Manual 3 Siebe
Manual 3 Siebe
Manual 3 Siebe
Manual
por
2016
La versión que aquí se presenta es el resultado de las modificaciones hechas por varios asistentes de
investigación del Prof. Schlichting (Dr. V. Schweikle y Dr. H.-P. Hauffe, Dr. Reinhold Jahn) y de su sucesor Prof.
Dr. Karl Stahr a través de la aplicación del instructivo contenido en la "Descripción e interpretación del perfil de
suelo en el campo" durante las diversas prácticas que se ofrecen en el "Institut für Bodenkunde und
Standortslehre" (Instituto de Edafología) de la Universidad de Hohenheim, Alemania. Siguiendo la filosofía original
se incluyeron estimaciones de campo publicadas por otros autores, como, por ejemplo, la estimación del
contenido de materia orgánica por Renger et al. (1987) y la erodabilidad del suelo por Wischmeier (1971), y, para
la versión en español de uso en México, se adoptó la terminología y parámetros descriptivos usados en el Soil
Survey Manual (1993), al igual que la nomenclatura de horizontes de la FAO, que es la que utiliza el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en la elaboración de los mapas edafológicos del país.
También se consideró en ésta versión del manual la evaluación de las características amortiguadoras con
respecto a contaminantes y la capacidad filtro de los suelos, ampliándose así el enfoque predominantemente de
uso agrícola y forestal del manual original a una interpretación también ambientalista, que reconoce entre las
funciones del suelo no sólo la de ser soporte y abastecedor de nutrientes para la vegetación y los cultivos, sino
también la función de actuar como filtro para los acuíferos.
La versión en español fue revisada por el Prof. Dr. Norbert Peinemann de la Universidad Nacional del Sur,
Argentina, el M.C. Jorge Gama y el Dr. José Luis Palacio Prieto, de los Institutos de Geología y de Geografía de
la UNAM respectivamente, a quienes los autores agradecen observaciones importantes y correcciones de
lenguaje.
-5-
1. Introducción
La cubierta edáfica o pedosfera está conformada por una gran variedad de tipos de suelo o pedones.
Un pedón es un recorte tridimensional de la cubierta edáfica, que abarca 1 m2 en superficie. Su
profundidad está determinada por la coexistencia simultánea de la atmósfera, biosfera, hidrosfera y
litosfera en los primeros centímetros a metros de la corteza terrestre. En este espacio se llevan a cabo
los procesos pedogenéticos, a través de los cuales el material de la litosfera es transformado por la
acción conjunta de la hidrosfera, la atmósfera y la biosfera. Como resultado de los procesos
pedogenéticos se diferencian estratos o horizontes con características distintas. La descripción de un
pedón se realiza observando estas características en una de sus caras, llamada perfil de suelos.
En el paisaje los diversos suelos de los que está constituida la cubierta edáfica se encuentran
asociados; no se presentan límites discretos entre superficies conformadas por un tipo de suelo, sino
más bien se dan gradaciones de un tipo de suelo a otro. La cartografía o levantamiento de suelos tiene
como objetivo describir las asociaciones de suelos en el paisaje. Se basa en la descripción de perfiles
de suelos en campo Los suelos de características iguales se resumen en unidades cartográficas y su
distribución se representa en una carta edafológica.
Este manual pretende proporcionar a estudiantes y técnicos las herramientas básicas para la
descripción detallada de un perfil de suelo en el campo, así como para la evaluación rápida y con
métodos de fácil aplicación de las características ecológicas del mismo. Bajo características ecológicas
se entienden aquéllas que contribuyen a la satisfacción de las funciones que el suelo cumple en los
ecosistemas, como lo son el ser soporte y hábitat para vegetación, al igual que fungir como filtro y
amortiguador de contaminantes y contribuir a la regulación del ciclo hidrológico.
Como se muestra en el diagrama de flujo en la figura.1, este manual instruye al usuario para que
describa la localidad, reconozca los factores pedogenéticos particulares de la misma, delimite los
horizontes y estratos que componen al suelo y defina sus características. A partir de esa descripción
detallada del perfil del suelo, podrá denominar a cada uno de los horizontes y reconocer los procesos
pedogenéticos que llevaron a su actual expresión morfológica, como también clasificar de manera
preliminar al suelo de acuerdo a la clasificación de la WRB (1999). Paralelamente podrá definir las
características ecológicas, primero de cada horizonte y después del perfil completo del suelo, para a
partir de ellas hacer la interpretación ecológica del sitio. Las interpretaciones pedogenéticas y
ecológicas del sitio son el fundamento para la posterior evaluación del uso y manejo del suelo.
-6-
La descripción del perfil se realiza en hojas de campo, de las cuales se muestra un ejemplo en el anexo
1.
interpretación interpretación
pedogenética y inferencia de procesos evaluación ecológica
pedogenéticos del suelo ecológica
clasificación
Cada descripción de perfil debe comprender los siguientes datos sobre el lugar, los cuales son
necesarios para su catalogación inconfundible:
- sitio: Estado, municipio, descripción del derrotero para llegar al lugar
- número del perfil, el cual se anota en el mapa base (solo es de relevancia local, pero facilita la
coordinación de descripciones y datos de laboratorio)
- número del mapa topográfico o fotografía aérea utilizada y escala de la misma.
- coordenadas del sitio
- altitud
- fecha
- nombre del autor de la descripción
Frecuencia: Clave:
Ninguna (n) no hay posibilidad razonable para que ocurra F0
Rara (r) 1 a 5 ocasiones en 100 años F1
Ocasional (o) 5 a 50 ocasiones en 100 años F2
Frecuente (f) más de 50 ocasiones en 100 años F3
Duración:
Extremadamente corta <4 horas D1
Muy corta 4 a 48 horas D2
Larga 7 días a 1 mes D3
Muy larga >1 mes D4
El estado del tiempo y las condiciones meteorológicas al momento de realizar la descripción se registran
según lo indicado en la siguiente tabla (Arbeitsgemeinschaft Bodenkunde, 1982):
-8-
Estado del tiempo: Clave:
Sin precipitación en los últimos 30 días ET1
Sin precipitación en los últimos 7 días ET2
Sin precipitación en las últimas 24 horas ET3
Lluvioso con precipitación ligera (<25 mm/h) ET4
Lluvia fuerte diaria desde hace varios días (>25 mm/h) ET5
Lluvia extremadamente fuerte en los últimos días (>75 mm/h) ET6
Condiciones meteorológicas al momento de la descripción:
Soleado, despejado S
Iluminación deficiente (nublado) I
Neblina N
Temperatura ambiente baja (<12°C) T
Viento fuerte V
Lluvia LL
Exposición
Determinar la exposición del perfil por medio de una brújula y referir la orientación: N, NE, E, SE, S,
SO, O, NO (este dato se omite en caso de que el sitio sea plano).
Pendiente
-9-
Referir la longitud aproximada de la pendiente en metros y determinar el gradiente por medio de un
clinómetro o midiendo la distancia entre las curvas de nivel en el mapa topográfico (En caso de
microrelieve pronunciado este último método estará sujeto a error).
Forma de la vertiente
Se describe la forma de la vertiente en superficie y en perfil, como lo indica la siguiente figura
(adaptada de Wysocki, 2000):
Posición fisiográfica
Para comprender la situación espacial de un perfil es necesario hacer una breve descripción de la
geomorfología local y referir su posición en el relieve así como la forma del terreno que lo rodea. El
gradiente de la pendiente, al igual que su forma y longitud interfieren en la velocidad de infiltración y
escurrimiento de la precipitación, lo cual está relacionado con el proceso de erosión -acumulación.
Posiciones en crestas, generalmente, son más secas que posiciones en laderas, en tanto que en los
piedemontes puede haber estancamientos de agua. En la cartografía de suelos las formas del relieve
son criterios importantes para la delimitación de unidades de suelo.
- 10 -
Para la descripción ambiental se considera la posición fisiográfica según la Figura 3a o 3b:
interfluvio seepage
ladera superior
1 2 convexa
0 - 1° 2-4° 3
pared de caída
4
45->65°
piedemonte
medio
5 piedemonte
coluvial base aluvial del
26-35° piedemonte
6 pared del
7 cauce
Principales procesos:
8 9
1 procesos pedogenéticos, movimiento de agua vertical 0-4°
2 eluviación mecánica y química por movimiento subsuperficial de agua lateral lecho del
3 reptación del suelo y formación de terracetas cauce
4 caída y deslizamiento de bloques y detritos, intemperismo físico y químico
5 transporte de material a través de movimientos en masa y de flujo, colapso y reptación
6 redeposición de material, formación de abanicos, transporte de material por reptación y sufoción
7 deposición de material
8 abrasión, colapso y caída
9 transporte de material hacia el fondo del valle
(fuente: Dalrymple et al., 1968)
Figura 3b: Modelo de unidades de relieve según el modelo de Dalrymple et al. (1968).
Evidencias de erosión
Si se observan evidencias de erosión acelerada o deposición de materiales como resultado de procesos
erosivos en el área inmediata al perfil estudiado, esto debe reportarse de acuerdo a lo siguiente:
Se deberá distinguir entre erosión (o deposición) por agua ó erosión por viento (eólica). 2. En caso de
erosión por agua se deberá referir si la erosión es laminar, en canales, cárcavas ó túneles:
Clase 1: Pérdida <25% del espesor original del horizonte A o E, o de los primeros 20 cm en caso de que
los horizontes A o E tengan un espesor menor que 20 cm. En la mayor parte del área el espesor
del horizonte superficial se encuentra dentro del intervalo normal de variabilidad de sitios no
erosionados y sólo algunas zonas (<20%) muestran diferencias apreciables en espesor.
Clase 2: Pérdida 25% a 75% del espesor original del horizonte A o E, o de los primeros 20 cm en caso de
que los horizontes A o E tengan un espesor menor que 20 cm. El horizonte superficial consiste
de una mezcla del horizonte A o E original y los materiales subyacentes.
Clase 3: Pérdida >75% del espesor original del horizonte A o E, o de los primeros 20 cm en caso de que
los horizontes A o E tengan un espesor menor que 20 cm. En la mayor parte del área ha quedado
expuesto el material subyacente a los horizontes A o E originales, o en caso de que los horizontes
A o E hayan sido de gran espesor, el horizonte superficial consiste de una mezcla del horizonte
A o E original y de los materiales subyacentes.
Clase 4: Pérdida total de los horizontes A o E originales, o de los primeros 20 cm del suelo en caso de
que los horizontes A o E tengan un espesor menor que 20 cm, y afectación de parte de los
horizontes subyacentes. La mayor parte del área muestra un sistema de cárcavas muy
desarrolladas.
Material parental
Todos los materiales expuestos en la superficie terrestre se meteorizan, inicialmente, en función de las
condiciones climáticas prevalecientes, generándose así los procesos pedogenéticos. Estos se
diferenciarán en su tipogénesis dependiendo de la morfología y composición mineralógica del material
- 12 -
parental. Su conocimiento es de importancia para la interpretación pedogenética del suelo, al igual que
para la evaluación de la liberación de nutrimentos a largo plazo.
Profundidad y espesor
Los límites de los horizontes minerales (es decir zonas con predominancia de materia mineral) se
reportan en cm, colocándose la cinta métrica de manera tal, que el cero quede en el límite entre el suelo
mineral y el mantillo (horizontes orgánicos). De esta manera los horizontes orgánicos llevan valores
positivos, mientras que los horizontes minerales llevan valores negativos.
Textura
La composición mecánica de un suelo, es decir la distribución de los tamaños de las partículas que lo
constituyen, se denomina textura. Es una de las características más importantes de un suelo y puede
inferirse en campo a través de la "prueba al tacto". Para realizarla se humedece una pequeña muestra
de la fracción fina del suelo (< 2mm) tomada del horizonte a caracterizar. No debe presentar exceso de
humedad al momento de presionarla; la muestra se encuentra entonces a "capacidad de campo".
Posteriormente se observan las características de moldeado, consistencia y granulometría de la
muestra, presionándola y palpándola entre los dedos y moldeándola formando esferas y rollos. La tabla
que a continuación se presenta contiene una clave para la designación de la clase textural. A partir del
diagrama de texturas se puede determinar el porcentaje de arena, limo y arcilla que corresponde a
cada clase textural.
En general las tres fracciones principales (arena, limo, arcilla) presentan las siguientes características
en la prueba de tacto:
arena: no es moldeable, no deja material fino en las palmas de las manos, los granos son
claramente palpables, la muestra se siente abrasiva.
limo: poco moldeable, se siente harinosa y suave, la superficie al palparla entre los dedos índice y
pulgar es jabonosa, la muestra se agrieta al presionarla.
arcilla: es moldeable, deja material fino en las palmas de las manos, la superficie al palparla entre los
dedos índice y pulgar es lisa y brillante. Se siente pegajosa, chiclosa, no se agrieta al presionarla
- 16 -
No. características seguir tipo de clave
corr. en No. textura
1 Intentar formar con la muestra un rollito del grosor de
un lápiz
a) moldeable 4
b) no moldeable 2
2 Palpar la consistencia entre los dedos índice y pulgar
a) adhesiva, se adhiere ligeramente al dedo franco
arenosa CA
b) no adhesiva, no moldeable 3
3 Frotar la muestra entre las palmas de las manos
a) consistencia muy harinosa, no se perciben granos de limosa L
arena
b) consistencia muy harinosa y se perciben granos de franco
arena, la muestra es ligeramente abrasiva (<50% arena) limosa CLg
gruesa
c) muy arenosa y abrasiva (50-85% arena), queda material arenosa
fino en las líneas de la palma franca AC
d) muy arenosa y abrasiva (>85% arena), no queda
material fino en las líneas de la palma arenosa A
4 Intentar moldear un rollo del grosor de una aguja para
tejer gruesa
a) moldeable, superficie opaca, consistencia harinosa o 5
seca (como el pinole)
b) moldeable, consistencia plástica, pegajosa 6
c) no moldeable, se adhiere al dedo, se perciben granos franco arcillo
de arena y la muestra se siente abrasiva (>46% de arena) arenosa CRA
5 Evaluar la consistencia
a) adhesiva, harinosa o seca, se agrieta fácilmente al franco
presionar limosa fina CLf
b) ligeramente harinosa, casi no se agrieta, muy moldeable franco-
arcillo- CRL
limosa
c) la muestra se siente abrasiva, se agrieta al presionar franca C
6. Evaluar la superficie de la muestra después de
friccionarla con la uña del dedo
a) superficie opaca o con brillo tenue, casi no se perciben franco
granos de arena, la muestra no se siente abrasiva arcillosa CR
b) superficie opaca a ligeramente brillosa, granos de arena
perceptibles, muestra ligeramente abrasiva arcillo RA
arenosa
c) superficie brillosa 7
7. Hacer una pequeña oquedad en la muestra, poner
unas gotas de agua y frotar la superficie de la oquedad
con el pulgar
a) se siente muy jabonosa y se lograr separar una porción arcillo RL
importante de partículas limosas limosa
b) poco jabonosa, la muestra tienen consistencia de
mantequilla, muestra muy plástica y pesada, se requiere arcillosa R
mucha fuerza en los dedos para amasarla
- 17 -
Triángulo de texturas
0
A = arena 100
C = franca 10
L = limo 90
R = arcilla
20
80
30
70
m)
arcillosa
40
2µ
l im
60 R
o(
(<
50
2-
illa
50 arcillo
50
arc
arcillo limosa
arenosa RL 60
µm
40
%
)
franco-arcillo CR
limosa 70
30 CRL
arenosa
CRA
franca 80
20
C franco-limosa
ar e franco-arenosa 90
10 nos CL
a fr CA limosa
arenosa AC a nca 0
A L 10
0
90
80
30
20
10
70
60
50
40
10
0
% arena (50 - 2000 µm)
Pedregosidad
Al estimar la textura al tacto también se reporta el material grueso en porcentaje de volumen (Vol.%),
es decir material de tamaños mayores a 2 mm, claramente visibles en la palma de la mano al hacer la
prueba al tacto. También puede estimarse en la pared del perfil a través de la comparación con tablas
como las que se presentan en el anexo.
Color
El tono y la intensidad de los colores de los horizontes permiten hacer inferencias en relación con
algunas características edáficas y procesos pedogenéticos. El color de un horizonte está determinado
principalmente por los ácidos húmicos y fúlvicos y compuestos de hierro y, en menor medida, de
manganeso (óxidos, hidróxidos, sulfuros). Por lo tanto refleja el contenido de materia orgánica al igual
que la existencia de procesos de oxidación y/o reducción en los suelos.
Su determinación en campo se realiza por medio de tablas de color (Standard Soil Color Charts). Para
ello la muestra deberá ser humedecida, para permitir la comparación de un horizonte con otro. La
notación de las tablas de color es una designación sistemática con letras y números de las tres
propiedades del color: matiz, pureza (de oscuro a claro) e intensidad, por ejemplo: 5YR 4/2: 5YR =
matiz; 4 = pureza, 2 = intensidad.
En caso de presentar 2 o más colores en un horizonte, deberá reportarse cada color, y además deberá
notificarse los respectivos porcentajes de cubrimiento. Se anotarán las siguientes características:
Forma: a) manchas o moteado b) bandas
c) venas d) nubes
Contraste: a) tenue: sólo se distinguen tras un examen detallado, los matices e
intensidades de la matriz y del moteado son muy similares.
b) claro: el moteado es claramente perceptible, las diferencias entre la matriz y la
mancha varían en uno o dos puntos de matiz y varias unidades en pureza
y/o intensidad.
c) prominente: las motas son perceptibles obviamente. Matiz, pureza e
intensidad entre matriz y manchas difieren en varias unidades.
- 19 -
Abundancia: a) escasas: < 2% de la superficie
b) comunes: 2-20% de la superficie
c) frecuentes: > 20 % de la superficie
Tamaño: a) finas: < 5 mm
b) medias: 5-15 mm
c) gruesas: > 15 mm
Límite: a) bien definido o abrupto: transición de color en menos de 1 mm
b) claro: transición de color en menos de 2 mm
c) difuso: transición de color en más de 2 mm
N+S
descomposición de materia orgánica
humificación P+B
actividad biológica Ca + Mg
K
estructuración
Mo
lixiviación de arcillas Cu + Zn
movilización de Fe y Al Fe + Mn
En el campo el valor del pH se mide generalmente con papel indicador o con un potenciómetro de
campo. Para ello se le agregan a unos gramos de muestra aprox. el doble (relación suelo, solución
1:2.5) de solución de agua destilada ó de CaCl2 0.01 M. La determinación se realiza después de agitar
la muestra y esperar por lo menos 15 minutos.
pH < 3.0 4.0 5.0 6.0 6.5 7.0 7.5 8.0 8.5 >
extre- muy fuerte- mode- ligera- muy muy ligera- mode- fuerte-
evaluación mada- fuerte- mente rada- mente ligera- ligera- mente rada- mente
ácido ácido mente mente
- 20 -
mente mente mente mente alcali- alcali- alcali- alcali-
ácido ácido ácido ácido no no no no
La presencia de sodicidad (es decir, de un porcentaje de sodio intercambiable mayor al 15% indicando
un horizonte nátrico, según la clasificación WRB, 2006), puede inferirse en campo a través del valor del
pH del suelo, el cual es generalmente mayor a 8.5 en caso de existir un horizonte nátrico. También la
presencia de una estructura débil o incluso falta de la misma, al igual que una baja conductividad
hidráulica del suelo (ver pág. 40) son indicadoras en campo de la presencia de sodicidad.
- 21 -
Contenido de materia orgánica
5 6
(CaCl2) 3 4
5 5 6
7 4
4 5
media
4
3 4
2
3
2 3 baja
2 1
1 2
1 %arcilla 2 5 10 20 40 60 muy baja
1 A L
AC, CA 0.5
C-CAL
CL
CRL
RA, CR
RL, R
(fuente: Renger et al., 1987)
Contenido de carbonatos
El contenido de carbonatos se estima en campo observando la efervescencia de la muestra al adicionar
ácido clorhídrico (HCl) al 10%. La cuantificación solo es aproximada, ya que la intensidad de la reacción
dependerá de varios factores, como la textura, porosidad, distribución de los poros, humedad de la
muestra, distribución de los carbonatos en la muestra (granos, recubrimientos, pseudomicelios) y tipo
de carbonatos (calcita pura (CaCO3), dolomita CaMg(CO3)2 o una mezcla de ambas).
En campo se le agregan unas gotas de HCl al 10% a una muestra de suelo humedecida (para no
confundir la emisión de burbujas de aire con una efervescencia), y se estima el contenido de carbonatos
evaluando la efervescencia de la siguiente manera:
Humedad actual
La humedad actual representa el grado de saturación con agua (también referible como fuerza de
succión) del suelo al momento de hacer la descripción. Se puede estimar de acuerdo al siguiente
cuadro:
Estructura
Estructura del suelo es un término que se refiere a la agregación de las partículas primarias en
partículas compuestas. La estructura influye determinantemente en el balance hídrico y térmico al igual
que en la aireación de un suelo, e indirectamente, en la actividad biológica, el potencial de rendimiento
y la erosionabilidad.
Un agregado natural (o ped) es producto de las interacciones de los procesos físicos, químicos y
biológicos que ocurren en los suelos, en contraste con un terrón, que es producto de un disturbio (por
ejemplo labranza), o un fragmento, que se forma por la ruptura de la masa del suelo a través de
superficies naturales lábiles. También difiere de una concreción, debido a que esta última es producto
de la concentración local de compuestos que cementan irreversiblemente un conjunto de granos.
En el campo sólo es posible describir la macroestructura. La microestructura se analiza en láminas
delgadas a través del análisis microscópico en el laboratorio.
Al describir la estructura en campo se hace referencia a la forma y disposición (= tipo) de los agregados,
su tamaño (o clase) y su grado de desarrollo o agregación. En el diagrama adjunto se esquematizan y
describen los tipos de estructura:
- 24 -
Los tamaños de los agregados (en mm) se refieren según las siguientes clases (ver también las láminas
en el Anexo 3):
Los términos usados para definir el grado de la estructura son los siguientes:
0: sin estructura: no se observa agregación u ordenamiento alguno. Se dice masiva, cuando es
coherente, y de grano simple, cuando no es coherente.
1: débil: peds vagamente formados, difícil de distinguir. Cuando se perturba este material, se obtiene
una mezcla de peds enteros con mucho material no agregado. Este grado puede subdividirse en
muy débil y moderadamente débil.
2: moderado: peds bien formados y nítidos, pero moderadamente durables. Cuando se
disturba este material, se obtienen numerosos peds enteros, algunos quebrados y poco material
no agregado.
- 25 -
3: fuerte: peds bien formados y durables. Cuando se disturba este material, se obtienen
principalmente peds enteros, pocos quebrados y ningún material no agregado. Este grado puede
subdividirse en moderadamente fuerte y muy fuerte.
Rasgos pedológicos
En este rubro se describen todo tipo de peculiaridades observables, ya sea en las superficies de los
agregados, en grietas, poros y canales, por ejemplo: cubiertas sobre agregados (revestimientos o
cutanes), nódulos o concreciones, superficies de deslizamiento o facetas de fricción-presión
(slickensides), cementación, eflorescencias de sales, evidencias de actividad biológica, como
crotovinas y excrementos, artefactos, etc... Se recomienda hacer mención de la cantidad, grosor, tipo
y localización (en el caso de revestimientos), y del tamaño y material (concreciones, nódulos), siguiendo
las siguientes indicaciones:
a) Revestimientos (o cutanes):
cantidad: • en manchas o zonas definidas, • quebrados (en muchos pero no todos los agregados), •
continuos (en todos los agregados).
grosor: • delgados, • moderados, • gruesos
tipo: • pura arcilla (raros), • arcillas con óxidos de Fe, • arcillas con materia orgánica, • sesquióxidos,
óxidos y/o • hidróxidos de manganeso, • sales solubles (carbonatos, sulfatos, cloruros), • sílice.
localización: • en caras horizontales y/o verticales de agregados, • formando puentes entre granos o
agregados, • en poros o en canales de raíces.
b) Cementación:
Este término se usa para describir la cementación del suelo por materiales que no sean arcillas (por
ejemplo: carbonato de calcio, sílice, óxidos e hirdróxidos de Fe y Al, yeso). La cementación
generalmente persiste al humedecimiento, por lo menos si éste no es prolongado. Se diferencian tres
grados de cementación:
cementado débil: La masa cementada es frágil y dura, pero puede quebrarse con las manos.
cementado fuerte: La masa cementada es frágil y no puede quebrarse con las manos, pero sí con un
martillo.
endurecido: frágil, no se suaviza bajo humedecimiento prolongado, es tan extremadamente duro que
sólo se puede quebrar con un golpe muy fuerte con el martillo.
c) Nódulos (o concreciones)
Los nódulos son acumulaciones locales de ciertos compuestos químicos, endurecidas, formando
granos o nódulos de diferentes tamaños, formas y colores. Ejemplos: acumulaciones locales de calcita
(carbonatos de calcio) y de óxidos de hierro y manganeso. La descripción deberá incluir información
sobre abundancia, tamaño, dureza, forma, color y naturaleza según las siguientes especificaciones:
abundancia: muy pocas (< 5%Vol.) tamaño: pequeñas (<1mm ø)
pocas (5 - 15% Vol.) grandes (> 1 mm ø)
frecuentes (15-40% Vol.) dureza: suaves (se quiebran con la uña)
muy frecuentes (40-80% Vol.) duras (no se quiebran)
dominantes (> 80% Vol.) forma: esférica, irregular, angular
color: negros, rojos, blancos naturaleza: Mn, Fe, calcita, gibsita, etc
Estabilidad de agregados
La estabilidad de los agregados determina por un lado la penetrabilidad de las raíces, y por otro, la
resistencia a la destrucción y consecuentemente a su erosión por viento o agua.
En el campo se evalúa depositando aprox. 10 agregados de diámetros entre 3 y 10 mm en una cápsula
de porcelana y saturándolos con agua. Tras hacer rotar suavemente durante 30 segundos la cápsula
en la palma de la mano, se evalúa el grado de descomposición de los agregados según el siguiente
cuadro:
Poros
Este rubro incluye todo tipo de poros, grietas, canales de lombrices y raíces etc.... Todos ellos son de
importancia para el drenaje interno y la aireación del suelo. Debe describirse su abundancia, tamaño
dominante, distribución y forma, para lo cual se utiliza una lupa:
Densidad aparente
La densidad aparente es un criterio importante para la evaluación del balance hídrico y de nutrientes
de un suelo, y determinante en relación a la permeabilidad y profundidad fisiológica.
La densidad aparente es la medida en peso del suelo secado a 105°C por unidad de volumen (g/cm3).
Difiere de la densidad real en el sentido de que incluye al espacio poroso.
Su determinación se realiza tomando muestras sin perturbar con pequeños cilindros de 100 ml y
secándolas a 105 °C en el laboratorio. En campo de puede sacar un monolito de un volumen
determinado y llenar el espacio creado con agua, después de haberlo recubierto con una bolsa de
plástico. El volumen se determina vaciando el agua en una probeta y midiéndola. El suelo removido se
- 29 -
pesa en una báscula de campo y una alícuota del mismo se lleva al laboratorio para la determinación
de humedad.
En caso de no poder contar con la posibilidad de secado de muestras, la densidad aparente solo
puede ser determinada semi-cuantitativamente en la pared del perfil según el siguiente cuadro:
Nota: 1) En caso de que el contenido de materia orgánica sea mayor a 2% la densidad aparente
estimada deberá reducirse en 0.03 g/cm3 por cada % de materia orgánica.
2) En caso de presencia de aluminio activo, consistencia grasosa del suelo y tixotropía
(desintegración súbita del agregado al presionarlo entre los dedos pulgar e índice), la densidad
aparente deberá reducirse entre 0.2 y hasta 0.5 g/cm3, según la intensidad de la reacción al
aluminio activo.
Los horizontes transicionales, es decir aquellos que muestran características propias de dos horizontes
principales, se designan con la combinación de dos mayúsculas, por ejemplo, AE, AB, BE, BC, AC,
donde la primera letra señala al horizonte cuyas características dominan.
Las subdivisiones de los horizontes principales se designan con letras minúsculas utilizadas como
subíndices y que hacen alusión a la naturaleza esencial. Estos sufijos pueden combinarse para indicar
propiedades que ocurren conjuntamente en un horizonte, pero normalmente no exceden de dos. En los
horizontes transicionales no se usan sufijos característicos de una sola de las letras mayúsculas, pero
sí se puede indicar en caso de que un sufijo sea característico para las dos mayúsculas (BCk, ABg).
Los sufijos pueden usarse para describir horizontes diagnósticos, pero se hace énfasis en que el uso
de alguna designación de horizonte en una descripción de perfil no necesariamente asume la presencia
de un horizonte diagnóstico, ya que los símbolos simplemente reflejan una estimación cualitativa.
Horizontes designados con una misma combinación de letras pueden subdividirse verticalmente con
sufijos numéricos, comenzando de la superficie (por ejemplo, Bt1, Bt2, Bt3).
Cuando es necesario distinguir entre discontinuidades litológicas, los números se usan como prefijos
(por ejemplo, cuando el horizonte C es de material diferente que el del cual se formaron los horizontes
sobreyacentes, la secuencia podría ser: A, B, 2C, 3C)
- 32 -
Los diferentes tipos de mantillo se distinguen por la actividad biológica que presentan, la dinámica de
la descomposición de la materia orgánica, el tipo de sustancias húmicas que los componen y la
secuencia, espesor y estructura de sus horizontes. Los mantillos típicos son Mull, Moder y Mor (o
Rohhumus), presentándose diversas transiciones entre éstos dependiendo de las condiciones
específicas en cada sitio. Modalidades distintas a las típicas se encuentran especialmente bajo
condiciones semi-terrestres o en sitios con drenaje deficiente. En estos casos el horizonte Oh
generalmente se encuentra más desarrollado. Bajo condiciones de saturación de agua se presentan
transiciones hacia las turberas (horizontes hísticos =H).
Mull:
Secuencia de horizontes: L – (Oa) – Ah. Los horizontes orgánicos sobre la superficie del suelo son de
espesores muy pequeños o incluso están ausentes en ciertos periodos, en caso de que la
descomposición biológica sea muy eficiente. Si falta el horizonte Oa, el espesor del horizonte Ah es
generalmente mayor de 8 cm, si está presente el horizonte Oa, el horizonte Ah presenta espesores
mayores a 10 cm (a menudo de 5 a 7 cm). La estructura del horizonte Ah es generalmente de tipo
migajón o granular, su contenido de materia orgánica es alto y la densidad de raíces es muy alta.
Generalmente se presenta una alta actividad biológica y su balance de nutrimentos se considera
eutrófico con una reacción ligeramente ácida a neutra y una relación C/N menor a 18.
Moder:
Secuencia de horizontes: L – Oe – Oa – Ah. Los horizontes orgánicos sobre la superficie son varios y
están presentes en todo el año, su espesor varía entre 2 y 8 cm. El espesor de los horizontes orgánicos
generalmente es menor que el horizonte Ah. Los límites entre horizontes son generalmente difusos, es
difícil separar claramente al horizonte Ah del horizonte orgánico sobreyacente. En el horizonte Oe los
restos vegetales disminuyen con la profundidad, mientras que las sustancias humificadas aumentan y
presenta una laminación tenue. El horizonte Oa muestra una alta densidad de raíces muy finas. La
actividad de la meso y macrofauna es moderada y la descomposición de la hojarasca es lenta. El
balance de nutrimentos se considera mesotrófico, la reacción es ácida y la relación C/N está entre 18
y 29.
Mor (o Rohhumus):
Secuencia de horizontes: L-Oi-Oe- (Ah) o (Ae). Los horizontes orgánicos sobre la superficie son varios
y están presentes durante todo el año, su espesor es generalmente mayor que el horizonte Ah, los
límites entre horizontes son claros y los horizontes son fácilmente separables. El horizonte Oe se deja
partir en fragmentos angulosos y presenta laminación muy fina. Muestra una mayor densidad de raíces
gruesas que mantillos de tipo moder. La meso y macrofauna está casi ausente. La descomposición de
la hojarasca es muy lenta y ocurre principalmente en los horizontes superficiales. Se favorece la
formación de sustancias húmicas móviles que pueden ser translocadas con el agua que se infiltra en
el perfil. El balance de nutrimentos se considera como oligotrófico, la reacción es fuertemente ácida,
los contenidos de P, N y Ca son bajos y la relación C/N es mayor a 29.
- 34 -
En el siguiente cuadro se presenta un resumen de las propiedades características de los tres tipos de
mantillo:
Profundidad de desarrollo
La profundidad de desarrollo señala al espesor del suelo sobre el material parental no intemperizado.
También se conoce por el nombre de solum. Los horizontes A y B forman parte del solum, mas no los
horizontes R. Los horizontes Cw pueden formar parte del solum, si las raíces pueden llegar a
desarrollarse en ellos, es decir, si no están compactados ni cementados y si su contenido de piedras
es menor que 70%.
Profundidad fisiológica
La profundidad fisiológica señala al espesor del suelo en el que pueden penetrar y desarrollarse
potencialmente las raíces. Puede abarcar como máximo al espesor de la profundidad de desarrollo,
pero puede estar restringida además del lecho rocoso, por
- cambios abruptos de propiedades químicas de un horizonte a otro: por ejemplo, pH, presencia o
ausencia de carbonatos, cambios drásticos en el contenido de nutrientes, etc...)
- horizontes bajo condiciones de reducción
- horizontes con capacidades de aireación y agua aprovechable muy bajas
- horizontes compactados o cementados
- pedregosidad del 70% o más
- estructura desfavorable (por ejemplo, laminar, columnar y prismática, en ese orden)
Penetrabilidad de raíces
La penetrabilidad de raíces denota las posibilidades reales que tienen las raíces de desarrollarse en un
horizonte. Limitantes de la misma son pedregosidades y densidades aparentes altas, la escasez de
poros gruesos y la presencia de estructura desfavorable (laminar, columnar y prismática, en ese orden).
La evaluación se basa en la descripción de la densidad de raíces (ver pág. 26) según el siguiente
cuadro:
Evaluación Limitaciones
Muy buena no hay
- 36 -
Buena pedregosidad baja y densidad aparente mediana
Mediana estructura desfavorable (prismática o angular en bloques gruesa y fuerte)
o pedregosidad mediana
Deficiente presencia de varias limitaciones
Ausente límite de la profundidad fisiológica
Para la evaluación las lecturas obtenidas en porcentajes de volumen (%Vol) deben ser transformadas
a L/m2 de suelo. Para ello primeramente se deben relacionar al suelo fino, libre de gravas y piedras
multiplicando el valor obtenido de las tablas con el factor
- 38 -
((100 - %Vol. piedras)/ 100)
ya que las gravas y piedras reducen el espacio poroso. Posteriormente los valores obtenidos para cada
horizonte deberán multiplicarse con el respectivo espesor del horizonte (en dm) para obtener L/m2. Por
lo tanto:
El espacio radicular efectivo se puede inferir considerando la textura según el siguiente cuadro:
densidad aparente
textura baja mediana alta
conductividad hidráulica (Kf) [cm/día]
arena gruesa >300 >300 100-300
arena media >100 >100 40-100
arena fina 100-300 40-100 10-40
CA 40-100 10-40 1-10
AC, CRA 100-300 40-100 10-40
L, CL 40-100 10-40 <1-10
C 100-300 10-100 <1-10
CRL 40-100 10-40 <1-10
CR, RA, RL, R 40-300 10-40 <1-10
fuente: Arbeitsgemeinschaft Bodenkunde (1982)
Drenaje natural
El drenaje natural se refiere a la frecuencia y duración de períodos húmedos en el sitio o localidad a
estudiar. No se consideran alteraciones del régimen de humedad inducidos por el hombre, como serían
el drenar o irrigar una parcela, a menos que estas acciones hayan modificado determinantemente la
morfología del suelo.
Estimación de la erosionabilidad
La erosionabilidad de un suelo, el riesgo de erosión hídrica del mismo o factor "K" en la "Ecuación
Universal de la Pérdida del Suelo" (Wischmeier, 1971), puede estimarse considerando la textura, el
contenido de materia orgánica, la estabilidad de los agregados y la permeabilidad siguiendo el siguiente
nomograma. (La erosionabilidad sólo se estima en el horizonte más superficial).
- 42 -
El factor K obtenido del nomograma se ajusta de acuerdo a la pedregosidad del horizonte superficial
multiplicándolo con un factor de ajuste de acuerdo al siguiente cuadro:
pedregosidad [Vol%] 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
factor de ajuste 0.90 0.77 0.68 0.61 0.54 0.48 0.43 0.38 0.34 0.30
La disponibilidad está en función de las propiedades químicas y biológicas actuales del suelo (pH,
humedad, contenido de materia orgánica, tipo de los sitios de intercambio orgánicos e inorgánicos). Se
puede lograr una caracterización aproximada del contenido de nutrientes disponibles considerando la
capacidad de intercambio catiónico, el contenido de materia orgánica y el pH del suelo.
Los coloides del suelo, principalmente las arcillas y la materia orgánica, muestran en su superficie
cargas negativas, por lo que pueden adsorberse a ellas cationes (ya sean nutrimentos o
contaminantes). Estos cationes pueden ser intercambiados por cantidades equivalentes de otros
cationes. La suma de todos los cationes intercambiables equivale a la capacidad de intercambio
catiónico (CIC) y se reporta en cmolc/kg (c = carga), y que antiguamente se refería en meq/100g de
suelo. La CIC depende básicamente de los tipos de arcilla y sus respectivas cantidades presentes en
un suelo, como también del contenido de materia orgánica. En caso de tratarse de arcillas de carga
variable, es decir dependiente de la reacción del suelo, también se deberá considerar el valor pH. Las
diferentes arcillas tienen CIC entre <10 y >150 cmolc/kg. En los suelos generalmente se encuentran
mezclas de diferentes tipos de arcillas. A continuación se presenta un cuadro en el que, a partir de la
textura y considerando el tipo de arcilla dominante en un suelo, inferido según el material parental y las
condiciones climáticas prevalecientes en el sitio, se puede estimar la CIC de la fase mineral del suelo.
A esta debe sumarse la CIC de la fase orgánica, la cual se estima a partir de los contenidos de materia
orgánica y el pH del suelo (puesto que la materia orgánica también posee carga variable dependiente
del pH). Los valores correspondientes se encuentran en la parte inferior de el siguiente cuadro:
tipo de arcilla mineral dominante
mezcla illita caolinita esmectita alofano
material granito areniscas, aluviones, materiales volcáni-
parental superficies vulcanitas cos bajo climas
(ejem- antiguas bajo climas húmedos;
plos) (Terciario) áridos o con reacción positiva a la
suelos épocas prueba de campo de
profundos, pronuncia- Al activo (pág.26)
arcillosos, das de
sin piedras sequía
ejemplos Fluvi- y Cambi- y Acrisoles, Vertisoles, Ando-
de Cambi- Luvisoles Nitisoles, subgrupos soles
suelos soles Ferralsoles ándicos
textura pH ³7.5* pH 6.5* pH 5.5
-1
[cmolc kg ]
A 2 2 1 5.0 10 8 6
AC 4.5 4.5 1.4 11.5 22.5 18 13.5
CA, CAL 6.0 7.0 2.0 18 35 28 21
L 9.0 10 3.0 25 50 40 30
C 10 12 3.6 30 60 48 36
CL 12 13 4.0 32.5 75 60 45
CRL 15 16 4.8 40 80 64 48
CR 18 20 6.0 50 100 80 60
RA 18 24 7.2 60 120 96 72
RL 24 26 7.8 65 130 104 78
R 32 35 10.5 87.5 175 140 105
- 44 -
humus pH
[%] ³ 7.5 6.5 5.5 4.5 3.5 2.5
1-2 +3 +2.4 +1.8 +1.2 +1 +0.5
2-4 +7 +6 +4 +3 +2 +1
4-8 +15 +12 +9 +6 +4 +2
8-15 +25 +20 +15 +10 +6 +4
15-30 +50 +40 +30 +20 +12.5 +7.5
>30 +200 +160 +120 +80 +50 +30
* en CaCl2, 0.01 M (fuente: Blume, 1990, modificado)
Bases intercambiables
La porción ocupada por los cationes Ca, Mg, K y Na (también llamados bases intercambiables = BI) de
la CIC total (compuesta principalmente por los cationes mencionados además de H y Al) se denomina
saturación de bases. El contenido de bases intercambiables en cmolc/kg de un suelo depende
directamente de la acidez del mismo (presencia de H y Al), por lo que puede ser inferido a partir de la
capacidad de intercambio catiónico total (CIC), multiplicándola con un factor determinado
principalmente por el pH del suelo, pero también influido por el contenido de materia orgánica y la
textura, quienes son los principales agentes de la capacidad amortiguadora de los suelos:
Ya que en los horizontes superficiales generalmente la densidad de raíces es mayor que en los
horizontes profundos, las plantas por lo tanto se abastecen principalmente de los primeros, los
- 45 -
horizontes superficiales son multiplicados por el factor 1, mientras los subsuperficiales se multiplican
con 0.5. (El factor también puede ser derivado de la densidad de raíces observada en el perfil.) La
evaluación se realiza para el espacio radicular efectivo, por lo que se suman los valores hasta la
profundidad correspondiente a este último.
bases intercam-
biables (molc/m2) <5 10 25 50 100 200>
muy baja baja regular mediana mediana- alta muy alta
evaluación mente
alta
Abastecimiento de nitrógeno
La reserva de nitrógeno puede estimarse a partir del contenido de materia orgánica, quién es casi la
única fuente de N en el suelo, y la clase de mantillo (tipos de humus) que presente el suelo, la cual
implica diferencias en la relación C/N.
Para la estimación primeramente deberá calcularse la cantidad de humus presente en un m2 de suelo
dentro del espacio radicular efectivo, multiplicando el contenido de materia orgánica en porcentaje por
la densidad aparente (d.a. en g/cm3 = kg/dm3) por el factor corrector de piedras ((100-%piedras)/100)
y por el espesor del horizonte en dm:
mull (C/N = 10:1) Nt (kg/m2) = humus (kg/m2) * 0.050 Nd (g/m2)= humus (kg/m2) *
0.25
moder (C/N = 20:1) * 0.025 * 0.08
Mor o rohhumus (C/N * 0.015 * 0.03
= 30:1)
Las reservas de fósforo en los suelos están asociadas por un lado a la fracción mineral del suelo. Su
tamaño depende de la composición mineralógica y de la velocidad de intemperismo de los minerales
que contengan fósforo (por ejemplo apatita). Por otro lado, la materia orgánica humificada también es
un reservorio importante de fósforo. El tamaño de este reservorio puede estimarse a partir de la
cantidad de humus que presenta un suelo:
La ST puede calcularse considerando la SE del tipo de arcilla dominante en el suelo a evaluar (el cual
puede deducirse a partir del material parental, ver cuadro en la pág. 41), y la estimación del contenido
de arcilla (R, prueba al tacto, pág. 15) y de materia orgánica (MO, pág. 20), las cuales al multiplicarse
por la densidad aparente se relacionan al volumen del suelo, obteniéndose la superficie total (ST) en
[m2/cm3] según la siguiente fórmula:
ST [m2/cm3] = ((%R/100 * SE (arcilla dominante) [g/m2]) + (% MO * 900 [g/m2])) * d.a. [g/cm3]
El volumen de poros medios y gruesos (dCC + 1/3 CA) y la superficie total nos permiten evaluar a la
capacidad filtro y amortiguadora de los suelos en forma muy general. Ya que los diversos
contaminantes tienen un comportamiento específico en los suelos, distintas características edáficas
son responsables de realizar la amortiguación de cada uno de ellos. A continuación se presenta a
manera de ejemplo la evaluación de la capacidad de los suelos de amortiguar una contaminación por
diversos metales pesados, introducidos a los suelos a través del riego con aguas negras o la aplicación
de lodos residuales o compostas de basura. Las tablas de evaluación fueron tomadas de Blume &
Brümmer (1987), quienes las elaboraron a partir de experimentos de laboratorio bajo condiciones
controla-das y las calibraron después con experimentos de campo bajo condiciones diversas.
La movilidad de los metales depende de manera determinante de la acidez del suelo. El valor de pH a
partir del cual se registra un incremento notable de la movilidad es diferente para cada metal y se
denomina valor pH crítico. Una vez que el suelo muestre un valor pH menor al crítico, la concentración
de metales pesados en la solución del suelo dependerá de la inmovilización o retención de los mismos
por adsorción sobre compuestos húmicos y/o arcillas minerales, formación de complejos con la materia
orgánica y/o oclusión en sesquióxidos de hierro y aluminio. Para evaluar una posible afectación de los
organismos edáficos y absorción de metales por las plantas se considera la capacidad de retención o
inmovilización de metales en los primeros 30 cm del suelo, que es el espacio en el que se desarrollan
la mayoría de los organismos y raíces. En ellos se determina el pH con un potenciómetro de campo o
con papel indicador (ver pág. 18). Después se lee en la siguiente tabla la fuerza de enlace para cada
metal correspondiente al valor de pH determinado para suelos de texturas arenosas:
El efecto del contenido de materia orgánica y arcillas minerales sobre la fuerza de enlace para cada
metal se considera sumando al valor obtenido de la tabla anterior, los valores que se presentan en la
siguiente tabla, de acuerdo al contenido de materia orgánica de los primeros 30 cm en el suelo a evaluar
(determinado según el nomograma en la pág. 20) y al contenido de arcilla (determinando la textura a
través de la prueba del tacto (pág. 15), y leyendo el contenido de arcilla aproximado en el triángulo de
texturas (pág. 16).
El efecto de contenidos altos de sequióxidos en los suelos sobre la fuerza de enlace de metales de un
suelo puede diagnosticarse a través de la presencia de colores rojizos o café rojizos intensos, sumando
los siguientes valores a los obtenidos a partir de las dos tablas pasadas, en caso de que el color del
suelo muestre un matiz menor o igual a 7.5 YR y según el cociente intensidad/pureza:
La evaluación de la fuerza de enlace de metales pesados por los suelos y por lo tanto de su capacidad
de amortiguar efectos nocivos para los organismos edáficos y la absorción de metales por los cultivos,
se realiza con base en el siguiente cuadro:
fuerza de enlace 0 1 2 3 4 5
evaluación nula muy baja baja media alta muy alta
Nota: la evaluación se refiere a suelos que no han sido contaminados previamente. En caso de tratarse
de suelos ya contaminados su capacidad de amortiguamiento puede ser muy inferior, por lo que deberá
establecerse el contenido de metales totales y fácilmente movilizables en el laboratorio. La evaluación
tampoco considera posibles efectos antagónicos y sinérgicos entre metales.
- 50 -
Características ecológicas:
El suelo tiene una alta conductividad hidráulica y el sitio en general presenta condiciones buenas de
drenaje. La alta pedregosidad limita el desarrollo de raíces a profundidad y también restringe la cantidad
de nutrimentos por m2. Otro factor limitante para el desarrollo de la vegetación es su baja capacidad
de agua disponible y de retención de agua. Esto último limita su uso potencial para fines agrícolas a la
época de lluvias, y dada la irregularidad de la precipitación durante la misma, condiciona el
aseguramiento de buenos rendimientos a la disponibilidad de agua para riego.
- 52 -
9 Referencias bibliográficas
Arbeitsgemeinschaft Bodenkunde (1982): "Bodenkundliche Kartieranleitung", Hannover.
Blume, H.-P. (Ed.) (1990): Handbuch des Bodenschutzes. ecomed verlagsgesellschaft mbH,
Landsberg, 686 págs.
Blume, H.-P. & G. Brümmer (1987): Prognose des Verhaltens von Schwermetallen in Böden mit
einfachen Feldmethoden. Mitteilgn. Dtsch. Bodenkl. Gesellsch., 53, 111-117.
Brady y Weil (1996):CNA (1989): Manual de clasificación, cartografía e interpretación de suelos, con
base en el sistema de clasificación de suelos. Comisión Nacional del Agua, México.
Dalrymple, J.B. & A.J. Conacher (1968): An hypothetical nine unit landsurface model. Zeitschrift für
Geomorphologie N.F., 12 (1), pp. 60 - 76.
FAO (1977): Guidelines for soil profile description. Food and Agriculture Organization of the United
Nations, Roma.
Fieldes, M. & Perrott, K.W. (1966): The nature of allophane in soils. Part 3: Rapid field and
laboratory test for allophane. New Zealand Journal of Soil Science, 9, pp. 623-629.
Krahmer, U., V. Hennings, U. Müller, H.-P. Schrey (1995): Ermittlung bodenphysikalischer Kennwerte
in Abhängigkeit von Bodenart, Lagerungsdichte und Humusgehalt. Zeitschrift Pflanzenernährung und
Bodenkunde, 158 (4): 323-332.
National Soils Handbook USDA-SCS (1983): United States Department of Agriculture, Soil
Conservation Service, Washington, D.C.
Pape, H. (1971): Leitfaden zur Gesteinsbestimmung. Enke-Verlag, Stuttgart.
Renger et al. (1987): Beziehung zwischen Bodenfarbe und Humusgehalt. Mitteilgn. Dtsch.
Bodenkundl. Gesellsch., 55/II, pp. 821-826
Schlichting, E. y H.-P. Blume (1966): Bodenkundliches Praktikum, Verlag Paul Parey, Hamburg &
Berlin.
Schroeder, D. (1969): Bodenkunde in Stichworten, Hirt, Kiel.
Soil Survey Manual (1993): Soil Survey Division Staff. United States Department of Agriculture
Handbook No. 18. United States Department of Agriculture, Washington, D.C., 437 p.
Wischmeier, H. (1971): Journal of Soil and Water Conservation, Vol. 6 (5).
WRB (2015): Base Referencial Mundial del Recurso Suelo. Informes sobre recursos mundiales de
suelos 84, Sociedad Internacional de la Ciencia del Suelo, Centro Internacional de Referencia e
Información en Suelos, Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación. 89
págs.
Wysocki, D.A., P.J. Schoeneberger, H.E. La Garry (2000): Geomorphology of Soil Landscapes. In:
Sumner, M.E. (ed.) Handbook of Soil Science.CRC Press LLC, Boca Raton, FL ISBN: 0-8493-3136-6
- 53 -
Localidad:
Fecha: UTMhor Mapa No. clima: uso del suelo/vegetación: forma del terreno: paisaje:
inclinación:
autor: UTMver msnn: época seca: ø°C ² °C material parental:
exposición:
estado del tiempo prec. [mm] frecuencia y duración de períodos húmedos evidencia de erosión:
levantamiento en campo
F: D: DAC:
prof. textura piedras color pH sa les o m. o. CaCO3 humedad estructura estab. poros dens. dens. límite hori-
[cm] [Vol%] [húmedo] C.E. 1:2.5 [%] [%] tipo, tamaño, grado agreg. abundancia, tamaño, apar. raices zonte
[mS/cm] pF forma, distribución
Muestreo Observacione s:
prof. hori- No. de Nos. de cilindro
[cm] zonte muestra
- 55 -
Anexo 2: Láminas comparativas para estimar el cubrimiento de área en volumen de fragmentos
de roca, manchas y motas así como nódulos.
1% 2% 3%
5% 7% 10%
fina
fina 1-2 mm
5-10 mm
mediana
(2-5 mm)
mediana
(10 - 20 mm)
gruesa
(5-10 mm)
gruesa
(20 - 50 mm)
muy gruesa
(>10 mm)
muy gruesa
>50 mm
- 57 -
estructura laminar estructura prismática y columnar
muy fina
(< 1 mm)
muy fina fina
(< 10 mm) 10-20 mm
fina
1-2 mm
mediana
(2-5 mm)
mediana
(20-50 mm)
gruesa
(5-10 mm) gruesa
(5o-100 mm)
muy gruesa
(>10 mm)
- 58 -