Clase 8 Neorrealismo Italiano y Nouvelle Vague
Clase 8 Neorrealismo Italiano y Nouvelle Vague
Clase 8 Neorrealismo Italiano y Nouvelle Vague
El género se desgasta y luego aparecen los spaghetti western como los films de Sergio de Leone.
Por unos dólares más (en Argentina: La muerte tenía un precio) (1965), donde aparece una burla
al género, exagerando los rasgos del género original.
https://www.youtube.com/watch?v=iTI9gWJ7f3k
(Ver desde minuto 43 al 57)
En este fragmento se muestra un duelo, típico recurso narrativo del western, pero es un duelo
particular, ya que no está destinado a que alguno de los oponentes muera, sino, todo lo contario,
genera que trabajen juntos en la búsqueda del criminal apodado ‘el indio’. Los motivos por los
cuales cada uno de los caza recompensas lo busca difieren.
En el caso del musical, podemos ver Gold Diggers (1933) Busbi Berkeley.
Y un fragmento de Cabaret, (1973) de Bob Fosse, donde las temáticas políticas afloran a
través de coreografías y letras de canciones.
Pero no es tan tardíamente que la edad de oro de Hollywood se va a enfrentar con modelos que la
confrontan, sino que en el mimo seno de ese período, un cineasta como Orson Welles, en 1941,
producido por la RKO, va a realizar un film como Citizen Kane que escapa a las distintas
categorizaciones, y sin embargo, es etiquetado como drama. En este film, Orson Welles pone en
juego una estrategia de trabajo que escapa a la habitual de la política de estudios y el montaje,
tan bien elaborado para la fecha, y articula su film a partir del plano secuencia.
André Bazin verá en esta propuesta realizada su creencia respecto de la imagen captada a través
de un mecanismo técnico, registrar la realidad misma de manera automatizada, sin gran
intervención por parte de un sujeto, salvo la selección del objeto.
“La fotografía, poniendo punto final al barroco, ha librado a las artes plásticas de su
obsesión por la semejanza. Porque la pintura se esforzaba en vano por crear una
ilusión y esta ilusión era suficiente en arte; mientras que la fotografía y el cine son
invenciones que satisfacen definitivamente y en su esencia misma la obsesión del
realismo. Por muy hábil que fuera el pintor, su obra estaba siempre bajo la hipoteca
de una subjetivación inevitable. Quedaba siempre la duda de lo que la imagen debía
a la presencia del hombre. De ahí que el fenómeno esencial en el paso de la pintura
barroca a la fotografía, no reside en un simple perfeccionamiento material (la
fotografía continuará siendo durante mucho tiempo inferior a la pintura en la
imitación de los colores), sino en un hecho psicológico: la satisfacción completa de
nuestro deseo de semejanza por una reproducción mecánica de la que el hombre
queda excluido. La solución no estaba tanto en el resultado como en la génesis.”
“(…) La originalidad de la fotografía con relación a la pintura reside por tanto en su
esencial objetividad. Tanto es así que el conjunto de lentes que en la cámara
sustituye al ojo humano recibe precisamente el nombre de “objetivo”. Por primera
vez, entre el objeto inicial y su representación no se interpone más que otro objeto.
Por vez primera una imagen del mundo exterior se forma automáticamente sin
intervención creadora por parte del hombre, según un determinismo riguroso. La
personalidad del fotógrafo sólo entra en juego en lo que se refiere a la elección,
orientación y pedagogía del fenómeno; por muy patente que aparezca al término de
la obra, no lo hace con el mismo título que el pintor. Todas las artes están fundadas
en la presencia del hombre; tan sólo en la fotografía gozamos de su ausencia. La
fotografía obra sobre nosotros como fenómeno “natural”, como una flor o un cristal
de nieve en donde la belleza es inseparable del origen vegetal o telúrico.”
(Bazin:1999)
El neorrealismo italiano
“(…) Como todo movimiento artístico [el Neorrealismo Italiano] va a poseer una
interpretación de la realidad, una forma de ver peculiar y además, una crítica particular. (..)
El realismo anterior a la post Guerra, era casi deshumanizado, frio, sin poesía y tenía escasa
fuerza o el débil sentimiento de unos seres que contemplaban la vida como espectadores”
(Caro:1955, pp 13-14)
“Creemos que existe una serie de condiciones y características que son suficientes
para que a estos films se les pueda dar el calificativo de escuela. En primer lugar,
tienen una característica completamente opuesta al cine italiano que le precedió, y un
sabor propio ya internacionalmente admitido; en segundo lugar, ocupa un período y
está íntimamente ligado a un hecho histórico de trascendencia –la guerra-, y por
último, se compone de gentes que tienen parecidos antecedentes, iguales maestros y
las mismas ansias de lucha.” (Caro:1955)
Esta escuela no aparece aislada, sino que el contexto histórico en que se genera, iniciará en los
países involucrados en la guerra un intento de reconstruir identidades, con problemáticas propias,
diferenciándose de la invasión que significó, desde el plano cultural, el cine hollywoodense. Así
entonces, el Free Cinema en Inglaterra, el Neuer Deutscher Film (que se dará posteriormente),
así como la Nouvelle Vague francesa.
La impronta de estos nuevos cines se desarrollará como un proceso histórico. No irrumpen
violentamente con la caída de regímenes dictatoriales, sino que previo a este acontecimiento ya
hay búsquedas estéticas novedosas. La idea de la mayoría de estos nuevos cines fue rescatar de la
tradición cultural de cada país lo que consideraban más valioso, tendiendo puentes hacia el
pasado, con una mirada renovadora. Se insertan en una renovación cultural más amplia, que
abarca también la literatura, la música, las artes plásticas.
Se considera al Neorrealismo como precursor de estos nuevos cines, por la época temprana en
que surgen sus producciones. Incluso bajo el régimen de Mussolini, Luchino Visconti realiza
Ossessione (1943) considerado el primer film neorrealista.
¿Cuáles son los principios en los que se basa el Neorrealismo Italiano?
Raymond Bordé describe cinco aspectos relevantes que lo separan de experiencias realistas
anteriores (como ser el cine francés de los años ’30).
En primer lugar, el verdadero tema del film no recae en lo que sucede a los personajes, sino que
está por detrás, algo más amplio que las experiencias individuales retratadas (por ejemplo, la
desocupación, o la explotación)
En segundo lugar, los intérpretes, en algunos casos son profesionales, pero en la mayoría de los
films neorrealistas, los protagonistas son quienes viven las experiencias que son retratadas. Se
pone en evidencia de este modo, el trasfondo humano de los relatos. Desde un punto de vista
técnico, se suprime el ensayo y el diálogo parte de sugerencias y no de la reiteración de un guion
prestablecido.
En tercer lugar, se suprime el estudio en la medida de las posibilidades, dejando lugar a las
locaciones reales donde los personajes viven.
En cuarto lugar, los diálogos no son convencionales.
En quinto lugar, se prefiere la fotografía en blanco y negro, con predominio de los grises y no
los contrastes (como era el caso del expresionismo)
¿Aplicar estos preceptos en forma mecánica hacen de un film un relato neorrealista? De ninguna
manera. Estos preceptos, carentes de alma, de una forma de sentir y de ver, de un espíritu de
comprensión y de lucha, no conforman lo esencial del movimiento.
El cine italiano anterior a neorrealismo, llamado cine de los teléfonos blancos, era un cine de
carácter comercial y escapista, realizado en estudios, con el criterio de apoyar al régimen de
Mussolini. Y es del seno de este mismo cine que van a surgir los que se rebelan. Vittorio de Sica,
pasa de ser el galán de las películas del régimen para ser uno de los principales directores del
Neorrealismo Italiano.
El acompañamiento teórico de esta escuela, se dio a través de dos vertientes fundamentales: los
cine clubes y las revistas Bianco e nero (donde escribieron Luigi Chiarini, Antonio Pietrangeli, y
la revista Cinema, bajo la dirección del hijo del Duce, Vittorio Musolini, donde colaboraron De
Santis, Michelangelo Antonioni, Luchino Visconti, revistas que fueron decisivas para la
publicación de las nuevas ideas cinematográficas a partir de las cuales los realizadores
trabajarían luego en sus films. El artículo del Visconti, “Un cinema antropomórfico” será una
suerte de manifiesto para el Neorrealismo. A partir de estas escrituras, se conformará la escuela
de los futuros cineastas, el Centro Sperimentale di Cinematografía (Roma) –donde se formarán
muchos cineastas que luego serán parte del Nuevo Cine Latinoamericano.
Pasar de la crítica y la reflexión sobre el audiovisual a la realización no fue tarea fácil, en una
época en que no abundan los recursos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los estudios
cinematográficos fueron destruidos o convertidos en campos de refugiados (Cinecittá), había
escasez de película virgen, problemas con los laboratorios que carecían de insumos para el
revelado de los films, la dispersión de las empresas productoras, el cierre temporal del Centro
Sperimetale de Cinematografia.
De este modo, el Neorrealismo se puede entender como una refundación del cine italiano,
aunque paralelamente, también resurgía la producción de carácter industrial, que se recompuso
rápidamente.
Los neorrealistas supieron sacar provecho de la adversidad, tanto desde lo estético como desde lo
temático. Roma ciudad abierta (1945), Paisa (1946), ambas de Roberto Rossellini, El
limpiabotas (1946) de De Sica, ponían en evidencia que la carencia de dinero no era obstáculo
para hacer buen cine, sino que daba libertad para las historias que se querían contar. Estos do
elementos serán el fundamento para la mayoría de los nuevos cines, y “es ahí donde radicaba el
cambio decisivo para la historia del cine” (Monterde:1987).
El paso del tiempo, breve por cierto, hizo que los preceptos del neorrealismo se endurecieran,
para poder mantener una impronta que lo caracterice desde lo estético y lo ético. Y una vez
afirmado en su forma, comienza la etapa de decadencia o de superación.
La caída de Mussolini aceleró el deseo de mostrar la disconformidad a través de una mirada
sincera sobre los despojos de Italia de post guerra.
Esta manera de trabajar, conlleva aplicar algunas de las fórmulas que ya analizamos cuando
estudiamos el melodrama. La coincidencia abusiva es uno de los factores más evidentes, ya que
toda la desgracia de una población se muestra concentrada en una familia única. A su vez, el uso
de la música en los films neorrealistas, dista a veces, de tener una marca de ‘italianidad’, muy
por el contrario, la música no nos ubica regionalmente, y es usada a modo de pleonasmo, es
decir, subrayando las emociones de los personajes. Otro aspecto relevante, es que la Historia es
contada a través de las vivencias de los individuos, y no el individuo visto a través de la
Historia. Se humaniza el relato.
El neorrealismo italiano, entre sus elementos de ruptura, como mencionamos antes, utiliza un
guion flexible, alejándose de la idea de guion de hierro propio del cine soviético propiciado por
Eisenstein.
En su recorrido a través del tiempo, se observa que esta escuela va modificando el tono de sus
obras, adaptándose, tanto en las temáticas como en los recursos técnicos y estéticos. Según
Monterde, el Neorrealismo tornó difuso a través de vías individuales y poéticas personales. Tales
son los casos de Rosellini, De sica, Visconti, Antonioni o Fellini.
Este movimiento, que surge de la negación de las formas de realización anteriores, que serán
guía también de los otros nuevos cines.
Se plantea anti-retórico, en oposición al cine realizado bajo el fascismo, abandonando retratar lo
ejemplar para mostrar lo cotidiano; el carácter de anti-espectáculo, reduciendo la distancia entre
la vida y el espectáculo, situando al espectador en la conciencia de lo real. Esta actitud marca la
reflexión sobre los mecanismos del cine en tanto espectáculo, un metalenguaje que será
profundizado por movimientos posteriores.
El rechazo de la presencia de los ‘divos’ lo proclama como anti-estelar, buscando no trabajar
con actores considerados parte del star system, y esta actitud conlleva que sus personajes sean
anti-héroes. Este tipo de personaje no intenta tener conductas ejemplares, sino que vive las
circunstancias. El anti-héroe ofrece, según Monterde, dos modelos: la mezcla mártir/héroe
positivo no exento de contradicciones y temores, y el hombre cualquiera. Un personaje que
nunca perderá la noción de pertenencia de clase y de ser parte de una colectividad.
El rechazo del uso de actores conocidos no fue tan radical, sino que buscan un nuevo tipo de
‘estrella’, dada la necesidad de identificación popular con este cine, y alejarse del glamour como
forma de atracción, con actores y actrices cuya belleza difiere de los cánones convencionales. De
este modo, el Neorrealismo llega a conformar su propio sistema de estrellas. De aquí surgirán
Vittorio Gassman, Sofía Loren, Marcelo Mastroiani, Silvana Mangano, entre otros.
La influencia de esta escuela seguirá vigente en el cine italiano, en directores como Federico
Fellini, o Ettore Scola, en muchos de cuyos films aparecen estampas de la sociedad italiana, que
en el caso de Amarcord (1973) hacen referencia a situaciones bajo el régimen de Mussolini.
Ettore Scola, por su parte, rinde homenaje al cine encuesta de Zavattini en films como Gente de
Roma (2003).
Para cerrar este apartado, es fundamental tener en cuenta que el Neorrealismo Italiano será una
de las fuentes principales para los cines políticos latinoamericanos, en lo que refiere a las
temáticas, el compromiso con la sociedad que retrata, la pertenencia política, el lugar de lo
humano, la denuncia social, el bajo presupuesto, el uso, en muchos casos, de actores no
profesionales…
“En definitiva, el Neorrealismo se caracteriza por la ambigüedad estética fruto de una
voluntad realista entendida como forma de implicación en los acontecimientos del
contexto social y una llamada a la implicación sentimental del espectador, convertido
en cómplice mediante una escritura abiertamente melodramática en mucho de los
films; en un constante fluir de lo individual a lo colectivo, en una mezcla de
postulados humanistas y políticos que devienen en una auténtica moral neorrealista
que, a la postre, resulta el elemento más explícitamente definidor del Neorrealismo y
el que mejor permite establecer límites y clasificaciones. Partiendo de la crónica
cotidiana y camino de un realismo epifánico, que Rosellini y Antonioni llevarán a sus
cumbres, crítico, de la mano de Visconti, o místico, en el cine de Fellini, el
Neorrelismo, que no puede renunciar a perseguir el fantasma de ‘lo popular’ en el
sentido gramsciano, que devendrá en el encuentro de una retórica melodramática al
servicio de una estética de voluntad realista. Todo eso ejercerá una influencia variada
sobre los ‘nuevos cines’, pero en todo caso abrirá algunas de las vías decisivas del
camino de la modernidad cinematográfica, de la que así el Neorrealismo se constituye
a todos los efectos y con todos los merecimientos en uno de sus decisivos momentos
fundacionales” (Monterde:1987)
Ahora bien, los jóvenes participantes de Cahiers du Cinéma, a la hora de realizar sus
producciones, se alejan de esta mirada que considera al espectador como elemento fundamental,
y adhieren con mayor firmeza a la idea de Alexandre Astruc, quien proclamó el estilo caméra-
stylo (cámara-lapicera)- La figura del autor toma un rol preponderante, donde puede poner en
evidencia sus ideas y modos de ver, pero desde un punto de vista personal. Estos planteos,
necesitaban de la elaboración de un método de análisis del relato audiovisual en su puesta en
escena, su valor y su significación, focalizando el interés en los valores técnicos y formales del
film.
Entre ellos se encontraban François Truffaut (Los cuatrocientos golpes, 1959), Claude Chabrol
(El bello Sergio, 1958), Jean-Luc Godard (Al final de la escapada, 1960), Eric Rohmer (Le signe
du lion, 1959), Jacques Rivette (Paris nous appartient, 1960). Junto con otros realizadores
(Louis Malle, Alain Resnais, Agnès Varda, Chris Marker, Georges Franju, Jacques Demy, etc),
formarán la llamada Nouvelle vague, donde proponen una nueva forma de hacer películas. Esta
nueva manera de hacer cine pretende romper con el cine tradicional, a través de recursos como:
A) Hacer un cine personal;
B) La idea de caméra-stylo (cámara como si fuera una lapicera estilográfica)
C) Cine espontáneo y directo
D) Escapar del sistema de estudios;
E) Renunciar a la perfección formal (al lenguaje tradicional cinematográfico, la idea del
montaje invisible); que se suman a la llamada política de autores, considerando hacer
una producción más artesanal.
Sin embargo, admiraban a algunos ‘autores’ que en EEUU habían logrado hacer un cine personal
incluso dentro del sistema de estudios, como Hitchcock, Hawks, Minelli. Los jóvenes franceses
apelan a la puesta en escena y plantean una profunda relación entre las dimensiones teórica y
creativa.
Bazin, siempre apegado a la noción de realidad, plantea una teoría cinematográfica que no se
basaba en el montaje sino en los elementos constitutivos del filme (sonido, objetivos, color,
panorámica) que acentuaban la impresión de realidad, poniendo en evidencia el carácter
manipulador y artificioso del montaje (Costa:1991). Apela a un cine que respete las condiciones
cotidianas de la percepción de las cosas y de la vida, recurriendo a la reproducción mecánica, la
noción de “montaje prohibido”, continuidad y duración real del acontecimiento dramático
representado. El plano secuencia, para él, permitirá una lectura más libre de la obra (aunque
parece no tener en cuenta que el plano secuencia implica un montaje interno).
En los años ’60, frente al surgimiento de este nuevo grupo de cineastas, un crítico
cinematográfico, Micciché, sintetizó en cuatro puntos los elementos que unían a directores cuyas
obras apuntaban a la expresión de su subjetividad.
1- La estructura narrativa: abandono de las tramas novelescas y la elaboración de
personajes desarrollados.
2- El lenguaje fílmico: se abandonan las formas sintácticas y expresivas que ocultaban los
procedimientos de puesta en escena, poniéndose en evidencia los recursos narrativos,
evidenciando la subjetividad del autor.
3- La ideología: se sustituye la manifestación de un mensaje unívoco y directo por formas
más desdibujadas, basadas en procedimientos alegóricos o metafóricos. (Más allá de que
Godard, a fines de la década del ’60 pasa a hacer un cine abiertamente político)
4- La estructura productiva: se hace necesaria una nueva forma de producción,
distribución y exhibición de los films, alternativos a los circuitos comerciales
tradicionales.
Antonio Costa rescata premisas expresadas por los participantes de este grupo de cineastas:
François Truffaut: “todo buen film debe ser capaz de expresar simultáneamente, una concepción
de la vida y una concepción del cine” , expresar las propias inquietudes y malestar. El nuevo
cineasta toma conciencia crítica del medio utilizado reflexionando sobre su naturaleza y siendo
consciente del lenguaje.
Jean-Luc Godard: “cada film es un ensayo sobre las imágenes en aspectos narrativos y
sociológicos”, establece una relación entre el director y la historia que se cuenta, así como una
relación entre el actor y el personaje, reflexionando sobre el papel de los medios de
comunicación (palabra, cine, publicidad, etc).
Godard va a tomar como recurso la desestructuración de la continuidad fílmica, descomponiendo
el flujo narrativo y de las técnicas de raccord clásicos, basándose en la improvisación, real o
simulada.
Disonancia/deconstrucción/distanciamiento brechtiano (se ve muy claramente en La Chinoise
(1968) Jean -Luc Godard. Ver 5 primeros minutos. Allí aparece la raigambre ideológica
claramente planteada, la superposición de mensajes, y una frase clave: “un film en train de se
faire” -un film que se está haciendo- idea de obra inacabada que será clave en los cines
políticos latinoamericanos). Luego de una primera etapa donde va a reelaborar el lenguaje a
partir de los géneros clásicos, pasa a una etapa de militancia (1968) marxista-leninista, tomando
un fuerte partido ideológico en sus films.
Estos cineastas, en el pasaje de la reflexión sobre el lenguaje cinematográfico a la realización,
ponen en evidencia su propio malestar, y sus inquietudes. Su trayectoria en la crítica reflexiva los
hace conscientes del medio expresivo que utilizan. Con lo cual, serán muy precisos en la
elección de los recursos con los que quieren narrar sus relatos.
Este breve video resume con mucha claridad los conceptos principales de La Nouvelle Vague, sus
referentes y sus proyecciones estéticas.
Tomamos como punto de partida una fecha paradigmática para el surgimiento del cine político
latinoamericano los años 1955/56. En este año, en tres países distintos, se realizan filmes con
características formales y temáticas similares.
En Argentina, Fernando Birri, realiza Tire dié; en Cuba, Julio García Espinosa y Tomás
Gutiérrez Alea, realizan El mégano; en Brasil, Nelson Pereira dos Santos, Rio 40 grados.
Tiredie http://youtube.com/watch?v=QS2eTbys_UA
El mégano http://youtube.com/watch?v=KEDJDrN_48E
Rio 40 grados http://youtube.com/watch?v=mutKYwMc-Jg&t=495s
Estos tres films surgen paralelamente, en países con contextos políticos complejos. En
Argentina, Perón es derrocado por la llamada Revolución Libertadora, de la mano de Leonardi y
Aramburu; en Cuba, el dictador Fulgencio Batista, está enquistado en el poder desde hacía más
de una década, a partir de distintos artilugios políticos; en Brasil estaba finalizando el gobierno
de Getulio Vargas, implantado en el poder dese 1930, gobernando por decreto, suprimiendo el
congreso, persiguiendo a los comunistas - finalmente, se suicida, y en 1956 asume el presidente
democrático Juscelino Kubischek. Este año ’55 es paradigmático para las nuevas cinematografías
latinoamericanas, ya que surgen los primeros esbozos de proyectos de cine político: el grupo cine
liberación en Argentina, Cine Rebelde en Cuba, el Cinema Novo en Brasil.
Cuando hablamos de semejanzas en los aspectos formales y temáticos de estas cinematografías,
es necesario tener en cuenta que los cineastas mencionados, excepto Nelson Pereira dos Santos,
estudiaron en el Centro Sperimentale de Roma, con Cesare Zavattini. Es decir, se formaron con
uno de los principales guionistas del neorrealismo italiano, y el autor del llamado ‘Cine
encuesta’.
Este movimiento italiano, va a ser el germen estético del cine político Latinoamericano. Los
cubanos Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa, estudian en el Centro Sperimentale di
Cinematografia, dirigido por Zavattini, trayendo los lineamientos de trabajo neorrealistas a su
país.
El argentino Fernado Birri hace lo propio entre 1950 y 1953. En 1956 funda El instituto de
Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral. En el marco de este instituto, realiza el
cortometraje Tire Dié, basado en el sistema de encuesta social filmada, donde aparece la
voluntad de mostrar y denunciar una realidad que no es tenida en cuenta en las producciones
audiovisuales, la vida de los barrios marginales, viste desde un punto de vista humano, interno al
grupo retratado. Luego, en 1986, será el fundador de la escuela de cine y televisión de San
Antonio de los Baños en Cuba.
(Ver Tire Dié. Créditos, toma aérea inicial, luego del minuto 21 hasta el final)
https://www.youtube.com/watch?v=QS2eTbys_UA
Ya desde los créditos, se puede observar que la propuesta de este film escapa a cualquier
producción convencional. No está producido por ningún estudio sino por una Universidad, lo
que implica que está legitimado desde un lugar distinto que no tiene que ver con el audiovisual
funcional al sistema económico.
La primera toma, una extensa vista aérea de la ciudad de Santa Fe, está acompañada por una voz
en off que sólo indica datos estadísticos, fríos, puramente números. Datos cuantitativos, que
pueden ser muy útiles a funcionarios para conocer el gasto público y privado, las actividades de
la urbe, pero que nada nos dicen en términos cualitativos de sus habitantes. Es cuando termina
esta la larga toma que llegamos al lugar que se quiere retratar, conocemos a las personas que
habitan el lugar, qué actividades realizan, cuál es el grado de humanidad y miseria en que viven.
Allí se realizan encuestas a los habitantes, sobre su modo de vida (supervivencia). Se los
muestra en la crudeza de su miseria. Se los graba con sus pocos bienes y sus imposibilidades de
insertarse en el mundo que refleja la estadística. La secuencia final del film, muestra uno de los
factores que les permiten sobrevivir en ese contexto, el paso del tren que pasa sobre el ancho Río
Salado, obligado a circular lentamente, por cuestiones de infraestructura deteriorada, y que los
niños que habitan en la zona aprovechan para correr al lado de las vías pidiendo monedas a los
pasajeros.
Tire Die, es entonces pedir diez centavos a los pasajeros del tren, arriesgando la vida de esos
chicos. Esta experiencia de Birri, es inaugural para el Cine político en Argentina.
El cine transformado, intérprete de tensiones sociales globales y locales, por Alfredo Marino
La Generación del 60
En la cinematografía nacional, observamos en los años sesenta dos tendencias que se suman a la
clásica industrial. Una tendencia política, militante alrededor del Grupo Cine Liberación y otra
existencialista, la generación del 60.
Y por último el boom de la literatura latinoamericana que en los años 60 hizo conocer a artistas
que desde la literatura dieron cuenta de una sociedad en transformación. Ejemplo de esto es la
obra de Julio Cortazar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
Esta crisis que llevo al borde de la extinción a la cinematografía argentina fue atenuada en parte
por la cuota de pantalla que obligaba a los exhibidores a incluir películas nacionales cada
determinada cantidad de extranjeras y a ayudas económicas a través de créditos blandos.
Octavio Getino (1998) Cine argentino entre lo posible y lo deseable. Historia y Dependencia .4:
La hora de los “logreros” (1943-1955) p. 20.y 5: “Nuevo Cine” y desarrollismo (1955-1966) Ed.
Ciccus. Argentina
Textos/Getino_CINE_ARGENTINO.pdf
Luego del derrocamiento de Juan Domingo Perón por un movimiento cívico militar pero no
necesariamente a consecuencia de esto, se dan una serie de circunstancias que van a terminar
gestando la antes mencionada Generación del 60
Este grupo está compuesto por una serie de individualidades sin un proyecto en común ni
bandera que los una, el antecedente formal y estético lo encontramos en Leopoldo Torre Nilsson.
Nilsson estrenó en 1957 La casa del ángel, esta película marca el inicio de una serie de filmes
con características particulares en cuanto a lo temático y búsquedas formales, la co autoría con
Beatriz Guido genera una serie de producciones que se puede inscribir en lo que ya para ese
entonces se denominaba cine de autor.
https://www.youtube.com/watch?v=f26FqMslOYM
El Fondo Nacional de las Artes creado por ley 1.224/58 tenía como objeto el prestar apoyo
económico para fomentar actividades artísticas, literarias y culturales en la Argentina, de ahí la
posibilidad de producir sus primeras experiencias de directores como Rodolfo Kuhn, David
Kohon
Manuel Antín es un autor que interpreta la literatura de Julio Cortázar y da cuenta de ella a
través de Intimidad de los parques (1965), La cifra impar (1962) y Circe (1964) desde una
postura absolutamente existencialista explora el tema de lo femenino, de su psicología y la
fragmentación del individuo, utilizando un lenguaje absolutamente cinematográfico abierto y
desestructurado generando un objeto polisémico libre de interpretación y absolutamente
transgresor.
Filmografía complementaria
Bibliografía
Bazin, André. Ontología de la imagen cinematográfica. En ¿Qué es el cine?, Rialp, Madrid.
1999.
Costa, Antonio. Saber ver el cine. Paidós. 1991. Barcelona.
Sadoul, Georges. Historia del cine mundial. S XXI. 2000. México.
Todorov, Tzvetan. Cap 4. Conocer. En: La conquista de América. S XXI. Buenos aires.
2012.
CARO, Pio: El neorrealismo cinematográfico italiano, México, Editorial Alameda. 1955.
Gubern, Roman. Historia universal del cine.
Getino, Octavio; Velleggia, Susana. Los conceptos del cine en juego. En: El cine de las historias
de la revolución. 2002. Buenos Aires.
Susana Veleggia. La máquina del a mirada. Los movimientos cinematográficos de ruptura y el
cine político latinoamericano en las encrucijadas de la historia. Ediciones Ciespal. 2002.
QuitoEcuador.