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198 Señor, Dios Nuestro Señor, Dios Nuestro, Qué Admirable Es Tu Nombre en Toda La Tierra, en Toda La Tierra. 200 Ten Piedad

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1 Todas las flores y las estrellas Silabeas el alba igual que

las cosas bellas las hizo Dios. una palabra.


El temblor de la mirada Tú pronuncias el mar
de la niña enamorada, como sentencia.
la ternura de una madre,
todo es sonrisa de Dios. 3 Regresa, desde el sueño,
Dios es alegre. Dios es alegre. el hombre a su memoria,
Dios es amor. (bis) acude a su trabajo,
madruga a sus dolores;
2 Sí, Dios busca mi alegría, le confías la tierra y a la. tarde
Sí, Dios me quiere hacer feliz ¡sí! la encuentras rica de pan
¿Por qué callar mi canto y amarga de sudores.
si es oración mi canción juvenil?
El dio al arroyo su melodía 4 Y tú regocijas, oh Dios,
y al nuevo día un risueñor. y tú prolongas
Dios alegre, Dios Amigo, en sus pequeñas manos
el Dios que siempre va conmigo, tus manos poderosas
compartiendo mi esperanza, y estáis de cuerpo entero
brindando vida y amor. los dos así creando,
Dios es alegre. Dios es alegre. los dos así velando por las cosas.
Dios, es amor. (bis). 5 Bendita la mañana que trae
la gran noticia
198 SEÑOR, DIOS NUESTRO de tu presencia joven, en gloria
Señor, Dios nuestro, y poderío,
la serena certeza con que
qué admirable es tu nombre
el día proclama
en toda la tierra,
que el sepulcro de Cristo está vacío.
en toda la tierra.
1 Cuando contemplo el cielo, 200 TEN PIEDAD
obra de tus dedos,
— Ten piedad de mí, Señor,
la luna y las estrellas ten piedad, ten piedad.
que has creado. Ten piedad de mí, Señor,
¿Qué es el hombre para ten piedad de mí.
que te acuerdes de él,
el ser humano para darle poder? — Cristo, escucha y ten piedad
ten piedad, ten piedad.
2 Lo hiciste poco inferior Cristo, escucha y ten piedad,
a los ángeles, ten piedad de mí.
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras — Ten piedad de mí, Señor,
de tus manos, ten piedad, ten piedad.
todo lo sometiste bajo sus pies. Ten piedad de mí, Señor,
ten piedad de mí.
3 Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo, 201 SANTO
las aves del cielo,
los peces del mar, Santo, Santo, Santo es el Señor,
todo lo sometiste bajo sus pies. Santo es el Señor, Dios del Universo,
llenos están los cielos y la tierra
199 ALEGRE LA MAÑANA de tu gloria.
Hosanna, hosanna, hosanna en el
Alegre la mañana que cielo. (bis)
nos habla de Ti. Bendito es el que viene
1 En el nombre de Dios Padre, en el nombre del Señor.
del Hijo y del Espíritu Hosanna, hosanna, hosanna en el
saludamos el gozo de la luz cielo.
que nos llega, Santo, Santo, Santo es el Señor.
resucitada y resucitadora.
202 ACLAMACION PARA LA PAZ
2 Tu mano acerca el fuego
a la sombría tierra — Sea la paz con nosotros (3 veces)
y el rostro de las cosas y reine en todos siempre
se alegra en tu presencia. como nueva ley.
— La paz esté con nosotros (3 veces) Toma nuestros brazos
y con nosotros siempre, siempre, para construir aquí tu Reino
siempre esté la paz. de justicia y verdad, amor y libertad.
Danos tu paz, Jesús.
203 HIMNO DEL CONGRESO Sólo Tú puedes curar
EUCARISTICO nuestras heridas.
Señor, si te dejarnos entrar
No temas, dice el Señor, cambiará . nuestra historia.
no temas, pueblo mío, Ven, Señor Jesucristo,
ábreme de par en par y no tardes más. Amén.
todas tus puertas.
HIMNO DEL CONGRESO
Si lo dejamos entrar, EUCARISTICO
como en María la Virgen
El vivirá con nosotros. (Entonación de: Hasta tus plantas)
Si lo dejamos entrar Abre tus puertas a Jesucristo
todos verán su propio pecado abre tus puertas de par en par
y El hará la paz verdadera. abre tus puertas al Peregrino
que hoy en tu casa quiere entrar.
No temas, dice el Señor,
Ven Cristo Peregrino
no temas, pueblo mío, ven a nuestro corazón
ábreme de par en par y haz que vivamos todos juntos
todas tus puertas. en armonía, paz y unión. (bis)
Si lo dejamos entrar, Desde la blanca cordillera
E l m ori rá c om o un grano de trigo hasta el azul de nuestro mar
y su Cuerpo será el Pan de la Vida. hoy todo Chile te venera
Si lo dejamos entrar, cual si fuera un inmenso altar.
se quedará con nosotros
para construir un mundo de hermanos. Somos un pueblo peregrino
que va en busca de eternidad
No temas, dice el Señor, sólo siguiendo tu camino
no temas, pueblo mío, tendremos nueva humanidad.
ábreme de par en par Este es el pan santo y sagrado
todas tus puertas. que nos dejó Nuestro Señor
sea bendito y alabado
204 ORACION DEL CONGRESO el Sacramento de su amor.
EUCARISTICO
Antes de su padecimiento
Señor Jesucristo, Jesús nos dio a comer su pan
Hijo del Padre de los cielos, y dijo a todos al momento
por obra de l E spí ri t u Santo muriendo yo, así lo harán.
te hiciste hermano nuestro El que se acerca al sacramento
en María nuestra Madre. con fe viva y con devoción
Ven, Jesús, está cumpliendo el testamento
líbranos de todo temor, que nos dejó Nuestro Señor.
manifiesta a cada uno su pecado
y ten piedad de nosotros: Esta es la fuente de agua viva
Entra, Señor, que brota de la eternidad
queremos abrirte el que se sirva de esta agua
de par en par todas las puertas. tendrá alegría, gozo y paz.
Ven y danos tu Evangelio, Estando en la Santa Cena
única palabra de Vida. les dijo a todos el Señor
Ven a sufrir, a morir y a resucitar el que quisiera ser más grande
con tu Iglesia sea de todos servidor.
corno el grano de trigo.
Recibe, Jesús, el vino y el pan, Hay que servir a todo hombre
frutos de la tierra chilena con gran cariño y humildad
y del trabajo de este pueblo; Jesús se esconde en cada pobre
transfórmalos en tu Cuerpo que hay en nuestra sociedad.
y e n t u Sa ngre En toda humana criatura
para una gran fiesta de hermanos. hay una imagen del Señor
Vén y quédate y si nuestra mirada es pura
cuando es de noche y cuando amanece. te veremos en cada flor.

188
1. SINTESIS HISTORICA DE LA ORDEN
DE LA MERCED EN CHILE (1535-1981)

Con Diego de Almagro en el Descubrimiento

El día 3 de julio de 1535 salía de la ciudad del Cuzco Don Diego


de Almagro con un puñado de valerosos soldados, alentados con la sim -
pática presencia de los PP. Mercedarios: P. Antonio de Almarza, P. An-
tonio Solís que, en alas de su espíritu evangélico y de nuevas conquis-
tas, emprendía aquella arriesgada expedición que tenía por objeto el
descubrimiento y conquista de Chile, territorio de que tantas veces ha -
bían oído hablar a los Incas del Cuzco.
De que los PP. Mercedarios fueron los primeros que a estas tierras
llegaron lo acredita la declaración prestada en 1664 por el Visitador
General de la Provincia de Chile, Fr. Francisco de Saavedra Bustaman te
ante el General de Artillería don Francisco Meneses, Gobernador y
Capitán General del Reino de Chile, en donde dice: "Que su Religión
fue la primera en este reino que vino por mandato de su Majestad al
descubrimiento de él y a predicar el santo Evangelio, como lo continua -
ron por espacio de 18 años que no hubo otros sacerdotes sino solo los
de mi religión, pasando infinitos trabajos entre los infieles".
Pero donde más claramente se. prueba la venida a Chile del P. Al -
marza en la expedición de Almagro es en la declaración que el mismo
padre presta en el Cuzco el día 18 de octubre de 1558 en la información
que el secretario de Almagro, don Hernando de Sosa pide se haga para
probar y hacer valer sus relevantes servicios y méritos prestados en la
dicha expedición. 2

En 1548 vienen de nuevo para quedarse.

En diciembre de 1540 llegaba a las riberas del Mapocho el Gober -


nador Pedro de Valdivia, y el 12 de febrero de 1541 echaba los cimien tos
de la ciudad de Santiago.
El día 3 de diciembre de 1547 sale Valdivia del puerto de Quintero
de regreso al Perú.
Una vez en el Cuzco organiza una nueva expedición a Chile. En
carta al Emperador Carlos V con fecha 19 de octubre de 1550 le da
cuenta de dicha expedición y manda al Capitán Esteban de Sosa con
ochenta de a caballo delante por tierra; en ella venía el P. Antonio Co -
rrea, primer religioso que llegó a Chile en tiempo del -Gobernador Pe -
dro de Valdivia, fue en 1548.
La Virgen María bajo el título de la Merced toma posesión de es ta
tierra el año 1548, cuando llegó a Santiago el primer religioso. El P.
1
Dctos. Hist. T. 5, fol. 139. Archivo de la Merced-Santiago.
2
Audiencia de Chile, 1.44-12. Archivo General de Indias-Sevilla.
Antonio Correa, trayendo la imagen de Nuestra Señora de la Merced.
Desde ese momento, con rapidez, se extendió la devoción a la Virgen de
la Merced en Chile, como con rapidez se extendió en esta Gobernación
la acción apostólica de los primeros evangelizadores, que fueron los
Mercedarios.
Mientras tanto Valdivia regresa a Lima con el fin de reclutar gen te
y desde allí dirigirse a Chile por mar, lo que hace en efecto acompa ñado
de los PP. Mercedarios, Antonio de Olmedo y Miguel de Benaven te, con
orden expresa de sus superiores de "fundar casas é conventos"; llegando a
Chile a principios de abril de 1549.
En la información abierta en 1608 sobre los servicios prestados
por los Mercedarios, uno de los testigos, Cristóbal Muñoz declara: "De
la 81 pregunta dijo: que lo sabe como en ella se contiene porque este
testigo vino a éste reino en compañía de Pedro de Valdivia, primer Go -
bernador y Conquistador deste reino, en la cual vinieron los religiosos
de Nuestra Señora de la Merced... é fue la primera Orden que fundó
en este reino, lo cual sabe por, haberlo visto como dicho tiene".
En 1608 otra información en la ciudad de Santiago y en ella declara
,

el sacerdote don Melchor Calderón "y dice tener 82 años de edad, que
ha 52 y más años que está en este reino, que cuando él entró encontró
religiosos- Mercedarios y casa de la Merced edificada, que supo que la
primera Orden que se fundó en este reino fue la de la Merced". 3

Fundación de conventos en el siglo XVI


En abril de 1549, como queda dicho, llegaban a Santiago los PP.
Antonio de Olmedo y Miguel de Benavente quienes se reunieron con
el P. Correa que hacía algunos meses se encontraba en dicha ciudad.
La preocupación del P. Correa fue edificar casa en que establecerse y
poder recibir a los PP. que habían de venir con Valdivia. De aquí que
edificó un Hospicio al pie del curro de Huelén, inmediato a la ermita del
Socorro, en donde celebraba la Misa y adoctrinaba a los indios. Lle -
gados los PP. Antonio de Olmedo y Miguel de - Benavente se reunieron
con el P. Correa y vivieron los tres en comunidad. Así se fundó el pri -
mer convento y comunidad chilena, en Santiago.
Fundación del convento de Concepción. Los PP. Olmedo y Bena-
vente se encontraron en la fundación de Concepción. Cuando el histo -
riador Carvallo trata de este importante hecho, dice: "Se dio otro sitio
para santuario de Nuestra Señora de Guadalupe..." Lo mismo se hi zo
a favor de la Religión Mercedaria por solicitud de su Vicario Gene ral en
Chile. Sucedía esto en 1550; en 1553 encontramos allí al P. Mi guel de
Benavente como superior de dicho convento. 4
Fundación del convento de Imperial. En la fundación de la Impe-
rial se encontraron también los dos PP. Mercedarios Olmedo y Bena-
vente; Valdivia con el Cabildo les dieron solares en que edificar, el año
1552, así se desprende de la petición hecha por el P. Francisco Moncal -
villo ante el Ilustre Cabildo de la ciudad el 25 de septiembre de 1575;
en ella se dice "que al tiempo en se trazó esta ciudad, él Gobernador.
don Pedro de Valdivia y el Cabildo della, hicieron merced de los so -
lares y sitios con las vertientes de la vega honda; en los solares tiene
la Orden fundado un monasterio mucho tiempo á". 5
3
A.G.I., 77-6-10.
4
Col. Hist. Chil. Tomo 8, pág. 53.
5
Tomo 1; fol. 2. Archivo de la Merced-Santiago.
Fundación del convento de Valdivia. En este mismo año de 1552
se funda la ciudad de Valdivia, encontrándose también los Mercedarios
en donde edifican un convento. Los PP. Mercedarios es de todo punto
inexacto que tan sólo acompañaban a los expedicionarios en calidad de
capellanes. Desde luego se ve, cómo fundan casas y conventos en las
nacientes ciudades de Concepción, Valdivia y en la Imperial.
Cuando ocurrió el desastre en Tucapel, en diciembre de 1553, los
PP. Mercedarios se hallaban repartidos en las siguientes ciudades:
En Santiago el P. Antonio Correa, si bien en mayo y en diciembre
de ese año se hallaba en Concepción, donde permaneció, hasta el des -
pueble de la ciudad, en marzo de 1554;
En Concepción el P. Miguel Benavente;
En Imperial el P. Antonio S. Rendón;
En Valdivia el P. Antonio de Olmedo.
Los PP. Mercedarios pierden la casa de Santiago. Mientras los PP.
Mercedarios evangelizan a los indios del sur de Chile, prestando un
valioso servicio a la Iglesia Católica y a la Orden de la Santísima Vir -
gen de la Merced, llegan a Santiago los PP. Franciscanos en el año 1553
y ponen sus miradas en la casa que años antes había edificado el mer -
cedario P. Antonio Correa, quien a 'la sazón se encontraba en el cerco
de Concepción.
El 20 de marzo de 1554 los habitantes de Santiago ven llegar a los
pobladores de Concepción, junto con ellos venían los PP. Mercedarios
Correa y Benavente, con Francisco de Villagra; pero ¿cuál no sería su
sorpresa al apearse ante la ermita de Nuestra Señora de Socorro
y encontrar ermita y Hospicio ocupados por los PP. Franciscanos?
Por los años 1556 a 1557, el P. Antonio Correa, Comendador del
convento de Santiago, firmó una escritura en la cual aceptó la dona -
ción de unas casas con siete solares para la fundación del convento que
le hizo el Capitán Juan Fernández de Alderete. 6
Establecimiento de la Provincia de Chile. El año de 1564, los con-
ventos de Chile y Tucumán se separaron de la primitiva Provincia de
América y formaron una Provincia aparte que fue regida por un Vica rio
Provincial, el P. Rodrigo González de Carvajal. En 1566 encontra mos ya
al indicado P. Carvajal de Provincial efectivo. 7
Establecimiento del Noviciado. Parece que hasta la fecha no se ha
encontrado documento alguno referente al año de su fundación. Pero
sí, lo que podemos asegurar, es que fue antes del año 1565, pues en esa
fecha aparecen como religiosos profesos, los españoles siguientes: Fr.
Hernán de Espinel; Fr. Miguel Gómez; Fr. Diego Reinoso de Santamaría.
Estos tres religiosos ingresaron a la Orden aquí en Chile.
La Provincia Mercedaria de la Concepción de Chile, fue constituida
por los años de 1564 a 1566, siendo su primer Provincial el R.P. Rodrigo
González de Carvajal, que gobernó la reciente Provincia hasta 1572.

¿A qué vienen los Mercedarios?


La Merced dedicada en Europa a la Redención de Cautivos, en Amé -
rica se dedicó desde los inicios de la Conquista a la conversión de
los infieles y a civilizar a los indígenas.
6
Tomo 5; fol. 453. Archivo de la Merced-Santiago.
7
Dctos., Vol. 17. Archivo Arzobispado Santiago de Chile.
Miguel Olivares, Cronista, afirma: "el abrazado celo de estos obre ros
fervorosos no se contenía en el ámbito de las ciudades y entre los
españoles y así tomaron a su cuidado establecer misiones entre indios,
como lo consiguieron con mucha facilidad y las pusieron dependientes
y anexas a las ciudades y a sus conventos (Col. Histo. Tomo IV, pág.
230. Stgo. 1864).
Seguían las expediciones padeciendo con toda paciencia las mise -
rias y trabajos del hambre, frío, desnudez y manifiestos riesgos de la
vida.
Administraban parroquias de españoles por falta que había de
sacerdotes seculares. (ib).
El P. Antonio Rendón, mercedario, apóstol de Arauco escribe al
re y e l 28 de fe brero de 1575 e n su i nform e m uy re sponsa bl e , e nt re
otras cosas lo siguiente: "En 23 años que esta Sagrada Religión en esta
Provincia está fundada, nos hemos ocupado...: hemos bautizado, con -
fesado, predicado, socorrido a los pueblos que estaban, más había de
10 meses sin sacerdotes que se les habían huido y nosotros por tierra
de guerra y con riesgos de las vidas hemos acudido a favorecerlos sin
querer nadie socorrerlos" (Morales Alfonso, Historia General de la Or den
de la Merced en Chile, M.S. fol. 5 y sgs. Roma 1979).
Por e st e m i sm o e st i l o son 'l os i nform e s de l os m e rc e da ri os Juan
de Zamora en 1573, Francisco Ruiz, 1591, Diego de Aguilar, 1608, Rodri go
González de Carvajal, 1569, etc. (0.C. fol. 7).
Según las fuentes citadas la fisonomía del mercedario del siglo
XVI se presenta: como individuo de una Orden que inicia la predica -
ción del Evangelio en el Reino de Chile. Desde su llegada los merceda rios
se dedicaron a la conversión de los indios. Civilizan a través de la
Evangelización (enseñan a leer, escribir y dan conocimientos rudimen -
tarios de los números). Sirven parroquias (el primer cura de Osorno es
el P. Rendón, después ejerce el mismo servicio en la Imperial, Cañete,
,

Miga el P. — Francisco Ruiz, el primer Cura y Vicario de Chillán al fun -


darse la ciudad en 1580).
Como capellanes los mercedarios corrieron los riesgos de toda cla se
a que estuvo sujeto el ejército español; como capellán el merceda rio se
,

encuentra en el "ojo del ciclón" administra los sacramentos a


españoles, predica a españoles y naturales procurando instruirlos en
la fe, buen ejemplo y doctrina; también alguna vez empuñó la espada en
el campo de batalla como cualquier soldado (Morales Alfonso, 0.C., pág.
9). Sin embargo no es el aspecto castrense el quehacer de los mer cedarios
como se les ha querido identificar..., la cita de los documen tos, nos
evita cualquier comentario.

Formación Intelectual

Desde la fundación del Noviciado el personal fue en aumento, a


juzgar por las hojas, que se han salvado del primer libro de profesio nes;
pues, sólo en el año de 1592, profesaron ocho y él año siguiente cinco. 8
De los novicios que profesaron al principio de este. último dece nio,
salieron aquellos coristas que, con otros de Santo Domingo y de San
Francisco, asistían a las aulas del colegio de los PP. Jesuitas de es ta
ciudad, siguiendo con aprovechamiento los cursos de Artes y Teo logía.
8
Lib. de Profesiones 1\1? 1. Archivo de la Merced-Santiago.
También sería muy importante que en esta ciudad de Santiago hu -
biese Universidad, escribía su Obispo al rey, el 20 de marzo de 1602,
porque en ella hay cinco conventos muy principales y religiosos de mu -
chas letras, y en ellos hay estudios de gramática, artes y teología. Aquí,
como se ve, está incluido el convento de la Merced, pues que con los
otros de - Franciscanos, Dominicos, Agustinos y Jesuitas constituyen el
número de las cinco Ordenes religiosas que hasta la fecha habían lle-
gado a Santiago.
En abril de 1589 profesó Fr. Juan de la Barrera, y éste es el pri -
mer catedrático. Por este tiempo floreció el P. Pedro de Migueles, na -
tural de España; vino a Chile en la expedición de Antonio de Mosque ra,
en 1605.
Fr. Pedro se aplicó con tanto tesón a los estudios, para los cuales
tenía singulares talentos, que luego que acabó de oír el curso de ellos,
fue señalado para que leyese públicamente la Filosofía y la Teología
y sacó aventajados discípulos en ambas facultades, cuyo crédito fue
causa de que le enviase su Generalísimo, consecutivamente los grados
de Presentado y Maestro de la Orden. En 1619 ya era Presentado y Co -
mendador del convento de Santiago; en 1628 es Maestro en Teología y
en 1637 Provincial. Después tenemos con los mismos grados a los PP.
Francisco Leal, Rodrigo de Lobato, Juan Honorato, Juan de Salas, An -
drés Maldonado, Antonio Valle, Florián de la Sal, religiosos doctos en
todas las ciencias eclesiásticas.
Así es como los Mercedarios fueron levantando el gran edificio in -
telectual en sus claustros, no obstante las ruinas materiales que por
todas partes les rodeaba. Se despertó también entre ellos una gran emu -
lación por las letras, pues, ya no se contentaban con los títulos y gra -
dos adquiridos por la enseñanza en sus aulas o por la predicación. Es
de advertirse que, por precepto constitucional, tenían que ser tomistas en
las facultades mayores, y además exponer y defender la Inmaculada
Concepción de María. 9

Caracteres de la acción apostólica durante la Colonia


El largo período colonial encuentra a los mercedarios realizando
una acción en el país, centrada en la evangelización: el anuncio de Je-
sucristo en brazos de María, su Madre Santísima, como correspondía a
una población en situación de misión y a una Orden con fisonomía
mariana.
La Colonia no fue para la Orden .de la Merced una siesta colonial
sino una época de profundo dinamismo; durante ella la Provincia con -
quista su propia fisonomía; él trabajo evangelizador ocupa diversos
ministerios: el ministerio de la colecta de dineros para la redención de
cautivos en Africa, ministerio que estaba de acuerdo a su finalidad co mo
Orden Religiosa; la atención de Doctrinas tanto en el Norte como en
el, centro del país: Copiapó, Coquimbo, Huasco, Nancagua, Peumo,
Pichidegua, etc. Las doctrinas eran servidas por los religiosos depen -
dientes de los conventos. Estas desaparecen cuando se transforman en
Parroquias. Las misiones de carácter circulante fueron para los merce -
darios una forma de llevar a Cristo a los lugares más difíciles del te -
rritorio: Araucanía, Valdivia, Osorno, Llanquihue, Chiloé e islas ad -
yacentes . Y esta acción por el Sur fue desde su llegada hasta 1911; muy
.

buenos misioneros mercedarios hubo en Chile. Su acción los recuerda,

9
Información de 1689. Dctos. Hist. Archivo de la Merced Santiago.
-
en la cantidad innumerable de capillas, parroquias dedicadas a la Vir gen
de la Merced.
El ministerio parroquial fue una manera de responder a los pro -
blemas de la Iglesia. Encontramos a los mercedarios ejerciendo este mi -
nisterio en los lejanos años de la conquista llegando a su máxima ex -
presión en el siglo XVIII, y con preferencia en la parte norte del país.
Fue también una preocupación de la Orden en Chile desde los co -
mienzos abrir escuelas en sus conventos y especialmente en las doctri nas.
En la declaración de un testigo, Luis Muñoz, acerca de los servi cios de
los mercedarios, dice en 1632, que los religiosos de Nuestra Se ñora de las
Mercedes mantenían escuelas para niños en 1594. Pasaba esto en el
convento de Mendoza, y en otros (San Juan, San Luis) que por entonces
dependían de la Provincia Mercedaria Chilena. Durante la Colonia tuvieron
escuelas los conventos de Copiapó, La Serena, San Felipe, Santiago,
Castro, Concepción.
Así con esta visión simple, se describe una larga y fecunda acción
de la Orden en el país (Cfr. Hist. Gral. de la Orden de la Merced en
Chile, págs. 267-390 Fr. Alfonso Morales R. obra inédita, Roma 1979).

Fundación de Conventos en la Colonia

El 8 de octubre de 1608 encontramos al Comendador de San Luis


de Loyola, recibiendo de don Alvaro de Villagra, Teniente de Goberna dor
y Capitán General, una chacra y otras donaciones para el conven t o y a
fundado (1594).
De lo dicho se desprende que el convento de San Luis de Loyola
fue fundado por el año 1594. Fundan también el convento de San Juan
de la Frontera (1596). Los PP. Juan de Zamora, Diego Villalobos y
Francisco Velásquez acompañaron en sus expediciones al Gobernador
Bravo de Saravia y se hallaron en Chiloé con Ruiz de Gamboa los PP.
Antonio de Escobar y Francisco Ruiz. Con fundamento puede supo -
nerse que de 1594 data la fundación del convento de Castro, que tanta
importancia alcanzó por la fama de sus religiosos, evangelizadores in -
cansables de aquellas inhospitalarias islas.
Tuvieron también los Mercedarios otros convenios llamados de
Santa Inés, pues, en el Libro de los Capítulos Provinciales de la Pro -
vincia de Chile, en el celebrado el 12 de diciembre de 1606, entré los
nombramientos que allí se hacen aparece el del P. Diego Machín como
Vicario de la Casa de Santa Inés.
En 1612 se fundó el convento del valle de Chimbarongo, con cuantio sas
rentas para su sostenimiento. Durante largos arios fue Seminario de
Misioneros, cuyo fecundo apostolado se extendía hasta Castro, Chiloé y
Guafo. También fue destinado como Casa-Noviciado.
El 6 de junio de 1715 ante don Antonio Velásquez de Covarrubias,
Gobernador del puerto de Valparaíso, vendió al R.P. Jerónimo de Vera
de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, en el lugar llamado Al -
mendral, más solares para en ellos edificar un convento de la Orden,
lo que llevó a efecto con la licencia del entonces Vicario Provincial Fr.
Ambrosio del Campo. Pero antes habían fundada en el barrio "Mata -
dero" (1591-1599).
En el Capítulo Provincial del 9 de diciembre de 1723, se acordó por
todos los capitulares, fundar el convento de Quillota lo que se hizo en
efecto, nombrando Comendador del mismo al R.D. Valeriana Lillo.
El 17 de marzo de 1736 se celebró Capítulo Provincial y en él apa rece
un nombramiento de Presidente .de la Casa de Copiapó. Dicho nom -
bramiento, juntamente con los de Valparaíso y Quillota, los deja el Ca-

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