Revista Humanidades Epoca IV No 6 2005 Art 7
Revista Humanidades Epoca IV No 6 2005 Art 7
Revista Humanidades Epoca IV No 6 2005 Art 7
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Humanidades
Oralitura y tradiciones
de Sonsonate
(2003-2004)
Luis Melgar Brizuela,
Investigador y Docente del Departamento de Letras
de la Facultad de Ciencias y Humanidades, UES
Resumen:
En primer lugarse presenta un infon-ne general sobrios resultados cuantitativos ycualitativos de este
Proyecto que ex-plata h tetar= a ra 1 y su rehción con hstiadiciones culturales de tres municipio .s
modélicos del Departamento de Sonsonate: Izalco, Nah uizalco y Santo Domingo de
Guzmán. En segundo lugar, como un avance de los resultados cuaEtativos, se expone una primera
azracteri7adón sernióftco-
. &caria de hidendad culturalizalqueña, tomado estemunicipio como mode-
lo miximo del sincretismo cultural salvadoreña Sobre la base de amplios corpus litemiios
lírica y testimonios, orales y esaitos), se estudian los simbolismos principales de ambas raíces delmesti-
zaje: hnahua-pipilmesoamenanayhhispano-catóhca, y se phntea una caracteri7aciónpreliminarde
hcultumizalqueña actual Los textos privilegiados son los mitos, cuentos de animales y testimonios de
1932 en h rama del relato; y bombas, adivinanzas y poesh popular en la rama de la lírica. Pero
también se parte de abundante obra escritaporautorrssonsonatecosacerca de su región, entre quienes
destacan Salarrué, Claudia Lars, Francisco Herrera Velado ylosé Roberto Cea. Los temas privile-
giados de esa relación literatura /tradición azltu m I resultan serla Santa Cruz y el Volcán de Izalco,
ambos considerados desde una semiótica simbólica. Al finaZ se contemplan algunas potencádades
derivadas de los rrsultadosdelproyecto.pubbcadones servicios sociales einwstigaciones sub-secuentes
Investigadores:
Nivel Preofesionak
Luis Melgar Brizuela: investigador principal
Carlos Leiva Cea: investigador adjunto
Guadalupe Arévalo: auxiliar de investigación
Nivel Estudiantil:
Estudiantes del 5o. año de la Licenciatura en Letras:
Equipo de Nahuizalco:
David Pineda Vides, coordinador estudiantil
Delmi García Orellana
Karla Marina López Martínez
Equipo de Izalco:
Silvia Alemán Rivera, vice-coordinadora estudiantil
Miladis Díaz García
RESULTADOS CUANTITATIVOS
Otro rubro notable, también di- Izalco, comenzando por los de raíz pre-
fícil de caracterizar, es el nagualismo o dominantemente indígena.
lo que de él quede en la cultura popular Al menos a nivel de hipótesis
actual de estos pueblos. La narrativa oral puede proponerse que el signo más fuer-
nos muestra, a través de numerosos tex- te del sustrato nahua-pipil es el de la
tos recopilados, analizados e interpreta- Cuyancúa, cuyo significado integra tres
dos, que en el sustrato indígena actual signos míticos típicos de la región: la ser-
perviven las creencias acerca de un otro- piente, el jabali o tunco de monte y las
yo animal (el nagual), una especie de aguas. El símbolo de la serpiente es uno
doble de cada persona en la dimensión de los más relevantes en las culturas
oculta, esotérica. Tales creencias tienen mesoamericanas. Representa la fuerza y
relación con las prácticas de versatilidad de la madre tierra así como
zoomorfismo. Sobre todo los ancianos el poder nutriente y transformador de las
cuenteros narran sobre brujos famosos aguas. Forma parte de numerosos mitos
de la localidad, que podían convertirse de la región, entre ellos principalmente
en monos (los "micos mágicos"), tuncos, el de Quetzalcóatl, la Serpiente-Quetzal
perros, gatos, vacas, y hasta en racimos o Serpiente Emplumada, un dios emi-
de guineos. Este es un tema por demás nentemente redentor y constructor, equi-
interesante, no muy fácil de abordar por valente a Jesucristo; el de Cigua-Cóatl,
el desconocimiento generalizado que de uno de los nombres de la Diosa Madre o
él se tiene a resultas de la satanización fuerza nutriente de la tierra; el de
que la cultura oficial ha hecho al respec- Coatlicue, la de la "falda de serpientes",
to. Pero su peso en la mitología ances- diosa de la tierra y de la muerte, que en
tral y presente de los pueblos indígenas, algunas versiones míticas aparece como
es determinante para comprender la re- la madre de Quetzalcóatl y en otras como
ligiosidad naturalista y mágica que aún la madre de Huitzilopochtli, según lo
persiste a inicios del siglo veintiuno, con- consigna Yolotl González Torres en su
tra la cual luchan principalmente las igle- Diccionario de mitología y religión de
sias evangélicas de patrocinio norteame- Mesoamérica (Larousse, México, 1991).
ricano, según hemos encontrado en los El otro signo de mayor connota-
municipios estudiados. ción local, que concurre en el mito de la
Ahora bien, dentro de esa gene- Cuyancúa, es el del agua. Como se sabe,
ralidad que llamamos mitología o pensa- Sonsonate es una región de ríos, saltos,
miento mágico-naturalista, cada comu- pozas, manantiales, de donde viene su
nidad municipal tiene signos propios, nombre en náhuat: Tsentsun: cuatro-
constitutivos de su identidad local. Pa- cientos o innumerables; at: agua, que
semos ahora a considerar, aún en térmi- vendría a significar: los cuatrocientos
nos preliminares (de una primera aproxi- ojos de agua o el lugar de las muchas
mación que deberá ser enriquecida por aguas. La relación entre el agua y la ser-
los propios investigadores en la fase de piente se da en la mitología universal,
cierre del proyecto), cuáles son esos sig- según lo hace constar, por ejemplo,
nos dominantes, exclusivos o simple- Arthur Cotterell:
mente constantes, en la cultura local de
Humanidades
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La serpiente es un símbolo arcano de la y de los mayas, en su novela Catleya luna.
tierra y del agua. Su morada es la tierra, El agua es el primer principio de las co-
y surge de su agujero como un manan- sas y la serpiente (la dinámica de la ma-
tial de agua o un tallo recién brotado. dre tierra) colabora con su circulación.
(Diccionario de mitología universal. Así, en el antiguo Egipto se representa-
Ariel, México, 1992). ba al dios del agua como una serpiente (em-
blema de h eternidad) circundando un jarrón
En este mismo punto, el notable de agua, con la cabeza suspendida sobre las
investigador e historiador de Izalco, Car- aguas, que incuba con su alienta (H.P.
los Leiva Cea, participante en nuestra in- Blavatsky. Glosario teosófico. GLEM,
vestigación, en su Panorama de los sím- Buenos Aires, 1957; p. 22).
bolos de Mesoamérica, apoyándose en el El tercer signo que contiene el
diccionario de Revilla y en sus propias mito de la Cuyancúa es el del tunco de
indagaciones, señala que el agua es otro monte o jabalí, cuyo nombre en el
lugar de residencia del "dragón mítico", náhuat izalqueño, según Calvo Pacheco,
sea h Serpre. nte primordial de los Izalco - dice es kutjankuyan. El investigador local
-- o el gran Levi tan de los cristianos, y agre- Adolfo Herrera Vega refiere el rito (dan-
ga que representa el carictergenerador feme- za y teatro) de la Cacería del Cujtan
nino. Por su parte, el americanista Cuyamet (Tunco de Monte) como una
Schultze-Jena, ya referido, relaciona a la de las representaciones festivas que se
Gran Serpiente de la mitología izalqueña solían realizar en las vísperas del día de
con el Viejo (el dios) de la Montaña y San Juan. Cuenta:
con los Muchachos del maíz y de la llu-
via (los cuatrocientos managuas o Esforzados tiradores ataviados con hojas
tepehuas), cuyo lider es el Cipitío. de pacaya alrededor de la cintura, con ar-
En la recopilación de este investi- cos y flechas además de máscaras toscas
gador alemán, muestra privilegiada de la labradas en madera de quilite, persiguen
mitología izalqueña dos años antes de la al Cujtan Cuyamet simulado por un hom-
matanza ( 1930), los Kuyangkuua son ayu- bre vestido con pieles de jabali y sobre la
dantes de la lluvia y encargados de la mar- cabeza un armazón de bejuco forrado de
cha de los ríos, a los cuales pueden secar o las mismas y con una calavera del mismo
cambiarles el cauce cuando quieran. Son animal en la delantera. Cuando el tunco
parte, pues, de los muchachos de la lluvia embiste al cazador, este corre y al ganar
distancia, dispara sus flechas... (Expresión
y del maíz, los tlaloques, tepehuas o literaria de nuestra vieja raza. DP, San Sal-
managuas. Esta relación vincula a la vador, 1975; p. 160).
Cuyancúa con el reino de Tláloc, una de
las deidades de mayor culto entre los La caza del jabali es parte de la
pipiles. (Mitos pipiles... op. cit. pp. 56-57). memoria ancestral de estos pueblos,
Estamos ante signos de máxima puesto que en etapas anteriores de
jerarquía en el sustrato cultural indíge- nomadismo y aun en la posterior fase
na, que alcanzan un nivel esotérico, como sedentaria (agrícola), era una de las car-
lo da a entender Salarrué, conocedor del nes codiciadas por los cazadores. Ade-
pensamiento mágico de los nahua-pipiles más, la abundancia de cerdos en la re-
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gión, cuyo consumo es generalizado, ex- Las cuevas son otro signo rele-
plica la presencia de estos animales en la vante de la mitología local. Sobresalen
narrativa mitológica de Sonsonate. en este rubro las Cuevas de Chanejet
Otro signo de fuerte raigambre y de la Luna, esta última en las vecin-
indígena en la narrativa oral de Izalco y dades de Atecozol. Se trata, según el
de Santo Domingo de Guzmán es el sustrato mágico indígena, de lugares en-
morro, que se asocia con los mitos de cantados en los que aparecen duendes o
"La calaverita" y de "Los muchachos espíritus. En ellos se celebran, aún hoy,
de la lluvia". El morro está relacionado ritos ocultos.
con el agua, pues de él se hacen los La luna y el sol ocupan también
huacales. Por otro lado, es el equivalente un rango mayor en esta mitología. Cada
al jícaro del Popol-Vuh, particularmente uno de ellos está cargado de simbolismos
en el pasaje de Ixquic. Hemos obtenido que se reflejan en las artes y en la oralitura.
diversas versiones de estos mitos en las El sol es visto como un muchacho y la
cuales el morro aparece, constantemen- luna como una muchacha. Sobre las fases
te, como un árbol mágico que surge de de la luna se ha construido un amplio sis-
la calaverita de la bruja cuya cabeza se tema de creencias y valores. Por ejemplo,
le escapaba al marido, por las noches, se cree que la luna tierna determina una
para ir a reunirse con su amante. (En al- mayor frecuencia de nacimientos mientras
gunas de las versiones recogidas, ella se que la luna llena incide en una mayor na-
escapa convertida en animal). talidad de varones, debido a que cuando
Al ser descubierta, el marido la está llena tiene más fuerza (Schultze-Jena,
castiga impidiendo que la cabeza pueda op. cit. pp. 62-63)
volver a unirse con el cuerpo. Por la me- El sol es objeto de abundantes ri-
diación de un sacerdote (o de un "viejo tos y mitos que se manifiestan en la na-
sabio") así como de un venado, la cala- rrativa oral. Según González Torres era el
vera de la bruja es sepultada y luego se astro más venerado: Todos los días, al apa-
convierte en morro. De esos morros de recer, el Sol era recibido tiñendo acabales y to-
forma de cabeza nacen los muchachos cando &utas y =coles; los sacerdotes le
de la lluvia o tlaloques, quienes también gían oraciones, lo invocaban ydesaibezaban co-
descubren el maíz en el corazón de la dornices en su honor (op. cit. pp. 156-157).
montaña. Uno de los rituales mejor cono-
En algunas versiones son dos cidos en el culto al sol es la adoración de
hermanos varones o un hermano y una los cuatro rumbos (la cruz cósmica) a la
hermana; en otras son tres varones, o hora del amanecer, durante el cual se pide
más. Se trata de una especie de génesis a los dioses o fuerzas divinas de cada
en la cosmogonía pipil, pues narra el ori- rumbo por el bienestar de la comunidad
gen de la vida agrícola (la cultura del y la prosperidad de las cosechas, princi-
maíz) y de la nueva sociedad que con ella palmente. Entre los aztecas, de cuyo
se conforma, de ahí que Schultze-Jena tronco común proceden los nahua-pipiles
lo denomine, en su libro de los mitos de de la región izalca, el culto al sol daba
Izalco, "El origen de la lluvia y el hallaz- lugar a pirámides, sacrificios, rituales. A
go del maíz". él (Tonatiú o Ne Túnal) se dedicaba la
Humanidades
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guerra florida, astuto animal
para mantener escarbador.
su energía Débil hasta la
ofreciéndole impotencia en
presencia de los
la sangre de
conquistadores
los cautivos.
españoles... sin
Los guerreros embargo en la
de máxima je- leyenda se sue-
rarquía eran ña al vencido
los "Caballe- como amo de
ros águilas" y la situación.
los "Caballe- (Mitos
ros tigres", pipiles..., P.
quienes si La Piedra del Sol• RitualindIena durante las festivi- 96)
morían en ba- dades patronales de Asunciót; parque Saldaña, Izalco.
talla iban luego al paraíso del sol. Los El otro nagual principal de los
colores con que se representa son el rojo izalcos es el venado, símbolo profundo
y el amarillo, y su metal es el oro. Entre (esotérico) de lo sacrificial, de lo peni-
los mitos solares más prolificos figura el tenciario. A este respecto afirma Salarrué
de los Cuatro Soles o edades cósmicas, y en "Balsamera", la parte de Catleya Luna
el del Quinto Sol. dedicada a 1932:
De los animales míticos puede
mencionarse una lista de antiguos El símbolo o blasón sagrado de la raza se
naguales, que siguen vivos en la narrati- pasaba de un cacique a otro. Era una es-
va oral o en la lírica de inicios del siglo pecie de disco de piedra oscura y brillan-
veintiuno: el tigre, la serpiente, el tun- te, algo traslúcido, al decir de los que la
co, el mono, la tortuga, la mariposa, habían visto. Posiblemente era obsidiana.
el conejo, el venado, el coyote, el coli- Estaba labrado toscamente, con una ca-
brí, el águila, la guacamaya, el gua- beza coronada de espinas en la parte su-
perior y una leyenda en pipil así: Titulúat
jolote. Estos aparecen en los cuentos de
Ishpán Tutecu: "Reverenciamos al Se-
animales, en especial en los del Tío Co- ñor". En la parte inferior la silueta tosca
nejo. El conejo está relacionado con la de un venado, el "mazate", que era el na-
luna y con el mito de Nanahuatzin. Se- gual. La cabeza simbólica bien podía ha-
gún Schultze-Jena se identifica con la ber pasado por la cabeza de Jesús pero
imagen de la luna por su modo de ser: seguramente era Tonatiú, "El Sol". (ibid.
p. 171).
El conejo es el que más se ha caracteriza-
do como animal lleno de mañas; es el amo Y en el punto de cierre de "Bal-
de la situación... valiente, audaz, y de esta samera" (la epopeya fúnebre de los
manera se le pinta tomando el pelo al más izalcos), Salarrué presenta a un líder re-
fuerte... El ideal de los débiles no es el amo ligioso que en 1931 se opuso al levanta-
de la selva -- el jaguar - animal que perso- miento armado de la etnia, por lo cual
nifica al Dios del Sol, sino este pequeño y
los guerreristas lo "venadearon" y lo ase-
.1 ./'r7
70 Humanidades
sinaron junto a una poza cuando preci- 20-29), y "El origen del cacao y de los
samente andaba convertido en venado plátanos" (pp. 29-34). En el primero de
blanco, huyendo de sus perseguidores: estos el venado es el vehículo para que
Higinio Naba, un brujo blanco, el dueño la calaverita de la bruja infiel, ya ente-
de la balsamera, asesinado por pacifista rrada, se convierta en el morro de don-
el 2 de noviembre de 1931, se aparece de nacen los muchachos de la lluvia. Es
en espíritu tiempo después a nana pues un medio de renovación del pacto
Genaya, y le cuenta la verdad de su con la madre tierra, un nagual de entrega
muerte: y de conversión. En el segundo el rol del
venado es aún mayor: representa a los
Eyos me contrariaron, eyos vinieron a que hijos predilectos del Dios (o Viejo) de la
les diera suelta para su levantamiento por- Montaña, a quienes persigue el cazador,
que andaban perdidos de pacencia y por lo cual es obligado a casarse con la
resinación por el mal trato. Yo miopuse hija del Viejo, una venada, para que re-
de jondo porque sé mi ley de la raza de nazcan los venados muertos, y a cambio
Cuscatlán que se me encomendó y la ley recibe el secreto del cacao y de los pláta-
está escrita: Que los cuscatlanes anden nos, clara metáfora del paso de la cace-
la resinación del venado indefenso y
den su sangre como el hoisil de las ría a la agricultura.
Las excelencias del venado, su
montañas. (ibid. pp. 175-176)
belleza, su agilidad, y los mitos tejidos a
su alrededor, llevan al poeta Roque
Rafael Lara Martínez, cuyo ma-
Dalton, en Los testimonios, libro dedi-
gistral estudio de Salarrué develó para la
cado a las culturas nahua y maya de El
crítica literaria salvadoreña el sentido
Salvador y Mesoamérica, a exaltarlo así:
trascendente o mito del mestizaje en la
obra del Sagatara, analiza el símbolo del
Tiene los ojos más bellos de la tierra, tal
venado en relación con el etnocidio de los ojos de Lisa. Es animal perfecto, de
1932 en términos de una macro-oposi- geometría sedosa y esquiva. Aunque al-
ción: el tigre como representación de los guien sostenga lo contrario, se alimenta tan
ladinos o de las clases dominantes, y el sólo de agua y mariposas y estando a so-
venado como representación de los in- las es capaz de volar. Sus orejas fueron
dígenas o de las clases dominadas. A hechas de la cabeza de una serpiente va-
partir de ese contrapunto etno-cultural ciada con finura y revestida con pétalos
establece varias otras oposiciones, que de orquídea. Sus cuernos de coral y mus-
le permiten penetrar en la castión indí- go. Sus cascos de noche mínima y de fe-
gena salvadoreña y en el aporte rocidad... El venado huele a mujer y cuan-
salarrueriano al sentido de nación. do se angustia despide un sudor melifluo
que, de poderse recoger aún tibio, sirve
El valor mítico profundo del ve-
para curar la rabia de los animales salvajes.
nado se advierte también en la recopila- s testimonios, UNEAC, La Habana,
ción de Schultze, cuyos informantes 1963; p. 73)
principales fueron el Primer Alcalde del
Común, mes Masin, y su esposa. En este Además de los anteriores signos
punto sobresalen dos relatos: "El origen de carácter mítico, podemos señalar
de la lluvia y el hallazgo del maíz" (pp.
/
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Humanidades
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Humanidades
sin participación de la parroquia. Aquí Madre Tierra), puede acceder a los cie-
se manifiesta con mayor fuerza la heren- los y convertirse en figura solar por ser
cia nahua-pipil, sobre todo en el estilo la Madre de Dios: no sube por su propia
de celebración, en casa del mayordomo determinación sino porque Dios la asu-
de la cofradía, alrededor de la imagen de me, según la etimología de la palabra (del
la Virgen de Asunción. Ocurre así un latín assumptio: acto de asumir o atraer
sincretismo modélico en que lo católico hacía sí) convirtiéndola en la entidad fe-
y lo indígena se trenzan en signos diver- menina de más alto poder en la hagio-
sos, como no es ya posible observarlo grafía católica. La mariposa, pues, repre-
en la mayor parte del país. senta la fuerza de la tierra siendo eleva-
Analicemos desde el punto de da hacia el Sol (Tonatiú), símbolo de Je-
vista semiótico la iconografía y las rela- sucristo según ya hemos visto.
ciones literarias del culto a la Virgen de Salarrué, en "El ángel del espe-
Asunción a partir de las observaciones jo", lleva esa relación más allá, a la dia-
que hemos realizado en el lugar. El con- léctica del pensamiento nahua-pipil: La
junto de los signos que se integran en esta Mariposa de Obsidiana (Ixpapalota)
iconografía, es decir en las imágenes que es nuestra madre, "Señora del Mundo",
de ella se tienen en la parroquia y en la y se funde con Quetzalcóatl-Ehecate, la
cofradía, presenta una connotación emi- Serpiente Emplumada como deidad de
nentemente solar. Destacan a este res- los vientos, conviertiéndose entonces en
pecto sus colores, el rojo y el amarillo, La Mariposa de Cristal. Es la unión
representativos del sol en la cosmogonía plena de lo terrestre-femenino con lo ce-
indígena; la hora de las procesiones en leste-masculino, de la Madre Tierra con
su honor, que según la tradición debe ser el Padre Eterno. Es el sentido de
al mediodía; y las mariposas de oro Quetzacóatl como serpiente que se con-
con que se decoran las imágenes, símbo- vierte en pájaro; y a la vez es el sentido
los también de la luz, de la llama. A este del Dios-Dos, Ome-Teótl (de Ome: dos,
respecto es muy productiva (en sentido y Téotl, dios, según su etimología
semiótico-simbólico) la relación que se- náhuat), que es la Unión del Señor Dos
ñala Leiva Cea entre las tres etapas de la (Ome-Tecuhtli) con la Señora-Dos
mariposa -- oruga, crisálida y mari- (Ome-Cíhuatl), Nuestro Señor y
posa - y la sucesión vida, muerte, re- Nuestra Señora del Treceavo Cielo, el
surrección. El investigador se basa en Dios-Diosa del Cerca y del Junto,
el pensamiento mexica, según el cual la Ipalnemoani, etc.
mariposa era un símbolo del sol y de la (No sería, pues, casualidad que
llama. las cofradías de Asunción y del Padre
La metáfora Asunción / Mari- Eterno se celebren en la misma casa de
posa se fundamenta en el sentido de ele- Izalco Abajo, aunque ello pueda no es-
vación de la tierra al cielo, pues así tar de acuerdo con los cánones tradicio-
como la oruga se convierte en un ser nales o ser parte de los problemas de re-
que vuela, también María, a pesar de ser lación o de competencia en el interior de
sólo una criatura (hecha de polvo o ba- la red de cofradías que siguen siendo es-
rro como todas las hijas e hijos de la pacios de poder en la vida cultural y prag-
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Humanidades
"Nacimiento" de Izalco.
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Humanidades 79
en El Salvador este animal no existe en esa misma cofradía, que se celebra, como
absoluto, si pretende contextualizarse di- en todo el país, el 2 y 3 de dicho mes.
cha expresión, esto es buscarle un refe- (En este mismo número de la Revista
rente material, debe traducirse en lenguaje Humanidades se publica un breve ar-
cotidiano como el venado (ciervo) de tículo del investigador izalqueño acerca
Dios. del ritual de la Cruz, tema que él ha de-
sarrollado con amplitud y autoridad, pues
... la imagen del venado está esculpida en
inclusive ha rescatado la cruz
el bastón de la máxima autoridad religio-
sa de los Izalco... Para el literato, la creen- procesional de plata, insignia principal
cia profunda en Cristo conduce a los de la cofradía y de la celebración corres-
Izalco a recorrer el camino de la Cruz, a pondientes, y ha contribuido a la recons-
revivir la pasión y la muerte del héroe. trucción de esta festividad).
(op. cit. pp. 59-60) Desde el día 2 de mayo alrede-
dor de la Santa Cruz se erige un altar, en
Esa interpretación del eminente el centro del patio de la cofradía. Por la
investigador literario concuerda con lo tarde, los alcaldes del Común y los ma-
que relata Herrera Vega acerca del "Bai- yordomos, con sus respectivas insignias,
le del Venado" que se dedicaba al Niño inician los rezos, entre ellos principal-
Dios en ritos exclusivamente indígenas mente el del Rosario, que se lleva ya sea
del Izalco de principios del siglo veinte, con camándulas o con granos de maíz.
otra muestra de la correlación Venado / Y luego se procede al baile, que inician
Redentor (Jesucristo o Quetzalcóatl) en el Alcalde del Común y la mayordoma
la ritualidad pipil. de la cofradía. Entre los numerosos sig-
nos menores que se emplean en el ritual,
Signos de sincretismo máximo en anotados por Leiva, sobresalen las armas
la cultura izalqueña de Cristo: la corona de espinas, el man-
to, la túnica, los clavos, la lanza que tras-
Hasta aquí hemos dado un pano- pasó el costado de Jesús, el gallo, los
rama de los signos culturales de Izalco treinta denarios de plata, etc. Todo ello
atendiendo a la predominancia de su raíz connota, modélicamente, los valores pe-
indígena o hispana. Para totalizar, aun- nitenciarios de la tradición izalqueña.
que aún en términos provisionales o hi- Ahora bien, en contraste con esos
potéticos, la caracterización semiótico- signos martiriales, típicos de la tradición
literaria de este privilegiado lugar, con- hispano-católica, proliferan también
sideraremos ahora los signos de mayor otros signos relativos a la fertilidad de
sincretismo: la cruz y el volcán. la madre tierra, precisamente cuando
Según Leiva Cea, la cruz es el está iniciándose la época de las lluvias:
símbolo dominante en el sincretismo cul- arco de hojas de palmera, flores, frutas,
tural izalqueño: por la proliferación de adornos de papel de china, y las comidas
sus íconos y rituales, por la Cofradía de y bebidas tradicionales, entre ellas la chi-
la Santa Cruz, indígena, una de las más cha o vino de maíz o arroz. Esta otra
importantes del lugar, y por la "Fiesta simbología es principalmente de raíz
de la Santa Cruz de Mayo", a cargo de nahua-pipil y rememora los ritos
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Humanidades
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de ellas; no las coloca el egoísmo, sino sir- ello, es percibido con las connotaciones
ven para que el caminante indio, al traspa- que suscitan el fuego, la piedra, el humo
sar el lindero, ruegue que ese abrazo en y la ceniza, en cuanto signos de un pro-
suspenso sea siempre fraternal para los ceso de destrucción y, a la vez, de un
miembros de su raza... (op. cit. p. 155) espectáculo de fuerza telúrica, sobre
todo si recordamos la época de activi-
Al comentar el sincretismo de la cruz dad ígnea, cuando se le llamaba "El Faro
este autor refiere el ejemplo de que los del Pacífico".
indígenas, cuando las lluvias tardan en La ceniza (según el ritual de ini-
llegar, organizan una procesión rogativa cio de la cuaresma) es para el cristiano un
cargando la cruz con frutas secas y re- recordatorio de su ser temporal, que ter-
gándole aserrín al pie; y que cuando los minará en el polvo pues del polvo vino.
vientos huracanados amenazan las cose- Por eso la cruz de ceniza en la frente,
chas, pretenden conjurarlos con toques al mismo tiempo que evoca la muerte, con-
de tambores y roncos zumbidos de cara- voca a la penitencia.
coles, mientras en el patio pintan una El signo de la ceniza como dis-
cruz de ceniza con rumbo a la tem- tintivo de Izalco aparece en Catleya luna,
pestad y pronunciando lo siguiente: de Salarrué, con connotaciones especial-
mente interesantes respecto a la identi-
¡San Isigro! ¡San Isigro! Detené tu juria. dad de este grupo étnico, su ecología y
Que tu cólera no llegue in nosotros ni en su historia. Su significado se intensifica
la siembrita. Esta tu cruz bendita correteará aquí por la relación con la tragedia de
esos malditos managüeños. (ibid. pp. 156- 1932, pues en la saga salarrueriana la
157)
rebelión de los izalcos y las erupciones
de su volcán ocurren al mismo tiempo
Dos signos que se mencionan en esta cita
no por azar sino porque en este lugar pri-
merecen comentarios especiales: la cruz
vilegiado de Cuscatlán la naturaleza y la
de ceniza y los malditos
managüeños. El significado
de la ceniza en cuanto huella
del fuego y de la destrucción,
es relevante así en la creencia
católica (por ejemplo, en el rito
del Miércoles de Ceniza)
como en la creencia indígena
(por ejemplo, el Cipitío co-
miendo ceniza en las coci-
nas de las casas que visita, se-
gún algunas versiones recopi-
ladas). En el caso de Izalco, la
ceniza tiene que ver con el co-
lor del volcán, de la piedra de
lava o teshcal: el paisaje, por Volcán de Izalco en actividad. Es el signo local
más llevado a la literatura salvadoreña.
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hombres según ciertas condiciones. Este justicia por los indios tan
mitema del interior del infierno como un despiadadamente asesinados. Por su par-
lugar de castigo o de poderes te, Catleya luna, la novela maestra de
destructivos lo hemos encontrado tam- Salarrué, da un cuadro de sincronía en-
bién, con cierta abundancia, en relatos tre la rebelión de los izalcos y las erup-
orales sobre el volcán recopilados recien- ciones del volcán, como hemos visto. A
temente (entre 2001 y 2004) tanto en el esa narrativa de tono épico se suma la
municipio de Izalco como en el de Santo novela de Claribel Alegría, que culmina
Domingo de Guzmán. En algunos de precisamente en el capítulo de la matan-
estos relatos se hace aparecer a grandes za de los indígenas mientras el volcán
ricos, como una tal Concha de Regala- inundaba de cenizas el paisaje.
do, siendo castigada entre las llamas del Digno de mención especial es el
interior del volcán, por explotadora. cuento "El Volcán", de Francisco
Como contrapunto del mitema Herrera Velado, poeta y narrador
anterior se da, prolificamente, el de la izalqueño. Este autor retorna la mitolo-
imagen de la Virgen de Concepción o gía popular para pintarnos el interior del
Virgen de la Lava haciendo el milagro volcán como un lugar donde el Diablo
de detener la masa incandescente que mantiene sus tesoros, entre las llamas
venía destruyéndolo todo, o casi todo, infernales que atormentan a los conde-
pues ella salvó a algunas personas o fa- nados:
milias milagrosamente, como premio por
su fe. En aquel mitema predomina un La puerta del infierno. Eso dicen los in-
sentido infernal; en este otro, un sentido dios que es el volcán de Izalco. Y es artí-
celestial, de protección maternal desde culo de fe entre ellos, que allí se encuen-
el cielo, por el poder que tiene la tran los ricos que durante su vida fueron
Inmaculada o Purísima. como los hacendados de la leyenda...
También en la literatura escrita (Agua de coco. DP, ed., San Salvador,
1979; pp. 33-38)
salvadoreña el Volcán de Izalco es un
tema privilegiado, tanto por la imponen-
Por su lado, la poesía salvadore-
cia de su exhibición ígnea (cuando esta-
ña también ha honrado la estampa del
ba activo) como por su relación (más
Izalco cantando la belleza salvaje de sus
bien mítica) con los sucesos de 1932. Ya
erupciones, con un tono épico, de exal-
hemos señalado aquí su presencia en la
tación de lo telúrico, buscando
obra de Salarrué. El cuento que
simbolismos que se sustentarían tanto en
modeliza más a fondo esa mitología es
la mitología como en la historia real del
"El ángel del espejo", cuyas connotacio-
país y más aún de la región. Gavidia con-
nes van más allá del mito para plantear
cluye su famosa oda "A Centroamérica"
una incógnita acerca de la herencia espi-
con un canto a la belleza del volcán acti-
ritual de los izalcos exterminados en
vo, al que ve titánico y magnífico, pero
aquella fecha, cuyos espíritus se congre-
también terrífico. Dice así en los versos
gan en el pájaro de fuego, Tepaltecúlot
finales de este poema:
("El tecolote de seda") o Carbunco,
fantasma rubicundo que parece reclamar
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Ahora el navegante... 1997), y Luisa en el país de la realidad,
Ve cual mito de una hórrida odisea... (LIAZ, México, 1987). En el primero de
Al Izalco terrífico... ellos rememora así los sucesos de 1932:
Bañado en el torrente de sus lavas,
Y alumbrando, al aplauso de las olas, El Izalco a lo lejos
Las soledades de agua del Pacífico. Humo hirviente saliendo del volcán...
(Obras completas, I, DP, San Salvador, Arrojando piedras
1974; pp. 243-248) De sus fauces...
Una lluvia fina
Oswaldo Escobar Velado le dedica un De cenizas
libro: Volcán en el tiempo (1955), cuyos Cotonas blancas
poemas son uno de los más altos home- Hacinadas en la plaza
najes que se hayan hecho en el país al Son los hombres de Izalco...
volcán de la raza, a quien el poeta llama Van cayendo cotonas
"Capitán de la patria". En el poema que Decenas
lleva este título, dice: Centenares de cotonas
Que caen...
Cualquiera me diría, Volcán, que no eres
triste, También Roque Dalton, el poeta más
Que no meditas como un indio herido, revolucionario de la segunda mitad del
Solo, bajo la niebla de tu rosa que siglo veinte en nuestro país, le dedicó un
sangra. breve pero sustancial poema al volcán
de Izalco, en su libro Los testimonios,
Y yo que te conozco, que se nutre de temas indigenistas. Lo
Que sé el secreto de tu lenta lágrima, transcribimos completo:
Así como conozco la furia que te
acecha,
Puedo decir al mundo de tu tristeza
Izalco
heroica,
De tu ácido clavel coronado de fuego. El volcán apagado gran herida
De sombra presa entre las hondas piedras
Gran borbollón de noches
En el poema "Estás con nosotros", ex-
Al pie del día preso por el sol
clama Escobar Velado: Presa derrota de la Madre Tierra
Que les deja su cólera a los hombres.
En la cabeza india de Francisco Gavidia
Estás volcán perenne como una estrella No es ocioso comparar la furia que Es-
clara. cobar Velado le atribuye al volcán (co-
En cada poeta nuestro regalas tu ceniza... nozco la furia que te acecha) con la có-
lera que, según Dalton, les hereda a los
Claribel Alegría, además de de- humanos: ambos poetas hacen de su fuer-
dicarle buena parte de su novela, le es- za telúrica un símbolo de justicia pen-
cribe dos poemas: "Ojo de cuervo" y diente, de rebelión.
"Los volcanes", respectivamente en sus Esa riqueza literaria, oral y escri-
libros Umbrales. (DPI. San Salvador, ta, que el volcán ha suscitado, nos ha
-?'
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permitido elaborar, como uno de los pro- Cruz Guadalupe Arévalo, quien ha rea-
ductos ya avanzados de nuestra investi- lizado una competente labor de apoyo
gación, una antología de textos exclusi- logístico (viajes de campo, fotografías,
vamente sobre este tema, la cual hemos contactos, gestiones y participación en
titulado: Izalco: Pájaro de Fuego, donde los procesos académicos).
reunimos relatos orales recopilados en Además de la antología sobre el
este lugar y en Santo Domingo de volcán de Izalco, tenemos ya otro libro:
Guzmán, así como poemas o narracio- Literatura de Nahuizalco, que reúne na-
nes de autores consagrados, más un buen rrativa y lírica orales y escritas sobre este
número de fotografías, reproducciones otro municipio también modélico del
de dibujos, pinturas, etc. Proyectamos sincretismo cultural de la zona, antolo-
publicar, entre otros, este trabajo, con un gía que irá precedida por un estudio his-
estudio preliminar sobre el simbolismo tórico, semiótico y socio-cultural de los
literario y mítico del volcán, artísticamen- valores percibidos aquí. Cinco de los es-
te ilustrado. tudiantes han iniciado ya su servicio so-
cial en la elaboración de otro libro que
Un avance satisfactorio pero esperamos sea una buena entrega, en
aún sin conclusiones particular para los sonsonatecos, en ge-
Este informe no es conclusivo, sino sólo neral para los estudiosos de la identidad
un avance de los resultados finales del nacional y para todo compatriota intere-
Proyecto Sonsonate. Nos hemos limita- sado en los valores autóctonos de nues-
do aquí a una caracterización semiótico- tra literatura: Oralitura de Sonsonate,
literaria del municipio de Izalco, que por que llevará exclusivamente textos de pro-
la cantidad de signos e indicios obteni- cedencia oral popular, narrativa y poe-
dos nos parece el lugar modélico del sía, sobre todo de los tres municipios in-
sincretismo cultural sonsonateco y vestigados, pero también de otros muni-
salvadoreño. Quedan pendientes de cipios del Departamento, más un estu-
publicarse las caracterizaciones de los dio preliminar a cargo de los propios es-
otros dos municipios investigados, y va- tudiantes y del investigador principal.
rios produc tos en proceso de depuración. Se producirán, además, como
A finales de 2004 podemos se- trabajos de cierre, en el caso de los estu-
ñalar que la productividad del proyecto diantes-investigadores, siete (7) tesinas
ha sido amplia, gracias a la buena dedi- o ensayos monográficos, en su proce-
cación de los estudiantes (siete en total, so de graduación, sobre temas específi-
que han cursado el cuarto año de la ca- camente derivados de la investigación
rrera en 2003 y el quinto año en 2004) que han llevado durante los dos años de
así como al entusiasmo del equipo pro- culminación de la carrera. Y por parte
fesional integrado por el investigador del equipo profesional se ampliará y de-
principal, el investigador adjunto, Carlos purará el informe final general sobre el
Leiva Cea, cuyo aporte ha sido determi- proyecto Sonsonate. Creemos que las
nante en la profundización de los valo- metas se están cumpliendo bien y que se
res culturales de Izalco, y la licenciada abren amplios espacios de continuidad
para nuevos proyectos en el campo de la
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literatura y de la cultura populares, en por el efectivo apoyo que nos ha dado,
contraste con la mejor literatura escrita, oportunamente, en cada etapa del pro-
salvadoreña y mesoamericana. ceso, valorando con acierto la producti-
Reiteramos nuestro agradeci- vidad de nuestro trabajo.
miento al Consejo de Investigaciones
Científicas, CIC, de nuestra Alma Máter, Febrero de 2005.
Referencias
(En orden alfabético de apellidos)
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realidad. UAZ. México, 1987; Umbrales. DPI. CONCULTURA. San Salvador, 1997.
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