Módulo 2-Clínica I 0 Anato y Fisio
Módulo 2-Clínica I 0 Anato y Fisio
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Módulo 2: Cardiología
Está formado por una bomba, que es una cavidad muscular, que es el corazón. El corazón impulsa
la sangre a través de un sistema de vasos que son las arterias, venas y capilares.
Los capilares son vasos con paredes muy delgadas y que permiten el intercambio gaseoso,
permiten liberar O2 y que se recoja CO2.
Las venas son a la inversa de las arterias, después del capilar hay una vénula y después la vena.
TIPOS DE CIRCULACIÓN:
Hay dos tipos: circulación mayor, arterial o sistémica y la circulación menor o pulmonar.
La sangre sale oxigenada a través del ventrículo izquierdo y se distribuye por todo el organismo.
La sangre oxigenada se reparte por todo el organismo menos a los pulmones; una vez que todos
los tejidos se oxigenaron (cogieron el O2 de la sangre y dejaron el CO2) la sangre que está no
oxigenada a partir de ahí tiene lugar la circulación menor.
Una vez oxigenada la sangre en el pulmón, las venas pulmonares llevan sangre oxigenada a la
aurícula izquierda, va al ventrículo izquierdo y vuelve a comenzar el recorrido.
El corazón es un órgano musculoso y hueco, que tiene el tamaño y forma de un puño cerrado. Está
constituido por fibras musculares que van a impulsar la sangre en los vasos por todo el organismo.
El corazón se sitúa en el tórax, detrás del esternón y de las costillas, en un espacio medio que se
llama mediastino y este espacio se sitúa entre los dos pulmones. El corazón va a estar cubierto por
una capa fibrosa e inextensible que lo recubre y protege, pero que al mismo tiempo permite el
paso de vasos sanguíneos, esta capa se llama pericardio.
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La parietal está en contacto con el pericardio fibroso y la visceral se adhiere íntimamente a las
vísceras.
Entre la hoja parietal y la visceral tenemos una cavidad, que es la cavidad pericárdica que en
ocasiones puede llenarse de líquido o células.
Estos están divididos otra vez en cavidades superiores, aurículas, y cavidades inferiores,
ventrículos.
CONFIGURACIÓN EXTERNA:
Se divide en: una superficie anterior, que es esternocostal; una superficie inferior que va a estar
sentada sobre el diafragma; una base que es la parte más posterior; un vértice que se va a situar
en el quinto espacio intercostal; y unas caras laterales que son la superficie pulmonar izquierda y
la derecha.
La orientación de esta cara se dirige hacia la derecha, hacia arriba y hacia delante.
Nos encontramos un surco auriculoventricular anterior que va a dividir esta cara en un tercio
superior (aurícula) y dos tercios inferiores (ventrículo).
En la porción superior de la cara anterior nos encontramos las orejuelas auriculares. Las orejuelas
son revestimientos externos de las aurículas; estas dos van a estar separadas por la salida de dos
grandes vasos, la aorta y la pulmonar.
La porción inferior está ocupada por los ventrículos y de forma oblicua tiene un surco que es el
surco interventricular anterior que va a separar a los dos ventrículos, el derecho y el izquierdo.
Está sentada en el diafragma, la gran mayoría de la cara está ocupada por los ventrículos, pero en
la parte superior hay un surco auriculoventricular posterior que separa las aurículas de los
ventrículos.
Base:
Nos encontramos las orejuelas, sobre todo la izquierda. Y nos encontramos la entrada de grandes
vasos como la vena cava superior, la vena cava inferior y las venas pulmonares.
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Vértice:
Se sitúa hacia delante e izquierda, a nivel del quinto espacio intercostal. El vértice o APEX lo
forman los dos ventrículos, pero como el ventrículo izquierdo tiene una hipertrofia este es el que
ocupa mayor espacio.
CONFIGURACIÓN INTERNA:
La aurícula derecha es más alta y alargada que la izquierda. Y la izquierda es más horizontal que la
derecha.
En medio de las dos aurículas tenemos la salida de la arteria aorta y de la arteria pulmonar, y estas
están tapadas por las orejuelas.
Aurícula derecha:
En la cara posterior y en la parte superior nos encontramos que desemboca la vena cava superior.
En la cara más inferior nos encontramos dos orificios, uno más externo que es la desembocadura
de la vena cava inferior y otra más interna que es la desembocadura del seno coronario. Ambos
orificios tienen más válvulas para que no revierta el flujo, estas se llaman válvula de Eustaquio, en
la vena cava inferior; y válvula de Tebesio, en el seno coronario.
En la zona media de la cara posterior nos encontramos la fosa oval, que es la comunicación
interauricular del corazón en la fase fetal.
La cara antero externa, por su parte interna, la orejuela está constituida por una serie de músculos
pectíneos.
Aurícula izquierda:
En su cara interna tenemos el orificio auriculoventricular izquierdo. Y su cara externa está cubierta
por la orejuela y por músculos pectíneos.
Ventrículos:
Primer orden: tienen forma cónica, con la base en la pared del ventrículo y en el vértice
tenemos unas cuerdas tendinosas que van a las válvulas auriculoventriculares, permiten
abrir y cerrar las válvulas.
Segundo orden: son masas o puentes musculares que van a ir de una pared a otra distinta.
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Tercer orden: son masas musculares que salen de la misma pared y son muy poco
salientes.
Las válvulas auriculoventriculares comunican aurículas y ventrículos, están constituidas por una
parte de tejido conjuntivo liso que se va a adherir al orificio, se llaman valvas, y están unidas a las
cuerdas tendinosas y pilares.
En el caso del lado derecho va a tener tres válvulas, una anterior, una posterior y otra interna
(tricúspide).
Las válvulas sigmoideas comunican la salida del ventrículo derecho e izquierdo hacia las arterias.
Estos orificios están recubiertos por tejido conectivo.
Tiene forma triangular, las partes laterales se adhieren a la pared de salida del vaso.
En las cavidades de las válvulas sigmoideas tienen origen las arterias coronarias a nivel de la aorta.
SISTEMAS DE CONDUCCIÓN:
Está formado por unas fibras especializadas que se van a reunir en los nódulos, este sistema
transmitirá los impulsos cardíacos y van a controlar el ritmo cardíaco.
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VASCULARIZACIÓN E INERVACIÓN:
Vascularización arterial:
La vascularización del miocardio corre a cargo de las arterias coronarias, estas arterias proceden
de los senos coronarios de la arteria aorta.
Procede del seno coronario derecho (van salva), va a descender desde él por el surco
auriculoventricular anterior. Continúa por la región posterior en el surco interventricular posterior
y se va a anastomosar con una rama de la coronaria izquierda.
Procede del seno coronario izquierdo de la arteria aorta y se va a introducir por el surco
auriculoventricular posterior. Poco después de su nacimiento va a dar dos ramas: una que
desciende por la cara anterior del corazón, arteria interventricular anterior, que llega hasta la
punta del corazón; y otra que continua por el surco auriculoventricular posterior, que es la
circunfleja, es la que se va a anastomosar con la coronaria derecha.
Vascularización venosa:
Las dos venas principales, la vena coronaria mayor y menor van a recoger la sangre de todo el
cuerpo para llevarla al seno coronario y después se drena a la parte inferior de la aurícula derecha.
Inervación cardíaca:
Plexo cardíaco: una parte va a ser dada por el sistema simpático cervical (está en relación con la
parte cervical), inervación por los ganglios simpáticos.
Va a haber tres nervios linfáticos: nervio cardíaco superior, nervio cardíaco medio y nervio
cardíaco inferior.
Además, tenemos la inervación parasimpática que corre a cargo del nervio neumogástrico.
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SISTEMA VASCULAR:
La arteria aorta está formada por cuatro partes: el cayado de la aorta, la aorta torácica, la aorta
abdominal, y las ramas terminales. La aorta torácica y la abdominal forman la aorta descendente.
Cayado de la aorta:
Tiene dos porciones, una ascendente que se dirige hacia arriba y a la derecha y otra porción que es
la horizontal que se hace posterior y se coloca hacia la izquierda. Ramificaciones del cayado de la
aorta:
Aorta torácica:
Arterias intercostales.
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Arterias bronquiales.
Arterias esofágicas.
Aorta abdominal:
Tronco celíaco.
Arteria gástrica izquierda (va hacia el estómago).
Arteria hepática común (hacia el hígado).
Arteria esplénica (vasculariza al bazo).
Arteria mesentérica superior.
Arteria mesentérica inferior.
Arteria renal.
Arterias gonadales: en la mujer, arteria ovárica; en el hombre, arteria espermática.
Son las ilíacas primitivas, se dividen desde la aorta abdominal y tenemos la aorta primitiva derecha
e izquierda; a su vez estas dos se dividen en ilíaca externa e interna.
Ilíaca externa: se dirige hacia fuera y hacia abajo; llega a la ingle, al ligamento inguinal, lo
atraviesa por debajo y a partir de ahí se llama arteria femoral. La arteria femoral va a ir por
todo el muslo y cuando llega a la rodilla, al hueco poplíteo en la parte posterior de la
rodilla, entonces se llama articulación poplítea. Una vez que atraviesa la rodilla se divide
en arteria tibial y peronea. La tibial a su vez se divide en anterior y posterior; y la anterior
se va a dividir en pedia (arriba) y en plantar interna y externa (abajo).
Ilíaca interna: va air por la parte interna y posterior de la pelvis hacia abajo. Va a dar las
arterias glúteas.
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Sale de la parte superior del ventrículo derecho. Va a estar separada del ventrículo derecho por
unas válvulas sigmoideas.
Tiene una primera porción que es ascendente y después se divide en dos ramas:
La arteria pulmonar derecha que se dirige hacia la parte posterior derecha y va a ir al hilio
pulmonar derecho.
La arteria pulmonar izquierda que se dirige al hilio del pulmón izquierdo.
Es la entrada de dos troncos venosos, del tronco venoso braquiocefálico derecho e izquierdo.
Ambos troncos venosos braquiocefálicos recogen la sangre del cuello, cabeza y miembro superior.
La subclavia recoge la sangre venosa del miembro y la yugular recoge la de la cabeza y el cuello.
Esta va a drenar a la parte posterosuperior de la aurícula derecha.
Es la suma de la recogida de sangre de las ilíacas primitivas derecha e izquierda que a su vez
recogen la sangre de la ilíaca interna y externa de cada lado.
Recogen la sangre de los miembros inferiores, del abdomen, de la pelvis y órganos que están a
nivel del abdomen y de la pared.
Esta vena cava inferior pasa a través del diafragma ascendiendo hasta que entra en la parte
posteroinferior de la aurícula derecha.
Venas pulmonares:
Se van a dividir en cuatro venas pulmonares: una derecha, superior e inferior; y una izquierda,
superior e inferior.
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El corazón está formado por tres tipos principales de músculo cardíaco: músculo auricular,
músculo ventricular y fibras musculares especializadas de excitación y de conducción. El músculo
auricular y ventricular se contrae de manera muy similar al músculo esquelético, excepto que la
duración de la contracción es mucho mayor. No obstante, las fibras especializadas de excitación y
de conducción se contraen sólo débilmente porque contienen pocas fibrillas contráctiles; en
cambio, presentan descargas eléctricas rítmicas automáticas en forma de potenciales de acción o
conducción de los potenciales de acción por todo el corazón, formando así un sistema excitador
que controla el latido rítmico cardíaco.
El músculo cardíaco es un sincitio de muchas células musculares cardíacas en el que las células
están tan interconectadas entre sí que cuando una de ellas se excita el potencial de acción se
propaga a todas, propagándose de una célula a otra. El corazón está formado por dos sincitios,
uno auricular y otro ventricular.
Las fibras musculares que componen los sincitios auricular y ventricular no son automáticas, es
decir, no pueden generar su propio impulso, sino que para cumplir con su función contráctil
necesitan el estímulo proveniente de las fibras musculares automáticas que forman el sistema
cardionector, constituido por el nódulo sinusal, el nódulo AV, el haz AV de His y las fibras de
Purkinje.
Para que se propague el potencial de acción en los sincitios, es necesario que se inicie el potencial
en el sistema cardionector. Este potencial comienza en el nódulo SA. El potencial viaja por fibras
internodales hasta el nódulo AV. Entre estos dos nódulos ocurre un lento retardo en la
propagación, y su transmisión al haz AV de His también esta levemente retardado para que el
potencial llegue primero al sincitio auricular y luego al ventricular, para que la aurícula tenga
tiempo de vaciar la sangre hacia el ventrículo. El Haz de His se introduce en el tabique
interventricular y se dirige hacia el ápex, donde da sus ramas izquierda y derecha para cada
ventrículo. De cada rama parten las fibras de Purkinje, que son fibras muy grandes con pocas
miofibrillas y que transmiten el potencial casi instantáneamente de forma unidireccional.
En el músculo cardíaco, el potencial de acción está producido por la apertura de dos tipos de
canales: los mismos canales rápidos de sodio que en el músculo esquelético y canales lentos de
calcio, también llamados canales de calcio-sodio. Estos canales se abren con mayor lentitud que
los de sodio y permanecen abiertos durante varias décimas de segundo.
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En las fibras no automáticas, el potencial de acción tiene 4 fases. La primera es la denominada fase
0, o despolarización. Es consecuencia de un cambio abrupto en la permeabilidad al Na+
ocasionada por la apertura de canales ante la llegada del PA.
Fase 1 o repolarización temprana: El cierre de los canales de Na+ marca el inicio de esta fase.
Implica una pequeña repolarización temprana antes de la meseta, generada por una corriente de
K+ hacia afuera y al ingreso de Cl-.
Fase 2 o meseta: Es la fase que prolonga el PA del músculo cardíaco. El fenómeno central en esta
fase es el ingreso de calcio a través de canales que se activan con más lentitud que los del sodio y
cuyo umbral de activación es de alrededor de -35mV. Además se produce un ingreso de Na+. Esta
entrada de calcio es contraequilibrada por una salida de K+ que mantiene la meseta.
Fase 3 o repolarización: Se inicia cuando la salida de K+ supera a la entrada de Ca2+. En esta fase
aumenta aún más la permeabilidad al K+ respecto de la fase 2, lo que aumenta la velocidad en la
que el K+ sale, determinando la repolarización del potencial de acción.
Fase 4 o reposo: En esta fase de reposo las bombas deben restaurar los gradientes iónicos. El Na+
que entró es removido por la bomba de Na+/K+-ATPasa que lo intercambia por K+, y el Ca2+ que
ingresa en la fase 2 es removido por el intercambiador Na+/Ca2+. Una pequeña fracción de calcio
también es eliminada por una bomba de Ca2+-ATPasa que lo expulsa fuera de la célula con gasto
de energía.
La velocidad de conducción en estas fibras esta favorecida por la disminución del potencial de
membrana y por el aumento de la concentración de potasio. Esto es debido a mayor cantidad de
canales disponibles. (propiedad: conductibilidad)
Los períodos refractarios determinan en qué momento del PA la célula podrá responder a un
nuevo estímulo. El período en el que una célula es refractaria a cualquier estímulo se denomina
período refractario absoluto, en este caso abarca hasta la mitad de la fase 3, cuando el voltaje
llega a -50mV. El período refractario relativo comienza al final del PRA cuando algunos canales ya
se recobraron del período de inactivación y pueden desencadenar un segundo potencial de acción,
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aunque requieren un estímulo mayor. Este periodo abarca desde la mitad de la fase 3 hasta la fase
4.
En las fibras automáticas del sistema cardionector, el PMR de las del NS tienen un valor de -55/-
60mV. Esto se debe a la permeabilidad natural a los iones sodio y calcio de estas fibras, y solo los
canales lentos de calcio pueden ser activados para producir el PA. En estas fibras, la fase 0 es
menos pronunciada y de menor amplitud, la fase 1 está ausente y la 2 se confunde con la 3.
Además, la repolarización es más rápida, lo que provoca un potencial de acción de menor duración
que las células no automáticas. Las células de Purkinje poseen una fase 1 pronunciada y una fase 2
o meseta muy prolongada, por lo que su período refractario es largo.
ACOPLAMIENTO EXCITACIÓN-CONTRACCIÓN:
Las fibras cardíacas contienen una concentración elevada de calcio dentro del retículo
sarcoplasmático. El calcio ingresa en la célula miocárdica durante la meseta en la fase 2 del
potencial de acción. El calcio que ingresa no activa en forma directa el sistema contráctil, sino que
provoca una gran liberación de calcio desde el RS (liberación de calcio inducida por calcio). El
calcio que ingresa a través de la membrana no llega al RS, por lo que la membrana cuenta con
túbulos T que permiten el ingreso de calcio por medio de la llegada del potencial de acción y la
apertura de canales dependientes del voltaje.
El calcio que ingresa ahora se une a un receptor específico, llamado rianodina, que permite la
apertura de canales de las cisternas, que liberan el calcio almacenado al citoplasma permitiendo la
contracción.
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La maquinaria contráctil está formada por miofilamentos. Hay 2 tipos de miofilamentos: el fino,
constituido básicamente por actina G que forma una cadena larga en doble hélice y las proteínas
reguladoras, troponina y tropomiosina; y los miofilamentos gruesos, formados por miosina.
La tropomiosina forma una cadena que se apoya en la cadena de actina G, se impide que ésta se
una con las cabezas de miosina de los filamentos gruesos. La tropomiosina está unida a la
troponina, un complejo proteico formado por tres unidades, la troponina C con un sitio de unión al
Ca2+, la troponina T unida a la tropomiosina y la troponina I, que se apoya en la actina y ayuda a
bloquear su unión con la miosina. Los filamentos finos están anclados en línea Z. Cada línea Z
posee filamentos finos que se dirigen hacia ambos lados del sarcómero.
Los filamentos gruesos están formados por cadenas de miosina liviana formando haces. De estos
haces se desprenden brazos que terminan en dos cabezas de miosina pesada cada uno y se
proyectan en todas direcciones desde los haces. Los haces de miosina se anclan en la línea M y se
dirigen hacia la izquierda y la derecha de esta línea. Desde ahí se proyectan los filamentos gruesos
hacia cada línea Z y se intercalan con los filamentos finos que provienen de éstas.
Las cabezas de miosina pesada unidas al ATP presentan gran afinidad por las moléculas de actina
G. Si se unen forman un puente de actomiosina que tiene la propiedad de lisar el ATP en ADP y P, y
usar la energía liberada para hacer que la cabeza rote y mueva la actina y todo el filamento
formado por ésta. Si hay ATP disponible, el ADP es reemplazado por una nueva molécula de ATP y
el puente se suelta. La cabeza vuelve a su posición original, ahora un poco más adelante en
relación con el filamento fino. Si hay Ca2+ en el citosol, un nuevo puente de actomiosina se forma
al repetirse el ciclo mientras se mantengan los niveles de ATP.
Cuando se restablece la polaridad normal al cesar el PA, el Ca2+ citosólico es recaptado por una
bomba ubicada en las cisternas que lo reintroduce con consumo de ATP. La función de esta bomba
es regulada por una proteína asociada denominada fosfolambam. La fosfolambam en estado
activo ejerce una inhibición sobre la bomba. Cuando la fosfolambam se fosforila (por acción de la
proteincinasa dependiente del AMPc o de calmodulina), la acción inhibitoria cesa y la bomba
funciona con más rapidez recaptando mayor cantidad de calcio.
Una pequeña fracción del Ca2+ restante es transportada hacia el extracelular mediante el
intercambiador Na+/Ca2+ (que aprovecha la entrada de Na* a favor del gradiente) y por las
bombas ATPasas de Ca2+ en la membrana sarcoplasmática.
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EL CICLO CARDÍACO:
Los fenómenos cardíacos que se producen desde el comienzo de un latido cardíaco hasta el
comienzo del siguiente se denominan ciclo cardíaco. Cada ciclo es iniciado por la generación
espontánea de un potencial de acción en el nódulo sinusal. El potencial de acción viaja desde aquí
rápidamente por ambas aurículas y después a través del haz AV hacia los ventrículos. Debido a
esta disposición especial del sistema de conducción desde las aurículas hacia los ventrículos, hay
un retraso durante el paso del impulso desde las aurículas a los ventrículos que permite a las
aurículas contraerse antes de la contracción ventricular, para bombear sangre hacia los ventrículos
antes de que la bombeen a los vasos. El ciclo cardíaco está formado por un período de relajación
que se denomina diástole, seguido de un período de contracción denominado sístole.
Cuando aumenta la frecuencia cardíaca, la duración de cada ciclo cardíaco disminuye, incluidas las
fases de contracción y relajación. La duración del potencial de acción y el período de contracción
(sístole) también decrece, aunque no en un porcentaje tan elevado como en la fase de relajación
(diástole). Para una frecuencia cardíaca normal de 72 latidos por minuto, la sístole comprende
aproximadamente 0,4 del ciclo cardíaco completo. Para una frecuencia cardíaca triple de lo
normal, la sístole supone aproximadamente 0,65 del ciclo cardíaco completo. Esto significa que el
corazón que late a una frecuencia muy rápida no permanece relajado el tiempo suficiente para
permitir un llenado completo de las cámaras cardíacas antes de la siguiente contracción.
Durante la sístole ventricular se acumulan grandes cantidades de sangre en las aurículas derecha e
izquierda porque las válvulas AV están cerradas. Por lo tanto, cuando ha finalizado la sístole y las
presiones ventriculares disminuyen de nuevo a sus valores diastólicos bajos, el aumento
moderado de presión que se ha generado en las aurículas durante la sístole ventricular
inmediatamente abre las válvulas AV y permite que la sangre fluya rápidamente hacia los
ventrículos. Esto se denomina período de llenado rápido de los ventrículos. Dura
aproximadamente el primer tercio de la diástole. Durante el tercio medio de la diástole sólo fluye
una pequeña cantidad de sangre hacia los ventrículos; esta es la sangre que continúa drenando
hacia las aurículas desde las venas y que pasa a través de las aurículas directamente hacia los
ventrículos. Durante el último tercio de la diástole las aurículas se contraen y aportan un impulso
adicional al flujo de entrada de sangre hacia los ventrículos; este fenómeno es responsable de
aproximadamente el 20% del llenado de los ventrículos durante cada ciclo cardíaco.
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3. Período de eyección:
Al final de la sístole comienza súbitamente la relajación ventricular, lo que permite que las
presiones intraventriculares derecha e izquierda disminuyan rápidamente. Las presiones elevadas
de las grandes arterias distendidas que se acaban de llenar con la sangre que procede de los
ventrículos que se han contraído empujan inmediatamente la sangre de nuevo hacia los
ventrículos, lo que cierra súbitamente las válvulas aórtica y pulmonar. Durante algunos
milisegundos el músculo cardíaco sigue relajándose, aun cuando no se modifica el volumen
ventricular, dando lugar al período de relajación isovolumétrica. Durante este período las
presiones intraventriculares disminuyen rápidamente y regresan a sus bajos valores diastólicos.
Después se abren las válvulas AV para comenzar un nuevo ciclo de bombeo ventricular.
PRESIÓN AORTICA:
La entrada de sangre en las arterias hace que las paredes de las mismas se distiendan y que la
presión aumente hasta aproximadamente 120 mm Hg. Después, al final de la sístole, después de
que el ventrículo izquierdo haya dejado de impulsar sangre y se haya cerrado la válvula aórtica, las
paredes elásticas de las arterias mantienen una presión elevada en las arterias, incluso durante la
diástole. Se produce la denominada incisura en la curva de presión aórtica cuando se cierra la
válvula aórtica; está producida por un corto período de flujo retrógrado de sangre
inmediatamente antes del cierre de la válvula, seguido por la interrupción súbita del flujo
retrógrado. Después de que se haya cerrado la válvula aórtica, la presión en el interior de la aorta
disminuye lentamente durante toda la sístole porque la sangre que está almacenada en las
arterias elásticas distendidas fluye continuamente a través de los vasos periféricos de nuevo hacia
las venas. Antes de que se contraiga de nuevo el ventrículo, la presión aórtica habitualmente ha
disminuido hasta aproximadamente 80 mm Hg.
TONOS CARDÍACOS:
Cuando se contraen los ventrículos primero se oye un ruido que está producido por el cierre de las
válvulas AV. La vibración tiene un tono bajo y es relativamente prolongada, y se conoce como el
primer tono cardíaco. Cuando se cierran las válvulas aórtica y pulmonar al final de la sístole se oye
un golpe seco y rápido porque estas válvulas se cierran rápidamente, y los líquidos circundantes
vibran durante un período corto. Este sonido se denomina segundo tono cardíaco.
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El trabajo sistólico del corazón es la cantidad de energía que el corazón convierte en trabajo
durante cada latido cardíaco mientras bombea sangre hacia las arterias.
El trabajo minuto es la cantidad total de energía que se convierte en trabajo en 1 min; este
parámetro es igual al trabajo sistólico multiplicado por la frecuencia cardíaca por minuto.
El trabajo del corazón se utiliza de dos maneras. La mayor parte se utiliza para mover la sangre
desde las venas de baja presión hacia las arterias de alta presión. Esto se denomina trabajo
volumen-presión o trabajo externo. Una pequeña proporción de la energía se utiliza para acelerar
la sangre hasta su velocidad de eyección a través de las válvulas aórtica y pulmonar. Este es el
componente de energía cinética del flujo sanguíneo del trabajo cardíaco. El trabajo externo del
ventrículo derecho es aproximadamente la sexta parte del trabajo del ventrículo izquierdo debido
a la diferencia de seis veces de las presiones sistólicas que bombean los dos ventrículos.
La curva de presión sistólica se determina registrando la presión sistólica que se alcanza durante la
contracción ventricular a cada volumen de llenado. Alcanza su valor máximo de 250 a 300 mm Hg,
a un volumen ventricular de 150 a 170ml. Para el VD la presión sistólica normal es de 60 a 80 mm
Hg.
Las líneas forman un bucle denominado diagrama volumen-presión del ciclo cardíaco para la
función normal del ventrículo izquierdo. Este bucle representa el trabajo cardíaco externo neto del
ventrículo durante su ciclo de contracción.
Fase I: Período de llenado. Esta fase del diagrama volumen-presión comienza a un volumen
ventricular de aproximadamente 50 ml y una presión diastólica próxima a 2 a 3 mm Hg. La
cantidad de sangre que queda en el ventrículo después del latido previo, 50 ml, se denomina
volumen telesistólico. A medida que la sangre fluye hacia el ventrículo desde la aurícula izquierda,
el volumen ventricular normalmente aumenta hasta aproximadamente 120 ml, el denominado
volumen telediastólico. El volumen aumenta hasta 120 ml y la presión diastólica aumenta hasta
aproximadamente 5 a 7 mm Hg.
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Fase III: Período de eyección. Durante la eyección la presión sistólica aumenta incluso más debido
a una contracción aún más intensa del ventrículo. Al mismo tiempo, el volumen del ventrículo
disminuye porque la válvula aórtica ya se ha abierto y la sangre sale del ventrículo hacia la aorta.
Fase IV: Período de relajación isovolumétrica. Al final del período de eyección se cierra la válvula
aórtica, y la presión ventricular disminuye de nuevo hasta el nivel de la presión diastólica. Así, el
ventrículo recupera su valor inicial, en el que quedan aproximadamente 50 ml de sangre en el
ventrículo y la presión auricular es de aproximadamente de 2 a 3 mm Hg.
PRECARGA Y POSCARGA:
El grado de tensión del músculo cuando comienza a contraerse se denomina precarga. La carga
contra la que el músculo ejerce su fuerza contráctil se denomina poscarga.
Pensemos en el corazón como en una jeringa que tiene que impulsar agua a través de una aguja.
Primero hay que cargar la jeringa, para lo que debe haber un gradiente de presión a favor. Dentro
de ciertos límites, cuanto más la llenemos más líquido podremos expulsar después. La cantidad de
agua con que cargamos la jeringa la llamaremos precarga. Por lo tanto, podemos establecer que a
mayor precarga habrá mayor expulsión posterior. Con la jeringa cargada debemos ejercer presión
en el émbolo para que el líquido se mueva. Denominaremos a esta fuerza o presión contractilidad,
ya que en el corazón es la propiedad que hace achicar la cavidad y generar presión en sus paredes.
A mayor presión, mayor expulsión. Por último, tenemos la resistencia de salida. Si ponemos una
aguja de menor diámetro en la jeringa, la resistencia a la salida será mayor. Si ponemos una aguja
más ancha y más corta, por el contrario, la resistencia será menor. A esta resistencia o carga al
final del ciclo, la denominamos poscarga. En el caso del corazón está determinada por el sistema
vascular y afecta la descarga en forma inversa. A mayor poscarga (resistencia) menor salida.
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El 70-90% de esta energía procede del metabolismo oxidativo de los ácidos grasos, y el 10-30%,
restante de otros nutrientes, especialmente lactato y glucosa.
Durante la contracción del músculo cardíaco la mayor parte de la energía química que se gasta se
convierte en calor y una porción mucho menor en trabajo. El cociente del trabajo respecto al gasto
de energía química total se denomina eficiencia de la contracción cardíaca, o simplemente
eficiencia del corazón. La eficiencia máxima del corazón normal está entre el 20 y el 25%. En la
insuficiencia cardíaca este valor puede disminuir hasta el 5-10%.
Cuando una persona está en reposo el corazón sólo bombea de 4 a 6 l de sangre cada minuto.
Durante el ejercicio intenso puede ser necesario que el corazón bombee de 4 a 7 veces esta
cantidad. Los mecanismos básicos mediante los que se regula el volumen que bombea el corazón
son: regulación cardíaca intrínseca del bombeo y control de la frecuencia cardíaca y del bombeo
cardíaco por el sistema nervioso autónomo.
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