Globalizacion Nuevo Orden

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Francisca Valenzuela Sánchez

Articulo MR Globalización Nuevo Orden Mundial


Estados Unidos en guerra contra Rusia: Ruptura global y desglobalización
El conflicto surgió muchos años antes, cuando la política de Kiev hacia las regiones separatistas
fue de represión y violencia. Los constantes ataques por parte del ejército ucraniano a la
población, la prohibición de la lengua rusa y el reclamo constante por recuperar Crimea,
provocaron una guerra civil que los Acuerdos de Minsk trataron de frenar y que al final nunca
se cumplieron.

Lo que sucede en Ucrania es una guerra por encargo o guerra de poder (Smolar, 2022), en
donde Estados Unidos es uno de los actores principales, ya sea como instigador o como
promotor del conflicto, su papel ha sido clave desde el inicio de la revolución de “colores” que
permitió el cambio de régimen en ese país.

1- Rusia, cuyas exigencias iniciales de seguridad 2- La negativa de Ucrania de convertirse en un


país neutral, han provocado la guerra. En la periferia hay otros actores que también. La Unión
Europea que actúa como bloque político y dentro de la alianza militar de la OTAN, se ha
convertido en una herramienta de presión al servicio de los intereses de Estados Unidos. Y
luego está China, aliado estratégico de Moscú, y principal objetivo de la política de contención
de Estados Unidos. El objetivo de Estados Unidos y la Unión Europea es debilitar económica y
militarmente a Rusia sin importar los medios que se empleen (Brands, 2022), en esa situación,
Ucrania se convirtió en un daño colateral.

La globalización cómo concepto y como estrategia de dominio

El concepto de globalización tuvo variadas interpretaciones (D, Held et al, 2000), de acuerdo al
énfasis político, económico o social que se le daba. En lo político fue la democracia liberal la
que se impuso, y en lo económico el aprovechamiento de las ventajas competitivas, desde una
visión tradicional del comercio internacional.

Para Braudel, los cuatro aspectos esenciales que construyen dicho proceso son: i) lo
económico; ii) lo social; iii) lo cultural; y, iv) lo político (Braudel, 1994)

Desde el punto de vista geoeconómico, los acuerdos comerciales permitieron a Estados Unidos
utilizar los tratados como herramientas de dominación y control para proteger mercados,
tecnologías y desarrollos industriales, expandir su influencia y vincular la expansión del capital
financiero. A nivel interno, la venta de bonos del tesoro le permitió el desarrollo de su industria
militar, facilitando financiamiento, protección e innovación. En esa labor dos agencias federales
jugaron un papel fundamental en su desarrollo, la National.

A las naciones “hostiles” que se negaron a asumir las reglas impuestas les aplicaron sanciones,
aislamiento y condenas políticas. Y si eso no era suficiente, el poderío militar se empleaba para
garantizar el petróleo y las rutas comerciales, todo en función de recrear la economía de
guerra. Esas guerras económicas buscaban afectar directamente el desarrollo de diversos
países por su oposición a la democracia liberal y al libre mercado. En esa época, Rusia quiso
integrarse y ser parte de occidente, de acuerdo con Fyodor Lukyanov, se intentó por más de 30
años pertenecer a la élite occidental, ser socio en igualdad de condicionescon con Estados
Unidos, pero a lo más que llegó fue a ser invitado al G-7 (Lukyanov, 2019).

La globalización tuvo dos etapas bien definidas.1’ La primera se dio en la era del capitalismo
industrial, que genero una nueva división internacional del trabajo y buscó siempre aumentar
la dependencia y la explotación, principalmente de los recursos naturales del mundo en
desarrollo. 2’La segunda etapa se sustentó en el desarrollo de las finanzas y el cambio del
sistema de Bretton Woods. La ex expansión de la economía financiera tenía el objetivo de
construir un capitalismo extremo (Touraine, 2005), con el propósito de destruir los cimientos
del estado de bienestar o el estado social construido después de la segunda guerra mundial
(Brown, 2021). Esto se logró en la primera ola de privatizaciones que generó un traspaso del
capital estatal a manos privadas en todo el mundo. Todos los sectores económicos, sin
importar el vínculo social, se convirtieron en objetivo para la expansión del capital, incluyendo
la privatización de los medios de vida y la propia vida.

Las economías emergentes, introdujeron cambios importantes en la orientación social de las


políticas de crecimiento económico, principalmente China y Brasil que impulsaron los
programas más exitosos de combate a la pobreza en el mundo.

El surgimiento de bloques regionales y áreas especiales de comercio chocó frontalmente con la


idea inicial de la globalización neoliberal impulsada por Estados Unidos, quién durante el auge
del modelo, había desmantelado su industria, deslocalizó su aparato productivo en aras de
mejorar la rentabilidad, congelar salarios y tener acceso a materias primas para abastecer su
mercado interno. Esto quedó patente con la llegada de Donald Trump a la presidencia, que,
reclamando una política de prioridades internas, intento reconfigurar el regionalismo
renegociando el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá, impuso el proteccionismo,
principalmente contra China. Esto llevó a Trump a reclamar el regreso de los empleos a su país.

El poder de las sanciones económicas y políticas


Estados Unidos emplea las sanciones económicas y políticas contra distintos países con el
objetivo de debilitar a los gobiernos que considera hostiles y no aceptan sus “normas”, una
forma de castigar, aislar y debilitar las economías de esos países para crear las condiciones para
que sus poblaciones se rebelen, esperando que se den las condiciones para un escenario de
inestabilidad interna, con el objetivo de provocar un cambio de postura de los gobiernos o su
debilidad política y económica para un cambio de régimen .

Contra Rusia las sanciones comenzaron después de la anexión de Crimea, durante el gobierno
de Barak Obama. Fueron sanciones económicas y comerciales, enfocadas de manera directa a
la economía rusa para debilitarla, pues sabían de antemano que Rusia no iba a cambiar el curso
de esa anexión. Desde el principio se enfocó en sus sectores estratégicos como el energético, el
militar y el aparato financiero ruso. Los principales bancos fueron afectados, las empresas de
gas y petróleo también, así como a la industria de defensa se les prohibió la adquisición de
materiales tecnológicos que pudieran utilizarse en el desarrollo de nuevo armamento. En ese
mismo paquete Rusia fue suspendida del crédito internacional y se prohibido la importación y
exportación de una serie de productos, principalmente agrícolas y manufacturas de la Unión
Europea, que en ese momento era su principal mercado. Esa situación impulsó a Rusia a
desarrollar el sector de productos agrícolas y en poco tiempo se convirtió en el principal
exportador de cereales (Hudson, 2022).
Las nuevas sanciones de los Estado Unidos a pocos días que estallará la guerra en Ucrania,
Estados Unidos impuso nuevas sanciones económicas contra Rusia, el objetivo no se enfocó en
lograr la paz, frenar el conflicto o conservar la integridad territorial de Ucrania, más bien se
utilizaban para debilitar la economía rusa y para dificultar el financiamiento de la guerra. Las
principales sanciones fueron orientadas contra 19 bancos rusos excluyéndolos del mecanismo
Swift; una red de compensación que gestiona las transacciones internacionales y que está bajo
control del Tesoro de Estados Unidos. Con la Ley Patriota, ese país tiene la potestad de
intervenir y controlar las redes financieras en distintos países, a pesar que la red Swift es una
red privada, la misma tiene un alcance mundial y el gobierno tienen el control.

La nueva ola de sanciones, Estados Unidos utilizó las herramientas con dos propósitos, el
primero, aislar políticamente a Rusia de la esfera internacional, por eso convocó una votación
condenando la guerra en la Asamblea General de Naciones Unidos y también logró que fuera
excluida la delegación rusa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El segundo propósito
fue golpear la economía rusa a través del petróleo, y de paso, lograr controlar la economía de
la Unión Europea, especialmente de Alemania al cortar el proyecto Nord Stream II que sería la
llave para proveer petróleo a ese país y a otros que dependen en gran medida de gas y el
petróleo ruso. Eso se logró parcialmente. No todos los países de la Unión Europea aceptaron el
cierre total del petróleo y el gas ruso. El gran ganador fue Estados Unidos que habilitó el acceso
a sus reservas estratégicas para garantizar el abastecimiento a la Unión Europea, con un costo
más elevado y previo a realizar enormes inversiones en sus puertos para recibir los
contenedores por la vía marítima.

A pesar de las sanciones y el rechazo hacia Rusia, este país continúa vendiendo gas y petróleo a
la Unión Europea, pero bajo otras condiciones. Exigió el pago en rublos, la moneda rusa y creo
un problema de abastecimiento para la Unión Europea en otros productos, como el gas freón
utilizado para la fabricación de micro procesadores, fertilizantes y productos utilizados en la
industria química.

La disputa del dólar y el petróleo que pueden cambiar al mundo


Las reservas de oro, divisas y activos financieros rusos expresados en dólares, que estaban en
bancos de Estados Unidos, fueron confiscadas. El Banco Central de Rusia reportó que lo
confiscado suma 469 mil millones en divisas (CBR, 2022), el 22% está expresado en dólares, el
29% en euros y el 6% en libras esterlinas. Según el Banco de Pagos Internacionales, la deuda
rusa había aumentado considerablemente en los últimos años, lo que mostraba que la
economía de ese país estaba integrada al esquema económico neoliberal, haciendo buenas las
reglas ahí establecidas. Con las sanciones y la confiscación de la riqueza rusa se buscó
desestabilizar al país, impactar negativamente en la economía para frenar su crecimiento y
provocar malestar interno, frenando el financiamiento para sostener la guerra. Ninguno de
esos escenarios se dio. El dólar es el pilar económico de la hegemonía global de Estados
Unidos, que puede estar en peligro por las sanciones y el desarrollo de la guerra en Ucrania
(Poch, 2022).

La respuesta rusa fue comprar a precios bajos los activos y las inversiones de occidente en
Rusia. Antes había amenazado con confiscar los pasivos de Estados Unidos. Para Glazyev,
asesor del presidente y ministro de integración y macroeconomía, la negativa de Rusia para
cumplir sus obligaciones en dólares o euros, puede ser el primer paso para que otros países
paguen sus deudas vinculadas a otras monedas o en otros activos, de concretarse esa
situación, las sanciones pueden obligar a otros países a pasar por un proceso de transición para
establecer otros mecanismos de pago.

China y Rusia trabajan en un sistema financiero alternativo que daría espacio para crear un
nuevo paradigma geoeconómico, un cambio en la estructura de las relaciones financieras que
puede basarse más en la cooperación.

También puede provocar que los acuerdos y contratos en un futuro cercano sobre petróleo y
gas ya no se expresen en dólares; ahora mismo un porcentaje alto del petróleo ruso se vende
en rublos y yuanes, lo que explica la apreciación que está teniendo dicha moneda en el ámbito
internacional.

El uso de una moneda distinta al dólar, inclusive una moneda digital, en donde las monedas
nacionales se pueden medir en base a una canasta de bienes y materias primas de acuerdo a la
proporción del PIB que representa, puede ser otro mecanismo empleado, que daría lugar a una
bipolaridad monetaria. Las economías emergentes, han utilizado bonos y préstamos
expresados en monedas distintas al dólar, en muchos casos utilizando al euro como referencia.
Pero lo que China y Rusia están construyendo, plantea un desafío distinto. Es un cambio
geoestratégico que rompería con la lógica del capitalismo financiero que impuso Estados
Unidos.

Crisis sistémica y crisis geopolítica multipolar


La desglobalización es una visión de ruptura o cuestionamiento a la globalización hegemónica y
se presenta como una reducción de los espacios de integración entre Estados – Nación,
manteniendo los vínculos económicos, pero ya no con la visión del libre mercado que
anteriormente prevaleció, más bien se da una drástica disminución de la injerencia de la OMC,
con una desaceleración del comercio internacional y una afectación de las cadenas globales de
valor (Pronato, 2021).

La guerra sucede en medio de una crisis capitalista que se ha visto agravada por la situación del
Covid-19, la crisis del cambio climático y el deterioro de las condiciones de vida de millones de
personas producto de las políticas neoliberales. El equilibrio capitalista dentro del esquema
global implica avanzar en los esquemas del dominio imperialista que ejerce Estados Unidos. La
inestabilidad económica que producen diversos factores, incluyendo la guerra, y la lucha
geopolítica que se refleja en el enfrentamiento directo entre potencia militares altera ese
equilibrio y su ruptura puede significar en lo económico, el surgimiento de dos bloques
económicos con visiones antagónicas en disputa y en lo geopolítico puede significar el
nacimiento de un mundo multipolar y el desplazamiento del poder único de Estados Unidos.
Estados Unidos está capitalizando a su favor la guerra en Ucrania. Presiona a Europa para que
se convierta en la primera línea del enfrentamiento contra Rusia, logró ser el principal
proveedor de petróleo y gas, desplazando a Rusia, lo que implica un traslado de ganancias
extraordinarias para su industria petrolera, uno de los tres pilares de su desarrollo y queda en
relativa libertad para disputarle a China la hegemonía económica.

Previo a la guerra en Ucrania, la situación de emergencia sanitaria afectó la producción


mundial generalizando una caída importante del producto en la mayoría de países. La
recuperación, para regresar a los niveles pre pandemia se dio relativamente rápida, pero las
cadenas de suministros quedaron afectadas. Los niveles de inversión tampoco se recuperaron
del todo y el empleo cargo con los costos de todo el proceso, al precarizar aún más las
condiciones laborales, lo que hizo retroceder las tasas de productividad. La crisis financiera del
2008 afectó la rentabilidad promedio, sin que el crecimiento económico pudiera recuperar los
niveles alcanzados en años anteriores. El capitalismo financiero, especulativo, siguió creciendo,
alentado por la política monetaria expansiva que se aplicó durante la crisis del Covid-19. El
“dinero en helicóptero” que se utilizó para el rescate de empresas y familias en plena
pandemia, en muchos casos se utilizó para que las corporaciones reestructuraran sus deudas,
recompraran acciones y pagaran dividendos a sus accionistas, provocando el círculo perverso
de privilegios que beneficia únicamente a los centros financieros del capitalismo especulativo.

Rota las cadenas de suministro por la pandemia, el impacto de la guerra en Ucrania también ha
significado un golpe más para el mercado de materias primas, principalmente los cereales, la
energía y sobre todo la reducción de las rutas comerciales y el transporte. Ucrania posee más
de 32 millones de hectáreas, con suelo fértil ideal para el cultivo agrícola. Antes de la guerra,
las grandes transnacionales compraron tierras para la producción de cereales y semillas. Entre
estas empresas estaba Cargill. ADM y Monsanto, apoyados por los fondos de inversión de
Estados Unidos (Luca Celada, 2022). Desde el 2016 las corporaciones agrícolas multinacionales
ya controlaban el 11% de la tierra cultivable de Ucrania y representaba el 70% de la producción
del mercado agrícola. Con la guerra y los puertos tomados por las tropas rusas, el cereal
ucraniano, que en gran medida viene de esas grandes plantaciones de transnacionales, no
puede llegar al mercado.

Las sanciones no provocaron una crisis económica en Rusia como se esperaba, pero si, están
generando un incremento sostenido de los precios en occidente. El informe de mayo del índice
de precios al consumidor de Estados Unidos, registra un incremento del 8.6% de la inflación
interanual (DatosMacro, 2002), 3 décimas superior al mes anterior y el acumulando es de 4.8%,
siendo la tasa de inflación real cercana al 11%, la mayor tasa desde la crisis del 2008.

La Reglobalización es otro concepto utilizado para desarrollar los nuevos valores globales, que
implica una desvinculación completa y profunda de los mecanismos que ahora mismos
permiten funcionar la interacción entre los estados.

También podría gustarte