede ser analizada desde otras dos dimensiones; la sobrecarga o
trabajo excesivo y la infracarga o escasa actividad. Tanto una como la otra pueden tener
efectos negativos.
La complejidad del concepto carga mental de trabajo viene determinada por los
numerosos conceptos y factores que lo definen y que es necesario tener en cuenta. Los
principales son 4:
4 Mondelo, P.R., Gregori, E., Barrau, P. Carga Mental, Fundamentos de Ergonomía. Madrid: Mutua
Universal y Ediciones UPC.
Cabe mencionar, por último, el efecto de las denominadas fatigas periféricas, que
vienen determinadas por la información que el sujeto procesa del entorno, que se
suman a las procedentes de los requeridos para realizar la tarea concreta. La fatiga
periférica exige un esfuerzo extra al cerebro ya que tiene que procesar otros estímulos
como los ruidos, conversaciones del espacio de trabajo, etc. También constituye un
factor de fatiga periférica el estado de ánimo del sujeto 5 ya que influye en su capacidad
de respuesta.
Las exigencias de la tarea y la capacidad de respuesta del trabajo son, como hemos
dicho, los factores que intervienen en la carga que representa una tarea concreta.
Aspectos del
ambiente de trabajo
Demandas Capacidad de
de la tarea respuesta
Entorno psicosocial
y de la organización
Condiciones
Condiciones del
extralaborales
puesto de trabajo
5 Abe, J. A.; Izard, C. E. (1999). The developmental functions of emotions: An analysis in terms of
Differential Emotions Theory. Cognition and Emotion, 13, 523-549.
Demandas de la tarea
1. Contenido de la tarea
Nos referimos en este apartado a las exigencias que guardan relación con la carga
mental del trabajo, es decir, las referidas a tareas que exigen sobre todo de un esfuerzo
mental. Se abordan los requerimientos de la tarea que están su vez condicionados por
la información que recibe el trabajador para su desempeño. Dicha información se
materializa a través de estímulos que son recibidos por el cerebro, responsable a su vez
de su procesamiento. El procesamiento de la información requiere por tanto de una
actividad cognitiva que se desarrolla en varias fases:
Detección de la información. Para que este proceso culmine con éxito, en primer
lugar es necesario que el sujeto perciba e interprete correctamente las señales.
Decodificación de la misma. Al interpretar las señales un operario sabe por ejemplo
que una máquina no funciona bien si emite un ruido extraño.
Identificación e interpretación de la información.
Diseño de las respuestas posibles.
Selección de la respuesta más acorde.
Emisión de la respuesta, que precede al acto mismo de ejecución de la acción.
Detectar la información
Identificarla, decodificarla,
interpretarla
Emitir la respuesta
Por otro lado, las exigencias mentales que conlleva el tratamiento de la información
guardan relación con otra serie de factores tales como:
Forma en que se
Rapidez de respuesta
recibe la información
Tratamiento de
la información
Dos tareas similares desarrolladas en centros de trabajo distintos no tienen por qué
coincidir en la carga que implican, ya que las condiciones ambientales afectan a la
misma. Así, factores como el ruido, la temperatura o la iluminación también
determinan la carga mental de trabajo. Dichos factores no solo inciden en el bienestar
del trabajador, sino que tienen repercusión en la probabilidad de sufrir accidentes y de
padecer determinado tipo de enfermedades.
Otros factores que determinan a su vez las exigencias mentales de una tarea son los
relacionados con el ambiente físico. Nos referimos a factores como la adaptación del
espacio físico y del mobiliario, que condicionan el nivel de comodidad.
No obstante, los factores físicos que más influyen en la carga mental son aquellos
relacionados con las fuentes de emisión de la información que el trabajador debe
manejar. En los trabajos que requieren del manejo de ordenadores intervienen factores
como la definición de las pantallas o la complejidad de los programas.
Capacidad de respuesta
Con carácter general podemos decir que los seres humanos tenemos una capacidad
limitada de respuesta, si bien esta varía en función de unos y otros sujetos. Se
encuentra condicionada por factores como la personalidad (carácter introvertido o
extrovertido), nivel de inteligencia, estado de salud, edad, formación, etc. A estos
factores se deben añadir otros como las circunstancias personales del trabajador, que se
puede encontrar condicionado por su situación, familiar, laboral e incluso social 6.
6 Rubio Valdehita, S.; Díaz Ramiro, E. (1999). La medida de la carga mental de trabajo II: Procedimientos
subjetivos. Boletín Digital de Factores Humanos, nº21.
A la hora de diseñar un puesto de trabajo se deben identificar con carácter previo los
factores que intervienen en la carga mental de trabajo. Dichos factores se pueden
agrupar en cuatro grandes grupos:
7 Welford, A.T. (1977). La charge mentale de travail comme fonction des exigences de la capacité, de la
stratégie et de l´habilité. Le travail humain, 1977, Vol. 40, nº2.
8 Pérez Morral, F. (1986). Evaluación de las Condiciones de Trabajo: el método L.E.S.T. Madrid: INSST.
La carga mental puede acarrear diversas consecuencias para el trabajador, entre las que
destaca la fatiga mental, que hace acto de presencia cuando la capacidad de respuesta
del sujeto es inferior al esfuerzo que se le exige. En este sentido podemos definir la
fatiga mental 10 como la «dificultad para mantener la atención y para concentrarse y, en
general, la falta de rendimiento del pensamiento, tras realizar un esfuerzo mental, que
suele acompañarse de una disminución de la eficacia para realizar las tareas». Conlleva
9 Rubia Valdehita, S.; Díaz Ramiro, E. (1999). La medida de la carga mental de trabajo I: indices basados
en el rendimiento. Boletín Digital de Factores Humanos, nº 20.
10 Arquer, M.I. (1997). Carga mental de trabajo: fatiga. Madrid: INSST.
por tanto una disminución de la capacidad física y mental del trabajador tras haber
realizado una tarea durante un tiempo determinado.
Una vez vista su definición, interesa conocer cuáles son las consecuencias de la fatiga
mental. En líneas generales afecta a todo el organismo originando una serie de
disfunciones tanto físicas como psíquicas que generan una disminución del
rendimiento. Se presenta en dos vertientes:
Depresión
Cansancio
Insomnio
Movimientos torpes
Fatiga Fatiga
Irritabilidad
normal crónica
Sueño
Falta de motivación
Descenso del nivel
de atención
Consecuencias
familiares y laborales
La diferencia entre ambas estriba en que la fatiga es una consecuencia normal del
trabajo por lo que no representa un problema cuando se enmarca dentro de unos
parámetros.
Sin embargo, la fatiga se puede tornar crónica cuando las exigencias mentales de la
tarea son excesivas para la capacidad del trabajador encargado de su ejecución. La
fatiga hace acto de presencia como una señal de alarma mediante la que el organismo
advierte de la necesidad de un descanso. Se trata por tanto de una reacción
homeostática del cuerpo en su intento de recuperar el equilibrio. Sus síntomas más
habituales son 11:
Cansancio.
Movimientos torpes.
Sueño.
Descenso del nivel de atención.
Como hemos dicho, el estrés afecta a la toma de decisiones 12, algo que en materia de
seguridad puede resultar fatal (flexibilizar las exigencias en materia de prevención para
cumplir unos plazos). Además, la fatiga por una excesiva exigencia de atención durante
largos periodos de tiempo puede conllevar que se produzcan lapsus que pueden ser el
origen de graves fallos.
Por otra parte, la fatiga está también relacionada con la motivación 13, que tiende a
disminuir conforme el trabajador se siente más fatigado. En sentido contrario, un
trabajo que carezca de motivación hace que los síntomas de la fatiga aparezcan antes.
Por tanto, cuando la motivación es elevada lo normal es que los síntomas de la fatiga no
hagan acto de presencia hasta que esta sea muy elevada. La fatiga normal se recupera
con facilidad por medio del descanso, que se logra introduciendo pausas o descanso o
mediante la alternancia entre varias tareas.
Fatiga crónica
Cuando no obedecemos a las señales de alerta de fatiga que nos envía el organismo, es
cuando la fatiga deja de ser normal y reversible para tornarse en fatiga crónica. Para
evitar este efecto se deben modificar las exigencias del trabajo para acomodarlas a las
características del trabajador. En caso contrario se mantendrá el desequilibrio entre la
capacidad del organismo y el esfuerzo que se requiere para cumplir con las exigencias
de la tarea. Por tanto, la fatiga crónica es la consecuencia de una tarea que exige una
concentración y esfuerzo a las que el trabajador no puede adaptarse.
Como se puede advertir, las consecuencias para el trabajador de la fatiga crónica son
mucho más graves que las de la fatiga normal y pueden ser de carácter orgánico, físico o
psicosomático (depresión, falta de motivación, insomnio, irritabilidad…) Se
caracterizan además porque sus efectos no se manifiestan solo durante el trabajo, sino
que pueden acompañan al trabajador las 24 horas del día. En paralelo, conllevan
consecuencias para la organización, entre las que cabe destacar las bajas laborales, y
para la familia del afectado que tiende a trasladar su situación laboral al ámbito
familiar. Como se dice de modo habitual, «se lleva los problemas a casa».