Universidad Naciona2
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FACULTAD DE AGRONOMIA
TITULO:
CURSO:
ENTOMOLOGIA AGRÍCOLA
DOCENTE:
ING. TAYPE CANCHOS EDGAR GERMAN
ALUMNA:
MITAC SAYRITUPAC FIORELLA
CICLO: VIII
SECCION: “D”
ICA-PERU
2023
I. INTRODUCCION
En Panamá, el género Liriomyza fue reportado en los años 1980; sin embargo, fue a inicios de
1990 cuando se presentó causando problemas a los cultivos de papa, apio, remolacha, lechuga,
cebolla, zanahoria, tomate, habichuela, frijol, pimentón, guisantes y ornamentales, en las zonas
de Volcán, Cerro Punta y Boquete, con elevaciones oscilantes entre 1400 a 2200 msnm.
En 1990, se iniciaron en Cerro Punta las acciones investigativas del Instituto de Investigación
Agropecuaria de Panamá (IDIAP), dentro del concepto de manejo integrado de pagas,
trazándose actividades a corto, mediano y largo plazo, relacionadas con el control del insecto
Liriomyza spp.
Huevo. Los huevecillos recién ovipositados son de color blanco crema y de forma oval
alargada; son muy difíciles de ver a simple vista ya que miden 0.25 mm de longitud.
Larva. Las larvas son de color amarillo brilloso a verde amarillento, miden de 2 a 4 mm de
longitud y 0.5 mm de ancho, cuando están completamente desarrolladas tienen forma cilíndrica
y las mandíbulas están muy esclerosadas por lo que se mueven como una sola unidad.
Adulto. Los adultos son mosquitas que miden de 2 a 3 mm de longitud, de color gris y con
manchas grandes negras y amarillas.
2.3 Daño
Las larvas producen minas continuas en las hojas, las cuales son lineales e irregulares, de color
blanquizco o verdoso, con líneas conspicuas negras parecidas a hilos de excremento en los lados
alternos de lámina. Las minas individuales son de poca importancia, sin embargo, cuando la
población larval es grande pueden ser minadas hojas enteras y las plantas muy dañadas parecen
como si hubiesen sido chamuscadas por fuego. Las hojas minadas son más susceptibles al daño
por viento lo que ocasiona la defoliación completa del cultivo.
Las mosquitas hembras hacen diminutas picaduras en el haz de las hojas con su ovipositor
puntiagudo, y se alimentan de la savia en alrededor de ocho de cada diez de estas picaduras y
depositan huevecillos en las otras dos. Estas picaduras causan una apariencia punteada y
amarilla a las hojas, las cuales se observan fácilmente en infestaciones fuertes. Los daños
ocasionados por las larvas y hembras adultas ocasionan problemas secundarios de estrés de las
plantas, pérdida de humedad y quemaduras de los frutos por la falta de follaje. Los machos son
incapaces de picar las hojas, pero ocasionalmente se alimentan de las fuentes de alimento
disponibles realizadas por la actividad de las hembras.
2.4 Manejo
Uso de trampas. El uso de trampas adhesivas es una técnica para muestrear y reducir la
incidencia de plagas. El minador de la hoja es muy atraído por el color blanco, y el uso de tiras
de plástico de este color, puntadas con una capa muy delgada de grasa automotriz ayuda a
capturar grandes cantidades de adultos de esta plaga.
Control cultural.
Cuando los cultivos hospedantes del minador de la hoja no están presentes en el campo, esta
plaga se encuentra en una variedad de plantas, principalmente maleza de hoja ancha, que le
sirven como reservorio. La destrucción de esta maleza y de los residuos de los cultivos
inmediatamente después de la última cosecha, son medidas de prevención muy importantes para
reducir las poblaciones de este insecto.
Control biológico.
Un programa de manejo integrado de plagas que utiliza como principal táctica la conservación
de enemigos naturales, como los parasitoides, que controlan exitosamente las poblaciones del
minador de la hoja.
Estos parasitoides atacan a las larvas del minador de la hoja mientras éstas se alimentan del
tejido de la hoja. Las larvas parasitadas eventualmente quedan inmóviles en sus minas,
hinchadas y de color negro mientras el parasitoide se desarrolla internamente.
Las larvas parasitadas que llegan al estado de pupa pueden quedar dentro o fuera de las hojas y
sólo se desarrolla una larva de parasitoide por larva de minador.
Las pupas de los parasitoides permanecen en los remanentes de sus hospedantes, son de color
negro brillante y no están cubiertas de seda.
A nivel mundial, se han encontrado varios parasitoides del minador de la hoja, principalmente
de las familias Braconidae, Chalcididae, Eulophidae, y Pteromalidae; entre los que se encuentra
Dacnusa Diglyphus y Sibirica Isaea. Estos parasitoides atacan a las larvas del minador de la hoja
mientras éstas se alimentan del tejido de la hoja.
Control Químico.
Antes de implementar el control químico de ésta y otras plagas, los parasitoides siempre deben
ser tomados en cuenta. Los productos idóneos para el control del minador son: Abamectina
(Agrimec) y Ciromacyna (Trigard), en dosis de 5.4 y 75 G I.A./Ha respectivamente, los cuales
deben ser utilizados en forma alterna para reducir los riesgos inherentes al desarrollo de la
resistencia.
Ambos productos son compatibles con programas de manejo integrado de plagas y de manejo
de la resistencia a insecticidas, ya que no interfieren con la actividad de la fauna benéfica y son
efectivos contra poblaciones del minador resistentes a los insecticidas convencionales; sin
embargo, tienen poca o nula efectividad sobre adultos, por lo que sólo en caso de que se detecte
una alta actividad de alimentación y oviposición, será necesario aplicar Clorpirifós en dosis de
750 g I.A./ha.
La Abamectina es una mezcla de avermectinas que controla los estados larvales del minador, la
alimentación y el daño a la planta son mínimos al inmovilizarlas después de la aplicación; la
mortalidad máxima se alcanza entre los tres y cinco días después.