González e Illescas - Cuadernillo de Lírica
González e Illescas - Cuadernillo de Lírica
González e Illescas - Cuadernillo de Lírica
Cuadernillo de lírica
Lectura crítica y colaboración en la antología: Eduardo Acera, Ruth Alazraki, Marilina
Denes, Marcela Grosso y Mabel Morano.
I.
1.
Toda sociedad atribuye a las distintas clases de textos que produce y consume
funciones específicas: comerciales, académicas, persuasivas, didácticas, políticas... De
manera casi unánime, todos solemos asociar los textos literarios con el concepto de
“estética”: es decir, acordamos que una de las características propias de los textos
literarios es su capacidad de cumplir una intencionalidad estética dentro de una cultura
específica. Sin embargo, quizás no esté bien claro para todos qué se quiere decir con
esto.
El lenguaje cumple una función muy general que es la comunicativa. Mediante los
distintos usos del lenguaje, las personas hacen una apropiación del mundo (captación,
comprensión, identificación, funcionamiento práctico, etc.) desde diversos ángulos:
lógico, racional, afectivo, sensorial y muchos otros. Cada modo de apropiación del
mundo tiene su validez y complementa al resto. El “estético” -estético,
etimológicamente, quiere decir sensible- es el modo de apropiación del mundo por
medio de la percepción de imágenes materiales (visuales, en la pintura; acústicas, en la
música) y mentales, en la literatura, que proveen de nuevos sentidos a lo cotidiano,
permiten la percepción de lo que a menudo no salta a la vista, nos hacen conscientes
de las relaciones que existen entre cosas aparentemente distintas, provocan
sentimientos, impresiones, sensaciones psicológicas y hasta corporales que no se
pueden alcanzar fácilmente fuera de los lenguajes artísticos.
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P
Cuando un texto literario es producido y recibido como artístico es codificado
(construido) y decodificado (comprendido) según dos clases de códigos:
Veamos un ejemplo:
Sin embargo, a estas competencias en torno de la lengua castellana, hay que sumar
los códigos de índole estética, para poder comprender lo leído. En este caso, se trata de
un fragmento de las Coplas a la muerte de su padre, del escritor español Jorge
Manrique. El género de pertenencia es el de la poesía elegíaca (texto poético que
expresa el lamento por la muerte de un ser querido); la clase de estrofa que compone
todo el texto es la copla de pie quebrado, sucesión de seis versos de los cuales el 1ro.,
el 2do., el 4to. y el 5to. son octosílabos mientras que el 3ro. y el 6to. son tetrasílabos.
De aquí, la denominación de “pie quebrado” (las ochos sílabas se quiebran formando
un verso que mide la mitad).
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P
El texto fue escrito en el siglo XV, lo que explica el vocabulario empleado, extraño
para nosotros, y nos remite al universo de los trovadores, intérpretes y compositores
de poesía lírica amatoria y elegíaca que, durante la Edad Media, cantaban sus versos,
acompañados de instrumentos de cuerdas, como la lira o el laúd. Esta costumbre de
época explica la presencia del adjetivo acordadas aplicado a músicas: música
ejecutada con instrumentos de cuerda.
Las oraciones interrogativas iniciadas por la expresión “qué se hizo de” no son solo
preguntas sino que retoman un tópico literario de origen clásico que se denomina ubi
sunt, del latín, literalmente, “dónde están”, con que se alude a la angustia del no saber
qué ha sido de todo lo existente una vez desaparecido, muerto: desde el alma de los
seres queridos a la desaparición de los grandes imperios o de las cosas materiales que
nos acompañaron siempre.
Veamos dos ejemplos distintos de cómo los poemas pueden construir modelos de
mundo:
Campo
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P
en el cielo. Están personificados los elementos de la naturaleza y hay numerosas
imágenes sensoriales cromáticas y auditivas. En la expresión los álamos de oro, el
significado de la palabra oro no es el que esta tiene en el diccionario de la lengua sino
el resultado de la combinación de una imagen cromática y una metáfora. Pero, el texto
completo propone una idea de mundo que no se contradice con la del lector: los colores,
los sonidos, las sensaciones anímicas frente al atardecer son fácilmente reconocibles,
así como la esperanza de un posible amor lejano asociada al color dorado. Se trata de
un efecto estético de identificación, de invitación a la recuperación de recuerdos
conocidos o vividos.
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P
llorar o reírse con los personajes; sentir lo mismo que el yo lírico de un poema. Al
transferir a la esfera de las propias conciencia y experiencia las vivencias de la obra de
ficción, el lector puede ampliar el espectro de sus posibilidades afectivas, ideológicas,
valorativas. En esto radica el efecto estético.
Sobre la base de los modelos de mundo elaborados por las lenguas naturales, en
cada cultura o época se elaboran modelos artísticos del mundo que conviven con los
no artísticos. El artista propone un modelo particular y subjetivo que funda en un
código lingüístico y en un código artístico determinado en los cuales proyecta su
conciencia.
2.
Para que un texto pueda cumplir una función estética debe tener una estructura
determinada que la sociedad identifique como efectivamente como estética. La
estructura del texto y el modo en que fue escrito transportan una idea. Por lo tanto,
el reconocimiento de la estructura y de los recursos de escritura es indispensable para
poder interpretar el sentido. La comprensión de un texto y su efecto estético son el
resultado de una unión entre forma (¿cómo está dicho, cómo está armado, qué
recursos de la lengua se han usado?) y contenido (¿qué se dice?) pues todos los
elementos –rítmicos, sintácticos, retóricos, estructurales- portan un sentido,
contribuyen a dar significación.
Por eso, el método de estudiar por un lado los aspectos formales y por otro el
contenido se basa en un desconocimiento de lo que es el lenguaje artístico. Esa
metodología está basada en la idea errónea de que un poema es la exposición de una
idea (contenido) embellecida u ornamentada superficialmente (figuras), de modo tal
que si se sacasen los recursos poéticos el “contenido” permanecería.
3.
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P
innovan las anteriores y que, por eso, son capaces de producir
ese efecto estético.
Los textos literarios violan las normas conscientemente para producir determinados
efectos de lectura, para transmitir ciertos sentidos, lo cual necesita de un estricto
conocimiento por parte del escritor de las reglas que está violando. Del mismo modo,
el lector reconoce que las reglas se han infringido porque las conoce previamente.
Del mismo modo que el ovillo está ahí (o la madeja, su pequeño mar fofo naranja o
verde sobre la falda) y vos tirás de una punta, entonces la punta se entrega, la sentís
ceder desenvuelta, oh pibe qué estupendo tirar y tirar, sobre un cachito de cartón vas
envolviendo el hilo para hacer un buen ovillo sin nudos, nada de ovillado, algo
continuo y terso como la avenida General Paz.
Las reglas sintácticas que estructuran las oraciones compuestas por proposiciones
incluidas adverbiales no se han respetado en su composición (ver la relación entre los
conectores modal y consecutivo, por ejemplo). Asimismo, se ha intercalado una
oración exclamativa dirigida a un destinatario indicado por el vocativo, pero no se han
usado los signos gráficos de la exclamación ni la puntuación adecuada.
El conjunto de recursos empleados para violar con fines artísticos las normas de la
lengua natural y diseñar una lengua literaria que produzca efectos estéticos se denomina
artificio. El artificio está formado por los recursos que trabajan sobre el ritmo (métrica,
rima, acentuación), por figuras retóricas, por la elección de un determinado tipo de
narrador, por técnicas narrativas, entre otros mecanismos. A lo largo de las unidades
del programa, se irán estudiando los principales de ellos que son habituales en los
distintos géneros literarios y más condensados aún en la poesía.
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P
El empleo de estos recursos es el que hace que la lengua literaria sea connotativa.
Es decir, que además del significado explícito transmita otros sentidos, sugeridos por
la asociación semántica entre el significado de esa palabra o expresión en el diccionario
y su ubicación en el texto, por la sonoridad, por los juegos lingüísticos. En la lengua
connotativa las palabras no solo tienen el significado del diccionario sino que
tienen por lo menos un sentido más.
Las múltiples connotaciones que presenta un texto hacen que este se vuelva
polisémico. La polisemia es la multiplicidad de sentidos que porta un texto literario.
Polisemia no es sinónimo de libre interpretación. Que un texto presente varios
sentidos simultáneos no quiere decir que contenga todos los sentidos que el lector
quiera hallar en él; es decir, que pueda significar cualquier cosa. La estructura, los
mecanismos lingüísticos son objetivos y no dependen de la lectura del receptor. Pero
la posibilidad de reconocer en un texto poético la diversidad de sentidos que porta y de
priorizar determinadas lecturas depende de la sociedad, de la época, de la cultura y de
las competencias culturales del lector.
A continuación, habrá que ver con atención cada par que compone el poema y ver
qué rasgos contiene objetivamente cada elemento del par para resultar confiable o no.
Por ejemplo, veamos las connotaciones del verso “en el cauce, jamás en la corriente”:
el cauce de un río es su estructura, su seno, el continente del agua, lo estable y duradero
más allá de las alternativas de sequías e inundaciones. Es lo que no cambia, a diferencia
del agua, que siempre parece la misma y, sin embargo, es otra. Todos estos sentidos
están sugeridos por medio de los recursos antes mencionados. Por eso, hay un lenguaje
connotativo; pero podríamos hallar más rasgos objetivamente aplicables a “cauce” y
“agua”, además de los aquí dados. Por eso es que el poema porta múltiples sentidos
connotados y no solo uno: es polisémico. Como conclusión, cada verso establece una
escala de valores y una posición ideológica compleja ante el mundo, que el propio
lector deberá decodificar. El poema no nos dice: “El mundo es así”; esa conclusión la
elaboraremos nosotros a partir de una lectura de estas imágenes que, a primera vista,
quizás no entendamos.
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P
El sentido del poema se enriquece y complejiza aún más porque el cuarto verso de
cada estrofa repite como un leit-motiv la misma expresión e idea: “Y en ti sólo, en ti
sólo, en ti sólo”. Con el pronombre en segunda persona aparece expresado el
destinatario interno del poema. Sin embargo, no se dice explícitamente qué o quién es;
solo sabemos que este último verso deshace, de algún modo, la confianza en ciertos
seres, previamente manifestada: el adverbio “sólo” nos indica que, en definitiva, todo
lo demás se borra frente a ese “ti” indudable, en cuyas manos se pone el emisor porque
está seguro de que nunca lo va a traicionar.
¿Quién es ese “ti”? Este es otro caso clave de polisemia en el texto: ¿se trata de una
mujer y, entonces, el poema es, en definitiva, un poema de amor? ¿Y si, como poeta,
estuviera hablándole a la Poesía? No a este poema sino a la Poesía en general, al arte
de fabricar mundos posibles que, en tanto son creación propia y reproducen el mundo
que el emisor-poeta desea e imagina, nunca puede traicionar a quien la escribe.
4.
A mediados del siglo XX, el poeta argentino Jorge Luis Borges (1899 - 1986)
escribe el poema “A un viejo poeta”, dedicado a Quevedo, donde reconstruye el estado
de nostalgia del escritor español que ha sido injustamente desterrado, y lo cierra citando
uno de los versos del ya transcripto poema de Quevedo a quien imaginariamente le
habla el emisor:
Borges emplea la cita para mostrar que él está haciendo con Quevedo lo mismo que
Quevedo hiciera con el Duque: restituir su dignidad injustamente manchada por la
política, a través de la poesía. A la vez, muestra cómo las situaciones se repiten
cíclicamente a lo largo de la historia.
Es el caso del cuento de Edgar Allan Poe (1809 - 1849), “William Wilson”, que
se abre con el siguiente epígrafe: “¿Qué decir de ella? ¿Qué decir de la torva
CONCIENCIA, de ese espectro en mi camino?” (Chamberlayne, Pharronida).
La frase es una cita tomada del Pharronida, obra del poeta inglés del siglo XVII,
William Chamberlayne. Es, por lo tanto, una cita que no está incluida en el interior del
cuento sino que, al igual que el título, lo enmarca, lo abre y da al lector una pista de
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P
lectura. En este caso, invita a interpretar la fantástica aparición de un personaje casi
idéntico al protagonista, que persigue a este último como una especie de “doble”
intolerable, no como un ser existente físicamente sino como una metáfora global de la
conciencia del personaje a quien no dejan vivir en paz sus malos actos.
En los años ’60, el poeta catalán Jaime Gil de Biedma (1929 - 1990) escribe el
poema autobiográfico “Infancia y confesiones”, que se abre con una referencia
indirecta al inicio del “Retrato” de Machado, con lo cual hace un homenaje a un autor
que él considera uno de sus modelos literarios:
Narciso.
Tu olor.
Y el fondo del río.
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P
Por tus blancos ojos cruzan
ondas y peces dormidos.
Pájaros y mariposas
japonizan en los míos.
Tú diminuto y yo grande.
Flor del amor.
Narciso.
Narciso.
Mi dolor.
Y mi dolor mismo.
Reescritura paródica
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P
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!
En la primera mitad del siglo XX, el poeta surrealista español Juan Eduardo
Cirlot (1916-1973) escribió el poema “Homenaje a Bécquer”, que es una parodia de la
rima original, donde reescribe en tono de burla el tema amoroso que Bécquer tomaba
seriamente. Si desconocemos la Rima original, no entendemos el poema de Cirlot pues
no captamos su burla y el recuerdo sarcástico que hace de los versos originales:
“Homenaje a Bécquer”1
Tú no sabe inglé
1
Las comillas no son nuestras sino que forman parte del título original.
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P
La mericana te buca
y tú le tiene que huí:
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
No te enamore ma nunca
Bito Manué.
si no sabe inglé,
sino sabe inglé.
El escritor cubano Nicolás Guillén (1902 - 1989) escribe el poema “Tú no sabe
inglé”, que es irónico y, a la vez, una sátira de costumbres. El texto se burla del modo
en que algunos negros cubanos, en la primera mitad del siglo XX, trataban de copiar la
forma de hablar de los yanquis, que monopolizaban el comercio, imponían su política
económica, sus modos de vida y hasta su lengua, en Cuba.
Para detectar la ironía en Guillén es necesario, por un lado, conocer el modo en que
el pueblo cubano pronunciaba el inglés (transtextualidad) y cómo Guillén representa la
fonética incorrecta, demostrando cuán poco inglés sabe Víctor Manuel que,
evidentemente, fanfarroneaba con saberlo (lo contrario de lo que dice, en la primera
estrofa). Por otro, es necesario conocer las costumbres y el contexto histórico en que
se inscribe este texto, de modo de detectar que se trata de una sátira de costumbres. Es
evidente que el emisor se burla de quienes hacen ostentación de dominar el idioma
inglés frente a sus iguales y, cuando se presenta la ocasión de hacer uso de ese supuesto
saber, queda claro que no lo poseen. Como se ve, los textos dialogan con otros textos
y códigos y también con la realidad.
Cuando leemos, por lo tanto, las palabras adquieren tres niveles distintos de
sentidos:
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P
3. uso de esas mismas palabras en el discurso propio (al construirlo o al leerlo)
en un contexto determinado, con una intención específica. (Reescritura seria o
paródica, poema de amor, forma experimental de escribir con oraciones
fragmentadas, unimembres, etc.)
Solo así podemos entender un texto: si está refutando a otro, dialogando con él,
deformándolo, pues siempre se encuentra inmerso en una red textual de enunciados
anteriores y posteriores. Todos usamos palabras propias y prestadas.
Leer es, entonces integrar nuestra voz lectora a la voz del escritor y a las distintas
voces que forman un texto. Y no solo las previas sino también las siguientes.
¿El concepto “poesía” tiene algún rasgo que permanezca constante más allá
de las múltiples diferencias a las que ha sido sometido a lo largo del tiempo, de las
culturas, de las nuevas reglas innovadoras, de lo que cada época llamó en su
momento “poesía”?
1.
2
Lotman, Greimas, Jakobson, Rreisz de Rivarola.
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P
Por un lado, los poemas poseen una musicalidad intrínseca generada por el trabajo
sobre los recursos para producir ritmo: regularidades cuantitativas de metro y rima,
acentuación, pausas; figuras del lenguaje que afectan el nivel sonoro de la lengua, como
anáforas o aliteraciones.
Por otro, una especial división y distribución de los signos gráficos en el blanco
de la página: versos continuos, versos agrupados en diversos tipos de estrofas.3
Retumbos. La resaca
Se desgarra en crujidos
Pedregosos. Retumbos.
Un retroceso arisco
Se derrumba, se arrastra.
¡Molicie en quiebra, guijos
en pedrea, tesón
en contra! De improviso,
¡Alto!
¿Paz?
Y una ola
Pequeña cae sin ruido
Sobre la arena, suave
De silencio. ¡Qué alivio,
Qué sosiego, silencio
De siempre, siempre antiguo!
Porque Dios, sin edad,
Tiene ante sí los siglos.
Sobre la arena duran
Calladamente limpios.
Retumba el mar, no importa.
El silencio allí mismo.
La ruptura gráfica del verso de siete sílabas en tres niveles distintos del blanco de
la página –“¡Alto! / ¿Paz? / Y una ola”- reproduce visualmente la ruptura de los
sentidos que hasta allí predominaban en el poema –ruido, resquebrajamiento, violencia,
transformación de una cosa en otra, destrucción- y el cambio hacia otros sentidos
contrapuestos: silencio, eternidad, mismidad.
En algunos casos, las palabras pueden llegar a formar imágenes, por el modo en
que están dispuestas.
Yo no sé nada
Tú no sabes nada
Ud. no sabe nada
3
Ver el apéndice “Elementos de métrica y versificación” en pag.
- 15 -
P
Él no sabe nada
Ellos no saben nada
Ellas no saben nada
Uds. no saben nada
Nosotros no sabemos nada.
La desorientación de mi generación tiene su expli-
cación en la dirección de nuestra educación, cuya
idealización de la acción, era —¡sin discusión!—
una mistificación, en contradicción
con nuestra propensión a la me-
ditación, a la contemplación y
a la masturbación. (Gutural,
lo más guturalmente que
se pueda.) Creo que
creo en lo que creo
que no creo. Y creo
que no creo en lo
que creo que creo.
" Cantar de las ranas "
¡Y ¡Y ¿A ¿A ¡Y ¡T
su ba llí llá su ba
bo jo es es bo jo
las las tá? tá? las las
es es ¡A ¡A es es
ca ca quí cá ca ca
le le no no le le
ras ras es es ras ras
arri aba tá tá arrí aba
ba!... jo!... !... !... ba!... jo!...
Estos aspectos gráficos y rítmicos tienen, como se ha visto, una fuerte carga
semántica; aportan sentidos y asociaciones a lo dicho mediante las palabras.
- 16 -
P
2.
Esta capacidad está dada por el modo como se explotan los elementos visuales y
rítmicos y por el modo como se trabaja la ruptura de las normas de las lenguas naturales.
El no
el no inóvulo
el no nonato
el noo
el no poslodocosmos de impuros ceros noes que noan noan noan
y nooan
y plurimono noan al morbo amorfo noo
no démono
no deo
sin son sin sexo ni órbita
el yerto inóseo noo en unisolo amódulo
sin poros ya sin nódulo
ni yo ni fosa ni hoyo
el macro no ni polvo
el no más nada todo
el puro no
sin no
4
Ver la definición y ejemplificación de cada figura retórica en el apéndice del cuadernillo.
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P
descubrir la semejanza descubierta por el creador. Por lo tanto, la metáfora no es solo
un adorno del texto sino una nueva capacidad de percepción, tanto del creador como
del lector. Este resultado se llama extrañamiento: el lector adquiere una mirada
diferente sobre lo habitual, sobre aquello que por ser visto y oído siempre del mismo
modo, ha dejado de llamar nuestra atención, sobre aquello acerca de lo cual hemos
perdido el sentido de su importancia o de su no-naturalidad.
Oda a al cebolla
Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
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P
Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
3.
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P
Organizan el material verbal según algún principio rítmico/sonoro
y/o visual que lo segmente en secuencias regularmente reiteradas.
Este modo de organización se denomina “disposición poética”. Los
textos poéticos transmiten sus sentidos mediante elementos que se
reiteran con sentido, posición o función equivalentes en el texto,
entre los cuales podemos distinguir:
5
Greimas diferencia este concepto del de campo semántico, al que las palabras forman aún fuera de
cualquier texto.
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P
interpretar, en el caso de un libro), oscuridad. En un poema cuyo tema es el amor,
llama, amor, deseo, infierno, tienen en común ardor.
Además, cuando se lee un texto, se toma una unidad de significado -niña, por
ejemplo- y se eliminan de ella los significados que no son relevantes en ese texto. En
la expresión Era una niña se toman humano, femenino, pequeño, ingenuo. Se eliminan
tiene brazos, riñones, pelo oscuro. A veces, encontrar esas isotopías es complicado
porque exige acudir a elementos de la tradición literaria, a connotaciones complejas.
Muchas veces, estas equivalencias semánticas pueden hacer perceptibles equivalencias
fónicas que de otro modo pasarían inadvertidas y al revés.
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P
una disposición poética sino que esta respeta una estructura básica prefijada de
antemano, que los define como tales.
En el caso de otros géneros literarios, un cuento, por ejemplo, pese a las variantes
infinitas que puede elegir un autor, tendrá siempre una estructura narrativa –situación
inicial, conflicto o complicación, resolución, estado final-; de lo contrario, dejará de
ser un cuento.
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P
Lo irreductible me sedujo un instante. Creí, con una buena fe de voluntario,
en la mineralogía y en los minotauros. ¿Por qué razón los mitos no
repoblarían la aridez de nuestras circunvoluciones? Durante varios siglos, la
felicidad, la fecundidad, la filosofía, la fortuna, ¿no se hospedaron en una
piedra?
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P
II
RECURSOS FÓNICOS
RECURSOS LÉXICO-SEMÁNTICOS
RECURSOS MORFO-SINTÁCTICOS
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P
PLANO FÓNICO
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P
►CALAMBUR: lo reconocemos cuando dos o más palabras se agrupan de modo tal
que sugieren o producen un sentido diferente.
V
JADEO, viscoso aleteo. Buceo, voceo, clamoreo por el descampado. Vaya
malachanza. Esta vez te vacío la panza, te tuerzo, te retuerzo, te volteo y
voltibocabajeo, te rompo el pico, te refriego el hocico, te arranco el pito, te hundo el
esternón. Broncabroncabrón. Doña campamocha se come en escamocho el miembro
mocho de don campamocho. Tli, saltarín cojo, baila sobre mi ojo. Ninguno a la vista.
Todos de mil modos, todos vestidos el de inmundos apodos, todos y uno: Ninguno. Te
desfondo a fondo, te desfundo de tu fundamento. Traquetea mi ráquea aquea. El
carrascaloso se rasca la costra de caspa. Doña campamocha se atasca, tarasca. El
sinuoso, el lo ilbante babeante, al pozo con el gozo. Al pozo de ceniza. El erizo se irisa,
se eriza, se riza de risa. Sopa de sapos, cepo de pedos, todos a una, bola de sílabas de
estropajo, bola de gargajo, bola de vísceras de sílabas, sílabas, sibilas, badajo, sordo
badajo. Jadeo, penduleo desguanguilado, jadeo.
Libertad bajo palabra, de Octavio Paz
- 26 -
P
Vos sois la culpa, vos la causadora
deste deliquio y amoroso exceso:
tanto vuestra hermosura me enamora.
Romance tradicional
Otros ejemplos, “La ruta natural”, “Le avisará Sara si va él.” Y como en la época
clásica también se divertían: “In girum imus nocte et consumimur igni.”
(“Encontramos el círculo en la oscuridad y somos consumidos por el fuego”.).
Finalmente, no olvidemos el del escritor cordobés Juan Filloy: “Allí tápase Menem esa
patilla”
- 27 -
P
El palíndromo puede considerarse una variedad del anagrama: palabra o frase
obtenida mediante una acción transpositiva de otra palabra o frase. Por ejemplo, el
escritor argentino Arturo Capdevila escribió un libro en 1946, dedicado al poeta
modernista llamado: Rubén Darío, “un bardo rei”. Uno más, José Marín es el nombre
del amigo de la infancia de Miguel Hénandez, cuyo seudónimo anagramático es Ramón
Sijé, a quien le dedicara su Elegía.
Los siguientes son anagramas atribuidos al escritor chileno Nicanor Parra, mediante
los cuales destaca algún aspecto de la persona
6
Núñez Cortés, Carlos: Los juegos de Mastropiero. Palíndromos, retruécanos y demás yerbas
en Les Luthiers, Buenos Aires, Emecé, 2007. Pg. 235.
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P
Amor de la mora a Omar.
Siempre armo un juego de amor
que de ramo y que de mora.
Y vienen y van las letras
Buscando ese amor o mar.
(…)
Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.
- 29 -
P
símil se explicita por los nexos: “como”, “semejante a” o “igual que”, así como
mediante los verbos que indican semejanza: “parecer”, “semejar”.
"Bella como el acertar con un asiento lleno de uno mismo en un tranvía lleno
de otros, ojos negros como la pena del que no los ha visto, ¡¿por qué tu andar
te aleja de mí, si bastaría detenerlo para que la latitud de nuestra separación
cesara de crecer?!"
La oratoria del hombre confuso, Macedonio Fernández.
METÁFORA EN PRESENCIA
- 30 -
P
El corazón es agua
que se acaricia y canta.
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.
METÁFORA EN AUSENCIA
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P
¡Te recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
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La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.
“Como cada tarde después del colegio, Margarita y sus compañeros vuelan hacia sus
nidos.”
“Como la mamadera se hizo esperar, Emilia comenzó a berrear.”
“Accidentalmente, el Lazarillo mordió el anzuelo.”
“Llévate ese papel, y remonta el vuelo, si no quieres que te queme las pezuñas”
“Las galas del difunto”, de Ramón del Valle Inclán
“Don Lauro rubrica con un gesto tan terrible, que se le salta el ojo de cristal. De un
zarpazo lo recoge rodante y trompicante en el mármol del velador y se lo incrusta en
la órbita.”
“Los cuernos de don Friolera”, de Ramón del Valle Inclán
- 33 -
P
personas. También, de atribuir autonomía de acción, de movimiento a lo que no
la tiene. (Agrego esto para que quede más clara la diferencia entre esta figura y
las dos anteriores)
“De pronto, una abertura se hizo en el cielo. La lluvia se desmenuzó en un sutil polvillo
de agua y, como cediendo a mi angustioso deseo, un rayo de sol cayó sobre el campo;
corrió quebrándose en los montes, perdiéndose en las hondonadas, encaramándose
en las lomas.
Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes
Ya va a venir el día; da
cuerda a tu brazo, búscate debajo
del colchón, vuelve a paz-arte
en tu cabeza, para andar derecho.
Ya va a venir el día, punte el saco.
“Los desgraciados”, de Cesar Vallejo
Buscad, buscadlos:
en el insomnio de las cañerías olvidadas,
en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras.
No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube,
unos ojos perdidos,
una sortija rota
o una estrella pisoteada.
Porque yo los he visto:
en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas.
Porque yo los he tocado:
en el destierro de un ladrillo difunto,
venido a la nada desde una torre o un carro.
“Los ángeles muertos”, de R. Alberti,
- 34 -
P
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.
Continente – contenido
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Amigos de las botellas
pero poco del trabajo.
Todo nos falta aquí abajo.
Todo, menos las estrellas.
De abstracto a concreto: “Eduardo nos preguntó a qué bandera era fiel Lawrence
de Arabia” (bandera=patria)
Autor por la obra: “Walter llegó a la reunión con un Aira inédito.” (César
Aira=manuscrito)
singular a plural o viceversa: “Los egipcios sabían que el gato prefiere la casa a
sus moradores.”
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Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
—pero luego no digas que no sabes lo que haces.
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
“Breves acotaciones para una biografía”, de Ángel González
Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.
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►ANTÍTESIS: opone dos ideas o conceptos. La proximidad de opuestos como
objetos, cualidades, sentimientos, etc.; es una forma de antonimia.
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sed de ser agua la tierra.
Alarga la llama el odio
y el amor cierra las puertas.
Voces como lanzas vibran,
voces como bayonetas.
Bocas como puños vienen,
puños como cascos llegan.
Pechos como muros roncos,
piernas como patas recias.
El corazón se revuelve,
se atorbellina, revienta.
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►PARADOJA: dadas determinadas causas o ciertos rasgos de un ser u objeto,
lo que se desprende es una consecuencia no esperable. Por eso presenta una
contradicción, algo absurdo.
XCIV
Doy consejo, a fuer de viejo:
nunca sigas mi consejo.
LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza...
Me quemé la mano.
Proverbios y cantares, de Antonio Machado
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►IRONÍA: es un recurso por el cual se afirma o se representa lo contrario de lo que
se expresa con las palabras, de modo tal que se demuestre al receptor cuál es el
verdadero sentido de lo que se piensa. (Ello radica en la importancia del contexto, es
decir el conocimiento del lector.)
►APÓSTROFE: mediante esta figura se dirige la palabra a alguien (ser vivo o cosa).
Se utiliza la segunda personal (vocativo o imperativo) y puede realizarse en forma de
exclamación, interrogación o ruego. Al utilizar el apóstrofe se interrumpe el discurso
para identificar al emisor, se encuentre presente o no.
Te gusta meditarla
¡La pucha que sos reo panza arriba, en la catrera
y enemigo de yugarla! y oír las campanadas
La esquena se te frunce del reló de Balvanera.
si tenés que laburarla... ¡Salí de tu letargo!
Del orre batallón ¡Ganate tu pan!
vos sos el capitán; Si no, yo te largo...
vos creés que naciste ¡Sos muy haragán!
pa' ser un sultán.
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Haragán, las cosas al revés,
si encontrás al inventor ¿que yo te mantenga
del laburo, lo fajás... es lo que querés?
Haragán, Al campo a cachar giles
si seguís en ese tren que el amor no da pa' tanto.
yo te amuro... ¡Cachafaz! A ver si se entrevera
Grandulón, porque yo ya no te aguanto...
prototipo de atorrante robusto, Si en tren de cara rota
gran bacán; pensás continuar,
despertá, "Primero de Mayo"
si dormido estás, te van a llamar.
pedazo de haragán...
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►EPÍTETO: consiste en resaltar las cualidades más importantes, significativas de
seres vivos u objetos. Es un adjetivo o participio –o una frase con valor adjetivo- que
en general aparece antes y no es restrictivo ni necesario porque es una cualidad
implícita en el nombre pero posee una carga expresiva muy importante y una
valoración (ya sea positiva o negativa) del emisor.
Arbolé, arbolé
secó y verdé.
"Agostiño Taborda era del títere, se ganaba la vida con el títere; también practicaba
de amanuense de mozas en sazón, estimado Cello, desearé que al recibo de estas
letras te encuentres bien de salud, como yo por el momento bien sigo, gracias sean
dadas a Dios; testigo falso, sí señor juez, sí que lo vi y bien visto con estos ojos que se
ha de comer la tierra, así me muera si miento; y caricaturista a la tijera, un minuto,
por favor, su silueta, caballero, sin compromiso, sólo la voluntad si es gustoso en
hacerla"
Historias familiares, de Camilo José Cela
“Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de mí determiné de todo en todo
dejarle: y como lo traía pensado y lo tenía en voluntad, con este postrer juego que me
hizo, afirmelo más.”
Tratado Primero, de La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y
adversidades.
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►GRADACIÓN: es una figura mediante la cual se va construyendo una intensidad
semántica, mediante elementos que exhiben en un orden que produce un aumento
(gradación ascendente) o disminución (gradación descendente). Se las denomina
climax y anticlímax, respectivamente.
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
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mientras a cada labio, por cogello.
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello:
►HIPÉRBOLE: puede definirse como una exageración poética que lleva implícita
una comparación o una metáfora. La hipérbole puede manifestar tanto una idea de
engrandecimiento como una insignificancia (pequeñez).
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vete de mí.
No te detengas a mirar
las ramas viejas del rosal
que se marchitan sin dar flor,
mira el paisaje del amor
que es la razón para soñar y amar.
[...]
Sal. ¡Oh más dura que mármol a mis quejas
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea !
Estoy muriendo, y aun la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas,
que no hay sin ti el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me corro agora.
¿D'un alma te desdeñas ser señora
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir un hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
[...]
Fragmento de la Égloga I, de Garcilaso de la Vega
►LÍTOTE: es una figura de atenuación que consiste en sustituir una expresión por
la negación de su contrario, de modo tal que el enunciado implica un alto grado de lo
contrario.
“Casi todo aquel día caminó sin acontecerle cosa que de contar fuese, de lo cual se
desesperaba, porque quisiera topar luego con quien hacer experiencia del valor de su
fuerte brazo. (…) vio no lejos del camino una venta que fue como si viera una
estrella que, no a los portales sino a los alcázares de su redención le encaminaba”.
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Siempre de nueva leche en el verano
y en el invierno abundo. En mi majada
la manteca y el queso está sobrado.
De mi cantar, pues, yo te vi agradada,
tanto, que no pudiera el mantuano
Títiro ser de ti más alabado.
No soy, pues, bien mirado,
tan disforme ni feo;
que aun agora me veo
en esta agua que corre clara y pura,
y cierto no trocara mi figura
con ése que de mí se está riendo.
¡Trocara mi ventura!
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
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Una forma habitual de perífrasis es el eufemismo, que consiste en decir, de manera
indirecta y menos dura, algo desagradable, grosero o cruel.
► IMÁGENES SENSORIALES
Presentan rasgos de alguna entidad que pueden ser captados mediante alguno de
los cinco sentidos. (No constituye una imagen sensorial el hecho de nombrar un
elemento que puede ser aprehendido por medio de la vista: “veo una casa”; el oído:
“oigo sonidos”; el tacto: “pasó la mano por su pelo”; el gusto: “recordó lo ricas que
eran las tortas de su abuela”; el olfato: “se puso perfume”. En estos casos no se explota
la descripción de las características captadas o de las sensaciones producidas por los
sentidos.
Imagen auditiva
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“como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
aguja que pasa una guijas,
lluvia que besa una frente juvenil”
Luis Cernuda
Imagen olfativa
“el olor agrio y almizclado se iba transformando en otro olor más ligero, como de
violetas animales”
Rafael Sánchez Ferlosio
Imagen gustativa
Imagen táctil
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La fuente sonaba.
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
golpeó el silencio de la tarde muerta.
“Fue una clara tarde, triste y soñolienta”, de Antonio Machado
PLANO MORFOSINTÁCTICO
►ENUMERACIÓN: es un procedimiento que permite enunciar de manera sucesiva
por lo menos tres cualidades, conceptos u objetos. Se puede definir también como
una forma de acumulación de expresiones. La enumeración más usual separa los
miembros de la serie con comas y los dos últimos con un nexo coordinante:
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lóbrego un mar bajo el poder del alba,
el sueño, ese pregusto de la muerte,
las armas y el guerrero, monumentos,
las dos caras de Jano que se ignoran,
los laberintos de marfil que urden
las piezas de ajedrez en el tablero,
la roja mano de Macbeth que puede
ensangrentar los mares, la secreta
labor de los relojes en la sombra,
un incesante espejo que se mira
en otro espejo y nadie para verlos,
láminas en acero, letra gótica,
una barra de azufre en un armario,
pesadas campanadas del insomnio,
auroras, ponientes y crepúsculos,
ecos, resaca, arena, liquen, sueños.
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y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
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animes, ámbar, algalia, polvillos, almizcles, mosquetes. Tenía una cámara llena de
alambiques, de redomillas, de barrilejos de barro, de vidrio, de arambre, de estaño,
hechos de mil facciones; hacía solimán, afeite cocido, argentadas, bujelladas, cerillas,
llanillas, unturillas, lustres, lucentores, clarimientes, albalinos y otras aguas de rostro,
de rasuras de gamones, de cortezas de espantalobos, de taraguncia, de hieles, de
agraz, de mosto, destilados y azucarados. Adelgazaba los cueros con zumos de
limones, con turbino, con tuétano de corzo y de garza, y otras confecciones....."
El lagarto y la lagarta
con delantaritos blancos.
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►BIMEMBRACIÓN: es un modo de paralelismo entre los dos hemistiquios de un
mismo verso.
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La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero.
¿Quién sabe por quién pasó?
Y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.
Hay REDICIÓN cuando se repite una palabra al comienzo de un verso y al final del
mismo.
Ah silenciosa!
Te recuerdo, Amanda,
la calle mojada
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
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La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada
ibas a encontrarte con él.
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y hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie clamorosa que lo embarga.
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“Angélica y Medoro”, de Luis de Góngora y Argote
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►HIPÉRBATON: también llamada TRANSPOSICIÓN, es la alteración, cambio o
variación del orden sintáctico u orden lógico de las palabras en la oración (El plural
es HIPERBATOS)
al Duque de Bejar
“Soledades”, de Góngora
(…)
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III
ELEMENTOS DE VERSIFICACIÓN
RIMA: es la coincidencia de sonidos finales entre dos o más versos a partir de la última
vocal acentuada. La coincidencia de sonidos determina la clase de rima, que puede ser
consonante o asonante.
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¿De dónde vengo?… El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
“Rima LXVI” de Gustavo Adolfo Bécquer
Con la tarde
se cansaron los dos o tres colores del patio.
La gran franqueza de la luna llena
ya no entusiasma su habitual firmamento.
Hoy que está crespo el cielo
dirá la agorería que ha muerto un angelito.
Patio, cielo encauzado.
El patio es la ventana
por donde Dios mira las almas.
El patio es el declive
por el cual se derrama el cielo en la casa.
Serena
la eternidad espera en la encrucijada de estrellas.
Lindo es vivir en la amistad oscura
de un zaguán, de un alero y de un aljibe.
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También podemos analizar la rima de acuerdo con por su combinación o distribución
en la estrofa. Como por ejemplo:
d) Alternada: riman los versos pares entre sí y lo mismo sucede con los
impares. abab
e) Encadenada: se produce cuando uno o más versos de una estrofa riman con uno o
más versos de otra estrofa. Un ejemplo en su forma más representativa los tercetos
encadenados:
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Que no te suban la fiebre B
ni los becerros de oro C
ni los niños del pesebre. B
MÉTRICA también llamada MEDIDA se define como la cantidad de sílabas que tiene
un verso. Se obtiene al contar las sílabas. Es la medida silábica también llamada Metro
Para ello nos referimos al Metro como la medida silábica. Así el metro en la lengua
española como en otras lenguas indoeuropeas, el metro determina el verso en tanto
unidad rítmica, y éstos agrupados configuran la estrofa.
El-bri-llo-nó-ma-de-del-mun-do = 9 sílabas
1 2 3 4 5 6 7 8 9
En aqueste enterramiento
Humilde, pobre y mezquino,
Yace envuelto en oro fino
Un hombre rico avariento.
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cu-ya- puer-ta- se- ce-rró
1 2 3 4 5 6 7 (+1)= 8 sílabas
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“Poema Conjetural” de Jorge Luis Borges
La sinalefa es la unión de la última vocal o las últimas vocales de una palabra con la
vocal de la siguiente. Es una unión fonética y se emplea cuando se necesita disminuir
el número de sílabas (se considera una sola sílaba métrica); se la considera como un
diptongo. Sin embargo hay que tener que si la “Y” tiene sonido vocálico, puede unir
tanto vocales anteriores como posteriores. En cuanto a la “H”, permite la formación de
sinalefa porque funciona como muda, aunque en en la poesía española hasta el siglo
XII aproximadamente, se la pronunciaba como una consonante aspirada
De este modo la sinalefa resta una sílaba al metro. Pero hay situaciones por ejemplo,
cuando una de las vocales pertenece al monosílabo, está acentuada o enfáticamente
pronunciada, no se produce la sinalefa y se la denomina hiato.
Importante: Hiato y sinalefa son licencias poéticas que se producen entre palabras.
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Estas que me dictó, rimas sonoras,
Culta sí aunque bucólica Talía,
Oh excelso Conde, en las purpúreas horas
Que es rosas la alba y rosicler el día,
La referencia a los versos de arte menor se realiza con minúscula aba y los de arte
mayor con mayúscula ABAB, cuando se señala la rima.
En poesía, las PAUSAS determinan el ritmo del verso. No olvidemos que la poesía se
pierde en la noche de los tiempos que es la oralidad. De este modo, aquellas le otorgan
a la poesía cadencia y énfasis.
Según el modo en que estén agrupados los versos, las estrofas reciben
distintas denominaciones. Y, a la vez, según como se combinen las estrofas, dan lugar
a distintas composiciones poéticas. Por ejemplo, el soneto está formado por dos
cuartetos –estrofa compuesta de cuatro versos de arte mayor- y dos tercetos –estrofa
compuesta de tres versos de arte mayor.
Pareados: estrofa de dos versos que riman entre sí con rima asonante o
consonante, sin importar el número de sílabas que posea
cada uno de ellos.
“Retrato”
Me acuso de no amar sino muy vagamente 13A
una porción de cosas que encantan a la gente 14A
Manuel Machado
7
El soneto está compuesto por dos cuartetos y dos tercetos. La diferencia entre cuarteto y
cuarteta consiste en que los versos que las componen son de arte mayor y de arte menor
respectivamente.
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Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amantes que han muerto
sin haberse comprendido
Popular
Lira
Estrofa de cinco versos heptasílabos y endecasílabos, que riman
consonantemente según el siguiente esquema: 7a 11B 7a 7b 11B
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Romance: serie de versos octosilábicos en número indeterminado con rima
asonante en los versos pares.
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