Resumen - Actividad 2

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Materia: Construcción histórica de México en el mundo I.

Unidad: Tema 2.

Actividad: 2.

El texto nos habla de una polémica causada en 1981, entre Enrique Krauze y Arnaldo Córdova,

Adolfo Gilly y Enrique Florescano, en la publicación “Sábado” del recién creado periódico

“unomasuno”, con una línea de izquierda muy clara, el 21 de febrero de 1981 apareció en esta
publicación, un ensayo de Enrique Krauze llamado “Las caras de la historia”, que era un

comentario sobre el libro “Historia ¿para qué?, de varios autores, el ensayo de Krauze era

crítico con algunos de los autores de los textos, tratare de resumir lo más importante que

encontré.

“Las caras de la Historia” (21 DE FEBRERO DE 1981) I.-WHIGS Y NON WHIGS. Lo primero

que comento Krauze es que “creer que el pasado existe solo de un presente que lo convoca

cuando a este le conviene era muy limitante”, Krauze (1981), nos pone el ejemplo: que la

historia es la que todos hemos conocido en la escuela: la historia pragmática, esta que suele

mencionar los acontecimientos que suceden en las fiestas patrias, en los acontecimientos

religiosos, que presenta solo los hechos y no las causas, la que en su modelo político-

pragmática tuvo en Maquiavelo a su ejemplo a seguir, es la historia que es preferida por los

gobiernos, nos menciona también que otra característica de la historia “whig” suele ser la crítica,

el constante recuerdo de injusticias, represiones y traiciones, sostienen que es necesario

estudiar al pasado por su interés intrínseco. En cambio, los “non-whigs” creen que no hace

menos a la historia antigua, que busca el ¿cuándo?, el ¿qué? y el ¿cómo? de los hechos y se

preocupa menos por los ¿porqués?, es una historia anarquista, que sus desacuerdos no son

sentimentales, son intelectuales en primera instancia y por ultimo morales. Otra cosa que

achaca a los “whigs” es en incurrir a la “methahistoria”, brincar épocas, disimular detalles

incomodos, tratar de inventar un libreto para los acontecimientos de la historia que nos explique

cómo el pasado nos trajo a este presente.

Arnaldo Córdova (21 de marzo de 1981). Menciona Arnaldo, que Krauze no les niega el

privilegio de ser historiadores a los cuatro “politizadores del pasado”, también que ignora el

sentido que le da Butterfield al termino “whigs”, pero era usado por los escoceses para referirse

a los cuatreros, mismo término que ya no se usa en Inglaterra, aunque menciona que de los

ingleses se puede esperar cualquier cosa, lo que le queda claro que la definición a la que se
refieren con “historia whig” es “conocimiento activo del pasado para servir de distintas formas al

presente”. Córdova (1981). El define a Krauze como conservador y reaccionario.

Enrique Krauze (continua el ensayo de “Las caras de la Historia” II) “El Pasado para el poder”.

Krauze menciona que la publicación de los cuatro autores es una novedad y que es la primera

vez que la generación más joven de historiadores que trabajan asuntos referentes a la historia

se atreven a entablar dialogo con sus maestros, comenta que el libro toca varios temas, pero

que su tema central es la interpretación “whig” aplicada a México, resalta los trabajos de

Florescano y Aguilar Camín (por no decir que habla menos mal de ellos), ya que a su manera

de ver, ilustran claramente la gravitación del presente a través de la historiografía mexicana,

también menciona que para juzgar la obras históricas habría que recurrir entonces a otra

categorías, a otros criterios, todos estos ausentes en el ensayo de Florescano. Critica también

la postura de Gilly al decir que la Historia con H mayúscula es la dialéctica entre dominados y

dominadores, los de abajo no hablan en la historia, el reductivismo “whig” aplicado a nuestra

historia puede conducir a severas distorsiones de la realidad, que los caracteriza como: el

repudio de la palabra objetividad. De Aguilar Camín menciona que una de las distorsiones antes

mencionadas, es la de este autor que piensa que la sociedad civil se ha dividido en dos polos

dominantes, explica que es una idea reductiva ya que hay sectores políticamente activos que

no necesariamente pertenecen a alguna de las dos posiciones que delinea Aguilar Camín,

interpreta también otro concepto de él, en el que menciona que la historia que necesita el

México de hoy, es a su juicio aquella que busque explicar y documentar la carga popular de un

proyecto histórico, cuyo principal sentido es excluir las demandas centrales de los que la han

hecho posible, pero que no puede renunciar a sus raíces morales y trae consigo siempre la

imagen de una revolución traicionada, deformada, incumplida. Concluye diciendo que lo hay

que hacer es teoría política y dar cuenta clara del horizonte político que se propone.
Arnaldo Córdova (Continua la réplica del 21 de marzo de 1981), Krauze nos llama los jerarcas,

los clérigos, los moralistas como toda le gente de mando “whig”, en 1960 no éramos “whig”, los

somos en 1980 cuando contribuimos a escribir Historia ¿para qué? , antiautoritarios en 1968,

estatistas en 1980, realmente de lo que Krauze nos acusa durante todo su artículo es de

“politizar” la historia, nosotros afirmamos enfáticamente en nuestros trabajos que la historia si

tiene una dimensión política de la que nadie puede escapar, por ejemplo los 50 años

posteriores a la independencia solo hubo hechos aislados que solo comprobaban que no

tenemos Estado, y desde que existe este no hay nada que se pueda explicar fuera de él, aún

así los cuatro estamos lejos de tener al Estado como un ídolo.

Enrique Krauze (continua el ensayo de “Las caras de la Historia” II) “El Pasado para el saber”.

Este menciona que una recomendación para no caer en malabarismos epistemológicos pueden

acudir al archivo general de la nación, en donde encontraran huellas de autoridad, amor

economía, arte etc. etc., nos dice que pensar que historia es solo historia para el presente es

olvidar toda una zona antigua de motivación, los historiadores de verdad buscan quitar y

rescatar el pasado de la mentira y contarlo tal como ocurrió y no como pretende el Estado, nos

dice también que el buen historiador practica su vocación, no como un saber, si no como una

sabiduría”(Octavio Paz)

Adolfo Gilly (Replica del 7 de Marzo de 1981). Se me dirá que puede escribirse la historia desde

un punto de vista imparcial, ajeno a los dominadores y a los dominados, y asevera que esa

neutralidad no existe, y deduce que para que una historia pueda ser objetiva, tiene que

responder a la contestación empírica y no puede ser imparcial, Según Krauze la historia para mí

solo es un discurso de poder y yo pongo en contexto uno de los párrafos que tomo y que dice

“no toda historia es y ha sido un discurso de poder”.

Enrique Krauze (contrarréplica del 11 de abril de 1981)”La polémica actitud ante la historia”.

Gilly sostiene que toda historia es interesada en términos de clase social, no hay más que dos
modos de verla y dos visiones, hay una frase se Lenin que podría servirle: “No pregunte si una

cosa es verdadera o falsa, pregunte sólo: verdadera ¿Para quién?, la visión de la historia de

Gilly es reductiva y relativista, mencióna también que concuerda con Córdova, en que el

desarrollo del Estado es fundamental desde el punto de vista de la historia del país, pero que

de eso a concebir que el Estado es la encarnación de la sociedad hay un largo trecho, cosa que

para el denota que Córdova recae en deformar la realidad o maquillarla, para que concuerde

con sus teorías, magnificando el Estado mexicano, cree que como teoría política puede ser

aceptable pero no como historia.

Bibliografía
https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/f90ad4bc-3eaa-4b98-87e7-3860e3d39d3a/cordova-
florescano-gilly-y-krauze-una-polemica-memorable

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