Importancia de Los Signos de Puntuación

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Centro de Estudios Tributarios, Administrativos y

Empresariales.
Maestría en Tributación Empresarial – Especialidad en Gestión Tributaria.

Modulo: ORATORIA Y REDACCIÓN JURÍDICA


Catedrático: Lic. MIGUEL R. FUENTES

Integrantes:
 Elieth Aguilera Sandoval
 Juan Víctor Pérez Guido
 Maybol Lizette Mairena Centeno
 Maykeling Norely Téllez Sevilla

Fecha: sábado 29 de abril de 2023


La importancia de los signos de puntuación
El testamento

Relación de los hechos:

El viejo Facundo agonizaba y solo pudo dictar un testamento lleno de baches respiratorios y transcrito sin puntuación
por el asistente del confesor.

«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta del sastre nunca de
ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo». Facundo

Para resolver las dudas, el notario acordó que los herederos acreedores y donatarios se llevarán copias de la
transcripción y cada uno pusiera la puntuación respectiva.

El sobrino Juan la presentó así:

«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás se pagará la cuenta del sastre. Nunca,
de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

Facundo

El hermano Luis, presentó su reclamo de esta manera:

«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? ¡No! A mi hermano Luis. Tampoco, jamás se pagará la cuenta del sastre.
Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo». Facundo

El sastre justificó su derecho como sigue:

«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta del sastre.
Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo»

Facundo

Los jesuitas consideraron que el documento debía interpretarse de la siguiente manera:

«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta del sastre?
Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».

Facundo

Para resolver el conflicto, el notario examinó el documento y determinó que se estaba tratando de cometer un fraude,
pues la herencia pertenecía al Estado, y adujo como prueba la siguiente interpretación:

«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta del sastre.
Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».

Facundo

«En tal virtud y no habiendo herederos de estos bienes, quedan incautados en nombre del Estado», dijo y dio por
terminado el espinoso asunto el notario del estado.

De Guillermo Tedio (en Cultura y Español para el Mundo).


Solución según criterio del grupo:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis. Tampoco, jamás se pagará la cuenta del sastre, ¡nunca,
de ningún modo para los jesuitas!, todo lo dicho es mi deseo.». Facundo

Comentarios:
A nuestro criterio, dada la carencia de los signos de puntuación los cuales son de relevancia para darle el
énfasis, una debida entonación o sentido a la idea de un escrito, es difícil establecer con certeza un heredero
del señor Facundo, no obstante, es nuestro deber elegir a una persona de modo que no le quede al estado.
Consideramos que una persona en agonía con poco tiempo de vida no haría preguntas, por lo que definiría en
primera instancia quien es su heredero y posteriormente las aclaraciones de quien no pueden ser, es decir de
las prohibiciones que son su deseo, por lo que efectuamos la puntuación de manera que el heredero es el
sobrino Juan.

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