Las Lecciones Del Pangolín - Afribuku

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Las lecciones del Pangolín


 INVITADO  12 MAYO, 2020 0

Sospechoso de haber provocado la pandemia de


COVID-19, también es el animal que más sufre la
caza furtiva en el mundo, algo que lo amenaza de
extinción. Hubo un tiempo, sin embargo, en que el
pangolín era respetado en África, teniendo una
importante función simbólica para muchas
comunidades. A las puertas de la era post-
pandemia, ¿qué nos enseñaría este amable animal,
si lo considerásemos desde la antropología, la
cosmogonía o la ecología?

Por Séname Kof Agbodjinou*

En la escuela naturalista del Pangolín


Lección 1: Irreductibilidad

El pangolín es uno de los pocos animales para los que el cautiverio


es literalmente insoportable. Se deja morir… No es posible, pues,
hacer cría de pangolín. Este animal se resiste de forma radical a
cualquier programación externa, lo que implica que su matemática
es interna sólo en cierto modo; es decir, evade la «calculabilidad» y
el rendimiento. Al no poder encuadrarlo en ninguna lógica del ciclo
de reproducción del capital, el hombre «moderno» lo acecha
permanentemente, a riesgo de extinguirlo. En la actualidad, existe
un trá co casi industrial entre África, donde se capturan los
animales, y Asia¹. La prensa informa periódicamente de
incautaciones gigantescas. El récord fue en febrero de 2019, con 30
toneladas de animales congelados interceptados en Malasia. El
material que proporciona sirve a los sectores del lujo, la moda,
medicina convencional y una determinada gastronomía re nada. De
hecho, los altos precios de los platos en los que la sangre de
pangolín es la base señalan un estatus social en algunos lugares.

En resumen, su irreductibilidad lo condena. Este oso hormiguero es


hoy en día el animal que más sufre la caza furtiva en el mundo, por
delante del elefante, el rinoceronte y el tigre. Inofensivo y discreto,
está amenazado de una extinción silenciosa. La independencia por
encima de cualquier precio es lo que se acaba pagando más caro,
así es como funcionan las cosas.

_
Lección 2 : Ecología.

Su desaparición alteraría fundamentalmente el ecosistema de las


selvas tropicales. Al devorar hasta 70 millones de hormigas y
termitas al año, el pangolín contribuye a controlar la población de
insectos, lo estricto para cubrir las necesidades básicas de aireación
y fertilización de los suelos.

Uníparo, es decir, que da a luz a una sola cría de cada vez, el


pangolín se regula a sí mismo. Con un solo individuo por camada,
tenemos aquí una reproducción bien moderada en un universo
salvaje donde la norma es la fecundidad múltiple.

Lección 3: Sentido moral.

Los Lele de Congo dicen que el pangolín es el único animal que


muestra vergüenza. Según el dicho: «¿Acaso no agacha la cabeza
como un hombre que evita mirar a su suegra?”. Y es que, ante el
peligro, el pangolín se enrosca sobre sí mismo. Ser capaz de
avergonzarse – algo que deberíamos recordar a la gente de nuestra
época actual- es la evidencia de una cierta conciencia.
Dominique Zahan, Antilopes du soleil.

La función simbólica (tal y como es


conferida por los pueblos Kongo, en
particular)
En el sistema de pensamiento africano, la función mítica de un
determinado animal deriva tanto de la manera en que se nos
aparece primariamente, de su observación empírica y de la unión de
estas dos cosas. Los mitos corresponden, pues, a una formulación
verbal codi cada y fructífera de la experiencia parcial sentida, al
servicio de un proyecto político más general. El bestiario se
establece como la clave para comprender los numerosos enfoques
combinatorios utilizados en dicha política, en particular los que
movilizan la dualidad canónica: aldea, dominio humano / bosque,
dominio del espíritu.

Lección 4: Antropomor smo y unidad, más allá de la zoonosis

El pangolín es el regalo que se hace a los reyes. Y es que él mismo


es el rey, un re ejo de los reyes de los hombres. Los Lele, de hecho,
lo llaman kum («jefe»).

Los soberanos (asimilados al leopardo) son metafóricamente seres


del bosque, enviados entre los humanos por la comunidad de
animales. Poseedores como tales de misterios, su posición está a la
cabeza de las comunidades de hombres. El pangolín, un animal que
se pone de pie y que camina sobre sus dos patas traseras, es una
gura del hombre en el bosque. También tiene algún privilegio.
Como «operador lógico (o más bien dialéctico) de la comunicación
religiosa”² entre dos realidades, no se le caza inocentemente. Entre
los Homba, primos de los Lele, donde su caza está sencillamente
prohibida, pagan verdaderas multas ceremoniales por romper las
«prohibiciones» en caso de violar por inadvertencia la integridad de
un pangolín (o un leopardo). Entre los Luba, matar a un oso
hormiguero (que puede ser asimilado a un pangolín, por análisis
estructural) es tan grave como matar a un hombre.

Tanto el asesinato del rey como la caza del pangolín son


ritualizadas, ambas deben servir al Ciclo. El rey y el pangolín son
(por igual, alternativamente o sincronizados, quizá) los médiums
por excelencia de la relación aldea-bosque, hombre-espíritu. El
poder parcialmente vinculado a la fertilidad que se atribuye a la
realeza sagrada en África está relacionado con el oso hormiguero.

«El pangolín es, en el sistema simbólico Lele, el estricto equivalente


del rey sagrado (de los) Kuba, regulador tanto del orden cósmico
como del orden social. La asociación del pangolín y la realeza (Rey
o Reina) parece atravesar toda la zona bantú, ya que encontramos
manifestaciones de ello entre los Lovedu del Transvaal«². Esta
homología entre el jefe, el personaje más imponente, y un animal
poco feroz, un oso hormiguero y tímido, puede observarse muy
claramente, por ejemplo, entre los Rubuka de Nigeria y los BaTabwa
del Congo Oriental ³.

Se establece así una vinculación, dentro de la naturaleza, entre


aquello que parece más importante y aquello que parece más
insigni cante, más vulnerable. Y esto prescribe una ética: el cuidado
de ambas cosas debe ser equivalente.

Para el cazador Lele, el pangolín debe ofrecerse a él, caerse del


árbol él mismo y acurrucarse a sus pies. El temperamento poco
feroz se sublima aquí para evitar la depredación desenfrenada y
para poner alguna medida en la punción que se puede hacer de él.

La oposición aldea-bosque no es el único límite teórico que el


pangolín transgrede, permitiendo soldar esa frontera mediante la
uni cación. Parece estar en todas las encrucijadas, o jado en la
encrucijada de todo. Esto hace que la riqueza conceptual de este
animal sea inagotable. Extraemos de ella principios de
organización que son a la vez sociales, simbólicos y cosmogónicos.
A través de él, por ejemplo, se introduce un sentido de parentesco
de todos los seres vivos.

Lección 5: Animal de nitivamente «intermedio» (Totalidad)

El pangolín es un «monstruo taxonómico«: el único mamífero


cubierto de escamas, con una lengua más larga que el cuerpo, una
empuñadura casi humana al nal de la cual hay… ¿garras o pinzas?
Mejor que un absurdo ensayo de quimera: ¡el pangolín es un
verdadero resumen del universo! Combina las propiedades de las
criaturas acuáticas, celestiales y terrestres, e indica claramente el
ideal no escindido que en el pensamiento africano debe animar
todo signi cado.

Lección 6: Poder alegórico (rotación)

La fascinación africana por el bestiario fantástico se desvela a


través del arte negro. Allen F. Roberts nos recuerda en Animals in
African Art que los animales más solicitados son los relacionados
con la ironía y la paradoja más tangibles: «Por ejemplo, la hiena,
con un dimor smo sexual poco marcado, se caracteriza por su
naturaleza a veces masculina y a veces femenina. O la serpiente,
amorfa y virtual, representa todo lo que aún no ha adquirido una
forma.»

Hay también una tendencia a la disposición que debemos


relacionar con los mitos y su ecología del umbral. En este sentido,
las máscaras antropozoomór cas compuestas, híbridas, más que la
estatuaria, expresan hasta qué punto el hombre está atrapado en
una red de vínculos con la naturaleza y lo sobrenatural, de
dimensiones y universo más allá de los suyos, donde nada está
aislado de nada. El mito es un soporte cticio del Sistema del
Mundo [4]: la máscara en movimiento es el soporte estético del
mito. La función de una máscara abstracta será a veces la de
manifestar seres míticos a menudo relacionados con instancias,
fuerzas naturales, dinámicas cósmicas y permitirnos captarlos. La
forma compleja de la máscara y su extensión en la danza es, por lo
tanto, un mandato del mito. Se encarga del sistema combinatorio
de relaciones. La imagen codi ca lo real más allá del mito. Le
prescribe una regla de materialidad. La máscara no está al servicio
del mito, no lo sublima ni lo completa, sino que le ofrece una
realidad.

Malraux expresa su intuición con razón: «La máscara africana no es


la jación de una expresión humana, es una aparición… El escultor
no geometriza un fantasma que no conoce, lo provoca por su
geometría, su máscara actúa menos en la medida en que se
asemeja al hombre que en la que no se asemeja a él; las máscaras
de animales no son animales: la máscara del antílope no es un
antílope, sino el espíritu-antílope, y es su estilo el que lo hace
espíritu«.

Como si hubiera sido expulsado de tal mascarada, el pangolín está


más allá de la máscara… Es una desvirtuación. Este algoritmo en
movimiento es la realización inesperada de la utopía. Es el mito
que singularmente se reconecta con esta realidad que sólo le había
sido prestada. Por lo tanto, es comprensible que el pangolín, por su
poder evocador, tenga un lugar predominante en el simbolismo
cosmogónico de las sociedades cuyos bosques puebla. En general,
se presentará como el ser que estuvo allí desde el principio y el que
desencadenó la creación, concentrando a la vez todas las
potencialidades de futuro. En todas partes, es «organizador del
mundo» ³.

Lección 7 : Potencial metafórico (Fractal)


Tenemos una manifestación arquitectónica de ello. En el relato
fundacional de los Lega, el papel canónico del civilizador se
describe así: «Fue él quien enseñó a los hombres el arte de
construir una casa. Sus escamas superpuestas evocan las tejas de
hojas con las que los Lega cubría los techos de las cabañas»².

En las reglas de la mesa, el pangolín sirve como a rmación pero


también para articular las mediaciones de las unidades de
residencia y familiares. Después de una comida, compartida lo más
ampliamente posible entre los miembros del linaje y los parientes
autorizados, se arrojan unas escamas del pangolín sobre el techo de
la cabaña, «sin duda», nos recuerda Luc de Heusch, «para con rmar
su asociación simbólica (del grupo) con la casa».

En la escuela de la sabiduría Lega (Mutanga), los proverbios se


componen a través de objetos. El carey de pangolín dice: «¡Makaga
kukwa, nu magamba kusigala!», La descendencia hace que los
muertos sobrevivan.

Introducción a un pensamiento del


«después»
Lo vivo nos evoca de manera singular. El mensajero es el que (en el
pensamiento Kongo) representa al hombre en el reino animal. Por
la misma razón, el pangolín habría arrojado al hombre como peón y
devuelto la libertad a la naturaleza. Esto es digno de un mito
fundador, y bien podría tener esa función. Porque si a todos se les
da un respiro, para el hombre esta es la oportunidad propicia, desde
las profundidades del claustro en el que se encuentra, de
cuestionar el sentido de las cosas y proyectar un nuevo contrato de
relación con el mundo.

El modelo de la civilización de la neurosis neoliberal, cuya acción


se percibe hasta en la aldea más perdida de África, es mortal y
conduce directamente a chocarse contra un muro. Ya lo sabíamos y
jugábamos a creer que aún había margen. La advertencia se dirige
esta vez radicalmente a través de este hermano metafórico de
nuestros antepasados, una especie de la cual, sin que nos moleste
en absoluto el hecho de que no sea sostenible, nos dedicamos a un
comercio escandaloso, matando unos 500.000 a 2,7 millones de
individuos cada año.

Existe un ángulo ciego para la economía extractivista mientras


sigue prosperando a través de África. Un impensable de lo
poscolonial donde la vida, la ecología y la psique se invitan
mutuamente. Los mitos se ocupan del mundo. Y la alienación del
hombre para hacer que todo le sea soportable, al parecer, se
produce precisamente por la amnesia y la neutralización de la
función del mito. Porque sería un eufemismo decir que hay un
contraste entre la deferencia que el oso hormiguero inspiró en los
africanos y el destino que le hacen vivir hoy en día.

Levi-Strauss consideraba que hay animales «para comer» y


animales «para pensar». En medio de la agitación de estos tiempos
difíciles nuestros, debemos ser conscientes de cualquier sura o
punto de ruptura en una ontología probada en la «vivienda». De
ahí la necesidad de un enfoque epistémico para concretar, tal vez
desde África, el necesario rechazo a la extensión de este asedio
comercial a la realidad, al que la tecnociencia se propone ahora
insidiosamente como relevo. Será necesaria la radicalidad y el
pragmatismo naturalista al que nos inicia el Pangolín, pero también
una respuesta a través de la fuerza de las nuevas mitologías
transversales y prospectivas de los nuevos tiempos. Estas
cosmologías prácticas, algunas de ellas basadas en la informática,
son importantes hoy en día como cciones fundadoras, canales de
reenfoque y movilización de energías… para descolonizar el futuro,
en primer lugar por las disposiciones del imaginario de esta
potencialidad protésica nuestra.

Lección 8: Cohesión (Panóptico)

Luc de Heusch, antropólogo de la zona kongo, nos invita a ver el


pangolín como un poderoso factor de cohesión. Tanto en los Lele
como en los Lega, el análisis de los » desplazamientos simbólicos »
(a veces por inversión) con rma que este ser bené co es, en efecto,
el cimiento del grupo: contribuye «a la síntesis sociológica de dos
instituciones complementarias y antagónicas: el pueblo, unidad
política permanente, y el clan matrilineal disperso, desmenuzado en
secciones locales desprovistas de instituciones propias». Esta
función uni cadora es centrípeta: a rma la necesidad de mantener
dentro de la aldea una red de alianzas endogámicas entre los
mismos clanes. El pequeño pangolín trae de vuelta a la aldea
fundada por sus antepasados a hombres y mujeres nacidos fuera, en
virtud del matrimonio virilocal. En la sociedad Lega, patrilineal, el
pequeño pangolín asume la función opuesta: reúne en una vasta
comunidad ritual una red de aldeas, sólidamente de nida por su
unidad de linaje. »

Los miembros de mayor rango de la sociedad secreta Bwami (Lega)


se asocian con los Pangolines porque su función social es «unir a la
gente». Esta dimensión procede en particular de las obligaciones de
comensalidad compartida para los raros animales autorizados para
la captura: «Todo sucede como si el grupo acabase de desmembrar
a toda la familia para fortalecerla así».

_
Lección 9: Sabiduría.

Siempre podremos intentar reforestar, pero el pangolín no se


cultiva. Esta relación en la agudeza de las cosas que se consideran
fundamentalmente libres es, en última instancia, la última lección
del pangolín. La responsabilidad que nos prescribe es el programa
de un retorno al Mundo, la única forma de imprimir una forma
pací ca en el futuro. Es una responsabilidad liberadora, porque más
allá del trauma de la crisis de la propagación de la epidemia, ¡qué
campos tan formidables para arar! En este proyecto, se deberá
mucho a la valorización de los sistemas de valor tradicionales.
Existe el potencial para una ética y práctica global.
_____________________________________________________________

Notas:

[1] Esta serie de incautaciones, aparecidas en los medios de


comunciación, de cargamentos de carey procedentes de Nigeria y
Ghana es prueba de la creciente importancia de la caza furtiva del
Pangolín, que es ahora mucho más jugosa y menos arriesgada que
el trá co de drogas:
3,1 toneladas (correspondientes a unos 8.000 animales) en la
aduana de Shanghai (diciembre de 2016) / 712 kilos, 300 kilos y
400 kilos en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur (mayo,
junio de 2017)/ 12 toneladas en Shanghai (29 de noviembre de
2017)/ 8, 3 toneladas en Haiphong y luego 5, 264 toneladas en Cai
Mep (ambas en mayo de 2019) / 9 toneladas en Hong Kong (2019) /
25,6 y luego 11,9 toneladas en Singapur (abril y julio de 2019) /
20,9 toneladas en China (diciembre de 2019) / 3,5 toneladas fueron
destruidas por el fuego, por las aduanas de Costa de Mar l, el
pasado 3 de marzo / 6,16 toneladas en Port Kelang (31 de marzo de
2020).

Valor total estimado para esta secuencia no exhaustiva: ¡cerca de


290 millones de dólares! La Interpol estima que apenas entre el 10
y el 20% de este comercio odioso es interceptado.

[2] Luc de Heusch, « La capture sacri cielle du pangolin en Afrique


centrale ».

[3] Jean-Claude Muller, « Entre Mythe et réalité, ou pourquoi le chef


rukuba est un oryctérope ».

[4] De no el Sistema del Mundo sobre la base de lo que está


encarnado en la arquitectura africana, como: «juntos la ética y la
política de hacerse cargo: la comunalidad de los seres vivos, las
diferentes escalas, la unidad del espectro y el equilibrio». Todo está
borroso desde el principio, atrapado en un complejo y fértil
conjunto de relaciones y responsabilidades que, para gestionar o
estar atado en lugares alternativos, a menudo moviliza el ritual. En
el edi cio, se mani esta en una «inextricabilidad de principios (8):
permanencia de guras de gestación, antropomor smo de medios,
diferencialidad fundamental, movimiento y orden en la revolución y
fractales, panóptico, deseos de totalidad, unidad…». Su constancia y
naturaleza combinatoria hacen de la arquitectura una forma de
«etnomatemática»! Podemos establecer una correspondencia entre
estos principios y las cuestiones contemporáneas: gestación =
Sostenibilidad, antropomor smo = Responsabilidad, diferencialidad
= Igualdad, giro = Equilibrio, fractal = Democracia, panóptico =
Solidaridad, totalidad = Inclusión, Unidad = Cohesión. Ver:
https://medium.com/@sename/principes-de-la-cosmoarchitecture-
c745500be140

El oso hormiguero como concepto apoya las interpretaciones kongo


originales de este antiguo sistema de coherencia: Primogénito del
mundo, su creador o el que se supone que lo perpetúa (Gestación);
Figura del hombre (antropomor smo), demiurgo, héroe cultural
(fractal), alter ego del jefe y por tanto autoridad del umbral
(diferenciación), garante del orden, la medida, la coherencia y la
resonancia de todo (giratón – panóptico – totalidad) mediador
(unidad) . El pangolín es un concentrado del bagaje de la
civilización.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

* Séname Kof Agbodjinou es arquitecto y antropólogo, fundador de


l’Africaine d’Architecture y del fab-lab WoeLab, en Togo.

* Este artículo fue publicado en el blog personal de Séname Kof


Agbodjinou, ha sido reproducido con permiso de su autor y forma
parte de una serie de posts en tiempos de con namiento. Para leer
el original en francés, clic aquí.

* Traducción: Ángela Rodríguez Perea.

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