Cabecitas negras

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Por Yuderkys Espinosa Mioso


No entiendo como no podemos unir nuestra critica a frases como "hija de puta" a esta idea de
que la paz es "blanca" y la guerra, el luto y la muerte son "negras". A la guerra yo no le veo el
color, slo se lo ponemos nosotras... y ciertamente la cultura milenariamente ha interpretado el
negro con el luto y con la muerte, lo blanco con la paz, as como la mujer con lo dbily ya
sabemos que no es por coincidencia, se basa en un sistema de valores que se expresa a travs de lo
simblico y que es tan patriarcal como racista y clasista.

Con estas palabras me expresaba hace ya algunos aos en una lista feminista de correo
electrnico (RIMA) a propsito de la convocatoria a una marcha en contra de la guerra en
la que se peda a las manifestantes ir vestidas de negro. La mayora de las participantes se
qued perpleja ante mis reflexiones y muchas manifestaron que simplemente no se les
haba ocurrido la relacin. Pero al menos, admitieron mi razonamiento: efectivamente los
sistemas de subordinacin con sus sintomatologas discriminatorias no estn fuera de
nosotrxs, se mantienen bien adentro y donde menos lo vemos. Naturalizados, se conservan
vivos a travs de nuestras miradas, nuestras lgicas y nuestras acciones cotidianas. De las
maneras menos reconocibles se ocultan en nuestra respiracin, se cuelan como diminutas
esporas a travs del aire en nuestra piel, las aspiramos y exhalamos a cada segundo.

Pero de eso no siempre estamos concientes y as, lxs argentinxs no saben que son racistas.
De hecho, hoy da en casi ningn lugar del mundo, ningn Estado, ninguna ideologa
admite abiertamente su racismo. Cuando hago algn comentario al respecto y menciono
como ejemplo ciertas formas de expresin tan cotidianas como la de trabajar como un
negro, gente de todo tipo, incluyendo gente cercana, amada, activista o no, suele
defenderse diciendo: - pero si no lo digo por racista. Cuando insisto y argumento con
mayor profundidad, me han dicho: - es que no entiendes porque no eres de este pas,
negro de mierda, por ejemplo, no alude a los negros si aqu no hay negros! lo dicen
por los pobres, por el peronismo. Y as se revela la primera gran muestra del racismo en la
Argentina, es el convencimiento generalizado de que aqu no hay afrodescendientes, que
lxs argentinxs todos vienen de Italia, de Espaa, Francia de Europa. Ascendencia que
cada argentinx que conozco se place revelar, reconocer, mantener orgullosamente en la
memoria.

De la poblacin argentina afrodescendiente slo se dicen dos cosas: que estuvieron en la
colonia, y de ello da testimonio la negra vendedora de mazamorra que siempre aparece
escenificada en los actos escolares del 25 de mayo; lo segundo que se dice es una
justificacin de esta idea extendida de su desaparicin posterior. En esta narrativa lxs
negrxs, muertxs por las pestes y en la guerra de la triple frontera, sospechosamente
desaparecen de la escena nacional tan abruptamente como para ni siquiera dejar
descendencia. Cuntxs argentinxs se reclaman hijxs de estos soldados muertos y de estas
familias diezmadas por la peste? Bien, al menos, yo he ido conociendo algunxs. Pero no es

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Publicado en Revista Baruyera N 6, enero 2009.
gente comn y corriente, son activistas de la causa afro en la Argentina. Unx de ellxs es la
negra Mara Lamadrid que se ha pasado aos denunciando que la detienen en el aeropuerto
por la sospecha de que su pasaporte argentino es falso: - si eres negra, cmo vas a ser
argentina?.

El desconocimiento generalizado sobre la problemtica del racismo en Argentina resulta
ms que interesante. La gente, incluso militante y progre, sigue pensando que es inocente y
hasta inocuo achacar color negro a la pobreza, a lo ilegal, a lo malo. Ser por casualidad y
no por racismo que los descamisados de Evita pasen a ser los cabecitas negras de los que
hablan sin tapujos, ante las cmaras de TV incluso, las clases dominantes argentinas? Yo no
me lo creo. Como no me creo tampoco que la discriminacin y el prejuicio contra
bolivianxs, peruanxs y paraguayxs se trata slo de xenofobia. Si slo se tratara de ello por
qu ese prejuicio no lo tienen con inmigrantes o visitantes europeos? Si en Argentina hay
xenofobia esta es selectiva y se ejerce justamente contra pueblos descendientes de
indgenas, africanos u otros grupos minorizados como los judos. Pero no slo. El racismo
se puede verificar de muchas formas en esta sociedad.

Yo misma he vivido varias situaciones difciles. Una vez viv cerca de Constitucin
apenas cerca- pero la cercana bastaba para que en la calle me abordaran algunos varones
preguntndome el monto por el servicio. Tampoco olvidar la primera vez que me top con
la clase media alta argentina. Tena pocos meses de haber llegado a Buenos Aires por mis
estudios de maestra, y de Corrientes y Paran me haba ido a vivir a Santa Fe y Scalabrini
Ortiz. Comparta el departamento con una colega, dominicana como yo, que tambin haba
venido a estudiar. Ella: una hetero bien presentada, con su peinado de peluquera, zapatos
de seorita y uas impecables; yo: una lesbiana radical que mostraba su descendencia afro
al natural y sin tapujos. La primera vez que baj del edificio a comprar verduras, el seor
que atiende (muy argentino por cierto; nada que ver con las bolivianas que de un tiempo
para aca han acaparado el mercado de ventas de verduras), me dice: - y a vos, como te
deja la seora salir con el pelo as?.

Pero les aseguro que esto no ha sido todo, cosas peores he vivido entre la propia comunidad
activista y/o de la disidencia sexual argentina. Ser una migrante afrodominicana en Buenos
Aires ha sido un verdadero aprendizaje sobre la marginalidad y la otredad. Para el
imaginario porteo de cualquier tipo una afrocaribea siempre-es-una- puta. Y el problema,
por supuesto, no est en serlo, sino en la imputacin que pretende ser peyorativa, pero aun
ms, en esa condena a la repeticin, como si la alteridad y el devenir slo compitiera a
determinado grupo de sujetos al cual, te hacen saber, no formas parte. La operacin es
terrible por el a priori, el pre-juicio, la sentencia. Las generalizaciones tipo: los negros la
tienen grande y son delincuentes, las negras son putas y maliciosas, son las formas en que
el racismo opera cotidianamente y que, aunque no lo crean, tiene repercusiones importantes
en nuestras vidas (tanto como el otro extremo que consiste en el deseo de recuperarnos y
salvarnos, que dejo para abordar en otra ocasin).

Aun as dirn que no es tan terrible. Ciertamente me he encontrado en Buenos Aires con
tanta gente que te dice, despus que le respondes que eres dominicana: - ay, pero que
lindo, qu linda piel, qu lindo tu pas. Al principio, debo confesar, me sent muy alagada,
hasta que comenc a sospechar de tanta complacencia. bell hooks nos alerta sobre la forma
en que el racismo actual ms que apartar, expulsar y rechazar al otro se sustenta en un
consumo de este como mercanca. Si ya no se puede justificar la discriminacin basada en
la idea de inferioridad biolgica de determinados grupos, como se pretendi durante
muchos aos, ello no implica la desaparicin del racismo. A lxs afrodescendientes ahora se
lxs desea, se lxs busca, se lxs imita, al tiempo que se los condena a repetir la imagen
construida por occidente. Ella llama a esta operacin devorar al otro.

Devorar al otro, dice ella y recuerdo esas cabecitas de negro comestibles, hechas de
chocolate, confites decorativos, dulce de leche y biscochuelo, que se fabrican aqu, en
Buenos Aires. Quizs las hayan visto o hasta las hayan comido alguna vez. Yo me las he
encontrado entre budines, facturas y masitas, en las estanteras de algunas confiteras
tradicionales de la ciudad (esas a las que seoras de alcurnia van a tomar el t a la tarde con
sus amigas de la Fundacin contra el hambre). Cuando las vi (las cabecitas negras
comestibles) por primera vez me quede fra imaginando la escenita: la familia blanca de
clase media alta degustando de postre cabecitas negras luego de la misa del domingo. La
idea de la madre presta diciendo complaciente al marido o al hijo varn del que est
orgullosa: - quieres otra cabecita?, me da espanto. Para m constituye la metfora
irremplazable de la devoracin de lo afro en Argentina. Un verdadero acto de antropofagia:
- Que dnde estn lxs negrxs argentinxs? - Se lxs comieron!... se lxs comieron.