La Convención Sobre Los Derechos Del Niño

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La Convención sobre los Derechos del

Niño (CDN, en inglés CRC)


es un tratado internacional de las Naciones Unidas, firmado el 20 de noviembre de 1989 y en
vigor desde el 2 de septiembre de 1990,1 a través del cual se enfatiza que los niños tienen los
mismos derechos que los adultos y se subrayan aquellos derechos que se desprenden de su
especial condición de seres humanos que, por no haber alcanzado el pleno desarrollo físico y
mental, requieren de protección especial.2Es el primer tratado vinculante a nivel nacional e
internacional que reúne en un único texto sus derechos civiles, políticos, sociales, económicos
y culturales. El texto de la CDN al que suscriben los Estados está compuesto por un conjunto
de normas para la protección de la infancia y los derechos del niño. Esto quiere decir que los
Estados que se adhieren a la convención se comprometen a cumplirla. En virtud de ello se
comprometen a adecuar su marco normativo a los principios de la CDN y a destinar todos los
esfuerzos que sean necesarios para lograr que cada niño goce plenamente de sus derechos. La
convención está compuesta por 54 artículos que consagran el derecho a la protección de la
sociedad y el Estado.

Importancia de la convención

Por primera vez, en comparación con tratados anteriores, la convención reconoce a los niños
como sujetos de derecho, pero convierte a las personas adultas en sujetos de
responsabilidades.

Por otra parte, también es significativo que se trate de una convención en lugar de una
declaración. Esto significa que los Estados participantes adquieren la obligación de garantizar
su cumplimiento.3 La Declaración Universal de los Derechos Humanos, como declaración, es
una serie de principios y normas que los Estados crean y se comprometen a cumplir
internamente en sus naciones, pero quienes la firman no adquieren la obligación de cumplir su
articulado.

Además, es el tratado internacional que reúne al mayor número de Estados que han ratificado
un tratado: actualmente, ha sido ratificado por 196 estados reconocidos en la Asamblea
General de las Naciones Unidas (todos los estados con la excepción de los Estados Unidos de
América). Somalía comenzó la ratificación de la convención (con algunas excepciones) en
enero de 2015,45 finalizando este proceso en octubre de 2015.6

Principios rectores de la convención

Como todos los tratados sobre derechos humanos, el texto de la CDN se fundamenta en tres
grandes principios: los derechos son universales, es decir que conciernen a todos los niños; son
indivisibles, dado que la CDN no jerarquiza los derechos que contiene, y, estrechamente
vinculado con lo anterior, son interdependientes. En otras palabras, no hay primacía de un
derecho sobre los demás por cuanto el cumplimiento de cada uno depende de la garantía
efectiva del resto.

A estas nociones compartidas con el conjunto de tratados de derechos humanos, se le suman


cuatro principios específicos de la CIDN: el interés superior del niño, el derecho a la no
discriminación, el derecho a la vida, la sobrevivencia y el desarrollo y finalmente, el derecho a
la libertad de expresión y a ser escuchado. En efecto, el Comité de los Derechos del Niño
otorgó mayor relevancia al contenido de los artículos 2, 3, 6 y 12.7 que contienen estas
nociones, posicionándolas como “principios generales”. De este modo, de acuerdo con el SIPI,8
estos artículos constituyen derechos en sí mismos, y a la vez se instauran como guía para la
interpretación y respeto de todos los demás derechos presentes en la Convención

La convención en América Latina

Algunos los países latinoamericanos ratificaron la convención. De acuerdo con el Sistema de


información sobre la primera infancia SIPI, el rango que el país decide otorgar a la CDN es
sustantivo debido a la consecuencia jurídica que implica dentro de su sistema jurídico. El valor
jurídico de la CDN está dado por su posición respecto a la Constitución Nacional, ya que el
texto constitucional es la ley suprema de un país. Allí se establecen los fundamentos de
convivencia civil y actuación de los poderes públicos con el fin de garantizar los derechos de los
ciudadanos. El carácter fundamental de la Constitución se sostiene en que sus mandatos
quedan fuera de las discrecionalidades partidarias, su texto no puede ser alterado, ni
modificado por los poderes públicos en su actuación ordinaria. Por el contrario, sus principios
se instauran como orientadores y en virtud de ello, a la vez que potencia, limita el ejercicio de
las funciones de los poderes públicos.

El mayor rango jurídico que puede otorgarle un país a la CDN es el supraconstitucional. En


estos casos, el tratado internacional se antepone a la ley suprema. Le sigue el rango
constitucional, a través del cual la Convención tiene igual primacía que el texto constitucional.
Si la CDN tiene rango supralegal, su texto prevalece cuando una ley del ordenamiento jurídico
interno entra en contradicción con sus principios. Por el contrario, si la CDN tiene rango legal
ésta adquiere el mismo valor jurídico que cualquier otra ley ordinaria.

En América Latina, solo Guatemala posiciona a la CDN en rango supraconstitucional. Argentina,


República Dominicana, Colombia, Venezuela y México, le han otorgado rango constitucional,
mientras que Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras y Paraguay, posicionan al
texto de la Convención como supralegal. Por último se encuentra el grupo de países que le ha
dado a la CDN rango legal, conformado por Chile, Cuba, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.

Historia de la convención
Homenaje de la Junta Municipal del Distrito de Salamanca al XXX Aniversario de la Declaración
de los Derechos del Niño

La Organización de las Naciones Unidas aprobó en 1948 la Declaración Universal de los


Derechos Humanos que, implícitamente, incluía los derechos de la infancia. Sin embargo,
posteriormente se llegó al convencimiento de que las particulares necesidades de los niños y
niñas debían estar especialmente enunciadas y protegidas. Más tarde, en 1959, se aprobaría la
Declaración de los Derechos del Niño, que cuenta con 10 artículos.

Estos tratados son los principales antecesores de la convención:

Año TratadoNúmero de artículos

1924 Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño 5

1948 Declaración Universal de los Derechos Humanos (no los menciona específicamente,
pero sí implícitamente) 30

1959 Declaración de los Derechos del Niño 10

1989 Convención sobre los Derechos del Niño 54

Protocolos facultativos

Esta convención está desarrollada o complementada por los siguiente protocolos:

Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños,
la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía; Resolución A/RES/54/263 del
25 de mayo de 2000, entrada en vigor el 18 de enero de 2002.

Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación
de niños en los conflictos armados, Resolución A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000, entrada
en vigor el 12 de febrero de 2002.9

Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo al procedimiento
de comunicaciones; Resolución 17/18, de 17 de junio de 2011, entrada en vigor el 14 de abril
de 2014.10

Se han hecho propuestas de protocolos facultativos adicionales. En 2020, la "Comisión


independiente Lancet-OMS-UNICEF" propuso el desarrollo de un protocolo facultativo para
proteger a los niños de la comercialización de tabaco, alcohol, leche de fórmula, bebidas
azucaradas, juegos de azar y redes sociales potencialmente dañinas, y el inapropiado uso de
sus datos personales.11 (La OMS también tiene su propio capacidad para hacer tratados.12) En
2022, un grupo de expertos en educación y derechos del niño se unió a un llamado para una
actualización del derecho a la educación bajo el derecho internacional para garantizar
explícitamente los derechos de los niños a la educación preescolar gratuita y a la educación
secundaria gratuita.13 Human Rights Watch ha sugerido hacerlo a través de un cuarto
protocolo facultativo a la Convención sobre los Derechos del Niño.14
Observaciones generales

Son documentos que de forma periódica elabora el Comité de los Derechos del Niño para
ayudar a la adecuada interpretación y aplicación de los derechos de la infancia según la
Convención sobre los Derechos del Niño.15 Se parte de la idea de que la Convención es un
documento vivo, cuya aplicación deber ser objeto de constante supervisión. Estos textos se
pueden aplicar para abordar aquellos aspectos sobre los que el Comité constata que falta la
debida atención, en los que se incurre habitualmente en interpretaciones erróneas o
insuficientes, o bien surge la necesidad de abordar nuevos aspectos de creciente
preocupación.

En total, se han publicado hasta ahora 25 Observaciones Generales que versan sobre campos
como la educación, el VIH/sida, la salud en general, el trato hacia las personas menores de
edad no acompañadas y separadas de su familia fuera de su país de origen, la protección
contra los castigos corporales, los derechos de niños con discapacidad, la justicia de menores,
la situación de la infancia indígena, el derecho a la participación, el derecho a no ser objeto de
ninguna forma de violencia, el principio del interés superior, el derecho al juego y una
observación sobre las obligaciones del Estado en relación con el impacto del sector
empresarial en los derechos de niñas y niños, derechos de los niños y niñas en el contexto de
la migración internacional.

Seguimiento del cumplimiento de la convención

Los Estados Partes se comprometen a presentar al Comité de los Derechos del Niño informes
sobre las medidas que adopten para dar efecto a los derechos reconocidos en la Convención y
sobre el progreso que hayan realizado las medidas tomadas.

Los informes recogen también las circunstancias y dificultades, si las hay, que afectan al grado
de cumplimiento de las obligaciones derivadas de la Convención.

El primer informe ha de entregarse en el plazo de dos años a partir de la fecha en la que entre
en vigor la Convención para cada Estado Parte. En lo sucesivo, cada cinco años. Además, los
Estados tienen obligación de difundir, entre el público de sus respectivos países, los informes
elaborados.

Informes de seguimiento por países

España. Fecha de publicación de su último informe: 20 de mayo de 2008.16

Argentina. El último informe fue presentado en el año 2018.17

Costa Rica. El último informe fue presentado en el año 2009.18


Ecuador. El último informe fue presentado en el año 2008.19

México. El último informe fue presentado en el año 2004.20

Paraguay. El último informe fue presentado en el año 2008.21

Bolivia. El último informe fue presentado en el año 2008.22

Colombia. El último informe fue presentado en el año 2014.23

República Dominicana. El último informe fue presentado en el año 2004.24

Los informes complementarios

El Informe complementario, sombra, paralelo o alternativo es un documento de seguimiento


elaborado por actores de la sociedad civil que aborda y analiza desde un punto de vista crítico
los informes y resoluciones oficiales gubernamentales.25

El Comité de los Derechos del Niños también recibe informes sombra a la Convención,
aceptados gracias al artículo 45, que indica que el mismo Comité puede invitar a "otros
organismos competentes que consideren apropiados a que proporcionen asesoramiento
especializado sobre la aplicación de la Convención en los sectores que son de incumbencia de
sus respectivos mandatos".

Informes complementarios de España

La Plataforma de Organizaciones de Infancia presentó el documento Informe complementario


al III y IV Informe de aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en España26 ante
el Comité de los Derechos del Niño.

De entre todas las preocupaciones, la organización destaca:27

La revisión y armonización pendiente de las edades mínimas en las que el ordenamiento


concede trascendencia jurídica a actos ejecutados por niños y niñas

Los recursos "claramente limitados" del Observatorio de la Infancia, además del hecho de que
sus decisiones no son vinculantes

La existencia de diferencias de recursos entre comunidades autónomas

La dificultad para identificar el presupuesto real destinado a infancia

El temor a que la crisis provoque una reducción drástica de las inversiones

La carencia de un sistema integral de recogida y análisis de información que dificulta la


recogida de información necesaria para formular y evaluar las políticas de infancia

La falta de difusión y conocimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, subrayando
la falta de adaptación de materiales a un lenguaje comprensible para niños y niñas y la falta
también de formación específica de profesionales
El desconocimiento del derecho de participación infantil que provoca el posible impulso de
iniciativas dispares y sin carácter de permanencia

La falta de financiación para evaluar los contenidos de los medios de comunicación, internet y
publicidad que se emiten y la falta de financiación para producir más contenidos educativos; a
pesar del crecimiento del consumo

La falta de cobertura de las demandas sociales por parte de los programas preventivos de
intervención familiar. Señala la Plataforma que "la detección precoz de las situaciones de
riesgo evita abandono y maltrato posterior"

La no existencia de un procedimiento uniforme que determine el interés superior del niño o


niña y que garantice la interpretación particularizada de cada caso

El alto porcendaje de las niñas y los niños en España que vive bajo el umbral de la pobreza

Los cambios legislativos en la educación formal sin evaluaciones previas y coordinadas

Nuevas leyes y códigos de la infancia

La adopción de la CDN como marco regulador de la relación entre el Estado y la infancia trae
aparejada su progresiva incorporación al ordenamiento jurídico de cada país. Las leyes de
protección integral o códigos de la infancia regulan en cada país al conjunto de normativas que
afectan a los titulares de derechos que establece la CDN. Su promulgación constituye un
avance significativo hacia la construcción de un Sistema de Protección de los Derechos. No se
trata ya de adherir al texto de la convención, sino de interpretarlo con el propósito de crear los
procedimientos, asignar recursos, establecer reglas internas, y crear la institucionalidad
adecuada para dar cumplimiento a los derechos de los niños en cada uno de los países.

Al enfocar en la fecha de promulgación de las nuevas leyes de infancia por parte de los Estados
latinoamericanos, se observa que transcurrió un tiempo considerable entre la ratificación o
adhesión de la Convención y la entrada en vigor de los nuevos códigos internos. Este proceso
se acelera a partir de los últimos años de la década del ’90 y principios de los 2000. Este
cambio obedeció en gran medida a la a las acciones llevadas adelante por las organizaciones
de la sociedad civil y algunos organismos internacionales particularmente comprometidos con
la implementación de la CDN. Además, es importante considerar el doble y paradójico
movimiento histórico en que se enmarca la adopción de la convención. A la vez que el
resultado del lento proceso de retorno a la democracia su firma coincidió con el inicio de la
retirada del Estado de su función social.

En este contexto particularmente complejo, se desarrolló una estrategia de promoción de los


derechos del niño mediante la celebración de dos cursos. Por un lado, en 1999, el tradicional
curso interamericano de derechos humanos organizado por el Instituto de Derechos Humanos
(IIDH) de Costa Rica vinculó por primera vez los derechos humanos con la infancia.28 Poco
después, Unicef apoyó una formación centrada en temas de protección de derechos humanos
de la niñez.29

Caso Guatemala
Un acontecimiento bisagra en la relación del Estado con la infancia fue la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso “Niños de la Calle” Villagrán Morales y
otros vs Guatemala. Esta fue la primera vez que la Corte Interamericana falló en un caso por
violación de los derechos de los niños. En junio de 1990 cinco niños que vivían en la calle de la
ciudad de Guatemala fueron secuestrados, torturados y asesinados por fuerzas de seguridad
estatales. Luego de más de dos años de intentos fallidos por llevar el caso a juicio en
Guatemala, la denuncia fue presentada formalmente a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y Casa
Alianza. Posteriormente fue presentado ante la Corte Interamericana por la CIDH. En 1999 la
Corte decide por unanimidad declarar responsable al Estado de Guatemala, por violar
derechos consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH),
específicamente el derecho a la vida, la integridad física, libertad personal, garantías judiciales,
protección judicial y los derechos del niño. El 26 de mayo de 2001, la Corte ordenó al Estado de
Guatemala que además de compensar económicamente a las familias y sancionar a los
culpables, adecuara su legislación doméstica al artículo 19 de la Convención Americana. El
Estado de Guatemala adoptó estas medidas en los meses siguientes. El Código de los Menores,
vigente desde 1979, fue abolido en forma inmediata pero fue necesaria la movilización de la
sociedad civil para que finalmente cuatro años después del fallo, el 4 de junio de 2003, entrara
en vigor la Ley de Protección Integral de Niñez y Adolescencia. Este fallo emblemático puso de
relieve la necesidad de redefinir la relación del Estado con la infancia, y la relevancia de
introducir como marco rector a la CDN. A partir de entonces, se dinamizó el proceso de
adecuación normativa a los principios de la CDN en prácticamente todos los países que aún no
lo habían iniciado.

Observaciones finales

Tras recibir los informes de los Estados, el Comité puede formular sugerencias y
recomendaciones generales basadas en esa información recibida.

Observaciones finales a España

El último informe de Observaciones del Comité sobre la situación en España se hizo público el
3 de noviembre de 2009.

Este documento recoge y reconoce, entre otros, algunos avances significativos realizados en
los últimos años, pero sigue poniendo un énfasis especial en algunos aspectos como:30

La falta de coordinación interinstitucional entre las diferentes comunidades autónomas

La falta de datos estadísticos fiables y globales sobre infancia que recojan la realidad de los
niños y niñas en España

La situación de los menores extranjeros no acompañados

La situación de los niños y niñas en los centros de protección


Las tasas de fracaso escolar o de pobreza infantil

Observaciones finales a Argentina

El último informe de Observaciones del Comité sobre la situación en Argentina se hizo público
el 7 de junio de 2018.31 Señala la atención del Estado en las siguientes esferas, donde se
deberán tomar medidas urgentes: derecho a la supervivencia y al desarrollo, la tortura y la
violencia institucional, la explotación y los abusos sexuales, los niños privados de un entorno
familiar, el nivel de vida y la justicia juvenil.

Entre las recomendaciones del CRC se encuentran:

Designar un Defensor del Niño y alinear las legislaciones jurisdiccionales a la legislación


nacional.

Garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes (en particular aquellos con
discapacidades, indígenas, pobladores rurales, migrantes y los pertenecientes a la comunidad
LGBTI) tengan igual acceso a una vivienda adecuada, educación, protección social y atención
sanitaria.

Implementar medidas para erradicar las causas de mortalidad infantil.

Alinear la legislación vigente sobre justicia penal juvenil a con la Convención, asegurando que
la detención de niños y adolescentes se utilizará como último recurso, se analizará el impacto
en la salud mental de los menores de edad y que se excluirán todas las medidas que
aumentarían las sentencias o reducirían la edad de imputabilidad.

Garantizar la inclusión de educación sexual y reproductiva en todos los centros educativos y el


acceso a servicios de aborto sin riesgo y de atención posterior al aborto.

Intensificar esfuerzos para erradicar el trabajo y la explotación sexual infantil. Desarrollar


políticas públicas que protejan a niños y adolescentes en situación de calle, migrantes y
refugiados.

Argentina reportará nuevamente al CRC en el año 2023.

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