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Análisis Sentencia de Radicado Número 41001-23-31-000-2005-01497-01(48842) Consejero

Ponente Jaime Orlando Santofimio Gamboa

Luz Mery Corredor


Angie Paola Ordoñez
Kevin Santiago Díaz Leon
Valentina Urrego Cruz
Manuel Eduardo Linares Armenta

Derecho
UNIMETA

Derecho Procesal Laboral Administrativo


Doctor. Andrés Monroy

09 de octubre de 2023
Sentencia Del Consejo De Estado Sala De Lo Contencioso Administrativo Seccion Tercera

Subseccion

Consejero Ponente: Jaime Orlando Santofimio Gamboa Bogotá D.C., Primero (1) De

Febrero De Dos Mil Dieciséis (2016)

Radicación Número: 41001-23-31-000-2005-01497-01(48842)

Actor: Silvio Vasquez Villanueva Y Otros

Demandado: Departamento Administrativo De La Presidencia De La Republica Y Otros

Referencia: Acción De Reparación Directa (Apelación Sentencia)

Nota De Relatoría: Con Salvamento De Voto Del Consejero Guillermo Sánchez Luque

Temas:

Análisis convencional de la falta de legitimación en la causa por activa cuando se trata de

menores de edad- Daño antijurídico complejo cuando se trata de secuestro- Responsabilidad por

falla en el servicio de protección y seguridad de actor político- Obligaciones positivas para el

eficaz ejercicio de los derechos políticos- Medidas de reparación no pecuniarias- Exigencia de

disculpas a las FARC.

Decide la Sala de Sub-sección el recurso de apelación presentado por la parte actora

contra la sentencia de 17 de mayo de 2013, proferida por la Sala Sexta de Decisión Escritural del

Tribunal Administrativo del Huila, con la que se declaró probada la excepción de falta de

legitimación en la causa por activa respecto de Carlos Mario Vásquez Coronado, Angélica

Patricia, Claudia, Magda Yohana y July Alexandra Vásquez Cabrera, así como probada la

excepción del hecho del tercero y negar las demás pretensiones de la demanda
La demanda:

La demanda fue presentada el 2 de agosto de 2005 por Silvio Vásquez Villanueva, María

Nubia Coronado Pérez en nombre propio y en representación de sus hijos menores Silvio Daniel

Vásquez Coronado y Carlos Mario Vásquez Coronado, Lina Marcela Vásquez Pérez en nombre

propio y en representación de su hijo menor Kevin David Blanco Vásquez, Angélica Patricia,

Claudia, Magda Yohana y July Alexandra Vásquez Cabrera, por medio de apoderado

debidamente facultado y en ejercicio de la acción de reparación directa consagrada en el artículo

86 del Código Contencioso Administrativo contra la Nación – Ministerio del Interior y de

Justicia-Ministerio de Defensa y Seguridad Nacional Policía Nacional, Ejército Nacional-

Departamento Administrativo de la Presidencia de la República-Departamento Administrativo de

Seguridad –DAS- y el municipio de Suaza, para que se declarara la responsabilidad

administrativa y patrimonial de las entidades públicas demandadas “por los daños y perjuicios

patrimoniales y extrapatrimoniales producidos a los demandantes con ocasión de los hechos

acaecidos el 22 de febrero de 2002. Como consecuencia de la anterior declaración se solicitó

condenar a las mismas entidades públicas a la reparación de los perjuicios patrimoniales1 y

extrapatrimoniales2 ocasionados.

Hechos:

En hechos ocurridos el 10 de marzo de 2002, cuando el Sr. Silvio Vásquez Villanueva

fue candidato a la Cámara de Representante en las elecciones de ese periodo, en uno de sus

recorridos de campaña fue secuestrado por el grupo guerrillero de las FARC. El Sr. Villanueva

fue retenido por varios días en los cuales presentó quebrantos de salud por lo cual fue liberado.

A consecuencia de este hecho su familia pasó por varias afectaciones económicos porque el Sr.

Vásquez era el sustento de su familia.


Actuación Procesal En Primera Instancia:

El Tribunal Administrativo del Huila admitió la demanda por auto de 19 de agosto de

2005. La Procuraduría 34 Judicial Administrativa el 7 de octubre de 2005 radicó solicitud de

decreto de pruebas de pruebas a las entidades accionadas.

La Nación-Ministerio del Interior y de Justicia oportunamente contestó la demanda con

las siguientes consideraciones: (1) no constaban los hechos, ateniéndose a lo que se probara; (2)

oponiéndose a todas las pretensiones de la demanda; (3) como razones de la defensa argumentó;

(3.1) imposibilidad de prever los actos de los grupos al margen de la ley5 ; (3.2) no había

relación directa entre los hechos y la conducta omisiva del Estado6 ; (3.3) operaba el hecho del

tercero7 ; y, (4) propuso como excepciones: (4.1) inexistencia del derecho; y,(4.2) falta de

legitimidad en la causa por pasiva. A su vez también contestaron la demanda El municipio de

Suaza, Huila, El Departamento Administrativo de Seguridad –DAS, La Nación-Policía Nacional.

Sentencia De Primera Instancia:

La Sala Sexta de Decisión escritural del Tribunal Administrativo del Huila el 17 de mayo

de 2013 profirió sentencia en la que declaró probada la excepción de falta de legitimación en la

causa por activa de Carlos Mario Vásquez, Angélica Patricia, Claudia, Magda Yohana y July

Alexandra Vásquez Cabrera; declaró probada la excepción del hecho del tercero; y, negó las

pretensiones de la demanda con fundamento en los argumentos siguientes: (1) en cuanto a la

falta de legitimación en la causa por activa se sustentó en dos presupuestos: se aportaron los

registros civiles de las personas mencionadas en copia simple, y se allegaron de forma

extemporánea las copias auténticas; (2) la legitimación en la causa de la compañera permanente

de la víctima se acreditó; (3) todas las entidades públicas demandadas estaban legitimadas en la
causa ya que son las “encargadas de la política y ejecución del mantenimiento del orden público

a cuyas alteraciones se atribuye la ocurrencia del hecho dañino”; (4) valoró los recortes de prensa

siendo dicho Tribunal quien debía establecer si les confería o no eficacia; (5) valoró las pruebas

trasladadas del proceso penal pese a no haber sido coadyuvada la misma, ya que no fue

desvirtuada o tachada en su contenido; (6) desechó estudiar la imputación con base en el daño

especial; (7) dentro del análisis de la imputación concluyó: (7.1) la víctima era un candidato a la

elección para la Cámara de Representantes; (7.2) por su condición la víctima debía haber pedido

protección, más cuando conocía la situación de orden público que se afrontaba; (7.3) las

autoridades desconocían la posibilidad de comisión del secuestro en contra de la víctima; (7.4)

existía una situación de riesgo y peligro generalizado para toda la población civil; (7.5) no se

conocía de amenazas del grupo armado insurgente en contra de la víctima; y, (7.6) no encuentra

sustento la afirmación según la cual el secuestro ocurrió por la cercanía a la zona de distensión.

El Recurso De Apelación:

El 26 de junio de 2013 se presentó recurso de apelación contra la sentencia del a quo

proferida el 17 de mayo de 2013, cuyo objeto es revocar dicha providencia.

El Tribunal Administrativo del Huila por auto de 20 de agosto de 2013 concedió, en el

efecto suspensivo, el recurso de apelación presentado oportunamente por la parte actora.

Actuación En Segunda Instancia:

Este despacho al recibir el proceso lo admitió por auto de 21 de octubre de 2013. Luego,

mediante providencia de 18 de noviembre de 2013 se corrió traslado a las partes para que

presentaran los alegatos de conclusión, y al Ministerio Público para que emitiera su concepto.

Consideraciones:
1. La Corporación es competente para conocer del asunto, en razón del recurso de

apelación presentado por la parte actora, en proceso de doble instancia y de conformidad con la

prelación para fallo dispuesta por el artículo 16 de la Ley 1285 de 2009, al tratarse de un caso de

grave violación de los derechos humanos, respecto de la sentencia proferida por el Tribunal

Administrativo del Huila el 13 de mayo de 2013, mediante la que se declaró probada la falta de

legitimación en la causa de los hijos mencionados, se declaró probada la excepción del hecho del

tercero y se negaron las pretensiones de la demanda.

2. La Sala tiene en cuenta que al haber presentado solamente la parte actora el recurso de

apelación debe sujetarse a su objeto y alcance, dando continuidad a la sentencia de Sala Plena de

la Sección Tercera de 9 de febrero de 2012.

3. La Sala aborda en primer lugar ciertos aspectos procesales que deben ser resueltos

previo al análisis de fondo, advirtiendo que la falta de legitimación en la causa por activa hace

parte del objeto de apelación de la parte actora que será resuelto en este momento. Para ello la

sala estudiará y analizará de fondo este proceso con base en las pruebas aportadas.

La legitimidad de la causa allí se determina si en realidad la demandante realmente tiene

esa calidad y legitimidad para actuar dentro del proceso. Por otra parte, está la legitimación de

hecho, originada en la simple alegación de esa calidad en la demanda, como lo prevé el artículo

86 del C. C. A., la persona interesada podrá”, siendo entonces ese interés mínimo, suficiente para

accionar y para proponerlo en la instancia procesal de inicio del juicio. La legitimación material

se concreta en el evento en que se pruebe realmente la calidad de damnificado para así obtener

una sentencia favorable a las pretensiones de la demanda.


La segunda premisa tiene como fundamento constitucional que la titularidad de la

acción44 de reparación directa, siguiendo la sentencia de la Corte Constitucional T-097 de 2009,

“está en cabeza de cualquier persona, entendiéndose para tal efecto , cuestión diferente de la

legitimación en la causa por activa, en virtud de la cual quien busca la reparación de un daño

antijurídico ocasionado por cualquier autoridad pública debe tener interés directo en la

pretensión indemnizatoria, sea porque efectivamente sufrió el daño causado por la entidad

pública, sea porque obtuvo los derechos para esgrimirlos en juicio por razones sucesora les o de

negociación por acto entre vivos.

La Sala al no encontrar reunidos alguno de los supuestos de excepción dará valor

probatorio a las pruebas trasladadas desde el proceso penal ordinario, apreciando aquellas que no

cumplan con los criterios señalados como indicios, especialmente aquellos que establecen las

circunstancias de tiempo, modo y lugar en que fue secuestrado y sometido a tratamientos crueles

e inhumanos SILVIO VÁSQUEZ VILLANUEVA, ya que pueden ser útiles, pertinentes y

conducentes para determinar la vulneración de derechos humanos y las violaciones al derecho

internacional humanitario o a otras normas convencionales que habrá que establecer con

posterioridad, y para lo que es necesario tener en cuenta como indicio lo contenido en las

mencionadas declaraciones, dando prevalencia a lo sustancial por sobre el excesivo rigorismo

procesal. Con fundamento en lo anterior, la Sala como juez de convencionalidad y contencioso

administrativo tendrá, valorara y apreciará los medios probatorios documentos, testimonios,

indagatorias siempre que contrastadas con los demás medios probatorios permitan consolidar o

confirmar como necesarios indicios comprendidos en las mismas.

La ocurrencia de un hecho como el secuestro de una persona, y su sometimiento a tratos

crueles e inhumanos durante su cautiverio debe analizarse a partir de unas reglas y principios
convencionales como el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949 establece como

obligación convencional modular el trato con humanidad a toda persona que no participe

directamente en un conflicto armado no internacional o interno; dicho mandato impone como

prohibiciones plenas en todo tiempo y lugar atentar contra las personas sometiéndolas a tratos

crueles y suplicios, o siendo objeto de una toma de rehenes, o atentando contra la dignidad

humana con tratos degradantes o humillantes; tampoco se debe permitir, ni se debe procurar

empelar a las personas que son objeto de un secuestro para proteger zonas de despliegue de

operaciones militares, o para justificar las mismas, o para limitar el accionar del Estado

,constituyen garantías fundamentales de las personas que no participan en un conflicto armado,

el respeto a su persona, su honor, sus convicciones y sus prácticas religiosas” , trato con

humanidad en toda circunstancia se prohíbe atentar contra la vida, la integridad mental, someter

a tratos crueles ,se prohíbe atentar contra la dignidad humana con tratos humillantes y

degradantes; y, todo miembro de la población civil debe gozar de “protección general contra los

peligros procedentes de operaciones militares”, por lo que no podrán ser objeto de ataque o de

amenaza dichas garantías están en cabeza del Estado como obligado principal como legitimado

en todo sistema democrático.

Al estar el estado como principal legitimado es lo que con lleva a los presupuestos para

encuadrar la responsabilidad por falla en el servicio de protección.

¿Se Trata De Un Acto De Lesa Humanidad?:

Son aquellos actos ominosos que niegan la existencia y vigencia imperativa de los

Derechos Humanos en la sociedad al atentar contra la dignidad humana por medio de acciones

que llevan a la degradación de la condición de las personas, generando así no sólo una afectación
a quienes físicamente han padecido tales actos, sino que agrediendo a la conciencia de toda la

humanidad.

La Sala encuentra que efectivamente se trata de un acto de lesa humanidad porque la

acción violenta desplegada involucra a alguien de la población civil tratándose especialmente de

un político, en ese caso el Estado a través de sus autoridades de seguridad tenían el DEBER de

garantizar la protección y la eficacia a los derechos de la libertad, la vida y los políticos.

Además, que el territorio (Huila) se encontraba muy involucrado en el conflicto armado y

era una zona de constante riesgo para la población civil

Derecho A La Seguridad Personal De Ciertos Actores Sociales:

El principio democrático que garantiza la tutela del derecho a la seguridad personal se ha

expandido en campos sociales, de manera que se incluye a todos los individuos de manera

general sin distinción alguna, por ende, pueden solicitar a las autoridades medidas específicas de

protección según la condición en la que se encuentre la persona.

Daño Antijuridico En El Caso Concreto:

Respecto al caso de Silvio, estamos frente a un secuestro que genera múltiples

violaciones a derechos fundamentales (vida, libertad, derechos políticos) y amenazas constantes

a su integridad personal, además que únicamente se trata de él, sino sus familiares también tienen

la angustia de perderlo, generando la particularidad de no tener el DEBER de soportar ese daño

antijuridico, característica principal para poder imputar daño antijuridico al Estado.


Además, la Sala también acota al juicio de imputación de responsabilidad al Estado, que

consiste en demostrar el daño antijuridico, en sí es atribuible fácticamente al Estado, y por último

tres factores: peligro, amenaza y daño.

Por ende, si hablamos en este caso de una posible falla del servicio debemos estar frente a

una sustentada vulneración de los deberes normativos, aquellos que como Estado están en la

obligación de realizar una tutela (protección) eficaz a derechos, bienes y principios que desde

1991 la noción de Estado Social de Derecho ha inculcado en el ordenamiento jurídico.

 El Estado tiene la responsabilidad de proteger a las víctimas y puede ser culpable por falta

de protección.

 Los grupos armados organizados también gozan de protección en principio, pero el Estado

debe garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

 Es importante proteger las expresiones, concepciones e ideologías durante situaciones de

conflicto armado.

 El Estado debe adoptar medidas de seguridad y protección para evitar daños causados por

terceros en situaciones de conflicto armado.

 El Estado puede ser responsable por no adoptar medidas de seguridad y protección, incluso

si un grupo de armado también tuvo participación en el daño.

 El Estado debe evaluar su responsabilidad en función de las circunstancias específicas del

caso.

 El Estado debe adoptar todas las medidas necesarias para proteger a las personas que

ejercen actividades políticas durante un conflicto armado.

 Se presentaron pruebas que corroboran las amenazas y el peligro al que estaba expuesto el

actor político Silvio Vásquez Villanueva.


 A pesar de la falta de pruebas, las autoridades determinaron que la víctima no había

solicitado protección ni informado de amenazas antes de su secuestro.

 El Estado es responsable por la omisión en la protección de la seguridad personal de

Vásquez.

 El Estado tenía la obligación de tomar medidas razonables para prevenir acciones armadas

y violentas por parte de los grupos armados.

 La responsabilidad del Estado se basa en su posición de garantía y en su deber de proteger

los derechos humanos.

 Si el Estado no actúa para prevenir violaciones de derechos humanos cometidas por actores

no estatales, puede ser considerado responsable.

 El Estado debe asegurarse de que los actos de grupos insurgentes sean procesados.

 El tribunal considera a varias entidades públicas responsables por los daños causados por

el secuestro y maltrato de la víctima.

 El tribunal también considera el reconocimiento y liquidación de daños no materiales,

como los daños morales, sufridos por la víctima y su familia.

 Para probar los perjuicios morales, es necesario demostrar su causa dentro del proceso.

Se aborda la responsabilidad del Estado en la protección de las víctimas y la imputación de

culpa en casos de falta de protección. Se mencionan diferentes precedentes judiciales que

establecen que el Estado tiene la obligación de proteger a las personas, incluso sin que estas lo

soliciten formalmente. También se destaca la importancia de proteger los derechos políticos de las

personas durante un conflicto armado interno. Se analiza un caso específico de secuestro y se

argumenta que el Estado es responsable por no haber adoptado medidas de seguridad y protección.

Se menciona la obligación del Estado de prevenir y evitar actos dañinos por parte de terceros en
situaciones de conflicto armado. Además, se discute la responsabilidad del Estado en la

indemnización de los daños causados por el secuestro y maltrato de la víctima.

Además, se destaca la importancia de proteger los derechos políticos de las personas

durante un conflicto armado interno. El Estado debe adoptar todas las medidas necesarias para

proteger a las personas que ejercen actividades políticas durante un conflicto armado. En el caso

específico analizado, se presentan pruebas que corroboran las amenazas y el peligro al que estaba

expuesto el actor político Silvio Vásquez Villanueva. Sin embargo, a pesar de la falta de pruebas,

las autoridades determinaron que la víctima no había solicitado protección ni informado de

amenazas antes de su secuestro.

El tribunal argumenta que el Estado es responsable por la omisión en la protección de la

seguridad personal de Vásquez. El Estado tenía la obligación de tomar medidas razonables para

prevenir acciones armadas y violentas por parte de los grupos armados. La responsabilidad del

Estado se basa en su posición de garantía y en su deber de proteger los derechos humanos. Si el

Estado no actúa para prevenir violaciones de derechos humanos cometidas por actores no estatales,

puede ser considerado responsable.

El tribunal considera a varias entidades públicas responsables por los daños causados por

el secuestro y maltrato de la víctima. Además, se discute la responsabilidad del Estado en la

indemnización de los daños causados por el secuestro y maltrato de la víctima. El tribunal también

considera el reconocimiento y liquidación de daños no materiales, como los daños morales,

sufridos por la víctima y su familia.


La sentencia analizada presenta varios aspectos relevantes en relación a la responsabilidad

del Estado en la protección de las víctimas durante situaciones de conflicto armado.

La sentencia analizada presenta varios aspectos relevantes en relación a la

responsabilidad del Estado en la protección de las víctimas durante situaciones de conflicto

armado.

En primer lugar, se destaca la obligación del Estado de proteger a las personas, incluso

sin que estas lo soliciten formalmente. Esto se basa en la posición de garantía del Estado y en su

deber de proteger los derechos humanos. Esta responsabilidad implica que el Estado debe

adoptar medidas de seguridad y protección para evitar daños causados por terceros en situaciones

de conflicto armado.

En el caso específico analizado, se argumenta que el Estado es responsable por la omisión

en la protección de la seguridad personal de la víctima, Silvio Vásquez Villanueva. A pesar de la

falta de pruebas de que la víctima haya solicitado protección o informado de amenazas antes de

su secuestro, se considera que el Estado tenía conocimiento de la actividad política que realizaba

la víctima y, por lo tanto, debía adoptar medidas de protección.

El tribunal también considera relevante la situación contextual en la que ocurrió el

secuestro. Se menciona la evidente ausencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad en la zona

donde se desplazó la víctima, lo cual constituye una renuncia al ejercicio soberano del poder por

parte del Estado. Esta ausencia de fuerza pública y la limitación probatoria de las autoridades

policiales y de inteligencia a la exigencia de solicitud de protección o de afirmación de amenazas

por parte de la víctima son considerados como elementos que contribuyen a la responsabilidad

del Estado.
En cuanto a las consecuencias de la responsabilidad del Estado, se menciona la

indemnización de los daños causados por el secuestro y maltrato de la víctima. Se reconoce la

existencia de daños no materiales, como los daños morales, sufridos por la víctima y su familia,

y se establece la obligación del Estado de reconocer y liquidar estos daños.

La sentencia de la Sala Plena de la Sección Tercera de 23 de agosto de 2012, sostiene

claramente que el “Juez Contencioso al momento de decidir se encuentra en la obligación de

hacer explícitos los razonamientos que lo llevan a tomar dicha decisión, en el entendido que la

ausencia de tales argumentaciones conlleva una violación al derecho fundamental del debido

proceso”

Los anteriores medios probatorios permiten concluir a la Sala que se acreditó como

situación material el hecho que María Nubia Coronado Pérez para la época de los hechos, 22 de

febrero de 2002, era su compañera permanente, no así la unión marital de hecho como situación

jurídica para la que se exigen otros medios probatorios, por lo que será reconocida su condición

de compañera, demostrándose con la prueba testimonial la relación de cercanía, afecto, apego y

sentimental que existía entre Coronado Pérez y la víctima SILVIO VÁSQUEZ

VILLANUEVA, como compañera permanente a quien se ubicará en el primer nivel con base en

las reglas convencionales y constitucionales de reparación consagrados en los artículos 63.1 de la

Convención Americana de Derechos Humanos y en el artículo 90 de la Constitución

Política . “De manera excepcional la Subsección dada la gravedad, el impacto social y la

trascendencia aumentará hasta el 100% la condena por el concepto de perjuicios inmateriales, en

la modalidad de daños morales, y para este caso específico en atención a las vulneraciones a los

derechos humanos y al derecho internacional humanitario constatadas.” Como se señaló la Sala

en la parte argumentativa de esta providencia y con base en los anteriores medios probatorios, se
puede constatar que los daños antijurídicos producidos a la víctima a sus familiares hacen derivar

serias vulneraciones a sus derechos humanos a la vida, integridad persona y moral, a la familia y

a la dignidad humana exige la garantía mínima de indemnidad en la esfera de los perjuicios

morales por razón de los derechos convencionales y constitucionales vulnerados a un sujeto de

especial protección como la víctima268, que se traduce en la esfera de sus familiares la forma

atroz, violenta y de total desprecio por la dignidad humana de estos y de la víctima, por lo que

habrá lugar a incrementar la liquidación de los perjuicios morales hasta el doble, sin perjuicio de

haber sido apelada sólo por la parte actora y no ser esto uno de los objetos de la apelación.

Lo anterior encuadra en el segundo supuesto de la sentencia de la Sala Plena de la

Sección Tercera de 9 de febrero de 2012, expediente 21060269 , según el cual cuando se trata de

cumplir los compromisos derivados de tratados internacionales de protección de los derechos

humanos y del derecho internacional humanitario no procede la restricción derivada de la no

reformatio in pejus.

En el moderno derecho administrativo, y en la construcción de la responsabilidad

extracontractual del Estado lo relevante es la víctima y no la actividad del Estado, ya que prima

la tutela de la dignidad humana, el respeto de los derechos constitucionalmente reconocidos, y de

los derechos humanos. Su fundamento se encuentra en la interpretación sistemática del

preámbulo, de los artículos 1, 2, 4, 13 a 29, 90, 93 y 229 de la Carta Política, y en el ejercicio de

un control de convencionalidad de las normas, que por virtud del bloque ampliado de

constitucionalidad, exige del juez contencioso observar y sustentar el juicio de responsabilidad

en los instrumentos jurídicos internacionales de protección de los derechos humanos y del

derecho internacional humanitario, bien sea que se encuentren incorporados por ley al

ordenamiento jurídico nacional, o que su aplicación proceda con efecto directo atendiendo a su
carácter de “ius cogens”. Esta visión, en la que el ordenamiento jurídico colombiano está en el

camino de consolidarse, responde al respeto de la cláusula del Estado Social y Democrático de

Derecho y al principio “pro homine” , que tanto se promueve en los sistemas internacionales de

protección de los derechos humanos.

En el marco del Estado Social de Derecho, debe comprenderse que la reparación es un derecho

que tiene en su contenido no sólo el resarcimiento económico, sino que debe procurar dejar

indemne a la víctima, especialmente cuando se trata del restablecimiento de la afectación de los

derechos o bienes jurídicos afectados con ocasión del daño antijurídico y su materialización en

perjuicios. A lo que se agrega que las «medidas de reparación integral operarán teniendo en

cuenta la relevancia del caso y la gravedad de los hechos, todo con el propósito de reconocer la

dignidad de las víctimas, reprobar las violaciones a los derechos humanos y concretar la garantía

de verdad, justicia, reparación, no repetición y las demás definidas por el derecho internacional.

Costas

Finalmente, toda vez que para el momento en que se profiere este fallo, el artículo 55 de

la Ley 446 de 1998 indica que sólo hay lugar a la imposición de costas cuando alguna de las

partes haya actuado temerariamente y, en el sub lite, ninguna procedió de esa forma, no habrá

lugar a imponerlas. En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso

Administrativo, Sección Tercera, administrando justicia en nombre de la República y por

autoridad de la ley,

Falla

PRIMERO. REVOCAR la sentencia de 17 de mayo de 2013 proferida por el Tribunal

Administrativo del Huila.


SEGUNDO. DECLARAR la responsabilidad administrativa y patrimonial de la NACIÓN-

MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL-EJÉRCITO NACIONALPOLICÍA NACIONAL-

UNIDAD NACIONAL DE PROTECCIÓN por los daños antijurídicos ocasionados a SILVIO

VÁSQUEZ VILLANUEVA como consecuencia del secuestro y sometimiento a tratos crueles e

inhumanos a los que fue sometido

TERCERO. CONDENAR a la NACIÓN-MINISTERIO DE DEFENSA

NACIONALEJÉRCITO a pagar por concepto de perjuicios inmateriales, en la modalidad de

perjuicios morales

CUARTO. CONDENAR a la NACIÓN-MINISTERIO DE DEFENSA NACIONALEJÉRCITO

por concepto de perjuicios inmateriales, en la modalidad de afectación relevante a bienes y

derechos convencional y constitucionalmente amparados, con base en la parte motiva de esta

providencia.

1. La presente sentencia hace parte de la reparación integral

2. , la difusión y publicación de la misma por todos los medios de comunicación,

electrónicos, documentales, redes sociales y páginas web, tanto de su parte motiva, como

de su resolutiva, por un período ininterrumpido de un (1) año, contado a partir de la

ejecutoria de la presente sentencia.

3. para investigar a la organización o grupo armado insurgente FARC y a sus máximos

responsables: LUCIANO MARÍN ARANGO [alias Iván Márquez], JESÚS EMILIO

CARVAJALINO [alias Andrés París], MILTÓN DE JESÚS TONCEL REDONDO [alias

Joaquín Gómez], JOSÉ BENITO CABRERA [alias Fabián Ramírez], JUVENAL

OVIDIO RICARDO PALMERA [alias Simón Trinidad], LUIS ALBERTO ALBAN

URBANO [alias Marcos Calarcá] y RODRIGO LONDOÑO ECHEVERRY [alias


Timochenko], por las presuntas violaciones de derechos humanos y de derecho

internacional humanitario cometidas contra SILVIO VÁSQUEZ VILLANUEVA, y

consistentes en: a) violación de la dignidad humana, b) violación de los derechos a la vida

e integridad personal y moral, c) violación del derecho a la libertad y a libre circulación,

d) violación al libre desarrollo de la personalidad, e) violación a los derechos políticos, f)

violaciones de las normas de los Convenios de Ginebra de 1949 y al Protocolo II a lo

Convenios de 1977, g) a las normas convencionales de protección de los actores políticos

en el marco de conflictos no internacionales.

4. con el fin de que abra las investigaciones disciplinarias por los hechos ocurridos el 22 de

febrero de 2002, y se lleven hasta sus últimas consecuencias, revelando su avance en un

período no superior a noventa [90] días por comunicación dirigida a esta Corporación, al

Tribunal Administrativo del Huila, a los familiares de la víctima y a los medios de

comunicación de circulación local y nacional, y publicarlo en su página web las

decisiones que se adopten una vez notificadas por un período de un (1) año.

5. SILVIO VÁSQUEZ VILLANUEVA y sus son reconocidos como víctimas del conflicto

armado, razón por la que se solicita a las instancias gubernamentales competentes

incorporarlas y surtir los procedimientos consagrados en la ley 1448 de 2011.

6. Se exhorta para que en el término, improrrogable, de treinta (30) días la Defensoría del

Pueblo informe de las investigaciones por la violación del derecho internacional

humanitario y de los derechos humanos que se hayan adelantado por los hechos.

7. (i) del Relator Especial para la protección de los actores políticos, para que se incorpore

la información que comprende esta providencia; (ii) a la Alta Comisionada de las

Naciones Unidas para los Derechos Humanos para que en su informe del país tenga en
cuenta esta decisión judicial; y, (iii) a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

para que en su próximo informe tenga en cuenta esta sentencia.

8. En el acto público de disculpas se debe reconocer los errores, debilidades y se ofrezca

como mensaje el compromiso del Estado por proteger el principio democrático y los

derechos políticos como mínimo sustancial en el Estado Social de Derecho.

9. Se EXHORTA respetuosamente al Presidente de la República como jefe de Estado y

suprema autoridad administrativa, y por virtud de la colaboración armónica entre las

ramas del poder pública consagrada en el artículo 113 de la Carta Política, así como

cabeza de las negociaciones de paz de la Habana, para que por conducto de la delegación

del Estado se transmita a la organización o grupo armado insurgente FARC y a sus

máximos dirigentes, la necesidad de ofrecer disculpas públicas y explicar a toda la

comunidad nacional los hechos constitutivos del secuestro y sometimiento a tratos

crueles e inhumanos al actor político SILVIO VÁSQUEZ VILLANUEVA, en acto a

realizar máximo en dos [2] meses contados desde la fecha de esta providencia.

10. ) De todo lo ordenado, las entidades demandadas deberán entregar al Tribunal de origen y

a este despacho informes del cumplimiento dentro del año siguiente a la ejecutoria de la

sentencia, con una periodicidad de treinta [30] días calendario y por escrito.

QUINTO. CONDENAR a la NACIÓN-MINISTERIO DE DEFENSA

NACIONALEJÉRCITO por concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de lucro

cesante consolidado a favor de SILVIO VÁSQUEZ VILLANUEVA a indemnizar la suma de

QUINCE MILLONES SEISCIENTOS NUEVE MIL TRESCIENTOS TREINTA Y UN

PESOS [$15.609.331.oo]
SEXTO. EXIMIR de responsabilidad patrimonial y administrativa al DEPARTAMENTO

ADMINISTRATIVO DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA y al MINISTERIO DEL

INTERIOR Y DE JUSTICIA con base en la argumentación de la parte motiva de esta

providencia.

SÉPTIMO. DENEGAR las demás pretensiones de la demanda.

OCTAVO. Para el cumplimiento de esta sentencia expídanse copias con destino a las partes,

con las precisiones del art. 115 del Código de Procedimiento Civil y con observancia de lo

preceptuado en el art. 37 del Decreto 359 de 22 de febrero de 1995. Las copias destinadas a

la parte actora serán entregadas al apoderado judicial que ha venido actuando.

NOVENO. ABSTENERSE de condenar en costas a la demandada.

DÉCIMO. Ejecutoriada esta providencia, DEVUÉLVASE inmediatamente el expediente al

Tribunal de origen”
Referencias

Consejo De Estado Sala De Lo Contencioso Administrativo Seccion Tercera Subseccion

C (2016) Sentencia de radicado Número 41001-23-31-000-2005-01497-01(48842) Consejero

Ponente Jaime Orlando Santofimio Gamboa.

https://jurinfo.jep.gov.co/normograma/compilacion/docs/41001-23-31-000-2005-01497-

01(48842).htm

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