Ciclo Estral
Ciclo Estral
Ciclo Estral
ANATOMIA
las partes que componen el aparato reproductor bovino (Figura 1). Hay dos Ovarios, dos Oviductos,
dos Cuernos Uterinos, un Utero, la Cervix, la Vagina y la Vulva. La Vejiga está ubicada debajo del
aparato reproductor, y está conectada a la apertura uretral en la base de la Vagina. El Recto está
ubicado encima del aparato reproductor.
La Vulva es la apertura externa del aparato reproductor. Ella tiene tres funciones principales: dejar
pasar la orina, abrirse para permitir la cópula y sirve como parte del canal de parto. Incluidos en la
estructura bulbar están los Labios y la Clítoris. Los Labios de la Vulva están ubicados a los lados de
la apertura vulvar, y tienen aspecto seco y arrugado cuando la vaca no está en celo. En la medida
que el animal se acerque al celo, la Vulva empezará a hincharse y tomará una apariencia rojiza y
húmeda. La Vagina, que tiene como seis pulgadas de largo, se extiende desde la apertura uretral
hasta la Cérvix. Durante la monta natural, el semen es depositado en la porción anterior de la
Vagina. La Vagina también sirve como parte del canal al momento del parto.
La Cérvix es un órgano de paredes gruesas, que establece la conexión entre la Vagina y el Útero
(Figura 2). Está compuesto de tejido conectivo denso y músculos. La entrada a la Cérvix está
proyectada hacia la Vulva en forma de cono. Esto forma un círculo ciego de 360º que rodea
completamente la entrada al cérvix. Esta base ciega del cono es conocida como Fórnix. El interior
de la Cérvix contiene tres o cuatro Anillos, a veces llamados pliegues. Este diseño le facilita a la
Cérvix ejercer su función principal, que es la de proteger el Útero del medio ambiente exterior. La
La porción más alta del Oviducto, cercana al Ovario, es llamada Ámpula. El diámetro interno del
Ámpula, adecuando al paso del Ovulo, es mayor que el del Istmo. Es en este segmento del
Oviducto donde ocurre la fertilización. Se cree que una señal química, realizada al momento de la
ovulación, es la que estimula la liberación de los espermatozoides de las paredes del Istmo,
permitiéndoles continuar se viaje al sitio de la fertilización en el Ámpula.
La estructura en forma de embudo al final del Oviducto, llamado Infundíbulo, rodea los ovarios y
cosecha los huevos, evitando
Los Ovarios son los órganos principales del aparato reproductor femenino. Tienen dos funciones: la
producción de Óvulos y la producción de hormonas, principalmente Estrógenos y Progesterona,
durante los distintos estadios del ciclo estral. En la superficie del Ovario se pueden encontrar dos
estructuras diferentes: Folículos y Cuerpo Lúteo. Los Folículos son estructuras llenas de fluidos, que
contienen los óvulos en desarrollo (Figura 8). Usualmente se pueden encontrar varios Folículos en
cada Ovario, que varían en tamaño desde apenas visibles, hasta 20 mm en diámetro. El folículo
más grande sobre el Ovario es considerado "el dominante", y es el que probablemente ovule
cuando el animal entre en celo. Con el tiempo, mas del 95% de los otros Folículos entran en
regresión y mueren sin ovular, siendo reemplazados por una nueva generación de Folículos en
crecimiento.
La otra estructura que se encuentra en la superficie del Ovario es el Cuerpo Luteo (CL). El CL crece
sobre el sitio de la ovulación del celo anterior (Figura 9), se debe hallar solo un CL en uno de los
Ovarios. El CL normalmente tendrá una corona sobre su estructura, lo cual facilita su identificación
durante la palpación rectal. El CL también puede tener una cavidad llena de fluidos, pero una
pared más gruesa, por lo tanto, tendrá una textura más tosca al tacto. El CL en latín significa
"cuerpo amarillo." Aunque en su superficie, esta estructura tiene apariencia oscura, un corte
transversal revela un amarillo rojizo en su interior.
Ciclo estral
Una vez una hembra ha alcanzado la pubertad ocurren muchas variaciones en su aparato
reproductor como respuesta a distintos niveles de hormonas. En una hembra no gestante estos
cambios ocurren cada 17 a 24 dias (considerándose 21 días como el tiempo promedio). Esta
periodicidad se llama Ciclo Estral. El ciclo estral está regulado por la interacción de varios órganos;
entre ellos el eje hipotálamo-hipófisis, el ovario y el útero.
Entre las hormonas que producen los ovarios podemos citar: los Estrógenos, que tienen un efecto
de retroalimentación positiva sobre el hipotálamo produciendo la liberación de GnRH; la
Progesterona, producida en el cuerpo lúteo por acción de la LH y responsable de la preparación del
útero para permitir la implantación del embrión y de mantener la gestación, que provoca un efecto
de retroalimentación negativa sobre el hipotálamo; y la Inhibina generada en el folículo y que
interviene en el mecanismo de regulación de la secreción de FSH y tiene un efecto de
retroalimentación negativa sobre la hipófisis anterior originando una menor secreción de FSH
El útero produce Prostaglandina F2 (PGF2a), la cual interviene en la regulación del ciclo estral
mediante su efecto de luteolisis o regresión del cuerpo lúteo.
Si observamos el aparato reproductor de una vaca en celo el día cero, veremos que uno de los
ovarios tendrá un folículo grande, tal vez de 15 a 20 mm de diámetro. Este folículo contiene un
óvulo maduro, listo para ovular. Las células dentro del folículo están produciendo estrógenos que
hace que la Cérvix secrete un moco viscoso que fluye y lubrica la Vagina. El Estrógeno también es
responsable de los síntomas externos del celo.
Los signos de estro o celo ocurren gracias a la presencia de estos estrógenos provenientes del
folículo. La duración de celo es muy variable, pero se considera que 16 +/- 4 horas es el tiempo
promedio. Los estrógenos incrementan, además, las contracciones del tracto reproductivo
facilitando el transporte del esperma y del ovulo; y afectan también a centros endocrinos en el
hipotálamo que controlan la liberación de GnRH y ésta, a su vez, la liberación de FSH y LH de la
adenohipófisis. El incremento de LH se inicia después de que se hayan iniciado los signos de celo e
inicia el proceso de ovulación. La producción de estrógenos cesa varias horas antes de la ovulación,
causando que la vaca no muestre más síntomas de celo.
En el día 1 el folículo se rompe u ovula, (la ovulación tiene lugar unas 28-32 horas después de
haberse iniciado el celo, o a las 10-15 horas de haber cesado los signos de celo en respuesta al pico
preovulatorio de LH), permitiendo la salida del óvulo al infundíbulo que lo espera. Después de la
ovulación, las células foliculares se transformarán en células luteales. Durante los próximos cinco o
seis días, estas células crecen rápidamente para formar el cuerpo lúteo, que produce Progesterona,
cuya función es preparar al útero para la gestación. Bajo la influencia de la progesterona, el Útero
produce una sustancia nutritiva para el embrión llamada leche uterina. Al mismo tiempo, la
progesterona causa que se forme un tapón Mucoso en la Cérvix, el cual evita que entren bacterias
o virus al Útero. La progesterona también evita que el animal vuelva al celo al inhibir la liberación
de gonadotropinas de la glándula Pituitaria en el cerebro (Figura 14)
Los días 16 a 18 del ciclo estral se conocen como "el periodo de reconocimiento materno",
durante este periodo, el útero busca la presencia de un embrión en crecimiento. Si no se detecta
un embrión, el útero inicia la producción de prostaglandina. Esta hormona destruye el cuerpo
luteo. Cuando se destruye el cuerpo lúteo cesa la producción de progesterona y desaparece el
efecto de retroalimentación negativa que ejercía a nivel hipotalámico, por lo que comenzará a
aumentar la frecuencia pulsátil de las hormonas FSH y LH, encargadas de estimular el crecimiento
folicular. Muchos folículos pueden llegar a desarrollarse durante el proceso de dinámica folicular,
pero solo 1 (2 ó 3 en el caso de gemelos o trillizos) será el folículo dominante seleccionado para ser
ovulado. Este folículo dominante se diferencia de los demás en que es estimulado
coordinadamente por las hormonas FSH y LH para producir estrógenos y provocar el siguiente celo.
Estas ondas se observan tanto en animales jóvenes (antes de la pubertad) como en adultos, en
vacas preñadas (excepto durante los últimos 30 días de gestación), durante el postparto y durante
el ciclo estral.
El ciclo estral bovino consta básicamente de 2 ondas foliculares y cada una de ellas comienza con el
reclutamiento inicial de un grupo de folículos en crecimiento. Solo uno de ellos continuará
creciendo convirtiéndose en el folículo dominante, que tiene un papel activo en la regresión del
resto de folículos.
Durante los primeros 4 o 5 días el embrión viaja por el Oviducto hacia el Útero. Una vez que el
embrión llegue al Útero, será rodeado de fluidos uterinos y seguirá su crecimiento. Mientras este
embrión esté flotando libremente en el útero, varias membranas se empiezan a formar, el Amnion,
el Corion y el Alantoides. En su conjunto, estas membranas son conocidas como la Placenta.
Idealmente, cuando llegue el periodo de reconocimiento materno, entre los días 16 a 18, el feto y
la Placenta en crecimiento habrán producido suficientes cantidades de señal química necesaria
para mantener la gestación. Esta señal inhibe el efecto de la Prostaglandina sobre el CL (Figura 19).
El CL entonces se mantiene intacto y continúa produciendo Progesterona, hormona vital para
mantener la gestación.
Alrededor de los 30 días de gestación, la placenta empieza a adherirse al Útero en varios puntos. El
sitio de adherencia al lado de la placenta se llama Cotiledón, mientras que al lado del Útero se
desarrollan Carúnculas. La unión entre Cotiledones y Carunculas es como una mano en un guante.
Esto aumenta grandemente la superficie de adherencia en el sitio de la unión, facilitando el
intercambio de nutrientes y desechos entre la cría y la madre, por venas y arterias que viajan hacia
y a través del cordón umbilical.
Al momento del parto, los músculos empiezan a contraerse y expulsan al ternero y sus membranas
a través de la Cérvix y la Vagina ya dilatadas. Varias hormonas, incluyendo Progesterona,
Estrógenos, Prolactina, Relaxina y Corticoides, producidos por la madre, el feto y la placenta, se
conjugan para realizar este evento (Figura 20). El hecho de dar a luz en un sitio limpio y el cuido de
la vaca después de un parto, ayudan a prevenir problemas reproductivos.
Bibliografía
Nebel, R., & DeJarnette, M. (2011). Anatomía y fisiología de la reproducción bovina. SELECT SIRES
INC, 6.