Ten Functions of The Local Church ES

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DIEZ FUNCIONES DE

LA IGLESIA LOCAL
Mientras enseñaba en el Instituto Bíblico en Bouna, Costa de Marfil, enfrentaba continuamente el reto de no impon-
er mi entendimiento cultural de la iglesia sobre los pastores y líderes marfileños. Esto me llevó a centrarme más en las
funciones bíblicas de la iglesia local en vez de las formas que se practicaban.

Esta línea de pensamiento me empujó hacia la narrativa histórica de la “iglesia” en el Nuevo Testamento para descubrir las
funciones de la iglesia primitiva que se podían transferir a lo largo del continuum temporal-cultural. Desarrollé las clases
del Instituto Bíblico entorno a este enfoque atemporal en vez de entorno a programas, actividades, edificios, personal, etc.
Obviamente, estos factores tienen su importancia, pero principalmente están determinadas por la identidad cultural.

Este documento no trata de ser una afirmación definitiva sobre el asunto, sino un punto de partida para una discusión
sobre un asunto muy importante—la Iglesia.

Dos preguntas fundamentales son:

¿Qué es la Iglesia? La iglesia se compone de todos los creyentes nacidos de nuevo de todas las naciones, tribus, len-
guas, generaciones y épocas.

¿Qué es la iglesia local? La iglesia local es una comunidad de creyentes nacidos de nuevo, que viven en proximidad
accesible, que buscan vivir en obediencia a la Palabra de Dios en cada área de sus vidas con el objetivo final de glorificar
a Dios.

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Las funciones que vienen a continuación son las que enseñé a los alumnos en el Instituto Bíblico. Siempre se les retaba
a explorar las Escrituras y expandir o modificar esta lista si encontrasen razón convincente para hacerlo. No la consid-
ero una lista definitiva de las funciones de la Iglesia, pero me siento muy cómodo con ella como la base para un estudio
serio de las funciones de la Iglesia.

1. E l evangelismo: los creyentes en cada iglesia local deben mantener un énfasis intenso en descubrir y poner en prác-
tica formas culturalmente apropiadas de compartir las Buenas Nuevas con los no creyentes en sus comunidades. Y lo
deben hacer de manera que la gente pueda entender y responder apropiadamente (una respuesta informada que es
“sí,” “no,” o “necesito más tiempo para pensarlo”) (Mateo 24:14; Lucas 19:10; Juan 17:18; Hechos 2:8-11; Hechos 4:12).

2. La edificación: los creyentes en cada iglesia local deben entender su responsabilidad colectiva de usar sus dones
provistos por Dios para mutuamente edificarse los unos a los otros para hacer la obra del ministerio. La interde-
pendencia es un concepto integrado en el Cuerpo de Cristo y encuentra su manifestación visible en la iglesia local
(Hechos 2:42; Romanos 12; 1 Corintios 12; Efesios 4:11-13, 2 Pedro 3:18).

3. La adoración: uno de los principales motivos para reunir a los creyentes locales es para las expresiones creativas y
colectivas de adoración y exaltación de Dios (Salmo 29:2; 95:6; 100:2; 132:7; Jeremías 32:39-40; Juan 4:24; Hebreos
12:28; Apocalipsis 4:11).

La verdadera adoración debe estar caracterizada por tres elementos:

a. Centrada en Dios (Mateo 15:8; Apocalipsis 4:8-11)


b. Llevada a cabo en espíritu y en verdad (Juan 4:23-24)
c. Hecha de una manera ordenada, que en gran medida estará determinada por la cultura (1 Corintios 14:26-40)
4. La comunión: Desde sus inicios, la iglesia local ha sido la base para las comunidades de fe que prosperan y en las
cuales los individuos encuentran amor incondicional, acogida, e interacción tanto espiritual como relacionalmente.
Esta es la familia de Dios, que se manifiesta a nivel local y visible, para atender las necesidades espirituales y sociales
de la comunidad (Hechos 2:42; Juan 13:35; Hebreos 10:24-25).

5. La mayordomía: Dios ha exhortado a las comunidades locales de creyentes a usar sacrificada y estratégicamente sus
recursos comunes (personas, dones, influencia, posesiones, dinero) para el beneficio máximo de la comunidad de
creyentes y el mundo que les rodea. (Malaquías 3:10; Mateo 6:29-21; Hechos 20:35; 2 Corintios 8-9)

6. El liderazgo: Dios ha dotado a ciertos individuos dentro de la iglesia local para ejercer liderazgo espiritual. Otros
creyentes locales deben reconocer estos dones de liderazgo en estos individuos y el impacto de su influencia en
liderar con un carácter piadoso, además de acudir a ellos para una visión clara y dirección para la iglesia. Independ-
ientemente de la forma de este liderazgo (pastor, ancianos, o consejo), es esencial que algunos creyentes acepten y
asuman esta responsabilidad dentro de la iglesia local para que pueda crecer y prosperar.

Dentro de la iglesia local, Dios equipará a algunos miembros con los dones de la administración y organización para
ayudar a la iglesia a ser estratégica en su uso de los recursos provistos por Dios. Estos miembros pueden formar
parte del liderazgo, pero también pueden ser otros miembros (Hechos 1-2; 6; 13; Romanos 12; Efesios 4; 1 Timoteo
3:1-7; Tito 3).
7. L as ordenanzas: una ordenanza es una práctica cristiana asociada con elementos tangibles (agua, pan, mosto) y cel-
ebrada por la iglesia de Jesucristo. El término está asociado estrechamente con la palabra “sacramento” – una señal
externa y visible de una gracia interna e invisible.

Uno de los propósitos de la reunión de los creyentes es la observancia regular de las ordenanzas instituidas por Cris-
to. Esta práctica ha formado parte de la iglesia desde sus inicios (Mateo 28:19; Juan 13:1-17; Lucas 22:7-22; Hechos
2:37-41; 1 Corintios 11:17-34).

8. La disciplina en la iglesia: Jesús instruyó a sus seguidores a seguir el camino del Reino cuando trataba con el conflic-
to interpersonal y el pecado dentro de la comunidad local de creyentes. Desde los inicios de la Iglesia, asambleas
locales practicaban la disciplina correctiva siguiendo estos principios y tomando medidas cuando otros cristianos
caían en pecado. El objetivo final de la disciplina sana en la iglesia es el de la restauración completa de los creyentes
(Mateo 18:15-20; Hechos 5; Romanos 16:17; 1 Corintios 5).

9. La benevolencia: Las congregaciones sanas miran más allá de sí mismas para activamente identificar las necesi-
dades de la gente en sus comunidades, para aliviar el dolor y sufrimiento, y para llevar esperanza y sanación según
sus posibilidades. Jesús dejó muy claro que el mundo incrédulo identificaría a los cristianos como Sus hijos por las
expresiones de amor desinteresado o por la misericordia demostrada por medio de los actos de benevolencia.

Jesús dijo que no había venido al mundo para ser servido sino para servir. Estas palabras resumen el llamado más
alto para todo creyente: el servicio cristiano humilde en y por medio de la iglesia local (Mateo 20:28; Hechos 6:1-7; 1
Corintios 8, 9; Gálatas 5:13; 2 Timoteo 5:13-16; 1 Pedro 4:10; 5:2).

10. Es misional: Las comunidades verdaderamente misionales están permeadas con la perspectiva global de Dios en
cuanto a la historia humana para alcanzar al mundo perdido que está fuera del alcance de una presentación clara
y personal del evangelio. Consiguen esto cuando se reproducen en otras comunidades de fe afines a ellas en otras
partes del mundo, dando énfasis especial a las personas entre quienes no existe una iglesia o testimonio cristiano
viable. Adaptan todo lo que dicen y hacen – tanto en sus reuniones como fuera de ellas – para reflejar esta perspec-
tiva (Mateo 28:19-20; Lucas 24:47; Hechos 1:8).

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Acerca del autor: Clint Morgan, sirvió como misionero en Costa de Marfil y Francia durante más de 30 años. Ha
servido como el director general de IM (Misiones Internacionales), Inc. desde 2012. Para más información visite:
www.iminc.org. FOR

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Para más recursos: NAFWB.ORG/3FOR30

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