Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

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Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

PROTOCOLO DE VIGILANCIA DE TUBERCULOSIS

DESCRIPCIÓN DE LA ENFERMEDAD

Introducción

La tuberculosis (TB) incluye un amplio rango de enfermedades causadas por especies del
complejo Mycobacterium tuberculosis. Puede afectar a cualquier órgano, siendo la forma
pulmonar más frecuente que la extrapulmonar (70 y 30% respectivamente).

Agente

Las especies del género Mycobacterium son bacterias aerobias inmóviles y no esporuladas, sin
flagelos ni cápsula, que se caracterizan por ser ácido‐alcohol resistentes debido al alto
contenido en lípidos de alto peso molecular en la pared celular. Las especies incluidas en el
complejo M. tuberculosis son: M. tuberculosis, M. africanum, “M. canettii”, M. bovis, M.
microti, M. caprae y M. pinnipedii; algunas de ellas eran consideradas subespecies hasta hace
poco. Las tres primeras producen enfermedad en el ser humano, mientras que el resto se han
aislado en animales, aunque pueden transmitirse y producir enfermedad en humanos. En
nuestro medio, M. tuberculosis es el agente etiológico más habitual, si bien no se pueden
descartar las especies M. africanum y “M. canettii” causantes de un pequeño número de casos
en África y ligadas a la inmigración, así como la tuberculosis humana producida por M. bovis y
M. caprae, relacionadas con el ámbito ganadero y a la inmigración procedente de países
endémicos de TB bovina o caprina, siendo el resto de las especies de aparición excepcional.

Reservorio

El reservorio fundamental de M. tuberculosis es el ser humano infectado. En áreas donde la TB


bovina o caprina es común, el ganado también puede ser reservorio de bacterias del complejo
M. tuberculosis, así como los tejones, cerdos y otros mamíferos; y en raras ocasiones los
primates.

Modo de transmisión

El mecanismo de transmisión más habitual es la vía aérea por gotas de pequeño tamaño (1 a 5
µ de diámetro). La TB bovina o caprina puede transmitirse por vía digestiva si se consumen
leche o productos lácteos sin pasteurizar, aunque también es posible su transmisión por vía
aérea a granjeros y personas que manipulan animales. La enfermedad también puede
transmitirse por contacto directo a través de mucosas y de piel no intacta, pero este
mecanismo es extremadamente raro. Salvo por las situaciones esporádicas en las que hay una
fístula con secreción, la tuberculosis extrapulmonar (con excepción de la laríngea) no es
transmisible.

Periodo de incubación

Desde el momento de la infección hasta que aparece una lesión primaria demostrable o una
reacción tuberculínica significativa pueden transcurrir de dos a 12 semanas.
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Periodo de transmisibilidad

Las personas que padecen lesiones activas en el parénquima pulmonar o las mucosas
respiratorias en comunicación con las vías aéreas pueden eliminar bacilos en suspensión en
gotas de 1 a 5 µ, con todas las maniobras respiratorias, especialmente al toser o estornudar,
que al ser inhalados por personas susceptibles llegan a los alvéolos pulmonares donde son
fagocitados por los macrófagos, causando una nueva infección. Todo paciente en el que se
aíslen bacilos tuberculosos en una muestra respiratoria se considera a efectos prácticos
potencialmente infeccioso. El periodo de infecciosidad se considera que empieza tres meses
antes del diagnóstico en los casos pulmonares bacilíferos, y un mes antes en los casos
pulmonares positivos al cultivo con baciloscopia negativa. Los casos de TB extrapulmonar no se
consideran infecciosos, aunque siempre deben examinarse para excluir enfermedad pulmonar
concomitante. En general se admite que para pacientes con tuberculosis pulmonar sensible a
los fármacos, tienen que transcurrir dos semanas de tratamiento para que dejen de ser
considerados potencialmente infecciosos.

Susceptibilidad

En el 90% de los infectados la respuesta inmunitaria que se desencadena es suficiente para


evitar el desarrollo de enfermedad clínica; los bacilos permanecen en estado latente en
pequeños focos, y la única prueba de que el sujeto está infectado es la presencia de una
reacción tuberculínica (PT) positiva. En el otro 10% la infección progresa a enfermedad y se
producen manifestaciones clínicas. El riesgo de progresión a enfermedad es máximo los dos
primeros años tras la infección y suele realizarse dentro de los 5 años siguientes a la infección
en la mitad de estos casos, mientras que la mitad restante desarrolla enfermedad en un
periodo posterior de su vida. Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de
desarrollar enfermedad entre los infectados son la diabetes, la silicosis, las terapias
inmunosupresoras, (trasplantados, personas que reciben terapia con anti‐TNF) la insuficiencia
renal crónica, las neoplasias (sobre todo de cabeza y cuello), enfermedades hematológicas
(leucemias y linfomas), la malnutrición (pérdida de peso >10% del peso corporal), el
alcoholismo, la adicción a drogas por vía parenteral (sobre todo en personas en precaria
situación económica, social y/o sanitaria), gastrectomizados, bypass yeyuno‐ileal y, sobre todo,
la infección por VIH/SIDA que, actualmente, es el principal factor de riesgo conocido para el
desarrollo de enfermedad tuberculosa entre los infectados. Los grupos de población que nunca
se han afectado por la TB parecen tener una mayor susceptibilidad a las infecciones nuevas y a
la enfermedad. La reactivación de infecciones antiguas latentes causa una gran proporción de
los casos de TB en los ancianos.

Los niños y las personas con inmunodeficiencias, como las seropositivas para el VIH, tienen un
mayor riesgo de contraer tuberculosis extrapulmonar, pero incluso en estos grupos más
vulnerables, la forma pulmonar sigue siendo la más común en todo el mundo.

Este protocolo forma parte del “Plan para la prevención y control de la tuberculosis en
España”, desarrollado por el Grupo de trabajo de Salud Pública y el Grupo de expertos en
tuberculosis, coordinados por la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, y aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 15 de noviembre de 2007. En él se desarrollan
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los aspectos fundamentales para el control de esta enfermedad, en cuanto a detección precoz
y diagnóstico, tratamiento, vigilancia y estudio de contactos, y se propone la elaboración de un
panel de indicadores para la evaluación de la vigilancia y control de la enfermedad.

VIGILANCIA DE LA ENFERMEDAD

Objetivos

1. Conocer la epidemiología de la enfermedad en nuestra comunidad y favorecer el uso


eficiente de los recursos sociosanitarios mediante la identificación grupos en especial
riesgo de padecer tuberculosis.
2. Contribuir al control de la enfermedad en nuestro medio mediante la identificación
de la cadena de transmisión y el tratamiento preventivo de los contactos cuando sea
necesario.

Definición de caso

Criterio clínico
Persona que presenta estas dos características:
– Signos, síntomas o datos radiológicos compatibles con tuberculosis activa en cualquier
localización.
– La decisión de un médico de administrarle un ciclo completo de terapia antituberculosa.
O
– Resultados anatomopatológicos en la necropsia compatibles con tuberculosis activa que
habría requerido tratamiento antituberculoso.

Criterio de laboratorio
a) Criterio de caso confirmado
Al menos uno de los dos signos siguientes:
– Aislamiento en cultivo de un microorganismo del complejo Mycobacterium tuberculosis
(salvo la cepa vacunal ó Bacilo de Calmette‐Guérin [BCG]) en una muestra clínica.
– Detección de ácido nucleico del complejo de M. tuberculosis en una muestra clínica
JUNTO CON baciloscopia positiva por microscopia óptica convencional o fluorescente.
b) Criterio de caso probable
Al menos uno de los tres siguientes:
– Baciloscopia positiva por microscopia óptica convencional o fluorescente.
– Detección del ácido nucleico del complejo de M. tuberculosis en una muestra clínica.
– Presencia histológica de granulomas.

Clasificación de los casos según la localización de la enfermedad


Según la localización de la enfermedad, los casos se clasifican en pulmonares y
extrapulmonares (ver definiciones y códigos de la CIE en el Anexo II).
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Clasificación de los casos

Clasificación a efectos de su declaración*:

Caso sospechoso: Persona que satisface los criterios clínicos de la definición de caso.
Caso probable: Persona que satisface los criterios clínicos y los de laboratorio de caso
probable.
Caso confirmado: Persona que satisface los criterios clínicos y de laboratorio de caso
confirmado.

*Nota: Los casos de tuberculosis producidos por la cepa vacunal (Bacilo de Calmette‐Guérin ó M. bovis
BCG) no se notificarán al nivel nacional, estén o no confirmados por cultivo (ej: tuberculosis vesical por
instilación de BCG, u otros signos y/o síntomas tuberculosos por el uso terapéutico o profiláctico de la
vacuna BCG).

Clasificación de los casos de TB pulmonar según su infecciosidad:

Los casos de TB pulmonar se clasifican a su vez en bacilíferos cuando la microscopía directa


de una muestra de esputo espontáneo o inducido es positiva y no bacilíferos en caso
contrario.

Clasificación de los casos según los antecedentes de tratamiento previo

Caso nuevo: paciente que nunca ha recibido tratamiento antituberculoso, o bien que
lo ha recibido durante un periodo de tiempo inferior a un mes.
Caso tratado previamente: paciente que ha recibido tratamiento antituberculoso
(excluyendo QP/TIT) al menos durante un mes. Estos casos incluirían las recidivas, los
tratamientos tras abandono, los fallos terapéuticos y otros casos como los crónicos.

Definición de caso de tuberculosis resistente, multirresistente (MDR) y extremadamente


resistente (XDR)

Caso de tuberculosis resistente

Se define como caso de tuberculosis resistente al causado por M. tuberculosis resistente a


cualquiera de los fármacos antituberculosos de primera línea (isoniazida, rifampicina,
pirazinamida, estreptomicina o etambutol).

Caso de tuberculosis multirresistente (MDR‐TB)

Se define como caso de tuberculosis multirresistente (MDR‐TB) al causado por cepas de M.


tuberculosis resistentes al menos a isoniazida y rifampicina.
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Caso de tuberculosis extremadamente resistente (XDR‐TB)

Este término fue introducido por la OMS en 2006 para designar a aquellos casos que,
además de ser multirresistentes, presentan resistencia a alguna fluoroquinolona, y a uno o
más de los fármacos de segunda línea inyectables (amikacina, capreomicina o kanamicina).

Definición de brote

Se considera brote, a efectos de intervención, la aparición de uno o más casos de tuberculosis,


a partir de un mismo caso índice en un período de un año desde que se diagnosticó el caso
primario. Cuando las agrupaciones de casos se han establecido por técnicas moleculares, se
define como agrupamiento: dos o más casos de TB con idéntico patrón por RFLP‐IS6110, o,
en cepas con menos de seis bandas del patrón RFLP‐IS6110, aquéllas que compartan el
mismo patrón de Spoligotipo, PGRS‐RFLP o MIRU‐VNTR.

MODO DE VIGILANCIA

Las autoridades de salud pública de las CCAA notificarán de forma individualizada los casos
sospechosos, probables y confirmados al Centro Nacional de Epidemiología, a través de la
Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y enviarán la información de la encuesta
epidemiológica de declaración del caso que se anexa con una periodicidad semanal. Además,
las autoridades autonómicas completarán, una vez al año, la información de las variables
contenidas en la encuesta epidemiológica. El plazo de envío será de tres meses después de
finalizado el año de notificación. En el envío anual, deberá remitirse el fichero de casos
notificados en el año previo con la información sobre resultados del tratamiento completada
(ver definición de las distintas categorías de finalización de tratamiento en el Anexo III). Esta
información es fundamental para evaluar el funcionamiento de los programas de control de la
tuberculosis.

Los fallecidos con tuberculosis que no recibieron tratamiento también deberán notificarse.
Los casos previamente tratados NO serán declarados de nuevo si no han pasado al menos 12
meses desde la última vez que recibieron tratamiento completo antituberculoso.

En caso de brote el Servicio de Vigilancia de la comunidad autónoma enviará el informe final


del brote al CNE en un periodo de tiempo no superior a tres meses después de que haya
finalizado su investigación. Además, se enviarán las encuestas epidemiológicas de los casos
implicados al CNE.

Ante la detección de un caso bacilífero multirresistente que requiera medidas especiales de


seguimiento, por ejemplo ante un traslado entre CCAA o al extranjero, o cuando se detectara
un brote o el patrón de difusión de la enfermedad requieran medidas de coordinación, el
Servicio de Vigilancia de la comunidad autónoma lo comunicará de forma urgente al Centro
de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y Servicios
Sociales e Igualdad y al Centro Nacional de Epidemiología. El CCAES valorará junto con las
CCAA afectadas las medidas a tomar y, si fuera necesario, su notificación al Sistema de Alerta
y Respuesta Rápida de Unión Europea y a la OMS de acuerdo con el Reglamento Sanitario
Internacional (2005).
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MEDIDAS DE SALUD PÚBLICA

El objetivo primario del control de la tuberculosis es la identificación oportuna y el


tratamiento adecuado de los nuevos casos, para reducir el riesgo de exposición a los
miembros de la comunidad, disminuyendo así la incidencia de la enfermedad, y con el
tiempo la prevalencia. En los países de baja incidencia en los que se plantea el objetivo de la
eliminación, es necesario un enfoque más amplio que incluye la aplicación de terapia
preventiva, o al menos el seguimiento de las personas con infección reciente.

Medidas preventivas

Realizar búsqueda activa de infectados / casos de TB en determinados colectivos con alta


prevalencia de infección y enfermedad tuberculosa tales como:

– Convivientes y contactos próximos de pacientes con tuberculosis pulmonar.


– Personas VIH positivas.
– Usuarios de drogas por vía parenteral en precaria situación económica, social y/o
sanitaria.
– Residentes en instituciones cerradas donde se concentran personas con factores de
riesgo para desarrollar la enfermedad.
– Inmigrantes recientes (últimos 5 años) procedentes de países con alta endemia
tuberculosa.
– Personas con cambios fibróticos en la Rx de tórax compatibles con TB residual.
– Personas con problemas de alcoholismo.
– Personas que van a recibir tratamientos inmunosupresores.
– Personas con condiciones clínicas como: silicosis, diabetes mellitus, insuficiencia renal
crónica, enfermedades hematológicas (leucemias y linfomas), neoplasias (sobre todo de
cabeza y cuello), malnutrición (pérdida de peso >10% del peso corporal), gastrectomía,
bypass yeyuno‐ileal, enfermedad celíaca (en todos estos casos se deberá evaluar
individualmente).

Vacunación con BCG. El Consenso Nacional para el Control de la Tuberculosis en España no


recomienda la vacunación sistemática en nuestro país. No obstante, la vacuna puede
ofertarse individualmente a niños y jóvenes en contacto íntimo y prolongado con pacientes
bacilíferos irreductibles y a trabajadores sanitarios en contacto frecuente con enfermos
tuberculosos o sus muestras biológicas. Los receptores no deben estar infectados ni
presentar contraindicaciones para la vacunación

Asimismo, en relación al control y prevención de las tuberculosis importadas, los expertos


recomiendan la vacunación a niños inmigrantes menores de 5 años que vuelvan a su país de
origen para permanecer más de 3 meses si este país es considerado de alta endemia
tuberculosa y no pudieran aplicarse otras medidas de control. Deberían vacunarse 2 meses
antes del viaje. Las mismas consideraciones son aplicables a los hijos de cooperantes o
trabajadores que acudan a estos países.

Eliminar la TB bovina y caprina mediante la identificación y sacrificio de los animales con


resultado positivo a la PT y la pasteurización de la leche.
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Medidas ante un caso y sus contactos.‐ Tratamiento, búsqueda e intervención en los


contactos, aislamiento del caso y otras intervenciones en el entorno del caso.

Tratamiento de los casos.‐ El tratamiento correcto de los enfermos es la mejor medida para
el control de la TB. Antes de instaurar tratamiento, es imprescindible determinar si el
paciente ha recibido terapia antituberculosa con anterioridad y con qué fármacos.

Todos los casos de tuberculosis deben ser tratados de acuerdo con los estándares
internacionales y con las especificaciones del Programa de control vigente en el ámbito
respectivo.

Casos nuevos.‐ El tratamiento de la TB en los casos nuevos debe consistir en la utilización de


una combinación de fármacos antituberculosos de primera línea durante un tiempo
suficiente, administrados simultáneamente y en dosis única. La pauta estándar que se debe
utilizar en todos los casos en los que no exista contraindicación para alguno de los fármacos
que la componen es de 2 meses de isoniacida (H), rifampicina (R), pirazinamida (Z) y
etambutol (E). La fase de continuación consistirá en 4 meses de H y R:
2HRZE+4HR

La indicación de añadir etambutol a todos los pacientes se establece por motivos operativos
y para cubrir la posibilidad de una elevada resistencia primaria a isoniacida, que no se
conoce con exactitud en todas las comunidades autónomas españolas. No obstante, el
mismo esquema sin E es posible que siga siendo válido en las CCAA en las que la tasa de
resistencia global a H sea menor del 4% (2HRZ + 4HR).

Casos previamente tratados.‐ Todos los casos que han sido previamente tratados deben
recibir tratamiento y ser controlados por profesionales expertos de referencia en TB.

Situaciones clínicas especiales.‐ En situaciones clínicas especiales, como meningitis


tuberculosa, enfermedad hepática, renal, embarazo, infección por VIH, y especialmente en
el caso de la tuberculosis resistente a fármacos; puede ser necesaria una modificación de la
pauta de tratamiento, que deberá realizar un especialista.

Metodología de la investigación de los contactos y pautas de actuación

En los países con recursos sanitarios adecuados, entre los que se encuentra España, se debe
realizar estudio de contactos en cada caso diagnosticado de TB, siendo prioritario en los
casos de TB con mayor capacidad para transmitirse por vía respiratoria (la que afecta al
parénquima pulmonar, árbol traqueobronquial y la laríngea, por su importancia
epidemiológica) con baciloscopia o cultivo de esputo positivo. Los objetivos del estudio de
contactos son identificar a los infectados y a los enfermos y proporcionarles tratamiento
adecuado y/o seguimiento; interrumpir la cadena de transmisión y, siempre que sea posible,
reconstruir la cadena de transmisión para identificar al caso índice (por ejemplo, en menores
de 15 años).

Se debe seguir el esquema de los círculos concéntricos, siendo prioritaria la investigación de


los contactos en enfermos bacilíferos. Según este esquema, los contactos se clasifican en:
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Contactos íntimos o convivientes. Se consideran contactos de alta prioridad, siendo aquellos


que viven en el mismo domicilio del caso, parejas sexuales habituales o tienen una relación
que implique contacto continuado y estrecho con el paciente (mayor de 6 horas al día).
También se incluyen en este grupo (aunque la duración fuese menor de 6 horas) a los niños
menores de 5 años y las personas con alteración del sistema inmunitario, o cuando la fuente
de infección forma parte de una microepidemia.

Contactos próximos habituales. Son de prioridad mediana: compañeros de trabajo o colegio


del caso, amigos o parientes que mantengan relación habitual con él (menor de 6 horas al
día), sin que cumplan las condiciones del punto anterior.

Contactos casuales. De baja prioridad, son aquellos que sólo han mantenido una relación
esporádica con el caso. La investigación debe comenzar con la identificación y estudio de los
contactos íntimos o del primer círculo y si hay evidencias de transmisión entre éstos se
ampliará la investigación al siguiente círculo hasta que el nivel de infección en el grupo que
se estudia sea equivalente al de la comunidad.

Investigación de contactos

Una vez identificados los contactos se procederá a su estudio, que incluirá:

1. Realización de una anamnesis, con énfasis en la presencia de síntomas de TB, antecedentes


de enfermedad tuberculosa, vacunación BCG, existencia o no de un test tuberculínico
previo, antecedentes de tratamiento preventivo y presencia de factores de riesgo.

2. Diagnóstico de la infección tuberculosa y tratamiento preventivo

2.1.Diagnóstico: Para el diagnóstico de la infección tuberculosa se emplea la prueba de la


tuberculina (PT), que consiste en la aplicación intradérmica en la superficie anterior del
antebrazo (técnica de Mantoux), de 0,1 ml de tuberculina (PPD –siglas de purified protein
derivative), haciendo la lectura a las 48‐72 horas. La lectura tiene que hacerse siempre por
personal entrenado, midiendo el diámetro transversal al eje mayor del antebrazo de la
induración producida y registrando la lectura en milímetros. En vacunados con BCG y
mayores de 55 años, así como en las personas incluidas en programas de detección de
conversión tuberculínica a través de screening periódicos de infección tuberculosa, es
necesario evaluar el efecto “booster”, por lo que a los que presenten un primer test
negativo se les administrará un segundo test una semana más tarde, siendo este segundo
resultado el que se tendrá en cuenta.

2.2. Criterios para la interpretación de la prueba de la tuberculina. En el contexto de un


estudio de contactos se consideran positivas (independientemente de que la persona esté o
no vacunada con BCG) las induraciones > 5mm en VIH positivos, inmunodeprimidos,
contactos íntimos de pacientes bacilíferos, personas con lesiones radiológicas sugestivas de
TB antigua no tratada, así como en edad pediátrica.

La vacunación con BCG complica la interpretación de la PT porque puede producir falsos


positivos, especialmente si se administró después del primer año de vida. En las personas
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que están vacunadas con BCG se puede considerar positiva una PT >15 mm, excepto si se
encuentran en alguna de las situaciones de riesgo expuestas anteriormente. Se estima que
entre 5 y 15 mm a mayor diámetro de induración, mayor es la probabilidad de que la
respuesta se deba a infección tuberculosa.

En los últimos años se han desarrollado diferentes técnicas de laboratorio para el


diagnóstico de la infección tuberculosa. Estas técnicas se basan en la detección del IFN‐γ
liberado como respuesta a la estimulación in vitro de las células T sensibilizadas presentes
en sangre periférica con antígenos específicos de M. tuberculosis, o en la detección de
células mononucleadas activadas (técnicas IGRA, siglas de interferon gamma release
assay). Estas técnicas discriminan a los individuos infectados por M. tuberculosis de los
que han recibido la vacuna antituberculosa y de los expuestos a otras micobacterias.
Además, incorporan controles para detectar la anergia y excluir así los falsos negativos.
Por otra parte, pueden repetirse inmediatamente, sin que se vean afectadas por el efecto
de refuerzo. Una propuesta de utilización sería para descartar falsos positivos a la PT en
personas vacunadas y para descartar falsos negativos a la PT en niños y en personas
inmunodeprimidas, siendo en este caso los resultados del test de IFN‐γ los que se tienen
que tener en cuenta a la hora de administrar quimioprofilaxis. El principal inconveniente
de la técnica es su mayor coste económico respecto a la PT. Se necesitan más estudios
para determinar su eficiencia en los distintos grupos de riesgo y para sistematizar los
criterios para su utilización.

Estas pruebas, tanto la PT como las técnicas IGRA, sólo están indicadas para diagnosticar
infección en personas con elevado riesgo de desarrollar enfermedad y que se pueden
beneficiar de un tratamiento preventivo, que debe ser acompañado de un plan de
seguimiento hasta su finalización. En personas de bajo riesgo no estarían indicadas.

2.3. Tratamiento preventivo

2.3.1. Quimioprofilaxis primaria o tratamiento preventivo de la infección: Se aplica para


evitar o prevenir la infección y enfermedad en personas que han estado expuestas a un
foco potencialmente contagioso. Está indicada en niños contactos de un caso de
tuberculosis transmisible por vía respiratoria, principalmente menores de 5 años, y en
personas con infección por el VIH e inmunodeprimidos, por ser las más susceptibles a
desarrollar TB grave y rápidamente progresiva, siempre que presenten una PT o IGRA (‐) y
una radiografía de tórax normal. También se puede aplicar a jóvenes o personas de
cualquier edad que pertenezcan a una microepidemia, según criterio clínico. Se repite la
PT a las 8‐12 semanas. Si es negativa se interrumpirá el tratamiento, y si es positiva se
continuará, descartando previamente la enfermedad, hasta completar la pauta de
tratamiento de la infección tuberculosa (TIT).

2.3.2. Quimioprofilaxis secundaria o tratamiento de la infección tuberculosa (TIT): El


objetivo es evitar que una persona con infección tuberculosa latente desarrolle enfermedad
clínicamente activa. El tratamiento de la infección ha de realizarse una vez que se haya
descartado la enfermedad tuberculosa.
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Esta forma de quimioprofilaxis se realiza una sola vez en la vida y habitualmente tiene una
duración de seis meses; en personas con anticuerpos frente al VIH, niños y portadores de
lesiones residuales puede prolongarse hasta los 9 meses.

El fármaco utilizado para el TIT es la isoniacida. Las dosis recomendadas de isoniazida son de
5‐10 mg/Kg/ día en niños según criterio del pediatra (sin superar los 300 mg diarios) y 300
mg/día en adultos. Se considera pauta estándar el tratamiento de 6 meses. En los niños, en
infectados por el VIH y en personas con lesiones radiológicas sugestivas de TB antigua no
tratada, puede prolongarse el tratamiento hasta 9 meses. Se considera también muy eficaz
la administración de 270 dosis en régimen diario de 9 a 12 meses. Antes de iniciar
quimioprofilaxis debe descartarse siempre la presencia de enfermedad tuberculosa activa y
la existencia de enfermedad hepática aguda. Este tipo de tratamiento se debe valorar en
mayores de 35 años sin factores de riesgo, dada la hepatotoxicidad de la isoniazida.

Existen pautas alternativas que deben ser valoradas individualmente, como 3 meses de HR
(alternativa a la H durante 6 meses) ó 4 meses de R (6 meses en niños. Alternativa en
resistencias o intolerancia a la H).

En contactos de TB multirresistente no se dispone de ninguna pauta recomendada y


demostrada que sea efectiva, siendo preferible la vigilancia clínica estricta con controles
radiológicos cada 3 ó 6 meses por lo menos durante 2 años.

Pautas de actuación

Contacto con antecedentes de TB previa o con PT previa positiva o que hubiera completado con
anterioridad un ciclo de TIT: no realizar PT, pasando directamente a descartar enfermedad
activa.

Contacto que presenta síntomas compatibles con TB: descartar la presencia de enfermedad
mediante radiografía de tórax y pruebas microbiológicas adecuadas (además de la PT o IGRA).

Contacto asintomáticos sin antecedentes de TB. Pueden darse varias situaciones:

– Contactos del primer círculo o de prioridad alta. Realizar PT. Si es positiva se realizará
radiografía de tórax. Si la radiografía es normal se considera al contacto infectado y se
iniciará tratamiento de la infección tuberculosa (Ver apartado 2.3.2.). Los pacientes con
PT o IGRA + portadores de lesiones de aspecto residual, de más de 2 cm. se valorarán
para TIT una vez que se obtengan baciloscopias y cultivos negativos y se documente la
estabilidad de las lesiones desde 1 año antes. Si el estudio microbiológico es positivo
estamos ante un caso de TB activa por lo que debe iniciarse tratamiento (Ver apartado
de tratamiento).

– En los contactos íntimos de los pacientes bacilíferos, cuando se trata de niños menores
de 5 años, y personas infectadas por el VIH o con otro tipo de inmunodeficiencia grave
(con PT o IGRA negativos), debe administrarse siempre quimioprofilaxis primaria o
tratamiento preventivo de la infección siguiendo lo especificado en el punto 2.3.1.
Podría incluirse en estos casos de tratamiento preventivo a otras personas jóvenes
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(niños hasta la adolescencia o adultos jóvenes), así como a los contactos íntimos de
cualquier edad, siempre que pertenezcan a una microepidemia, tras valoración por el
clínico. La prueba debe repetirse a los dos meses, y si es negativa, se puede interrumpir
el tratamiento preventivo. En todos los casos, si el segundo test es positivo, se realizará
exploración clínica y radiografía de tórax para descartar la enfermedad activa; una vez
descartada se iniciará quimioprofilaxis secundaria o TIT según 2.3.2.

– Los contactos con PT negativa que no cumplan los criterios del apartado anterior, se
separarán del caso índice y se mantendrá una conducta expectante repitiendo la prueba
a los dos meses; si la segunda prueba es negativa se finalizará el seguimiento, y si es
positiva se iniciará tratamiento de infección tuberculosa (Ver 2.3.2), una vez descartada
enfermedad activa.

– Contactos de prioridad mediana o baja con PT positiva. En este tipo de contactos se


debe evaluar la administración de TIT teniendo en cuenta el riesgo individual (ver 2.3.2).

– Contactos de casos de TB multirresistente (MDR) o extremadamente resistente (XDR).


Este tipo de pacientes, cuando son bacilíferos, presentan una infecciosidad similar, no
superior, a los de TB sensible a todos los fármacos. No obstante, las consecuencias de
adquirir una TB MDR son mucho más graves que las de la TB sensible, a causa de que el
tratamiento es más prolongado y menos efectivo, a la mayor toxicidad de muchos
fármacos de segunda línea, y a que esta TB presenta una menor proporción de
curaciones y mayor de defunciones. En general, al no haber una pauta de efectividad
demostrada, es preferible la evaluación clínica y radiológica cada 6 meses durante dos
años, y que se informe exhaustivamente a estos contactos sobre los signos y síntomas
de la enfermedad, para que acudan al médico si éstos aparecen.

Aislamiento del caso

Dado que el contagio de la TB se produce preferentemente por vía aérea, la sospecha clínica,
el aislamiento, diagnóstico e inicio del tratamiento, todo ello de forma precoz, son medidas
fundamentales para evitar la transmisión. Se asume que la contagiosidad de los pacientes
con TB pulmonar disminuye de forma apreciable al inicio del tratamiento, y aunque se
desconoce el tiempo en que un paciente tratado deja de ser contagioso, se establece de
forma empírica 2 ó 3 semanas.

En el medio hospitalario, cuando al servicio de urgencias llega un paciente en el que existe


sospecha diagnóstica de TB, debe ser aislado y permanecer el menor tiempo posible en
dicha unidad. La misma recomendación se puede aplicar en los dispositivos de urgencias
extrahospitalarios y salas de espera en centros sanitarios. Se han de evitar ingresos
hospitalarios innecesarios y, en caso de ingreso, la estancia debe ser la menor posible. El
personal sanitario que entra en contacto con un paciente con TB ha de usar mascarilla de
partículas, y éste, si por algún motivo debe salir de su habitación, ha de utilizar mascarilla
quirúrgica; en ambos casos ha de darse una explicación al paciente. Tras el ingreso
hospitalario en habitación individual, se suspenderá el aislamiento cuando se obtengan 3
muestras consecutivas con baciloscopia negativa, se alcance un diagnóstico alternativo o no
se prosiga el estudio y se descarte el diagnóstico de TB. Los casos de tuberculosis resistente
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o multirresistente se controlarán estrictamente con test de resistencias a los fármacos antes


de instaurar cualquier modificación del tratamiento. Puesto que las consecuencias de
adquirir una TB resistente son mucho más graves en VIH positivos e inmunodeprimidos, y
que estos casos se han asociado a brotes nosocomiales, son de particular importancia las
medidas de control en relación a la transmisión aérea y aislamiento respiratorio.

Otra alternativa para tratar a los pacientes y evitar la transmisión de la enfermedad es su


domicilio, donde deben permanecer hasta que cumplan 2 ó 3 semanas de tratamiento,
evitando visitas y contactos con nuevas personas.

Otras intervenciones en el entorno del caso

Desinfección

No es preciso tomar medidas especiales para descontaminar fómites. El lavado de manos y las
normas habituales de limpieza son suficientes. La descontaminación del material sanitario se
hará de acuerdo a los procedimientos establecidos en los centros sanitarios. Se recomienda el
uso de pañuelos desechables.

Medidas ante un brote

Se llevará a cabo la confirmación epidemiológica y/o microbiológica del brote (ver definición
de brote de tuberculosis en apartado de definiciones).

Las medidas de intervención dependerán del ámbito o localización. En los brotes de ámbito
familiar, suele ser suficiente el estudio tradicional de contactos para su control. No obstante, en
ocasiones, la ocurrencia de un caso de TB en centros o instituciones donde hay personas
confinadas en áreas con circulación de aire limitada necesita un enfoque específico más allá del
estudio tradicional de contactos, en función de la infecciosidad del caso índice, grado de
hacinamiento, y susceptibilidad de la población.

Medidas específicas según el ámbito

– Centros penitenciarios: Los internos y el personal expuestos a un caso de TB bacilífero


deben ser investigados según los principios del estudio de contactos, que se realizará en
estrecha colaboración con las autoridades locales.

– Centros de enseñanza y escuelas infantiles: En el estudio de contactos hay que priorizar


a los estudiantes en función del grado de exposición (horas en la misma clase por
semana). Es fundamental una correcta comunicación e información al personal, padres
y público en general, así como a los medios. Cuando el caso índice es un alumno y la
fuente de infección es desconocida, es necesario ampliar la investigación para encontrar
el caso inicial. Cuando el caso índice es un profesor y la baciloscopia es negativa, se
examinará sólo a los niños de su curso, pero si la baciloscopia es positiva se examinará a
todos sus alumnos y al resto de profesores. En cualquier caso la prueba de la
tuberculina se repetirá a los dos meses en caso de que hubiera resultado negativa. Se
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

puede valorar la necesidad de ampliar el estudio de contactos a otros grupos, como


compañeros de comedor, etc.

– Centros sanitarios y de personas mayores: En el primer caso hay que prestar especial
atención a los pacientes inmunocomprometidos y al personal sanitario. En los centros o
residencias de mayores ni la PT para el estudio de contactos ni el tratamiento de la
infección tuberculosa son muy útiles, por lo que en estos grupos se recomienda una
cuidadosa evaluación de los síntomas, seguida de radiografías de tórax, y una
exhaustiva información al personal acerca de los signos y síntomas de la enfermedad.

– Exposición a animales infectados con M. bovis o M. caprae: En general se aplican los


mismos principios que en el estudio tradicional de contactos, si bien en estos casos la
investigación debe limitarse a aquellas personas que han consumido leche o productos
lácteos no pasteurizados procedentes de un animal con lesiones, y a aquellos con
contacto regular con los animales infectados, como los veterinarios o ganaderos.

La utilización de técnicas moleculares para la identificación de clusters es interesante,


siempre que sea posible, combinando la evidencia molecular con el estudio de las
relaciones epidemiológicas y sociales entre los casos agrupados. La aparición continuada
de los casos en clusters puede revelar mecanismos de transmisión o grupos de riesgo no
controlados suficientemente por el estudio de contactos.

Elaboración del informe de brote. Los contenidos básicos serán: descripción del
territorio epidémico, difusión espacio temporal y curva epidémica, identificación del
caso índice, fuente de infección, contactos y búsqueda activa de casos y de
susceptibles, resultados de la investigación.
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

BIBLIOGRAFÍA
• Centers for Disease Control and Prevention. Guidelines for the investigation of contacts of
persons with infectious tuberculosis; recommendations from the National Tuberculosis
Controllers Association and CDC, and Guidelines for using the QuantiFERON®‐TB Gold test for
detecting Mycobacterium tuberculosis infection, United States. MMWR 2005; 54(No. RR‐15).
• Centers for Disease Control and Prevention. Updated Guidelines for using Interferon Gamma
Release Assays to detect Mycobacterium tuberculosis infection, United States, 2010. MMWR
2010; 59 (No. RR‐5).
• Erkens, C, et al. Tuberculosis contact investigation in low prevalence countries: a European
consensus. Eur Respir J 2010; 36: 925‐949.
• Falzon D, Scholten J, Infuso A. Tuberculosis outcome monitoring — Is it time to update European
recommendations? Euro Surveill 2006;11(3):20–5.
• Fitzgerald D, Haas DW. Mycobacterium tuberculosis. En: Mandell, Douglas and Bennett´s
Principles and Practice of Infectious Diseases. Sixth edition. Elsevier 2005.
• González Martín J, García García JM, Anibarro L, Vidal R, Esteban J, Blanquer R, Moreno S, Ruíz
Manzano J. Documento de consenso sobre diagnóstico, tratamiento y prevención de la
tuberculosis. Enferm Infecc Microbiol Clin 2010; 28(5): 297.e1‐297.e20.
• Grupo de trabajo de los talleres de 2001 y 2002 de la Unidad de Investigación de Tuberculosis de
Barcelona. Prevención y control de las tuberculosis importadas. Med Clin (Barc) 2003; 121 (14):
549‐562.
• Heymann DL. El control de las enfermedades transmisibles, 18ª edición. Washington D.C.
Organización Panamericana de la Salud, 2005.
• Laserson KF, et al. Speaking the same language: treatment outcome definitions for multidrug
resistant tuberculosis. Int J Tuberc Lung Dis 2005; 9 (6): 640‐645.
• Palomino JC, Leão SC, Ritacco V., editors. Tuberculosis 2007. From basic science to patient care.
First edition. TuberculosisTextbook.com.
• Plan para la Prevención y control de la tuberculosis en España. Ministerio de Sanidad y Política
Social. Disponible en.
http://www.msc.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/planTuberculosis.htm
• Veen J, Raviliogne M, Rieder HL, et al. Standardised tuberculosis treatment outcome in Europe.
Eur Respir J. 1998; 12:505–510.
• World Health Organization (WHO), European Region of the International Union Against
Tuberculosis and Lung Disease (IUATLD) Working Group. Surveillance of tuberculosis in Europe.
Eur Respir J: 1996; 9:1097‐1104.
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

Anexo I. ENCUESTA EPIDEMIOLÓGICA DE TUBERCULOSIS


DATOS DEL DECLARANTE Y DE LA DECLARACIÓN
Comunidad Autónoma declarante: _____________________________
Identificador del caso para el declarante: ________________________
Fecha de la primera declaración del caso 1 : __‐__‐___

DATOS DEL PACIENTE


Fecha de Nacimiento: __‐__‐___
Edad en años: __ Edad en meses en menores de 2 años: __
Sexo: Hombre Mujer
Lugar de residencia:
País: _______________ C. Autónoma: __________________
Provincia: ___________ Municipio: ____________________
País de nacimiento: _________________ Año de llegada a España: ____

DATOS DE LA ENFERMEDAD
Fecha del caso 2 : __‐__‐____
Fecha de inicio de síntomas: __‐__‐____
Localización fundamental (marcar una opción): Localización adicional (marcar una opción):
Digestiva Digestiva
Diseminada Diseminada
Genitourinaria Genitourinaria
Linfática extratorácica Linfática extratorácica
Linfática intratorácica Linfática intratorácica
Pleural Pleural
Pulmonar Osteoarticular
Osteoarticular Meninges
Meninges Otra del SNC
Otra del SNC Otras localizaciones
Otras localizaciones

Tratamiento previo: Sí No
Tratamiento directamente observado (marcar una de las siguientes opciones):
No procede tratamiento directamente observado

1
Fecha de la primera declaración del caso: Fecha de la primera declaración al sistema de vigilancia (habitualmente realizada
desde el nivel local).
2
Fecha del caso: Es la fecha de inicio de síntomas o la más cercana en caso de no conocerla (fecha de diagnóstico, fecha de
hospitalización, etc.)
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Sin tratamiento directamente observado


Tratamiento directamente observado
Fecha de inicio de tratamiento actual: __‐__‐____
Fecha de fin de tratamiento actual: __‐__‐____
Seguimiento del tratamiento: Meses a los que se ha finalizado el seguimiento (sólo una opción):
A los 12 meses desde su inicio
Entre 13‐24 meses desde su inicio
Entre 25‐36 meses desde su inicio
Resultados de tratamiento (marcar una de las siguientes opciones):
Abandono tratamiento Curación
Defunción Defunción por otra causa
Fracaso terapéutico Pérdida del caso
Traslado Tratamiento completo
Tratamiento prolongado Otro
Hospitalizado 3 : Sí No
Defunción po TB: Sí No
Lugar del caso 4 :
País: _______________ C. Autónoma: __________________
Provincia: ___________ Municipio: ____________________
Importado 5 : Sí No

DATOS DE LABORATORIO
Fecha de diagnóstico de laboratorio: __‐__‐____
Agente causal 6 (marcar una de las siguientes opciones):
Mycobacterium africanum
Mycobacterium bovis
Mycobacterium caprae
Mycobacterium tuberculosis
Mycobacterium tuberculosis, complejo
Mycobacterium, otras especies del complejo
Muestra (marcar la muestra principal con resultado positivo):
Aspirado respiratorio: broncoaspirado, lavado broncoalveolar y cepillado bronquial

3
Hospitalizado: Estancia de al menos una noche en el hospital.
4
Lugar del caso (país, CA, prov, mun): Es el lugar de exposición o de adquisición de la infección, en general se considerará el
lugar donde el paciente ha podido contraer la enfermedad. En caso de desconocerse se consignará el lugar de residencia
del caso.
5
Importado: El caso es importado si el país del caso es diferente de España.
6
Agente causal: Marcar sólo si se ha confirmado por laboratorio en el paciente.
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Biopsia pulmonar: bronquial, transbronquial, pulmonar, pleural y otras


Biopsia sin especificar
Biopsia linfática
Esputo
Exudado nasofaríngeo
Heces
LCR
Lesión cutánea
Líquido pleural
Orina
Sangre
Resultados de Aislamiento: Positivo Negativo No realizado
Resultados de Visualización: Positivo Negativo No realizado
Otras pruebas con resultado positivo (marcar todas las pruebas con resultado positivo):
Ácido Nucleico, detección
Granulomas, presencia histológica
Resultados de VIH: Positivo Negativo No realizado
Envío de muestra al Laboratorio Nacional de Referencia (LNR): Sí No
Identificador de muestra del declarante al LNR: _______________
Identificador de muestra en el LNR: ________________
Resultados de pruebas de susceptibilidad antimicrobiana: Sí No
Sensible Intermedio Resistente
Amikacina
Capreomicina
Ciprofloxacino
Etambutol
Etionamida
Gatifloxacin
Isoniazida
Kanamicina
Levofloxacin
Moxifloxacin
Ofloxacina
Pirazinamida
Rifampicina
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Estreptomicina

DATOS DEL RIESGO


Factores predisponentes personales (marcar las que correspondan):
Alcoholismo
Usuario de drogas inyectadas
Otro especificado
Ámbito de exposición (marcar una de las siguientes opciones):
Geriátrico
Institución para deficientes psíquicos
Otra institución cerrada
Prisión o Custodia
Vagabundo
Datos de la MADRE (en menores de 15 años):
País de nacimiento: _________________ Año de llegada a España: ____

CATEGORIZACIÓN DEL CASO


Clasificación del caso (marcar una de las siguientes opciones):
Sospechoso
Probable
Confirmado
Criterios de clasificación de caso:
Criterio clínico Sí No
Criterio de laboratorio Sí No
Categoría diagnóstica (marcar una de las siguientes opciones):
Tuberculosis respiratoria
Tuberculosis, meningitis
Tuberculosis, otras
Asociado:
A brote: Sí No Identificador del brote: _____________________________
C. Autónoma de declaración del brote 7 : _________________

OBSERVACIONES
Investigación de contactos: Sí No
8
Otras observaciones :

7
C. Autónoma de declaración del brote: aquella que ha asignado el identificador del brote
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8
Incluir toda la información relevante no indicada en el resto de la encuesta
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

Anexo II. DEFINICIONES Y EPÍGRAFES DE LA CIE‐9ª Y CIE‐10ª QUE SE DEBERÁN INCLUIR EN CADA
APARTADO DE LOCALIZACIÓN DE TUBERCULOSIS

TUBERCULOSIS PULMONAR: tuberculosis que afecta al parénquima pulmonar y al árbol


traqueobronquial. Además se incluirá bajo este epígrafe la tuberculosis laríngea en razón de su
importancia epidemiológica y para agrupar las tuberculosis transmisibles por vía respiratoria. En
caso de afectación múltiple, la localización pulmonar será considerada siempre como fundamental y
el resto como adicionales.
Esta clasificación se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
011.0 Tuberculosis pulmonar infiltrativa
011.1 Tuberculosis pulmonar nodular
011.2 Tuberculosis pulmonar cavitada
011.3 Tuberculosis bronquial
011.4 Fibrosis tuberculosa pulmonar
011.5 Bronquiectasias tuberculosas
011.6 Neumonía tuberculosa
011.7 Neumotórax tuberculoso
011.8 Otras tuberculosis pulmonares específicas
011.9 Tuberculosis pulmonar sin especificar
012.2 Tuberculosis traqueal / bronquial
012.3 Laringitis tuberculosa

NOTA: También se deben incluir en este apartado los códigos correspondientes a tuberculosis
primaria: 010.0 (Complejo tuberculoso primario), 010.8 (Tuberculosis progresiva primaria), 010.9
(Tuberculosis primaria, sin especificar), cuando haya constancia de afectación pulmonar. Si sólo
hubiera constancia de afectación de los ganglios intratorácicos debería clasificarse como tuberculosis
linfática intratorácica. Si hubiera afectación del pulmón y los ganglios se clasificaría como pulmonar y
linfática. Del mismo modo el código 010.1 (Pleuresía en tuberculosis primaria) se clasificará como
tuberculosis pleural si sólo hubiera constancia de afectación pleural; si además hay constancia de
afectación pulmonar o ganglionar se clasificará como afectación pulmonar y pleural o pleural y
linfática según proceda.
Asimismo, se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐10ª:
A15.0 Tuberculosis del pulmón, confirmada por hallazgo microscópico del bacilo
tuberculoso en esputo, con o sin cultivo.
A16.0 Tuberculosis del pulmón, con examen bacteriológico e histológico negativos
A15.1 Tuberculosis del pulmón, confirmada únicamente por cultivo
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

A16.1 Tuberculosis del pulmón, sin examen bacteriológico e histológico


A15.2 Tuberculosis del pulmón, confirmada histológicamente
A15.3 Tuberculosis del pulmón, confirmada por medios no específicos
A16.2 Tuberculosis de pulmón, sin mención de confirmación bacteriológica o
histológica
A15.5 Tuberculosis de laringe, tráquea y bronquios, confirmada bacteriológica e
histológicamente
A16.4 Tuberculosis de laringe, tráquea y bronquios, sin mención de confirmación
bacteriológica o histológica
A15.7 Tuberculosis respiratoria primaria, confirmada bacteriológica e
histológicamente (con las consideraciones especificadas arriba)
A16.7 Tuberculosis respiratoria primaria, sin mención de confirmación bacteriológica
o histológica (con las consideraciones especificadas arriba)
‐ TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR: tuberculosis que afecta a cualquier otra
localización no pulmonar, incluyendo la pleural y la linfática intratorácica cuando no haya afectación
del parénquima pulmonar. Se considera tuberculosis extrapulmonar la que afecta a las siguientes
localizaciones:
TUBERCULOSIS PLEURAL: tuberculosis que afecta exclusivamente a la pleura, con o sin derrame. Se
corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
012.0 PLEURESÍA TUBERCULOSA
010.1 Pleuresía en tuberculosis primaria (Ver nota correspondiente a tuberculosis
primaria)
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
A15.6 Pleuresía tuberculosa, confirmada bacteriológicamente e histológicamente
A16.5 Pleuresía tuberculosa, sin mención de confirmación bacteriológica o
histológica
TUBERCULOSIS LINFÁTICA: tuberculosis que afecta al sistema linfático. Se distinguen las formas
INTRA y EXTRA torácica según la localización de los ganglios afectados.
En caso de presentarse en niños afectación del parénquima pulmonar y del sistema linfático,
se considerará la tuberculosis pulmonar como localización fundamental y la tuberculosis linfática
intratorácica como adicional.
Se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
Intratorácica 012.1 Tuberculosis de ganglios linfáticos intratorácicos
Extratorácica 017.2 Tuberculosis de nódulos linfáticos periféricos
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
Protocolo de Vigilancia de Tuberculosis

Intratorácica
A15.4 Tuberculosis de ganglios linfáticos intratorácicos, confirmada bacteriológica e
histológicamente
A16.3 Tuberculosis de ganglios linfáticos intratorácicos, sin mención de confirmación
bacteriológica o histológica
Extratorácica A18.2 Linfadenopatía periférica tuberculosa

TUBERCULOSIS ÓSTEOARTICULAR: tuberculosis que afecta a huesos y articulaciones. Se distingue


entre localización VERTEBRAL y EXTRAVERTEBRAL. Se corresponde con los siguientes epígrafes de la
CIE‐9ª MC:
Vertebral 015.0 Tuberculosis columna vertebral
Extravertebral 015.1 Tuberculosis cadera
015.2 Tuberculosis rodilla
015.5 Tuberculosis huesos extremidades
015.6 Tuberculosis mastoides
015.7 Tuberculosis ósea especificada
015.8 Tuberculosis articular especificada
015.9 Tuberculosis ósea, articular sin especificar
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
A18.0 Tuberculosis de huesos y articulaciones
TUBERCULOSIS del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL: tuberculosis que afecta al sistema nervioso
central. Se distingue entre meningitis tuberculosa y cualquier otra afectación diferente localizada en
el SNC. Se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
013.0 Meningitis tuberculosa
Tuberculosis del SNC de localización no meníngea
013.1 Tuberculoma meníngeo
013.2 Tuberculoma cerebral
013.3 Absceso tuberculoso cerebral
013.4 Tuberculoma médula espinal
013.5 Absceso tuberculoso médula espinal
013.6 Encefalitis / mielitis tuberculosa
013.8 Otras tuberculosis de SNC especificadas
013.9 Otras tuberculosis de SNC sin especificar

Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:


A17.0 Meningitis tuberculosa
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Tuberculosis del SNC de localización no meníngea


A17.1 Tuberculoma meníngeo
A17.8 Otras tuberculosis del sistema nervioso
A17.9 Tuberculosis del sistema nervioso, no especificada
TUBERCULOSIS GENITOURINARIA: tuberculosis que afecta al aparato genital y/o urinario. Se
corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
016.0 Tuberculosis renal
016.1 Tuberculosis vejiga
016.2 Tuberculosis uréter
016.3 Tuberculosis otros órganos urinarios
016.4 Tuberculosis epidídimo
016.5 Tuberculosis otros órganos genitales masculinos
016.6 Tuberculosis ovarios y trompas
016.7 Tuberculosis otros órganos genitales femeninos
016.9 Tuberculosis genitourinaria sin especificar
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
A18.1 Tuberculosis del aparato genitourinario
TUBERCULOSIS DIGESTIVA / PERITONEAL: tuberculosis que afecta al peritoneo (con o sin ascitis) y al
aparato digestivo. Se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
014.0 Peritonitis tuberculosa
014.8 Otras tuberculosis intestinales
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
A18.3 Tuberculosis de los intestinos, el peritoneo y los ganglios mesentéricos

TUBERCULOSIS DISEMINADA: tuberculosis que afecta a más de dos aparatos o tuberculosis miliar.
Asimismo será considerado como tuberculosis diseminada el aislamiento de M tuberculosis complex
en sangre.
Si una de las localizaciones fuera el pulmón el caso se notificaría con ambas localizaciones:
pulmonar y diseminada. La tuberculosis miliar, por tanto, se clasificará como pulmonar y diseminada.
Se corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC
018.0 Tuberculosis miliar aguda
018.8 Otras tuberculosis miliares específicas
018.9 Tuberculosis miliar sin especificar
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª
A19.0 Tuberculosis miliar aguda de un solo sitio especificado
A19.1 Tuberculosis miliar aguda de sitios múltiples
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A19.2 Tuberculosis miliar aguda, no especificada


A19.8 Otras tuberculosis miliares
A19.9 Tuberculosis miliar, sin otra especificación
OTRAS TUBERCULOSIS: tuberculosis que afecta a otras localizaciones extrapulmonares. Se
corresponde con los siguientes epígrafes de la CIE‐9ª MC:
OTRAS TUBERCULOSIS RESPIRATORIAS
012.8 Otras tuberculosis respiratorias específicas
TUBERCULOSIS OTROS ÓRGANOS
017.0 Tuberculosis piel y tejido celular subcutáneo
017.3 Tuberculosis ocular
017.4 Tuberculosis oído
017.5 Tuberculosis tiroides
017.6 Tuberculosis suprarrenal
017.7 Tuberculosis bazo
017.8 Tuberculosis esofágica
017.9 Tuberculosis de otros órganos especificados
Asimismo, se corresponde con los epígrafes de la CIE‐10ª:
OTRAS TUBERCULOSIS RESPIRATORIAS
A15.8 Otras tuberculosis respiratorias, confirmadas bacteriológica e
histológicamente
A15.9 Tuberculosis respiratoria no especificada, confirmada bacteriológica e
histológicamente
A16.8 Otras tuberculosis respiratorias, sin mención de confirmación
A16.9 Tuberculosis respiratoria no especificada, sin mención de confirmación
bacteriológica o histológica
TUBERCULOSIS OTROS ÓRGANOS
A18.4 Tuberculosis de la piel y el tejido subcutáneo
A18.5 Tuberculosis del ojo
A18.6 Tuberculosis del oído
A18.7 Tuberculosis de glándulas suprarrenales
A18.8 Tuberculosis de otros órganos especificados
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Anexo III. CATEGORÍAS DE FINALIZACIÓN DEL TRATAMIENTO


1. Curación: paciente que ha completado el tratamiento y además: a) si el diagnóstico se confirmó
mediante cultivo, presenta cultivo negativo en una muestra tomada al final del tratamiento y,
como mínimo, en otra muestra tomada en otra ocasión previa; b) si el diagnóstico sólo se basó
en baciloscopia, presenta baciloscopia negativa en una muestra tomada al final del tratamiento
y, como mínimo, en otra muestra tomada en otra ocasión previa. Para los casos de TB sensible a
los fármacos, este resultado se recoge como máximo a los 12 meses de comenzar el tratamiento,
mientras que para los casos de TB multirresistente, a veces este periodo es insuficiente, por lo
que se puede recoger el resultado a los 24 o a los 36 meses de iniciado el tratamiento. En estos
casos se considera la curación cuando los últimos 12 meses de tratamiento ha habido al menos 5
cultivos negativos, o bien uno positivo seguido de un mínimo de tres negativos con al menos un
mes de diferencia.
2. Tratamiento completo: paciente que ha completado el tratamiento y no cumple criterios para
ser clasificado como curación o fracaso terapéutico.
3. Fracaso terapéutico: paciente que cinco meses después de iniciado el tratamiento, y habiéndolo
realizado correctamente, no ha alcanzado la conversión bacteriológica, o que, habiéndola
alcanzado, presenta una reversión de ésta, y al que es preciso cambiar el tratamiento de primera
línea por tratamiento de segunda línea. Se considera que no se ha alcanzado la conversión
bacteriológica cuando persisten los cultivos positivos sin reducción significativa del número de
colonias; y que se ha producido una reversión de la conversión cuando reaparecen dos cultivos
positivos consecutivos, con número creciente de colonias, después de haber tenido dos cultivos
negativos consecutivos. Para los casos de TB multirresistente se considera que existe fracaso
terapéutico cuando dos o más de los cinco cultivos recogidos en los últimos 12 meses de terapia
son positivos, o si alguno de los últimos tres cultivos es positivo. También se considera que ha
fracasado el tratamiento cuando hay una decisión clínica de interrumpirlo por efectos adversos o
falta de respuesta.
4. Traslado: paciente que se ha mudado de residencia y por ello ha sido transferido a otro sistema
de registro, y cuyos resultados terapéuticos son desconocidos.
5. Abandono: paciente que ha interrumpido el tratamiento durante dos o más meses, sin que se
deba a una decisión facultativa; o bien, paciente perdido en el seguimiento durante dos meses o
más antes de que haya finalizado su tratamiento, excepto en el caso de que se trate de un
traslado.
6. Muerte: paciente que ha fallecido por cualquier causa durante el curso del tratamiento. Los
enfermos muertos con tuberculosis, pero que nunca iniciaron tratamiento o bien fueron
diagnosticados post mortem, deben notificarse, clasificarse en esta categoría de finalización de
tratamiento, e incluirse en el denominador para el cálculo de los porcentajes de tratamiento
satisfactorio, muerte, interrupción etc. Esta categoría se puede desglosar en muerte por TB,
muerte por otras causas, o muerte por causa desconocida.
7. Otro, no evaluado, o todavía en tratamiento: paciente que continúa en tratamiento a los 12
meses de haberlo iniciado y que cumple cualquiera de las siguientes condiciones: a) tratamiento
prolongado como consecuencia de efectos secundarios/complicaciones; b) tratamiento inicial
planificado con una duración mayor de 12 meses (incluye pacientes cuyo tratamiento inicial ha
sido modificado por haberse hallado poli‐resistencia –resistencia al menos a dos fármacos de
primera línea– en una muestra tomada al inicio del tratamiento); c) no hay información sobre las
causas que han motivado que el paciente se encuentre todavía en tratamiento.
8. Desconocido: Casos en los que se desconoce la información sobre los resultados del tratamiento,
sin que se sepa que se hayan trasladado.

En el análisis las categorías se pueden agrupar: 1) Tratamiento satisfactorio (curación+tratamiento


completo), 2) Muerte, 3) Fracaso terapéutico y tratamiento prolongado, 4) Pérdidas de seguimiento
(abandono+traslados + desconocidos). Se recomienda que se recoja la información sobre tratamiento
lo más desagregada posible

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