Desarrollo de Equipos 2014
Desarrollo de Equipos 2014
Desarrollo de Equipos 2014
TRABAJO Y DIRECCIÓN
PARTICIPATIVA
ÍNDICE
2. EL ROL DE LÍDER 7
2 1. Liderazgo y uso del poder 7
2.2. . Las características del líder 7
2.3. . Estilos de dirección 12
2.4. . Roles de equipo de Beldin y rol de líder 13
GRUPO DE TRABAJO: conjunto de personas que trabajan juntas de forma amistosa, pero sin
coordinación ni objetivos en común. Conjunto de personas unidas con una finalidad común. Se
caracteriza por:
1. Las interacciones: cada miembro se relaciona con los demás componentes del grupo de
forma directa, sin intermediarios.
2. El surgimiento de normas: el grupo crea unas normas de conducta muchas veces implícitas
que regulan los comportamientos de los grupos.
5. La emergencia de una estructura informal: los miembros del grupo tienden a estar
especializados en determinadas funciones grupales.
Un equipo es un grupo de personas que cooperan activamente para conseguir el mismo objetivo o
propósito. Los integrantes del equipo trabajan los unos CON los otros para alcanzar unas metas: no se
limitan a dedicarse a su propio trabajo mientras los demás se dedican a sus respectivas tareas.
El equipo deportivo es una imagen muy poderosa, pero muchas veces está muy alejada de la realidad del
trabajo de equipo en las organizaciones. Lo que normalmente se denomina EQUIPO consiste en realidad
en un GRUPO.
Para conformar un equipo de trabajo, el grupo inicial debe evolucionar desde su constitución hasta llegar
a las siguientes características:
1. Formación. Durante esta primera fase, los componentes del equipo evalúan las normas del
equipo e intentan definir los límites de sus tareas. En lo emocional se sienten ilusionados con el
proyecto encomendado. Aunque se conocen poco, las relaciones son cordiales y todos ponen de
su parte para evitar conflictos.
2. Agitación. En esta segunda etapa aparecen fricciones y maniobras para situar la posición que
cada uno tendrá en el equipo. Surgen las primeras dificultades, lo que origina respuestas
emocionales. Aparecen las primeras diferencias de carácter entre sus miembros, tensiones y
roces entre ellos.
5. Agotamiento. Buena parte del proyecto está acabado, aunque quedan pendientes cuestiones
menores: los miembros empiezan a perder ilusión en el mismo y el rendimiento puede volver a
caer. Es el momento de cerrar el proyecto, dejando solo a las personas necesarias para acabar el
trabajo.
Para que un equipo sea eficaz, es necesario que cumpla con las siguientes características:
Tener objetivos de equipo: deben existir metas e intereses en común que sean cuantificables
y claros, de modo que todos sus componentes conozcan y comprendan sus propósitos y sus
metas.
Funciones bien definidas: facilitan el uso de los talentos de cada persona y así cada una
conoce y entiende sus deberes y responsabilidades sobre los objetivos y tareas.
Comunicación eficaz: muy relacionado con el anterior, ya que el líder y los miembros del
equipo deben intercambiar información y retroalimentación para saber cómo lo están haciendo y
cómo lo pueden mejorar, además de tener claro qué necesitan sus compañeros de él para mejorar
el trabajo.
Responsabilidad: el equipo debe tener responsabilidad sobre sus actuaciones y sobre los
logros obtenidos.
Pensamiento positivo: permitiendo que surjan ideas nuevas e innovadoras. Los errores se
consideran como oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Se estimula la asunción de riesgos
en pos de la creatividad y se estimulan las nuevas ideas.
Reglas fundamentales bien definidas: creadas muchas veces por el mismo equipo para
regular aquello que es permitido y lo que no se debe tolerar. Deben formalizarse para que no se
interpreten subjetivamente.
La actividad del grupo produce un resultado que excede a la contribución de cualquier miembro tomado
individualmente y a la suma de todos ellos. Este hecho se conoce como SINERGIA, un término muy
utilizado en medicina donde representa el efecto adicional que dos órganos producen al trabajar
asociados. Por tanto, la sinergia es la suma de energías individuales que se multiplica progresivamente,
reflejándose sobre la totalidad del grupo. Por eso se dice que en un equipo de trabajo dos más dos no son
cuatro, sino que puede ser cinco, nueve o quince.
2 + 2 = 5 o más
Otras ventajas del trabajo en equipo son:
2. Mayor compromiso. Participar en el análisis y toma de decisiones compromete con las metas del
equipo y los objetivos organizacionales. Si se fomenta la participación en la toma de decisiones, los
miembros se implican y aceptan en mayor grado las soluciones o decisiones adoptadas.
Sin embargo, trabajar en equipo no está exento de dificultades. Al intentar clasificar los problemas se
observa que hay tres grandes clases:
Problemas con la gente, generados por aspectos tales como una mala relación entre los miembros del
equipo, un liderazgo deficiente o falta de cooperación.
Problemas de apoyo, que pueden ir desde la falta de formación y de herramientas básicas para los
equipos, hasta la falta de interés por parte de los niveles superiores.
HOLGAZANERÍA SOCIAL
Es un término psicológico que describe cómo hay gente que, cuando trabaja en grupo, se esfuerza menos
que si trabajara solo. Tiene que ver con el tamaño del equipo y con la forma de reconocer los esfuerzos de
cada miembro. La holgazanería social desaparece por completo cuando los miembros del grupo creen que
se observan y evalúan correctamente sus esfuerzos y contribuciones.
Uno de los principales factores que la causan es hasta qué punto, y en qué grado, los miembros del grupo
se sienten personalmente responsables de lo que se produce. En el grupo en que los miembros sean
relativamente anónimos, y en el que cada contribución sea muy similar a las demás, aparecerá la
holgazanería social. En el grupo en el que cada aportación sea diferente (o al menos eso le parece a los
demás), aparece la coacción y la gente trabaja más.
¿Qué es un líder?
¿Un equipo necesita un líder?
¿En qué medida el líder es el responsable de lo que pasa en el equipo?
En un equipo operativo cada miembro contribuye al conjunto, por lo que señalar al líder como la
persona responsable del éxito del equipo sería distorsionar la imagen, pues estaríamos ignorando la
importancia de todos los miembros del equipo. Por otra parte, un equipo sin líder puede perder fácilmente
el rumbo y olvidar sus objetivos principales.
El líder que cree una atmósfera de trabajo donde todos puedan contribuir (por lo que el equipo se
beneficia de las habilidades y de los conocimientos de sus miembros), aunque suponga cederle
responsabilidades a los demás de vez en cuando, contribuirá al éxito del equipo.
TIPOS DE PODER
Poder de recompensa Deriva de la habilidad para controlar los recursos y las recompensas dentro de la organización, como los
Poder coercitivo Deriva del control de las sanciones o castigos, como las reprimendas o la suspensión.
Poder de legitimación Deriva del cargo de esa persona en la organización, que le permite ostentar un puesto de autoridad.
Poder del referente Deriva de que los subordinados aprecien, o respeten, a la persona en cuestión.
Poder de la experiencia Surge cuando a esa persona se le reconoce por su experiencia o por sus habilidades.
Poder de la información Deriva del control de fuentes de información y de la transmisión de información dentro de la organizació
Poder de persuasión Deriva de la habilidad para convencer a los demás a la hora de actuar o de tomar una decisión.
Carisma: Deriva de la atracción que ejerza esa persona y del sentido de dinamismo que transmita, lo que hace que
Cuando se comenzó el estudio sobre el tema se creyó que había personalidades que hacían que unos
individuos fueran líderes frente a otros que no poseían esa personalidad y que por lo tanto, no podrían
acceder al liderazgo.
Entonces se supuso que si se hacía un análisis de los grandes líderes de la historia se podría conocer cómo
se comportan los grandes líderes. Así surge la “teoría de los grandes hombres”, que considera que el
liderazgo es una capacidad innata y que unos la poseen y otros no.
La teoría sobre la personalidad especial de los grandes hombres, dio paso a la teoría de los rasgos.
Considera que sí se puede formar a los líderes, incluso mejorar y modificar su personalidad, sobre todo
respecto a determinados rasgos que son característicos del liderazgo.
Para ello decidieron que se debía definir aquellas características intelectuales y aspectos de personalidad
que poseían aquellas personas que eran consideradas líderes. Surgió tal lista de características que no se
pudo escoger un mínimo de rasgos exclusivos que se pudieran identificar como los necesarios e idóneos
para ser líder. Es decir, no existe ninguna cualidad determinante que haga que una persona sea líder. Sin
embargo, lo que sí se puede confirmar es que cuantas más cualidades positivas tenga una persona, más
posibilidades tiene de ser líder, pero no se encontró ningún rasgo identificativo de los líderes respecto a
los que no lo eran.
9 1.9. 9.9
8
7
6
Orientado a personas 5 5.5.
4
3
2
1 1.1. 9.1
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Orientado a tareas
Los líderes orientados a la tarea suelen tener una gran preocupación por la productividad y la
realización de la actividad correcta de sus colaboradores. Les interesa que el trabajo se realice con un alto
nivel de eficacia
Los líderes orientados a las personas son individuos a los que les importa que exista un alto nivel de
satisfacción en las relaciones personales con sus colaboradores y una buena cohesión entre su equipo
humano.
El estilo 9.1. autócratas de la tarea (alta orientación a la tarea y baja orientación hacia las
personas).
El estilo 5.5. “en suficiencia” (orientación media por tareas y personas). Este estilo sería lo que
llamamos un aprobado por los pelos”.
¿Un líder se comporta siempre del mismo modo? El liderazgo situacional se apoya en la idea de que un
líder puede actuar y adoptar diferentes estilos de dirección según la persona a la que está dirigiendo. Así
el estilo de liderazgo se asociará a la madurez profesional de las personas a las que se va a liderar.
1. VISIÓN. Idea concreta y clara sobre lo que el líder quiere realizar. El líder debe trasladar esa
idea a sus colaboradores sobre lo que desea hacer mediante su proyecto de empresa. La idea
ilusionante orienta a sus seguidores hacia el lugar anhelado, de modo que forma parte de la
visión de todo el grupo humano al que lidera.
2. PASIÓN. El líder ama lo que hace, tiene que estar apasionado con su proyecto de empresa y con
su día a día.
3. INTEGRIDAD. Persona que actúa según unos principios elevados y coherentes, es decir, ser
honesto, pues no se puede seguir a un líder si su intención cuando hace las cosas no es clara y
sincera. La honestidad está muy relacionada con la intención con la que hacemos las cosas, ya
que la acción refleja la intención.
4. CONFIANZA. El líder debe tener la confianza de los demás, pero para eso se la debe de haber
ganado. Nos ganamos la confianza de los demás, a partir de la propia confianza que nosotros
hemos depositado en los otros. Es casi imposible que se genere confianza mutua si el líder no ha
sido el primero en poner la fe en sus colaboradores.
6. OSADÍA. Suelen ser osados ante los ojos de los demás. Necesitan probar cosas nuevas y
experimentar, les gusta vivir la vida en función de los retos sin plantearse si los deben hacer o
no, simplemente los viven.
1. El líder del equipo siempre destacará y explicará el objetivo y el enfoque del equipo:
ayuda al equipo a tener claros los objetivos y los valores. Pero también es importante la actitud
del líder a la hora de aplicar este principio. Hay que distinguir entre el líder jerárquico que quiere
controlar su grupo de trabajo y el líder de equipo. Aunque el líder de equipo encamina a su
equipo hacia la meta, no lo empuja. Por otro lado, el líder que especifica demasiado el objetivo y
el enfoque del equipo amenaza el compromiso de los miembros del equipo, devaluando su
capacidad de tomar decisiones y asumir su responsabilidad.
3. Otra tarea muy importante es controlar constantemente las bazas del equipo. Es importante que
el líder evalúe constantemente qué pueden hacer los miembros del equipo y
busque oportunidades de desarrollo. Identifica cuáles serán las habilidades necesarias en
el futuro e intenta preparar a su equipo para el futuro para que esté preparado cuando se enfrente
a nuevos retos.
5. Un buen líder se preocupará de crear oportunidades para los demás. Pone a su equipo
por delante de su ego, por lo que no acapara las mejores oportunidades. Al apartarse y dejar que
sea el equipo el que se encargue de sus responsabilidades, al permitir que el equipo aprenda a
desempeñar otras funciones, el líder del equipo crea las oportunidades necesarias para que cada
miembro del equipo progrese.
6. El líder del equipo desempeña un trabajo real. Debe asegurarse de que todos en el equipo,
incluido él, están contribuyendo con su trabajo. Es más, no delega directamente las tareas más
difíciles y complicadas a los demás, sino que se encarga él mismo para demostrar su
compromiso con el equipo. Esta actitud dificulta que otros miembros trabajen menos.
Katzenbach y Smith también señalan dos cosas que nunca haría un líder de equipo:
1. Echar la culpa a los demás: reconoce que todos pueden cometer fallos. El buen líder de
equipo utiliza los errores para observar la situación y sacar conclusiones. Busca formas
constructivas de superar las crisis. También puede dar soluciones centradas en todo el equipo:
intentar que todo el equipo pueda superar el vacío de habilidades descubierto con este error o ver
si hay que establecer nuevas pautas de trabajo o de comunicación para solucionar el punto débil
del sistema (no de la persona)
2. Otra cosa que nunca hará un buen líder es ignorar diferencias en el rendimiento del
equipo. Lo que debe hacer es comunicarle al equipo que no ha conseguido los objetivos fijados
y buscar alternativas constructivas para solucionar el problema. Asimismo, propicia un enfoque
constructivo a la hora de solucionar problemas en vez de ignorarlos.
En un equipo, las diferencias de estatus no importan porque se respeta la aportación de cada individuo ya
que ayuda a realizar el trabajo. Por lo general, los directores de organizaciones basadas en equipos de alto
rendimiento no pierden el tiempo con cuestiones de estatus como sucede en organizaciones más
convencionales: se visten como los demás, comen en la misma cafetería y se les trata como a los demás
trabajadores de la empresa. Esto fomenta sutilmente la idea de que están trabajando con los demás
empleados para conseguir los mismos objetivos, la idea de que forman parte del mismo equipo a gran
escala. De esta forma, la comunicación fluye libremente en la empresa y se minimizan todos esos
resentimientos que la gente alberga con respecto al estatus.
Un equipo eficaz es aquel capaz de encargarse de lo que se espera que haga, capaz de tomar sus propias
decisiones y capaz de actuar para desarrollar los recursos o las aptitudes necesarias para desempeñar su
tarea.
RESPETO: los encargados de equipo han de creer en el potencial de su equipo e identificar y analizar
los puntos fuertes y débiles de sus miembros.
CONFIANZA: para implementar un sistema de delegación, los jefes deben creer que sus trabajadores
con capaces de realizar su trabajo con eficacia.
FORMACIÓN: el líder ha de tener en cuenta el equilibrio entre respetar las aptitudes ya existentes
entre sus empleados y establecer oportunidades de formación para que puedan desarrollar su
potencial.
ESTABLECIMIENTO DE LÍMITES: deben ser claros para que todos sepan qué competencias se les
han cedido y qué aspectos del trabajo siguen siendo competencia de niveles más altos de su
organización.
CONFIANZA EN EL PROGRESO: se debe garantizar que el equipo cuenta con objetivos prácticos
que permitan que los miembros sepan si están cumpliendo los plazos previstos o no.
CONSULTIVO Se basa en discutir los diferentes temas con los trabajadores antes de tomar
una decisión y no la toma sin saber cuál es su opinión. Se comunica con los
trabajadores, conoce su opinión y luego decide.
AUTOCRÁTICO El jefe impone las normas y sus criterios, estableciendo la estrategia que se
a va a seguir, planificando y diseñando el trabajo, y diciendo
quién debe hacerlo. No clasifica los procedimientos posteriores, pero decide
las fases de actividad a corto plazo
DEMOCRÁTICO Las tareas se discuten y determinan en grupo, el jefe sólo orienta y apoya.
Plantea propuestas que pueden ser evaluadas en grupo.
Establece una actitud protectora con los subordinados. Se interesa por sus
problemas personales y profesionales como un padre a sus
hijos. Aunque les consulta, es él quien toma las decisiones.
BUROCRÁTICO La organización establece una estructura jerárquica y con normas,
bloqueándose la comunicación y estableciéndose unas relaciones donde
dichas normas prevalecen a la persona
El líder de equipo moderno combina cualidades transaccionales y transformacionales. Los principios que
aconsejan crear oportunidades para los demás, participar en el trabajo del equipo y establecer una buena
comunicación con gente de fuera del equipo se centran en la naturaleza TRANSACCIONAL del
liderazgo; por otra parte, los principios que recomiendan fomentar el compromiso y la confianza de los
miembros del equipo, recordar los objetivos y reforzar la combinación y el nivel de las aptitudes del
equipo se centran en cualidades TRANSFORMACIONALES.
Estos principios también le permiten fomentar y mantener una gran sensación de identificación social
entre los miembros del equipo. El líder crea en el equipo una sensación de unidad, con diversas
habilidades y aptitudes, que le diferencia de otra gente de la organización.
Además, el líder que actúa de acuerdo con estos principios fomenta el sentimiento de cohesión entre los
miembros y crea un clima en el que se sientes orgullosos de pertenecer al equipo. El resultado es que la
pertenencia al equipo se convierte en algo especial que aumenta la autoestima: en resumen, las
condiciones ideales para la identificación social.
Con el transcurso del tiempo, todos los grupos asignan roles a sus integrantes y establecen normas de
comportamiento, aunque no se haga de forma explícita. Atenerse a los roles explícitamente definidos
permite al grupo realizar las tareas de modo eficiente.
BENNE Y SHEATS elaboraron una lista con los distintos roles dentro de un grupo, reflejando cómo
podían contribuir los individuos a su grupo. No tratan personajes individuales, ni estilos generales, sino
que analizan qué sucede durante una reunión o encuentro. En esta clasificación todos pueden adoptar el
papel que les parezca necesario en cada momento, otras veces adoptarán otro papel y desempeñarán un
rol distinto en lo que el grupo hacía en ese momento.
3. Roles individuales o egocéntricos: engloba la forma en que algunas personas utilizan sus
puestos en un comité u otros grupos para obtener sus propios intereses personales. Incluye
aquellas conductas dirigidas a satisfacer únicamente las necesidades personales de cada uno de
los componentes del grupo. Se ha de prestar especial atención a estos roles, tratando de
reconvertirlos o controlarlos, para evitar que surjan conflictos en el grupo.
Beldin demostró que el secreto de un buen equipo era mezclar individuos distintos. Es más, Beldin
afirmó que un buen equipo siempre necesitaría gente que desempeñara roles distintos. Aunque aceptó
que hubiera gente capaz de asumir más de un rol. Aseguró que una buena gestión de equipo debería
garantizar que todos estos roles estuvieran presentes en el equipo. Esta tipología tiene un gran valor,
pues demuestra que las personas pueden contribuir al trabajo de su equipo de diversas maneras y
que un buen equipo necesita de la mezcla de distintas actividades. Sin embargo es muy conveniente
pensar en los roles de equipo como tales (tipo de actividad) y no debemos creer que los individuos
están representando automáticamente los roles adecuados.
3.1. EXPECTATIVAS
Una variable importante del modelo motivacional es “la influencia de otros miembros (especialmente el
del que ejerce algún tipo de poder sobre el individuo) sobre el desempeño del mismo en la organización”.
La idea principal es que las expectativas pueden convertirse en metas por las que luchar y finalmente en
logros
Efecto Pigmalión: “en ocasiones la gente se convierte en lo que los otros esperan que se convierta”. En el
mundo laboral el fenómeno parece consistir en que los directivos comunican casi inevitablemente sus
expectativas a través de una amplia variedad de mensajes no verbales, aun cuando no tengan la intención
de revelar sus expectativas o incluso deseen disimularlas.
Las auto expectativas son un conjunto de supuestos que todos llevamos con nosotros acerca de lo que
podemos y no podemos hacer, pues cada uno de nosotros posee un conocimiento único de sus fortalezas y
debilidades. La auto expectativa es el principal determinante de que nuestro logro y
desempeño sea negativo o positivo.
Tradicionalmente, las expectativas se han dividido en dos tipos, las expectativas de eficacia y las
expectativas de resultado.
YO CONDUCTA RESULTADO
Expectativas de eficacia: representan la creencia o el juicio que las personas hacemos sobre la
seguridad que tenemos de realizar una conducta en particular. Una expectativa de
eficacia sería, por ejemplo, el juicio que haces sobre tu competencia para realizar bien un
trabajo.
Expectativas de resultado: representan la creencia o el juicio que las personas hacemos sobre la
probabilidad de que una conducta tenga unos resultados concretos. Por ejemplo, una
expectativa de resultado sería el juicio que haces sobre la probabilidad de que este curso
te aporte recursos para mejorar tu trabajo diario. Está claro que si las personas pretenden
conseguir una meta determinada y es poco probable que una conducta concreta vaya a
facilitarnos esa meta, es probable que desistamos. Si, por el contrario, crees que
realizando esa conducta conseguirás el resultado esperado, lo más probable es que te
esfuerces y te impliques.
La piedra angular del foco define por qué existe un equipo, hacia dónde va y cómo planea llegar
allí. Algunas estrategias clave para desarrollar un foco sólido son:
Son los grandes resultados finales que el equipo debe alcanzar en un periodo determinado de tiempo. Los
objetivos se actualizan periódicamente para hacer frente a los nuevos desafíos y son la fuerza que lleva al
equipo a centrarse en lo que necesita realizar.
Los objetivos y los roles van juntos, se ajustan como el anillo al dedo. Empieza con los objetivos y
después elabora tus planes. Recuerda hacer esto con el equipo, no para el equipo. Es muy importante no
confundir OBJETIVO con ACTIVIDADES
El primer paso para el trabajo en equipo es clarificar las metas que se han de alcanzar. Estos objetivos
deben ser motivadores, que impliquen un desafío, a la vez que alcanzables. Además el equipo debe
disponer de los medios necesarios, tanto técnicos como humanos.
Cuando el proyecto es a largo plazo, es conveniente fijar metas intermedias de modo que el equipo deba
alcanzar objetivos a corto plazo. El poder alcanzar unas metas, aunque sean menores, contribuye a
aumentar la motivación, al ver cómo se avanza en la dirección correcta.
Ser específicos y claros. Que incluso la gente de fuera de tu equipo pueda leerlo y entenderlo
Ser susceptible de medida
Estar orientado a la acción. Suelen empezar con verbos de acción: crear, diseñar, desarrollar, lograr,
producir...
Estar centrados en los resultados ¿cuál es el resultado importante que se necesita lograr? No explica
tanto el cómo sino más bien el qué, lo cual le da un propósito con sentido al objetivo
Estar enmarcados en el tiempo. El objetivo tiene una fecha límite, un tiempo para cumplirlo. Esto
ayuda a que los equipos se centren en conseguir los resultados.
Definir los pasos clave que el equipo debe seguir con el fin de cumplir sus objetivos. La idea es:
planea el trabajo y después trabaja en el plan.
1. El enfoque hacia delante: cuando planees tu estrategia, empieza con el día de hoy y traza cada paso
necesario para alcanzar el objetivo. Ordena estos pasos de forma secuencial, cada uno con una fecha
límite que vaya desde hoy hasta la fecha en la que el objetivo general se debe alcanzar.
2. El enfoque de planificación hacia atrás. Con este enfoque, empiezas con la fecha final en la cual tu
objetivo debe haberse alcanzado y trabajas hacia atrás hasta el presente día.
Es más común el enfoque hacia delante. Sin embargo, cuando te encuentras frente a fechas límite, un
equipo a veces encuentra más fácil planificar hacia a tras lo que se debe hacer.
Asegúrate de poner por escrito los planes de trabajo acordados y haz copias para cada persona como
referencia y recordatorio.
Determinar quién va a hacer qué. No des por sentado que los miembros de tu equipo saben lo que tiene
que hacer. Sencillamente habla con los miembros de tu equipo para que los roles estén bien definidos. No
olvides que poner por escrito estas asignaciones permite a todos saber quién está haciendo qué en cada
parte del trabajo.
Un estándar de rendimiento es un nivel de rendimiento o una práctica de trabajo que se debe mantener
para producir resultados consistentes de alto nivel. Los estándares pueden establecerse a nivel de políticas
o de directrices y a nivel de procedimiento de operaciones.
Los estándares establecidos a nivel de políticas o de directrices usualmente se refieren a áreas importantes
de rendimiento que comparten muchos miembros del equipo (si no todos), como el servicio al cliente, la
calidad e incluso el propio trabajo en equipo. Deben ser tan claros y precisos como sea posible.
A veces los equipos necesitan establecer procedimientos de trabajo. Éstos definen cómo se realizan
ciertas funciones. Frecuentemente lo hacen estableciendo una rutina paso a paso o estableciendo prácticas
sólidas que aseguran exactitud, minuciosidad y alta calidad
Son los principios guía. Son el conjunto de convicciones que inspiran las prácticas del equipo y guían a
sus miembros mientras trabajan. Los valores fundamentales son los principios que gobiernan el
comportamiento y refuerzan la cultura organizativa o el clima que quieres mantener en el grupo.
Una buena pregunta que puede animar a la gente a pensar en valores fundamentales es:
Sin importar que estemos funcionando desde un despacho ejecutivo o empuñando una escoba en el tercer
piso, cuando tomamos decisiones necesitamos información. La gente simplemente necesita mejor
información para tomar mejores decisiones. Cuando la información se comparte libremente, hay más
fuerza intelectual para solucionar los problemas.
Es importante también determinar qué información no es necesaria. Es importante ver que el grosor del
intercambio de información puede cambiar a medida que los problemas se resuelven, los objetivos se
consiguen y se afrontan los temas.
Siempre que compartimos información con alguien creamos un acuerdo implícito de confianza.
Confiamos en que la persona utilizará la información de forma responsable.
Además, cuando compartimos información – particularmente información de naturaleza sensible-
enviamos un poderoso mensaje a quien la recibe. Este mensaje no explícito se basa en valorar a la
persona y confiar en que él o ella actuarán con responsabilidad.
A la inversa, cuando no queremos intercambiar información sensible con alguien, estamos enviando el
mensaje opuesto: que no confiamos en la persona. Esto dificulta gravemente la relación de trabajo y, en
última instancia, las oportunidades para mejorar el trabajo.
Cuando los grupos de trabajo trabajan juntos durante un largo periodo de tiempo, tienden a desarrollar sus
propias NORMAS Y VALORES. Estas se desarrollan inconscientemente y a fuerza de hábito, por lo que
por lo general, también son muy resistentes al cambio.
Schein demostró que hay dos tipos de normas: las normas centrales y las normas periféricas. Las
normas centrales reflejan las ideas principales de la naturaleza del trabajo, por ejemplo en un equipo de
ventas sería no ofender a un cliente potencial. Las normas periféricas, por el contrario, no son tan
cruciales y tienen que ver con temas menos importantes, como el comportamiento a la hora del almuerzo.
Schein observó que los grupos normalmente toleran la infracción de normas periféricas, mientras que es
mucho más grave incumplir las normas centrales.
Personas adoninas, que cumplen todas las normas, en las que se puede confiar
Individuos que cumplen las normas centrales, pero rechazan las periféricas si no les
convienen. Son creativos y favorecen el cambio en la organización.
Personas que aceptan las normas periféricas, pero no las centrales, por lo que se
encuentran en un estado de “rebelión subversiva”
Personas que rechazan los dos tipos de normas y muestran una actitud de rebelión
directa con la organización.
Cuando un límite no está claramente definido, la gente puede intentar establecer por sí sola dónde
establecer el límite, y la historia está llena de ejemplos de cómo la gente se pelea por ello. La intención de
los límites en un equipo no es restringir la acción, sino más bien crear la responsabilidad y la libertad para
actuar.
Cuando se amplía la responsabilidad en los miembros de un equipo, los límites que deben definirse no
pueden ser explícitamente restrictivos, pero, al mismo tiempo, tampoco tan amplios como para que la
gente se inhiba a la hora de llevar a cabo la acción. Al principio es aconsejable poner límites más
restrictivos que creen una pequeña área de juego para la gente.
Es más fácil ampliar un límite y permitir mayor libertad que, de repente, cerrarlos porque la gente no ha
sido capaz de asimilar el alcance de la responsabilidad.
Los límites deben decirle a la gente lo que puede hacer, no lo que no puede hacer
William J. Graham.
Tiempo que pasan juntos Ofrece la oportunidad de buscar ideas e intereses en común
Tamaño Los grupos pequeños están más unidos que lo más grandes, en
parte porque sus miembros interactúan más los unos con los otros
Carisma del líder La cohesión no surge de forma espontánea, sino que hay
que estimularla, y esto es función del jefe
Ambiente de trabajo los ambientes más productivos son los que resultan
agradables, de respeto y en los que se fomenta la participación
y la comunicación
Requisitos estrictos para entrar Si hay que superar una serie de barreras a la hora de entrar
en el grupo, se refuerza la identificación con el mismo
La gente divide automáticamente el mundo en “ellos-y-nosotros” y les gusta pertenecer a grupos que
potencien su autoestima. Sin embargo, cohesión no quiere decir similitud. Es importante que el equipo se
vea distinto y especial, pero eso no implica que los miembros se vean idénticos entre sí. De hecho, cuando
nos identificamos con un grupo o un equipo, son “los otros” los que nos ven iguales, no “nosotros”. Un
grupo en el que hay cohesión tolera las diferencias entre sus miembros.
De hecho, un equipo consiste en unir y coordinar gente con aptitudes distintas para llevar a cabo una tarea
con eficacia. Lo importante es que cada miembro comprenda perfectamente cómo contribuye cada uno a
los esfuerzos del equipo en conjunto y, para ello, es necesario que haya una buena comunicación.
Una alternativa al enfoque de los roles de equipo es considerar a los equipos por las aptitudes que aportan
sus miembros. Katzenbach y Smith (1993) destacan la importancia de que un equipo tenga un equilibrio
adecuado de las aptitudes necesarias para desempeñar una tarea determinada. Podemos dividir estas
aptitudes en tres grupos.
1. Experiencias técnicas o funcionales. Cualquier tarea que necesite la creación de un
equipo para desempeñarla necesitará una serie de conocimientos especializados.
2. Solución de problemas y toma de decisiones. Una cosa es saber que hay que resolver un
problema y otra que el equipo identifique la naturaleza del problema, evalúe opiniones e
intervenciones, decida cuál es la mejor manera de actuar y lo resuelva.
3. Interacción interpersonal en el grupo. Un equipo no funcionará bien a menos que sus
miembros puedan comunicarse entre sí eficazmente y puedan sobreponerse a los problemas y a
los conflictos interpersonales que surjan.
Asimismo, se reconoce una serie de características personales que conforman el “perfil del miembro
ideal” del equipo de trabajo.
Las decisiones se toman en grupo mediante uno de estos cinco métodos principales:
Unilateralmente: las toma el jefe
Unilateralmente con algunas aportaciones de otros miembros del equipo
Por voto mayoritario simple
Por consenso (todos apoyan la decisión)
Por proceso consultivo (una persona principal toma las decisiones pero con la ayuda de los
miembros del grupo
1. EL MODO UNILATERAL
En la toma de decisiones unilateral una persona asume la responsabilidad de todo el grupo. Normalmente
esa persona es el jefe. Como jefe, decides y anuncias tu decisión, y se espera que los otros la lleven a
cabo.
PROS CONTRAS
Te permite actuar rápido Deja a algunas personas rascándose la cabeza (sin
Se encarga de las cosas pequeñas entender tu decisión)
Funciona bien en emergencias Puede faltar información importante
Genera menos apoyo
Similar al modo unilateral. Aquí una persona, normalmente el jefe, toma la decisión, pero sólo después de
haber hablado individualmente con otros miembros del equipo, proponiéndoles ideas y teniendo en cuenta
sus opiniones
PROS CONTRAS
Se mueve rápido Consigue poco apoyo de aquellos que quedan fuera
Te da más información y percepción del proceso
Crea más apoyo y comprensión Deja en cortocircuito el análisis verdadero
Puede hacer difícil explicar tu decisión
Tomar una decisión por mayoría simple significa que la mitad del grupo más uno está de acuerdo con
una opción, y esa se convierte en la decisión del grupo.
PROS CONTRAS
Es fácil de administrar Genera un clima de ganadores y perdedores
Promueve la participación del grupo Disminuye la creatividad y la flexibilidad. El
Ayuda a manejar grupos grandes
No significa que todos estés de acuerdo (eso sería unanimidad). Se toma una decisión por consenso cuando
todos están de acuerdo en apoyarla.
PROS CONTRAS
Crea una actitud de apoyo más sólida Es la que más tiempo toma
Acelera la puesta en práctica. Todos Requiere el nivel más alto de habilidades de
están comprometidos comunicación
Desarrolla la habilidad para resolver No funciona para grupos grande
conflictos de grupo.
5. EL MODO CONSULTIVO
En el modo consultivo, una persona (la principal en la toma de decisiones) toma la decisión pero lo
hace con la ayuda del grupo. En el foro colectivo, los miembros del grupo aportan sus opiniones para
ayudar al responsable de la toma de decisiones a decidir.
PROS CONTRAS
Hace posible una comprensión Hace posible una comprensión sólida de la decisión
sólida de la decisión Genera una rica aportación para quien toma la
Genera una rica aportación para quien decisión
toma la decisión Facilita una estructura para maximizar la
Facilita una estructura para participación de todos
maximizar la participación de todos
Para asegurar un buen funcionamiento del equipo, la organización debe evaluar con regularidad su
rendimiento. Los objetivos de la evaluación son, por una parte, detectar posibles deficiencias y tomar a
tiempo las medidas oportunas, y por otra, conocer cómo percibe la organización su desempeño. Los
miembros del equipo deben conocer qué criterios van a utilizar para evaluarlos.
Tu papel en la reunión de evaluación de la situación es hacer preguntas y aclarar lo que se ha hecho, o no,
con relación a los puntos de acción establecidos por el equipo. No es necesario un escarmiento público
cuando algo no se realiza. Todos conocen la situación y con frecuencia se vuelven a poner las pilas
rápidamente para la siguiente reunión de evaluación. Puedes manejar la situación de manera individual
con la gente que de manera habitual no trabaja como debería.
3.10. MOTIVACIÓN
Cualquier equipo de trabajo funciona y se organiza para conseguir sus objetivos. Además de los
objetivos generales, que son comunes a todos los miembros del equipo, debemos tener en cuenta los
individuales, propios de cada uno de los integrantes. Estos últimos no pueden ser descuidados pues
cualquiera de nosotros necesita un motivo que le incite a desempeñar sus tareas de un modo satisfactorio.
Habitualmente estas motivaciones no se contraponen, sino que se complementan, ya que los objetivos en
equipo de trabajo son similares a las motivaciones individuales, como el deseo de seguridad o el de ver
reconocido un mérito propio.
Así pues, al hablar de motivar al equipo nos referimos a las actuaciones de la organización dirigidas a
ilusionar a las personas con vistas a conseguir un fuerte compromiso con el trabajo. Debe aplicarse un
doble esquema de motivaciones: uno dirigido al equipo y otro al individuo. Algunas estrategias para
motivar al equipo son:
Plantear proyectos exigentes, que supongan un desafío para el grupo
Potenciar la autonomía del equipo, dándole la oportunidad de planificarse y de tomar sus
decisiones
Ofrecer una gratificación en función del resultado alcanzado
Plantear metas parciales, a corto plazo, que se puedan lograr con facilidad, además de la meta
final del grupo
Además de las motivaciones del equipo, no se pueden descuidar las motivaciones individuales puesto que
es imposible motivar a un equipo si individualmente sus miembros no lo están. Entre las motivaciones
que busca un empleado en su trabajo están el tener un buen sueldo, formarse para su desarrollo
profesional, un buen ambiente de trabajo, el reconocimiento del jefe...Por tanto, la empresa debe buscar
que la participación en un equipo de trabajo ofrezca al trabajador la oportunidad de alcanzar alguna de sus
metas individuales.
Un factor clave para la motivación, tanto individual como grupal, es el reconocimiento del equipo por
sus esfuerzos y por sus resultados. Este reconocimiento puede ser tan simple como una expresión verbal
del tipo “Bien hecho”, o algo más complejo como la oportunidad de presentar los resultados a la
dirección, una mención del trabajo realizado por el equipo hecha al resto de la organización, una carta de
felicitación, etc. En todo caso, es un aspecto que no se debe descuidar.
Marcar objetivos
Las metas constituyen un elemento motivacional fundamental. Las metas aumentan nuestra motivación,
esfuerzo, interés, concentración y persistencia, por lo que mejoran el rendimiento. Sin embargo, no todas
las metas son motivantes, ya que tienen que cumplir una serie de requisitos:
1. Las metas mejoran significativamente el rendimiento cuando éstas son específicas, difíciles
y desafiantes.
2. Para que una meta sea eficaz, las personas necesitamos recibir un feedback de nuestro
rendimiento en relación con la meta.
3. Para que una meta sea eficaz y ejerza un efecto positivo sobre nuestro rendimiento, ésta debe
ser aceptada, por lo que advertimos que imponer metas a los demás no hará que éstos se
motiven. Las metas deben ser negociadas y debatidas.
4. Para que una meta a largo plazo sea una poderosa fuente motivacional de nuestra conducta, ésta
debe transformarse en varias metas a corto plazo. Las metas a corto plazo nos posibilitan
recibir refuerzos que nos motivan a seguir luchando por la meta general, pero nunca debemos
perder de vista la meta a largo plazo, pues sería como perder el norte en medio de un océano.
Creando necesidades
Para despertar o crear necesidades en los demás o en nosotros mismo debemos:
Primero, conocer las necesidades que tienen las otras personas o las necesidades más
apremiantes que tenemos nosotros, porque, partiendo de la situación actual, nos será más fácil
motivar y motivarnos. Debemos partir de lo que se necesita para lograr traerlo o traernos al
terreno que nos interesa.
Segundo, una vez localizadas las necesidades, ofrecer modos de reducirlas.
¿Cómo? Haciendo ver algunos aspectos de los que no se han dado cuenta y que pueden
satisfaces las necesidades que hemos identificado anteriormente.
Por ejemplo, si queremos vender un producto de cosmética masculina y observamos
que una necesidad importante en los chicos es “ligar”, no tenemos más que hacerles
ver que con nuestro producto “ligarán más”.
No pierdas estos aspectos de vista cuando tengas que motivar a otros o cuando necesites motivarte a ti
mismo, ya que una persona intrínsecamente motivada persistirá más en su esfuerzo que cualquier otra
persona motivada de cualquier otra manera.
Administrando recompensas
Recompensar un acto bien hecho es una de las formas más comunes de motivar a los demás, aunque
también puede ser utilizada para motivarse a uno mismo.
Podemos incentivar a una persona de antemano para motivarla a actuar de una forma determinada. Por
ejemplo, un maestro motiva a sus alumnos diciendo que el que apruebe los
Mostrar modelos
Un modelo es un ideal de conducta. Una persona a la que nos gustaría parecernos, un ídolo (modelo
positivo), o una persona a la que no nos gustaría parecernos nada, es más, que nos gustaría ser justo lo
contrario (modelo negativo).
Tener a alguien con quien compararnos es importante en el sentido en que nos aporta una referencia y nos
sirve de motivación al querer ser igual o diferente a ellos.
Además, una buena forma de motivar a los demás es la de ejercer de modelo positivo. Si queremos
que los demás se comporten de una determinada manera, tenemos, primero, que comportarnos también
nosotros de esa forma. No podemos pedirle a un compañero que tenga limpia su mesa si la nuestra es un
desastre o que muestre más interés si nosotros no estamos comprometidos.