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Resumen Amat Carlos

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UNIDAD 4: (EL HUAICO SOCIAL) En los últimos quinientos años, la historia de Perú ha

influido en la ocupación del territorio, la mentalidad de la población, la organización de los


mercados y la estructura gubernamental. La experiencia de la conquista, la imposición colonial
y la influencia de una sociedad española sobre la indígena han dejado una huella duradera. A
pesar de la aspiración republicana de ser ciudadanos libres, nos encontramos en el siglo XXI
con 30 millones de habitantes desilusionados en un territorio rico en historia, desde el imperio
de Pachacútec hasta la civilización de Caral. Aunque las culturas andinas han creado
importantes civilizaciones, hoy prevalece el desencanto y el desconcierto, en contraste con la
rica herencia histórica del país. Se estima que alrededor de 3 millones de peruanos viven en el
extranjero, siendo una fuente importante de divisas al enviar aproximadamente 3.500 millones
de dólares anuales a sus familias, superando el valor de las exportaciones pesqueras. Esta
situación refleja un desorden en la sociedad peruana contemporánea

La concentración económica en Lima Metropolitana Alberga el 31% de la población del país y


concentra el 42% del PBI, el 75% de la producción industrial, el 52% del ingreso familiar
nacional, el 75% del estrato de más altos ingresos, capta el 46% de la recaudación tributaria,
emite el 40% de los votos válidos para el presidente de la República, 81% depósitos, 72%
créditos entre otros indicadores. Este desequilibrio revela una profunda disparidad en la
distribución de recursos y oportunidades en el país. Lima tiene 8 millones de habitantes y una
de las 21 ciudades más grandes del mundo La economía peruana concentra su capacidad de
compra principalmente en Lima Metropolitana, ejerciendo una fuerte atracción para
inmigrantes e inversiones. La ciudad se destaca demográficamente en comparación con otros
centros urbanos del país. El colapso del transporte público en Lima destaca la urgencia de
desarrollar un sistema moderno de vías para abordar problemas como pérdida de tiempo,
exceso de combustible y contaminación. Con esta estructura de demanda, las empresas
tienden a ubicar sus plantas industriales en Lima para estar cerca del consumidor, generando
empleo y salarios más altos en la ciudad. El poder político y mediático también están
sobrerrepresentados en la capital, influyendo en las decisiones nacionales. Las noticias y la
realidad cotidiana se centran en Lima, mientras que eventos excepcionales en provincias solo
captan la atención limeña en casos extremos, como la tragedia de Sendero Luminoso
reconocida nacionalmente después de un atentado en Lima en 1992, a pesar de que el grupo
terrorista había iniciado su guerra en el interior del país en 1980

Economía de pequeñas empresas familiares La economía peruana se estructura


principalmente según el tipo de empresas, que influye en la capacidad de producción,
generación de empleo e ingresos. Las empresas exitosas son aquellas que ofrecen productos
valiosos en términos de cantidad, calidad y utilidad, manteniendo su competitividad. Sin
embargo, el sistema peruano en el siglo XXI se caracteriza por una limitada capacidad
empresarial, rezago tecnológico, bajo nivel educativo y precariedad en la infraestructura,
calificándose como "subdesarrollado". La mayoría del empleo en Perú se concentra en
microempresas, trabajadores independientes y trabajadores familiares no remunerados,
representando el 73.5% de la fuerza laboral. Estas empresas, predominantemente en comercio,
servicios y artesanía, tienen baja productividad y generan ingresos limitados. Las grandes y
medianas empresas, ocupando el 9.1% de los trabajadores, son más modernas y globalizadas,
siendo clave para competir en mercados internacionales. La distribución detallada muestra que
la mayoría del valor agregado en las cadenas productivas es generada por empresas grandes e
industrializadas. Aunque vinculadas a micro y pequeñas empresas, estas grandes empresas
controlan la comercialización final de productos. El sector moderno de la economía,
representado por las grandes y medianas empresas, es crucial para la competencia
internacional. Un indicador revelador de la magnitud del sector moderno es el número de
trabajadores afiliados al sistema privado de pensiones (AFP), destacando su importancia en
relación con la fuerza laboral total

EL EMPLEO EN ACTIVIDADES PRIMARIAS Y DE SERVICIOS Más del 60% de los empleos, desde
la perspectiva de los trabajadores, se encuentran en el sector terciario, que abarca comercio,
servicios y actividades no especificadas. Estas ocupaciones son elementales, no requieren altos
niveles de calificación ni una gran inversión inicial. Son una opción principal para la gran
mayoría de trabajadores debido a su compatibilidad con bajos niveles educativos y limitado
capital, siendo la primera y mejor opción de empleo para jóvenes y familias inmigrantes que
buscan ganarse la vida en las ciudades. Las ciudades peruanas se caracterizan por la vitalidad y
el bullicio de mercados, vendedores ambulantes, y una variedad de negocios, especialmente la
venta de materiales de construcción, que moldean la vida urbana. En el área rural, la economía
se basa en minifundios con propiedades agrícolas pequeñas y fragmentadas, operando en un
entorno descapitalizado y riesgoso. La débil posición de negociación de los agricultores rurales,
debido a su pequeña escala, bajos rendimientos y falta de acceso a servicios e infraestructura,
los hace vulnerables a las condiciones impuestas por comerciantes. La agricultura pequeña no
es rentable ni segura, lo que lleva a una alta tasa de pobreza en la población rural. El sector
moderno, compuesto por empresas legalmente establecidas y vinculadas a exportaciones de
materias primas, representa el 77% de las exportaciones en 2011. Aunque hay algunas
empresas modernas en el sector agrario, servicios y comercio, la mayoría opera de manera
tradicional. El sector público emplea alrededor del 8.2% de los trabajadores, con sueldos
limitados y dependientes del presupuesto público. En resumen, la economía peruana se
caracteriza por un núcleo de empresas modernas y globalizadas que generan ingresos para el
25% de la población, junto con un sector tradicional formado por pequeñas y microempresas
familiares que emplean al 75% de la fuerza laboral

la distribución del ingreso Lo remarcable es la persistencia de la desigualdad en la distribución


del ingreso en Perú desde la década de 1970. Aunque el país ha experimentado crecimiento
económico, la tasa anual promedio ha sido del 1,1%, con periodos cíclicos de expansión y
recesión. La distribución del ingreso muestra concentración en Lima Metropolitana y
desigualdades significativas entre áreas urbanas y rurales. A lo largo de cuatro décadas, a pesar
de cambios demográficos, urbanización y programas gubernamentales, la desigualdad persiste.
La concentración del ingreso en pocos hogares y los bajos ingresos de la mayoría distorsionan
los mercados y limitan el acceso a recursos nacionales. Se destaca la importancia de la
inversión pública para fortalecer capacidades y mejorar la educación, así como la necesidad de
capitalizar el sistema productivo para generar empleos más productivos. Se argumenta que la
inversión privada es esencial, pero no garantiza un desarrollo equitativo. Se enfatiza la
necesidad de un sistema educativo que potencie las capacidades de la población y se aboga
por un Estado descentralizado y la promoción de cadenas productivas para lograr un
crecimiento equitativo y sostenible. La tarea futura se centra en aumentar el ingreso real de
todos los hogares, especialmente los de la base de la pirámide, a través de la inversión en
infraestructura, capacidad empresarial y servicios públicos de calidad en diversas regiones del
país

La pobreza El texto destaca la persistente problemática de la pobreza en Perú, señalando que


el 54% de la población a principios del siglo XXI tenía ingresos insuficientes para acceder a una
canasta básica de subsistencia. Se enfatiza que la pobreza es estructural debido a bajos niveles
de ingresos, especialmente en microempresas y sectores de baja productividad. Se argumenta
que la educación tradicional es ineficiente para mejorar la situación, proponiendo que la
pobreza debería medirse por la incapacidad para generar riqueza y cooperar con la comunidad.
Se critica la visión patriarcal de la clase política y la mentalidad rentista de los electores,
destacando que la competencia electoral se centra en el control de las rentas del Estado y su
distribución entre la clientela política. Se sostiene que los representantes políticos priorizan
intereses sobre ideologías, lo que contribuye a la persistencia de la pobreza

Estado concentrado y débil El texto destaca el papel fundamental del Estado como ordenador
y dinamizador de la sociedad, centrándose en la pregunta de si las instituciones estatales se
articulan efectivamente con las organizaciones sociales para contribuir al desarrollo del
sistema. Se mencionan diversas funciones que se espera que el Estado cumpla, como formar
ciudadanos responsables, crear empleo, generar ingresos, proporcionar servicios de calidad,
planificar urbanamente, garantizar la seguridad y acceso a la justicia, y fomentar la
investigación para la innovación. Se señala que la realidad actual en el país no refleja estas
expectativas, evidenciando una economía primaria y de servicios con micro y pequeñas
empresas poco productivas, desigualdad en la distribución del ingreso, servicios públicos
limitados y de baja calidad, conflictividad social y desconfianza en las instituciones estatales. Se
destaca la importancia de evaluar la educación como un indicador clave de la calidad de la
sociedad y se menciona la necesidad de mejorar la educación para lograr un desarrollo más
efectivo y equitativo

la pérdida de legitimidad del sistema político Durante los últimos cincuenta años, Perú ha
experimentado procesos demográficos y sociales similares a los ocurridos en Europa en
quinientos años. Sin embargo, la clase dirigente ha enfrentado estos desafíos con una visión
evasiva, postergando medidas necesarias y adoptando soluciones superficiales. Las crisis
económicas y sociales han llevado a decisiones importantes, pero la población más pobre ha
soportado los mayores costos. Se critica la incapacidad de la clase política para gobernar,
evidenciada en problemas como hiperinflación, desempleo, informalidad económica y baja
inversión social. La mentalidad patriarcal y patrimonial persiste en la visión política del contrato
social, con una cultura colonial que influye en la relación entre gobernantes y gobernados. Se
destaca que el Estado peruano, sostenido por ingresos de exportación de materias primas,
tiene un nivel de ingresos insuficiente para las demandas sociales crecientes, resultando en
endeudamiento público. La clase política ha perdido credibilidad debido a su incapacidad para
cumplir promesas, gestión frívola y corrupta de recursos, lo que ha generado desconfianza en
las instituciones estatales y desencanto con la democracia. La crisis estructural y de
gobernabilidad se atribuye al desajuste entre una sociedad heterogénea y fragmentada y un
estado anquilosado frente a cambios demográficos, tecnológicos y de globalización.

UNIDAD 5: (LA GESTA DE LOS EMIGRANTES) El texto aborda la devastación de la


población indígena durante la conquista, destacando la virulencia de las enfermedades
importadas y la desorganización resultante de la decapitación de la élite dirigente y el control
de la fuerza laboral. Luego, se examina la trayectoria demográfica de Perú desde 1500 hasta
1993, mostrando la implosión poblacional con la conquista, el estancamiento durante la
colonia, el lento crecimiento en el siglo XIX, y la explosión demográfica en el siglo XX,
especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Se destaca la revolución de la
urbanización en la segunda mitad del siglo XX, que transformó la sociedad y la economía
peruana. Se menciona la influencia de las guerras mundiales en los avances científicos y
tecnológicos, que llevaron a cambios significativos en la producción, el consumo, la
organización empresarial y del trabajo, así como en la salud y el estilo de vida. La utilización de
nuevas fuentes de energía, como los combustibles derivados del petróleo y la electricidad,
facilitó estos cambios y contribuyó a la aceleración demográfica. Finalmente, se señala que
Perú ingresó al siglo XXI con una declinación en la tasa de natalidad debido a la urbanización, la
vida en la ciudad, la incorporación de las mujeres al mercado laboral y las campañas de control
de la natalidad.

LA URBANIZACIÓN DE LA SOCIEDAD PERUANA A pesar de la estabilidad de la población rural,


que se dispersa en unos 60,000 caseríos en el país, la población urbana experimenta un
crecimiento exponencial debido a la migración masiva desde áreas rurales y al aumento
vegetativo de residentes urbanos. Durante los últimos 67 años, la población peruana ha
aumentado significativamente, especialmente en Lima Metropolitana, que ha crecido de
manera explosiva. La construcción de ciudades entre 1963 y 1998 ha implicado la habilitación
de vastas áreas agrícolas, la construcción de millones de viviendas y una inversión significativa.
La migración masiva hacia las ciudades, a pesar de los desafíos y el desarraigo, ha llevado a la
creación de nuevos hábitats y oportunidades de progreso. Este proceso, conocido como
"huaico social urbano", ha transformado la sociedad peruana y ha sido un motor clave del
crecimiento económico. El texto destaca la contribución de los inmigrantes en la construcción
de ciudades, la creación de servicios públicos, negocios y empleo. Se menciona que este
esfuerzo colectivo y organizado, que no siempre se refleja completamente en las estimaciones
del PBI, ha sido la locomotora del desarrollo económico y ha transformado la ocupación del
territorio peruano. Se subraya la concentración desproporcionada de la población en Lima
Metropolitana y la densificación de las ciudades intermedias, que han modificado la matriz
cultural, la organización empresarial y del trabajo, y han afectado la estabilidad del sistema
democrático. Se destaca la importancia de la descentralización como una demanda clave en la
agenda política, con la regionalización siendo un tema novedoso en la Constitución de 1979. En
elecciones recientes, la descentralización y la implementación de gobiernos regionales han sido
demandas generalizadas y propuestas políticas fundamentales.

EL CRECIMIENTO DIFERENCIADO DE LAS CIUDADES Se destaca la gran diversidad en las tasas


de crecimiento poblacional entre las ciudades peruanas, especialmente durante los períodos
1981-1993 y 1993-2007. Este fenómeno revela dinámicas urbanas heterogéneas debido a
diferentes factores regionales. Se ejemplifica la alta tasa de crecimiento en Puerto Maldonado,
atribuida a una población inicial baja que experimentó migración significativa debido a la
explotación de oro, madera y turismo ecológico. Por otro lado, Abancay muestra un
crecimiento impulsado por el despoblamiento forzado de áreas rurales debido a la violencia de
Sendero Luminoso. Huamanga experimentó un aumento poblacional rápido debido al
desplazamiento forzado de la zona rural de Ayacucho por la misma razón. Juliaca, por su parte,
debe su crecimiento a su papel como punto central para diversos circuitos comerciales,
transporte ferroviario y carreteras que conectan varias ciudades. Las altas tasas en Jaén,
Moyobamba y Tarapoto se atribuyen al dinamismo generado por la carretera Marginal,
facilitando el acceso de productos de las cuencas del Alto Mayo y Huallaga a los mercados de la
costa y Lima. Pucallpa, Tingo María y Huánuco forman otra red de ciudades que actúan como
ejes de integración regional con Lima Metropolitana y el puerto del Callao, dinamizando las
cadenas productivas forestales y mineras, aunque también se ve influenciada negativamente
por el desplazamiento de población rural debido al narcotráfico.

EL MODO DE DESARROLLO DE LA ECONOMÍA peruana El desarrollo de ciudades en el Perú no


solo implica la construcción de viviendas y espacios públicos, sino también la consolidación de
diversas cadenas productivas que satisfacen las necesidades básicas de la población. Cada
región se desarrolla en torno a la expansión de una o varias cadenas productivas, lo que genera
diferencias en el crecimiento económico, la población y el desarrollo urbano. Las cadenas
agroindustriales, especialmente en las cuencas de los valles de la costa y la sierra, impulsan la
actividad económica y el empleo, dando lugar a la expansión de áreas de residencia y la
habilitación de servicios urbanos. Además, se destaca la importancia de la minería como un
sector estratégico para la economía peruana, generando divisas y contribuyendo
significativamente al presupuesto del país. Sin embargo, se señala la vulnerabilidad externa y la
dependencia de los eventos internacionales que afectan los precios de los metales. Las
ciudades-puerto, como Paita, Eten, Salaverry, Chimbote, Barranca, Pisco, Marcona e Ilo, están
vinculadas a cadenas pesqueras que incluyen la captura de la materia prima en el mar, su
procesamiento industrial y su exportación. Estas ciudades también sirven como centros de
servicios para la producción agroindustrial en sus respectivos valles. Se destaca la importancia
de la importación para satisfacer la creciente demanda interna y mantener el crecimiento
económico competitivo. La innovación tecnológica y la rápida evolución de los estilos de vida
contrastan con la precariedad del desarrollo científico y tecnológico del país, lo que resulta en
la necesidad de importar insumos, bienes de capital y productos de consumo. En conclusión, el
desarrollo diferenciado de las regiones y la articulación entre grandes empresas modernas y
pequeñas empresas familiares son aspectos clave que impulsan el crecimiento económico y el
desarrollo urbano en el Perú

EL CASO EJEMPLAR DE LIMA Metropolitana A lo largo de la historia, la población y expansión


territorial de Lima han experimentado fluctuaciones significativas. Durante la colonia, Lima
experimentó un crecimiento lento con una tasa anual de alrededor del 0,4%. Sin embargo,
después de varios terremotos y eventos traumáticos, como la invasión chilena y las guerras de
independencia, la población sufrió altibajos y emigraciones. A finales del siglo XIX, en 1891,
Lima alcanzó una población de 104,000 habitantes y una extensión de 1,000 hectáreas. El siglo
XX marcó un cambio drástico con un aumento acelerado. Después de la Segunda Guerra
Mundial, la ciudad experimentó una explosión demográfica, triplicando su población en 20
años y cuadriplicando su área urbana en el mismo período. En 1961, Lima albergaba a
1,800,000 personas en 120,200 viviendas distribuidas en 20,600 hectáreas. Este crecimiento
masivo, alimentado por tasas anuales significativas y una acumulación crítica de población,
desbordó los límites del valle del Rímac y tuvo un impacto abrumador en la capacidad de las
instituciones estatales y la clase política para gestionar el desarrollo urbano. Durante el período
intercensal entre 1961 y 1993, el número de viviendas creció a una tasa media anual del 4.2%,
lo que representó la construcción de alrededor de 975,000 viviendas. Se estima que, a precios
del 2004, esta construcción generó una riqueza familiar total de aproximadamente 19,500
millones de dólares, evidenciando la magnitud y dinámica del crecimiento de la matriz
productiva en ese período. La historia de la humanidad se caracteriza por la aparición,
expansión y eventual desaparición de civilizaciones e imperios. Cuando el grupo dominante a
través del control del Estado no satisface los intereses de la población, pierde legitimidad y es
reemplazado con el tiempo. La civilización andina se desarrolló de manera autónoma durante
aproximadamente 11,000 años hasta la llegada de los españoles en 1532. A pesar de la
imposición de un nuevo orden, la población andina continuó evolucionando y adaptándose,
integrando los conocimientos y tecnologías de los conquistadores. Aunque el hardware cultural
se mantuvo, se impusieron nuevos "software", no siempre adecuados para el territorio y las
necesidades de toda la población. Es esencial destacar que la cultura andina existió de manera
autónoma durante milenios, y solo hace 481 años los españoles impusieron su orden colonial
durante 300 años. Desde la independencia en 1821, los criollos han experimentado diversas
formas de organización social y política, adaptando sus mentalidades a nuevas ideas y avances
científicos y tecnológicos provenientes de países más desarrollados. Las transformaciones
culturales y cambios en las mentalidades han resultado de intercambios pacíficos a lo largo de
largos períodos. Estos intercambios, que han sido beneficiosos para ampliar y diversificar el
acceso a recursos, innovar procesos productivos y mejorar la calidad de vida, se han producido
de manera efectiva a lo largo de los siglos. A pesar de la narrativa histórica que destaca actos
violentos en la conquista, ha habido casos en los que la cultura del vencido ha influido más que
la del vencedor. En resumen, las sociedades no siguen un desarrollo lineal, sino que
evolucionan mediante complejas interacciones de relaciones pacíficas y violentas, tejidas como
una trenza multicolor de culturas que integra lo nuevo y lo creado internamente a través de la
sinergia cultural.

UNIDAD 6: (ATRAPADOS, PERO CON SALIDA) Los próximos años presentan dos
posibles escenarios para Perú: uno de construcción de una historia vigorosa de logros para
todos y otro de continuación por el mismo camino de promesas incumplidas, delitos sin
culpables, derrotas sin batallas y lamentaciones sin soluciones. Mientras tanto, el mundo
experimenta innovaciones en todos los campos del conocimiento y la actividad humana.
Grandes empresas corporativas, con un dinamismo expansivo, se asocian y compiten
globalmente. Aunque son transnacionales, al pertenecer a Estados nación, utilizan su poder
político, tecnológico, económico, financiero y militar para potenciar sus capacidades
competitivas y expandir sus áreas de influencia. Los nuevos conocimientos y tecnologías llegan
al espacio económico peruano, afectando patrones de consumo, estilos de vida, productos y
servicios, estándares de calidad y formas de organización. Perú observa pasivamente estas
innovaciones, complaciéndose con lo que las multinacionales ofrecen. Sin embargo, el país no
está institucionalmente preparado para realizar cambios sustantivos y sostenidos, ni para
adoptar y adaptar estas innovaciones a su realidad. La falta de atención y organización
institucional impide realizar ajustes significativos y aprovechar la originalidad de los recursos
locales. La clase política muestra indolencia y evasión ante la necesidad de reformas concretas
que podrían transformar las instituciones. Aunque hay "islas de modernidad" en algunos
sectores, la falta de liderazgo político impide abordar las deficiencias sistémicas en la sociedad
peruana. Mientras tanto, la población aumenta y se integra rápidamente al mundo, accediendo
a los medios de comunicación y estableciendo redes de relaciones. Para sintonizar con las
oportunidades globales, Perú debe emprender un salto cualitativo para modernizar sus
instituciones. Se destaca la importancia de construir un Estado moderno articulado con la
sociedad civil para competir en el siglo XXI. Sin embargo, la apatía e ineptitud en la
implementación de reformas es evidente, especialmente en áreas críticas como el poder
judicial, las fuerzas armadas, la educación y la infraestructura. El reconocimiento de los hechos
más importantes de las últimas décadas es esencial para diseñar un futuro que aborde las
distorsiones en la economía y la sociedad peruana.

EL SUBEMPLEO DE MÁS DEL 66% DE TRABAJADORES El enfoque clave debe centrarse en la


trayectoria del empleo productivo, según se muestra en el gráfico. Desde 1980, la Proporción
de Empleo Adecuadamente Empleado (PEA) ha sido solo una fracción del total de trabajadores.
En la década de 1980, la mitad de los trabajadores estaban adecuadamente empleados, pero a
fines de la década de 1990, solo una tercera parte lo estaba. La acumulación de jóvenes
mayores de 15 años sin empleo productivo ha dado lugar a oleadas de jóvenes frustrados con
resentimientos y comportamientos violentos hacia el país y la clase política. Estos jóvenes
responden de manera desorganizada y agresiva, pero la mayoría de los jóvenes trabajadores
muestran un comportamiento tesonero y silencioso, esforzándose diariamente por obtener un
espacio urbano y un ingreso básico para ellos y sus familias. La verdadera movilización popular
se observa diariamente cuando la masa de trabajadores concurre a sus centros de trabajo
desde temprano en la mañana. Según una información reciente de octubre de 2012, en 2001,
aproximadamente 10 de cada 100 trabajadores tenían un empleo decente. Este aumento en el
empleo decente durante la primera década del siglo XXI sigue una trayectoria ascendente en el
gráfico, lo que puede implicar una mayor presión social, como se discutió anteriormente.

SENDERO LUMINOSO movimiento político criminal y cruel que buscó controlar el Estado
mediante la intimidación y terrorismo, utilizando la dinamita y ejecuciones selectivas para
imponer un proyecto de sociedad mesiánico. Caucionó la muerte de 70.000 personas, siendo el
80% de ellos jóvenes menores de 24 años. La Comisión de la Verdad y Reconciliación
documentó estos hechos. Sendero Luminoso también provocó la militarización del territorio
peruano y utilizó la violencia como instrumento político. Como respuesta, los gobiernos
democráticos decidieron que casi dos terceras partes del territorio estuvieran bajo control
militar para derrotar a este grupo subversivo y restablecer el orden.

LA CRISIS ECONÓMICA DE LA Década DE 1980 La década de 1980 en Perú estuvo marcada por
una crisis económica severa, destacándose la hiperinflación que alcanzó el récord histórico del
7.650% en 1990. Esta situación pulverizó el valor de la moneda, arruinó la economía de los
hogares y minó la confianza en los partidos políticos tradicionales. La recesión resultante se
debió a la drástica reducción del ingreso real de los trabajadores debido a la hiperinflación, con
tasas negativas en el PBI y contracción salarial. La crisis financiera en julio de 1990 llevó a que
el Perú fuera declarado inelegible como sujeto de crédito internacional. La causa principal fue
el mal gobierno y la mala gestión estatal, con reducción de ingresos tributarios, aumento de
gastos estatales y emisión descontrolada de dinero para cubrir la brecha fiscal. La gestión
irracional del mercado de divisas, con control del tipo de cambio, contribuyó a la pérdida de
reservas internacionales y la crisis de deuda externa. La hiperinflación y recesión devastaron
ingresos y empleo, erosionaron la legitimidad política y minaron la confianza internacional,
pero enseñaron la importancia del manejo responsable de las cuentas fiscales y la estabilidad
macroeconómica.

EL GOBIERNO DE FUJIMORI Alberto Fujimori, durante su gobierno en Perú, logró inicialmente


el apoyo de la población al abordar la crisis económica y derrotar militarmente al grupo
terrorista Sendero Luminoso. Sin embargo, su gestión se vio empañada por casos de
corrupción y abusos a los derechos humanos. Fujimori y miembros de su cúpula, incluyendo a
Vladimiro Montesinos, fueron condenados por corrupción. Durante su mandato, se estima que
se perdieron alrededor de 1.640 millones de dólares debido a la corrupción. Mejorar la calidad
y efectividad de las instituciones es crucial para el desarrollo del país

OTRAS DEFORMACIONES POR EL MAL CRECIMIENTO La falta de empleos productivos con


remuneración adecuada en Perú ha llevado a diversas consecuencias, como el aumento del
narcotráfico, la criminalidad urbana, la emigración masiva de peruanos al extranjero y la
expansión de la informalidad. Aunque el narcotráfico alcanzó proporciones significativas en la
década de 1980, con ingresos que superaron los 1.000 millones de dólares, ha disminuido en
los últimos años. Sin embargo, persiste la actividad ilícita y su conexión con grupos criminales,
terroristas e instituciones estatales, incluso con altos funcionarios. La emigración, impulsada
por la falta de empleo y la percepción pesimista sobre las perspectivas económicas, afecta a
aproximadamente el 10% de la población peruana, con la mitad de los migrantes radicando en
los Estados Unidos. La remesa de dinero de estos migrantes, estimada en alrededor de 1.460
millones de dólares, constituye un importante flujo financiero para sus familias en Perú.
Aunque se podría considerar que la emigración representa una pérdida de capital humano para
el país, aquellos que mantienen vínculos activos con sus familiares y están comprometidos con
el acontecer peruano se convierten en un recurso valioso. Además, contribuyen al aumento y
distribución de ingresos, mejoran sus capacidades, internacionalizan su perspectiva y
constituyen un mercado de consumo interesante para las exportaciones peruanas

EL ESPEJISMO DE QUE PARA CAMBIAR BASTA UNA NUEVA LEY La Constitución de 1933 en
Perú fue reemplazada en 1979 después de 46 años de vigencia, a través de una Asamblea
Constituyente. Sin embargo, esta nueva Constitución fue sustituida por la actual, la de 1993,
apenas 14 años después. Desde el 2001, después de 8 años de vigencia, la modificación de esta
última Constitución está en la agenda de los acuerdos políticos. A pesar de los procesos
sociales y económicos significativos en curso, la clase política muestra una fijación por cambiar
la Constitución de 1993. Actualmente, la propuesta de reintroducir las dos cámaras en el
Congreso, la de senadores y la de diputados, es un tema de preocupación. Se destaca que la
gobernabilidad no se resuelve con este tipo de decisiones, sino mediante el fortalecimiento de
las capacidades de los gobiernos regionales y locales y de las organizaciones de base que los
respaldan. Se señala que la clase política parece estar atrapada en la ilusión de que una nueva
ley resolverá problemas fundamentales como la educación, el empleo, la tributación, la
administración de justicia y la seguridad ciudadana. Sin embargo, se subraya la falta de énfasis
en movilizar a la población y captar los recursos necesarios para implementar estas leyes.

Los tratados de libre comercio El 0,2% del mercado mundial es representado por Perú, en
comparación con el 27% de Estados Unidos en las exportaciones globales. A pesar de tener
solo 30 millones de habitantes con un ingreso per cápita medio de alrededor de 5.800 dólares
anuales, Perú está fuertemente influenciado por Estados Unidos, su principal socio en diversos
aspectos. Perú se encuentra en el ámbito económico y político de Estados Unidos, lo que afecta
sus relaciones internacionales, especialmente en políticas comerciales y financieras. La
economía peruana opera en el espacio monetario del dólar estadounidense, y prácticamente
existe un sistema monetario con el nuevo sol y el dólar. Se destaca que el 44% del crédito del
sector privado se negocia en dólares. El tratado de libre comercio (TLC) se presenta como un
instrumento efectivo para proteger y regular los mercados de innovación científica y
tecnológica de la nueva economía, así como para liberalizar los mercados de bienes y servicios
de la economía tradicional. Se destaca que los negociadores estadounidenses buscan proteger
la propiedad intelectual y adecuar las normas a las plataformas tecnológicas. Perú ha firmado
TLC con Estados Unidos, la Comunidad Europea, Japón, Corea del Sur y Tailandia, indicando una
decisión de competir en todos los mercados del mundo. La competencia se centra en el acceso
a la innovación tecnológica y la inversión de las corporaciones transnacionales, siendo factores
clave para la competitividad en el siglo XXI.

LA Descentralización DEL ESTADO La implementación de 25 gobiernos regionales durante el


gobierno de Alejandro Toledo ha sido el acontecimiento más significativo. Se encuentra en
proceso la transferencia de competencias y recursos desde el gobierno nacional a los gobiernos
regionales y locales. La tarea principal consiste en construir una cultura de participación
democrática para movilizar una voluntad colectiva que permita concordar compromisos y
desarrollar programas y proyectos en cada comunidad. Los gobiernos regionales se encargan
de planificar obras, captar recursos públicos y privados, y construir infraestructuras económicas
y sociales para mejorar la competitividad empresarial. Para atraer inversionistas, deben ser
activos, imaginativos y ofrecer un entorno seguro, administración confiable, justicia eficiente y
servicios públicos de calidad. La coordinación estrecha con los gobiernos locales es esencial.
Los gobiernos locales son la célula básica de la democracia participativa y la instancia más
cercana a la vida cotidiana de la población. Su tarea incluye asegurar la responsabilidad y
eficiencia de las empresas y organizaciones en el ámbito local, así como promover y facilitar
inversiones públicas y privadas. Fortalecer las capacidades de los gobernantes y la participación
ciudadana es urgente. Las universidades tienen un papel crucial en esta tarea. Se destaca la
necesidad de recrear la República, construir un nuevo orden social desde los gobiernos locales
y movilizar a los jóvenes a través de un servicio civil voluntario. La propuesta es revitalizar la
gestión de los gobiernos locales, apoyar los comités de desarrollo local y fortalecer las mesas
de concertación social. La elaboración, ejecución y fiscalización de los presupuestos
participativos de los gobiernos locales son tareas concretas que deben abordarse con
energía y efectividad.

LOS PRÓXIMOS 20 AÑOS: ESCENARIOS ABIERTOS Este texto destaca la necesidad de un


cambio en la trayectoria histórica del país, considerando que el actual modelo de desarrollo
basado en la exportación de materias primas y el crecimiento desordenado de las ciudades no
es sostenible. Se advierte sobre la crisis inminente si no se adoptan medidas para abordar el
subempleo y mejorar el desarrollo económico. El énfasis recae en la importancia de un nuevo
modelo de Estado que capitalice y modernice la sociedad civil y el aparato productivo, para
competir eficazmente en el siglo XXI. A pesar de la estabilidad macroeconómica y el dinamismo
del país, se destaca la necesidad de cambiar la orientación del gasto público y los recursos
hacia la capitalización y modernización de la sociedad civil. Se menciona la necesidad de
reformular la visión y misión de las inversiones en sectores clave como la minería, agroindustria
y turismo, para ampliar sus impactos multiplicadores y gestionar sus excedentes de manera
eficiente. Además, se destaca el desafío de ocupar el territorio nacional de manera más
racional, construyendo una nueva arquitectura del Estado para gobernar estos procesos y
evitar la repetición de defectos a nivel regional y local. En resumen, se plantea la urgencia de
cambiar el enfoque de desarrollo, fortalecer la sociedad civil, capitalizar y modernizar los
sistemas productivos, y reformar la estructura del Estado para garantizar un crecimiento
económico sostenible y equitativo.

El gran cambio: otra educación Este texto aborda la importancia de aprovechar la dinámica
demográfica del país en los próximos 20 años para mejorar el capital humano. Se destaca la
necesidad de formar a niños y jóvenes con habilidades para vivir en una democracia
participativa, fomentar el emprendimiento y crear proyectos rentables. Se propone una nueva
educación que defina un perfil de egresado acorde con el estilo de vida y el sistema productivo
deseado. Se aboga por la elaboración de contenidos y metodologías educativas que formen
valores, actitudes, conocimientos y habilidades coherentes con este nuevo modelo de
sociedad. Se plantea la necesidad de abandonar la tradicional relación dictador-súbdito en las
aulas y adoptar un enfoque más participativo y práctico. Se sugiere que la formación de
ciudadanos comprometidos y emprendedores debe realizarse trabajando en escenarios reales
de la vida social y la actividad productiva. El papel de los maestros se redefine como artesanos
especialistas en diversas técnicas, ejemplos de este nuevo tipo de educación. Se propone la
valoración y empleo de estos expertos como maestros de la juventud en la nueva aula. Los
tutores, especializados en metodologías educativas, facilitarían la organización de las aulas y la
transmisión ordenada de conocimientos. El texto sugiere que una gran cruzada nacional para
construir un nuevo sistema educativo podría modificar significativamente la fuerza laboral en
20 años. Se destaca que el relevo generacional produciría un cambio cualitativo en la calidad de
la población y en sus capacidades productivas, construyendo otro país y afirmando la
identidad nacional.

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