El Collar de La Reina - Dumas, Alejandro
El Collar de La Reina - Dumas, Alejandro
El Collar de La Reina - Dumas, Alejandro
PROLOGO
I.- UN VIEJO GENTILHOMBRE Y UN VIEJO
MAESTRESALA
II.- LA PEROUSE
EL COLLAR DE LA REINA
I.- DOS MUJERES DESCONOCIDAS
II.- UN INTERIOR
III.- JUANA DE LA MOTTE-VALOIS
IV.- PELUS
V.- CAMINO DE VERSALLES
VI.- UNA CONSIGNA
VII.- LA ALCOBA DE LA REINA
VIII.- EL TOCADOR DE LA REINA
IX.- EL BASSIN DES SUISSES
X.- EL TENTADOR
XI.- DE SUFFREN
XII.- EL SEÑOR DE CHARNY
XIII.- LOS CIEN LUISES DE LA REINA
XIV.- EL MAESTRO FINGRET
XV.- EL CARDENAL DE ROHAN
XVI.- MESMER Y SAINT-MARTIN
XVII.- LA CUBETA
XVIII.- MADEMOISELLE OLIVE
XIX.- MONSIEUR BEAUSIRE
XX.- EL ORO
XXI.- LA CASITA
XXII.- ALGUNAS PALABRAS SOBRE LA
OPERA
XXIII.- EL BAILE DE LA OPERA
XXIV.- EL BAILE DE LA OPERA (Continuación)
XXV.- SAFO
XXVI.- LA «ACADEMIA» DE BEAUSIRE
XXVII.- EL EMBAJADOR
XXVIII.- BOEHMER Y BOSSANGE
XXIX.- LA EMBAJADA
XXX.- LA COMPRA
XXXI.- LA CASA DEL GACETILLERO
XXXII.- COMO DOS AMIGOS SE CONVIERTEN
EN ENEMIGOS
XXXIII.- LA CASA DE LA CALLE NEUVE-
SAINT-GILLES
XXXIV.- EL CABEZA DE FAMILIA DE LOS
TAVERNEY
XXXV.- EL CUARTETO DEL SEÑOR DE
PROVENZA
XXXVI.- LA PRINCESA DE LAMBALLE
XXXVII.- EN LAS HABITACIONES DE LA
REINA
XXXVIII.- LA COARTADA
XXXIX.- MONSIEUR DE CROSNE
XL.- LA TENTADORA
XLI.- DOS AMBICIOSOS QUE QUIEREN PASAR
POR AMANTES
XLII.- DONDE SE COMIENZAN A VER LOS
ROSTROS BAJO LAS MASCARAS
XLIII.- DONDE DUCORNEAU NO
COMPRENDE NADA DE LO QUE PASA
XLIV.- ILUSIONES Y REALIDADES
XLV.- DONDE MADEMOISELLE OLIVE
COMIENZA A PREGUNTARSE QUE SE QUIERE
HACER CON ELLA
XLVI.- LA CASA DESIERTA
XLVII.- JUANA, PROTECTORA
XLVIII.- JUANA, PROTEGIDA
XLIX.- LA CARTERA DE LA REINA
L.- DONDE VOLVEMOS A ENCONTRAR AL
DOCTOR LOUIS
LI.- ALEGRI SOMNIA77
LII.- DONDE SE DEMUESTRA QUE LA
AUTOPSIA DEL CORAZÓN ES MAS DIFÍCIL
QUE LA DEL CUERPO
LIII.- DELIRIO
LIV.- CONVALECENCIA
LV.- DOS CORAZONES SANGRANTES
LVI.- UN MINISTRO DE HACIENDA
LVII.- ILUSIONES ENCONTRADAS. SECRETO
PERDIDO
LVIII.- EL DEUDOR Y EL ACREEDOR
LIX.-CUENTAS DE CASA
LX.- MARÍA ANTONIETA, REINA; JUANA DE
LA MOTTE, MUJER
LXI.- EL RECIBO DE BOEHMER Y EL
RECONOCIMIENTO DE LA REINA
LXII.- LA PRISIONERA
LXIII.- EL OBSERVATORIO
LXIV.- LAS DOS VECINAS
LXV.- LA CITA
LXVI.- LA MANO DE LA REINA
LXVII.- MUJER Y REINA
LXVIII.- MUJER Y DEMONIO
LXIX.- LA NOCHE
LXX.- LA DESPEDIDA
LXXI.- LOS CELOS DEL CARDENAL
LXXII.- LA HUIDA
LXXIII.- LA CARTA Y EL RECIBO
LXXIV.- REY, NO PUEDO; PRINCIPE, NO
QUIERO; ROHAN, LO ACEPTO
LXXV.- ESGRIMA Y DIPLOMACIA
LXXVI.- GENTILHOMBRE, CARDENAL Y
REINA
LXXVII.- EXPLICACIONES
LXXVIII.- EL ARRESTO
LXXIX.- EL PROCESO VERBAL
LXXX.- UNA ÚLTIMA ACUSACIÓN
LXXXI.- LA PETICIÓN DE MANO
LXXXII.- SAINT-DENIS
LXXXIII.- UN CORAZÓN MUERTO
LXXXIV.- DONDE SE EXPLICA POR QUE
ENGORDABA EL BARÓN
LXXXV.- EL PADRE Y LA PROMETIDA
LXXXVI.- DESPUÉS DEL DRAGÓN, LA
VÍBORA
LXXXVII.- DE COMO EL SEÑOR DE
BEAUSIRE, CREYENDO HABER CAZADO LA
LIEBRE, FUE CAZADO POR LOS AGENTES
DEL SEÑOR DE CROSNE
LXXXVIII.- LOS TÓRTOLOS SON METIDOS EN
LA JAULA
LXXXIX.- LA BIBLIOTECA DE LA REINA
LXXXX.- EL GABINETE DEL JEFE DE POLICÍA
LCI.- LOS INTERROGATORIOS
LCII.- LA ULTIMA ESPERANZA PERDIDA
LCIII.- EL BAUTIZO DEL PEQUEÑO BEAUSIRE
LCIV.- EL BANQUILLO
LCV.- UNA REJA Y UN ABATE
LCVI.- LA SENTENCIA
LCVII.- LA EJECUCIÓN
LCVIII.- EL MATRIMONIO
notes
.
Alexandre Dumas
El collar de la Reina
.
“Señora:
“A pesar de lo penosa y rigurosa que resulta mi situación,
no ha salido de mí una sola queja. Todos los rodeos de que se
ha hecho uso para obtener de mí confesiones, no han servido
sino para fortificar mi resolución de no comprometer nunca a
mi soberana.
“Sin embargo, aunque persuadida de que mi constancia y
mi discreción deben facilitarme los medios para salir del apuro
en que me hallo, confieso que los esfuerzos de la familia del
esclavo (la reina llamaba así al cardenal en los días de su
reconciliación) me hacen temer que llegue a ser su víctima.
“Una larga prisión, careos que no terminan nunca, la
vergüenza y la desesperación de verme acusada de un delito
del que soy inocente, han debilitado mi valor y temo que mi
constancia sucumba ante tantos golpes recibidos al mismo
tiempo.
“Vos podéis, señora, con una sola palabra, poner fin a este
desgraciado asunto por la mediación del señor de Breteuil, que
puede darle, a los ojos del ministro (el rey), el aspecto que su
inteligencia le sugiera, sin que vos, señora, quedéis
comprometida en lo más mínimo. El temor a verme obligada a
revelarlo todo, es el motivo del paso que me decido a dar hoy
convencida de que vos, señora, tendréis en cuenta las causas
que me obligan a recurrir a él y espero que daréis las órdenes
para sacarme de la penosa situación en que me hallo. “Con
profundo respeto, quedo de vos, señora, humilde y obediente
servidora.
”Condesa de Valois de La Motte.”
FIN
ALEXANDRE DUMAS (Villers-Cotterêts, 1802 - Puys,
cerca de Dieppe, 1870), fue uno de los autores más famosos de
la Francia del siglo XIX, y que acabó convirtiéndose en un
clásico de la literatura gracias a obras como Los tres
mosqueteros (1844) o El conde de Montecristo (1845).
Dumas nació en Villers-Cotterêts en 1802, de padre
militar —que murió al poco de nacer el escritor— y madre
esclava. De formación autodidacta, Dumas luchó para poder
estrenar sus obras de teatro. No fue hasta que logró producir
Enrique III (1830) que consiguió el suficiente éxito como para
dedicarse a la escritura.
notes
Notas a pie de página
1
Vatel se mata después de una fiesta dada por el duque de
Conde, su señor, en honor del rey (1671). El famoso maître de
hotel había gozado de mala suerte, en verdad: en la cena, el
asado no llegó a todas las mesas, a medianoche el fuego de
artificio no estalló; en fin, el pescado esperado para la comida
de la mañana siguiente llegó tan tarde que Vatel, desesperado
de no verlo llegar y creyendo no poder sobrevivir a una tal
afrenta, se atravesó el cuerpo con la espada.
2
Gobernador de la Bastilla.
3
El duque de Richelieu, entonces duque de Fronsac, fue
por primera vez hecho prisionero el 5 de abril de 1711 y
liberado el 19 de junio del año siguiente. El duque de
Richelieu, su padre, utilizó el favor de que gozaba cerca de
madame de Maintenon para hacerle encerrar. Celoso de los
éxitos de su hijo cerca de las mujeres, tenía sin embargo una
razón más seria para recurrir a tal castigo. El joven Fronsac
había elegido a la duquesa de Borgoña, y el viejo duque, cuyos
asuntos iban de mal en peor, se cuidaba de no perder el favor
de Luis XIV, quien había llegado a ser muy quisquilloso sobre
cuestiones de moral, sobre todo cuando éstas se referían
directamente a la familia real. Richelieu estuvo dos veces más
en la Bastilla: en 1716 y en 1719.
4
Después de la muerte de Luis XV, madame du Barry,
caída en desgracia, se refugió algún tiempo cerca del duque de
Aiguillon, al cual había favorecido en el tiempo de su
esplendor. Vivió después en el convento de Pont-aux-Dames,
luego en su castillo de Louveciennes.
5
Es en 1785 y no en 1784, como lo propone Dumas,
cuando el célebre navegante emprendió un viaje de
descubrimiento en el curso del cual encontró la muerte.
6
Antoine Nicolás Caritat, marqués de Condorcet (1743-
1794), se hizo, joven aún, un notable geómetra y es con ese
título que fue recibido a la edad de 26 años en la Academia de
las Ciencias.
7
Raymond, conde de Montecuccoli, general de los
ejércitos de Austria, expulsó a los turcos de Hungría,
consiguiendo, con la ayuda de los franceses, la victoria de
Saint-Gothard. La Eslavonia, parte del Imperio austríaco,
situada entre el Drave y el Danubio, la había anexionado, al
mismo tiempo que una parte de Hungría, de Moldavia y de
Transilvania, Solimán II al Imperio turco. En 1529, el ejército
turco llegó hasta Viena. Seguramente, Dumas hace alusión a la
ciudad de Eszek, entonces capital de Eslavonia.
8
En efecto, no hubo en la batalla de Crecy (1346)
ninguna deslealtad por parte de los ingleses. La derrota de los
franceses se debió a la injuria de Felipe VI de Valois, príncipe
necio y fastuoso a la vez, no soñando más que con las
Cruzadas y rodeado de señores feudales dispuestos a
traicionarle antes que enfrentarse con un soberano tan ilustre
como Eduardo III. Crecy fue para éste una conquista de diez
años de esfuerzo. Las lombardas y los arqueros ingleses, que
despreciaban la caballería francesa, dispersaron a los ejércitos
del rey de Francia.
9
Después del asesinato de César, Antonio, ex oficial
protegido del dictador, instauró el segundo triunvirato con
Lépido y con Octavio, nieto de una hermana del César. La
nueva dictadura colectiva se repartió las próvidas romanas,
pero la rivalidad entre Antonio y Octavio no había, sin
embargo, desaparecido. Octavio tomó el pretexto de la
inclinación de Antonio por Cleopatra para denunciar a su rival
en la Asamblea del pueblo. La guerra fue declarada a
Cleopatra, quien, apoyada por Antonio, afrontó los ejércitos de
Octavio en el cabo de Actium, siendo vencida.
10
Casandra, hija de Príamo, rey de Troya, había recibido
de Apolo el don de la profecía a cambio de sus favores.
Casandra no cumplió los términos del contrato y, para
vengarse, el dios enamorado hizo que las predicciones de
Casandra no mereciesen crédito. Así, cuando el sitio de los
griegos, provocado por el rapto de Helena, los troyanos no
creyeron la profecía de Casandra, quien anunció que el
gigantesco caballo de madera sería fatal a la ciudad, y Troya
fue sometida por los soldados emboscados en el vientre del
caballo.
11
Hija del rey de la Cólquida, esta célebre maga se prendó
de Jasan, que se había unido a los argonautas para arrebatarle
el toisón de oro a Phryxus. Huyó con Jasón, llevándose el
toisón de oro, y ya en el país de aquél, rejuveneció al padre de
su esposo.
12
Opimus, cónsul romano (año 121 a. C). En el año que
gobernó, la cosecha de vino se consideró la más
extraordinaria.
13
Céfalo, príncipe de Tesalia y esposo de Procris, princesa
ateniense de una gran belleza. Durante una cacería atravesó a
su mujer con su jabalina y se suicidó de desesperación.
14
La Pérousse cesó de comunicarse con los demás en
1778. En 1827, el capitán Dillon encontró los restos de los
barcos Boussole y Astrolabe en una de las islas Vanikoro, en
Oceanía.
15
Gustavo trató de restablecer la autoridad real, debilitada
por la nobleza y el Senado. Forzó a la Dieta a aceptar “el Acta
de Unión y de Seguridad”, y la nobleza conspiró abiertamente.
Durante un baile de máscaras de la corte recibió un pistoletazo
y murió a los quince días del atentado.
16
El marqués de Condorcet, republicano de los más
moderados, fue detenido cuando la persecución de los
girondinos. Se envenenó en la prisión.
17
Hasta 1789 la decapitación fue privativa de los nobles
condenados. Los plebeyos eran colgados, descuartizados o
sometidos a la rueda del tormento, según se le antojaba a la
autoridad.
18
Monsieur de Launay, cuando la toma de la Bastilla,
cometió la imprudencia de descuidar el puente levadizo. El
populacho enfurecido le cortó la cabeza y la paseó por las
calles clavada en la punta de una lanza.
19
Detenida al volver de Inglaterra, adonde había ido para
poner sus diamantes a salvo, la famosa condesa du Barry fue
ejecutada en 1793.
20
El invierno de 1784 fue de los más crudos. El rey
desbloqueó tres millones de crédito, una gota de agua en un
mar de miseria. Pero otro invierno se preparaba, el de 1787,
más terrible todavía: doscientos mil parados, huelgas por todas
partes y la miseria del proletariado francés, “que recordaba las
hambres medievales”.
21
Alusión a Candide, de Voltaire, que combatía la famosa
teoría de Leibniz: “Todo está hecho para lo mejor en el mejor
de los mundos posibles.
22
Inspector general de Finanzas desde 1873, Calonne, “el
sembrador Calonne”, fue superior a sus predecesores,
restañando en proporciones considerables el déficit del tesoro
mediante préstamos: ciento un millones al final de su
ministerio.
23
Louis-René-Edouard de Rohan (1734-1803), gran
limosnero de Francia, obispo de Estrasburgo, príncipe del
Imperio, etc.
Juana de Saint-Remy de Valois (1756-1791) descendía,
24