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¿qué pasa cuando no se da trámite al recurso de apelación y la parte considera que si procede el recurso de
apelación? Cuando se da este tipo de situaciones el legislador le dejó a las partes una herramienta para hacer
valer sus derechos y esto se llama Ocurso de Hecho. El ocurso de hecho se encuentra regulado en el artículo
611 del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual establece: “Cuando el juez inferior haya negado el recurso de
apelación, procediendo éste, la parte que se tenga por agraviada, puede ocurrir de hecho al superior, dentro
del término de tres días de notificada la denegatoria, pidiendo se le conceda el recurso”. Este tipo de recurso
si se le puede decir así debido a que es un recurso sobre un recurso, en virtud se salta la jurisdicción del
juzgado de primera instancia y se procede directamente ante el Tribunal Superior. Como el mismo artículo lo
señala para poder interponer este tipo de recurso se tiene que haber un caso de procedencia para que la Sala
de Apelaciones admita el recurso. Un ejemplo claro es cuando un juez rechaza la apelación fundamentándose
en la ley general pero se interpuso el recurso de apelación con fundamento en un ley específica o viceversa.
La tramitación de este recurso es bien sencilla, buscando evitar un retraso mayor, es por esto que la Sala va a
mandar a solicitar al juez inferior que presente un informe del porqué de su resolución o el envío de los
antecedentes. Una vez recibido el informe o los antecedentes del juez de primera instancia, procede a revisar
el escrito de la parte recurrente, la Sala tiene un período de veinticuatro horas para resolver si procede o no el
recurso de apelación. Si procede el recurso, la Sala mandará a solicitar las actuaciones de ser necesario
iniciándose el trámite de la segunda instancia y en caso contrario rechazará el ocurso, donde archivará las
diligencias, para que continúe el trámite de la primera instancia.
LA NULIDAD
DERECHO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL III
LA NULIDAD
Para que podamos determinar en contra de que procede esté medio de impugnación,
debemos observar las siguientes reglas.
a) De forma positiva, procede contra las resoluciones y contra el procedimiento en que se
infrinja la ley, siempre que no sean procedentes los recursos de apelación o de casación.
Que procede por actos o procedimientos realizados antes de pronunciarse la sentencia,
debiendo entonces interponerse antes del señalamiento para el día para la vista, pues si
se hiciere después lo procedente es recurrir contra la sentencia; así también por aquellos
actos o procedimientos realizados después de dictada la sentencia.
b) De forma negativa, la nulidad no puede ser solicitada por la parte que realizó el acto,
sabiendo o debiendo saber el vicio que lo afectaba; por la parte que haya determinado la
existencia del vicio y por la parte que ha consentido el acto procesal, incluso tácitamente,
y existe consentimiento tácito por el hecho de no interponer la nulidad dentro de los tres
días siguientes a tener conocimiento dela infracción, conocimiento que se presumirá
inmediato en la parte cuando la infracción se hubiere producido en una audiencia o
diligencia y a partir de la notificación en los demás casos.
Trámite de la nulidad procesal
Este medio de impugnación debemos de interponerlo dentro del plazo de tres días
siguientes a la última notificación, lo cual lo encontramos en el Artículo 614 del
Código Procesal Civil y Mercantil, ya que éste hace referencia a que un acto procesal
se entiende por consentido tácitamente por el hecho de no interponer la nulidad
dentro de los tres días siguientes de conocida la infracción y que se presume que se
tiene el conocimiento desde el momento de la notificación, pero el Artículo 45, 3) de
la Ley del Organismo Judicial, nos indica que debe computarse a partir del día
siguiente de la notificación.
Como segundo paso nos referimos al Artículo 615 del Código Procesal Civil y
Mercantil, que establece que el trámite de la nulidad deberá hacerse por medio de
un incidente, que lo encontramos en el Artículo 135 de la Ley del Organismo Judicial.
Si fuere una nulidad por vicio de procedimiento, la declaración del juez, que será en
auto, repondrán las actuaciones desde que se incurrió en nulidad.
Pero si es por una nulidad por violación de la ley, se dictará la resolución que
corresponda, es ésta no hay retroacción de las actuaciones, no afecta a los demás
actos del proceso; además si la nulidad se refiere a una parte de la resolución, no
afecta a las demás partes y la resolución sigue produciendo sus efectos.
APELACIÓN
DERECHO PROCESAL CIVIL Y MERCANTIL III
APELACIÓN
A lo largo de la historia ha existido la posibilidad de recurrir ante una autoridad superior para solicitarle
que revoque o modifique una resolución emitida por una autoridad inferior. Este tipo de solicitud que
se hace ante una autoridad superior se conoce actualmente como el recurso de apelación, siendo
este un recurso procesal ordinario, que no está regulado expresamente en qué casos se interpone sino
que el legislador ha dejado un margen amplio para que la las personas puedan decidir si se interpone
el recurso o no.
El recurso de apelación a grandes rasgos es la solicitud que se hace ante un órgano jurisdiccional de
mayor jerarquía para que revoque una resolución emitida por un juzgado de menor grado, que se
considera que es perjudicial para alguna de las partes o para ambas. Actualmente el recurso de
apelación se puede entender como la reclamación que se hace contra una resolución del juez ante el
superior para que este la revoque o la modifique. Cuando se recurre al recurso de apelación es
porque no se está de acuerdo con una resolución emitida por el Juez, por lo que recurrimos al órgano
jurisdiccional superior para que revise la resolución impugnada pudiendo revocarla o modificarla.
El recurso de apelación atiende al principio de doble instancia, el cual se encuentra regulado en la
Constitución Política de la República de Guatemala en el artículo doscientos once.
Antecedentes
El recurso de apelación surgió al momento en que los reyes empezaron a delegar poder en otras
personas para que se encargaran de repartir la justicia en su nombre. Así se empezaron a distribuir las
competencias de cada tribunal, con lo que pudieron atender mejor las necesidades de resolver las litis
de las personas, pero siempre había más de alguien que no se encontraba de acuerdo con la
resolución dictada, por lo que acudía nuevamente al rey para que este revisara la resolución y dictara
un nueva. Con esta nueva solicitud a la máxima autoridad nació el recurso de apelación de una
manera rustica.
Posteriormente en el derecho romano, la apelación como todo el derecho fue evolucionando, por lo
que la figura de la apelación también evolucionó, tanto así que fue normado y regulado. Debido a lo
anterior el recurso de apelación proviene de la figura romana appellatio que consistía en el del
magistrado para interponer su veto a las decisiones de un igual o de un inferior, dándose así lo que se
conoce como la intercessio. Toda persona podía reclamar la intercessio ante un magistrado diferente
o un superior, este nuevo magistrado no simplemente interponía su veto sino que anulaba la sentencia
dictada y dictaba una sentencia nueva. Como se puede observar en esa época un magistrado era
una persona de mucho poder, debido a su edad, experiencia y preparación. Debido a la cantidad de
gente que había en Roma, se vieron en la necesidad de nombrar varios magistrados y la figura
máxima era el “Tribuno de la Plebe”, el cual tenía poder sobre todos los magistrados, pudiendo vetar
las resoluciones dictadas y resolver nuevamente.
Concepto
Para el jurisconsulto guatemalteco Mario Aguirre Godoy es: “Un medio de impugnación de las
resoluciones judiciales, que al hacerse valer por quien se estime perjudicado por ellas, trae como
consecuencia necesaria que un órgano jurisdiccional superior, unipersonal o colegiado, conozca de lo
decidido en primera instancia, a fin de determinar si lo resuelto se ajusta a derecho aplicable” .
La apelación para Palacio citado por Víctor de Santos la define como “el remedio procesal encaminado
a lograr que un órgano judicial jerárquicamente superior con respecto al que dictó una resolución que se
estima injusta, la revoque o reforme, total o parcialmente” . Esta definición es una corriente antigua
debido a que todavía trata la apelación como un remedio procesal.
Por otro lado tenemos una definición de apelación clásica la cual indica: “Con el recurso de apelación
se designa a aquel proceso de impugnación en que se pretende la eliminación y sustitución de una
resolución judicial por el superior inmediato jerárquico del que dictó la resolución impugnada” . Esta
definición dada por el jurisconsulto Jaime Guasp, podemos observar que es sencilla pero define a
cabalidad el recurso de apelación, debido a que indica la finalidad del recurso que es la eliminación de
la resolución impugnada, indicando que en un proceso se dictó una resolución que afecta alguna de las
partes, por lo que es necesario que se dicte una nueva resolución, la cual tiene que dictarla el órgano
superior al que dictó la resolución impugnada.
Tipos de Apelación
Aunque la apelación solo es una hay clasificaciones doctrinarias dependiendo de lo que entra a
conocer el tribunal de alzada. Los jurisconsultos Montero Aroca y Chacón Corado dividen el recurso de
apelación en:
Apelación Plena: A este tipo de apelación los autores consideran que cuando se interpone el recurso de
apelación, el tribunal de alzada tiene las facultades para hacer un nuevo juicio. Esto quiere decir que vuelve a
revisar todo el proceso con lo actuado en la primera instancia, más lo que las partes aporten en la segunda
instancia. Este tipo de apelación permite que se presenten nuevos hechos, alegados e incluso que se aporte y se
diligencie nueva prueba en la segunda instancia. No se limita únicamente a declarar si confirma o revoca la
resolución impugnada, sino que vuelve a dictar una sentencia sustituyendo completamente a la de la primera
instancia.
Apelación Limitada: Es totalmente contraria a la apelación plena, en el sentido que si el tribunal de alzada tenia
poderes ilimitados para conocer el proceso, en la apelación limitada como su nombre lo indica la apelación se
encuentra limitada únicamente a los puntos que se indicaron en dicho recurso. El tribunal de alzada únicamente
puede revisar lo actuado en la primera instancia y no se puede salir de ese contexto, no hay nuevos argumentos ni
pruebas, más que lo aportado anteriormente. Esta revisión no supone que solo va a revisar el proceso sino que
realiza un nuevo examen de las actuaciones para determinar la procedencia del recurso. Este tipo de apelación
es el que se utiliza en el ordenamiento jurídico guatemalteco tal y como lo establece el artículo seiscientos tres del
Código Procesal Civil el cual indica los siguiente: “(…) El tribunal no podrá, por lo tanto, enmendar o revocar la
resolución en la parte que no es objeto del recurso, salvo que la variación en la parte que comprenda el recurso,
requiera necesariamente modificar o revocar otros puntos de la resolución apelada”.
Efectos de la Apelación
Desde tiempo muy antiguos el poder jurisdiccional se fue delegando del rey a sus
personas de confianza para que estos repartieran justicia y se desligara de tales funciones.
Pero cuando se interponía el recurso de apelación, se decía que se le “devolvía” el poder
jurisdiccional al rey para que este volviera a conocer del asunto y dictara una nueva
resolución. Este pensamiento se ha mantenido hasta la actualidad, en el sentido que se
tiene el pensamiento que cuando se interpone el recurso de apelación se le “devuelve”
al órgano jurisdiccional superior la capacidad para poder entrar a conocer el proceso y
resuelva la impugnación.
Esta es una de las características de los recursos de impugnación que tienen el efecto
devolutivo, aunque cabe mencionar que la Constitución Política de la República de
Guatemala, establece que ningún tribunal o juzgado puede tener más de la
competencia establecida, esto se encuentra regulado en el artículo ciento trece de la
Ley del Organismo Judicial: “La función jurisdiccional no puede delegarse por unos jueces
a otros, Los jueces deben conocer y decidir por si los asuntos de su potestad”.
Efecto Suspensivo:
El efecto suspensivo de la apelación establece que el proceso se queda detenido desde el momento en que se
interpuso el recurso de apelación. El juzgador que está conociendo el proceso no puede seguir tramitándolo sino
que tiene poderes muy limitados dentro del proceso debido a la elevación de los autos a la Sala jurisdiccional. Este
efecto es el más importante debido a que el juez de primera instancia no puede seguir conociendo de un proceso
defectuoso o viciado, esto es con el fin de proteger los derechos de las partes. Cabe mencionar, en el
ordenamiento guatemalteco hay casos en que el recurso de apelación no tiene efectos suspensivos, se continúa
con el trámite del proceso pero no se puede dictar sentencia hasta que se ha resuelto el recurso interpuesto.
El Código Procesal Civil y Mercantil establece en el artículo seiscientos cuatro el efecto suspensivo de la apelación:
“Desde que se interpone la apelación, queda limitada la jurisdicción del juez a conceder o denegar la alzada. No
obstante, podrá el juez seguir conociendo: lo. De los incidentes que se tramitan en pieza separada, formada antes
de admitirse la apelación; 2o. De todo lo relativo a bienes embargados, su conservación y custodia; de su venta, si
hubiere peligro de pérdida o deterioro y de lo relacionado con las providencias cautelares; y 3o. Del desistimiento
del recurso interpuesto, si no se hubieren elevado los autos al Tribunal Superior”. Este artículo da a explicar el efecto
suspensivo de la apelación, pero también establece muy detalladamente, que el juez puede seguir conociendo de
algunos asuntos de primera instancia, más que todo de emergencia para evitar un daño mayor, como lo indica el
numeral segundo, la necesidad de conocer de los bienes para evitar su destrucción o deterioro. Asimismo también
regula el desistimiento del recurso en caso de la parte apelante decida ya no seguir con el recurso.
La “Reformatio In Pejus”
En el momento que se interpone el recurso de apelación se espera que la resolución que va a dictar el órgano
superior, vaya a ser una que menos perjudicial que la dictada por la primera instancia. El jurisconsulto Eduardo
Couture manifiesta lo siguiente: “La reforma en perjuicio (reformatio in pejus) consiste en una prohibición al juez
superior de empeorar la situación del apelante, en los caos en que no ha mediado recurso de su adversario” . Esta
definición explica claramente que no se puede perjudicar aún más al recurrente dentro de un proceso de
apelación. En este sentido Montero Aroca y Mauro Chacón, se pronuncian también “Si la sentencia es recurrida
sólo en lo desfavorable al que recurre, la situación jurídica de éste no puede ser empeorada por el recurso, por lo
que no es posible la reforma en perjuicio de la resolución recurrida” . Lo indicado por los jurisconsultos, sigue la
corriente de Couture, solo que limitan más, indicando que desde que se interpone el recurso de apelación, no se
pueden tocar lo que favorece al recurrente, aunque se hubiere interpuesto el recurso en contra de toda la
resolución.
El ordenamiento jurídico guatemalteco toca muy brevemente este principio “La apelación se considerará sólo en
lo desfavorable al recurrente y que haya sido expresamente impugnado…”. Para poder explicar este principio se
procederá con un ejemplo: En el caso de que una sentencia condene al pago de la cantidad de Q. 100,000.00 y
no se está de acuerdo o se considera injusta esta cantidad, se interpone el recurso de apelación. La sala no puede
condenar por Q. 150,000.00, debido a que lo estaría perjudicando más de lo que favorece, únicamente podría
resolver confirmando la sentencia por la cantidad indicada o revocarla por una cantidad menor
Capacidad para Apelar
Cuando procede la apelación se menciona mucho la interposición del recurso, esto lleva a la siguiente pregunta ¿Quiénes puede interponer el
recurso de apelación? Comúnmente se hablar que hay que tener legitimación dentro del proceso para poder interponer el recurso de
apelación. En este sentido el jurisconsulto Eduardo Couture en su libro de Derecho Procesal Civil, indica muy escuetamente “(…) la parte que
ha sufrido agravio…”. Aunque es muy corto, se entiende, primero hay que se parte del proceso para poder interponer el recurso de apelación,
mejor dicho hay que estar legitimados y segundo por ultimo hay que haber sufrido un agravio. Para poder entender esta definición se tiene que
definir que es “agravio”, para lo cual tomaremos la definición de Palacio citado por Víctor De Santo, quien puntualiza “Por agravio debe
entenderse la insatisfacción, total o parcial de cualquiera de las simples pretensiones (principales o accesorias), oposiciones o simples
peticiones formuladas en el proceso”. Esta definición se refiere al agravio como algo contrario a los intereses de las partes, por lo cual está
incompleta debido a que no indica cuando a las partes o terceros les violaron sus derechos. La apelación es un recurso para verificar que en la
primera instancia no se cometieron errores o violaciones al proceso, esta es la verdadera finalidad del recurso.
Otra corriente indica que para poder poner el recurso de apelación la parte tiene que tener un simple interés de poder apelar la resolución,
como manifiesta Jaime Guasp, “(…) la verdadera causa del objeto de la apelación es el simple intereses del pretendiente, entendido, en todo
caso, como interés personal, objetivo y directo. Para apelar, hace falta, pues, tan sólo un interés por parte del recurrente. Si se da ese interés y
es personal del recurrente, con carácter objetivo y directamente admisible, la causa de la apelación debe considerarse existente, y a la inversa
en caso contrario”. Esta corriente es más práctica debido a que no restringe porque interponer el recurso de apelación, en la práctica, las
partes interponen el recurso, por diferentes razones, no solo porque sufrieron un agravio. Se ha establecido que las partes pueden interponer el
recurso de apelación, que puede ser a su interés o por necesidad; pero ¿Y si la resolución causa un agravio a terceras personas? En la doctrina
se hablar de que cualquier persona que resulte afectada en sus derechos o tenga un interés directo, puede interponer el recurso de apelación
para que protegerla y que no se afecten sus derechos. Es debatible el alcance que puede tener esa afirmación en el sentido que para poder
interponer el recurso de apelación obligatoriamente se tendría que constituir como un tercero interesado para poder ser parte del proceso y
con esto, poder interponer el recurso de apelación.
Procedencia
El recurso de apelación es obligatorio para los procesos, tal y como establece la Constitución Política de la República de Guatemala, pero
también tiene que responder a las necesidades de cada situación que se presente, en este sentido, se establece que la apelación de un proceso
ordinario no tiene que ser igual a la de un proceso ejecutivo, por la naturaleza de cada proceso. Es justificable que para el proceso ordinario de
quince días para resolver la apelación, pudiendo así realizar un verdadero examen de las actuaciones, poder corregir la mayor cantidad de
errores y proteger los derechos de las partes. En cambio en un juicio ejecutivo, por ser un proceso sumamente corto, la ley establece que el
tribunal únicamente tiene 5 días para resolver. Esto se debe a que no tiene que conocer tanto como el juicio ordinario donde cualquier auto que
finalice un incidente o la sentencia se puede apelar; en comparación que en el juicio ejecutivo únicamente se puede apelar la resolución que le
da trámite a la ejecución, al sentencia y el auto de liquidación.
Como se menciona anteriormente la procedencia general también se encuentra limitada, para evitar retrasos en el proceso y que no se abuse
del recurso, la ley establece contra que resoluciones se puede interponer el recurso de apelación: “Salvo disposición en contrario, únicamente son
apelables los autos que resuelvan excepciones previas que pongan fin al proceso y las sentencias definitivas dictadas en Primera Instancia, así
como los autos que pongan fin a los incidentes que se tramiten en cuerda separada. Las resoluciones que no sean de mera tramitación dictadas
en los asuntos de jurisdicción voluntaria son apelables. El término para interponer la apelación es de tres días y deberá hacerse por escrito”. La ley
es explícita contra que se puede interponer el recurso de apelación, buscando que prevalezcan siempre los principios de celeridad procesal,
economía procesal y buena fe de las partes.
El artículo mencionado en el párrafo anterior se refiere a la apelación en general, contra qué tipo de resoluciones se puede interponer el recurso
de apelación. Pero también hay que contemplar las excepciones que se pueden dar dependiendo de qué tipo de juicio es el que se esté
tramitando. En el proceso oral se encuentra regulado que únicamente se puede apelar la sentencia. En el juicio sumario establece el artículo 243
que solo se puede apelar la sentencia y las excepciones previas que se interpongan en el proceso. De último en los procesos de ejecución el
artículo 334 establece que se puede apelar el auto que rechace darle trámite a la demanda, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación.
Tramitación
Para darle una secuencia lógica al proceso de tramitación se procederá en de manera detallada dando una mejor explicación, detallando el procedimiento
en cada una de sus etapas.
Como lo establece el artículo 602 del Código Procesal Civil el recurso de apelación se tiene que interponer dentro de un plazo de tres días y también
establece que se tiene que hacer por escrito, este plazo es para la apelación en general no importa si se trata de una sentencia o un auto. En materia de
amparo varía el plazo para interponer el recurso ya que la ley establece el plazo de cuarenta y ocho horas para interponer el recurso, siendo este un caso
excepcional al plazo para interponer el recurso de apelación. Es necesario mencionar que se presenta el escrito ante el juez que resolvió, para que este
resuelva si procede o no el recurso de apelación.
Después de haber sido interpuesto el recurso de apelación, se tiene que hacer un examen para revisar la admisibilidad del recurso. Con esto se refiere a ver si
la resolución que se impugna es apelable de acuerdo a lo establecido en ley. Por otro lado también se tiene que revisar si el recurso se interpuso dentro del
plazo establecido, verificando lo anterior el juez emite una resolución admitiendo el recurso de apelación, con la obligación de notificar a las partes de dicha
resolución antes de elevar los autos a la Sala Jurisdiccional, esto se encuentra regulado en el artículo 605 del Código Procesal Civil y Mercantil: “Al admitir la
apelación, previa notificación a las partes, enviará los autos originales al superior, con hoja de remisión”. En este momento es cuando entran a funcionar los
efectos de la apelación, se suspende la jurisdicción del juez, no puede seguir conociendo, más que los casos que anteriormente se explicaron y el efecto
devolutivo es elevar los autos.
Habiendo sido admitido el recurso de apelación y elevados los autos, la Sala entra a conocer el proceso, procediendo a dar audiencia a la parte recurrente
para que exponga el motivo de la apelación. Cabe mencionar que el Código Procesal Civil y Mercantil procede de dos maneras, dependiendo si es una
apelación en contra de una sentencia o un auto. La diferencia radica en que si se interpuso el recurso en contra de una sentencia, se procederá a dar
audiencia por el plazo de seis días y en caso de que se interponga en contra de un auto, se dará audiencia por el plazo de tres días. Esto es debido a la
importancia que es una apelación en contra de una sentencia, porque se supone que hay mucho más en juego, que en un auto de un incidente por ejemplo.
Si es necesario que se diligencie un medio de prueba que se hubiera omitido en la primera instancia o se dejaron puntos sin preguntar, la Sala recibirá la
declaración sobre lo que hizo falta. Cabe mencionar que en la Segunda Instancia no se puede aportar nueva prueba, solo se puede admitir la que se
presentó en primera instancia o la que fue protestada.
Como penúltimo paso después de haber recibido la prueba, si fuera necesario, o terminado el plazo del uso del recurso la Sala señalara el día y la hora para
que se lleve a cabo la vista. Posterior a la vista el Tribunal tiene que fallar, pero el artículo 610 del Código Procesal Civil y Mercantil se refiere a la Ley del
Organismo Judicial, la cual establece que se tiene que resolver en el plazo de quince días por ser sentencia .
Ocurso de Hecho
Este recurso tiene por objeto evitar dilaciones y gastos consiguientes a una
nueva instancia, respecto de las providencias que recaen en diligencias o
puntos accesorios del pleito, para cuya revisión no son indispensables las
nuevas alegaciones, pruebas o plazos de las apelaciones, ni mayor
ilustración que se supone en jueces superiores.
Cuando por lapsus calami se inicia en forma sumaria diligencias en contra
de un Notario ético, cimentado de capacidad, intelecto, valores morales,
dotado de capacidad en el ejercicio de su profesión cabe éste recurso.
Procedencia