Svampa y Viale (2020) Por Un Pacto Ecosocial y Económico

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Roflexiones finales

Por un pacto ecosocial y econ6mico

Vivim()s una 6poca marcada por una narrativa dist6pica glo-


bal, poblada de relatos apocalipticos e imagenes colapsistas que mos en-
vuelven y atrapan, nos confrontan a la posibilidad de una temida auto-
destrucci6n al tiempo que potencian la paralisis de nuestra imaginaci6n.
Las nuevas y modernas "teorfas sobre el fin del mundo", multiplicadas de
manera exponencial por las series de televisi6n y el cine catastrofe, tie-
nen un origen en cuantiosas investigaciones cientfficas que nos advierten
de la inminencia del desastre.
Esta vivencia social ante el colapso ecol6gico convive, sin embargo,
con la difusi6n de nuevas experiencias colectivas ligadas a la resiliencia y
la sostenibilidad de la vida, llevadas a cabo por organizaciones y grupos
de mujeres y hombres que apuestan por otros sistemas sociales y otros
modos de relacionarse con la naturaleza. Experiencias de autogesti6n y
autoorganizaci6n como la agroecologfa, la economfa social solidaria, las
comunidades de transici6n basadas en energias renovables, entre otras,
se van difundiendo a nivel local y marcan la importancia de las "utopfas
concretas" y las prfcticas prefigurativas que anticipan la nueva sociedad.
En sintesis: habitamos un mundo en el que coexisten distopias glo-
bales que obturan nuestra imaginaci6n politica y utopfas concretas a
nivel local con cierta capacidad de irradiaci6n, pero con dificultades
para traducirse en un proyecto politico de alcance global. Peor atin, la
desconexi6n entre lo global y lo local fuerza al imaginario politico a una
decisi6n poco saludable: pensar que en lo global todo esti perdido y que
lo tinico que queda, segrin el c6lebre consejo de Voltaire, es "cultivar
nuestro propiojardin".
La cuesti6n del desacoplamiento de las escalas genera un contraste y
el efecto de desamparo es mayor: aunque valiosas e imprescindibles, las
utopfas concretas y las experiencias de reexistencia tienen un alcance
limitado, ademas de ser fragiles y vulnerables; en todo caso, son insu-
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ficientes para cubrir la brecha entre las escalas macro y micro. Si bien Todo esto no constituye una novedad, pero sf nos lleva a reflexionar
funcionan en estos tiempos de colapso ecol6gico como un "principio sobre las salidas que han tenido otras crisis globales. En esa lfnea, el ante-
esperanza" (Bloch, 2004), no podemos dejar de preguntarnos si no es cedente mas reciente, si bien tuvo caracterfsticas diferentes, es la crisis de
posible, e incluso necesario, dar un paso mas y asumir el riesgo de pen- 2008. Causada por la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos, la crisis
sar la conexi6n de las agendas en las distintas escalas -global, regional, fue de orden financiero y se traslad6 a otras partes del mundo para con-
nacional, local- para contrarrestar la desmesura y el alcance desespe- vertirse en una convulsi6n econ6mica de proporciones globales. Salvo
ranzador y planetario d€ la distopfa. Ante el terricidio inminente, €solo excepciones, los gobiernos organizaron salvatajes de grandes corpora-
nos queda renunciar a pensar en clave global y dedicarnos a lo local ciones financieras, incluyendo a sus ejecutivos, quienes salieron de ese
exclusivamente? €No es posible acaso, como se ha propuesto en algunos trance mas ricos que nunca.
parses y desde diferentes corrientes del pensamiento critico, elaborar y Asf, en terminos sociales y a escala mundial, 1a reconfiguraci6n pos-
poner en practica un gran pacto ecosocial y econ6mico? €Qu€ posibili- terior a 2008 fue regresiva y todavia sufrimos sus consecuencias. Suele
dad tenemos de modificar la agenda a nivel nacional? €Con qu6 actores decirse que la economfa volvi6 a recuperarse, pero el 1% de los mas
y desde qu6 entramados sociales y politicos podria avanzarse en una ricos peg6 un salto y la brecha de la desigualdad creci6. Recordemos la
transici6njusta? emergencia del movimiento Occupy Wall Street, en 2011, cuyo lema era
``Somos el 99%", o el Movimiento de los Indignados en Espafia. Millones

de personas en el mundo perdieron sus casas y quedaron sobreendeu-


2 dadas y sin empleo; la desigualdad se profundiz6; los planes de ajuste y
la desinversi6n en salud y educaci6n se expandieron, algo que ilustra de
La pandemia del coronavirus, declarada en marzo de 2020, mos colo- manera dramatica un pars como Grecia, pero que se extiende a paises
c6 en una encrucijada civilizatoria. Mostr6 el fracaso de un modelo como ltalia, Espafia e incluso a Francia. En visperas del Foro de Davos,
de globalizaci6n consolidado en los tiltimos treinta afros, al calor de la en enero de 2020, un informe de Oxfam consignaba que solo "2153 mil-
Organizaci6n Mundial del Comercio y la apertura indiscriminada de los millonarios que hay en el mundo poseen mss riqueza que 4600 millones
mercados. Por un lado, puso al desnudo y potenci6 las desigualdades so- de personas (un 6097o de la poblaci6n mundial)".206 En t6rminos politicos
ciales, econ6micas y 6tnicas, haci€ndolas mas insoportables que nunca. globales, la crisis produjo enormes movimientos tect6nicos, que reflejan
Tal como sefiala el economista Thomas Piketty, los actuales niveles de una regresi6n, ilustrada por la emergencia de nuevos partidos y lideraz-
concentraci6n de la riqueza son equivalentes a aquellos de fines del siglo gos autoritarios en todo el mundo: una derecha reaccionaria, de corte
XIX, cuando no existfa un Estado regulador y solo el mercado era el negacionista y xen6foba, que incluye desde el Tea Party hasta Donald
ordenador de las relaciones sociales. Por el otro, 1a pandemia evidenci6 Trump, desde lair Bolsonaro hasta Scott Morrison, desde Matteo Salvini
tambi6n un retroceso social que abarca el sistema de salud (debilitado hasta Boris]ohnson, entre otros.
y privatizado),1a producci6n de alimentos y la degradaci6n del habitat Por otro lado, si hasta hace pocos arios se consideraba que America
urbano, sobre todo en relaci6n con los sectores mas vulnerables. Latina se hallaba a contramano del proceso de radicalizaci6n en clave de-
Pero, como ya dijimos, la pandemia tiene tambi€n origenes socioam- rechista, hay que decir que, en los tiltimos tiempos, nuevos vientos ideo-
bientales, aunque se tienda a invisibilizarlos. Como indican numero- 16gicos recorren la regi6n, sobre todo luego de la elecci6n de Bolsonaro
sos estudios, virus como el del 6bola, 1a gripe aviar y porcina, el SARS, como presidente de Brasil y del golpe de Estado en Bolivia. A esto hay
encuentran mtiltiples causas ambientales, entre ellas la deforestaci6n que ariadir que, si bien sobrevivi6 en pleno consenso de los co77a7„ocZ¢£3.e5 a
indiscriminada, el trafico de animales silvestres y la crfa de animales a la crisis econ6mica y financiera de 2008, gracias al alto precio de las rna-
gran escala. Todas estas variables oflcian como caldo de cultivo de los
llamados "virus zoon6ticos", que saltan de los animales a los humanos y
poseen un alto grado de contagiosidad. El covid-19 no es, seguramente, 206 V6ase "Los milmHlonarios del mundo poseen mss riqueza que 4600 millones
una excepci6n. de personas", 20 de enero de 2020, disponible en <www.oxfam.org>.
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terias primas y la exportaci6n a gran escala, America Latina poco logr6 activ6 el "principio esperanza" en clave mayor. En esta lfnea comenza-
conservar de aquel perfodo de neoextractivismo de vacas gordas. En la ron a circular diferentes propuestas globales y nacionales, que en el Sur
actualidad, contintia siendo la regi6n mas desigual del mundo, donde se adoptaron el nombre de Pactos Ecosociales y Econ6micos y en el Norte,
registra un mayor proceso de concentraci6n y acaparamiento de tierras Green New Deal. Lo central es que no se trata exclusivamente de pro-
(gracias a la creciente expansi6n de la frontera agropecuaria), ademas puestas ``verdes", sino de agendas integrales que articulan justicia social
de ser la zona mas peligrosa para activistas ambientales y defensores de conjusticia ecol6gica, etnica y de g6nero.
derechos humanos (60% de los asesinatos de estos activistas, cometidos "Green New Deal" (CND) puede resultar una expresi6n poco cono-
en 2016 y 2017, ocurrieron en America Latina), y por si faltaba poco, la cida en nuestras latitudes, debido a la falta de una relaci6n hist6rica
regi6n mis insegura para las mujeres vfctimas de femicidio y violencia con el concepto, ya que ni en la Argentina ni en America Latina he-
de genero. mos tenido un New Deal ni tampoco un Plan Marshall. Repasemos: el
Asi, la resoluci6n de la crisis de 2008 y sus efectos negativos se hacen
sentir hoy con claridad. Una salida de este tipo, que acentu6 la concen- :ney.P::1.fsu,ereu|::oen:u|::oEi:a:::g:anTda;sypporro::cpt::spdu.e:i:sFer:nT|ai:c::
traci6n de la riqueza y el neoliberalismo depredador, debe funcionar Roosevelt para superar los estragos econ6micos causados por la Gran
como un contraejemplo eficaz y convincente para apelar a propuestas Depresi6n. EI Plan Marshall fue el plan de reconstrucci6n de Europa
innovadoras y democraticas que apunten a la igualdad y la solidaridad. luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, entre 1948 y 1952, con
Al mismo tiempo, deberia hacernos reflexionar acerca de que, incluso ayuda estadounidense.
aquellos parses del Sur que sortearon la crisis y aprovecharon la rentabili- En nuestro pats, lo mas parecido a esto fue el Plan Quinquenal del pri-
dad extraordinaria que les proveia la exportaci6n de las materias primas, mer gobierno peronista, que tuvo un objetivo nacionalista y redistribucio-
utilizando las recetas del neoextractivismo, tampoco funcionaron ni pue- nista. Sin embargo, la Argentina de ese momento no venia del desastre:
den presentarse como la encarnaci6n de un modelo positivo. ten fa superavit fiscal y los precios de las exportaciones de cereales eran
La pandemia del covid-19 nos instal6 frente a nuevos dilemas politicos altos. Era un pars beneficiado econ6micamente por la guerra europea, lo
y 6ticos, plante6 la necesidad de repensar la crisis econ6mica y climati- que le habia dado al gobierno peronista una oportunidad para generar
ca desde un nuevo fngulo, tanto en t€rminos multiescalares (global/ condiciones de cierta autonomia relativa, orientando su polftica de redis-
nacional/local) , como geopolfticos (relaci6n Norte/Sur bajo un nuevo tribuci6n hacia los sectores del asalariado urbano. En 1973, durante su
multilateralismo) . Podrfamos formular el dilema de la siguiente manera: breve tercer gobierno, ]uan D. Per6n present6 tambi6n el Plan Trienal
o nos dirigimos hacia una globalizaci6n neoliberal mss autoritaria, en el para la Reconstrucci6n y la Liberaci6n Nacional,207 que buscaba estimu-
marco de un "capitalismo del caos", que sin duda favorecera la expan- lar el crecimiento econ6mico aut6nomo, incrementar la participaci6n
si6n de las derechas fascistas, o bien, sin caer en una visi6n ingenua ni del sector productivo nacional (especialmente la industria) , abrir nuevos
lineal, la crisis puede abrir paso a la construcci6n de una globalizaci6n mercados para exportar, con especial 6nfasis en los parses comunistas de
mss democratica, ligada al paradigma del cuidado, por la via de la imple- Europa Oriental, y elevar la calidad de vida mejorando la distribuci6n del
mentaci6n y el reconocimiento de la solidaridad y la interdependencia ingreso. El mecanismo previsto para avanzar en esos objetivos era pro-
como lazos sociales e internacionales, y de politicas ptiblicas orientadas ducir ajustes salariales por encima del incremento de los precios, con-
a un gran pacto ecosocial y econ6mico que aborde conjuntamente la trolando estos tiltimos a traves del pacto social. Tambi6n se reformaba la
justicia social y ambiental. legislaci6n impositiva y la financiera, a fin de facilitar la orientaci6n del
credito hacia los sectores de inter6s nacional. Todo esto de la mano de un
gran y amplio control estatal en la economia y en el proceso productivo,
3

Con todo lo horroroso que trajo, la crisis abri6 un portal desde el cual 207 Plan Trienal para la Peconstrucci6n y la Liberaci6n Nacional (1973), Poder
se torn6 posible aquello que hace poco tiempo se consideraba inviable, Ejecutivo Nacional, Presidencia de la Naci6n.

1
266 El colapso ecol6glco ya lleg6
Beflexiones finales 267

que incluia la protecci6n del ambiente y los recursos naturales. Las cir- ca para afrontar la crisis climatica. Para Klein, el CND no es simplemente
cunstancias polfticas y econ6micas del pars (y del mundo) dificultaron la
una politica aislada enfocada a reducir drasticamente las emisiones de
puesta en marcha del plan, y luego de la muerte de Per6n la crisis se agra- carbono, como lo serfa un impuesto o una fijaci6n de lfmites maximos
varia, para terminar en el peor golpe civico-militar de nuestra historia.
e intercambio de derechos de emisi6n. Su objetivo maximo es integral,
EI CND, por su parte, tuvo un origen reformista-conservador, asociado
pues pretende transformar la economia y hacerla mas equitativa, ademfs
a ciertos sectores partidarios de la economfa verde. Surgi6 entre 2007 y
de luchar contra la pobreza, contra el racismo y contra todas las mani-
2008, en Europa, en el marco del Plan 20-20-20 (2097o de reducci6n de
festaciones de desigualdad y marginaci6n (elementos de los que carecfa
emisiones GEI y 2097o de energfas renovables para 2020), que buscaba -diferencias epocales aparte- el New Deal de Roosevelt) . Precisamente,
ubicar a la Uni6n Europea a la vanguardia para afrontar el cambio cli-
para reducir las emisiones de GEI, se requeriran transformaciones en
matico. Asi, aparecfa mas ligado al Programa de las Naciones Unidas
nuestro modo de vida urbano, nuestros medios de desplazamiento, estra-
para el Medio Ambiente (2009) , diseriado en la Conferencia de Rio+20 tegias para cultivar alimentos y obtener energfa.
en,torno a la economia verde, cuyos limites ya hemos sefialado, pues
Asimismo,Jeremy Rifkin, a quien ya hemos citado, public6 en 2019 EJ
se trata de un modelo de modernizaci6n ecol6gica que profundiza la
Green Now Deal gJobczJ. Alli plantea que es el momento de lanzar un gi-
mercantilizaci6n en nombre de una economia limpia. EI Partido Verde
gantesco plan que permita modernizar la infraestructura, desde la red de
aleman y otros partidos verdes europeos lo adoptaron entonces como
energfa hasta los edificios y la producci6n electrica, para descarbonizar la
plataforma polftica. sociedad y crear millones de empleos durante treinta arios. Para Rifkin,
Sin embargo, en febrero de 2019 fue Alexandria Ocasio Cortez, la es-
el CND implica transformar las estructuras de la Segunda Revoluci6n
trella ascendente de la polftica dem6crata estadounidense, quien logr6
Industrial, basadas en los combustibles fosiles, para ingresar a la Tercera
darle una vuelta de tuerca radical al CND. En efecto, propuso una trans-
Revoluci6n Industrial, basada en el carbono cero (naturaleza verde y
formaci6n profunda del sistema econ6mico a traves de la reducci6n dras-
emisiones cero) (2019a: 33). Por supuesto que Rifkin es asimismo un
tica de las emisiones de gases de efecto invernadero, la renovaci6n de las
fervoroso partidario de la desinversi6n en combustibles fosiles.
infraestructuras, la apuesta por la eficiencia energetica y la promoci6n
Tambi€n desde Europa llegan propuestas que propugnan un cambio
de medidas para reducir la dcsigualdad econ6mica y social en los Estados
radical. En los Parses Bajos, decenas de intelectuales y cientfficos suscri-
Unidos. El programa, presentado como resoluci6n en el Congreso de
bieron un manifiesto en el que demandan que las autoridades aprove-
ese pars, aspira a una movilizaci6n de recursos sin precedentes desde
chen esta situaci6n excepcional para modificar las matrices de gobierno
la Segunda Guerra Mundial y ha abierto un encendido debate sobre el
y de distribuci6n nacionales. Sus reclamos incluyen desde la renta basica,
futuro de la economfa y el papel de la sostenibilidad y del sector piiblico
un sistema de servicios priblicos y de cuidado, energias limpias, una agri-
en esta compleja ecuaci6n.
cultura regenerativa, la cancelaci6n de la deuda, hasta la reducci6n del
Asi, lo destacable de la iniciativa de Ocasio Cortez es que logr6 radica-
consumo y los viajes.2o8
lizar el proyecto europeo, anclado en la economfa verde, para conectarlo
Desde Francia, sin hablar de CND, un conjunto de activistas e intelec-
con las propuestas del movimiento dejusticia climatica con el objetivo de
"lograr mayorjusticia social, econ6mica y racial en los Estados Unidos". tuales de larga trayectoria nuclcados en la Asociaci6n por la Tasaci6n de
las Transacciones Financieras y por la Acci6n Ciudadana (Attac) public6
Dicho de otro modo, su propuesta amplfa el CND para convertirlo en
en junio de este afro el Manifiesto por una relocalizaci6n ecol6gica y
un verdadero programa de transformaci6n ecosocial y econ6mica. No es
solidaria. Bajo la consigna "Depende de nosotros", se propone actuar
solo un intento de prohibir el/7itzch8.7}g, dejar los combustibles fosiles bajo
junto con el personal sanitario para lograr mejores servicios, salarios y
tierra y reducir los gases de efecto invernadero para lograr la eficiencia
protecci6n; se trata de desobedecer la gobernabilidad de las cifras para
energ6tica de la mano de la modernizaci6n ecol6gica: es una apuesta
interseccional que busca articularjusticia social conjusticia ambiental.
I,r\ \zL mismzLLfnca, en On Fire: The (Burning) Case for a Green New Deal, su
208 "Manifiesto por una Holanda mss justa y sostenlble despu6s de la pandemia
libro de 2019, Naomi Klein plantea una transforinaci6n radical y sistemi-
del coronavirus", 27/4/2020, disponible en <distritosiete.es>.
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iniciar una refundaci6n de los servicios piiblicos centrados en el cuida- suficiente para el acceso a consumos basicos. Lejos de ser algo irreali-
do, la protecci6n de los otros y de la naturaleza, comenzando por los mss zable, hoy esta en el centro de debate de la agenda global, asi como la
vulnerables. Se busca imponer mediante luchas la redistribuci6n de la
propuesta de reducir lajornada de trabajo estableciendo un lfmite de,
riqueza, un ingreso minimo garantizado, el derecho al habitat, la regu- al memos, entre treinta y treinta y seis horas semanales, sin disminuci6n
larizaci6n de los precarizados y desempleados victimas de una crisis que salarial. Entre otros beneficios, esto tiltimo no solo mejorarfa la calidad
no hace sino comenzar. "Eso que depende de nosotros" es perseguir y de vida de los y las trabajadoras sino que permitirfa la creaci6n de nue-
amplificar las mtiltiples redes de solidaridad concreta que se ham gesta- vos empleos para cubrir las horas reducidas. Pero, ademas, una apuesta
do durante la pandemia. Eso que depende de nosotros es "construir un al reparto de tareas implicaria afrontar proactivamente la realidad de
proyecto entusiasta de relocalizaci6n ecol6gico y solidario, para desacre- la automatizaci6n de los procesos de producci6n y el avance de la so-
ditar los simulacros neoliberales, la regresi6n nacionalista, y proclamar ciedad digital, sin tener que multiplicar por ello la desocupaci6n y la
la interdependencia con todos los otros pueblos y la vida" (Attac, 2020) .
precarizaci6n del empleo.
En segundo lugar, la implementaci6n del ingreso universal no solo
_`.,

pone en el centro de la escena la cuesti6n de la ciudadani`a, sino tarn-


4 bi6n la necesidad de contar con sistemas impositivos progresivos, como
base para su factibilidad y buen funcionamiento. No hay que olvidar
En la Argentina y en America Latina, la crisis abri6 la posibilidad de pen-
que nuestro pars cuenta con un sistema fiscal regresivo, basado en los
sar propuestas integrales que -lejos de apoyarse en el vacfo- no solo re- impuestos indirectos o al consumo (como el IVA) y un impuesto a las
miten a grandes debates globales sino, y sobre todo, a luchas sociales que
ganancias (incluyendo el impuesto al salario) que golpean sobre todo a
recorren el pars y el continente, varias de las cuales ham sido abordadas los sectores medios y bajos. Los grandes patrimonios, las herencias, los
en este libro. Desde nuestra perspectiva, cinco son los ejes fundamenta- darios ambientales, las rentas financieras son todos fuentes tributarias
les del pacto ecosocial y econ6mico a debatir: ingreso universal, reforma
que tienen nula o muy baja incidencia en el sistema impositivo del pars.
tributaria progresiva, suspensi6n del pago y auditoria de la deuda exter- Como afirma]os6 Nun, exsecretario de Cultura, quien hace tiempo vie-
na, paradigma del cuidado y reforma socioecol6gica radical (energ€tica, ne tallando en estos temas, "esta via exige una reforma impositiva pro-
productiva, alimentaria y urbana) . Presentemos cada punto.209 funda, cuyo significado e importancia deben instalarse en la conciencia
En primer lugar, 1a actual catastrofe pone en evidencia que todo ser colectiva para distinguirla de los parches y remiendos que hoy reciben
humano debe tener garantizado un ingreso basico que le permita una ese nombre".210 Asi, el segundo eje del pacto ecosocial y econ6mico no
vida digna. Para acceder a este ingreso universal o renta basica, im- solo apunta a un necesario impuesto a las grandes fortunas que coadyuve
pulsado hist6ricamente en la Argentina por el economista Rub6n Lo a afrontar el costo de la crisis. Es imprescindible una reforma tributaria
Vuolo (2016; Lo Vuolo, Ravent6s y Yanes, 2019) y ciertas organizacio-
progresiva que reconfigure desde la base el actual sistema fiscal en todas
nes sociales, no se requiere ninguna otra condici6n que la de existir, y lasjurisdicciones, en un sentido equitativo, y que incluya el impuesto a
con ello, la de ser ciudadano. A diferencia de las politicas sociales foca- la herencia erradicado de un plumazo por]os6 A. Martinez de Hoz du-
lizadas y fragmentarias que se ham venido implementando en la regi6n rante la riltima dictadura civico-militar. Tambi6n deben incluirse nuevos
y en nuestro pars en las iiltimas d6cadas, el ingreso universal ciudadano impuestos verdes, lo que no significa aceptar actividades destructivas o
esta desvinculado del empleo asalariado, no exige contraprestaci6n al- meramente contaminantes sino, por ejemplo, un impuesto al carbono
guna, no refuerza la trampa de la pobreza (como sucede con los planes
sociales focalizados) ni el clientelismo, y pretende garantizar un piso

209 Hemos abordado estos temas en varios artieulos. V6anse Svampa (2020), 210 Jos6 Nun, "La decadencia argentina y la paradoja de la inclusion", 23/3/2020,
Svampa y Viale (2020a y 2020b). La Ivacr.6r}, disponible en <www.Ianacion.com.ar>.
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que grave las actividades socialmente aceptadas pero que generan mayo- d6 nuestro pats, a causa de los prestamos contraidos por la gesti6n de
res emisiones de gases de efecto invernadero.211 Cambiemos, que solo sirvieron para fugar dinero y sostener deficits fis-
No podemos aceptar que, tal como sucedi6 a nivel global con la crisis cales que no beneficiaron a los sectores mds vulnerables. Hace unos me-
financiera de 2008, el Estado salga a socorrer a las grandes corporaciones ses, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
y terminen siendo los mss vulnerables quienes financien esta crisis. Una (Unctad, por sus iniciales en ingl6s) propuso un nuevo Plan Marshall
mirada retrospectiva mos advierte que, aunque la pobreza haya disminui- para liberar 2,5 billones de d6lares de ayuda a los parses emergentes,
do segiin los perfodos y las sociedades, las desigualdades aumentaron que implique el perd6n de las deudas, un plan habitacional, servicios de
tanto en el Norte como en el Sur global. Asf, una parte importante del salud, asi como programas sociales. Por ende, la posibilidad de rehacer
crecimiento econ6mico experimentado en America Latina durante el el orden econ6mico mundial y de impulsar, incluso, unjubileo de la deu-
boo" de los co7„mod3.£z.e5 fue capturado por los sectores mas ricos de la da hoy aparece como viable y plaiisible. Los debates sobre la necesidad
sociedad. En la regi6n, segrin Kessler y Benza, de instalar un ingreso universal ciudadano, un impuesto a las grandes
fortunas y la suspensi6n del pago de la deuda externa estan lejos de ser
A lo largo del periodo no parece haber habido una mejora t6picos de alcance local. Son materia de declaraciones de organismos
en la concentraci6n de la riqueza y la propiedad. Incluso, internacionales como el FMI, la Unctad, la Cepal o incluso de columnas
hay indicios de que se habria incrementado: una parte importante de diarios hiperconservadores: todos coinciden en que la crisis exigiri
del crecimiento econ6mico del perfodo parece haber un rol mayor al Estado y nuevos tiempos redistributivos.
sido capturado por los miembros mss ricos de la sociedad En cuarto lugar, como hemos visto en este libro, el debate instalado
(Oxfam, 2015). Datos de Forbes, por ejemplo, muestran que por las feministas sobre el cuidado, definido como un derecho, cuenta
la riqueza de los milmillonarios latinoamericanos (con fortunas con una larga historia. Esto se torna mss relevante en el actual escena-
superiores a USD 1000 millones de d6lares) creci6 a un rio y exige un involucramiento mayor del Estado a trav6s de politicas
ritmo de 21 °/o anual entre 2002 y 2015, un incremento seis ptiblicas que desmercantilicen la salud y que conecten cuidado, salud y
veces superior al del PBl de la regi6n (3,5°/o anual) (2020: 86). ambiente, para poder afrontar los desafios del cambio climatico y, muy
probablemente, de las pandemias que vendrin. Tambi6n resulta funda-
En materia ecol6gica, los datos tambi6n escandalizan: solo cien grandes mental visibilizar y revertir el brutal desequilibrio de g€nero de quienes
empresas transnacionales son responsables del 7097o de los gases de efec- realizan las tareas de cuidado, las mujeres. El gran aporte de los feminis-
to invernadero a nivel global. mos, como el de los pueblos originarios, es su apuesta radical por colocar
En tercer lugar, es en momentos extraordinarios cuando sejustiflca la en el centro la sostenibilidad de la vida, hoy amenazada por la 16gica
suspensi6n de las grandes deudas de los Estados. No hay que ser radical destructiva del capital.
ni heterodoxo en materia polftica y econ6mica para darse cuenta de ello. El escenario de pospandemia debe abrir paso a la construcci6n de
Ningiin pals puede pagar colosales montos de divisas sin antes garanti- sociedades ligadas al paradigma del cuidado. Asi, es necesario implantar
zar a sus habitantes una vida digna, mucho memos en un contexto de un sistema nacional ptiblico de cuidados destinado a atender las necesi-
in6dita recesi6n econ6mica global y nacional como el que atravesamos, dades de personas mayores en situaci6n de dependencia, nirios y nifias,
y mucho memos atin en una situaci6n de casi cZc/cz"Zf como la que here- personas con discapacidad severa y demas individuos que no puedan
ocuparse de sus necesidades basicas. Una vez superada la pandemia, la
recuperaci6n de la economfa deberfa priorizar tanto el fortalecimiento
de un sistema nacional de salud y de cuidados, que exige el abandono
de la 16gica mercantilista, clasista y concentradora, que genera ganan-
cias para los monopolios farmaceuticos, y un redireccionamiento de las
211 Los impuestos verdes son de caracter translcional y tlenen por objeto de-
salentar y penalizar las conductas econ6micas contaminantes, en pos de una
inversiones del Estado en las tareas de cuidado, como el equilibrio y el
transici6n. cuidado de la Madre Tierra.
272 El colapso ecol6gico ya lleg6 Beflexiones finales 273

En quinto lugar, la capacidad del Estado, que hoy aparece como fun- la cuarentena se multiplic6 el consumo de productos agroecol6gicos, so-
damental para superar la crisis, debe ser puesta al servicio de un gran bre todo en las grandes ciudades. Pero debemos ir mss alla. Necesitamos
pacto ecosocial y econ6mico, para transformar la economfa mediante una agricultura con agricultores, que impulse el trabajo en el campo
un plan holistico que se proponga salvar al planeta del colapso ecosis- y que produzca alimentos sanos a precios justos: esa es la agricultura
t6mico y, a la vez, persiga una sociedad masjusta e igualitaria. Lo peor del futuro.
que podrfa suceder es que, en su prop6sito de volver a crecer econ6mi- En estrecho vinculo con lo anterior, se torna necesario repensar el mo-
camente, el Estado apunte a legislar contra el ambiente, acentuando la delo urbano. Como hemos visto, debemos promover el arraigo en las ciu-
crisis ambiental y climitica, asf como las desigualdades Norte-Sur y entre dades pequefias y medianas, garantizando tierra para pequefios y media-
los diferentes grupos sociales. Hay que entender de una vez por todas nos productores. Todos estosj)rocesos de reterritorializaci6n ilustran una
que lasjusticias ecol6gica y social vanjuntas, que no sirve una sin la otra. narrativa politico-ambiental asociada al Buen Vivir, los bienes comunes, la
Como hemos abordado en el capftulo 7, no podemos invisibilizar mas €tica del cuidado y la transici6n socioecol6gica, cuya clave es tanto la de-
los debates sobre el colapso climatico. La gravedad de la situaci6n re- fensa de lo comtin y la recreaci6n de otro vinculo con la naturaleza como
quiere que avanc`e-'mos en propuestas de transici6n de la mano de un la transformaci6n de las relacioncs sociales.
paradigma energ6tico removable, descentralizado, desmercantilizado y Estamos convencidos de que parte fundamental del pacto ecosocial y
democrftico. Transici6n y transformaci6n, pues se trata de avanzar en econ6mico es el reconocimiento legal de los czerechas cZc Jo 7}c}!wrtzJeecz, en
un cambio del sistema energetico, algo que no ha sido posible ni pensa- otras palabras, 1os seres humanos debemos admitir a la naturaleza como
ble en un contexto en el cual la visi6n eldoradista asociada a Vaca Muerta sujeto de derechos (y no como un mero objeto) con quien debemos con-
obtur6 arin mas la expansi6n de imaginarios alternativos y sustentables vivir arm6nicamente, respetando sus ritmos y capacidades. Necesitamos
en torno a la energfa. reconciliarnos con la naturaleza, reconstruir con ella y con nosotros mis-
Aunque el recurso este disponible, los impactos de los combustibles mos un vinculo de vida y no de destrucci6n.
fosiles ligados al cambio climatico instalan un limite ecol6gico. Tal vez En suma, se abren grandes desafios a nivel nacional, regional y glo-
sea ut6pico pensar que la Argentina tenga el 100% de sus energfas reno- bal, que nos obligan a salir del sectarismo, de los lugares comunes y de
vables en 2040, pero esa es la direcci6n que el pars debe encarar. Al mis- las falsas soluciones que expresan el llamado ``retorno a la normalidad"
mo tiempo, se trata de avanzar en t€rminos de democratizaci6n, pues la o "la nueva normalidad". Tampoco "volver a crecer como antes" es la
energia es un derecho humano, y una de las principales tareas en un pars salida. En un escenario de disputa pospandemia, se requieren medidas
como el nuestro es terminar con la pobreza energ€tica que golpea cada econ6micas, sociales y ambientales estructurales. Resulta crucial la posi-
vez mss a las barriadas populares y abarca tambi6n a sectores de las clases ci6n que este gobierno adopte en relaci6n con las luchas sociales, esto
medias. Asi, lajusticia social y lajusticia ambiental deben ir articuladas. es, si decide responder a las demandas que desde abajo apuntan a la
De igual modo sucede con el modelo alimentario. La Argentina debe construcci6n de lo comtin, en una clave igualitaria y sustentable; o bien
apuntalar desde el Estado y la sociedad una nueva ruralidad, basada en cede a las presiones de los sectores econ6micos mas concentrados, en
un paradigma agroecol6gico-bioc€ntrico, que promueva la soberanfa defensa de sus privilegios.
alimentaria. El modelo de agronegocios impcrante -que requiere poca Seria un grave error que se desaprovechara esta oportunidad para
mano de obra, depende de los agroquimicos, destruye bosque nativo y avanzar en un ingreso tinico que, de manera procesual, apunte a la uni-
produce forraje para ganado- es cada vez mas cuestionado por su con- versalidad -tal como recomienda la Cepal (2020)-, y en una reforma
centraci6n, insustentabilidad y sus impactos sobre la salud. tributaria que incluya impuestos a los que mss tienen. Esa es la puer-
Hemos visto c6mo, incluso en un pars tan sojizado como el nuestro, ta de entrada para una serie de transformaciones de fondo que deben
ademas de las experiencias de las organizaciones sociales, se ham creado abarcar necesariamente la transici6n socioecol6gica. No podemos caer
redes de municipios y comunidades que fomentan la agroecologfa y los en la tentaci6n del progresismo selectivo buscando la reactivaci6n eco-
alimentos sanos y sin agrot6xicos, con menores costos y menor rentabili- n6mica de la mano de mas extractivismo. Si con agronegocio, ./"tI.„f
d:`(I, quc cmplean mas trabajadores. Destaquemos tambi6n que durante (Vaca Muerta) y megamineria tenemos mas de la mitad de los nifi()S hi`j(}
Beflexiones finales 275
274 El colapso ecol6gico ya lleg6 ,,

el nivel de pobreza, €no sera entonces que lleg6 el momento de debatir 5


seriamente los modelos de (mal)desarrollo, en lugar de proponer "solu-
ciones" que profundizan mas de lo mismo? Dijimos que no hay transiGiones puras y que el camino no sera lineal;
El debate y la instalaci6n de una agenda de transici6njusta por la via pero la situaci6n tampoco admite autolimitaciones ni reformas tibias.
de un gran pacto ecosocial y econ6mico pueden convertirse en una ban- No tenemos un manual con preguntas y respuestas, mucho memos para
la gran escala que plantea el colapso ecosist6mico. La transici6n socioe-
dera para combatir el pensamiento neoliberal, en un contexto en que
avanzan de modo preocupante las afinidades electivas entre la derecha col6gica es un camino plagado de incertidumbres y ambivalencias que
libertaria y la derecha xen6foba. Pero tambien apuntan a neutralizar las requiere, como nos recuerdajos6 Carlos Mariitegui, ``una brrijula en el
visiones colapsistas y dist6picas dominantes y vencer la persistente ce- viaje": un pensamiento libre, sin duda, pero marcado por la necesidad
estricta de rumbo y objeto.
guera epistemica de tantos progresismos desarrollistas, que privilegian la
16gica del crecimiento econ6mico asf como la explotaci6n y mercantili- Nada indica que sera facil salir del extractivismo y de la sociedad del
zaci6n de los bienes naturales. crecimiento y el desperdicio sin un cambio cultural profundo de las
La apuesta es C6nstruir una verdadera agenda nacional y global, con estructuras mentales y cognitivas asociadas a los patrones consumistas
una baterfa de politicas ptiblicas orientadas hacia la transici6njusta, que dominantes tanto en el Norte como en el Sur globales. Lejos estamos,
requieren de la participaci6n y la imaginaci6n popular asf como de la sobre todo en America Latina, de la descolonizaci6n del imaginario del
interseccionalidad entre nuevas y viejas luchas, sociales e interculturales, consumo asociado al 6xito social y la construcci6n de la subjetividad.
feministas y ecologistas. Esto plantea tambi6n, sin duda, la construcci6n Asimismo, este conjunto de procesos exige una transformaci6n ineludi-
de un dialogo Norte-Sur y centro-periferia sobre nuevas bases geopoli'- ble de las estructuras de dominaci6n que hoy imponen una nueva geo-
ticas, con quienes estin pensando en un Green New Deal o una nueva grafia de la extracci6n e incrementan la deuda ecol6gica que el Norte
relocalizaci6n socioecol6gica, a partir de una redefinici6n del multilate- global tiene -hist6ricamente- con los pz/ises perifericos del Sur.
ralismo en clave de solidaridad e igualdad. Cierto es que, a diferencia de epocas anteriores en que lo ambiental
Por riltimo, nuestra propuesta no es un "cuaderno de quejas" ni un lis- era una dimensi6n mss de los problemas casi nunca asumida de manera
tado de demandas dirigidas a los gobiernos de turno. Constituye, como explfcita, hoy estamos ante una resignificaci6n desde una perspectiva ho-
afirmamos en el Pacto Ecosocial del Sur (2020) ,junto con otras voces de listica en clave territorial, polftica y civilizatoria. Incluso en un pars como
America Latina, la Argentina, donde la poblaci6n de las grandes ciudades es reacia o in-
diferente a las problematicas socioambientales, donde parte importante
un llamado a los diferentes movimientos sociales y ambientales,
del pensamiento progresista y de las ciencias sociales y humanas le ham
organizaciones territoriales, gremiales y barriales, comunidades y
dado la espalda a la cuesti6n, los movimientos ecoterritoriales ocupan un
redes, pero tambi6n a gobiernos locales alternativos, parlamentarixs,
lugar cada vez mis preponderante en esta enorme batalla civilizatoria.
magistradxs o servidorxs pdblicos comprometidos con la transfor-
Elnuevoprotagonismodelajuventud,1igadoalefectoGretaThunberg,
maci6n, para cambiar las relaciones de fuerza mediante plebiscitos, que reconfigura y potencia esos movimientos aportando la clave climati-
ca y la impronta generacional, opera una vuelta de tuerca necesaria en
propuestas de ley, u otras muchas estrategias con una real inciden-
cia para imponer estos cambios a las instituciones existentes por
la tarea de ampliar las voces y las agendas. Pese a la desconfianza inicial
de las organizaciones socioambientales hace tiempo instaladas, los lazos
parte de una sociedad organizada y movilizada.212
de losj6venes con el ambientalismo popular y asambleario, con los mo-
vimientos territoriales urbanos y rurales, como tambien con las organiza-
ciones indi'genas y las ONG ambientalistas son prometedores. El dialogo
intergeneracional deviene imprescindible, asi como la comprensi6n de
la articulaci6n necesaria entre la escala global y sus expresiones locales
212 V6ase <pactoecosocialdelsur.com>. y territoriales. La ampliaci6n del campo de batalla plantea la exist(`n-
276 El colapso ecol6gico ya lleg6

cia de un espacio plural donde se cruzan organizaciones con historias Referencias


y acumulaciones diversas, y deja en claro que las luchas en defensa del
i=
planeta adoptan una carnadura local y territorial polifac6tica cada vez
mds urgente y radical que ya no puede ser ignorada.
Estamos en tiempo de descuento. Algunos dirin que todo depende
de las decisiones que tomen las 6lites polfticas y econ6micas a nivel glo-
bal en el transcurso de esta decada que comienza. Otros consideramos
que depende de las movilizaciones que, desde abajo, disputan sentido Acosta, Alberto (2009), Entrevista a Alberto Acosta, promotor de la iniciativa
y agendas, programas y alternativas. En suma, habra que sostener una Ill-Yasun`, Observatorr'o Pefrio/ero Sur, disponible en <www.opsur.org.ar/
confrontaci6n colectiva con el poder global y sus expresiones locales y blog/2009/l 1 /05/entrevista-a-alberto-acosta-promotor-de-lalniciativa-
territoriales, y pensar articulaciones entre utopfas concretas y proyectos itt-yasuni=.
-(2010), ''Hacia la Declaraci6n Universal de los Derechos de la Naturaleza",
nacionales; habra que asumir el desafio de elaborar un gran pacto ecoso-
Ameri.ca Lafina en Mov/mt.er}to, n° 454, abril, ALAI Agencia Latinoamerica-
cial y econ6mico desde el Sur, en clave nacional y latinoamericana, si ver-
na de lnformaci6n, disponible en <www.alainet.org/active/37414>.
daderamente se apuesta a que las decisiones sobre el futuro del planeta y - (2020), "Los progresismos demuestran en la practica que no son gobler-
de la humanidad no continrien secuestradas por una exigua elite polftica nos de izquierda", reportaje publicado en la revista C7X7-Cor7texto y Ac-
y econ6mica que atenta contra la sostenibilidad de la vida. c/.6r) , n° 257 , febrero, disponible en <ctxt.es/es/20200203/Politica/30926/
alberto-acosta-politicQiecuador-exministro-evo-morales-entrevista-
izquierda-latinoamerica.htm#.Xko8xYWBJ2Y.twitter>.

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