01 Achtung Revista
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consejo de redaccin
Pablo L. Orosa Oscar Sanluis
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Marcos Sanluis
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15M y ahora qu
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Marcos Nebreda
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Laura Moar Sergio Torres
Rosa Bao
libros
Somos parias. Exiliados. Ex combatientes. Iracundos. Somos una vanguardia decrpita. Rojos. Negros. Insomnes. Somos la vigilia del da olvidado. Ciegos. Mudos. Rebeldes vencidos. Somos nosotros. Conspiradores. Achtung!
Me da vrtigo el punto muerto y la marcha atrs, vivir en los atascos, los frenos automticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas la doble direccin de las palabras y el obsceno guiar de los semforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las seales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que estn hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espritu. Me entristecen quienes me venden clines en los pasos de cebra, los que enferman de cncer y los que slo son simples marionetas. Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que ululan en las noches de fiesta, los cdigos de barras, el baile de etiquetas. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la lnea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto trfico y tanto sinsentido, parado frente al mar mientras que el mundo gira.
Sergio Simunich
discos pelis
Dbora Garca
series
upandewapili
Jose Cabalar
direccin de arte
Oscar Sanluis
maquetacin
Uxo Velo
ilustracin
www.achtungmag.com
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Ideario
@MarcosSanluis vicedecano do Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia, xornalista de Radio Corua Cadena SER e autor do blog El Tnel (otrotunel.blogspot.com) ilustracin: oskinha.es
Catorce anos despois, as reflexins de ngeles Caso mateen A multiplicacin de canles televisivas non implicou nin mis plena vixencia e acertan de cheo nunha das fondas eivas da nosa calidade, nin mis pluralidade nin mellor oferta informativa e sociedade: a perigosa pode lecer. A suposta insibilidade de que a estuformacin convrtese ngeles Caso acerta de cheo nunha pidez humana de parte en espectculo, o rigor das eivas da nosa sociedade: a perigosa dos que se poen diante substitudo polo sendas cmaras se estenda a sacionalismo e os cposibilidade de que a estupidez humana parte dos que se sentan digos deontolxicos da de parte dos que se poen diante das diante do televisor. profesin xornalstica cmaras se estenda a parte dos que se morren diante da obriga A chegada das cadeas da audiencia. As especusentan diante do televisor. privadas presentouse lacins, os rumores, os como un avance notable para o Estado Espaol: insultos e os infundios derrotan o vello oficio de mis canles sostian- implicaba maior contar o que pasa. oferta, maior competitividade, maior calidade, maior pluralidade. Co temAlgo ten de podre unha sociedade po, e coa implantacin da TDT, a cando outorga as mellores cotas de oferta televisiva multiplicouse pantalla a Slvame e concdelle en cantidade de botns que a un personaxe como Beln se poden pulsar no mando a Esteban o ttulo de Princedistancia. sa del Pueblo. Algo ten de podre unha sociedade que O resultado deste procetira pola fiestra unha caso que rachou o monodea informativa (CNN+) polio pblico televisivo para poer no seu lugar non pode ser mis desGran Hermano. acougante. Mediaset, o grupo multimedia conA sociedade mira para a trolado por Silvio Bertelevisin, ri e chora coas lusconi, tense feito con traxedias de quen primeiboa parte da oferta televiro perdeu o pudor e despois siva. Xestiona das cadeas a sa dignidade para vender xeralistas (Telecinco e Cuaa sa vida mellor postor. Por tro) e outras catro derivadas da detrs, quen move os fos afondistribucin do sinal dixital. Da da na transformacin dun sistema sa factora teen sado algns dos que fixo crer a algns que o soo era paradigmas da chamada, en casteln, teposible. Cando espertemos, o televisor lebasura. seguir prendido e a esperanza apagada.
oc tu bre 2011
El pasado da 8 de julio el transbordador Atlantis realiz su ltimo vuelo. La razn para terminar con el sueo espacial es de lo ms prosaica: el dinero. Coquetear con el espacio ha costado 200.000 millones desde 1972 y ni siquiera la economa ms fuerte del planeta (y USA lo sigue siendo, de momento) puede permitirse una superproduccin de ese calibre. A un nivel puramente prctico, el fin de la carrera espacial significa la victoria de Rusia, a la que EEUU recurrir para la rutinaria tarea de enviar satlites al espacio (mientras el busto de Kruschev sonre irnico en su tumba del cementerio Novodevichy) por un precio: si algo han aprendido los antiguos soviticos de sus enemigos de toda la vida es cmo funciona el monopolio en una economa capitalista, as que han aumentado en un 50% el precio del billete del Soyuz en cuanto la noticia se hizo pblica. Pero, aparte de ser la derrota definitiva de EEUU en la carrera espacial, la clausura del programa de transbordadores espaciales va ms all de ser un suceso histrico para entrar en el terreno de la tragedia personal. Desde pequeo, crec con la idea de que el Atlantis o el Discovery o cualquiera de sus hermanos eran los precursores de las naves espaciales en las que un da surcara el espacio. Representaban para m la prueba palpable de que era real la promesa implicita de cientos de pelculas, series de televisin, novelas y cmics: que era mi derecho, como nio, convertirme en adulto en un futuro en el que viajar de planeta en planeta sera cotidiano, que escogera para mis vacaciones mundos paradisacos donde ningn hombre haba puesto el pie antes, que mis mejores amigos seran un robot y un extraterrestre y que, una vez me hiciera con mi propia nave, tendra por delante un futuro emocionante como contrabandista o explorador enfrentndome a los piratas espaciales del cinturn de asteroides del sistema gamma o a la amenaza alien del sector beta. Y (aunque incluso yo reconoca en mi fuero interno que necesitara un montn de suerte para conseguirlo) podra ser hecho prisionero por una civilizacin de preciosas amazonas que slo se diferenciaban de las humanas en que su cultura no haba ido ms all de la ropa interior en cuestiones de moda y que necesitaban desesperadamente un joven macho frtil para repoblar su especie. Por eso sent, cuando v el Atlantis regresar a su hangar para comenzar su nueva tarea, que no es otra que acumular polvo, lo mismo que el da en que guard mis juguetes de nio en un caja de cartn. Pena, melancola, y cierto resentimiento porque la ciencia ficcin slo me haba ofrecido las mentiras
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que saba que yo quera or de una manera no muy distinta a las adivinaciones de las tarotistas o las proyecciones de los analistas econmicos (justo antes de que comenzara la crisis de 2008, la agencia Moodys calificaba con una AA las hipotecas basura). Nunca visitar otro mundo (excepto en el sentido ms metafsico del trmino, en el que el atad hara las veces de nave espacial) y tampoco puedo confiar en que ste termine para dejar paso a otro ms sencillo o emocionante, como nos hizo creer otro subgnero de ciencia ficcin, el apocalptico, del que un gran exponente es Mad Max. De pequeo, habra aceptado de buen grado la idea de una vida sin seguridad social, sin un sueldo a fin de mes, sin electricidad ni agua y sin una fuerza policial que me protegiera a cambio de una emocionante existencia como lobo solitario peleando contra mutantes radiactivos, aliengenas o (ms probablemente) macarras con hombreras de pinchos. La esperanza de vida sera corta (aunque en aquella poca, llegar a los 40 me pareca ms tiempo del que nadie podra gastar) pero morir joven eliminaba la siniestra posibilidad de los paales para adultos, al tiempo que la desaparicin de cualquier autoridad me permitira conducir a toda velocidad en un todoterreno oxidado, alimentarme exclusivamente de comida en lata y carne de caza y quiz conseguir un brazo binico despus de que el anterior me fuera arrancado de cuajo por un monstruo radiactivo. Pero este mundo mediocre y sin emocin no ha querido proporcionarme el apocalipsis que necesitaba para impulsar mi fantasa: los misiles nucleares duermen en sus silos, las pandemias se contentan con cebarse en la poblacin del Tercer Mundo y los aliengenas parecen haber abandonado sus planes de invasin para contentarse con los avistamientos y las mutilaciones de ganado. El futuro que ya se est insinuando es muy distinto: la crisis de 2008 pudo no ser un apocalipsis propiamente dicho, pero fue el punto en que cay en picado la curva de una grfica que comenz a trazarse en 1981, cuando Ronald Reagan subi al poder y los grandes empresarios a los que obedeca
(el talento de un actor es recitar las palabras de otro) pusieron poner en prctica el concepto que luego se denomin economa vud y que consista en bajar los impuestos para conseguir mayores ingresos fiscales al tiempo que desregularizaban los mercados financieros. Como lo que se hace en EEUU se repite invariablemente en el resto del mundo, el resultado fue el empobrecimiento de los gobiernos, que pasaron de ser el garante de las libertades y derechos del individuo a ser los rehenes de unos mercados que no han sido capaces de materializar la riqueza prometida.
Ajenos al malestar de la base, los poderes fcticos continan con las privatizaciones reduciendo el papel econmico del Estado y su capacidad de control sobre las necesidades bsicas de la poblacin, a la que se reducen sus derechos laborales. El siguiente paso ser AENA, sacrificada a la eficiencia y a la bajada de los precios que se presuponen en un libre mercado y que los pactos entre los grandes convierten en terico. Despus las elecciones vendr el Este mercado est, en ltima estancia, en copago (que muchos ya llaman en tono irnico el repago) que convertir la sanidad en un producto de consumo ms, y la educacin (centros concertados) le seguir. Sin soluciones, es previsible que aumenten los conflictos sociales y con ello la inseguridad, hasta obligar a secesionar a los ricos de los pobres, como ocurre en pases de sudamrica como Honduras, donde urbanizaciones acorazadas protegen a los nuevos aristcratas de la realidad brutal en la que vive la mayora. Esto no es la realidad: es ciencia ficcin. Concretamente, el subgnero llamado ciberpunk, que dibuja un futuro distpico en el que un puado de megacorporaciones controlarn todos los recursos (incluidos los humanos) del planeta, reduciendo las instituciones pblicas a simples rganos nominales. Desaparecido el Estado, ser ciudadano deja de tener sentido en este escenario donde lo nico importante es ser empleado de una megacorporacin. El resto son proles como los denominaba Orwell en 1984 , una masa desprovista de cualquier representacin real o siquiera de una visibilidad social. Por eso los hroes de estas historias, de la que la ms representativa es Neuromante, de William Gibson, son todos hackers, inadaptados que roban y venden informacin en el mundo virtual, el nico en el que todava el individuo es capaz de actuar por si mismo, al margen de un sistema opresivo. As que en el fondo, la ciencia ficcin acertaba al predecir el futuro. Slo que descubrir que dice la verdad es tan deprimente como descubrir que miente.
manos de tres bancos, que fueron rescatados de la crisis con dinero pblico pero que se niegan a someterse a cualquier restriccin ( JP Morgan Chase, Goldman Sachs y Merrill Lynch). A la sombra de las operaciones econmicas fraudulentas, la clase media desaparece y la ciudadana, sin la expectativa de un futuro mejor, se siente alienada en un sistema que sigue animando al consumo a gente endeuda e infrapagada. Enfurecidos, los ciudadanos contraatacan y para ello emplean las nuevas tecnologas y no slo para organizarse: el paradigma se puede observar en Anonymous, ese grupo ciberterrorista que ataca a travs de la red a las instituciones como SGAE, la Iglesia
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Shadow
Rook Floro
La teora de las sombras de Carls Jung inspira esta escultura. Coetneo de Sigmund Freud, con quien mantuvo una breve amistad, Jung postulaba la mente inconsciente como el bastin ltimo de la creatividad. Es en esta parte inaccesible del cerebro donde permanencen nuestros deseos y anhelos ms profundos, ocultos tras el raciocinio consciente.
Va: www.spiegel.de
Arte agrcola
Japn
Inakadate ( Japn) es un lugar nico en el mundo. All los campos de arroz son el lienzo de este agro-arte. Un castillo en lo alto permite observarlas.
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Celtic Colours
7|15 octubre 26 octubre
Diwali
caractersticas
28 sep|09 octubre
Kulturnatten
14 octubre
Ingredientes principales pasta, carne y pescado Plato primero Estilo cocina Wok Ambiente a diario Tiempo 30 minutos Dificultad baja Precio medio
gratuitas
Flipboard Para enterarte de todo Waze El navegador autodidacta IBooks Un e-book IMDb Para saberlo todo de cine Skype Habla con quien quieras
preparacin Los tallarines al estilo yakisoba pueden acompaar todo tipo de carnes y pescados. Su elaboracin es rpida y sencilla: Cocemos los tallarines al punto, entre 5 y 7 minutos, al tiempo que preparamos un picadillo de zanahoria, pimientos y cebolla en brunoise. Despus, pelamos los langostinos y los troceamos, al igual que la carne. Una vez calentado el wok, sofremos primero la verdura. Luego aadimos la carne y, por ltimo, los langostinos. Finalmente incorporamos la pasta y salpimentamos. Un toque de salsa Tonkatsu y listo. Antes de servirlo, aadimos lminas de atn seco.
En 2008, altavoz en mano, los islandeses lograron derrocar un gobierno que los haba arrastrado a la mayor crisis financiera imaginada. TRES AOS DESPUS En Espaa, miles de personas salieron a las calles para apoyar una revolucin pacfica. a las puertas de las elecciones generales el movimiento permanece vivo. La pregunta es, hasta cundo?
por Pablo L. Orosa fotos Ramiro Garca Gallego | lafur Kr. lafsson La maana del 11 de octubre de 2008, plomiza como casi todas en Reikiavik, Hrdur Torfason se plant en los aledaos del parlamento islands, el Alingi. Para entonces, los bancos ms importantes del pas, Kaupthing, Landsbanki y Glitnir, se haban hundido. La bolsa del pas que un ao antes lideraba el ndice de Desarrollo Humano se haba desplomado ms de un 76 por ciento y el plan de ajuste ideado por el primer ministro, Geir Haarde, obligaba a cada islands a pagar casi 60.000 euros de media. Haba que ajustarse el cinturn. Torfason, cantante, actor y activista poltico gay, sentado en el sof de una peluquera no quiso entender el mensaje del primer ministro. Cogi su guitarra y un micrfono y se asent en la puerta del Parlamento para protestar por la situacin de su pas. Algunos amigos se le unan espordicamente. Unos das despus, un alto mandatario islands le invit a marcharse. Torfason rechaz su sugerencia y pidi ser recibido por las autoridades. stas tambin rechazaron su sugerencia. Entonces, puso velas en el suelo. Una por cada ministro; y comenz a hablar. Durante una semana cada da a las 12 en punto del medioda Torfason abra su discurso pidiendo al gobierno que dimitiera, Haba fallado en sus cometidos como gobierno, y para m y la mayora de la gente, veamos que estbamos rodeados de corrupcin, explic el propio Torfason meses despus. Al sbado siguiente decenas de personas se concentraron a su alrededor. Algunas aceptaron su invitacin y cogieron el micrfono. Tenan mucho que decir. El movimiento se expandi rpidamente gracias al boca a boca actual: Facebook y Twitter. En unas pocas semanas aquel arrebato de dignidad haba calado en todo el
pas y la presin popular oblig a la disolucin del Parlamento y a la convocatoria de elecciones generales el 23 de enero de 2009. Los islandeses no se quedaron ah. Sacudieron los cimientos del Estado, persiguieron a los banqueros que les llevaron a la bancarrota el ex primer ministro conservador Haarde fue acusado en abril de 2011 de extrema negligencia y de ocultar informacin sobre lo acuciante de la crisis y dijeron no en referndum a la devolucin a Reino Unido y Holanda de una deuda de 4.000 millones de euros. Islandia, un pas de apenas 331.000 habitantes haba enseado el camino. Generacin NiNi: Ni tragamos Ni callamos #nolesvotes #15M Apelemos todava a una verdadera insurreccin pacfica contra los medios de comunica-
cin de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo en masa, el desprecio hacia los ms dbiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competicin a ultranza de todos contra todos. Stphane Hessel, activista, superviviente de Buchenwald y diplomtico fue uno de los redactores de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos de 1948- logr lo que nadie antes: despertar las conciencias de miles de personas en toda Europa. Las plazas de toda Espaa fueron el epicentro de un movimiento nacido de un alegato contra la indiferencia que haba abocado a los pases occidentales a una agravada crisis sistmica. El caldo de cultivo del movimiento 15-M es la situacin de cabreo generalizado ante la crisis, con un paro galopante, por un lado, y la sensacin de un funcionamiento democrtico, no de la demo-
El movimiento 15-M comparte con la revolucin islandesa el objetivo de iniciar una etapa de regeneracin democrtica. No obstante, la tabla de reivindicativa del 15-M es ms amplia y diversa, pues implica a toda la sociedad
El 15-M es ms un movimiento de protesta que de construccin. La protesta agrupa con relativa facilidad. Siempre es ms fcil unirse y movilizarse contra algo o contra alguien. Es ms complicado y difcil ponerse de acuerdo en objetivos a corto y medio plazo, asegura el catedrtico de la universidad de Deusto, Javier Elzo.
cracia como tal, que se percibe como no representativa de las demandas de la sociedad. De la juvenil en primer lugar, con altos porcentajes de paro, de la gente inquieta y con poco trabajo, por jubilacin o paro, en segundo lugar, seala a Acthung el catedrtico de la universidad de Deusto, Javier Elzo. El 15 de mayo de 2011 miles de jvenes tomaron pacficamente las calles de ms de 50 ciudades en toda Espaa. En unas horas la plaza de Sol, en Madrid, se convirti en un proto-estado organizado en comisiones: Legal, Accin, Actividades, Barrios, Estatal e Internacional, Informacin, Infraestructuras, Lenguas de Signos. Qu hacer, qu decirtodo se votaba en interminables asambleas en las que participan todos los espectros de la sociedad: estudiantes, mileuristas, parados, amas de casa, jubilados. El 15-M surge como algo nuevo, sin origen poltico o sindical, por eso consigue que la gente se identifique, apunta Jaime Pastor, experto en movimientos de masas y profesor de Sociologa en la UNED. Amplia tabla de reivindicaciones El movimiento 15-M comparte con la revolucin islandesa el objetivo de iniciar una etapa de regeneracin democrtica. No obstante, la tabla reivindicativa del 15-M es ms amplia y diversa, pues implica a toda la sociedad, puntualiza Pastor. Derecho a una vivienda digna con reforma de la ley hipotecaria para que la entrega de la vivienda en caso de impago cancele la deuda; abolicin del plan Bolonia y la ley Sinde; una reforma fiscal implantacin tasa Tobin;
control a la banca y los mercados financieros; y, sobre todo, una forma de la ley electoral con listas abiertas y circunscripcin nica. A diferencia de las revueltas griegas en 2008 o los altercados en Inglaterra en agosto de 2011, el 15-M propone una desobediencia civil no violenta para conseguir sus objetivos. Eso inspira un mayor consenso y permite integrar a un espectro ms amplio de la sociedad, seala Pastor, pero al mismo tiempo puede acabar por cercenar el movimiento. El 15-M es ms un movimiento de protesta que de construccin. La protesta agrupa con relativa facilidad. Siempre es ms fcil unirse y movilizarse contra algo o contra alguien. Es ms complicado y difcil ponerse de acuerdo en objetivos a corto y medio plazo, subraya Elzo. Incierto futuro Las dudas sobre el futuro del movimiento se acrecientan con el paso de los das. Slo los desalojos forzosos de la polica reavivan la mecha. Algunas voces apuntan a que el movimiento est agonizando. Otras aseguran que resurgir con ms fuerza ante las prximas elecciones generales de noviembre. La mayora no ve en las elecciones una respuesta a la crisis, afirma Pastor, experto en movimientos de masas. Por ello surgirn nuevos foros sociales alternativos y se mantendr una agen-
da reivindicativa. Es posible que haya menos consenso. Algunos optarn por votar a partidos minoritarios, IU, Equo o incluso UPyD. Lo que es seguro es un aumento exponencial del voto nulo y el voto en blanco, la tercera fuerza poltica tras PSOE y PP. La izquierda no debe esperar una ayuda del 15-M. Es un movimiento que difunde una no-ideologa, una actitud crtica contra la poltica. Es un voto de nadie, de negacin, aade el catedrtico de sociologa de Universidad Complutense, Fermn Bouza, para quien el movimiento tiene fecha de caducidad: El 15-M nace unido a la crisis y, sobre todo, al paro juvenil. Es un movimiento fuerte durante la crisis pero dejar de serlo cuando se cree empleo. Los socilogos coinciden en que el movimiento debe reinventarse para sobrevivir. Mirando al futuro el movimiento del 15-M debe superar dos escollos: El primero, impedir que los antisistema violentos, sin sistema alternativo que proponer con la fuerza de la razn deliberativa, copen la movilizacin. El segundo fomentar la reflexin ciudadana en torno a muchas de las buenas cuestiones que han salido en las marchas y en las acampadas, seala Elzo. Los polticos han tomado nota de las reivindicaciones, su labor ahora la del movimiento- es recordrselas, afirma Bouza. La reforma de la ley electoral, primer objetivo. Cmo hacerlo? Crear un partido sera negar su pro-
pio origen, sugiere inmediatamente Bouza. Foros, asambleas, encuentros digitales las nuevas tecnologas multiplican las posibilidades. Lo fundamental, recuerdan los expertos, es preservar el legado del movimiento: la capacidad de la sociedad de pensar por s misma. Lo que han conseguido es importante, es un avance, reconoce Bouza, escptico del 15-M. La sociedad se ha dado cuenta de que puede y debe participar en la reflexin intelectual necesaria para configurar un futuro sostenible. Es el turno de las filas vanguardia, tal y como las ha bautizado Bouza. Despus de todo, y aunque el 15-M desaparezca como tal, el movimiento de los indignados se mantendr en pie. Esperando. Todava hay mucho que hacer. Los responsables polticos, econmicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no pueden claudicar ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia.
La sociedad se ha dado cuenta de que puede y deber participar en la reflexin intelectual necesaria para configurar un futuro sostenible. Es el turno de las filas vanguardia.
SPANISH REVOLUTION
Estamos hartos! No aguantamos ms! Quiero trabajar, no emigrar!. Pancartas escritas en castellano que han sido vistas en todo el mundo: la Piazza de la Santa Croce en Florencia, la plaza de la Bastilla en Pars, el Washington Square en Nueva York o la puerta de Brandenburgo en Berln han sido testigos del movimiento. En Israel, el pasado 10 de agosto 300.000 personas salieron a la calle para exigir al primer ministro, Benjamin Netanyahu, un cambio sustancial a su poltica tributaria.
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redes sociales
Los medios de comunicacin llegaron tarde al 15-M. Quizs porque ellos tambin forman parte del sistema en las primeras horas el tratamiento informativo de las protestas fue relegado a un segundo plano incluso en medios autodenominados progresistas. La prensa ms conservadora ha intentado desacreditar el movimiento con titulares como: Chinches, drogas... y sexo en vivo o calificndolo como una revuelta de okupas. Quiz por ello el 15-M las redes sociales, especialmente Facebook y Twitter, se convirtieron en el canal informativo del movimiento, capaz de movilizar a miles de personas en Mlaga minutos despus de que la polica desalojase la plaza Catalua, en Barcelona. Hashtags como #NoNosVamos, #AcampadaSol, #DemocraciaRealYa o #YesWeCamp, alcanzaron una popularidad inmensa y se convirtieron en trending topic internacional. Las redes sociales sirvieron de catalizador del movimiento. Su papel consiste en canalizar respuestas rpidas y comunicar lo que ocurre, pero sin protestas en la calle no tendra sentido, afirma Pastor.
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slenska REVOLUTION
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Polska stereotypowa
Sergio Torres
Polonia
Les encanta disfrazarse de pandilleros y rajar de los rusos y los alemanes
Cuando uno vive fuera, cada vez que habla con un amigo o familiar, ste le pregunta por el pas, la comida, las costumbres, etc., en general, por cmo es la vida en ese lugar. Pero cuando uno se pone a escribir sobre ello no sabe ni cmo empezar. Si nadie te pregunta, tienes la libertad de contar lo que sea y como sea, y entonces piensas, qu es lo que ms me llama la atencin de este pas? La comida, el clima, la gente..., y a decir verdad, la conclusin es que lo que me llama la atencin es todo y nada al mismo tiempo. A pesar de todo lo diferente que hay en Polonia, nada me resulta especialmente complicado de asimilar. Cuando llegu descubr que no es el pas tan estereotipado que crea, y por eso voy a intentar desenmascarar todas las ideas preconcebidas que tenemos sobre Polonia.
al espaol. Las races de las palabras, la gramtica, las construcciones verbales... #4 Se dice que los polacos no conocen ninguna lengua extranjera. En el tiempo que llevo aqu, no he conocido a una persona que slo hablase polaco. Quiz el ingls no es su segunda lengua. Igual que en Espaa, el nivel medio no es demasiado alto, y sobre todo en la poblacin menos joven, que por otro lado sabe ruso, ucraniano, y otras lenguas eslavas. #5 Tambin se dice que a los polacos no les gustan los extranjeros. Pues yo debo ser un hombre con suerte. Porque no he tenido el ms mnimo problema. En el momento en que abro la boca y digo algo en espaol, se acercan incluso para no perder detalle. As que ms bien es todo lo contrario. A los polacos les encantan los extranjeros, especialmente los espaoles. #6 Los delitos estn a la orden del da en Po#1 De los polacos se dice que beben vodka lonia. Cruzar los dedos por si acaso, pero an constantemente, pero la verdad es que aunque no he tenido ningn problema, ni he visto nada hay miles de marcas, no lo beben hasta para raro. desayunar (no lo consumen ms que nosotros #7 Por ltimo, he de decir que s hay un estenuestro querido licor caf por ejemplo). reotipo acerca de los polacos, que es completa#2 Es cierto que es un pas muy catlico, como mente cierto. Es ms, se queda corto. Se dice tambin lo era Espaa hace unos aos. Pero que los polacos todo el tiempo se quejan de como todo, est cambiando. Y aunque hay algo. Y as es. Constantemente. Del tiempo, de iglesias, cruces, cruceros y crucifijos por todas la economa, de la sanidad... partes, ello no significa que sus habitantes sigan Aunque cuidado si eres extranjero. Una cosa es siendo tan devotos como lo fueron generacioque ellos critiquen todo lo que les rodea, y otra, nes pasadas. que t desde fuera, critiques su pas, sus ciuda#3 Es verdad que es una lengua complicada, des y sus costumbres, porque a pesar de toda pero no imposible. Una vez que empiezas a es- crtica, estn muy orgullosos de ser quienes y tudiarla, descubres lo parecido que es el polaco como son.
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No se preocupen, es slo la brisa. Hasta entonces el da haba transcurrido como cualquier otro desde que mi amiga y yo habamos llegado a Ro San Juan, un pequeo pueblo de agricultores 3 horas al norte de Santo Domingo. Al despertarnos, la maana del 22 de agosto, el sol resplandeca sobre un azul intenso en el que cielo se dilua sobre ocano atlntico. Al abrir la ventana, un soplo de aire caliente inund la habitacin. Era agosto y estaba en la Repblica Dominicana, as que eso deba de ser habitual, pens. Me puse mi vestido favorito y baj a desayunar: Tostadas con mantequilla y mermelada de frambuesa. Al volver, el sol haba desaparecido y las nubes se alineaban en forma de flecha. En un momento el cielo ennegreci y la naturaleza pareci silenciarse. Aquella quietud fue lo que verdaderamente me asust. De pronto la lluvia comenz a caer violentamente. La piscina, el csped, los pasillos exteriores todo qued inundado en apenas unos minutos. Mi amiga y yo corrimos hasta resguardarnos en la recepcin del hotel. Un grupo de turistas ingleses o canadienses, no me dio tiempo a averiguarlo- se registraba en ese momento en el hotel sin inmutarse por el insoportable ruido del viento que agitaba la cubierta. -Ser mejor que se queden ah. Afuera no se puede manejar. Maana las llamo e ir a recogerlas. Fue entonces, al colgar el telfono, cuando por primera vez fui consciente de lo que estaba pasando. Imagin a Diana. A su abuelo Ventura, El Cuervo. A Ediberto. A Delvin. A
Fabricio. A Gnesis. Imagin como aquellas casas desvencijadas iban desapareciendo una tras otras, arrancadas de cuajo por el viento. Por un momento cre que aquel pueblo animoso, de bohos ocres y noches estrelladas, que haba conocido iba a convertirse en un recuerdo ms de mi imaginacin. Sent miedo. Un miedo irracional por lo que no podemos controlar. Un miedo jadeante. Durante dos das el cielo continu descargando furioso. La lluvia brotaba por los sumideros y el viento silbaba amenazante. Sin embargo, la vida en el hotel segua igual. El karaoke, los juegos de animacin, las clases de bailetodo el mundo se senta seguro parapetado tras los gruesos muros de un complejo cinco estrellas. Yo me fui a dormir. Al despertar el sol haba vuelto a su sitio. No haba rastro de las nubes e incluso se respiraba mejor. Hasta las tostadas con mantequilla y mermelada de frambuesa saban mejor! Poco antes de la una Diana estaba ya frente a la barrera roja y blanca del hotel, esperndonos. Despus de todo, segua sonriendo. Yo tambin. A medida que bamos recorriendo la carretera rectilnea que separa el hotel de Ro San Juan fui percibiendo la verdadera dimensin de lo que haba vivido. Ramas rotas y desperdigadas, rboles arrancados, postes cados, campos anegadosal menos en esta zona del pas las casas continuaban en pie. Por un instante me sent aliviada. Para m todo aquello haba concluido. La brisa. Irene.
Puerto Plata
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por Marcos Nebreda cmics Crepax Ana Miralles Laura Prez Antonio Altarriba
Pero Crepax supo captar la verdadera psicologa femenina a travs de Valentina, mucho antes de que el cmic ertico se instalase en Espaa como algo ms que una simple ancdota. El gnero evolucion en nuestro pas desde las furtivas siluetas femeninas en algunos episodios del TBO a menudo importados de fuera, al fin de la censura y el boom de publicaciones como El Vbora que marc un hito en la historieta espaola. Hoy el gnero se asume de forma ms serena y cotidiana integrado dentro de la novela grfica y con una perspectiva ms intelectual que sexual. La mujer como protagonista de cmic tambin ha sufrido un cambio sustancial, ha pasado de objeto del deseo masculino a protagonista con experiencia vital sin perder por ello la carga ertica. A pesar de todo, en la actualidad siguen siendo pocas las autoras que se decantan por dibujar este tipo de historietas. De las curvas insinuantes a la revolucin postcensura El dibujante y premio a la divulgacin del Saln del Cmic
de Barcelona 2007, Toni Guiral recuerda la gran censura ejercida sobre el erotismo en Espaa donde los escotes o los bustos desaparecan con tinta negra. En los 50 aparecieron algunas revistas que mostraban las curvas femeninas y en 1958 el famoso TBO de Bruguera lanz la serie Can Can que no lleg a triunfar. En los 60 la escena se contagi de un erotismo soft y obras de ciencia ficcin como 5 por infinito de Esteban Maroto incluan algo de erotismo, asegura Guiral. Sin embargo, el panorama internacional era sustancialmente diferente y el cmic ertico comenzaba su etapa dorada con personajes como la sensual gala Barbarella o la norteamericana Vampirella mientras en nuestro pas despuntaban revistas de cmic de esta temtica como Creepy y 1984. Guiral recuerda tambin la llegada en los 70 de Valentina pero slo con las historias menos atrevidas y revistas como Zeppelin con obra para adultos del cmic europeo y americano. En Esta-
dos Unidos el gnero se ha desarrollado menos de cerrar tras 20 aos y 239 nmeros publicapor las dificultades para la publicacin y son dos. Sobreviven tambin colecciones como La Espaa, Italia, Francia y pases escandinavos los sonrisa vertical, una de las pocas del gnero. pioneros en la historieta ertica. El cmic ertico espaol ha ido evolucionando Hasta el fin de la censura en 1976 no haba pues de carnal a ms elegante dice este dibuun cmic ertico propiamente dicho pero el jante que recuerda que en los 70 y 80 todava panorama mut con la llegada de la revista El se etiquetaba como un medio con mucho sexo Vbora, donde los autores asumieron el eropero que ha sido asumido con naturalidad y los tismo como algo normal, dice Guiral. Una pu- autores tratan ya el erotismo como algo cotiblicacin que resisti casi 30 aos y que supuso diano. el comienzo del boom del cmic para adultos y la explosin del erotismo en Espaa junto La novia del hroe reafirma su identidad a otras publicaciones como Ttem, Boome- En este periplo la carga femenina ha sido una rang, Trocha o El Jueves, entre otras. Pero constante del gnero y su rol ha sufrido transa finales de los 80 y 90 comenz el declive de formaciones en la historieta parejas a la evoestas publicaciones y hoy slo se mantienen dos lucin de la propia mujer en la sociedad. Ha de escasa tirada, se pasado de ser la novia del hroe en apuros a trata de Eros Cun personaje con iniciativa propia, sentencia mix y Penthouse Guiral . Una teora que tambin respalda el Cmix. Hasta hace ganador del Premio Nacional del Cmic 2010, unas semanas subAntonio Altarriba. La mujer era una excusa sista tambin Kiss para poner al hroe a prueba, como la novia Cmix de Ediciones del Guerrero del Antifaz que siempre estaba La Cpula que acaba en apuros para que l la rescatase y reforzase su
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posicin. Por tanto define a esa primera mujer de la historieta como pasiva, sumisa y subsidiaria del protagonista aunque con algunas raras excepciones como Sigrid, la novia del Capitn Trueno. En los aos 40 y 50 muchas publicaciones, los tebeos dedicados a chicas, reforzaron esa figura dependiente del hombre. Predicaban que si la mujer era buena, obediente y se resignaba a la desgracia vendra esa figura masculina de prestigio a rescatarla, recuerda Altarriba. En los 60 y 70 se produjo una reivindicacin feminista a travs de autoras como Nuria Pompeia, Marika o Montse Clav que denunciaron el esclavismo al que la mujer estaba sometida, un punto de inflexin en el gnero no slo en Espaa. En pases como Francia la aparicin de Barbarella en 1962 que reivindic su propia sexualidad supuso una gran revolucin y se puede considerar el primer personaje femenino protagonista de la historia del cmic, apunta Altarriba que la califica como desinhibida, valiente y con iniciativa. Un nuevo subgnero Las mujeres que se decantaron por dibujar historietas erticas fueron y siguen siendo pocas, entre ellas algunas lo llevan haciendo desde los aos 80. Es el caso de Laura Prez Vernetti que comenz colaborando con El Vbora y ha desarrollado su carrera de la mano de guionistas como Felipe Hernndez Caba o el propio Antonio Altarriba. Las mujeres son ahora mucho ms protagonistas, reconoce al tiempo que el gnero en la actualidad se caracteriza por ser ms sosegado y menos dramtico que en dcadas anteriores e incide en el aspecto ms literario. Laura -as firma sus historietas- defiende siempre que detrs haya buenas historias y personajes slidos y aboga por explorar por igual el deseo masculino y femenino. Es fcil caer en lo banal y en estereotipos y difcil hacer algo diferente porque se ha hecho ya mucha basura, subraya sobre el erotismo, un tema tan trgico como la vida y la muerte.
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An hoy hay pocas autoras en el panorama espaol porque siguen persistiendo los perjuicios
La artista y dibujante Ana Miralles, que se introdujo en el mundo del cmic ertico a finales del boom de los 80, se posiciona en la misma lnea y bajo la necesidad de abordar el gnero desde un punto de vista diferente, alejada de la visin ginecolgica. Cre personajes con cierta lgica psicolgica, dilogos...elementos bsicos que habitualmente se echan en falta en este tipo de producto, ms orientado a ser ledo con una sola mano, comenta Miralles. Despus de esta primera aproximacin, la autora incorpor el erotismo como algo natural en sus historias. Intento que mis personajes sean erticos siempre, no slo cuando se aman, confiesa.
cabezonera le ha llevado a consolidarse como dibujante de historias erticas, que no pornogrficas, aunque nunca se consiga alcanzar una diferencia clara entre ambas y la lnea sea muy difusa. Es un tema peliagudo y complicado incluso para los hombres, dice -muchos se dedicaron a plasmar historias picantes por pura necesidad econmica-. Al respecto Laura reproduce un encuentro con el dibujante italiano Milo Manara, representante indiscutible del cmic ertico, en el que le dijo; la gente cree que soy un salido pero siempre he sido fiel a mi mujer.
Le extraa a Antonio Altarriba, dibujante de novela ertica Esa tendencia de introducir a la mujer como junto a Laura y colaborador protagonista y al erotismo como algo intrnseco en La sonrisa vertical que un a la historieta de forma esttica y creativa tema tan esencial en nuestras tambin la destaca Antonio Altarriba vidas sea tan poco tratado en la que propone autoras del calibre de Mar- actualidad por los autores que se jane Satrapi o Jessica Abel como ejem- decantan ms por incluirlo de forma plos. Asegura que esta nueva forma de ms sutil en sus obras no estrictaabordar el erotismo femenino es ya un mente erticas. Para Altarriba se ha subgnero desde finales del los 90 perdido el tratamiento ms desenfaque contribuye tambin a feminizar dado y se ha regresado a un perodo el cmic, un gnero al que de por s se de cierto puritanismo. acercaban pocas mujeres como pblico. Mara Colino o Clara Tanit son otros de los nombres femeninos que suenan La escasez de autoras en la escena espaola. En el mbito Aunque Laura reconoce que siempre masculino encontramos a autores como ha seguido sus intereses y que ninJordi Bernet, autor de la popular Clara gn editor le ha marcado una lnea de noche en las pginas de El Jueves ms o menos machista en su trazo, . Lejos de aqu grafistas norteamerirecuerda con irona lo sorprendido canas como Roberta Gregory, Carol que se qued el primer edi- Lay o la citada Jessica tor francs que Abel contact con aporella al descubrir tan que era una tammujer, porque bin firmaba con su un pseudnimo. Las autoras que visin actualmente se decantan por la histodel rieta ertica son muy pocas y Laura lo cmic explica as. La gente piensa mal si una ertico mujer dibuja cmic ertico o pornogry autores como fico, piensan que es puta o algo as. Por Tom de Finlandia, Ralf Kello comprende que haya pocas autoras ning o el espaol Nazario se que traten el tema han hecho un hueco en la porque te sientes temtica gay. insultada. En su caso su Y por ltimo el insondable
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La gente piensa mal si una mujer dibuja cmic ertico o pornogrfico, piensan que es puta o algo as
mundo del cmic ertico oriental, donde a pesar de la censura sobre los rganos sexuales, la temtica est asumida como algo normal incluso en el cmic infantil. Su concepto del gnero es otro, apunta Toni Guiral coordinador de la coleccin Del tebeo al manga, donde tambin
tiene un hueco el gnero ertico. Guiral lamenta que apenas existan publicaciones sobre el tema y casi no se hayan llevado a cabo retrospectivas que pongan al cmic ertico espaol en un lugar destacado, fuera del ghetto en el que estuvo y al nivel de cualquier otro gnero.
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Marcos Mosquera
El giro de Viena
La noria del Prater descubre la capital austraca a menos de un metro por segundo
Viena, de entrada, impone. Ciudad culta, capital de la msica clsica, centro de un imperio pasado -controlado, como todos, desde las armas-, monopoly de palacios barrocos con lujosos interiores recargados, orden, salchichas, chocolate, empacho de Sissi A Viena (www. wien.info/es), a menudo, se la compara con Pars por su arquitectura, que invita a mirar sin atreverse a tocar. Viena, en cambio, no avasalla. Resulta ms manejable, las distancias son abarcables a pie, cuando el cansancio aprieta uno se sumerge en una eficiente red de transporte metro, autobs y tranva y ofrece oasis verdes donde reposar y cafs de cine negro en los que matar el rato.
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Hombre la pelcula que mejor retrata una etapa, mnima, pero crucial, de su historia, la de la divisin de la ciudad en cuatro megabarrios, cada uno ocupado por un aliado en la Segunda Guerra Mundial. Por el gran escenario viens, deambulaba el escritor de novelas baratas Holly Martins ( Joseph Cotten), que, en una de las escenas cumbre de la pelcula, se enfrenta a su amigo Harry Lime (Orson Welles) en un escenario reconocible an, la gran noria del Prater. La Riesenrad (www.wienerriesenrad.com) gira desde 1897, aunque lo hace de modo diferente desde 1945, cuando tuvo que ser reconstruida tras haber sufrido un incendio un ao antes. An ahora es uno de los smbolos ms reconocibles de Viena. Junto a la torre de la catedral de San Esteban (www.stephanskirche.at), tambin reconstruida tras un incendio en la ofensiva final de la Segunda Guerra Mundial, y a los jardines del palacio de Schonbrunn (www. schoenbrunn.at), domina, ella parsimoniosamente, la ciudad desde las alturas. A una velocidad de 0,75 metros por segundo, a unos veinte minutos por vuelta, la mole de 64,75 metros de altura, 60,96 metros de
Carol Reed reserv, en 1949, un pedazo de historia del cine a la histrica Viena. Aunque la capital de Austria sufre el estigma de la melosa Sissi de Romy Schneider, es El Tercer
A poco ms de una hora de Viena en tren (www.oebb.at) o en barco por el Danubio (www.twincityliner.com), Bratislava (www. visit.bratislava.sk/es) asoma como una excursin que contrasta con Austria. Con vestigios de la poca comunista presentes en su arquitectura y su diseo urbano, la capital de Eslovaquia se descubre con un casco histrico pequeo y coqueto, un castillo que la domina sobre una colina y el Danubio, presente en la vida de la ciudad, algo que no sucede en Viena, donde el ro es actor secundario, no protagonista. No se puede dejar de saborear el Bryndzov Haluky, el plato nacional de Eslovaquia, una pasta similar a los gnocchi (haluky) con un queso de leche de oveja que recuerda al feta griego (bryndza) y tiras de bacon fritas. Un buen lugar para probarlo en el centro es el restaurante Presburg (www.presburgrestaurant.sk).
Dnde alojarse
Pension Pertschy (www.pertschy.com/en), en Habsburgergasse 5, entre la catedral y el Hofburg, dispone de amplias habitaciones de techos altos, decoracin barroca, un servicio eficiente y un elegante patio interior con galeras. Que el nombre no engae, es un hotel de cuatro estrellas.
Dnde comer
dimetro y 430,05 toneladas de peso ofrece vistas de Viena en continuo, aunque casi imperceptible, movimiento. La ciudad se agiganta y se empequeece en cuestin de minutos. Si uno salva el momento kitsch de la entrada, donde le hacen posar como un ttere tras la estructura de la supuesta ventana de una presunta cabina de la noria para luego intentar venderle la fotografa, un viaje en la Riesenrad (8,5 euros adulto/7,50 con la Vienna Card / 3,5 nios de 3 a 14 aos / gratis menores de tres) permite divisar con pausa la ciudad. Dentro de las cabinas -algunas vestidas de lujo para eventos especiales, las ms modestas con un banco en el centro en el que sentarse-, la noria se eleva hasta igualarse con la lejana torre de la catedral y ofrece una visin de Viena en 360. Abajo queda un parque de atracciones ms parecido a la feria de un gran pueblo y una ciudad para saborear como su noria, a paso lento.
El restaurante Griechenbeisl (www.griechenbeisl. at), en el nmero 11 de Fleischmarkt, sirve, desde 1447, especialidades austracas. Quizs resulte demasiado turstico. Wrstelstand am Hoher Markt, en el Hoher Markt, a menos de cinco minutos a pie de la catedral, presume de preparar las mejores salchichas de Viena, cuyo centro est poblado de kioskos en los que probar este smbolo culinario de Austria.
Dos visitas
La oportunidad de extasiarse ante la diminuta Venus de Willendorf, una estatua con 25.000 aos de antigedad, basta para hacerle una visita al Museo de Historia Natural (www.nhm-wien.ac.at). Un recorrido, guiado, por la Musikverein (www. musikverein.at) destapa los secretos de una de las salas de conciertos ms clebres del mundo, escenario del afamado concierto de Ao Nuevo de Viena.
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libros
Rosa Bao
J.D. Salinger
Qu quieres ser de mayor? Como Holden Caulfield, guardin entre el centeno. A eso aspiraba a los 16, a una huida insensata como la del protagonista de este clsico entre los clsicos. Novela intemporal que se recomienda desempolvar de cuando en vez. Desde el comienzo, te agarra, sin excentricidades, y te envuelve en las decepciones de un joven que debe lidiar con su borroso paso a la madurez. Pgina tras pgina, decisin tras decisin y bofetada tras bofetada, no pierde pice de intensidad y gana en empata hacia el protagonista, que te lleva y te trae a su antojo.
pldoras rojas
David Trueba
En todas las casas se cuecen habas
Abierto toda la noche
Ron Currie
Dios ha muerto
Dios ha muerto. Con esta contundente afirmacin bautiza Ron Currie su primera novela. Ofrece una visin de un tiempo futuro inquietante, lleno de interrogantes, en el que ese dios hacedor desaparece, dejando a su creacin, descolocada ante situaciones cotidianas abrumadoras que rozan lo inverosmil. Provocadora y brillante a partes iguales. Se sirve para ello de unos cuantos relatos maravillosos, tanto por su originalidad y osada en la temtica, como por su sencillez narrativa. Rebosa humor, del corrosivo, una irona brutal y frases de esas que te rondan durante un rato y te apuntas para aplicar en ocasiones venideras. ste es uno de esos libros sin aditivos, que al terminar te quedan ganas de pedir un bis y decir aquello de: No s quien lo dijo pero me hubiese gustado haber sido yo.
Andrea Camilleri
El traje gris
Luis Leante
Mira si yo te querr
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El Shara, kilmetro 0
discos
Sergio Simunich
pldoras rojas
el ClsiCo
Achtung Baby
U2 | 1991
The Drums
Portamento
Letras ms trabajadas y el mismo espritu melanclico y pesimista marcan el segundo lbum de los neoyorkinos.
Tras su primer disco los britnicos afrontan su mayor reto: no defraudar a una legin de fieles vidos de nuevas historias de amores de finde.
Un recorrido ms potico, algo menos guitarrero pero igual de contundente. Puro sonido Extremoduro. Pura lrica de Robe Iniesta.
U2 ha muerto. Larga vida al rey. Veinte aos han pasado -de hecho est prevista la reedicin del disco este mismo aodesde que los irlandeses presentaran Achtung Baby, su particular redencin y toda una declaracin de intenciones tras la pequea decepcin de Rattle and Hum. Temas como Until the End of the World, Even Better than the Real Thing, Whos Gonna Ride Your Wild Horses, The Fly o la germinal One suenan una y otra vez en nuestra memoria como himnos de una generacin post-movida vida de nuevos dolos. Achtung Baby nos trajo uno. El rey. U2.
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pelis
Dbora Garca
el ClsiCo
Brian de Palma
Scarface
En el ao 1983, Brian de Palma tuvo a bien hacer un remake de la pelcula de gnsters homnima que Howard Hawks haba dirigido cincuenta aos antes. El lenguaje soez, la ultraviolencia y la esttica ochentera son detalles que el director italoamericano aadi de su cosecha con la inestimable colaboracin de Oliver Stone. La versin eclips al original gracias, en parte, a un histrinico Al Pacino que por aquella poca ya andaba curtido en las lides de la mafia-ficcin. Pero ni la entente De PalmaPacino-Stone consigui evitar el batacazo de la cinta, que lleg a ser nominada a los premios Razzie (anti-scar). El xito posterior de Scarface dej patente, claro est, que no son los galardones los que hacen historia, sino las propias pelculas.
pldoras rojas
La deuda
John Madden
Solvente reparto, con Helen Mirren y Sam Worthington, para una trama que no acaba de cuajar. An as, se deja ver.
Merecida ganadora del Gran Premio del Jurado de Cannes. Conmovedor retrato de la tenacidad del ser humano. El rbol de la vida
Terrence Malick
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Poesa en imgenes. Difcil de ver si uno no conoce la personalsima y escueta obra de Malick.
series
pldoras rojas
el ClsiCo
Queer as folk
Se dej de emitir en el 2005 pero ya es un clsico. Por su frescura, su canto a la libertad y la bofetada a una sociedad rancia que slo concibe la heterosexualidad. Primero fue la versin inglesa que revolucion la televisin britnica a finales de los 90. Fue demasiado para el puritanismo anglosajn. Fue cancelada y cerrada en falso en dos episodios de la segunda minitemporada. Pero apareci Showtime, la nia rebelde, con su versin americana. Pierde en frescura, pero gana en denuncia y en profundidad. An no conoces a Michael, Justin y Brian? Sacdete los prejuicios y adntrate en las noches de Babylon. Un mundo de msica, sexo y, sobre todo, LIBERTAD.
Its always sunny in Philadelphia Humor negro. Personajes sin escrpulos y descerebrados que solo abrirn la boca para ofender sensibilidades.
Rome Serie histrica que destaca por su impecable ambientacin. Gran trabajo de documentacin de BBC, HBO y RAI. El final, a la altura de una serie que aspira a convertirse en un clsico.
Californication Un escritor que no escribe, se droga, se mete en follones y fornica sin cesar mientras suea con volver con la mujer que le ha dejado. No es HBO, es Showtime en estado puro.
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Honestidad brutal
Le gamin au vlo
Jean Pierre y Luc Dardenne | 2011
estreno 31 de octubre
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Hablar de Le gamin au Vlo -Gran Premio del Jurado en Cannes 2011-, es la excusa perfecta para realizar una primera aproximacin a toda la filmografa de los hermanos Dardenne. Las caractersticas que hacen especial a cada unas de las pelculas de los directores belgas son, al mismo tiempo, el ncleo embrionario de todas ellas. Desde la multipremiada y brillante Rosetta hasta la demoledora Le enfant, los Dardenne juegan con el concepto de las obsesiones humanas para trazar tramas que enganchan de forma imperceptible al espectador y lo obligan a reflexionar mucho despus de haber visto la pelcula. Pero, qu tiene el cine de los Dardenne que haya calado tan hondo en el jurado de Cannes, para haber sido merecedores de dos palmas de oro y estar entre los habituales nominados del festival? Principalmente un cine honesto, desnudo de artificios, donde se deja respirar la accin y se da prioridad total a los actores, porque en los personajes empieza y acaba la historia. Hablamos de un cine social a medio camino entre Ken Loach y la narracin documental, donde la cmara es un mudo y fidedigno testigo y el efectismo se limi-
ta a algunas elipsis que, por otro lado, consiguen un gran impacto (vase Le silence de Lorna, por ejemplo). Cuentan las malas lenguas (sobre todo las de algunos crticos que han podido ver su estreno en Cannes) que la honestidad brutal del cine dardenniano se ha diluido en su ltimo film. Y es que parece que Jean-Pierre y Luc han cado esta vez en la tentacin de positivizar una historia dramtica y ofrecer una visin amable de la Blgica a la que nos haban acostumbrado, aunque siempre alejada del ideal europeo de Bruselas y ms cercana a la marginalidad social de La promesse. Precisamente, el protagonista de este ltimo film, Jeremy Renier, es uno de los principales atractivos de Le gamin au vlo. El actor fetiche de los Dardenne comparte escenario con la siempre excelente Ccile de France (conocida en Espaa por Lauberge espagnol. Una casa de locos) y una pequea revelacin llamada Thomas Doret. Precisamente en el personaje de Doret se centra la historia, la de Cyril, un nio abandonado cuya nica obsesin es encontrar a su padre (Renier), aunque ste no quiera saber nada de su vstago. En su desventura hallar consuelo en la generosidad de una mujer, Samantha, que intenta salvar a Cyril de los conflictos que le rodean y de s mismo. Obviamente, an dejando ms espacio para el optimismo que los filmes precedentes, Le Gamin au vlo trata temas tan duros y reales como la pederastia, el abandono infantil, y por supuesto, la pobreza. Problemas que sirven como excusa para resaltar la tenacidad de unos personajes que por ser un paradigma de antihroes, resultan todava ms admirables.
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Adorada por unos, por ser un referente del llamado movimiento Pulp, y denostada por otros por la simpleza de su guin, lo cierto es que Barbarella no deja indiferente a nadie, como toda gran pelcula de culto que se precie. Roger Vadim (un advenedizo de la Nouvelle Vague, ms conocido por sus conquistas amatorias que por su cine) fue el encargado de dirigir esta paranoia psicodlico-espacial a la que unos aos antes haba dado vida, en forma de vietas, el autor francs Jean-Claude Forest. Barbarella es deudora de las pelculas de serie B de la poca, pero al mismo tiempo supone una vuelta de tuerca al gnero de la ciencia ficcin. Cuarenta aos despus, hay pocos filmes que puedan igualar la originalidad, la plasticidad y el universo extremadamente kistch creado por Vadim en base al cmic de Forest. Todo el film es un derroche de creatividad, desde la nave espacial completamente forrada de peluche -con cuadro de Monet incluido- hasta el copiadsimo vestuario diseado por Paco Rabanne. Un vestuario que sienta como una segunda piel a la protagonista y atraccin indiscutible de la pelcula: Jane Fonda. Desconocemos los nombres que haba barajado Vadim antes del rodaje de Barbarella, pero hoy en da es imposible imaginar cualquier otra candidata ms adecuada para interpretar a la ingenua herona intergalctica obligada, por azar, a salvar el Cosmos de los prfidos planes del profesor Duran Duran y la Reina Negra. Fonda, que por aquel entonces era una activista demcrata y feminista convencida, encarna a la perfeccin los valores que transmite la pelcula: libertad sexual y liberacin femenina, influencia del movimiento hippie y las revoluciones intelectuales que se pergeaban a mediados de los 60. Quiz, el buenrollismo y el paz y amor que se respiran en la pelcula pueda haber repercutido en la falta de profundidad de muchos dilogos. Eso no se puede negar. Pero quien busque un sesudo y profundo ejercicio cinematogrfico en Barbarella probablemente se haya equivocado de dimensin espacio-temporal. Aqu hablamos de ciencia ficcin en clave de comedia -con ciertos tintes erticos- que, pese a todo, contiene interesantes referencias sociopolticas. Slo hace falta prestar un mnimo de atencin para descubrir alusiones a la carrera armamentstica generada por la Guerra Fra y crticas a la hipcrita moral yankee. Todo eso, claro, si los brillantes y escuetos trajes de Jane Fonda permitieran tanta concentracin...
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Este asturiano transmite la tranquilidad del que no le debe nada a nadie. Lo pas mal, lo confiesa, pero est orgulloso de haber sido cesado en su cargo de subdirector general de Coordinacin y Promocin de la Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia por actuar segn sus principios. No le gusta el pauelo islmico pero s que cada uno acte con libertad. Lamenta que en Espaa exista todava xenofobia pero cree que es posible la convivencia. Est desencantado de la clase poltica y apoya al movimiento 15M aunque califica algunas de sus propuestas de demaggicas.
por Violeta Rodrguez fotografa Jose Cabalar
Juan Ferreiro
porque le da la gana y que no era justo que le prohibieran acudir a clase tal y como ella deseaba segn sus creencias y costumbres. Que quede claro que no me parece bien el velo y que no me gustara que mi hija lo llevara, pero defiendo que las personas hagan lo que les d la gana. Eso s, si alguien la obligara sera un delito, pero ste no era el caso. Entonces, por qu el director del colegio pblico al que asista la expuls? Porque existen cabezoneras y fobias, porque se nos llena la boca hablando de derechos fundamentales pero si stos tuvieran voz... Otra cosa es el burka, que es una animalada porque no deja que la mujer se relacione con los dems. Pero, en todos los casos, lo que hay que evitar es la doble humillacin para las que podran vestirlo en Espaa. Lo que sucedi en Madrid y en Arteixo fue por xenofobia? Dgamelo usted. Piense en cmo actu el director del centro de
a comunidad musulmana lo echar de menos en sus relaciones con el Ministerio. Usted asesor a una familia en Pozuelo de Alarcn, en Madrid, y lo cesaron. Volvi a Corua y se encontr con un caso nuevo que vivi ms de cerca. S, con la familia de Redouane Hakim fue distinto. En el caso de Pozuelo no conoca el asunto de primera mano y me dej guiar por cuestiones meramente jurdicas que, por cierto, comparten la mayora de los expertos. Redact un informe y no hice ms. En Arteixo me acerqu y habl con la nia directamente; me encontr con una pequea de doce aos con apellido extranjero y un acento gallego muy marcado que era perfectamente consciente del conflicto. Lo primero que me dijo fue que estaba cansada de que los periodistas siempre le preguntaran si su padre la obliga a llevar el hiyab, a lo que responda una y otra vez que no. Al conocer al progenitor, lo que percib fue que la nia usa un pauelo en la cabeza
la localidad coruesa, echando a la hija de Redouane Hakim del colegio el ltimo da de clase. Eso es humillar a una menor de edad por ejercer su derecho a la libertad religiosa. Si se quiere prohibir que las alumnas acudan con pauelo islmico a las aulas, que se haga como en Francia y se cambie la norma. En Francia ha habido problemas en este sentido, tambin en el Reino Unido. Es una utopa la convivencia entre diferentes culturas? En Francia aplican una poltica de asimilacionismo que busca que los inmigrantes se adapten y asuman la cultura del pas en el que viven. No creo que sea la respuesta. Por el contrario, en el Reino Unido la palabra es multiculturalismo porque consideraron que la clave era que cada uno haga lo que crea oportuno, pero, al final, se han formado guetos. En Espaa el modelo, al menos cuando yo formaba parte del Ministerio de Justicia, es el de convivencia en el pluralismo; es vivir con el
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otro, ser ciudadanos y compartir derechos y deberes. Es posible pero cuesta mucho trabajo porque pasa principalmente por la educacin en derechos fundamentales para darnos cuenta de que la diferencia es enriquecedora. Los lmites son para todos y estn, entre otras, en la Ley de Libertad Religiosa.
los ciudadanos anmimos, sin padrinos. El camino es contar con elecciones internas en las que voten todos los afiliados; ah! y el da de las elecciones los ciudadanos deberan tambin poder decidir.
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Quiere decir listas abiertas. S, pero no lo quieren los partidos. Propngalo usted en el PP. No lo aceptan porque prefieren Arteixo es el modelo? S. Lo s porque gente leal y se es el problema. Tenemos conozco a la comunidad musulmana all. una democracia, s, pero no es algo ya conSon personas que buscan y desean relacio- seguido para toda la vida. narse con los autctonos. Para que no se diluya el movimiento surEse deseo es recproco? No de todos. ge el Foro de Reflexin 15M en la Universidade da Corua, del que usted forVolvemos a la educacin, paradjicos ma parte. No s si les ayudaremos pero es ejemplos en estos dos colegios. Y pensar nuestra forma tambin de renovar la uni- Es real? Lo dice la Constitucin, que que la alumna arteixana tena excelentes versidad aportando una visin transversal. tambin sentencia que los poderes pblicalificaciones en la asigcos tendrn en cuenta las natura Educacin para creencias de la sociedad El Papa es un importante la Ciudadana! Si la deespaola y mantendrn jan estudiar en centros las consiguientes relalder religioso y no debe ser extrao pblicos con nios de ciones de cooperacin que sea recibido con honores. diferente condicin, ella con la Iglesia Catlica y tendr ms instrumenotras confesiones. AunLa separacin del Estado y las tos maana para decidir que sea aconfesional, coconfesiones no es la guerra entre ellas. sobre s misma en torno opera. En la ltima visial uso del hiyab. ta del Papa no debemos olvidar que es un jefe de Es optimista? S, hay Estado, un importante que luchar por lo que lder religioso y no debe uno cree aunque pierda. ser extrao que sea reciMe recuerda al 15M. bido por los lderes del Una parte de lo que pas al que acude. Lo que plantean es demagogia no sera correcto es que y la otra no. Es impresllegue otro personaje de cindible depurar las consimilar importancia y no signas y exhibirlas con se actuara de la misma claridad. Tienen razn manera. La separacin al asegurar que la demono es la guerra contra cracia est secuestrada la religin. Ya no me por los partidos polticos meto en los gastos. Eso y yo me siento identifise puede fiscalizar. cado con ese descontento hacia los que ejercen Pero es muy poco transla poltica. Soara con parente. S, yo no lo s. que el 15M se uniera La diferencia entre Franpara reclamar un cambio cia y Espaa es que en el en la estructura electopas galo la separacin ral porque los partidos es ms radical. Aqu es no deberan ser instrudistinto: la Constitucin mentos del aparato sino menciona directamente de la democracia, lo que a la Iglesia Catlica. permitira la entrada de
Hubo tensiones en Madrid entre los indignados y personas que asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud Catlica a cuenta, entre otras cosas, del grado de implicacin del Estado en la organizacin de esta visita del Papa Benedicto XVI. Es Espaa un Estado realmente aconfesional? Desde una perspectiva meramente jurista s, porque la Constitucin afirma que ninguna confesin tendr carcter estatal. Marca adems que la relacin con ellas debe establecerse desde la laicidad y con dos pivotes fundamentales: la separacin y la neutralidad. Ni el Estado organiza lo que pasa en una mezquita ni viceversa, tampoco con la Iglesia Catlica.
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Charly G.
Ilustracins de Sergio Simunich
Xan do Coto
{ captulo 1 }
ma que Charly G. decidiu morrer a neve colmaba as fiestras. Dende a noite anterior o vento petaba impetuoso contra os raaceos revolvendo a brancura que se amontoaba nas cornisas e que, ao caer, formara pequenas montaas que o sol anda no fora quen de derreter. Charly G. disfrutaba esnaquizndoas co seu caxato. Dende que chegara a Australia, no xaneiro de 2003, Charly G. non lembraba ter visto o ceo plomizo que envolve as tormentas. Naquel recanto das antpodas o sol adoitaba a sar cedo, anda non as 5 horas no reloxo, e permaneca quedo nas alturas, atrapado por un vello cordn imaxinario. Incluso cando chova, resista no sitio, pelexando contra s invasoras. Hoxe nembargantes non apareca por ningures. Pareca terse agochado para sempre. Charly G. sentu un golpetazo nas costas. Doronlle os osos. Maldita reuma. -Sorry, Sir, disculpouse unha rapaza. Coa man boa Charly G. levantou o sombreiro en sinal de amizade. A rapaza agachouse de novo e fixo unha bola mis grande cas sas propias mans. Votou a correr detrs do seu irmn, pero a neve escurraselle entre os dedos. Anda que era cedo e luns a ra estaba ateigada de cativos enfeitizados. Aquela nevarada era algo inslito. Unique. De feito, segundo o Sydney Morning Herald, non pasaba algo as dende 1836. A Charly G. sen embargo aquela sensacin resultballe familiar. Mis ben invernal. Amarga. Viuse a si mesmo xogando aos bolazos co seu irmn Emil na loma da Fruka Gora. Daquela anda non haba fronteiras e os rapaces das aldeas vecias podan corretear dun lado a outro da montaa. Despois, coa guerra todo mudou. Charly G. sabao ben. Charly G. en realidade non se chamaba Charly. Ni siquera G. Charly G. chambase Gregor. Ou Shanki. Ou . O que seguro non se chamaba era , nin . Eses nomes xa os esquecera. curioso cmo nos enganan os recordos, pensou.
Case se estremeceu. Abaixou a cabeza e tratou de amarrala coas das mans. Fallronlle. Institivamente levou a man o peto. Todo segua no seu sitio. Eso conseguiu calmalo un pouco. Charly G. adoitaba a levantarse cedo. Gustballe madrugar e ver sar o sol. Duchbase e acicalbase concienzudamente. Rasuraba a barba, limpaba as uas e elexa a roupa e os complementos a xogo: Sombreiro, pauelo, cinturn e zapatos. Xusto antes de sar estiraba a camisa e comprobaba que todo lle sentaba axeitadamente. Logo chamaba o ascensor para baixar os quince pisos do seu edificio, no nmero 135 de Victoria Street. No portal, dballe corda o reloxo de bolsillo. No nome do pai. Charly G. era un home de costumes e tdalas mas, excepto os luns -da de descanso do personal-, a desayunar o No Name Cafe, no cruce con Darlinghurst Road. Peda un caf negro, ben cargado, e un vaso de zume de pexego. Tommy, o camareiro chins quiz taiwans, ou coreano, Charly G. nunca llo preguntara- traalle sempre a prensa do da. The New York Times, Washington Post, Herald Tribune, Bild e a prensa local, The Sydney Morning Herald e The Daily Telegraph. Charly G. votaba en falta prensa francesa e espaola, pero era difcil encontrala na cidade. O No Name Caf, NNC como era mis coecido, era un dos poucos establecementos nos que se poda encontrar as edicins impresas dos peridicos. Charly G. adoraba o cheiro do papel. Tommy reservballe sempre que poda a mesa mis afastada, xunto os sofs e a mquina de caf para levar. Charly G. sentase especialmente amolado por non terse despedido de Tommy. Godbye cherished Tommy foi todo o que levou. Decidiu remontar Darlinghurst Road e pasar unha vez mis diante do NNC. Seguramente Tommy estivera na sa diminuta casa, xogando o escondite ingls co seu irmn pequeno. Ou quizis aproveitara o seu da libre para ir facer surf a Mainly Beach. Nunca o
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sabra. Charly G. apresurou o paso. Non se atreveu se quera a botar unha ollada trala cristalera do NNC. Decenas de cativos saan as presas da estacin de Kings Cross mentras seus pais berraban atrs. A Charly G. non lle gustaban as multitudes as que esgueirouse polas escaleiras que atravesan Ward avenue. Ao chegar a cidade Charly G. pasou as primeiras tres semanas recorrendo tdolos recunchos do barrio. Precisaba unha ruta de escape por si o encontraban. Por eso, coeca tan ben aquelas ras. Casi como os sendeiros da Fruka Gora ou as escapatorias no Grbavica. Aquelas escaleiras, sombras e musgosas, estaban completamente cubertas pola neve e s a traxectoria do pasamns de ferro permita intuir a forma dos escalns. Charly G. avanzou pasenio, cravando o bastn a cada zancada ata chegar o embarcadoiro de Elizabeth Bay. Charly G. camiou ata o remate do antigo peirao. Os tablns de madera renxan o seu paso. Dende al, a cidade semellaba esmorear sobre o ocano, xogando s diferenzas. A Charly G. nunca lle gustara o mar. Talle pnico a aquela inmesidade incontrolada. Tranquilizbao pensar que estaba a compartilo con algun que o seu carn, xusto na outra orilla, estaba a sentir o mesmo ca l. Qui-
zis fora Emil. Ou Senka. Una parella de noivos paseaba ao redor, escudriando con atencin o prezo do almorzo. Charly G. agardou ata que se afastaron un pouco. Entn sacou do peto a fotografa. Pasou a lingua polos beizos. Estaban secos. A Charly G. cada milmetro daquela instantnea producalle unha dor punzante. Bilis. Lamentaba cada minuto daquel da. Desexaba voltar atrs e non ter sado nunca da Fruka Gora. Nin terse enrolado no VRS. Desexeaba con tdalas sas forzas non ter abandonado o fronte e entrado naquela granxa. Sobre todo desexaba non ter visto nunca os ollos enxoitos daquela nena. Agora era tarde. l tamn secara por dentro. Unha rfaga de vento axitouno de speto, ondeando os baixos da gabardina. A piques estivo de perdelo sombreiro. Charly G. agarrouse con forza barandilla pero a foto que sostia escurruselle como neve de entre as mans e comenzou a revolotear sen rumbo ata caer no mar, bocabaixo. Pouco importaba xa. Aquela fotografa a pudrirse no fondo do ocano para sempre. Ao igual ca l. } continuar
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uPANDE wAPILI
fotgrafo
Jose Cabalar
Este neno podera ser calquer neno. Non o . Vive como ningun quere vivir, rodeado das miserias dos poblados chabolistas. Nembargantes non chora. Os seus ollos s transmiten esperanza.