Parte 1 La Confesión

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PARTE 1

EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN:
INTRODUCCIÓN: La confesión también recibe el nombre de reconciliación. Es un
encuentro personal con Jesús que consiste en un ritual en el que la persona declara sus
pecados a un sacerdote quien actúa en la persona de Jesús mismo. El confesor está
autorizado y facultado para darle la absolución de los pecados cometidos de quien ha
faltado, previa asignación de una penitencia; así lo dispuso el mismo Cristo al instituir el
sacramento. Jesús concede autoridad al sacerdote para que perdone pecados en su
nombre, es decir, el confesor no es quien perdona el pecado sino Dios al momento que el
sacerdote dice: “yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, del Hijo, y del
Espíritu Santo, por lo tanto es Dios mismo quien actúa a través del sacerdote. Por tal
motivo la iglesia católica enseña que el sacerdote es un ministro, representante o
embajador del mismo Jesucristo, ungido, consagrado y con la autoridad de perdonar
pecados en nombre del Señor.
La confesión está estrechamente arraigada literalmente en las sagradas escrituras.
Durante el estudio de este tema observaremos varios pasajes bíblicos donde Jesús habla
de la autoridad que tiene el hombre de perdonar pecados. La biblia manifiesta que el
individuo que había cometido la falta debía acudir o presentarse ante un sacerdote quien
a través de ciertos pasos lograba que éste alcanzara el perdón de sus delitos y Dios
olvidaba sus pecados.
Lamentablemente hoy día muchos católicos han abandonado el sacramento de la
confesión debido a la influencia que ha tenido la doctrina protestante la cual ha ido
programándose en las personas y aunque no lo crean, ésta continua haciendo su trabajo
pasando de comunidad en comunidad contaminando las mentes de los ateos, escépticos
incluso de los creyentes, a fin de que todos evadan el sacramento de la confesión, esto es
sin lugar a dudas el propósito de Satanás.
Aún se oye decir erróneamente a los ateos, incluyendo algunos católicos y sobre todo
los protestantes que solo basta cerrar la puerta de la habitación y un acto de fe pedir
perdón directamente a Dios por nuestras faltas, pues Dios escucha, mientras que la biblia
dice otra cosa.
Los hermanos esperados no toleran ni aceptan el simple hecho de que los sacerdotes
ministeriales puedan perdonar pecados. Predican “a gritos” que esto es un invento de la
iglesia católica denominándola la “gran mentira”. En este tema usted descubrirá la verdad.

Ante lo anteriormente expuesto surgen las siguientes interrogantes:


-¿Habla la biblia de confesión de pecados ante un sacerdote?; respuesta: ¡sí!, sin duda
alguna.
-¿Registra las sagradas escrituras que los sacerdotes tienen toda la potestad de perdonar
pecados?; respuesta: ¡si!.
-¿Es el querer de Dios que las personas confiesen sus pecados directamente al cielo en
lugar de un sacerdote ministerial?, ¡no!, jamás!, pues la biblia no lo dice por ningún lado.
Con estas preconcebidas ideas damos comienzo a la temática:

RAZÓN PROTESTANTE:
Los hermanos esperados enseñan como se dijo anteriormente, que la confesión es un
invento de la Iglesia Católica, por eso se les oye decir: “en la biblia no dice confesionario”
1Juan 2,1 les dice a los hermanos separados que esta cita demuestra que hay que
confesar los pecados directamente con Dios sin la intervención de sacerdote, el cual dice:
“si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.
- Ellos dicen: “Un hombre pecador no puede perdonar pecados de otro, el cura no tiene
autoridad para perdonar pecados, el que perdona es Dios, no un hombre pecador”.
- También enseñan: “En la biblia no existe cita que diga que hay que confesar los
pecados a otra persona”.
- Lucas 18,9-14 (“Hay que confesarse directamente con Dios. Ponerse de rodillas en la
habitación, o debajo de un árbol. Este pasaje se refiere a la parábola del fariseo y el
publicano. El fariseo y el publicano subieron al templo y oraban directamente a Dios).
-Mateo 6,6 es otra cita que les dice a los hermanos separados que hay que confesarse
directamente con Dios; pues dice así: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público”.
-Asimismo 1Juan 1,9 en cual expresa: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. (No dice ante un
sacerdote).
-Mateo 6,12, “y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores”. (Confesión directa con Dios, no dice ante un sacerdote pecador).
-Salmo 51, (según los hermanos separados, el Rey David se confesó directamente con
Dios), pues dice: “Ten piedad de mí oh Dios, en tu bondad, por tu gran corazón borra mi
falta, etc purifícame de mi pecado, etc”.
-Jeremías 17,5 (es otro pasaje que les dice a los hermanos separados que el hombre es
maldito si se confiesa o se arrodilla ante otro hombre). Ojo; este pasaje bíblico realmente
lo que dice es: “Maldito el hombre que confía en otro hombre”. (Nótese que aunque esta
cita no habla de confesión, para los hermanos separados la palabra “confiar” es un
equivalente de “confesar” y son muy distintas).
De la misma manera, los hermanos separados sostienen que el cura es un hombre, no es
Dios, es un pecador como todos los hombres. (La mayoría de hermanos esperados evitan
llamar “sacerdote” a una persona que lo es, prefieren usar la palabra “cura”, para ellos, el
sacerdocio solo existió en el A.T y parte del N.T, luego ya no, pues solo Jesús es el único
Sumo sacerdote y todos los creyentes pasan a ser sacerdotes por el simple hecho de
predicar la palabra).
-Otra cita: Isaías 43,25: (Por otra parte enseñan: “la Biblia es bien clara en que es Dios el
único quien perdona el pecado, no el hombre), pues este salmo expresa: "Era yo, yo
mismo el que tenía que limpiar tus rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados".
-También Salmo 103,2-3 el cual dice: "Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno
de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus maldades, el que sana todas tus
dolencias". (No dice confesar los pecados a otro hombre pecador sino solo Dios).
-1Juan 1,8-9 (Los pecados se confiesan directamente con Dios, pues expresa: "Si decimos
que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en
nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad”.( Nótese en primer lugar, ese texto no dice a quien
se debe confesar el pecado, solo dice que debe confesarse, no dice directamente con Dios
y claro que tampoco dice con un sacerdote, pero lo iremos dilucidando más adelante).
-Salmo 32,5 “Voy a confesar mis transgresiones al Señor, y tú perdonaste mi maldad y mi
pecado”.

RAZÓN CATÓLICA:
Obviamente todas las citas evocadas anteriormente por los hermanos separados están
mal interpretadas, pues ninguna de ellas plantean una confesión directa con Dios, no lo
dicen, ni siquiera se utiliza los términos: “confesión directa con Dios”. Nosotros los
católicos creemos que es Dios quien perdona los pecados, pues todos los pasajes citados
en la razón protestante así lo enfocan, y nosotros así lo creemos, solo que Dios utiliza la
figura del sacerdote, el embajador de Cristo para perdonar pecados. Dicho de otra manera,
aunque es Dios quien perdona el pecado, un sacerdote es utilizado como instrumento
para conceder el perdón, por lo que el hecho de que sea Dios quien perdona el pecado en
Isaías 43,25 o en el Salmo 103 de ninguna manera elimina la posibilidad de la existencia de
un sacerdocio ministerial establecido por Dios para comunicar ese perdón.
Antes de iniciar formalmente este tema y facilitar las correspondientes citas bíblicas, es
necesario resaltar algo muy importante y que ya hemos estudiado con anterioridad. La
sagrada biblia de los hermanos separados (Reina Valera y las que se derivan de ésta)
presenta cambios de palabras en los textos. Las sociedades bíblicas (protestantes)
realizaron desde 1960 en la Biblia Reina Valera un sinnúmero de revisiones y
modificaciones supuestamente con el objeto de realizar acomodaciones gramaticales en
el uso de los puntos y comas, pero es bien sabido que también distanciaron la doctrina
católica cambiando ciertas palabras con sinónimos poco idóneos e imprecisos para acercar
la doctrina protestante a conveniencia de ellos, comenzando con el mismísimo Martin
Lutero al traducir las escrituras al Alemán para sus pueblos. (El siguiente enlace ha sido
compartido en tema anterior, el cual habla de las revisiones bíblicas hechas por las
sociedades bíblicas unidas (protestantes): https://es.wikipedia.org/wiki/Reina-Valera). En
este tema ud descubrirá que ciertos cambios alteran la doctrina católica respecto a la
confesión.
Nosotros los católicos obedecemos y creemos en la palabra de Dios porque así está
escrito que la confesión ante un sacerdote es muy verdadero. No existe cita bíblica que
diga que no podemos tener intermediarios o representantes del Señor para lograr la
reconciliación con Dios, es decir, hombres autorizados, ungidos o consagrados que nos
ayuden a recuperar la gracia y la amistad con Dios. Los hermanos esperados jamás podrán
demostrar a través de un versículo bíblico un texto que diga expresamente: “la confesión
de pecados es directa con Dios”, o que diga: “ningún creyente debe confesar sus pecados
ante un sacerdote”. Veamos el primer ejemplo y la primera cita bíblica aclaratoria:
-Juan 20,21-23 (esta es una cita clave, un pasaje que todo católico debería aprender de
memoria, pues aquí el mismo Jesucristo a través del Espíritu Santo concede poder o da
potestad a los hombres para liberar, retener o perdonar pecados. Observaremos que este
pasaje bíblico en la biblia Reina Valera descaradamente fue opacado por las sociedades
bíblicas unidas para ocultar la doctrina católica.
Según la biblia católica dice así: "Jesús les volvió a decir: “La paz esté con ustedes. Así
como el Padre me envió, así los envío yo también a ustedes”. Dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo, a quienes descarguen de sus pecados, serán
liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos".
Otras versiones católicas dicen: “a quienes ustedes perdonen los pecados les quedarán
perdonados, y a quienes no se les perdonen, les quedarán sin perdonar”. De esta cita,
¿qué es lo que no entienden los protestantes?.
Según la Biblia Reina Valera dice así (manipulada): “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a
vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló,
y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y
a quienes se los retuviereis, les son retenidos”. (Nótese que el fragmento es más complejo
de interpretar, no obstante, guardan el mismo significado).
La biblia Reina Valera , al presentar este pasaje con una traducción compleja los
mismos protestantes (incluso “novatos”) no la pueden explicar o darle una exégesis
apropiada, pues no la comprenden ni ellos mismos, debido a que la cita fue manipulada,
(debido a que a las sociedades bíblicas unidas no les conviene esta cita). En cambio la
biblia católica lo presenta de una manera muy clara, cuando dice: “a quienes descarguen de
sus pecados, serán liberados”; mientras que la biblia de los hermanos separados es
cambiada por “a quienes remitiereis los pecados les son remitidos”.
Tratemos de poner la lupa donde Jesús les transmite poder o potestad a sus apóstoles a
través del Espíritu Santo: “Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu
Santo”. No es la primera vez que el Señor comparte su poder con sus amigos, ver en
Mateo 10,1 (les dio poder para expulsar demonios y para sanar toda enfermedad y toda
dolencia); Lucas 10,19 (para hollar sobre serpientes y escorpiones, y contra el enemigo).

2Corintios 5,18-19 (Es una cita interesante pues el mismo Pablo dice que tienen poder de
perdonar pecados a través del ministerio de la reconciliación. Tratemos de detallar en este
pasaje que San Pablo utiliza la palabra “ministerio”. Según el significado de ministerio o
ministrar, es el siguiente:

Sinónimo de ministrar: Dar, suministrar algo a alguien.


Ministrar o ministerio: Administrar, servir, dar algo, ejercer un oficio, llevar a cabo una
obra.
San Pablo afirma que Cristo les encomendó ministrar el sacramento del perdón o la
reconciliación. Pues la cita dice así:

“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación”, (poner la lupa que San Pablo dijo: “y nos dio o nos encargó
el ministerio de la reconciliación”. Observar que este pasaje se conectan perfectamente a
otras citas bíblicas que dicen: “a quienes perdonen de sus pecados les quedarán
perdonados”, pues Jesús está dando potestad a hombres para ministrar el perdón de los
pecados (Juan 20,21-23). También se conecta a aquella cita que dice: y “para que sepáis
que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados. “Y la gente, al
verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres” (Mateo
9,6-8).
Sigamos leyendo el contexto de 2Corintios 5 justamente el V19 pues continúa afirmando
así: “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta
a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación”;
(que en castellano significa: “Jesús nos encargó la tarea de enseñar por medio de la
palabra que podemos perdonar pecados”. Observar lo que dice el V20: “Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (Pablo dice que ellos son
representantes de Cristo en la tierra (embajadores). ¿Qué es lo que no entienden los
hermanos separados?).

Sin lugar a dudas el hombre puede ministrar el sacramento de la reconciliación.

-Santiago 5,14-16: (Es otra cita manipulada y que también habla de perdonar pecados.
Enseña que los presbíteros o los sacerdotes son los únicos autorizados para proveer la
unción de los enfermos con aceite y confesar para el perdón de los pecados), dice así: “Si
alguno está enfermo entre ustedes llame a los presbíteros de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor, la oración y la fe salvará al enfermo, y el
Señor lo levantará, Y SI HUBIERE COMETIDO PECADOS, LES SERÁN PERDONADOS.
CONFESAOS VUESTRAS OFENSAS UNOS A OTROS”. (Este pasaje es clave y muy claro).

Según la biblia Reina Valera dice de esta manera: “¿Está alguno enfermo entre vosotros?
Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del
Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por
otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Según el diccionario, la palabra “presbítero” es el sacerdote. Y los ancianos eran


hombres maduros elegidos por la comunidad pues ellos recibían la imposición de manos
de los apóstoles, pastoreaban a la comunidad y les predicaban la palabra de Dios;
presidían la eucaristía. Anciano en griego se dice presbutéros, o sea, que aunque las
sociedades bíblicas unidas eliminan la palabra “presbíteros” en esta cita la palabra anciano
es el mismo presbítero o sacerdote.
Nota: Cuando la cita dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros” (obviamente
estando la presencia de un presbítero o sacerdote quien luego daría la absolución)
significa que en el tiempo de la iglesia primitiva la confesión del pecado era pública, las
personas confesaban sus pecados a “voz populi unos con otros pidiéndose perdón
mutuamente; el sacerdote luego daba la absolución”. A partir del siglo VII, fue acogida por
los reformadores carolingios, que aprobaron el doble estatuto de la penitencia (confesión
pública y confesión privada); pero progresivamente se fue extendiendo el ejercicio de la
penitencia privada. En el Concilio IV de Letrán (1215) Inocencio III toman esta importante
decisión de cambiarla, y puede decirse que con ello alcanza su plenitud y consagración el
método de la confesión auricular, es decir, más adelante la iglesia católica a través del
Vaticano cambió esta manera a la forma “privada” debido a la "vergüenza que sentían los
fieles al confesarse públicamente" y el desprecio que luego seguía, muchos preferían dejar
el perdón o la confesión para la hora de la muerte, y además hacerlo de manera pública
traía como consecuencia el descenso de fieles a recibir la comunión porque temían
confesarse públicamente, según queja de san Juan Crisóstomo. Este modo de confesión se
hizo cada vez más frecuente. Hasta tal grado llegó, que en el siglo XIII era frecuente entre
los fieles una confesión semanal debido a que anteriormente la confesión era muy lejana,
incluso, hay casos como el de santa Brígida (+1375) que hacía una confesión diaria cuando
ya este sacramento se podía hacer diariamente. La confesión fue cambiando a lo largo de
los años.
Los hermanos separados cuando enseñan que la confesión es solo directa con Dios, mas
no con un hombre; deberán explicar por qué Santiago dice: “Confesaos vuestras ofensas
unos a otros”. Pregunta: ¿acaso este fragmento dice que es directo con Dios?

-Mateo 9,1-8 (En esta cita observaremos que a Jesús le traen un paralítico, a quien le
perdonó sus pecados, los escribas criticaron al Señor porque Jesús perdonó los pecados
del paralítico. Tratemos de centrarnos en el V6), Jesús dice: “Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (el protestante en esta
cita resalta que cuando Jesús dice: “El Hijo del Hombre” se refiere al mismo Jesús Dios, es
decir, el Hijo de Dios, y evidentemente por ser Dios perdona pecados. Hasta aquí ellos
tienen toda la razón, muy bien; pero esta cita muestra algo más contundente en el
contexto que los hermanos separados quizás no logran ver, no aceptan o se “hacen lo
locos”.
Los católicos sabemos que cuando el texto dice “el Hijo del Hombre” no solo se refiere a
Jesús el Hijo de Dios, también se refiere al HOMBRE DE LA TIERRA o a los HOMBRES DE
LA TIERRA, pues todo esto lo aclara el V8 que dice: “Y la gente, al verlo, se maravilló y
glorificó a Dios, que había dado TAL POTESTAD A LOS HOMBRES”. (Aquí no cabe la menor
duda que Jesús se refiere a los hombres de la tierra, los cuales tienen poder, autoridad o
potestad para perdonar pecados en nombre de Dios, en este caso es la figura del
sacerdote). Pregunta: ¿Niega este pasaje bíblico que los hombres tienen tal potestad para
perdonar pecados en la tierra?, ¡no!, está muy claro. La frase que dice “tal potestad a los
hombres” es trascendental porque refiere a poder de los hombres para perdonar pecados.
Jesús en Castellano está diciendo: “Pues para que sepan, el hombre de la tierra tiene
potestad para perdonar pecados”. Observar que la gente estaba contenta, gozosa, y
glorificaba a Dios porque creyeron lo que Jesús había dicho lo que les causó mucha
alegría, pues los hombres de la tierra tenían tal potestad para perdonar pecados, aunque
Jesús se refería a los primeros sacerdotes sus apóstoles.

Aquí de pronto un hermano separado podría decir: “muestra un pasaje bíblico del N.T
que diga que había un hombre confesando y perdonando pecados. Contestarle con:
-Marcos 1,5… (Muestra claramente que sí hay poder en la tierra para perdonar pecados,
pues había un hombre que no era Dios que perdonaba pecados y esta cita utiliza la
palabra “confesar”), la cita dice: “Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de
Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”.
Observar el contexto, es decir, el V4: (un hombre con el bautismo perdonaba pecados).
Pregunta: ¿hay realmente poder en la tierra para perdonar pecados?, ¡si!, y mediante un
hombre que no era Dios, sino tan solo es un instrumento de Dios.: Juan el Bautista.
-Hechos 19,18 (En este pasaje bíblico, si lo degustamos desde el V1 en adelante
observaremos que habían unos habitantes, incluso, los que practicaban la brujería
confesaron sus pecados, quemaron los libros de magia y se arrepintieron y se dejaron
llenar de Dios mediante la reconciliación, revisar los versículos 18 y 19 que dicen: “y
muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron
delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de
plata”. Subrayemos la parte que dice, “y muchos de los que habían creído”, eso significa
que ellos creyeron la buena nueva incluyendo la enseñanza de la potestad que tenían los
hombres de perdonar pecados según Juan 20,21-23. Poner la lupa al fragmento que dice:
“confesando y dando cuenta de sus hechos”, pregunta: ¿estaba Jesús alli?, ¡no!, ya el
Señor había resucitado y subido al cielo; no estaba físicamente, entonces, ¿a quién
acudían estas personas que practicaban la magia para confesar y exponer todo lo que
habían hecho?, ¿cómo interpretarán los hermanos separados esta parte?.
Lucas 17,11-19: (Esta pasaje bíblico guarda una razón teológica misteriosa,
extraordinaria y atractiva. Muestra como el mismo Jesucristo valora la riqueza del
sacerdocio relacionándolo con el perdón de los pecados. El Señor insiste que el que tenga
pecados acuda a los sacerdotes. La cita narra la historia de los diez leprosos.
Para comprender esta cita debemos leer algunos episodios breves del A.T y de esta
manera darnos cuenta por qué Jesús vincula el sacerdocio y el perdón de los pecados.
Levítico 14,1…y Levítico 13,1… explican que la lepra era una maldición, representaba el
pecado, si alguien pecaba era castigado con la lepra, y el leproso acudía a los sacerdotes:
«Habló el Señor a Moisés diciendo: este es un rito para la purificación del leproso: ser
llevado al Sacerdote” María mujer de Aarón es castigada por haber hablado mal de Moisés
que se había casado con una mujer de tez oscura que era la Etiopisa, en esas condiciones
María se vio cubierta de «lepra blanca como la nieve y fue echada del pueblo durante
siete días» (su pecado trajo como consecuencia la lepra), y sanó gracias a la intercesión
de Moisés, ver en Números 12,1… . Eliseo curó a Gizeí (y a Naaman) que había cometido
el pecado de la impostura (o la falsedad, o sea mostrar ser lo que no es) y fueron
castigados por la lepra, 1Reyes 5,8… y 1Reyes 6,1…. «Uzías u Ozías, descendiente de
Salomón, tuvo ira contra los Sacerdotes y le brotó la lepra en su frente”, 2Crónicas
26,19….en conclusión, la lepra representaba el pecado. No perdamos de vista esta
situación.
En la cita de Lucas, vamos a observar algo muy parecido a la doctrina de los hermanos
separados, es decir, ellos enseñan que no necesitamos intermediarios o intercesores
apara pedir perdón a Dios de nuestros pecados, pues para ellos “todo es directo con
Dios”. Observaremos si Jesús acepta o no, o sea si él muestra su misericordia a través de
hombres intercesores o no, y también detallaremos cómo Jesús llama a esos
intermediarios. Alli Jesucristo resalta el poder del sacerdocio. Los 10 leprosos actuaron
como hacen hoy día los hermanos separados, es decir, fueron directos al Señor, habían
pedido misericordia, sin embargo Jesús no los sanó, (observar que el Señor alli pudo
haberlos sanado enseguida), pero les dijo que se presentaran a los sacerdotes, y mientras
iban de camino, fueron limpiados.
Sabemos que la lepra representa el pecado, y los sacerdotes representan a Cristo
mismo. Esta cita enseña que cuando vayamos a los sacerdotes y confesamos nuestras
culpas, quedaremos limpiados. Sin lugar a dudas Jesús nos está enseñando la necesidad
de acudir a los sacerdotes pues ellos lo representan en la tierra. Por eso San Pablo, al
tomarse en serio su ministerio de perdonar pecados dijo en 2Cor 5,20: “Así que, somos
embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”. (Cita evocada anteriormente).
En base a esta explicación, leamos a continuación Lucas 17,11-19, la cita dice así: “Yendo
Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al
encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo:
!!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!. Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a
los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”.
Conclusión: Si estos leprosos hubiesen sido protestantes obviamente no van a los
sacerdotes si no que le reclaman y le dicen: “pero Señor, yo quiero que nos limpies tú, por
eso acudimos directamente a ti”. Probablemente los leprosos se hubiesen desviado del
camino para evitar a los sacerdotes.
Jesús mismo desploma la falsa teología protestante de los hermanos separados cuando
enseñan que la reconciliación de Dios es directa con él, mientras que el Señor dice que es
través de los sacerdotes, tal como se venía haciendo desde el A.T (Levítico 5,5).

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