Historia

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Abiertas bloque 1:

1. Hace 900000 años llegaron los primeros pobladores a la península con el Homo
antecessor, utilizaban herramientas de piedra tallada y llevaban una vida nómada
basada en la recolección y en la caza. Vivían en cuevas y se caracterizaban por la
industria lítica, cuyo útil más destacado es el bifaz.
2. Hace unos 35000 años en el paleolítico superior encontramos la pintura rupestre
cantábrica.Se localizaba en el interior de las cuevas. Representan animales aislados
de una manera bastante realista poseen policromía y no hay presencia de figuras
humanas. Los ejemplos más destacados son la cueva de Altamira en Cantabria. En
Andalucía destaca la pileta en Málaga.
3. En el neolítico durante el 5.000 a.C encontramos la pintura rupestre Levantina
localizada en abrigos rocosos. Representan figuras esquemáticas de animales y
personas. Son monocromáticas. El ejemplo más destacado es Cogull en Lleida.
4. Desde el 9000 al 5000 encontramos un periodo de transición denominado
Mesolítico. Este proceso culminó en el periodo Neolítico que duraría desde el 5.000
hasta el 2500 a. C. Se caracterizó por los instrumentos de piedra pulimentada, el
inicio de la agricultura y la ganadería, la aparición de la Cerámica y el
establecimiento de poblados sedentarios. Se produjo una aculturación mediante
contactos con poblaciones de Oriente Próximo, visible en la difusión de la cerámica
cardial por buena parte del mediterraneo. La industria lítica neolítica se basó en la
piedra pulimentada con útiles más especializado y relacionados con la agricultura.
5. La Edad de los Metales, concretamente en la Edad del Cobre, se caracterizó por la
cantidad de yacimientos mineros y por la estratificación de las relaciones sociales.
Comienza a surgir el urbanismo y se desarrolla una creciente dimensión
espiritual,fruto de ello fue la aparición del megalitismo, construcción realizada con
grandes bloques de piedra.Los más característicos son el menhir, una gran piedra
alargada levantada en vertical sobre el suelo y que pudo servir para delimitar el
territorio o para rendir culto al Sol. También encontramos el dolmen, una formación
compuesta por dos o más bloques verticales y uno horizontal. Podía formar parte de
cámaras que se usaban como tumbas colectivas. En Andalucía tenemos los
ejemplos de las cuevas de Menga y del Romeral, en Málaga.
6. En la edad del bronce encontramos poblados construidos en promontorios y
defendidos por murallas. Entre las principales culturas de esta época encontramos
la cultura de El Argar , la cultura de los Campos de Urnas y la cultura talayótica. La
cultura talayótica de las islas Baleares, de finales del Bronce y comienzos de la
etapa del Hierro, caracterizada por la construcción de talayots ,torres para la
defensa, navetas ,una especie de templos o refugios y taulas ,construcciones en
forma de mesa.
7. En la primera mitad del primer milenio antes de Cristo, llegaron a la península ibérica
los fenicios y los griegos y, más adelante, los cartagineses, quienes establecieron en
las costas levantinas y andaluzas diversas colonias o enclaves comerciales. El
motivo inicial de su llegada fue la búsqueda de metales, a lo que se añadieron otras
actividades como el comercio con tejidos, cerámica, objetos de adorno, salazones
de pescado, etc. El impacto de estos pueblos más avanzados sobre las poblaciones
indígenas fue muy relevante.
8. A lo largo del primer milenio antes de cristo, aparecieron las primeras referencias
escritas sobre los habitantes de la península ibérica, al tiempo que llegaron pueblos
colonizadores mediterráneos atraídos por la riqueza mineral y el comercio. Los
Tartessos constituyeron la primera sociedad urbana autóctona de la Península y
aparece ya configurada como civilización a comienzos del siglo VIII a. C., recibiendo
influencias, principalmente, de fenicios y griegos. Se caracterizó por tener una
sociedad jerarquizada en clases y por la monarquía como forma de gobierno.La
economía se basaba principalmente en la explotación de los minerales,
complementada con la agricultura, la ganadería, la pesca, el comercio y la
orfebrería. Con el mineral extraído, las clases dirigentes tartesias comerciaban con
fenicios o griegos quienes, lo trasladaban hacia Oriente. Hacia el 530 a. C.
comienzan a escasear las informaciones referidas a Tartessos, lo que se interpreta
como su decadencia. Posiblemente la causa principal fue la pérdida del comercio de
minerales con Oriente, debido al dominio cartaginés sobre el Mediterráneo
occidental.
9. Hacia el siglo III a.C la península ibérica era un mosaico de pueblos diferentes entre
los que destacan los celtas y los iberos. Los iberos constituyeron un grupo de
pueblos organizados en tribus independientes, pero con unos rasgos culturales
comunes y que hablaban variantes de la misma lengua. Son descendientes de los
grupos humanos neolíticos del área mediterránea y ocupaban el sur peninsular, la
zona levantina, el valle del Ebro y Cataluña. Su economía se basaba en una
agricultura que cultivaba la trilogía mediterránea,complementada con la ganadería,
la minería y la metalurgia. A ello se sumaba el comercio que mantenían con pueblos
mediterráneos, principalmente griegos, fenicios y cartagineses.La sociedad estaba
jerarquizada y dirigida por una élite guerrera encabezada por un caudillo o régulo.
Habitaban poblados amurallados, generalmente en zonas elevadas para facilitar su
defensa, compuestos por casas rectangulares dispuestas en calles.Poseían moneda
y escritura propia, lo que evidencia su avanzado desarrollo cultural, estimulado por
los contactos con pueblos mediterráneos. Practicaban la incineración de los difuntos
en necrópolis próximas a los poblados, y poseían santuarios y creencias religiosas
relacionadas con divinidades guerreras y fuerzas de la naturaleza.
10. Hacia el siglo III a.C la península ibérica era un mosaico de pueblos diferentes entre
los que destacan los celtas y los iberos. Los celtas tienen origen indoeuropeo y
penetraron en la Península lentamente, entre 1100 y 700 a. C. Se trató de un flujo
continuo de pueblos guerreros, cuya economía se basaba en una rudimentaria
agricultura y ganadería, que conocían la metalurgia y el arado de dos ruedas y que
se fueron mezclando poco a poco con las poblaciones indígenas.
Se asentaron en el valle del Ebro, la Meseta, el norte y noroeste peninsular. En las
zonas en las que entraron en contacto con los íberos dieron lugar a los llamados
celtíberos. Su aislamiento de contactos mediterráneos explica la falta de desarrollo
de la escritura y de la moneda. Poseían una cultura guerrera. Su organización social
descansaba en clanes basados en lazos de sangre y en una sociedad patriarcal,
dividida en clases sociales: aristocracia guerrera, libres y esclavos. El poder venía
dado por el prestigio personal y la costumbre tenía categoría de ley. Su religión es
poco conocida, aunque sí se constata su relación con la fecundidad, la abundancia y
la fertilidad de las tierras. Sus manifestaciones artísticas fueron escasas. Destacan
las esculturas de cerdos, jabalíes y toros denominados verracos, representaciones
mágicas elaboradas en piedra, protectoras de los rebaños o que quizás tuvieron un
significado funerario.
11. Los íberos eran un localizado en la península ibérica hacia el siglo III a.C.Han
dejado muestras abundantes de cerámica, influida por la fenicia, griega o romana
según las épocas, así como numerosas figurillas de bronce y arcilla e incluso
grandes esculturas de piedra, como las damas de Elche y de Baza.
12. Los romanos llegaron a la península durante la segunda guerra púnica en el 218
a.C.Los romanos vieron en los recursos peninsulares una fuente de riqueza para su
Imperio, por lo que impulsaron notablemente la economía de Hispania.La agricultura
y la ganadería constituian la base de la economía,Roma introdujo novedades
técnicas como el uso de abonos, el regadío, el barbecho y el arado.Los cultivos
principales estaban constituidos por la trilogía mediterránea cuya abundante
producción se exportaba en gran medida a Roma, mientras que en la ganadería
sobresalio la explotación de ovejas. Abundaron las grandes explotaciones agrarias
propiedad de los grupos privilegiados que solían utilizar mano de obra esclava.
La producción artesanal también recibió un notable impulso. Las actividades se
realizaban en pequeños talleres en donde se producían tejidos, armas, cerámica,
salazones, etc., cuya producción se dedicaba tanto al consumo local como
a la exportación.La minería fue un sector esencial para los romanos, introdujeron
nuevas técnicas como el sistema de poleas y norias para extraer minerales.
El comercio adquirió una gran relevancia, favorecido por la seguridad de la
navegación marítima, la unificación monetaria y la construcción de una amplia red de
calzadas, que integraron Hispania en los circuitos comerciales romanos. El comercio
interior se concentró en las ciudades, que se abastecian principalmente del campo.
El comercio exterior tuvo un marcado carácter colonial pues se enfocó en la
exportación de materias primas y productos de Hispania hacia Roma.
13. La llegada de los romanos a la Península tuvo lugar durante la Segunda Guerra
Púnica 218-206 a. C., para combatir a los cartagineses. Junto con la conquista
militar se desarrolló un proceso de influencia cultural, llamado romanización.La
romanización es el proceso por el que los pueblos que habitaban la península ibérica
asimilaron las formas culturales, políticas y económicas romanas. Este proceso
comenzó en el mismo momento en que Roma penetró en la Península y tuvo un
ritmo e intensidad desiguales según los territorios, Fue más intenso en la franja
mediterránea y el sur, pero no tan significativo en el norte peninsular. debido al
retraso en la conquista .La romanización se realizó a través de diversos medios,
entre los que destacaron la progresiva implantación de una administración territorial
romana, el papel del ejército romano, la fundación de ciudades, la homogeneización
lingüística con el latín como lengua oficial, la construcción de una extensa red de
calzadas, una legislación romana que contribuyó a unificar el territorio o la difusión
de monedas romanas que facilitaron las relaciones comerciales entre los territorios
peninsulares.
14. Los visigodos eran un pueblo germanico que empezó a gobernar en España tras la
caída del imperio romano de occidente en el 476.La desaparición del Imperio
romano de Occidente creó un clima de inseguridad que perjudicó a la economía. El
comercio prácticamente desapareció, al igual que la moneda, y las ciudades
entraron en una profunda decadencia. Cuando los visigodos llegaron la economía se
realizó tendiendo al autoabastecimiento, y la población optó por el campo, en busca
de la protección de los grandes propietarios. La base de la economía seguía siendo
la agricultura y la ganadería, dominadas por nobles y terratenientes que disponían
de extensas propiedades. Por ello, los pequeños campesinos quedaron en una
situación de dependencia e incluso de serviduesembre.La religión de los visigodos
era el arrianismo, mientras que la población hispanorromana, practicaba el
catolicismo. Para consolidar el poder visigodo, la monarquía buscó la colaboración
de la Iglesia católica hispana, plasmada en la conversión al catolicismo del rey
Recaredo en el siglo III.
La celebración del Concilio de Toledo unido al patrimonio territorial acumulado,
otorgó gran influencia a la Iglesia, que pasó a formar parte de la clase dirigente,
junto a los nobles, y de este modo los Concilios eclesiásticos se terminaron
convirtiendo en asambleas con atribuciones políticas.
Por su parte, la nobleza estaba formada por nobles visigodos e hispanorromanos
que poseían extensas propiedades, procedentes de tierras cedidas por la monarquía
a cambio de servicios, y por el pequeño campesinado a cambio de protección. Su
creciente poder contribuyó, en la segunda mitad del siglo VII, al debilitamiento de la
monarquía, incapaz de limitar los privilegios nobiliarios, y finalmente a su
desaparición frente a los invasores musulmanes.
15. Los visigodos eran un pueblo de origen germánico que penetró en el Imperio
romano a finales del siglo IV, presionados por los hunos.
En el 409, en plena descomposición del Imperio romano, penetraron en la península
ibérica. Tras la desaparición del Imperio romano los visigodos se establecieron
definitivamente en la Península, donde fundaron el reino de Toledo.
Las áreas principales de asentamiento visigodo fueron las tierras de la Meseta,
aunque con el tiempo dominaron la mayor parte del territorio peninsular. Leovigildo
sometió a los suevos de Galicia, fortaleció el poder real y dispuso que la monarquía
tuviese un carácter hereditario. Para su gobierno, se apoyó en instituciones como el
Aula Regia, consejo asesor integrado por altos funcionarios, nobles y clérigos.
Posteriormente, Suintila ocupó el sur peninsular expulsando a los bizantinos, por lo
que el reino visigodo se convirtió en el primer Estado independiente que integraba
casi todo el territorio peninsular.
Paralelamente la minoría visigoda se fue integrando poco a poco con la población
hispanorromana, muy superior en número. En primer lugar, se derogó la ley que
prohibía los matrimonios mixtos y el rey Recaredo se convirtió al catolicismo , con lo
que contribuyó a la unión religiosa, posteriormente, Recesvinto promulgó el Fuero
Juzgo, un código legal único para visigodos e hispanorromanos, que suponía la
unificación jurídica de ambos pueblos.
Desde el siglo VII, sin embargo, los enfrentamientos por el poder debilitaron la
monarquía visigoda. Las luchas internas por el trono provocaron una gran
inestabilidad política y favorecieron que en el 711 los musulmanes cruzaran el
estrecho de Gibraltar y derrotaran en la batalla de Guadalete al rey don Rodrigo, lo
que puso fin al reino visigodo.
Abiertas bloque 2:
1. En el 711 los musumanes cruzaron el estrecho de Gibraltar. Las disputas sucesorias
producidas durante el reinado del monarca visigodo don Rodrigo favorecieron la
invasión de la península por los musulmanes, quienes dirigidos por Tariq, lo
derrotaron en la batalla de Guadalete. La conquista musulmana fue muy rápida a
causa de la debilidad de la monarquía visigoda.
2. En el año 929 el emir Abderramán III aprovechó la debilidad de los abasíes para
proclamarse califa e independizarse plenamente del califato abasí de Bagdad al
asumir también el poder religioso.
Abderramán III pacificó al-Andalus, sometió las resistencias interiores y fortaleció el
poder central. Así mismo, detuvo el avance cristiano y controló el norte de África,
convirtiendo al califato cordobés en el Estado más poderoso de Occidente.Su hijo,
Alhakam II, mantuvo el esplendor del califato y dio un gran impulso a la cultura. Bajo
su sucesor, Hixem II, el poder político lo controló Almanzor, su primer ministro, quien
realizó diversas campañas militares contra los cristianos. Estas campañas solo
lograron detener temporalmente el avance cristiano hacia el sur. A pesar de sus
numerosos triunfos militares, apenas recuperó territorio.
A la muerte de éste, en el año 1002 comenzó un proceso de enfrentamientos civiles
y de descomposición del califato, la fitna, debido al creciente poder de las familias
aristocráticas. Se sucedieron así revueltas palaciegas y califas sin autoridad, hasta
que finalmente los notables de Córdoba abolieron el califato , que se fragmentó en
pequeños reinos taifas.
3. Los musulmanes llegaron a la península en el 711 derrotando a don Rodrigo rey
visigodo en la batalla de guadalete y estuvieron hasta el final de la reconquista.Las
ciudades recuperaron su brillantez tras la decadencia de la época visigoda, ya que la
población de al-Andalus tendió a concentrarse en ellas, convirtiéndose en centros
del poder político y en importantes focos industriales y comerciales. Córdoba, la
capital, se convirtió en la urbe más populosa de Occidente, comparable a Bagdad o
Constantinopla.
4. Desde el 711 al 1492 la sociedad de al-Andalus se caracterizó por la gran variedad
de grupos religiosos, étnicos y sociales. La convivencia entre estos grupos,
generalmente pacífica, a veces se vio alterada por algunos conflictos.
Según la religión, se distinguía entre musulmanes y no musulmanes. Los
musulmanes constituían la mayoría de la población. Estaban integrados por los
árabes, que ocuparon las mejores tierras y se convirtieron en los dirigente; los
bereberes norteafricanos, que quedaron asentados en las zonas rurales; los
muladíes, hispanovisigodos que inicialmente constituían la mayor parte de la
población y que progresivamente se fueron convirtiendo al islam. Los no
musulmanes eran tolerados porque también practicaban religiones monoteístas.
Estos estaban conformados por dos grupos minoritarios: los cristianos mozárabes,
que mantuvieron sus creencias; y los judíos, minoría social pero económicamente
muy activa en las ciudades, donde practicaban el comercio, el préstamo, la ciencia y
la artesanía. En el escalafón inferior se situaban los esclavos, ocupados sobre todo
en las labores del campo.
5. El legado musulman es muy amplio por la cantidad de tiempo que
estuvieron.Culturalmente, las aportaciones musulmanas fueron de gran
envergadura, introduciendo conocimientos del mundo helenístico y oriental, que
entraron en contacto con las culturas cristiana y judía existentes en la Península.
La España musulmana experimentó un auténtico renacimiento cultural, muy superior
al de la Europa cristiana.
Las ciencias se estudiaban en centros especializados. Destacaron las matemáticas
con la difusión de la numeración arábiga y del álgebra; la astronomía, cultivada por
el toledano Azarquiel; la medicina, en la que sobresalieron Abulcasis, médico de la
corte califal y padre de la cirugía moderna, y el judío Maimónides; en el campo de la
filosofía sobresalió el cordobés Averroes, traductor de Aristóteles, cuyo pensamiento
intentó conciliar con los dogmas religiosos. También progresaron otras disciplinas
como la botánica, impulsada por el malagueño Ibn al-Baitar, la geografía y la historia,
campos en los que destacó Al Idrisi.
La literatura recibió un gran impulso con los musulmanes. El empleo del papel
permitió realizar copias baratas de obras escritas. Especialmente cultivada fue la
poesía, donde destacaron el poeta y pedagogo Ibn Abd Rabbi, e Ibn Hazm, autor de
El collar de la paloma, obra cumbre de la poesía andalusí. La prosa, en cambio, fue
sobre todo el medio de expresión del pensamiento religioso, filosófico y científico.
En el arte, los musulmanes fusionaron las tradiciones romanas y visigodas con las
formas orientales. Su principal manifestación fue la arquitectura, siendo los edificios
más destacados la mezquita y el palacio.Los musulmanes tambien dieron un gran
impulso a las actividades económicas.La agricultura fue la base de la economía
andalusí y tuvo importantes avances como el regadío y la introducción de nuevos
cultivos. También impulsaron la ganadería, ya que explotaron el ganado ovino, el
caprino y la cría de caballos y de gusanos de seda.La artesanía alcanzó un notable
desarrollo, con una producción destinada tanto al consumo interior como a la
exportación.
El comercio local se concentró en las ciudades, intercambiándose una gran variedad
de productos. El comercio exterior se vio estimulado por participar al-Andalus en las
rutas comerciales islámicas que se extendían por el Mediterráneo desde Oriente,
hasta África y Europa. Este activo comercio se vio favorecido por la existencia de un
sólido sistema monetario.
6. En el Pirineo oriental, para proteger su frontera frente a los musulmanes la
monarquía carolingia constituyó al sur de los Pirineos la Marca Hispánica, formada
por diversos condados vasallos. La decadencia de la monarquía carolingia permitió a
los condados catalanes independizarse, y a finales del siglo IX el conde Wifredo el
Velloso convirtió sus cargos-condados de Barcelona, Gerona y Besalú, entre otros-.
En el siglo siguiente se impuso el condado de Barcelona, que recibió el vasallaje del
resto. Uno de sus condes, Borrell II, rompió finalmente en el año 987 la dependencia
respecto a los monarcas carolingios, lo que fue seguido por el resto de los condes
catalanes, que se hicieron totalmente independientes de los francos.
7. Los pequeños y numerosos reinos de taifas-más de treinta, debilitados por los
enfrentamientos entre ellos, fueron incapaces de detener el avance de los cristianos
en el norte y se vieron sometidos al pago de tributos o parias. En 1085 los
castellanos conquistaron Toledo, ante lo cual los reinos andalusíes pidieron ayuda a
los almorávides norteafricanos, quienes derrotaron a Alfonso VI de Castilla-León en
Sagrajas y Uclés y sometieron bajo su autoridad las taifas peninsulares.
8. La presión de los cristianos, y el descontento de los musulmanes andalusíes frente a
los almorávides, provocaron el debilitamiento de estos y el resurgimiento
momentáneo de las taifas. Pero poco después se produjo una nueva invasión
norteafricana protagonizada por los almohades, dinastía bereber, que sometieron los
reinos andalusíes y fijaron su capital en Sevilla. Los almohades detuvieron
momentáneamente el avance cristiano, pero finalmente fueron derrotados por
Alfonso VIII de Castilla en las Navas de Tolosa, lo que provocó el hundimiento del
poder almohade.
9. Según la religión, se distinguía entre musulmanes y no musulmanes. Los
musulmanes constituían la mayoría de la población. Estaban integrados por los
Arabes, que ocuparon las mejores tierras y se convirtieron en la minoría dirigente;
los bereberes norteafricanos, que quedaron asentados en las zonas rurales; y los
muladies, hispanovisigodos que inicialmente constituían la mayor parte de la
población y que progresivamente se fueron convirtiendo al islam. Los no
musulmanes eran tolerados porque también practicaban religiones monoteístas.
Estos estaban conformados por dos grupos minoritarios: los cristianos mozárabes,
que mantuvieron sus creencias; y los judíos, minoría social pero económicamente
muy activa en las ciudades.
10. Los mudéjares eran musulmanes que perecieron en los territorios conquistados los
cristianos, se dedicaban al cultivo de tierra y a oficios modestos y, aunque no fueron
perseguidos, sí fueron minados por la población cristiana.
11. Los cristianos se extendieron hasta la línea del Tajo y el valle del Ebro como
consecuencia de la desintegración del poder califal.
Se estableció la repoblación concejil, por la que los reyes dividían los territorios
ocupados en concejos, que eran grandes extensiones de terreno con una aldea o
ciudad como núcleo principal ante en sus cipal a la que se otorgaba un fuero o carta
puebla, documento por el que se concedían privilegios a los repobladores.
12. El avance reconquistador permitió, sobre todo en Castilla, un gran crecimiento de la
ganadería, dedicada a la exportación a Europa .Esta actividad estuvo en manos de
la nobleza a través del Concejo de la Mesta,institución destinada a velar por los
intereses de los grandes propietarios ganaderos, que consiguieron derechos de
paso y de pastoreo de las explotaciones agrícolas, creado por el rey Alfonso X.
13. Como en el resto de la Europa cristiana, la sociedad peninsular se estructuró en tres
estamentos: la nobleza, el clero ambos grupos privilegiados y el estado llano.
Los nobles constituían una minoría que ocupaba la cúspide social y su función
primordial era el ejercicio de las armas. Estaban exentos del pago de tributos y
poseían grandes dominios territoriales.
Los clérigos también estaban exentos de tributos y lo integraban el clero secular y el
clero regular, sometido a una regla monástica.
El estado llano estaba formado mayoritariamente por campesinos y, en menor
medida, por la población urbana. Pagaban tributos. Inicialmente existieron pequeños
campesinos libres, pero muchos fueron cayendo bajo el régimen señorial. Con el
tiempo dieron lugar a la burguesía.
Las monarquías peninsulares fueron configurándose según el modelo feudal,
basado en las relaciones de vasallaje. Los reyes se consideraban elegidos por Dios
y entendían el reino como un patrimonio personal del que podían disponer a
voluntad.
14. Las monarquías peninsulares fueron configurándose según el modelo feudal,
basado en las relaciones de vasallaje. Los reyes se consideraban elegidos por Dios
y entendían el reino como un patrimonio personal del que podían disponer a
voluntad.
En la Corona de Castilla la monarquía estuvo más centralizada que en la de Aragón
y los reyes tuvieron atribuciones más amplias. Además, se fue creando una
legislación uniformadora basada en el Código de las Siete Partidas de Alfonso X y,
posteriormente, en el Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI. La caída de las rentas
señoriales llevó a muchos señores feudales a intentar recuperarlas con la imposición
de los conocidos como malos usos, provocando con ello el descontento entre el
campesinado. Además, se produjo un enfrentamiento entre el rey Pedro I el Cruel y
su medio hermano y pretendiente al trono Enrique, en lo que se conoce como
primera guerra civil castellana. La burguesía apoyó al primero de ellos; los nobles al
segundo. Finalmente, en la batalla de Montiel muere Pedro I y Enrique II llega al
trono, inaugurando la nueva dinastía de los Trastámara. Esta guerra civil vino
precedida por la crisis demográfica provocada por la peste negra que llegó a la
Península .
15. Las monarquías peninsulares fueron configurándose según el modelo feudal,
basado en las relaciones de vasallaje. Los reyes se consideraban elegidos por Dios
y entendían el reino como un patrimonio personal del que podían disponer a
voluntad.
La Corona de Aragón estaba organizada en varios reinos cada uno con sus propias
Cortes otorgándole un carácter pactista que limitaba las atribuciones del monarca.
La muerte de Martin I el Humano sin descendencia, dio lugar a la entronización de
Fernando de Antequera tras el acuerdo establecido entre los representantes de los
reinos de Aragón, Valencia y Mallorca y el principado de Cataluña, conocido como
Compromiso de Caspe, que también supuso la llegada de la dinastía de los
Trastámara a Aragón. Al igual que en Castilla, en Aragón los malos usos provocaron
el descontento entre los campesinos, dando pie a la Guerra de los Remensas. En
Barcelona, además, se produjo el enfrentamiento entre los dos grupos integrantes
de la burguesía barcelonesa, la Busca, formada por pequeños artesanos y
comerciantes, y la Biga, formada por la oligarquía municipal y nobles y burgueses
enriquecidos. La situación se agravó bajo el reinado de Juan II, enfrentado en una
guerra civil a la oligarquía catalana. Aunque el enfrentamiento acabó en 1472, el
conflicto con los campesinos duró hasta 1486, momento en el que Fernando II
decidió eliminar los malos usos y concedió libertades para el campesinado en la
Sentencia Arbitral de Guadalupe.La Corona aragonesa llevó a cabo una gran
expansión por el Mediterráneo, iniciada en el siglo XIII con la conquista de las
Baleares. La ocupación de Cerdeña, Sicilia, el Reino de Nápoles y territorios en
Grecia, que permitieron a la Corona aragonesa, y especialmente a Barcelona, crear
un auténtico imperio económico en el Mediterráneo, rivalizando con las ciudades
comerciales italianas.
16. En los reinos cristianos se consolidaron dos instituciones de gran trascendencia: Las
cortes y los municipios.
Las Cortes eran la reunión de los tres estamentos que representan al reino y
reconocían al nuevo monarca. Surgieron cuando a las reuniones de la Curia se
incorporaron delegados de la burguesía de las ciudades que aportaban recursos
económicos a la monarquía. Las primeras aparecieron en el reino de León,
generalizándose a lo largo del siglo XIII en el resto de los reinos.
17. Las cortes en Castilla tuvieron poco peso, limitándose a una función consultiva y a
aprobar subsidios para la monarquía, pero en la Corona de Aragón donde cada reino
tenía sus propias Cortes tenían la facultad de legislar y de votar impuestos. En
Cataluña, sus acuerdos eran seguidos por una «Diputación», futura Generalitat, que
se convirtió en organismo permanente.
18. Al ser derrotados los musulmanes en las Navas de Tolosa, favoreció en los años
siguientes la conquista de buena parte de la actual Andalucía por los castellanos,
mientras que los monarcas aragoneses conquistaron Valencia y Baleares,
perviviendo tan solo desde mediados del siglo XIII el reino nazarí de Granada. Este
reino, extendido inicialmente por las actuales provincias de Málaga, Granada y
Almería, se reconoció vasallo de la Corona de Castilla, sobreviviendo gracias a la
alternancia de alianzas con Castilla y con los musulmanes norteafricanos. No
obstante, fue perdiendo lentamente territorios hasta que en 1492 fue finalmente
conquistado por los Reyes Católicos.
Abiertas Bloque 3:
1. El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón (1469),herederos de las
dos Coronas con mayor peso e importancia de la Península, dio origen, al acceder
ambos al trono a una nueva entidad política: la monarquía hispánica. Esta
monarquía debe entenderse como una unión dinástica de dos Coronas, en la que
cada reino siguió rigiéndose por sus leyes e instituciones. Se conformó un Estado no
unitario, integrado por territorios que solo tenían en común una misma monarquía
(Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia).A pesar del aparente equilibrio, el mayor
peso territorial, demográfico y económico de Castilla originó una creciente
castellanización de la propia monarquía y un descenso del peso político de la
Corona de Aragón.
2. La organización de la nueva monarquía trajo cambios importantes. Desde el
comienzo del reinado en , Isabel y Fernando sentaron las bases de un creciente
poder real, que con el paso de los años derivaría en la monarquía absoluta. La
autoridad real suponía recortar el poder político de los nobles, a los que, sin
embargo, se les mantuvo su poder económico y su influencia social.
En las Cortes de 1480, celebradas en Toledo, se aprobó que los maestrazgos de las
órdenes militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa quedasen en manos
del rey, tras la muerte de sus maestres.Los ejércitos dejaron de ser la suma de
mesnadas nobiliarias o concejiles. El derecho de formarlo será a partir de ahora
potestad del soberano y estará a su servicio. Aquellos nobles que se resistieron a
perder el poder político vieron cómo eran derribados sus castillos, símbolo del poder
de la nobleza medieval.
Isabel y Fernando impulsaron el papel y la creación de Consejos y en torno a ellos
se organizó la estructura del gobierno. En estos Consejos dieron entrada a
funcionarios procedentes de la pequeña nobleza y titulados en las universidades.
Claramente era una forma de reducir la influencia de la alta nobleza. En las ciudades
dieron importancia a la figura del corregidor como representante del rey en el cabildo
municipal o gobierno de la ciudad, poniendo freno al poder de las oligarquías locales
que se habían adueñado del poder municipal.
3. Los Reyes Católicos dedicaron muchos esfuerzos a la política exterior. Los intereses
de Castilla se volcaron en el Atlántico y los de Aragón, en el Mediterráneo. En primer
lugar, realizaron una intensa política matrimonial, mediante la formalización de
alianzas con diversos reinos europeos: con el Imperio alemán, entre su hija y
heredera Juana y Felipe, hijo del emperador Maximiliano I; con Inglaterra, entre su
hija Catalina y el futuro Enrique VIII; y también con Portugal. La habilidad diplomática
del rey Fernando permitió la recuperación de los territorios del Rosellón y la Cerdaña
(Tratado de Barcelona, 1493), que su padre Juan II había cedido al rey de Francia.
Posteriormente, un poderoso ejército venció a los franceses y permitió consolidar el
dominio de la Corona de Aragón sobre Nápoles (1504).Por último, a partir de 1505,
para frenar el avance musulmán en el Mediterráneo, los Reyes Católicos llevaron a
cabo una serie de conquistas en la costa de África: Orán, Bujía, Melilla (conquistada
en 1497) y Canarias (en 1496).
4. Los Reyes Católicos deseaban completar la unificación territorial de los reinos
hispánicos para consolidar un Estado fuerte. De este modo, finalizaron los conflictos
con Portugal mediante el Tratado de Alcáçovas (1479), por el cual los portugueses
consiguieron el control de la costa africana a cambio de renunciar a sus
pretensiones sobre la Corona de Castilla, y el Tratado de Tordesillas (1494), que les
dio el control del actual Brasil.
Fernando de Aragón, siendo ya regente de Castilla tras la muerte de la reina Isabel,
invadió e incorporó Navarra en 1512. Pero, sin duda, la empresa más importante
para los monarcas, especialmente para Isabel, fue la conquista e incorporación del
reino de Granada a Castilla (1492).
5. Durante el reinado de los reyes católicos finalizó la guerra entre musulmanes y
cristianos con la reconquista de Granada. El desarrollo de la guerra estuvo marcado
por dos factores. El primero, lo montañoso del terreno. El segundo, las luchas
intestinas entre los nazaríes. La orografía sólo permitió que se librasen algunas
batallas en campo abierto, como la de Lucena (1483) en la que cayó prisionero
Boabdil, el hijo del sultán Muley Hacén. Fue una guerra de asedios y asaltos a las
plazas más importantes y mejor defendidas por los musulmanes en la que tuvo gran
importancia el empleo de la artillería. Por otro lado, los cristianos aprovecharon las
luchas internas entre los nazaríes, al disputar Boabdil el trono a su padre. Los reyes
lo pusieron en libertad y le suministraron medios para ese enfrentamiento, lo que
debilitó mucho la capacidad militar de los granadinos.
La guerra se desarrolló en tres fases. La primera llega hasta 1486 cuando los
ejércitos castellanos se apoderaron de la parte occidental del reino. En una segunda
fase que se prolongó hasta 1489, los castellanos conquistaron las comarcas
orientales,cerrando una especie de tenaza sobre Granada. La última fase
corresponde a la conquista de Granada, que se entregó mediante unas
capitulaciones. Según estas a los musulmanes se les respetarían sus costumbres,
formas de vida y religión. Así, los cristianos entraron en Granada el 2 de enero de
1492, poniendo punto final a la reconquista.
Los Reyes Católicos incumplieron las capitulaciones, obligando a los mudéjares a
bautizarse o emigrar. La mayoría optó por el bautismo, aunque su conversión
forzada no era sincera en la mayoría de los casos. A estos mudéjares bautizados se
les conoció con el nombre de moriscos.
6. Los Reyes Católicos trataron de controlar el poder de la Iglesia. Para ello, buscaron
la unidad religiosa de una monarquía en la que se mantenían importantes
diferencias entre los territorios que la formaban. Un instrumento importante para la
unificación religiosa fue el establecimiento del Tribunal de la Inquisición, conocido
también como Santo Oficio, que actuó tanto contra los cristianos que se apartaban
de la ortodoxia como contra los conversos que practicaban en secreto la religión
judía.
7. Uno de los objetivos del conquistador y de la corona fue la explotación de los
recursos de aquellas tierras. Para. ello, utilizaron a los indígenas como mano de
obra. En las zonas mineras, sobre todo de plata funcionó la llamada mita. En las
explotaciones agrícolas se instituyeron las encomiendas. En estas últimas al
colonizador, al que se daba el nombre de encomendero, se le asignaba un
determinado número de indios a los que debía cuidar, alimentar y evangelizar, a
cambio de su trabajo. Los encomenderos abusaron de los indios. La Corona en las
Nuevas Leyes de Indias suprimió las encomiendas, pero las presiones de los
encomenderos hicieron que volvieran a ponerse en vigor temporalmente.
8. Cristobal Colon presentó a los monarcas de Portugal su proyecto de llegar a las
Indias navegando hacia occidente. Este proyecto no fue aceptado en Lisboa, pues
los portugueses ya habían invertido mucho esfuerzo y dinero en llegar a las Indias
bordeando el continente africano. De esta forma, Colón se presentó en Castilla,
llegando al monasterio de la Rábida en 1485. Allí los franciscanos apoyaron su idea
de navegar cruzando el océano Atlántico. Sin embargo, el momento no era el más
oportuno, pues Isabel y Fernando concentraban todo su esfuerzo en la guerra de
Granada. Por indicación debatió su proyecto con maestros de la Universidad de
Salamanca sin que lograse convencerlos, por lo que tuvo que esperar a que
terminase la guerra para que se le prestase atención.
Los reyes, principalmente Isabel,apostaron por su planteamiento y apoyaron con
recursos el proyecto colombino. Las condiciones para llevar a cabo aquella empresa
se recogieron en las conocidas como Capitulaciones de Santa Fe, por las que Colón
sería virrey de las tierras a las que llegase y estas se incorporarán a la corona de
Castilla. Además, se le concedería el título de almirante de la Mar Océana, además
de una importante participación en los beneficios económicos que se obtuvieran.
El 3 de agosto de 1492, desde el puerto de Palos de la Frontera, partieron las
carabelas Pinta y Niña y la nao Santa María. Tras una travesía, que se prolongó
mucho más tiempo del calculado por Colón, avistaron tierra el 12 de octubre.
Durante semanas recorrieron aquellas islas sin encontrar indicios de haber llegado a
su objetivo. Construyeron un fuerte con los restos de la Santa María, que había
naufragado, y al que bautizaron con el nombre de Navidad. De esta forma, dejaron
allí una pequeña guarnición mientras la Pinta y la Niña regresaban a España en
1493 . Colón acudió a Barcelona donde estaban los reyes y dio cuenta del viaje,
convencido de que había llegado a las Indias. Realizó otros tres viajes más y murió
en 1506, sin saber que había descubierto un nuevo continente, que recibiría el
nombre de América.
9. Los reyes católicos apostaron al planteamiento de Colón y apoyaron con recursos el
proyecto colombino. Las condiciones para llevar a cabo aquella empresa se
recogieron en las conocidas como Capitulaciones de Santa Fe, por las que Colón
sería virrey de las tierras a las que llegase y estas se incorporarian a la corona de
Castilla. Además, se le concedía el título de almirante de la Mar Océana,además de
una importante participación en los beneficios económicos que se obtuvieran.
10. El descubrimiento de un nuevo continente, del que los europeos no tenían noticia,
cambió el concepto del mundo y afectó a las relaciones internacionales, la sociedad,
la economía y la ciencia.
España y Portugal establecieron una lucha por el control de las grandes rutas
marítimas y el dominio de las nuevas tierras. Para ello, intervino el papa Alejandro VI
promulgando la bula Inter Caetera (1493),por la que el mundo se dividía en dos
grandes hemisferios, occidental y oriental, que quedaban separados por un
meridiano a cien leguas al oeste de las islas Azores. Ese meridiano se modificó por
el Tratado de Tordesillas (1494), trasladándose a trescientas setenta leguas al oeste
de las islas Cabo Verde, cambio que permitió a los portugueses asentarse en Brasil.
11. El oro y la plata, cuya escasez en Europa suponía un freno para el comercio,
llegaron en grandes cantidades. La monarquía hispánica estableció un monopolio
comercial para las tierras que colonizaba. Ese monopolio dio lugar a la creación de
la Casa de la Contratación de Sevilla, como órgano que se encargaba de la
organización de los viajes, del control de las flotas que iban a las indias y de todo lo
relacionado con los viajes, descubrimientos, cartografía y el comercio. Para los
asuntos relacionados con el gobierno de aquellas tierras se publicaron las Leyes de
Indias, creándose años después, con Carlos I, un consejo específico, el Consejo de
Indias, como máximo órgano de gobierno de los nuevos territorios.
12. Tras la muerte de Isabel la católica y varias regencias llega a l poder Carlos I en
1516. En su política exterior destacamos tres conflictos: el primero, una serie de
guerras con Francia; el conflicto religioso desencadenado por la Reforma iniciada en
Alemania por Martin Lutero; y el enfrentamiento con los turcos otomanos que
avanzaban por la Europa central y por el Mediterráneo,
La pugna entre Francia y Aragón tuvo numerosos enfrentamientos a lo largo de la
Edad Media. En el reinado de los Reyes Católicos tuvieron su principal escenario en
Italia, cuando los franceses intentaron hacerse con Nápoles, siendo también foco de
conflicto el ducado de Milán. Esa guerra concluyó con la victoria española en Pavía
(1525) donde el monarca galo fue hecho prisionero. También fueron una fuente de
conflictos los fracasados intentos franceses de apoderarse del ducado de Borgoña.
En estas guerras, se combatía por la hegemonía en Europa.
Después de varias iniciativas de acercamiento teológico entre ambos bandos, el
conflicto religioso enfrentó a Carlos V, que apoyaba a los católicos, contra los
protestantes. Estos últimos, unidos en la Liga de Esmalkalda, fueron derrotados por
Carlos V en la batalla de Mülberg (1547). La lucha continuó hasta la Paz de
Augsburgo (1555)en la que se acordó que la religión de los súbditos sería la misma
que la del príncipe. La cuestión religiosa rompió la unidad de la cristiandad y dividió
a Alemania más allá de cuestiones teológicas.
La lucha con los turcos tuvo dos escenarios: Europa central y el Mediterráneo.
Desde la caída de Constantinopla en 1453,el avance de los otomanos había sido
imparable. En 1526 se apoderaron de Hungría, tras la batalla de Mohacs, y
amenazaron Viena, la capital de los Habsburgo, considerada la llave del Danubio.
Carlos I acudió en su socorro y obligó a los turcos a levantar el asedio a la ciudad.
Lo mismo ocurrió en el Mediterráneo, donde, tras apoderarse de la isla de Rodas
amenazaban la zona occidental, donde apoyaban las incursiones a las poblaciones
costeras de los piratas berberiscos. Carlos I se apoderó de Túnez y frenó el avance
otomano, pero la amenaza se mantuvo.
13. Tras la abdicación de Carlos I llega al trono Felipe II. Felipe II heredó algunos de los
problemas de su padre, como la rivalidad con Francia y la lucha con los turcos.
Además, también surgió la guerra con la Inglaterra de Isabel I, hija de Enrique VIII,
quien sucedió a María Tudor,esposa de Felipe II,al morir sin descendencia.
La rivalidad con Francia vivió su principal episodio en la batalla de San Quintín
(1557), librada a las puertas de París. Supuso una humillante derrota para los
franceses que se vieron obligados a firmar la Paz de Cateau-Cambrèsis. Otro
conflicto con Francia derivó del apoyo que Felipe II prestó a los católicos franceses,
contra los hugonotes. Sin embargo, la posterior conversión de Enrique IV al
catolicismo puso fin a este conflicto. La lucha contra los turcos se libró
fundamentalmente en el Mediterráneo. Después de ocupar la isla de Chipre,
amenazaron las costas occidentales de dicho mar. A iniciativa del papado se
organizó la Liga Santa, formada por la Santa Sede, Venecia y España. La escuadra
cristiana, mandada por don Juan de Austria, infligió una severa derrota a la otomana
en Lepanto en 1571.
La guerra con Inglaterra fue un nuevo frente que se abrió en la política exterior de
Felipe II. La ayuda de Isabel I a los rebeldes flamencos, y el trato que dispensaba,
por ser católica, a María la reina de Escocia, prisionera de Isabel, llevó a Felipe Il a
organizar una gran Armada en 1588, con el objetivo de invadir Inglaterra, después
de recoger en Flandes los tercios de Alejando Famesio. La escasa pericia como
marino del duque de Medina Sidonia, a quien Felipe II puso al frente de la armada
en sustitución del difunto don Álvaro de Bazán, la condujo al desastre debido, en
gran medida, a los temporales que la desbarataron. Al año siguiente, los ingleses
organizaron un ataque a las costas españolas como respuesta a la de Felipe II, pero
fracasaron en sus intentos sobre Santander, La Coruña y Lisboa, prolongando la
lucha con los ingleses hasta la paz de Londres en 1604.
Un acontecimiento de gran trascendencia fue la incorporación de Portugal a la
monarquía de Felipe II en 1580. La muerte sin descendencia del rey don Sebastián
convirtió a Felipe II en su heredero. Hubo cierta resistencia, pero finalmente fue
jurado rey por las cortes celebradas en Tomar . Con la incorporación del Imperio
portugués, en los dominios de Felipe II no se ponía el sol.
14. Numerosas ciudades castellanas, situadas sobre todo en la meseta norte, entre los
cursos del Duero y el Tajo, se rebelaron contra el rey Calos I , situándose a la
cabeza del levantamiento la pequeña nobleza. La guerra comenzó en 1519 y los
denominados comuneros llevaron la iniciativa al principio. Sin embargo, no lograron
convencer a la madre de Carlos I, la reina Juana, que estaba recluida en Tordesillas.
Los principales nobles de Castilla cerraron filas en torno al rey, y el curso de la
guerra se decantó a favor de las tropas reales, que vencieron a los comuneros en
Villalar (1521), siendo ejecutados sus principales dirigentes: Padilla, Bravo y
Maldonado.
15. El siglo XVI, desde un punto de vista demográfico, fue un siglo de crecimiento,
aunque en las dos décadas finales daba signos de agotamiento Este hecho suponía
un serio problema para un país que dominaba extensos territorios y estaba
escasamente poblado.
La sociedad respondía, con escasas diferencias, al modelo configurado durante la
Edad Media. Era una sociedad estamental formada por clero, nobleza y tercer
estado o estado llano.Los integrantes del clero y la nobleza eran los estamentos
privilegiados no pagaban impuestos ni podían ser condenados a penas
consideradas infamantes y tampoco podían ser detenidos por deudas mientras que
los integrantes del tercer estado eran los no privilegiados.
No se trataba de estamentos homogéneos, al existir grandes diferencias entre sus
miembros. El clero se dividía en alto y bajo. Los primeros eran las grandes
dignidades eclesiásticas. Disponían de grandes recursos y ejercian una gran
influencia en la sociedad. El bajo clero estaba compuesto por los curas y frailes. Sus
condiciones de vida eran, a veces, tan difíciles como las de sus feligreses, sobre
todo en pequeñas parroquias del mundo rural.
También la nobleza se dividía en alta y baja. La primera estaba formada por los
grandes títulos y poseían extensas propiedades y señoríos. Era el caso de los
duques de Medina Sidonia, Medinaceli o Alba. Habían perdido el poder político que
tuvieron en otro tiempo, pero mantenían el poder económico. La baja nobleza estaba
formada por los segundones de las familias nobles. Eran llamados hidalgos y vivían
al amparo del primogénito. Sus condiciones de vida eran difíciles, pero mantenían
firmemente su condición de nobles. Muchos ingresaban en el ejército o nutrían las
filas del clero.
El estado llano era particularmente heterogéneo, al incluir desde los grandes
mercaderes y hombres de negocios, dueños de enormes fortunas, hasta las viudas
pobres y mendigos, pasando por una masa de campesinos rurales que vivían en
condiciones muy difíciles. Los artesanos abundaban en las ciudades.
La economía era esencialmente rural, siendo sus pilares la agricultura y la
ganadería. Una parte importante de su producción estaba destinada a satisfacer las
necesidades del autoconsumo local. Predominaban los cultivos de la llamada trilogía
mediterránea. En las zonas húmedas y en las riberas de los ríos se daban los
cultivos de regadío. El sector más importante de la ganadería era la ovina,
especialmente en Castilla. Grandes rebaños de ovejas practicaban la trashumancia
y su lana era uno de los productos más importantes para la economía del reino,
debido a los ingresos que reportaba su exportación a los centros textiles de Flandes.
Estos ganaderos estaban organizados, para la defensa de sus intereses en el
Concejo de la Mesta, creado en el siglo XIII.
16. El siglo XVII ofreció una meteorología complicada. Se sucedieron largos periodos
de sequía, alternados con grandes temporales que provocaban inundaciones y
catástrofes. La pérdida de las cosechas fue frecuente y su consecuencia inmediata
el hambre entre las clases populares, lo que suele conocerse con el nombre de crisis
de subsistencia. Además, se añadió que fue un siglo en el que hubo también
numerosas epidemias que causaban terribles mortandades y graves daños
económicos.Fueron tres las grandes epidemias que se padecieron en aquella
centuria. La primera (1598-1602) entró por algún puerto del Cantábrico y se abatió
como una gigantesca ola que barrió la península de norte a sur, probablemente dejó
medio millón de muertos, la segunda epidemia (1647-1652) entró en la Península
por el Mediterráneo y sus efectos en Andalucía fueron particularmente duros. Sevilla,
que se vio contagiada en 1649, sufrió mucho y perdió en pocos meses la mitad de
su población; la tercera (1676-1684) fue la más persistente en el tiempo y, entrando
por el Mediterráneo, afectó principalmente a la mitad sur de España.
Otro de los grandes problemas de este siglo se derivó de la disminución de la
llegada de metales preciosos de las Indias, que habían servido para financiar las
necesidades de la Real Hacienda y sostener la política exterior. La falta de dinero
aumentó la presión fiscal, llegándo incluso a alterar la moneda,aumentando la
cantidad de cobre y disminuyendo la de plata, denominada como moneda de vellón.
El empobrecimiento alcanzó a buena parte de la población y la crisis afectó a
muchas actividades económicas.
17. Las tensiones religiosas habían sido el detonante, en 1618, de un duro
enfrentamiento entre católicos y protestantes en el Imperio alemán, conocido como
guerra de los Treinta Años. El peso de la guerra, que se prolongó hasta 1648, lo
sostuvo España que acudió en apoyo de los católicos.
En 1621 expiró la Tregua de los Doce Años y no hubo voluntad de renovarla por
ninguna de las dos partes, reanudando así una guerra muy costosa en vidas
humanas y recursos económicos. También se rompió la paz con Inglaterra en 1625.
Para hacer frente a todos estos conflictos el conde-duque de Olivares , valido de
Felipe IV,presentó el proyecto de la Unión de Armas, en virtud del cual cada reino
contribuiría con una determinada cantidad de tropas o dinero al ejército de la
monarquía. El proyecto fue rechazado desde los territorios de la periferia peninsular
por entender que atentaba contra sus leyes y fueros, aumentando el descontento
frente al gobierno de Olivares.
18. La difícil situación a la que condujo la política de Olivares, valido de Felipe
IV,provocó descontento, produciéndose en Cataluña y Portugal movimientos
independentistas. En Cataluña los ánimos estaban crispados por la presencia de
tropas castellanas que luchaban en la frontera con Francia. En la festividad del
Corpus se produjo un motín que acabó con la vida del virrey. Este episodio se
conoce como el Corpus de Sangre. La rebelión se extendió por todo el principado,
aunque muchos en Cataluña no estaban por la secesión. El conflicto dio lugar a una
guerra que no concluyó hasta 1652, en que las tropas reales, mandadas por don
Juan José de Austria, entraban en Barcelona.
En Portugal la rebelión se produjo con menos fisuras sociales que en Cataluña. Los
fidalgos y el alto clero, apoyados por el pueblo, proclamaron rey al duque de
Braganza. Los numerosos problemas que afectaban a la monarquía hicieron que no
se prestase la debida atención a la sublevación portuguesa que acabaría logrando
su objetivo. España reconoció finalmente la independencia de Portugal en el Tratado
de Lisboa, firmado en 1668, durante la minoría de edad de Carlos II.
No fueron estas las únicas revueltas. Hubo problemas en Nápoles, en Aragón y en
Andalucía. En este último territorio el duque de Medina Sidonia organizó una conjura
con la colaboración del marqués de Ayamonte. Fue una conspiración nobiliaria que
no contó con las clases populares, pese a que el malestar existente estaba muy
extendido, como ponen de manifiesto los motines que se produjeron por la falta de
subsistencias, principalmente.

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