TCR U3 A2 Yeav
TCR U3 A2 Yeav
TCR U3 A2 Yeav
GRUPO: SP-STCR-2302-B1-001.
SEMESTRE: 4°
INTRODUCCION:
La incidencia delictiva cada vez va en aumento, a diario podemos ver en diversas
fuentes como es que se cometen los delitos, tales como el asalto en el transporte
público, el secuestro y muchos delitos que van al alza. Ya hasta de cierta manera
se es común de parte de muchos ciudadanos ser victimas de la delincuencia.
¿Pero que entendemos por víctima? Según el articulo 4 de la ley General de
Victimas establece que “Se denominaran victimas directas aquellas personas que
hayan sufrido algún daño o menoscabo económico, físico, mental, emocional, o en
general cualquiera puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídicos o derechos
como consecuencia de la comisión de un delito o violaciones a sus derechos
humanos reconocidos en la constitución y en los tratados internacionales de los
que el estado mayor sea parte”, (Cámara de Diputados, 2013). Es común ver en
las imágenes periodísticas como es que actúan estos grupos delincuenciales
afectando a las víctimas, despojándolos de sus pertenencias o inclusive hasta de
su propia vida. También podemos observar que generalmente los individuos que
cometen estos actos delictivos, en su mayoría son jóvenes que han sido atraídos
por conductas desviadas, y se han convertido en victimarios, pero que es un
victimario “En su significado originales el sirviente de los antiguos sacerdotes
gentiles que encendía el fuego, ataba las victimas al ara y las sujetaba en el acto
de sacrificio: victimarius. Por victimario entiéndase aquel que realiza el daño, el
sufrimiento, el padecimiento, agresión, etc., (Villareal Sotelo, 2013). En esta
actividad analizaremos los aportes de la victimología, así como la teoría de la
neutralización.
DESARROLLO:
A continuación, analizaremos dos imágenes en las cuales se presentan el
momento que puede vivir una victima y un victimario.
VICTIMA:
VICITIMARIO:
Como ya es bien sabido por todos, la delincuencia cada día va en aumento, los
grupos delincuenciales normalmente se encuentra compuesto por una gran
cantidad de jóvenes que han abandonado sus estudios, hogares etc, y esto se ha
debido por muchos factores que han influido para que estos jóvenes se sumen a la
delincuencia.
Se dice que el individuo se convierte en delincuente en virtud de que responde a
una enseñanza basado en la experiencia que ha vivido, Sykes y Matza, estiman
que la mayor parte de los delincuentes comparten los valores convencionales de
la sociedad, de manera que lo que aprendan son ciertas técnicas capaces de
neutralizarlos, racionalizando y auto justificando asi la conducta desviada, “dichas
técnicas constituyen un componente esencial de las “definiciones favorables para
el incumplimiento de la ley” de Sutherland. Es a través del aprendizaje de estas
técnicas que un joven se convierte en un delincuente juvenil, y no a través del
aprendizaje de imperativos morales, valores o actitudes en total contradicción con
aquellos de la sociedad dominante.” (Gresham M’Cready & Matza, 2008). Sykes y
Matza dividieron estas técnicas en cinco grandes tipos, los cuales se presentan a
continuación:
La negación de la responsabilidad: Mientras el delincuente no se defina a si mismo
como responsable de sus acciones desviadas, la desaprobación de uno mismo o
de otro pierde efectividad como influencia represiva.
La negación de la víctima: Incluso si el delincuente acepta la responsabilidad de
sus actos desviados y esta dispuesto a admitir que estos implican un daño, la
indignación moral con uno mismo, y la de otros, puede neutralizarse al insistir en
que, a la luz de las circunstancias, el daño no es un mal.
La condena a quien condena: El delincuente traslada el foco de atención desde
sus propios actos desviados a los motivos y el comportamiento de quienes
desaprueban su violación de la ley. El delincuente cree que quienes lo van a
condenar son hipócritas, desviados encubiertos, o que el rencor personal los incita
a actuar así.
La apelación a lealtades superiores: El delincuente sugiere que juvenil, por lo
general, resuelve su dilema al insistir en que “siempre hay que ayudar a un
compañero”, o “nunca se delta a un amigo”; e incluso, aun cuando esto lo ponga
en serias dificultades con el orden social dominante, su elección sigue siendo
conocida para quienes supuestamente cumplen con la ley.
Como se ha expresado en actividades pasadas, durante los últimos años en el
cual se ha mantenido una lucha permanente en contra de la delincuencia, muchas
de las autoridades han hecho abuso de autoridad, ya que, durante la detención de
los presuntos delincuentes, los han torturado, y han hecho ejecuciones
extrajudiciales, y también cuando están siendo sentenciado, no se les garantiza un
buen juicio, lo cual les pudiera ayudar o perjudicar en su libertades. “Las técnicas
de neutralización pueden no ser lo suficiente poderosas como para proteger
totalmente al individuo de la fuerza de sus propios valores internalizados y de las
reacciones de quienes cumplen con la ley, ya que, como mencionamos, los
delincuentes juveniles suelen padecer sentimientos de culpa o vergüenza cuando
deben dar cuenta de su comportamiento desviado. Y algunos delincuentes pueden
estar aislados del mundo que cumple con la ley, que las técnicas de neutralización
ni siquiera entran en juego. De todos modos, creemos que las técnicas de
neutralización son decisivas para disminuir la eficacia del control social y
descansan detrás de gran parte del comportamiento delictivo”, (Gresham M’cready
& Matza, 2008). En cuanto a los derechos humanos del victimario, se deben de
garantizar en todo momento pese a que haya cometido alguna falta o delito grave,
ya que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, no importa la
condición social, credo, o color, o si se es delincuente. Primeramente, se debe de
realizar una detención dentro de la ley sin violentar sus derechos y posteriormente
indagar cuál fue la razón o la causa por el cual, ha cometido el delito.
CONCLUSION:
Sykes, Gresham M’cready, & Matza David. (2008). Tecnicas de neutralización: una
teori de la delincuencia. Caderno CRH, 21(52), 163-170. Recuperado el dia 9 de
septiembre de 2023, de
https://www.scielo.br/j/ccrh/a/hnMBxPPHJZgK5RYXbT4dN3n/?lang=es