Universidad Panamericana de Guatemala

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UNIVERSIDAD PANAMERICANA DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y DE LA JUSTICIA


LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS Y DE LA JUSTICIA

EXPOSICIÓN SOBRE LA CONVECIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE


CURSO: DERECHO INTERNACIONAL

MARIA ASUCENA ORTIZ VIDAURRE


DOCENTE: LICDA. NANCY GABRIELA MAAS
¿Qué es la Convención sobre los Derechos del Niño?

Todos los derechos de los niños están recogidos en un tratado


internacional que obliga a los gobiernos a cumplirlos: la Convención
sobre los Derechos del Niño (CDN). Es el tratado más ratificado de la
historia y los 195 Estados que la han ratificado tienen que rendir
cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño.

Los 54 artículos que componen la Convención recogen los derechos


económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su
aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las
obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los padres,
profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños
y niñas.

El Comité de los Derechos del Niño está formado por 18 expertos en


derechos de la infancia procedentes de países y ordenamientos jurídicos
diferentes.
La Convención sobre los Derechos del Niño tiene 3 protocolos que la
complementan:

 El protocolo relativo a la venta de niños y la prostitución infantil.


 El protocolo relativo a la participación de los niños en conflictos
armados.

 El protocolo relativo a un procedimiento de comunicaciones para


presentar denuncias ante el Comité de los Derechos del Niño.

 
La historia de la Convención sobre los Derechos del Niño
En 1959, Naciones Unidas aprobó una Declaración de los Derechos del
Niño que incluía 10 principios. Pero no era suficiente para proteger los
derechos de la infancia porque, legalmente, esta Declaración no tenía
carácter obligatorio. Por eso en 1978, el Gobierno de Polonia presentó a
las Naciones Unidas la versión provisional de una Convención sobre los
Derechos del Niño.
Tras 10 años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes
religiosos, ONG y otras instituciones, se logró aprobar el texto final
de la Convención sobre los Derechos del Niño el 20 de
noviembre de 1989, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos
los países que la ratificasen.
La Convención sobre los Derechos del Niño se convirtió en ley en 1990,
después de ser firmada y aceptada por 20 países, entre ellos España.
Hoy, la Convención ya ha sido aceptada por todos los países del mundo
excepto Estados Unidos.
El 20 noviembre se celebra en todo el mundo el Día Universal del
Niño, que cada año recuerda la aprobación de la Convención sobre los
Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989.

LA REAFIRMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

La Convención representa un esfuerzo de reafirmación y de


consolidación de los derechos del niño. La importancia de la
reafirmación es doble. Jurídicamente, la reafirmación de una amplia
gama de derechos fundamentales en la Convención elimina cualquier
duda que pudiere subsistir con respecto al lugar del niño en el derecho
internacional de los derechos humanos: no es el mero objeto del
derecho a una protección especial, sino sujeto de todos los derechos
reconocidos por la normativa internacional como "derecho de toda
persona". Si eso parece indiscutible hoy, no era tan evidente ayer, como
lo comprobaría un rápido cotejo de la mayor parte de los códigos de
menores vigentes con los instrumentos internacionales, tales como el
Pacto de San José o el Pacto Internacional sobre los Derechos Humanos,
Civiles y Políticos.

EL NIÑO, LA FAMILIA Y EL ESTADO

El complejo tejido de derechos y responsabilidades que unen al niño, con


la familia y el Estado, ocupa un lugar importante en la Convención. Por
cierto, la mayor parte de los artículos dedicados a la definición de los
derechos y libertades del niño (del 6 al 41), tratan de las obligaciones
del Estado hacia el niño sin referirse al papel de la familia. No obstante,
al menos 11 artículos son dedicados a diversos aspectos de la relación
entre Estado, familia y niño, explicitando el papel de la familia en cuanto
corresponsable con el Estado en la realización de algunos de los
derechos del niño, trazando los límites de la autoridad paterna y
materna frente a la autonomía y el bienestar del niño, y, finalmente,
definiendo las responsabilidades del Estado en la tutela de esos límites.

El Comité de los Derechos del Niño, como la mayor parte de los comités
semejantes, lo constituirán expertos elegidos en su capacidad personal
por los Estados Partes según la Convención. A diferencia de otros
comités, el de los Derechos del Niño no tiene competencia alguna para
conocer denuncias de casos específicos de violaciones de los derechos
reconocidos por la Convención. La función esencial del Comité consiste
en la consideración de los informes de los Estados Partes sobre "las
medidas que hayan adoptado para dar efecto a los derechos
reconocidos en la Convención y sobre el progreso que hayan realizado
en cuanto al goce de esos derechos", así como "las circunstancias y
dificultades, si las hubiere, que afectan al grado de cumplimiento" con
las obligaciones consagradas en la Convención. El primer informe de
cada Estado Parte debe ser sometido al Comité dos años después de la
entrada en vigor de la Convención, o de su ratificación por el Estado de
que se trate, mientras que los informes posteriores serán quinquenales.
Si el informe contiene lagunas o no es adecuado, el Comité puede
pedirle al Estado Parte informaciones adicionales. Esta práctica ha sido
adoptada por otros comités, pero nunca antes reconocida formalmente.
La Convención establece que los Estados Partes deben poner sus
informes "a la amplia disposición del público", una norma innovadora
que invita a una participación más activa de la sociedad en el proceso
de realización de los derechos del niño.

La innovación potencialmente más importante, a nuestro criterio, radica


en los dos primeros incisos del artículo 45, que vinculan la función de
control del cumplimiento de la Convención y las funciones de asistencia
técnica y material, no solo con el Centro de Derechos Humanos de la
ONU, sino también con la amplia "familia" de agencias y órganos de las
Naciones Unidas que desarrollan actividades que inciden sobre los
derechos del niño. Lo esencial de este sistema figura en el artículo 45
(b), que permite al Comité transmitir al UNICEF y a las demás agencias y
órganos competentes tanto "solicitudes de asesoramiento o de
asistencia", contenidas en los informes de los Estados Partes, como
informes cuyo contenido revela "la necesidad" de tal asesoramiento o
asistencia, junto con los criterios del Comité al respecto.

El análisis histórico jurídico, revela la existencia de una estrecha


vinculación entre el perfeccionamiento de los instrumentos de
protección de los derechos de los niños y el progreso en la garantía y
protección de los derechos humanos en general. Los derechos de los
niños, según diversos estudios, disponen de mecanismos más efectivos
de protección en la medida que permanecen ligados al amparo general
de los derechos humanos. La evolución actual del pensamiento jurídico
permite afirmar que, tras la noción de derechos humanos, subyace la
idea de que todas las personas, incluidos los niños, gozan de los
derechos consagrados para los seres humanos y que es deber de los
Estados promover y garantizar su efectiva protección igualitaria. Por su
parte, en virtud del citado principio de igualdad, se reconoce la
existencia de protecciones jurídicas y derechos específicos de ciertos
grupos de personas, entre los cuales están los niños

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