El Discurso Argumentativo

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EL DISCURSO ARGUMENTATIVO

Tipos de Argumento en el Discurso del Método de René Descartes

Argumento de Autoridad
 pues los geómetras suponen todo eso en su objeto, repasé algunas de sus más
simples demostraciones, y habiendo advertido que esa gran certeza que todo el
mundo atribuye a estas demostraciones, se funda tan sólo en que se conciben
con evidencia, según la regla antes dicha, advertí también que no había nada en
ellas que me asegurase de la existencia de su objeto; pues, por ejemplo, yo veía
bien que, si suponemos un triángulo, es necesario que los tres ángulos sean
iguales a dos rectos; pero nada veía que me asegurase que en el mundo hay
triángulo alguno…

Argumento de Modelo
 … y observando que esta verdad: «yo pienso, luego soy», era tan firme y segura
que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de
conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulo, como el primer principio de
la filosofía que andaba buscando.

 Pero no podía suceder otro tanto con la idea de un ser más perfecto que mi ser;
pues era cosa manifiestamente imposible que la tal idea procediese de la nada

 ¿cómo sabremos que los pensamientos que se nos ocurren durante el sueño
son falsos, y que no lo son los que tenemos despiertos, si muchas veces sucede
que aquéllos no son menos vivos y expresos que éstos? Y por mucho que
estudien los mejores ingenios, no creo que puedan dar ninguna razón bastante a
levantar esa duda, como no presupongan la existencia de Dios.

 que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas;
esa misma regla recibe su certeza sólo de que Dios es o existe, y de que es un
ser perfecto, y de que todo lo que está en nosotros proviene de él;
Argumento de Definición

 Y habiendo notado que en la proposición: «yo pienso, luego soy», no hay nada
que me asegure que digo verdad, sino que veo muy claramente que para pensar
es preciso ser

 y poseedora inclusive de todas las perfecciones de que yo pudiera tener idea;


esto es, para explicarlo en una palabra, por Dios.

 hubiera podido tener por mí mismo también, por idéntica razón, todo lo demás
que yo sabía faltarme, y ser, por lo tanto, yo infinito, eterno, inmutable,
omnisciente, omnipotente, y, en fin, poseer todas las perfecciones que podía
advertir en Dios.

 Dios no era compuesto; en cambio, si en el mundo había cuerpos, o bien


algunas inteligencias u otras naturalezas que no fuesen del todo perfectas, su
ser debía depender del poder divino, hasta el punto de no poder subsistir sin él
un solo instante.

 Quise indagar luego otras verdades; y habiéndome propuesto el objeto de los


geómetras, que concebía yo como un cuerpo continuo o un espacio
infinitamente extenso en longitud, anchura y altura o profundidad, divisible en
varias partes

 pues la razón no nos dice que lo que así vemos o imaginamos sea verdadero;
pero nos dice que todas nuestras ideas o nociones deben tener algún
fundamento de verdad; pues no fuera posible que Dios, que es todo perfecto y
verdadero, las pusiera sin eso en nosotros;

Argumento de Ejemplificación

 En lo que se refiere a los pensamientos, que en mí estaban, de varias cosas


exteriores a mí, como son el cielo, la tierra, la luz, el calor y otros muchos, no me
preocupaba mucho el saber de dónde procedían.

 si volvía a examinar la idea que yo tenía de un ser perfecto, encontraba que la


existencia está comprendida en ella del mismo modo que en la idea de un
triángulo está comprendido el que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos o,
en la de una esfera, el que todas sus partes sean igualmente distantes del
centro, y hasta con más evidencia aún;

 que Dios, que es ese ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser una
demostración de geometría.

 son como los que para oír los sonidos u oler los olores quisieran emplear los
ojos; y aun hay esta diferencia entre aquéllos y éstos: que el sentido de la vista
no nos asegura menos de la verdad de sus objetos que el olfato y el oído de los
suyos, mientras que ni la imaginación ni los sentidos pueden asegurarnos nunca
cosa alguna, como no intervenga el entendimiento.

 Pues si ocurriese que en sueño tuviera una persona una idea muy clara y
distinta, como por ejemplo, que inventase un geómetra una demostración nueva,
no sería ello motivo para impedirle ser verdadera; y en cuanto al error más
corriente en muchos sueños, que consiste en representarnos varios objetos del
mismo modo como nos los representan los sentidos exteriores

Argumento de Analogía

 …es decir, el alma, por la cual yo soy lo que soy, es enteramente distinta del
cuerpo y hasta más fácil de conocer que éste y, aunque el cuerpo no fuese, el
alma no dejaría de ser cuanto es.

 Pues, en virtud de los razonamientos que acabo de hacer, para conocer la


naturaleza de Dios hasta donde la mía es capaz de conocerla, bastábame
considerar todas las cosas de que hallara en mí mismo alguna idea y ver si era o
no perfección el poseerlas; y estaba seguro de que ninguna de las que indicaban
alguna imperfección está en Dios,…

 Pero si hay algunos que están persuadidos de que es difícil conocer lo que sea
Dios, y aun lo que sea el alma, es porque no levantan nunca su espíritu por
encima de las cosas sensibles y están tan acostumbrados a considerarlo todo
con la imaginación - que es un modo de pensar particular para las cosas
materiales -, que lo que no es imaginable les parece ininteligible…
 quiero que sepan que todas las demás cosas que acaso crean más seguras,
como son que tienen un cuerpo, que hay astros, y una tierra, y otras semejantes,
son, sin embargo, menos ciertas; pues, si bien tenemos una seguridad moral de
esas cosas, tan grande que parece que, a menos de ser un extravagante, no
puede nadie ponerlas en duda, sin embargo, cuando se trata de una certidumbre
metafísica

CONECTORES ARGUMENTATIVOS

Sin embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que he tomado son
bastante firmes, me veo en cierta manera obligado a decir algo de esas reflexiones…

Así, puesto que los sentidos nos engañan

… sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las


otras cosas…

Después de esto, consideré, en general, lo que se requiere

…es decir, estaban en mí.

puesto que mucho me holgara yo de verme libre de ellas.

Además, tenía yo ideas de varias cosas sensibles y corporales;

sin embargo, que esas ideas estuvieran verdaderamente en mi pensamiento.

…por consiguiente, tan cierto es por lo menos…

En fin, si aún hay hombres


Pues, en primer lugar, esa misma regla que antes he tomado, a saber:

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