Manual SVI
Manual SVI
Manual SVI
Vital
Inmediato
EDICIÓN SEGÚN L AS
R ECOMENDACIO NES 2015 DEL ERC
Ed i c i ó n 2
Soporte Vital Inmediato
Immediate Life Support Spanish translation
Agradecimientos
Ilustraciones de Jean-Marie Brisart, Het Geel Punt bvba, Melkouwen 42a, 2590 Berlaar, Bélgica
(hgp@hetgeelpunt.be) y Mooshka&Kritis, Bélgica (info@mooshka.be).
Nuestro agradecimiento a Oliver Meyer por la edición digital de las tiras de ritmo ECG,
a Annelies Pické (ERC) por la coordinación administrativa del proyecto.
© European Resuscitation Council 2015. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida,
almacenada en un sistema de recuperación o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia,
grabación o cualquier otro, sin el consentimiento escrito previo del ERC. El contenido de este manual está basado en las Recomendaciones
2015 del ERC, el contenido del manual previo, la evidencia científica disponible, las guías disponibles y el consenso de los expertos.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD/AVISO LEGAL: El conocimiento y la práctica del soporte vital en general, y de la resucitación
cardiopulmonar en particular, es un campo en constante evolución dentro de la medicina y la ciencia de la vida. La información que incluye
este manual tiene únicamente un propósito educativo e informativo. De ninguna forma debe considerarse que este manual ofrece una
información actualizada y adecuada de carácter científico, médico o de otro tipo. La información contenida en este manual no debe ser
utilizada como un sustituto del consejo de un profesional sanitario adecuadamente formado y cualificado.
Los autores, el editor y/o la editorial de este manual instan a los usuarios del mismo a consultar a un profesional sanitario cualificado sobre
el diagnóstico, el tratamiento y las dudas que les planteen sus problemas médicos personales. Los autores, el editor y/o la editorial de este
manual no pueden garantizar que los tratamientos, métodos, productos, instrucciones, ideas o cualquier otro contenido del mismo sean
adecuados, idóneos o efectivos. Los autores, el editor y/o la editorial de este manual no serán responsables en modo alguno por cualquier
daño, lesión y/o perjuicio causado a cualquier persona o propiedad y que esté directa o indirectamente relacionado en modo alguno con el
uso de este manual y/o los tratamientos, métodos, productos, instrucciones, ideas o cualquier otro contenido del mismo.
2
Soporte Vital Inmediato
Traducción española
Editores
Dr. Juan José García García
Dr. Cesar Luis Roza Alonso
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Agradecimientos
El Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar, en nombre de todas las entidades que forman parte del
mismo, (http://www.cercp.org/el-cercp/miembros) quiere expresar su reconocimiento a la labor de todas aquellas
personas que contribuyen a hacer posible que miles de vidas sean salvadas cada año en nuestro país, gracias a la
difusión, el conocimiento y la aplicación de las técnicas de Soporte Vital en todos los niveles (Básico, Inmediato,
Avanzado, Politrauma) y en todos los entornos (extrahospitalarios, preclínicos u hospitalarios)
This publication is a translation of the original manual Immediate Life Support (ISBN 9789079157877). The translation is
made by and under supervision of the Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (C/ Fuencarral nº 18, 1º B – 28004
Madrid, España), solely responsible for its contents. If any questions arise related to the accuracy of the information con-
tained in the translation, please refer to the English version of the manual which is the official version of the document. Any
discrepancies or differences created in the translation are not binding to the European Rescuscitation Council and have no
legal effect for compliance or enforcement purposes.
Esta publicación es una traducción del manual original “Inmediate Life Support ” (ISBN 9789079157877). La traducción ha
sido realizada por y bajo la supervisión del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (C/ Fuencarral nº 18, 1º B –
28004 Madrid, España), único responsable de su contenido. Si se plantea alguna duda sobre la exactitud de la información
contenida en la traducción, consulte por favor la versión inglesa del manual, que es la versión original del documento.
Cualquier discrepancia o diferencia que se haya creado en el proceso de traducción no es legalmente vinculante para el
Consejo Europeo de Resucitación (ERC) y no tiene ningún efecto legal en lo que se refiere a su cumplimiento o aplicación. .
3
Glosario
Throughout this publication the masculine pronouns he, him and his are used generically
4
Contenidos
0. Introducción 7
2.
Reconocimiento del paciente que se deteriora y
prevención de la parada cardiorrespiratoria 21
6.
Ritmos de parada cardiaca: monitorización
y reconocimiento 93
7. Desfibrilación 103
APÉNDICES
Apéndice 1 Pulsioximetría y oxigenoterapia 133
Apéndice 2 Fármacos utilizados en el tratamiento de la
parada cardiaca 137
Apéndice 3 Direcciones de internet útiles 141
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Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
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Capítulo 0.
Introducción
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
El curso de Soporte Vital Inmediato (SVI) aporta a los profesionales sanitarios los
conocimientos esenciales y las habilidades necesarias para tratar a los pacientes adultos
en parada cardiorrespiratoria (PCR) durante el breve periodo de tiempo previo a la llegada
de un equipo de resucitación o de un equipo con más experiencia. También prepara a los
profesionales sanitarios para formar parte de un equipo de resucitación.
Muchas de las PCR son prevenibles. El curso de SVI enseña a reconocer y tratar al paciente
que se deteriora utilizando la aproximación ABCDE (Vía Aérea, Respiración, Circulación,
Discapacidad y Exposición). Los conocimientos y habilidades en SVI permitirán a los
primeros intervinientes identificar a los pacientes en riesgo de deterioro y de parada
cardiaca e iniciar su tratamiento. Si la PCR se instaura, las habilidades desarrolladas durante
este curso son las que más probabilidades tienen de conseguir resucitar al paciente.
Las intervenciones que contribuyen a la supervivencia tras una parada cardiaca pueden
ser vistas como una cadena, llamada Cadena de Supervivencia.
La cadena es tan fuerte como su eslabón más débil; por ello, los cuatro eslabones de la
Cadena de Supervivencia deben ser fuertes. Estos eslabones son:
• Reconocimiento precoz y llamada pidiendo ayuda, para prevenir la parada
cardiaca.
• Resucitación cardiopulmonar (RCP) precoz, para ganar tiempo.
• Desfibrilación precoz, para reiniciar el corazón.
• Cuidados postresucitación, para restaurar la calidad de vida
El curso de SVI te enseñará los conocimientos y las habilidades relevantes de cada eslabón
de la Cadena de Supervivencia.
7
Capítulo 0
Introducción
Figura 0.1
Cadena de Supervivencia
n
ay
c
no
rilac z
Reco
fib
a
es
D
p ara p
vid a
de
re v
ni
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li d
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p ara ca ra re ca
d a c ardia st au rar la
pa pa ó
n
ra g ra raz
a n a r ti e m p o re i n
iciar el co
8
Capítulo 1.
Habilidades no técnicas y calidad
de la resucitación
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• E l papel que juegan los factores humanos en la resucitación
• C
ómo utilizar herramientas de comunicación estructurada como LLAMA y
PAVO
• L a utilidad de la notificación y la auditoría de los incidentes y eventos
adversos de seguridad para mejorar el cuidado de los pacientes
1. Introducción
Las habilidades como la desfibrilación, la administración de compresiones torácicas
efectivas, la capacidad para ventilar adecuadamente o el reconocimiento del ritmo
cardiaco subyacente en la parada cardiaca, que son elementos importantes para una
resucitación exitosa, suelen recibir el nombre de habilidades técnicas. Aunque apenas hay
discrepancia a la hora de considerar que estas habilidades son necesarias para una buena
resucitación, en los últimos tiempos se ha comenzado a incidir también en otra categoría
de habilidades y factores. Se llama habilidades no técnicas a las habilidades cognitivas
e interpersonales que sustentan un trabajo en equipo eficaz; se estima que pueden
atribuirse a algún fallo en estas habilidades el 70-80 % de los errores que se producen
durante la asistencia sanitaria1,2. Las habilidades no técnicas incluyen las capacidades
interpersonales de comunicación, liderazgo y pertenencia al equipo, y las habilidades
cognitivas de toma de decisiones, conciencia situacional y desempeño de tareas3. Las
habilidades no técnicas son una parte del conjunto de los factores humanos 1, 5.
9
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
Para asegurar el uso aceptable de estas habilidades no técnicas se han desarrollado varios
sistemas, como el Team Dimensions Rating Form o el Oxford Non-Technical Skills Measure.
Los principios utilizados en el curso de SVI para lograr un buen nivel en habilidades no
técnicas están basados en el Team Emergency Assessment Measure9.
La propuesta de taxonomía para las habilidades no técnicas adoptada por el ERC se
recoge en la tabla 1.
10
2. Liderazgo
Un líder eficaz es la persona que tiene una visión global de la situación a la que se
enfrenta y es capaz, por ello, de asignar roles a los miembros del equipo de acuerdo
con la respuesta que pretende dar a la misma. La literatura médica coincide en afirmar
que el liderazgo no es una cualidad innata, sino una habilidad que puede conseguirse
con entrenamiento continuado. Las habilidades de liderazgo son complejas y adoptan
diferentes formas, que van desde el liderazgo direccional, que es aquel en el que el líder 1
indica a los miembros del equipo qué espera exactamente de cada uno y cómo realizar
las tareas que les encomienda, hasta el solidario o de apoyo, en el que el líder, tras guiarles
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
hasta asegurarse de que las realizan de forma óptima, delega tareas en los miembros
de su equipo, que se responsabilizan por completo de ellas. No existe, sin embargo, un
estilo ideal de liderazgo, ya que depende del contexto y de la situación. En los equipos de
resucitación el líder del equipo debe:
1. Hacer saber al equipo qué espera exactamente de ellos. Esto le obliga a tener
un nivel alto de conciencia situacional y la habilidad de asignar tareas de
acuerdo con la experiencia de los miembros del equipo. Debe basar su proceso
de toma de decisiones en la medicina basada en la evidencia, y ha de verbalizar
claramente sus decisiones. Un buen líder siempre se dirige a los miembros del
equipo por su nombre y puede actuar como modelo para la evolución del
equipo.
2. Mantener en todo momento la visión de conjunto de la situación, es decir, ser
capaz de llevar a la práctica el plan que ha decidido. En el contexto de una
reanimación cardiopulmonar el líder del equipo debe ser siempre capaz de
escuchar la información que los miembros del equipo le suministran, y debe
monitorizar estrechamente cómo realizan sus tareas, asesorándoles si es
necesario pero sin desarrollarlas él mismo. Es también responsabilidad del
líder que todos los procedimientos se realicen de forma segura, tanto para
el paciente como para los profesionales sanitarios que forman el equipo.
El líder del equipo, por último, debe tener habilidades de comunicación
interprofesional y ser capaz de empatizar con los miembros del equipo.
11
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
Tabla 1.1.
Taxonomía propuesta de habilidades no técnicas (modificada a partir de la que aparece en la ref. 9).
TRABAJO EN EQUIPO
El equipo se comunicó de manera eficaz, usando tanto la
comunicación verbal como la no verbal.
Ejemplos: se transmite la información relevante, se
exponen las preocupaciones, se llama a los demás por sus
nombres, se utiliza un lenguaje corporal apropiado...
12
GESTIÓN DE TAREAS No observado Observado
(√) (√)
COMENTARIOS
Ejemplos: ¿En qué aspectos realizó el equipo un buen
trabajo? ¿En cuáles necesita mejorar?
3. Trabajo en equipo
El trabajo en equipo es una de las habilidades no técnicas más importantes que puede
contribuir al manejo del paciente en parada cardiaca. La cualificación y la experiencia
clínica son importantes para el resultado de la resucitación, pero no son por sí mismas
una garantía de exito10. El trabajo en equipo debe aprenderse y practicarse en distintos
entornos para mejorar el desempeño del equipo de resucitación11,12. Los elementos clave
para una actuación eficaz del equipo son:
1. Establecer una comunicación, verbal y no verbal, efectiva. El equipo tiene
que compartir los hallazgos clínicos según van apareciendo y debe ser capaz
de entender cuál es el plan del líder, desarrollando las tareas asignadas y
utilizando siempre un sistema de comunicación en lazo cerrado. Los miembros
del equipo deben ser capaces de compartir sus preocupaciones, pero al
tiempo deben siempre filtrar la información que proporcionan. En el manejo
de la parada cardiaca están sucediendo varias cosas de manera simultánea y
es necesario practicar la comunicación de información en este escenario para
que esta sea efectiva. El curso de SVI ofrece a los equipos esta oportunidad de
practicar la comunicación efectiva.
2. Trabajar conjuntamente para completar las tareas en el momento adecuado. El
tiempo es importante en la RCP, y la coordinación del equipo es vital para que
la desfibrilación se administre de forma segura y para que se realicen de forma
continua, durante todo el intento de resucitación, compresiones torácicas de
alta calidad
3. Adaptarse a los cambios en la situación. El manejo de la parada cardiaca es
un proceso dinámico. Los pacientes en parada cardiaca son, por definición,
extremadamente inestables, incluso si se consigue alcanzar el RCE. Durante
la RCP el equipo debe sentirse cómodo al cambiar de rol (p. ej. cambio de la
persona en la vía aérea con la persona que hace las compresiones torácicas) y
ser capaz de adaptarse a los cambios de ritmo si estos se producen.
13
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
El trabajo en equipo eficaz y las habilidades de comunicación son factores críticos para el éxito
de la RCP; los fallos en la comunicación harán disminuir la eficacia del equipo, y también las tasas
de supervivencia. Estos se deben habitualmente a que los equipos tienen distintos miembros
todos los días, y eso afecta seriamente a la comunicación dentro del equipo. La optimización
de la comunicación dentro del equipo puede lograrse a través de un entrenamiento de alta
calidad, en el que se aprenden y ponen en práctica los conceptos y los recursos necesarios
para una comunicación efectiva, incidiendo para ello en diversos planteamientos diferentes, la
interacción dentro del equipo y la gestión de las relaciones personales.
Cada miembro del equipo, independientemente de su papel en el mismo, tiene que aprender
a recibir órdenes y a aceptar sus roles sin sentirse intimidado por ello. La orientación del
equipo debe ir construyéndose dando pasos que aumenten la confianza y la cohesión del
equipo y que incrementen la satisfacción, el compromiso y la eficacia colectivas. Mejorar el
conocimiento de los diferentes estilos de comunicación e incorporar esas habilidades en el
entrenamiento médico puede ayudar a que los equipos se coordinen más eficazmente durante
14
el manejo de un paciente en parada cardiaca, y debe privilegiarse siempre la comunicación
precisa y exacta de la información mediante un protocolo de comunicación de lazo cerrado.
El uso de la herramienta de comunicación LLAMA o PAVO durante la comunicación verbal
y escrita, la escucha activa, el uso del lenguaje corporal y la modulación de la voz pueden
también ayudar a los miembros del equipo a reconocer y entender los diferentes estilos de
comunicación y temperamentos de los otros miembros y del líder. Ser capaces de reconocer
estas diferencias con los otros mejorará el entendimiento entre los miembros del equipo y
aumentará la eficacia del mismo. 1
Debe animarse a las diferentes instituciones a que remitan sus datos sobre RCP, en formatos
estandarizados, a sistemas de auditoría y registro nacionales e internacionales que buscan
una mejora continua de la calidad. Estas prácticas ya han permitido el desarrollo de
modelos validados de predicción de resultados que podrían facilitar la planificación de los
cuidados. Además, un análisis previo del registro de datos cuantificó la frecuencia de los
errores en el sistema de resucitación y su impacto en la mortalidad de las paradas cardiacas
intrahospitalarias, tanto en las que se presentan con ritmo desfibrilable como en las no
desfibrilables. Los resultados de los registros han mostrado una mejora significativa en los
resultados de la atención a la parada cardiaca en el periodo 2000-2010.
15
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
Tabla 1.2.
Herramientas de comunicación LLAMA y PAVO
LLAMA PAVO Contenido Example
Llamo por: Plantea- • P
reséntese y compruebe que está • “ Hola, soy el doctor García,
miento hablando con la persona correcta. el médico residente de
• I dentifique al paciente para el que se guardia”.
pide ayuda (quién es y dónde está). • “ Le llamo desde el servicio
• I ndique cuál es, o cree que es, el de urgencias para con-
problema actual. sultarle el caso del señor
Gómez. Creo que tiene una
• E xponga aquello sobre lo que
Antecedentes Antece- • A
ntecedentes personales del • “ Tiene 55 años y previa-
dentes paciente mente estaba sano. No
• Motivo del ingreso o de consulta tiene antecedentes de
interés”.
• D
atos relevantes de su historia
clínica • “ Ha tenido fiebre y tos
desde hace 2 días”.
• “ Ha llegado en ambulancia
hace unos 15 minutos”.
17
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
que se deteriora realizada por el Resuscitation Council del Reino Unido muestra que
los incidentes más frecuentemente notificados son los relacionados con: problemas
con el equipamiento, comunicación, retrasos en la asistencia por parte del equipo de
resucitación, y fallos a la hora de escalonar el tratamiento.
18
BIBLIOGRAFÍA
1. Youngson GG. Teaching and assessing non-technical skills. Surgeon, 2011;9: S35-37.
2. Glavin RJ, Maran NJ. Integrating human factors into the medical curriculum. Medical Education.
2003; 37 (supp 1): 59-64.
3. Dunn EJ, Mills PD, Neily J, Crittenden MD, Carmack AL, Bagian JP. Medical Training: Applying Crew
Resource Management in Veterans Health Administration. The Joint Commission Journal on Quality
and Patient Safety 2007; 33, 6: 317-325.
4. Flin R., O’Conner P, Crichton M. Safety at the Sharp End: A guide to non-technical skills. Aldershot: 1
Ashgate Publishing, 2008.
5. Catchpole K. Towards a Working Definition of Human Factors in Healthcare. www.chfg.org/news-
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
19
Capítulo 1
Habilidades no técnicas y calidad de la resucitación
20
Capítulo 2.
Reconocimiento del paciente
que se deteriora y prevención de
la parada cardiorrespiratoria
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• la importancia del reconocimiento precoz del paciente que se deteriora.
• las causas de la parada cardiorrespiratoria (PCR) en adultos.
• c ómo identificar y tratar a los pacientes en riesgo de PCR utilizando la
aproximación ABCDE: Vía Aérea, Respiración, Circulación, Discapacidad
y Exposición
1. Introducción
El reconocimiento precoz del paciente que se deteriora y la prevención de la PCR es el primer
eslabón de la Cadena de Supervivencia. Una vez que la parada cardiaca se produce, menos
del 20 % de los pacientes que sufren una parada cardiaca intrahospitalaria sobreviven y son
dados de alta. Las medidas de prevención de la parada cardiaca deben incluir la formación del
personal, la monitorización de los pacientes, el reconocimiento de los signos de deterioro del
paciente, la existencia de un sistema para la solicitud de ayuda y una respuesta eficaz al mismo.
21
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
El reconocimiento precoz y el tratamiento eficaz del paciente que se deteriora pueden prevenir
la parada cardiaca, la muerte o un ingreso no previsto en la unidad de cuidados intensivos
(UCI). El reconocimiento precoz también ayudará a identificar a los individuos en los que no es
apropiado iniciar RCP y a quienes no desean ser sometidos a maniobras de resucitación.
Los principios de asistencia al paciente que se deteriora recogidos en este capítulo son de
aplicación tanto en el entorno intrahospitalario como en el extrahospitalario.
22
Figura 2.1
Cadena de Prevención
cación c
cono imient puesta
Edu Res
Re o
Tabla 2.1
Ejemplo de una Escala de Alerta Precoz*
* Tomado de Prytherch et al. ViEWS - Towards a national early warning score for detecting adult in-patient
deterioration. Resuscitation. 2010;81(8):932-7
Puntuación 3 2 1 0 1 2 3
Frecuencia
91 - 111 -
cardiaca ≤ 40 41-50 51-90 ≥ 131
110 130
(por minuto)
Frecuencia
respiratoria ≤8 9-11 12-20 21-24 ≥ 25
(por minuto)
35.1 - 36.1 - 38.1 -
Temperatura (°C) ≤ 35.0 ≥ 39.1
36.0 38.0 39.0
Presión Arterial
Sistólica ≤ 90 91-100 101-110 111-249 ≥ 250
(mmHg)
Saturación de
≤ 91 92-93 94-95 ≥ 96
oxígeno (%)
23
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
Muchos centros sanitarios utilizan escalas de alerta precoz (EAP) para facilitar la detección
Las escalas de alerta precoz son dinámicas y evolucionan a lo largo del tiempo, permitiendo
que la frecuencia de la observación de las constantes vitales varíe en función de la mejoría
o empeoramiento del estado del paciente. No obstante, si es evidente que el paciente
se está deteriorando es más adecuado solicitar ayuda de inmediato que esperar a que
alcance una puntuación determinada en la EAP.
Una puntuación alta indica un riesgo mayor de deterioro y de muerte. Debería existir una
respuesta gradual para cada puntuación de acuerdo con los protocolos vigentes en cada
hospital.
La tabla 2.2 muestra un ejemplo de un protocolo gradual.
Existen sistemas alternativos que incorporan criterios de llamada que se basan en las
observaciones de rutina de las constantes y activan una respuesta cuando una o más de
ellas alcanzan un valor extremadamente anormal. No está claro cuál de estos dos sistemas
es mejor. La realidad es que incluso cuando se alerta a un médico para que asista a un
paciente con alteraciones fisiológicas a menudo se produce un retraso en la asistencia o en
la activación de niveles asistenciales superiores.
24
del EEM puede reducir el número de paradas cardiacas, muertes e ingresos no previstos
en UCI, y puede también facilitar la toma de decisiones sobre las limitaciones terapéuticas
(p. ej. decisiones de no intentar resucitación [NIR]). La intervención de los EEM, que hasido
asociada con una reducción de la incidencia de la parada cardiaca/respiratoria y una mejora
en las tasas de supervivencia, a menudo implica la realización de maniobras sencillas como
iniciar la oxigenoterapia o la administración de sueros IV.
Tabla 2.2
Ejemplo de protocolo gradual basado en una escala de alerta precoz (EAP)
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Informar a la enfermera
3-5 Cada 4 horas
responsable
El médico ve al paciente en
6 Cada 4 horas Informar al médico responsable
menos de una hora
Los pacientes muy graves deben ser trasladados a una unidad de cuidados intensivos
(UCI, Unidad de cuidados intermedios o sala de resucitación/críticos). El personal de estas
unidades debería estar formado por médicos y enfermeras con experiencia en cuidados
críticos y soporte vital avanzado.
25
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
Los pacientes que pasan de UCI a planta durante la noche tienen un mayor riesgo de
muerte que aquellos que lo hacen durante el día y que aquellos que pasan a unidades de
cuidados intermedios.
Tabla 2.3
Criterios de llamada al Equipo de Emergencias Médicas (EEM)
4.1.1. Causas
La obstrucción de la vía aérea puede ser total o parcial. La obstrucción parcial a menudo
precede a la total, que conduce rápidamente a una parada cardiaca. La obstrucción parcial
de la vía aérea puede causar edema cerebral o pulmonar, agotamiento, apnea secundaria
y daño cerebral hipóxico, y finalmente parada cardiaca.
26
Causas de obstrucción de la vía aérea
• Depresión del sistema nervioso central
• Sangre
• Vómito
• Cuerpo extraño (diente, comida...)
• Traumatismo directo sobre la cara o la garganta
• Epiglotitis
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
• Secreciones bronquiales
• Obstrucción de la traqueostomía
En algunas personas que sufren apnea obstructiva del sueño la vía aérea superior puede
obstruirse cuando duermen. Esta situación es más frecuente en pacientes obesos, y puede
verse agravada por otros factores como el uso de fármacos sedantes.
4.1.2. Reconocimiento
Evalúe la permeabilidad de la vía aérea ante todo paciente con riesgo de obstrucción
de la misma. Un paciente consciente referirá disnea, puede estar ahogándose y estará
angustiado. Cuando hay una obstrucción incompleta de la vía aérea los esfuerzos
respiratorios serán ruidosos.
27
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
4.1.3. Tratamiento
La prioridad es asegurar que la vía aérea se mantenga permeable. Trate cualquier problema
que ponga en riesgo la vía aérea: por ejemplo, aspire el contenido gástrico o la sangre de
la vía aérea y, salvo que esté contraindicado, tumbe al paciente de lado. Considere que
existe una obstrucción de la vía aérea, real o potencial, en todo paciente que presente un
bajo nivel de consciencia con independencia de la causa que lo motivó. Tome medidas
para asegurar la vía aérea y para prevenir posibles complicaciones, como la aspiración de
contenido gástrico. Esto puede incluir acciones como tumbar al paciente de lado o elevar
ligeramente la cabecera de su cama, realizar maniobras sencillas de apertura de la vía
Utilice una sonda nasogástrica para vaciar el estómago de los pacientes con un bajo nivel
de consciencia.
Administre oxígeno tan pronto como sea posible para conseguir una saturación de
oxígeno en sangre arterial (SpO2), medida por pulsioximetría, de entre el 94-98 %.
En caso de traumatismo cervical, probado o sospechado, siga los protocolos locales para
la protección del raquis y la limitación de la movilidad cervical para prevenir la lesión
medular.
4.2.1. Causas
Una insuficiencia respiratoria puede ser aguda o crónica. Puede ser continua o
intermitente, y lo suficientemente grave como para hacer que la persona deje de respirar
(apnea o parada respiratoria), situación que llevará rápidamente a una parada cardiaca
secundaria si no se trata.
• Dinámica respiratoria
La depresión del sistema nervioso central puede disminuir o abolir la dinámica respiratoria.
Las causas son las mismas que las descritas en el apartado de la obstrucción de la vía aérea
causada por depresión del sistema nervioso central.
• Esfuerzo respiratorio
Los principales músculos respiratorios son el diafragma y los músculos intercostales. Estos
últimos están inervados al nivel de sus costillas respectivas y pueden quedar paralizados
28
si se produce una lesión de la médula espinal por encima de dicho nivel. La inervación del
diafragma se localiza a nivel del tercer, cuarto y quinto segmento de la médula espinal (C3-
C4-C5). La respiración espontánea no puede tener lugar cuando hay un daño serio de la
médula espinal por encima de ese nivel. Por otra parte, hay algunas enfermedades, como
la miastenia grave, el síndrome de Guillain-Barré o la esclerosis múltiple, entre otras, que
cursan con un esfuerzo respiratorio inadecuado secundario a debilidad o a daño nervioso.
cifoscoliosis. Por último, el dolor causado por fracturas costales o esternales puede limitar
las respiraciones profundas y la tos.
2
• Enfermedades pulmonares
Las enfermedades pulmonares graves pueden alterar el intercambio gaseoso. Podemos
citar, entre ellas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, el
embolismo pulmonar, la contusión pulmonar, el síndrome de distrés respiratorio agudo
(SDRA) y el edema pulmonar. La función pulmonar también se ve afectada por un
neumotórax o un hemotórax.
4.2.2. Reconocimiento
Los pacientes conscientes se quejarán de disnea y estarán intranquilos. La historia clínica
y la exploración nos indicarán, generalmente, cuál es la causa subyacente. La hipoxia y la
hipercapnia pueden causar irritabilidad, confusión, tendencia al sueño y depresión del nivel
de consciencia. La cianosis es un signo tardío. La taquipnea (> 25 rpm) es un indicador útil y
sencillo de problemas respiratorios. La pulsioximetría es una forma simple y no invasiva de
saber si la oxigenación es adecuada (ver apéndice 1). Sin embargo, no es un indicador fiable
sobre la ventilación. Para evaluar adecuadamente la ventilación es precisa una gasometría
arterial. La presencia en ella de un aumento en la presión arterial del dióxido de carbono
(PaCO2) indica hipoventilación.
4.2.3. Tratamiento
Administre oxígeno a todos los pacientes con hipoxemia aguda y trate la causa subyacente.
Administre oxígeno a 15 l/min a través de una mascarilla con reservorio.
Una vez que el paciente esté estable ajuste el flujo de oxígeno (utilizando el dispositivo
para la administración de oxígeno adecuado) con el objetivo de lograr una saturación de
oxígeno de entre el 94-98 % (88-92 % en pacientes con EPOC). A continuación, trate la
causa subyacente. Así, por ejemplo, administre precozmente antibióticos IV precozmente
a un paciente con neumonía grave o empiece el tratamiento con broncodilatadores
(nebulizaciones de salbutamol) y corticoides en un paciente con asma grave.
29
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
Los pacientes con dificultades para respirar o que se estén agotando necesitarán un
soporte ventilatorio. La ventilación no invasiva, con una mascarilla facial como interfase,
puede ser útil y evitar la necesidad de intubación traqueal y ventilación mecánica. Es mejor
solicitar ayuda experta para aquellos pacientes que no pueden respirar adecuadamente,
ya que podría ser necesario su ingreso en la UCI para sedación, intubación traqueal y
ventilación controlada.
4.3.1. Causas
30
• Problemas cardiacos secundarios
El corazón puede verse afectado por cambios en otras partes del organismo. Así, por
ejemplo, una parada respiratoria primaria acabará causando una parada cardiaca
secundaria debido a la falta de oxígeno en el miocardio. La anemia severa, la hipotermia
y el shock séptico grave también deterioran la función cardiaca y podrían conducir a una
parada cardiaca.
4.3.2. Reconocimiento
Entre los signos y síntomas de la enfermedad cardiaca podemos incluir: dolor torácico,
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
La mayoría de las muertes súbitas cardiacas suceden en personas con una cardiopatía previa,
la cual puede haber pasado inadvertida. Entre las cardiopatías silentes o asintomáticas
podemos incluir la cardiopatía hipertensiva, la valvulopatía aórtica, la miocardiopatía, la
miocarditis y la enfermedad coronaria.
Una historia de dolor torácico agudo, con características típicas del dolor del IAM y
mantenido durante 20-30 min o más, que se acompaña de una elevación aguda del
segmento ST en un ECG de 12 derivaciones es la base para el diagnóstico de un IAMCEST.
Algunos pacientes presentan dolor torácico sugestivo de IAM con alteraciones menos
específicas en el ECG, tales como un descenso del segmento ST o la inversión de la onda
T. En un paciente con historia sugestiva de SCA la presencia de niveles elevados de
troponina en una analítica de sangre indica que se ha producido daño miocárdico. Esto
se denomina IAMSEST.
Debemos pensar, por último, en una angina inestable cuando el paciente presenta un
episodio prolongado de dolor torácico de semiología coronaria que hace sospechar
un IAM, pero en el que no se encuentran evidencias en el ECG o en la analítica que lo
confirmen.
Las personas con dolor torácico necesitan atención médica urgente. En el entorno
extrahospitalario deben llamar al 112 para pedir ayuda, pues si están sufriendo un SCA
tienen un alto riesgo de parada cardiaca por FV y de muerte súbita cardiaca.
31
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
4.3.3. Tratamiento
Trate la causa subyacente del fallo circulatorio. En muchos pacientes graves, esto implica
la administración de sueros IV para tratar la hipovolemia como parte de la aproximación
ABCDE (véase más adelante).
32
• Oxígeno, con la concentración necesaria para alcanzar una saturación de oxígeno
en sangre arterial del 94-98 % (o del 88-92 % en EPOC).
• Morfina (o diamorfina) IV, para aliviar el dolor. Este es un aspecto muy importante
del tratamiento del SCA, y debe ajustarse la dosis del fármaco para conseguir
controlar los síntomas pero sin provocar sedación y/o depresión respiratoria.
La mayoría de los pacientes con dolor cardiaco isquémico estarán más cómodos sentados,
pues en ocasiones el decúbito puede hacer empeorar el dolor. Administre antieméticos
con la analgesia o si el paciente presenta náuseas.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
La elección del tratamiento posterior de reperfusión depende del tipo de SCA que presente
el paciente. Las opciones posibles son la terapia fibrinolítica (trombolisis) y la intervención
2
coronaria percutánea (es decir, angiografía coronaria y colocación de stents). Estos
tratamientos funcionan mejor si se administran precozmente, por lo que es esencial buscar
ayuda experta.
5. La aproximación ABCDE
34
2. Trate la obstrucción de la vía aérea como una emergencia:
• En la mayoría de los casos, solo se requieren maniobras y dispositivos sencillos
para permeabilizar la vía aérea: maniobras de apertura de la vía aérea,
aspiración de la boca y orofaringe, inserción de cánulas oro o nasofaríngeas...
La intubación orotraqueal realizada por un experto puede ser necesaria cuando
falla lo anterior.
35
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
36
5.5. Circulación (C)
Evaluación de la circulación
Frecuencia cardiaca
Pulsos. Compruebe la presencia de pulso periférico y central.
Perfusión periférica. Evalúe el tiempo de relleno capilar, el aspecto y temperatura de
la piel, y la diuresis
Precarga (condicionada por el volumen sanguíneo circulante)
Presión arterial
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
1. Observe el color de las manos y los dedos del paciente. ¿Están azulados, rosáceos,
pálidos o moteados (con livideces)?
2. Tome la mano del paciente ¿Está fría o caliente?
3. Mida el tiempo de relleno capilar. Presione durante cinco segundos la uña de un
dedo situado a la altura del corazón (o justo por encima) con la fuerza suficiente para
que el lecho ungueal se vuelva de color blanco. Suelte la uña y mida cuánto tarda
la piel del lecho ungueal en tener el mismo color que la piel circundante. El tiempo
de relleno capilar es normalmente inferior a dos segundos. Un tiempo alargado
sugiere una mala perfusión periférica, aunque hay otros factores (frío ambiental,
mala iluminación o edad avanzada) que pueden alargar el tiempo de relleno.
4. Calcule, tomando el pulso o escuchando directamente el corazón con un
fonendoscopio, la frecuencia cardiaca del paciente.
5. Palpe los pulsos centrales y periféricos evaluando su presencia, frecuencia, calidad,
regularidad y simetría. Un pulso central apenas perceptible sugiere un bajo gasto
cardiaco, mientras que un pulso saltón puede indicar sepsis.
6. Mida la presión arterial del paciente. Incluso en situación de shock la presión arterial
puede ser normal, porque los mecanismos compensatorios del organismo aumentan
las resistencias vasculares periféricas para compensar la reducción del gasto cardiaco.
Una presión arterial diastólica baja sugiere vasodilatación arterial, como la que se
produce en la anafilaxia o la sepsis. Por el contrario, una presión de pulso (diferencia
entre presión arterial sistólica y la diastólica, que en condiciones normales es de
35-45 mmHg) disminuida sugiere vasoconstricción arterial, como la que aparece
cuando hay hipovolemia o un shock cardiogénico.
37
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
38
18. El tratamiento inmediato para el SCA incluye:
• Aspirina, 300 mg por vía oral, machacada o masticada, tan pronto como sea
posible.
• Nitroglicerina en forma de trinitrato de glicerina por vía sublingual (comprimido
o spray).
• Oxígeno, con la concentración necesaria para alcanzar una saturación de
oxígeno en sangre arterial del 94-98 %. No administre oxígeno suplementario si
la SpO2 del paciente está en ese rango respirando aire ambiente.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
39
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
40
LECTURAS ADICIONALES
• Soar J, Nolan JP, Bottiger BW, et al. European Resuscitation Council
Guidelines for Resuscitation 2015. Section 3 Adult Advanced Life Support.
Resuscitation 2015:95:99-146.
• Smith GB. In-hospital cardiac arrest: Is it time for an in-hospital ‘chain of prevention’ Resuscitation
2010;81:1209-11.
• Featherstone P, Chalmers T, Smith GB. RSVP: a system for communication of deterioration in hospi-
tal patients. Br J Nurs 2008;17:860-4.
• Marshall S, Harrison J, Flanagan B. The teaching of a structured tool improves the clarity and con-
tent of interprofessional clinical communication. Qual Saf Health Care 2009;18:137-40.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
41
Capítulo 2
Reconocimiento del paciente que se deteriora y prevención de la parada cardiorrespiratoria
42
Capítulo 3.
Resucitación en el entorno
hospitalario
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• c ómo iniciar la resucitación en el medio hospitalario
• c ómo continuar la resucitación hasta la llegada de ayuda experta
• L a importancia de la RCP de alta calidad con las mínimas
interrupciones posibles
1. Introducción
Cuando se produce una parada cardiaca intrahospitalaria la división entre soporte vital
básico y avanzado es arbitraria. La población espera que todos los profesionales sanitarios
sean capaces de llevar a cabo una RCP. En todas las paradas cardiacas intrahospitalarias
hay que asegurarse de que:
• Se reconoce inmediatamente la parada cardiaca;
• Se solicita ayuda marcando un número de teléfono predeterminado.
• Se inicia inmediatamente la RCP y, si está indicado, se desfibrila al paciente tan
pronto como sea posible, y siempre en 3 minutos como máximo.
Este capítulo se dirige principalmente a los profesionales sanitarios con la responsabilidad
de responder a una parada cardiaca intrahospitalaria, pero sus principios son aplicables
también en otros entornos clínicos.
43
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
Idealmente, todos los pacientes con alto riesgo de parada cardiaca deberían estar
ingresados en un área donde estén monitorizados y donde están disponibles el personal
y el equipamiento necesarios para realizar una resucitación inmediata. Los pacientes,
los visitantes y el personal también pueden sufrir paradas cardiacas en zonas no clínicas
(p. ej.: aparcamientos, pasillos...).
44
2.4. Equipamiento disponible
Todas las áreas clínicas deben tener acceso inmediato al equipo y los fármacos para
la resucitación para facilitar la rápida resucitación del paciente en parada cardiaca.
Idealmente, el equipamiento utilizado en para la resucitación cardiopulmonar (incluidos
los desfibriladores) y su disposición, así como la de los fármacos, deberían estar
estandarizados en todo el hospital. Usted debe estar familiarizado con el equipamiento
de resucitación disponible en el área clínica en la que trabaja.
Los miembros del equipo de resucitación deberían reunirse para conocerse y planificar
sus actuaciones futuras antes de comenzar a asistir a pacientes reales. Conocer el
nombre de los otros miembros del equipo y su experiencia previa, así como planificar
por adelantado cómo trabajará el equipo durante la resucitación mejorará su trabajo en
equipo durante los intentos de resucitación. Los miembros del equipo, además, deberán
hacer una revisión crítica (debriefing) tras cada actuación para ver cómo se ha realizado
la resucitación que, de manera ideal, debería basarse en los datos recogidos durante la
misma.
45
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
Figura 3.1
Algoritmo de resucitación intrahospitalaria
Paciente inconsciente/grave
Active al equipo
de resucitación Evalúe siguiendo la
aproximación ABCDE
Identifique problemas
y trátelos
Oxígeno, monitorización,
Acceso venoso
RCP 30:2
Con oxígeno y
dispositivos de manejo
de vía aérea
46
3. Secuencia para un paciente inconsciente
en un hospital
El algoritmo para el manejo inicial de la parada cardiaca intrahospitalaria se muestra en
la figura 3.1.
47
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
3.3A. Si responde
• Se requiere evaluación médica urgente. Pida ayuda de acuerdo a los protocolos
de su centro sanitario, Esta podría tener la forma de un equipo de resucitación
(p. ej. equipo de emergencias médicas [EEM]).
• Mientras espera la llegada de la ayuda, evalúe al paciente utilizando la aproximación
ABCDE (Vía Aérea, Respiración, Circulación, Discapacidad, Exposición).
• Administre oxígeno al paciente, utilizando la pulsioximetría como guía para el
tratamiento.
• Monitorice al paciente (pulsioximetría, ECG y presión arterial) y registre sus
constantes vitales.
• Canalice un acceso venoso.
• Prepare la transferencia del paciente utilizando la herramienta LLAMA o PAVO.
48
3.3B. Si no responde
La secuencia exacta a seguir dependerá de su formación y experiencia en la evaluación de
la ventilación y la circulación en pacientes graves.
• La respiración agónica (boqueadas ocasionales, respiración lenta, trabajosa o
ruidosa) es frecuente en los primeros momentos de la parada cardiaca. Es un signo
de parada cardiaca y no debe confundirse con un signo de vida.
• Grite para pedir ayuda (si no lo ha hecho ya).
• Coloque al paciente en decúbito supino).
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Figura 3.3
Maniobra frente-mentón 3
49
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
Figura 3.4
Evaluación de la respiración o de cualquier otro movimiento
50
iniciar la RCP en un paciente muy grave con una presión arterial muy baja rara vez sea
perjudicial para él, y podría ser beneficioso.
• Evalúe al paciente para confirmar la parada cardiaca incluso si está monitorizado en
una zona de cuidados críticos.
51
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
Figura 3.6
Active al equipo de resucitación
Figura 3.8
Manos colocadas en el centro de la mitad inferior del esternón
52
• Utilice, si dispone de él, un dispositivo con indicaciones o retroalimentación (p. ej.
un metrónomo o un desfibrilador con software de retroalimentación) como ayuda
para asegurar unas compresiones torácicas de alta calidad. No compruebe el pulso
para evaluar la eficacia de las compresiones.
• Cada vez que reinicie las compresiones sitúe las manos en el centro del pecho sin
demora.
• La persona que hace las compresiones torácicas se cansará. Si hay suficientes
reanimadores esta persona debe ser relevada cada 2 minutos, o incluso antes si no
es capaz de mantener la alta calidad de las compresiones torácicas. Estos cambios
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
53
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
54
• Planee exactamente qué es lo que va a hacer antes de cualquier interrupción
de las compresiones torácicas para minimizar la duración de las pausas de las
compresiones.
• Señale a un miembro del equipo como responsable de hacer la transferencia del
paciente al líder del equipo de resucitación. Utilice las herramientas LLAMA y
PAVO para la transferencia (Véase capitulo 1), y tenga a mano la historia clínica del
paciente.
Figura 3.9
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
55
Capítulo 3
Resucitación en el entorno hospitalario
LECTURAS ADICIONALES
• Perkins GD, Handley AJ, Koster KW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resusci-
tation 2015 Section 2 Adult basic life support and automated external defibrillation. Resuscitation
2015.
• Soar J, Nolan JP, Böttiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015. Section 3. Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
• Soar J, Callaway CW, Aibiki M, et al. Part 4: Advanced life support: 2015
International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency
Cardiovascular Care Science With Treatment Recommendations. Resuscitation 2015;95:e71-e122.
• Meaney PA, Nadkarni VM, Kern KB, Indik JH, Halperin HR, Berg RA. Rhythms and outcomes of adult
in-hospital cardiac arrest. Crit Care Med 2010;38:101-8.
56
Capítulo 4.
Algoritmo de Soporte Vital
Avanzado
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• la función del algoritmo de soporte vital avanzado (SVA).
• la importancia de realizar compresiones torácicas de alta calidad con las
mínimas interrupciones posibles.
• e
l tratamiento de los ritmos desfibrilables y no desfibrilables.
• c uándo y cómo se administran los fármacos durante la parada cardiaca.
• las causas potencialmente reversibles de parada cardiaca
1. Introducción
Los ritmos asociados con la parada cardiaca se dividen en dos grupos: ritmos desfibrilables
(fibrilación ventricular/taquicardia ventricular sin pulso) y ritmos no desfibrilables (asistolia
y actividad eléctrica sin pulso [AESP]). La principal diferencia en el tratamiento de estos
dos grupos de arritmias es la necesidad de intentar la desfibrilación en los pacientes
en fibrilación ventricular (FV) o taquicardia ventricular sin pulso (TVSP). Las acciones
subsiguientes, incluidas las compresiones torácicas, el manejo de la vía aérea, el acceso
venoso, la administración de adrenalina y la identificación y corrección de las causas
reversibles de parada cardiaca son comunes a ambos grupos.
El algoritmo de SVA (figura 4.1) es una estrategia estandarizada para el manejo del
paciente en parada cardiaca. Su uso tiene la ventaja de permitir administrar el tratamiento
de forma expeditiva, sin una larga discusión previa. Además, cada miembro del equipo de
resucitación puede predecir y preparar cada etapa del tratamiento del paciente, haciendo
al equipo más eficaz.
Las intervenciones más importantes que mejoran la supervivencia de los pacientes que
sufren una parada cardiaca son las compresiones torácicas de alta calidad precoces
57
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
58
9. Reinicie la RCP, con ciclos de 30:2 y comenzando con compresiones torácicas, sin
reevaluar el ritmo en el monitor ni buscar la presencia de pulso.
10. Continúe la RCP durante 2 minutos. En ese tiempo el líder prepara al equipo para
las acciones a realizar en la siguiente pausa en las compresiones torácicas.
12. Si persiste la FV/TVSP repita los pasos anteriores, del 6 al 11, y administre una
segunda descarga
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
13. Si la FV/TVSP persiste repita los pasos 6-8 y administre una tercera descarga. Reinicie
inmediatamente la RCP, con una relación 30:2 y comenzando por las compresiones
torácicas, sin revaluar el ritmo o palpar el pulso inmediatamente tras la descarga.
15. Repita la secuencia de 2 minutos de RCP, comprobación del ritmo y búsqueda del
pulso y desfibrilación si la FV/TVSP persiste.
17. Administre, si la FV/TVSP persiste tras la quinta descarga, una dosis adicional de 150
mg de amiodarona.
18. El uso de capnografía con forma de onda puede permitir detectar la RCE sin detener
las compresiones torácicas, y puede utilizarse como una referencia para evitar
administrar un bolo de adrenalina tras haber alcanzado la RCE. Si sospecha que
se ha logrado la RCE durante la RCP no administre la adrenalina en ese momento;
hágalo tras la siguiente comprobación del ritmo si la parada cardiaca se confirma.
59
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Figura 4.1
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado del adulto
Si el paciente no responde y
no respira con normalidad
Evalúe el ritmo
Desfibrilable No desfibrilable
(FV/TVSP) (AESP/Asistolia)
ABCDE
Reinicie inmediatamente n El objetivo de saturación es
Reinicie inmediatamente
RCP durante 2 min RCP durante 2 min
del 94-98 %, con una PaCO2
Minimice las interrupciones Minimice las interrupciones
normal.
de las compresiones de las compresiones
n Realice un ECG de 12
derivaciones
n Trate la causa desencade-
nante/precipitante
n Realice manejo con control
de la temperatura
60
Figura 4.2
Realización de compresiones torácicas continuas durante la carga del desfibrilador manual
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Figura 4.3
Administración de una descarga
61
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Las siguientes dosis de adrenalina se administran tras cada ciclo alterno de de 2 minutos
de RCP, esto es, cada 3-5 min, mientras continúe la situación de parada cardiaca. Si la FV/
TVSP persiste, o reaparece, administre una dosis adicional de 150 mg de amiodarona
tras la quinta descarga. La lidocaína (a una dosis de 1 mg/kg) puede ser una alternativa
si no disponemos de amiodarona, pero no administre lidocaína si ya se ha administrado
amiodarona.
Si tiene alguna duda sobre si el ritmo es una asistolia o una FV muy fina, no intente la
desfibrilación; en su lugar continúe con las compresiones torácicas y las ventilaciones.
62
Es poco probable que la FV muy fina que es difícil de distinguir de una asistolia pueda
ser convertida por una desfibrilación en un ritmo de perfusión. Continuar realizando RCP
de calidad puede mejorar la amplitud y la frecuencia de las ondas de FV, aumentando
con ello las posibilidades de que descargas logren instaurar un ritmo de perfusión.
Administrar descargas repetidas para intentar desfibrilar una FV muy fina en un intento
de desfibrilar lo que se interpreta como una fibrilación ventricular muy fina aumentará el
daño miocárdico, tanto de forma directa por la corriente eléctrica de las descargas como
indirecta por las interrupciones en el flujo coronario que se producen al interrumpir las
compresiones torácicas para administrar las descargas. Si el ritmo es una FV clara intente
la desfibrilación.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
2.3. P
arada cardiaca en FV/TVSP presenciada y monitorizada en la
sala de hemodinámica o tras cirugía cardiaca
Si un paciente sufre una parada cardiaca presenciada y monitorizada en una sala de
hemodinámica, unidad de cuidados coronarios o área de cuidados críticos, o mientras
está monitorizado tras una cirugía cardiaca y dispone de un desfibrilador:
• Confirme la parada cardiaca y grite para pedir ayuda.
• Si el ritmo inicial es una FV/TVSP dé hasta tres descargas rápidas sucesivas (en
tanda).
• Compruebe rápidamente si hay un cambio de ritmo, y si procede, si hay RCE tras
cada intento de desfibrilación.
• Comience con las compresiones torácicas y continúe realizando RCP durante 2
minutos si tras la tercera descarga no hay un cambio de ritmo.
Estas tres descargas rápidas y consecutivas se consideran, a efectos de la aplicación del
algoritmo de SVA, como la primera descarga.
Esta estrategia de tres descargas también puede considerarse en una parada cardiaca
presenciada con ritmo inicial FV/TVSP en un paciente que ya está conectado a un
desfibrilador manual. No obstante, esta situación es poco frecuente.
63
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Recuerde que cualquier comprobación del ritmo no debería llevarle más de 5 segundos,
y que debe priorizarse la administración de compresiones torácicas de alta calidad sin
interrupciones sobre la realización de un análisis detallado del ritmo.
64
8. Si en la comprobación del ritmo aparece FV/TVSP, cambie a la rama desfibrilable
del algoritmo.
9. Si en el análisis del ritmo observa una asistolia o un ritmo agónico:
-- Continúe la RCP.
-- Compruebe el ritmo tras 2 minutos y actúe de acuerdo con el ritmo observado.
-- Administre dosis adicionales de 1 mg de adrenalina IV/IO cada 3-5 minutos
(durante ciclos de 2 min de RCP alternos).
Siempre que haga un diagnóstico de asistolia busque cuidadosamente la presencia de
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
ondas P, porque en esta situación la asistolia ventricular puede tratarse eficazmente con
un marcapasos cardiaco. Es muy poco probable, por el contrario, que los intentos de
estimular con un marcapasos una verdadera asistolia tengan éxito.
4. Durante la RCP
Los puntos en los que debe ponerse el énfasis durante el tratamiento de la FV/TVSP y la
AESP/asistolia persistentes son la realización de compresiones torácicas de alta calidad y
con las mínimas interrupciones posibles, el reconocimiento y tratamiento de las causas
reversibles de parada (4 H y 4 T), y la consecución de una vía aérea segura y de un acceso
vascular. 4
Durante la realización de la RCP con una relación de 30:2, es posible ver claramente el
ritmo de base en el monitor durante las pausas para ventilar. Si en esa pausa breve lo que
ve es una FV (tanto en la rama desfibrilable como la no desfibrilable del algoritmo) no
intente la desfibrilación en ese momento; en lugar de eso continúe con la RCP hasta que
complete el ciclo de 2 minutos. El equipo, que ya sabe que el paciente está en FV, debe
prepararse para administrar una descarga lo más rápidamente posible al final del ciclo de
2 minutos de RCP.
Tan pronto como la vía aérea esté asegurada (p. ej. intubación orotraqueal), realice
compresiones torácicas continuas, sin interrumpirlas durante la ventilación. Para disminuir
la fatiga cambie al reanimador que realiza las compresiones torácicas cada 2 minutos, o
antes si es necesario. Utilice dispositivos de RCP con guía visual o sonora o retroalimentación
si están disponibles. Tenga en cuenta que algunos dispositivos de retroalimentación no
medirán adecuadamente la profundidad de las compresiones torácicas al no compensar el
descenso del colchón si se realiza RCP sobre una camilla o cama.
65
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Una vez que se ha colocado el DSG intente realizar compresiones torácicas continuas,
sin interrumpirlas durante las ventilaciones. Administre ventilaciones a un ritmo de 10
insuflaciones por minuto y no hiperventile. Si observa una fuga de aire excesiva que
impide una ventilación adecuada del paciente deberá interrumpir las compresiones
torácicas para permitir la ventilación, volviendo a realizar la secuencia habitual de 30:2.
66
Figuras 4.4
Dispositivos para el acceso intraóseo
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
• Hipoxia
• Hipovolemia
• Hiperpotasemia, hipopotasemia, hipoglucemia, hipocalcemia, acidosis y otras
alteraciones metabólicas
• Hipotermia e hipertermia
• Trombosis (trombosis coronaria o embolismo pulmonar)
• Neumotórax a Tensión
• Taponamiento cardiaco
• Tóxicos
67
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Figura 4.5
Las 4 H y las 4 T
Hipoxia Hipotermia
Taponamiento cardiaco
T
Neumotórax Trombosis
a Tensión
Tóxicos
4.3.1. Las 4 H
Minimice el riesgo de hipoxia asegurándose de que el paciente está adecuadamente
ventilado con oxígeno al 100 %. Compruebe que hay una expansión torácica adecuada
y murmullo vesicular bilateral. Compruebe cuidadosamente, utilizando las técnicas
descritas en el capítulo 5, que el tubo traqueal no está situado en un bronquio o en el
esófago.
68
Considere la posibilidad de que el paciente esté en hipotermia. Utilice un termómetro
específico de hipotermia.
4.3.2. Las 4 T
Un neumotórax a tensión puede causar una AESP. Puede aparecer tras intentar colocar
un catéter venoso central y su diagnóstico es clínico. Los signos de neumotórax a tensión
incluyen: disminución de la entrada de aire, descenso de la expansión e hiperresonancia
a la percusión en el lado afecto y desviación traqueal hacia el lado sano. Descomprímalo
rápidamente mediante toracostomía o toracocentesis con aguja y coloque después un
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
drenaje torácico.
69
Capítulo 4
Algoritmo de Soporte Vital Avanzado
Tras finalizar la RCP observe al paciente al menos durante 5 minutos antes de confirmar la
muerte. La ausencia de actividad cardiaca mecánica se confirma normalmente mediante:
• la ausencia de un pulso central a la palpación;
• la ausencia de ruidos cardiacos a la auscultación.
Estos criterios pueden ser complementados con uno o más de los siguientes:
• asistolia en una tira continua de ritmo ECG;
• ausencia de flujo pulsátil en un dispositivo de monitorización invasiva de la presión
arterial.
LECTURAS ADICIONALES
• Perkins GD, Handley AJ, Koster KW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resusci-
tation 2015 Section 2 Adult basic life support and automated external defibrillation. Resuscitation
2015:95:81-99
• Soar J, Nolan JP, Böttiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015. Section 3. Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
• Soar J, Callaway CW, Aibiki M, et al. Part 4: Advanced life support: 2015
• International Consensus on Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care
Science With Treatment Recommendations.
• Resuscitation 2015;95:e71-e122.
70
Capítulo 5.
Manejo de la vía aérea y
ventilación
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• el reconocimiento de la obstrucción de la vía aérea y sus causas.
• el tratamiento del atragantamiento.
• las técnicas para el manejo de la vía aérea cuando iniciamos la resucitación.
• el uso de dispositivos sencillos para mantener la permeabilidad de la vía aérea.
• la ventilación con mascarilla o bolsa-balón autoinflable.
• el uso de dispositivos supraglóticos (DSG)
1. Introducción
Los pacientes que precisan reanimación, a menudo presentan obstrucción de la vía aérea.
Generalmente, la causa de la obstrucción es la pérdida de conciencia pero, ocasionalmente,
la obstrucción de la vía aérea puede ser la causa de la parada cardiorrespiratoria. La
atención precoz, la apertura de la vía aérea y la ventilación son esenciales para ayuda
ayudar a prevenir el daño hipóxico secundario en el cerebro y otros órganos vitales. Sin
una oxigenación adecuada un corazón en parada puede no recuperarse.
La obstrucción también puede ser causada por vómito o sangre, por la regurgitación del
contenido gástrico, por un traumatismo sobre la vía aérea o por la presencia de un cuerpo
extraño. La obstrucción laríngea, por su parte, puede deberse a edema por quemaduras,
inflamación o anafilaxia.
71
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Es necesaria realizar una exploración completa del cuello, el tórax y el abdomen para
diferenciar esos movimientos paradójicos de una respiración normal. A veces es muy
difícil y es necesario auscultar para confirmar la ausencia de ruidos respiratorios antes
de diagnosticar una obstrucción completa de la vía aérea. Cuando ausculte recuerde
que la respiración normal debe ser en tono bajo: la obstrucción completa será silente,
mientras que la respiración ruidosa indica una obstrucción incompleta. Si no resolvemos
la obstrucción, permitiendo una ventilación adecuada en muy pocos minutos, aparecerá
daño neurológico y en otros órganos vitales que puede desembocar en parada cardiaca.
Administre, siempre que sea posible, oxígeno a altos flujos durante los intentos de
desobstruir la vía aérea. La medición de la saturación de oxígeno en sangre arterial
(normalmente usando la pulsioximetría) guiará el uso posterior del oxígeno a medida
que la permeabilidad de la vía aérea mejore. Si la permeabilidad de la vía aérea sigue
comprometida y la SaO2 continúa baja siga administrando oxígeno a altas concentraciones.
72
A medida que la permeabilidad de la vía aérea mejora los valores de la saturación de
oxígeno en sangre se restaurarán más rápidamente si la concentración del oxígeno
inspirado es inicialmente alta. Una vez que esto se logra podemos ajustar la concentración
del oxígeno inspirado para mantener una SaO2 de entre el 94-98 %.
4. Atragantamiento
signos y síntomas que nos permiten diferenciar estos dos tipos de obstrucción se resumen
en la tabla 5.1.
Tabla 5.1
Signos de atragantamiento
73
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Figura 5.1
Algoritmo del tratamiento del atragantamiento en el adulto
Evalúe la gravedad
-- Sitúese detrás del paciente y rodee con los brazos la parte superior de su
abdomen.
74
-- Coloque su puño cerrado justo en la boca del estómago, por debajo del
apéndice xifoides del esternón. Sujete este puño con su otra mano y
comprima bruscamente hacia dentro y hacia arriba.
-- Repita la maniobra hasta 5 veces.
• Si la obstrucción todavía no se soluciona continúe alternando 5 golpes en la
espalda y 5 compresiones abdominales
4. Tan pronto como llegue alguien con las habilidades adecuadas realice una
laringoscopia e intente retirar el cuerpo extraño con unas pinzas de Magill.
Figura 5.2
Maniobra frente-mentón
75
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Figura 5.3
Tracción mandibular
76
5.2.2. Manejo de la vía aérea en pacientes con sospecha de lesión cervical
En los pacientes en los que se sospecha una lesión de columna cervical (p. ej. si la víctima
se ha caído, se ha golpeado en la cabeza o en el cuello o ha sido rescatado tras zambullirse
en aguas poco profundas) la inclinación de la cabeza puede empeorar la lesión y dañar la
médula espinal a nivel cervical.
Las cánulas orofaríngeas deben utilizarse únicamente en pacientes inconscientes; los intentos
de colocarla en pacientes semiinconscientes pueden provocar vómito o laringoespasmo. Si
un paciente no tolera una cánula orofaríngea es que no la necesita.
77
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Figura 5.4
Cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas
78
• Tras colocar la cánula compruebe la vía aérea con la aproximación “mirar, escuchar,
sentir” mientras mantiene la alineación de la cabeza y el cuello, combinándola con la
extensión de la cabeza, la elevación del mentón o la tracción mandibular si es preciso.
Figura 5.6
Inserción de la cánula orofaríngea
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
79
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Figura 5.7
Inserción de una cánula nasofaríngea
8. Aspiración
Use una sonda de aspiración rígida de calibre grueso (Yankauer) para retirar los líquidos
(sangre, saliva o contenido gástrico) de la vía aérea superior (figura 5.8). Hágalo con
cuidado si el paciente tiene conservado el reflejo nauseoso, ya que la aspiración podría
80
provocarle el vómito. Pueden utilizarse sondas de aspiración flexibles de calibre estrecho
en pacientes con limitaciones para la apertura de la boca, y también para aspirara través
de una cánula orofaríngea o nasofaríngea. Asegúrese de que sabe manejar cualquier
equipo de aspiración portátil disponible en su área de trabajo. El vómito espeso puede ser
difícil de aspirar si no tenemos una sonda de aspiración de calibre grueso y alta potencia
de succión. Los trozos grandes de comida pueden tener que ser retirados con la mano o
con unas pinzas de Magill.
Figura 5.8
Aspiración
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
5
9. Ventilación
Los pacientes sin respiración o con respiración inadecuada necesitan ventilación
artificial. La ventilación con aire espirado (ventilaciones de rescate) es eficaz, pero como
la concentración de oxígeno en el aire espirado del reanimador es de solo el 16-17 %
debe ser reemplazada, tan pronto como sea posible, por ventilación con aire enriquecido
con oxígeno. La ventilación boca-a-boca no requiere ningún equipamiento, pero es
desagradable de hacer, especialmente si hay vómito o sangre (en la boca de la víctima).
Existen dispositivos sencillos para evitar el contacto directo con el paciente al hacerlo.
81
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
La principal dificultad para su uso estriba en mantener un buen sellado entre la mascarilla
y la cara, por lo que se recomienda utilizar ambas manos para conseguirlo.
82
de oxígeno ventilamos al paciente con aire ambiente (FiO2 21 %). Esta aumenta hasta
aproximadamente un 45 % si añadimos oxígeno a flujos altos por el puerto de oxígeno,
situado junto al orificio de entrada del aire. Si conectamos una bolsa reservorio a este
último y administramos oxígeno a flujos altos (10-15 l/min) se consigue una concentración
de oxigeno inspirado de aproximadamente el 85 %.
Una bolsa autoinflable permite ventilar al paciente con altas concentraciones de oxígeno,
pero su uso requiere entrenamiento. Cuando se usa con una mascarilla facial (figura 5.9) es
difícil conseguir un buen sellado realizando de manera simultánea la tracción mandibular
con una mano mientras que con la otra apretamos la bolsa. Es fácil hipoventilar al paciente
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
debido a una fuga excesiva, o por presionar contra la cara con demasiada fuerza y obstruir
la vía aérea. Por otro lado, la compresión excesiva de la bolsa cuando se usa con una
mascarilla facial puede llenar el estómago de aire, aumentando enormemente el riesgo
de regurgitación y de aspiración.
Figura 5.9
Ventilación con bolsa-mascarilla
83
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
Figura 5.10
Técnica para la ventilación con bolsa-mascarilla entre dos personas
Al igual que ocurre con el tubo endotraqueal, solo debe insertarse en pacientes
inconscientes. La ML es especialmente útil si el intento de intubación por parte de
personal entrenado ha fallado y la ventilación con bolsa-mascarilla es imposible.
84
La ML convencional (LMA Classic®) puede esterilizarse y reutilizarse hasta 40 veces,
aunque ahora hay disponibles muchos modelos de ML de un solo uso, que pueden
ser más prácticos en situaciones de resucitación. Muchas de las ML de un solo uso son
de un material y tienen un diseño ligeramente distintos al de la ML convencional y su
funcionamiento durante la RCP no ha sido validado Algunas de ellas, como la mascarilla
laríngea ProSeal LMA® y la LMA Supreme®, podrían tener algunas ventajas frente a la LMA
Classic®, pero hay pocos datos relativos a su uso en parada cardiaca
Figura 5.11
Mascarilla laríngea
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
85
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
• Conecte la jeringa al puerto de inflado e hinche el manguito con aire (40 ml para
una ML del número 5 y 30 ml para una ML del número 4). No sujete la ML durante
el inflado. El tubo debe ascender ligeramente, sobresaliendo de la boca, en el
momento en el que el manguito se sitúa en su posición correcta.
• Si no puede colocar la ML en 30 segundos oxigene al paciente con una mascarilla
facial o bolsa-mascarilla antes de intentarlo nuevamente.
• Confirme la permeabilidad de la vía aérea auscultando el pecho durante la
insuflación y comprobando el movimiento torácico bilateral. Es aceptable que haya
una pequeña fuga si la expansión torácica es adecuada, pero una fuga importante
Figura 5.12
Inserción de una mascarilla laríngea
Figura 5.13
Técnica de inserción de una mascarilla laríngea entre dos personas
86
10.1.2. Limitaciones de la mascarilla laríngea
• Si hay una resistencia alta en la vía aérea o los pulmones están rígidos (edema
pulmonar, broncoespasmo, EPOC) hay riesgo de fugas importantes alrededor del
manguito, y por tanto de hipoventilación. La mayoría del aire que se fuga suele
salir por la boca del paciente, pero una parte puede llegar al estómago.
• No sabemos si es posible proporcionar una ventilación adecuada a través de la
ML sin interrumpir las compresiones torácicas. Es probable que la realización de
compresiones torácicas sin interrupciones cause alguna fuga de aire alrededor
del manguito de la ML durante la ventilación. Intente, tras su inserción, hacer las
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10.2. i-gel®
El i-gel® es un tipo de DSG, desarrollado a partir de la ML, que tiene un manguito(copa)
hecho de un material de consistencia gelatinosa que no tiene que ser inflado. El extremo
proximal del i-gel® incorpora, además, un refuerzo anti-mordedura y un canal estrecho de
drenaje esofágico que permite pasar a través de él una sonda gástrica (figura 5.14). Es fácil
de colocar sin interrumpir la RCP, su uso requiere un entrenamiento mínimo y proporciona
un buen sellado laríngeo (figura 5.14). La facilidad de colocación y su favorable presión de
fuga lo convierten en un dispositivo de manejo de vía aérea durante la resucitación muy
atractivo para los profesionales con poca experiencia en intubación orotraqueal. El uso
de i-gel® durante la parada cardiaca se ha documentado ampliamente, tanto en paradas
cardiacas intrahospitalarias como extrahospitalarias.
87
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
88
Figura 5.14
Dispositivo supraglótico i-gel®
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Figura 5.15
Tubo laríngeo
89
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
90
• Existe un riesgo teórico de aspiración gástrica, porque el TL no se sitúa dentro de
la laringe como un tubo traqueal; sin embargo, esto no es frecuente en la práctica
clínica.
• Si el paciente no está completamente inconsciente, puede reaccionar tosiendo,
luchando contra ella o desarrollando un laringoespasmo.
• Si no consigue asegurar adecuadamente la vía aérea desinfle los balones, retire
el TL e intente insertarlo nuevamente, asegurando un buen alineamiento de la
cabeza y el cuello y siguiendo estrictamente los pasos de la técnica de inserción.
• Aunque es muy poco frecuente, la inserción del TL puede causar una obstrucción
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de la vía aérea al empujar la lengua hacia la faringe posterior. Si esto sucede retire
el TL e inicie de nuevo el procedimiento.
La pericia en la técnica de inserción del TL requiere la práctica con pacientes, la cual ser
supervisada por un profesional con experiencia en la técnica (p. ej. un anestesiólogo) en
las condiciones adecuadas.
11.
Pacientes con traqueostomías o estomas traqueales
permanentes
Un paciente con una cánula de traqueostomía o un estoma traqueal permanente
(normalmente tras una laringectomía) puede sufrir una obstrucción de la vía aérea por un
taponamiento de la cánula de traqueostomía o del estoma; en estos pacientes no puede
producirse una obstrucción de la vía aérea a nivel faríngeo en estos pacientes. Retire
cualquier cuerpo extraño evidente del estoma o de la cánula de traqueostomía.
5
En una situación de emergencia es importante saber si el paciente tiene una vía aérea
superior normal y un tubo de traqueostomía o si, por el contrario, ha sufrido una
laringuectomía:
• Algunas cánulas de traqueostomía que llevan un tubo o camisa interna pueden
ser limpiadas retirando esta. Si no es así y el tubo de traqueotomía está taponado
retírelo y ventile al paciente sellando el estoma (el orificio en la parte anterior
del cuello a través del cual se inserta la cánula de traqueostomía). El paciente
normalmente tendrá una vía aérea superior normal. Si es así ventílele utilizando las
técnicas estándar de manejo de la vía aérea y ventilación descritas en este capítulo
(p. ej. ventilación con bolsa-mascarilla) tras ocluir el estoma con un apósito
hermético. Si está entrenado para ello reemplace la cánula de traqueostomía.
• Un laringectomizado es un paciente al que se ha extirpado, generalmente por
padecer un cáncer, la laringe (aparato fonador), por lo que respira a través de un
estoma traqueal. En estos pacientes administre oxígeno y, si es necesario, ayude a
la ventilación por el estoma y no por la boca. Puede para ello, y en función de sus
habilidades, realizar la ventilación boca a estoma, colocar una mascarilla facial de
pequeño tamaño alrededor del estoma o intubar a través de él.
91
Capítulo 5
Manejo de la vía aérea y ventilación
LECTURAS ADICIONALES
• Soar J, Nolan JP, Bottiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015 Section 3 Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
• Soar J, Callaway CW, Aibiki M, et al. Part 4: Advanced life support: 2015 International Consensus on
Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care Science With Treatment
Recommendations. Resuscitation 2015;95:e71-e122.
• Soar J, Nolan JP. Airway management in cardiopulmonary resuscitation. Curr Opin Crit Care
2013;19:181-7.
92
Capítulo 6.
Ritmos de parada cardiaca:
monitorización y reconocimiento
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• las razones para la monitorización del ritmo ECG.
• cómo monitorizar el ritmo ECG.
• cómo reconocer los ritmos asociados con la parada cardiaca
1. Introducción
La monitorización del ECG permite la identificación del ritmo cardiaco en pacientes en
parada cardiaca. Por otra parte, monitorizar a pacientes susceptibles de desarrollar
arritmias puede permitir instaurar el tratamiento antes de que se produzca la parada
cardiaca. Entre los pacientes en riesgo de parada cardiaca se incluyen aquellos con dolor
torácico, colapso o síncope, palpitaciones o shock (p. ej. debido a sangrado (masivo) o
sepsis).
La monitorización de una única derivación del ECG no permite detectar de manera fiable
la isquemia cardiaca. Realice un ECG de 12 derivaciones seriadas a los pacientes que
presenten un dolor torácico sugestivo de SCA.
El análisis acertado de las alteraciones del ritmo cardiaco requiere experiencia, pero
aplicando unos principios básicos la mayoría de los ritmos pueden ser lo suficientemente
identificados como para permitir escoger el tratamiento adecuado para ellos.
La falta de habilidad para reconocer de manera fiable una fibrilación ventricular (FV) u
otros ritmos susceptibles de responder a una descarga eléctrica es uno de los mayores
inconvenientes a la hora de utilizar un desfibrilador manual. Los desfibriladores externos
automatizados (DEA) solucionan este problema al hacer un análisis automático del
ritmo. Cuando el DEA detecta un ritmo desfibrilable carga una cantidad de energía
predeterminada e indica al usuario que se requiere una descarga. La introducción del DEA
93
Capítulo 6
Ritmos de parada cardiaca: monitorización y reconocimiento
ha permitido que ahora una mayor cantidad de personas pueda administrar, de forma
segura, una desfibrilación. Las personas sin entrenamiento o con poca seguridad en el
reconocimiento de ritmos cardiacos deben utilizar un DEA.
Puede ser difícil diagnosticar con precisión un ritmo periparada anómalo. Sin embargo,
siguiendo unos pasos sencillos se puede clasificar cualquier arritmia con la precisión
suficiente como para poder estar seguros al identificar ese ritmo como anormal, con ello,
seremos capaces de evaluar el efecto del ritmo sobre la situación clínica del paciente y,
por tanto, de escoger un tratamiento adecuado y eficaz. Por ejemplo, generalmente no
es tan importante hacer el diagnóstico preciso de una bradicardia como reconocer que
Los cables del ECG presentan normalmente un código de colores. Un patrón habitual
de colocación de los mismos (figura 6.1) es aquel en el que electrodo rojo va sobre el
hombro derecho, el electrodo amarillo al hombro izquierdo y el electrodo verde se coloca
bajo los músculos pectorales o en la pared abdominal superior. Coloque los electrodos
sobre superficies óseas, mejor que sobre masa muscular, para reducir las interferencias
eléctricas. Deje libre la región precordial para realizar compresiones torácicas y desfibrilar
si es preciso. Si es posible rasure las zonas en las que colocará los electrodos, y limpie la
piel con alcohol para disolver los aceites dérmicos. La mayoría de los electrodos adhesivos
incorporan un gel conductor para asegurar un buen contacto eléctrico.
94
Figure 6.1
Posición de los electrodos del ECG
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Figura 6.2
Parches de desfibrilación
95
Capítulo 6
Ritmos de parada cardiaca: monitorización y reconocimiento
División posterior
Nodo sinusal
Nodo aurículo-
ventricular
Haz de His
División anterior
96
La despolarización de los ventrículos se refleja en el complejo QRS del ECG. La secuencia
normal de la despolarización que acabamos de describir se conoce como ritmo sinusal.
El trazado normal del ECG se completa con la onda T que sigue al complejo QRS, que
representa la repolarización ventricular.
Las células especializadas del tejido de conducción (el nodo AV y el sistema de His-
Purkinje) permiten una despolarización ventricular coordinada, que es más rápida que
la despolarización descoordinada: por ello, una despolarización normal se refleja con un
complejo QRS estrecho, que es aquel que dura menos de 0,12 segundos. Si una de las ramas
de conducción está dañada el retraso de la conducción determina un complejo QRS ancho,
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
97
Capítulo 6
Ritmos de parada cardiaca: monitorización y reconocimiento
Figura 6.5
Fibrilación ventricular (VF)
Figura 6.6
Taquicardia ventricular (TV)
4.3. Asistolia
En la asistolia no hay actividad auricular ni ventricular, y el ECG es una línea más o menos
recta (figura 6.7). Las pequeñas oscilaciones de esta, que pueden confundirse con una
FV fina, pueden ser causadas por cambios en la línea de base, interferencias eléctricas,
movimientos respiratorios o la resucitación cardiopulmonar. Una línea completamente
plana suele significar normalmente que alguno de los electrodos de monitorización se ha
desconectado.
Siempre que sospeche asistolia compruebe que la captura del monitor está configurada
correctamente (1mV/cm) y que los electrodos y cables están correctamente conectados.
Si el monitor lo permite, cambie la derivación que aparece en pantalla para confirmar la
asistolia.
La actividad auricular, esto es, las ondas P, puede continuar durante un breve periodo de
tiempo tras la instauración de la asistolia ventricular. En este caso habrá ondas P en el ECG,
98
pero no evidencias de despolarización ventricular (figura 6.8). Los pacientes que estén en
esta situación podrían responder a la estimulación mediante marcapasos externo.
Figura 6.7
Asistolia
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Figura 6.8
Asistolia con ondas P
4.4.1. Bradicardia
El tratamiento de la bradicardia (frecuencia cardiaca menor de 60 lpm) dependerá de
su repercusión hemodinámica. La bradicardia puede ser signo de una parada cardiaca
inminente.
99
Capítulo 6
Ritmos de parada cardiaca: monitorización y reconocimiento
Figura 6.9
Ritmo agónico
5. Tiras de ritmo
Tira de ritmo 1
Ritmo sinusal normal
Tira de ritmo 2
Fibrilación ventricular gruesa
Tira de ritmo 3
Fibrilación ventricular fina
Tira de ritmo 4
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Taquicardia ventricular
Tira de ritmo 5
Asistolia
Tira de ritmo 6
Asistolia con ondas P
101
Capítulo 6
Ritmos de parada cardiaca: monitorización y reconocimiento
Tira de ritmo 7
Bradicardia sinusal
Tira de ritmo 8
LECTURAS ADICIONALES
• Soar J, Nolan JP, Bottiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015 Section 3 Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
• Perkins GD, Roberts C, Gao F. Delays in defibrillation: influence of different monitoring techniques.
British journal of anaesthesia 2002;89:405-8.
102
Capítulo 7.
Desfibrilación
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• e
l mecanismo de la desfibrilación.
• los factores que influyen en el éxito de la desfibrilación.
• c ómo administrar una descarga de forma segura utilizando un desfibrilador
externo automatizado (DEA).
• c ómo administrar una descarga de forma segura utilizando un
desfibrilador manual.
• la importancia de minimizar las interrupciones de las compresiones torácicas
durante la secuencia de desfibrilación
1. Introducción
Tras la instauración de una fibrilación ventricular o una taquicardia ventricular sin pulso
(FV/TVSP), el gasto cardiaco cesa de inmediato, y el daño cerebral hipóxico empieza a
aparecer en 3 min. Para conseguir una recuperación neurológica completa es esencial
una desfibrilación precoz con éxito que logre la recuperación de la circulación
espontánea (RCE). Cuanto más breve sea el intervalo entre la instauración de la FV/
TVSP y la administración de la descarga mayor será la probabilidad de éxito de la
desfibrilación y la supervivencia.
103
Capítulo 7
Desfibrilación
Nuestro objetivo ha de ser asegurar que las compresiones torácicas se realizan de forma
continua durante todo el intento de resucitación, deteniéndolas únicamente, y durante el
menor tiempo posible, para acometer intervenciones específicas.
2. Mecanismo de la desfibrilación
Se define la desfibrilación como la resolución de una fibrilación, o de un modo más preciso,
como la ausencia de FV/TVSP cinco segundos después de la administración de una descarga.
Para lograr este objetivo se hace pasar una corriente eléctrica a través del miocardio para
sincronizar la despolarización de una masa crítica de músculo cardiaco, lo que permite a
los marcapasos fisiológicos del corazón tomar de nuevo el control de la sincronización del
latido cardiaco. Para conseguirlo, todos los desfibriladores tienen: una fuente de energía
capaz de proveer corriente continua, un condensador que puede cargarse con un nivel
predeterminado de energía, y dos electrodos que se colocan sobre el pecho del paciente a
través de los cuales se administra la energía acumulada en el condensador.
104
La energía acumulada en el condensador puede programarse, y para una impedancia
torácica determinada el flujo de la corriente es proporcional a la energía. Los desfibriladores
modernos, bifásicos, incorporan un sistema de compensación de la impedancia. Se llama
impedancia transtorácica a la resistencia del tórax al paso de la corriente eléctrica. Para
determinar su valor se aplica al tórax del paciente una señal con determinada frecuencia
e intensidad de corriente, que hace aparecer una tensión resultante entre los electrodos.
La puesta en relación de esa tensión con el valor de la intensidad de la corriente aplicada
permite conocer el valor de la impedancia y ajustar el nivel de energía de la descarga del
desfibrilador al mismo
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Los parches autoadhesivos de desfibrilación tienen numerosas ventajas sobre las palas
manuales y deberían ser utilizados preferiblemente siempre que estén disponibles.
Debe revisarse con frecuencia el estado de los paquetes de electrodos para comprobar que
están intactos y no han sobrepasado su fecha de caducidad, ya que el uso de electrodos con
el gel en mal estado dificulta que la desfibrilación tenga éxito.
105
Capítulo 7
Desfibrilación
Figura 7.1
Posición de los parches para la desfibrilación
106
3.4. Secuencia de descargas
La tasa de éxito de la primera descarga en los desfibriladores modernos supera el 90 %; el
fracaso de la misma sugiere la necesidad de un periodo de RCP. Por ello, inmediatamente
después de administrar una única descarga, y sin reevaluar el ritmo o palpar pulso, reinicie
la RCP (30 compresiones: 2 ventilaciones) durante 2 minutos antes de administrar otra
descarga (si está indicada). Incluso si el intento de desfibrilación tiene éxito en restaurar
un ritmo de perfusión, es muy raro que el pulso sea palpable inmediatamente tras la
desfibrilación, y el retraso en la palpación del pulso puede condicionar un mayor daño
miocárdico si no se ha restaurado un ritmo de perfusión. Si lo hay las compresiones
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Esta estrategia de tres descargas puede también ser considerada ante una parada
presenciada en FV/TVSP si el paciente ya está conectado a un desfibrilador manual, es
decir, cuando ya tiene los parches colocados. Por ejemplo, durante la transferencia de un
paciente inestable de alto riesgo.
107
Capítulo 7
Desfibrilación
Con los desfibriladores manuales es posible realizar RCP durante la carga, reduciendo
4. Seguridad
No administre una descarga si alguien está tocando al paciente. No sujete los equipos
de infusión endovenosa ni toque la camilla del paciente durante la administración de la
descarga. El operador del desfibrilador debe asegurarse de que nadie toca al paciente
antes de administrar la descarga. Seque el agua, o cualquier fluido, del pecho del paciente
antes de intentar la desfibrilación. Use guantes, ya que pueden proporcionar algún grado
de protección frente a una descarga accidental.
108
• Si el paciente está conectado a un respirador, por ejemplo en un quirófano o
en la UCI, deje la tubuladura del respirador (circuito respiratorio) conectada al
tubo traqueal a no ser que las compresiones torácicas impidan que el respirador
administre unos volúmenes corrientes adecuados. En este caso, el respirador se
sustituye normalmente por una bolsa autoinflable, que puede dejarse conectada
o bien desconectada y alejada a una distancia de al menos 1 metro. Si desconecta
la tubuladura del respirador asegúrese de que la mantiene al menos a 1 metro del
paciente, o mejor aún, apague el respirador; los respiradores modernos generan
flujos enormes de oxígeno cuando están desconectados del paciente.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
Figura 7.2
Desfibrilador externo automatizado (DEA)
109
Capítulo 7
Desfibrilación
La formación en el uso de DEA puede conseguirse mucho más fácil y rápidamente que
la formación en el manejo de desfibriladores manuales. Estos dispositivos han permitido
poner a disposición de un amplio grupo de profesionales (médicos, enfermeras,
paramédicos, y personal no sanitario, como policías o bomberos, que a menudo
actúan como primeros intervinientes) la posibilidad de realizar una desfibrilación.
Los profesionales sanitarios con responsabilidad de realizar RCP deben ser formados,
equipados y estar acreditados para realizar la desfibrilación. El intento de desfibrilación
por los primeros intervinientes es vital, ya que el retraso en la administración de la primera
descarga es el principal determinante de la supervivencia en la parada cardiaca.
Los elementos recomendados con los que debe contar un programa de desfibrilación de
acceso público incluyen:
• un sistema de respuesta planeado y ensayado;
• un programa de entrenamiento de los reanimadores en RCP y en el uso del DEA;
• un sistema de enlace con el servicio de emergencias médicas local;
• un programa de auditoría continua (mejora de la calidad).
Los programas de acceso público a la desfibrilación tienen más posibilidades de aumentar
la supervivencia de la parada cardiaca si se implantan en lugares donde es razonable pensar
que puede ocurrir una parada cardiaca presenciada: aeropuertos, casinos, instalaciones
deportivas… Aproximadamente el 80 % de las paradas cardiacas extrahospitalarias ocurren
en domicilios y entornos privados, y este hecho limita inevitablemente el impacto global
que los programas de acceso público a la desfibrilación pueden tener en las tasas de
supervivencia.
La colocación de un DEA en zonas donde es factible que ocurra al menos una parada
cardiaca cada 5 años se considera una actuación coste-efectiva y es comparable a otras
intervenciones médicas.
110
5.4. Secuencia para el uso de un DEA
1. Asegúrese de el entorno sea seguro para usted, la víctima y los testigos.
111
Capítulo 7
Desfibrilación
Figura 7.3a
Colocación de los parches de desfibrilación mientras se realizan compresiones torácicas
Figura 7.3c
Administración de la descarga cuando lo indica el DEA
112
• El maletín en el que se guarda el DEA debe contener unas tijeras fuertes para cortar
la ropa y una cuchilla desechable para rasurar el exceso de vello en el pecho si es
necesario.
• Si los proveedores de SVA están utilizando un DEA, deben acometer las otras
intervenciones del SVA (manejo avanzado de la vía aérea, ventilación. acceso
intravenoso, administración de fármacos, etc) según los protocolos locales.
Figura 7.3d
Reinicie las compresiones torácicas
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
113
Capítulo 7
Desfibrilación
6. Desfibrilación manual
Los desfibriladores manuales tienen algunas ventajas sobre los DEA. Permiten al operador
diagnosticar el ritmo y administrar una descarga rápidamente sin tener que esperar por el
análisis del ritmo. Esto minimiza la interrupción en las compresiones torácicas.
1. Confirme la parada cardiaca sin emplear más de 10 seg en hacerlo. Busque signos
de vida o, si está entrenado para hacerlo, evalúe la respiración y el pulso de forma
simultánea.
2. Active al equipo de resucitación.
3. Realice compresiones torácicas ininterrumpidas mientras coloca los parches
autoadhesivos de desfibrilación/monitorización (figura 7.5): uno bajo la clavícula
derecha y el otro en la línea media axilar izquierda, en la posición de la derivación V6
del ECG de 12 derivaciones.
4. Planifique sus acciones futuras antes de detener la RCP para el análisis del ritmo.
Asegúrese de que todo el equipo conoce el plan antes de detener las compresiones
torácicas.
5. Detenga las compresiones torácicas. Confirme la FV en el ECG.
6. Reinicie las compresiones torácicas inmediatamente. De forma simultánea, la persona
designada para ello selecciona la energía adecuada en el desfibrilador y pulsa el
botón de “Carga” (figura 7.6).
7. Mientras se carga el desfibrilador, avise a todos los reanimadores, excepto al que
está realizando las compresiones torácicas, para que no toquen al paciente, y retire
cualquier fuente de oxígeno si es preciso.
8. Una vez que el desfibrilador está cargado, avise al reanimador que está haciendo las
compresiones torácicas para que se aparte del paciente; cuando lo haga, administre
la descarga.
9. Sin comprobar el ritmo o buscar el pulso, reinicie inmediatamente la RCP usando una
relación 30:2, comenzando con las compresiones torácicas.
10. Continúe la RCP durante 2 minutos. En ese tiempo el líder del equipo prepara al
equipo para la siguiente pausa de la RCP. Asegúrese de tener un plan y de que todo el
equipo lo conoce antes de interrumpir las compresiones torácicas.
114
11. Detenga brevemente la RCP para comprobar el ritmo en el monitor.
12. Si ve una FV/TVSP, repita los pasos 6-11 y administre una segunda descarga.
13. Si la FV/TVSP persiste, repita los pasos 6-8 y administre una tercera descarga. Reinicie
las compresiones torácicas inmediatamente y administre adrenalina 1mg IV/IO y
amiodarona 300 mg IV/IO durante el siguiente ciclo de 2 minutos de RCP.
14. Repita esta secuencia de 2 minutos de RCP -comprobación de ritmo/pulso-
desfibrilación si la FV/TVSP persiste.
15. Administre una nueva dosis de adrenalina 1 mg IV/IO cada dos descargas (es decir,
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115
Capítulo 7
Desfibrilación
Figura 7.4
Algoritmo de uso del DEA
¿No responde?
Pida ayuda
El DEA
evalúa
el ritmo
Descarga Descarga no
indicada indicada
1 descarga
116
Figura 7.5
Colocación de los parches de desfibrilación
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Figura 7.6
Carga del desfibrilador manual sin interrumpir las compresiones torácicas
7. Cardioversión sincronizada 7
Si se realiza una cardioversión eléctrica para revertir una taquiarritmia auricular o
ventricular debe sincronizarse la descarga para que se produzca coincidiendo con la onda
R (y no la onda T) del ECG. Evitando este periodo refractario relativo se minimiza el riesgo
de inducir una FV. La mayoría de los desfibriladores manuales incorporan un interruptor
de sincronización que permite que sea la onda R del ECG la que desencadene la descarga.
Los electrodos se aplican sobre el pecho del paciente de la misma forma que para
desfibrilar, y el procedimiento de carga del desfibrilador es el mismo, pero el operador
debe ser consciente de que se producirá un pequeño retardo entre el momento en el que
se presione el botón de “Descarga” y la administración de la misma, que se sincronizará
con la siguiente onda R.
117
Capítulo 7
Desfibrilación
Se han comunicado recientemente casos en los que los reanimadores han recibido
una descarga de un DAI cuando estaban en contacto con el paciente durante la RCP. Es
especialmente importante llevar guantes y evitar el contacto piel con piel con el paciente
mientras se realiza RCP, ya que no hay ninguna señal de alerta previa a la descarga del DAI.
118
PUNTOS CLAVE DEL APRENDIZAJE
• L a desfibrilación precoz es la única medida eficaz para restaurar la circulación
espontánea en un paciente en FV.
• M
inimice las interrupciones en las compresiones torácicas cuando utilice
un desfibrilador.
• U
tilice un DEA si no tiene experiencia en el reconocimiento de ritmos
cardiacos o en la desfibrilación manual.
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LECTURAS ADICIONALES
• Perkins GD, Handley AJ, Koster KW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resusci-
tation 2015 Section 2 Adult basic life support and automated external defibrillation. Resuscitation
2015.
• Soar J, Callaway CW, Aibiki M, et al. Part 4: Advanced life support: 2015 International Consensus
on Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care Science With Treatment
Recommendations. Resuscitation 2015;95:e71-e122.
• Soar J, Nolan JP, Böttiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015. Section 3. Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
119
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
120
Desfibrilación
Capítulo 7
Capítulo 8.
Cuidados postresucitación
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Comprender:
• la necesidad de continuar la resucitación tras la recuperación de la circulación
espontánea (RCE).
• c ómo tratar el síndrome postparada cardiaca.
• c ómo facilitar la transferencia del paciente con seguridad.
• e
l papel y las limitaciones de la evaluación pronóstica tras la parada cardiaca
1. Introducción
Las técnicas de Soporte Vital Inmediato (SVI) pueden tener éxito antes de la llegada de la ayuda
experta. La recuperación de la circulación espontánea (RCE) es un primer paso importante,
pero el objetivo final de la resucitación es conseguir y mantener un ritmo cardiaco estable,
con una función hemodinámica normal, y devolver al paciente a un estado de función
cerebral normal. La calidad de los cuidados realizados en esta fase postresucitación (el
eslabón final en la Cadena de Supervivencia) influye significativamente en el pronóstico final
del paciente. Aunque los cuidados postresucitación se inician en el lugar donde se alcanza
la RCE, siempre necesitará ayuda experta para administrar los cuidados postresucitación
a los supervivientes de una parada cardiaca, por lo que, una vez que se ha estabilizado al
paciente, debe transferirlo a la zona de cuidados intensivos más adecuada (es decir, UCI,
Unidad de Coronarias...) para completar el tratamiento.
121
Capítulo 8
Cuidados postresucitación
Los pacientes que han sufrido un breve periodo de parada cardiaca que respondió
inmediatamente al tratamiento adecuado (p. ej. una fibrilación ventricular (FV)
presenciada revertida a un ritmo sinusal tras una desfibrilación precoz) pueden volver a
tener una función cerebral normal de forma casi inmediata. Estos pacientes no requieren
intubación orotraqueal ni ventilación, pero se les debe administrar oxígeno por mascarilla
si su saturación de oxígeno en sangre arterial está por debajo del 94 %.
Debe evitarse la hipoxemia, que también es perjudicial, por lo que debemos asegurar
que tenemos una medición fiable de la saturación de oxígeno en sangre arterial antes de
reducir la concentración del oxígeno inspirado.
122
derecho, dejando sin ventilar el pulmón izquierdo. Si las costillas se han fracturado a
causa de las compresiones torácicas, puede aparecer un neumotórax (murmullo vesicular
disminuido o ausente) o un volet costal. Ausculte buscando signos de edema pulmonar o
de broncoaspiración. Coloque una sonda nasogástrica para descomprimir el estómago si
ha realizado ventilaciones boca a boca o con bolsa-mascarilla, ya que previene el ascenso
diafragmático y permite el vaciado del contenido gástrico.
extubación inmediata o precoz no es posible, sede al paciente para asegurar que tolera el
tubo traqueal y proporciónele soporte ventilatorio.
Figura 8.1
La aproximación ABCDE en los cuidados postresucitación
3.2. Circulación
Objetivo: mantener un ritmo sinusal normal y un gasto cardiaco adecuado para
mantener la perfusión de los órganos vitales.
El ritmo cardiaco y la función hemodinámica suelen ser inestables tras una parada
cardiaca. La monitorización continua del ECG tras la RCE es esencial. Registre el pulso y
8
la tensión arterial y evalúe la perfusión periférica: unos dedos calientes, sonrosados y con
un relleno capilar rápido suelen asociarse con una perfusión adecuada. Una distensión
importante de las venas del cuello (ingurgitación yugular) cuando el paciente está en
decúbito con la cabecera de la cama elevada suele indicar un fallo del ventrículo derecho
o, en muy contadas ocasiones, un taponamiento cardiaco. El fallo del ventrículo izquierdo
puede detectarse por la presencia de crepitantes inspiratorios finos en la auscultación
pulmonar y/o por la producción de esputo rosado espumoso. Puede ser necesario infundir
123
Capítulo 8
Cuidados postresucitación
fluidos para aumentar las presiones de llenado del corazón derecho o, por el contrario,
administrar diuréticos y vasodilatadores para tratar el fallo de ventrículo izquierdo.
Realice un ECG de 12 derivaciones tan pronto como sea posible. La aparición de una
elevación aguda del segmento ST o un bloqueo de rama izquierda nuevo en un paciente
con una historia típica de infarto agudo de miocardio lo convierte en candidato a un
tratamiento que intente reabrir una arteria coronaria ocluida (terapia de reperfusión), bien
con terapia fibrinolítica o con una intervención coronaria percutánea (ICP) de urgencia. La
ICP primaria es el tratamiento de elección para los infartos de miocardio con elevación del
ST (IAMCEST) si puede ser acometida por un equipo experto dentro del lapso de tiempo
Aunque la parada cardiaca está causada con frecuencia por una enfermedad cardiaca
primaria, debemos excluir otras causas desencadenantes, especialmente en pacientes
hospitalizados (p. ej.: pérdidas masivas de sangre, fallo respiratorio, embolismo
pulmonar...). Evalúe el funcionamiento de los diversos sistemas y aparatos del organismo
rápidamente para asegurarse de que los cuidados postresucitación son adecuados para
las necesidades del paciente. Puede ser necesario desnudar al paciente para hacer una
exploración completa.
Aunque puede que no sea de importancia inmediata para el manejo del paciente, evalúe
rápidamente la función neurológica y registre la puntuación en la Escala del Coma de
Glasgow (tabla 8.1). La máxima puntuación posible es 15, y la mínima posible es 3.
124
Tabla 8.1
La puntuación en la Escala del Coma de Glasgow
Puntuación en la Escala
del Coma de Glasgow
Apertura Espontánea 4
ocular A la voz 3
Al dolor 2
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Nula 1
Respuesta Orientado 5
verbal Confuso 4
Palabras inadecuadas 3
Sonidos incomprensibles 2
Nula 1
4. Otras valoraciones
Recopile la historia clínica completa del paciente tan pronto como sea posible. Aquellos
implicados en su cuidado inmediatamente antes de la parada cardiaca pueden ser de 8
ayuda (p. ej.: personal médico de emergencias, personal de la planta, familiares...).
Interrogue específicamente sobre los síntomas de enfermedad cardiaca. Si la enfermedad
cardiaca primaria parece poco probable considere otras causas de parada cardiaca:
sobredosis de drogas o fármacos, hemorragia subaracnoidea…
125
Capítulo 8
Cuidados postresucitación
La reserva fisiológica basal del paciente, previa a la parada cardiaca, es uno de los factores
más importantes a considerar por el equipo de la UCI a la hora de determinar si es
adecuado un soporte multiorgánico prolongado.
4.2. Monitorización
Tabla 8.2
Pruebas complementarias tras la recuperación de la circulación
Hemograma completo
Para excluir la anemia como factor contribuyente a la isquemia miocárdica y para establecer
unos valores basales para el paciente
Bioquímica sanguínea
126
ECG de 12 derivaciones
Radiografía de tórax
Para confirmar la posición del tubo traqueal, la sonda nasogástrica y/o el catéter venoso
central.
Para detectar secuelas no intencionadas de la RCP (p. ej. fracturas costales o esternales).
Para valorar el contorno cardiaco. Para evaluar el tamaño del corazón es preciso realizar
una radiografía estándar posteroanterior en bipedestación, cosa que no siempre es posible
una situación de postresucitación.
Gasometría arterial
Ecocardiografía
Para valorar el tamaño y la función de las estructuras cardiacas (cavidades, válvulas), así como
la presencia de derrame pericárdico.
TAC craneal
127
Capítulo 8
Cuidados postresucitación
El equipo de transferencia debe estar formado por personal capaz de monitorizar al paciente
y de responder adecuadamente a cualquier cambio en su situación, incluida una nueva
parada cardiaca.
La extensión del daño orgánico secundario tras la RCE depende de la capacidad para
minimizar las consecuencias perjudiciales del síndrome postparada cardiaca. Podemos
tomar una serie de medidas para limitar el daño en los diversos órganos tras la parada
cardiaca.
En ausencia de datos definitivos que apoyen un objetivo específico para la presión arterial,
busque la presión arterial media necesaria para alcanzar una diuresis adecuada (1 ml/
kg/h), y unos valores de lactato normales o decrecientes, teniendo en cuenta para ello la
presión sanguínea normal del paciente, la causa de la parada cardiaca y la gravedad de su
disfunción miocárdica.
128
6.1.1. Indicaciones para la implantación de un desfibrilador automático
implantable
Valore la necesidad de implantar un desfibrilador automático implantable (DAI) en todo
paciente que haya sido resucitado con éxito de una parada cardiaca causada por un
ritmo desfibrilable y sin un IAMCEST confirmado. Remita antes del alta hospitalaria a una
consulta de arritmias.
La hipotermia también puede ser beneficiosa para los pacientes en coma tras una parada
cardiaca intrahospitalaria por un ritmo no desfibrilable.
Entre los métodos para inducir y/o mantener la hipotermia podemos citar:
• Bolsas de hielo y/o toallas empapadas en suero frío.
• Mantas o parches de enfriamiento.
• Mantas con agua o aire circulante.
• Parches de gel con líquido frío circulante.
• Intercambiador de calor intravascular, colocado habitualmente en la vena femoral
o la subclavia.
• Enfriamiento por evaporación transnasal.
• Circulación extracorpórea (p. ej.: bypass cardiopulmonar, ECMO...)
El enfriamiento inicial se ve ayudado por el bloqueo neuromuscular y la sedación que
previenen la tiritona.
130
7. Valoración del pronóstico
Dos terceras partes de los pacientes que sobreviven a una parada cardiaca extrahospitalaria
y mueren tras su ingreso en la UCI lo hacen como consecuencia del daño neurológico que
presentan, y lo mismo sucede con la cuarta parte de los pacientes que acaban ingresados
en la UCI tras recuperarse de una parada cardiaca intrahospitalaria. Es preciso encontrar
un método de predicción del pronóstico neurológico que pueda aplicarse de manera
individual a los pacientes inmediatamente tras la RCE. Cualquier prueba pronóstica debe
tener una especificidad del 100 %, es decir, una tasa cero de falsos positivos: ningún
individuo debería tener un buen pronóstico a largo plazo si se predice que el resultado
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
será malo.
No hay signos clínicos neurológicos que predigan, de manera fiable, un mal pronóstico
neurológico (discapacidad cerebral grave o muerte) en las primeras 24 horas tras una
parada cardiaca. En pacientes adultos en coma tras una parada cardiaca que no han sido
tratados con hipotermia y que no tienen factores que pueden inducir confusión, tales
como hipotensión o estar bajo el efecto de sedantes o relajantes musculares, la ausencia de
reflejo pupilar a la luz y de reflejo corneal después de 72 horas predicen un mal pronóstico
de manera fiable. En los pacientes tratados con hipotermia terapéutica tras la RCE de una
parada cardiaca uno de los factores predictores de mal pronóstico potencialmente fiable
es la ausencia de reflejos corneales y pupilares bilaterales tres o más días después de la
parada cardiaca.
Las pruebas electrofisiológicas también pueden ser útiles. Dadas las escasas evidencias
disponibles, las decisiones sobre la limitación de cuidados no deberían basarse en los
resultados de un único método de evaluación.
8. Donación de órganos
Los pacientes que sufren una parada cardiaca y no sobreviven pueden incrementar el
número de donantes de órganos, tanto tras la muerte cerebral como a corazón parado
(donación en asistolia).
131
Capítulo 8
Cuidados postresucitación
LECTURAS ADICIONALES
• Soar J, Nolan JP, Bottiger BW, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation
2015 Section 3 Adult Advanced Life Support. Resuscitation 2015:95:99-146.
• Nolan JP, Soar J, Cariou A, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015.
Section 5. Post resuscitation care. Resuscitation 2015.
132
APÉNDICE 1.
Pulsioximetría y oxigenoterapia
1. Introducción
La pulsioximetría se utiliza para evaluar la saturación arterial de oxígeno del paciente. Si
usted no dispone de ella podría no darse cuenta de que la saturación de oxígeno de la
hemoglobina arterial está disminuyendo hasta que esta alcance unos niveles del 80-85 %.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
El pulsioxímetro tiene dos partes: una sonda con diodos emisores de luz (LED) y un
fotorreceptor, enfrentado a ella, que recibe esa luz emitida tras haber atravesado esta
algún tejido del paciente, generalmente un dedo o el lóbulo de la oreja. Parte de la luz se
transmite a través de los tejidos, mientras que otra parte es absorbida. La relación entre la
luz transmitida y la absorbida se usa para determinar la saturación arterial de oxígeno en
sangre periférica (SpO2) que se muestra bien en forma de número, bien en forma de onda
o en ambas. La mayoría de los pulsioxímetros emiten una señal audible cuya intensidad
está relacionada con la saturación de oxígeno, de forma que el tono es más apagado
cuanto más baja es la saturación y, generalmente, también se recoge en la pantalla del
dispositivo la frecuencia cardiaca. Una señal débil indica una presión sanguínea baja o una
mala perfusión tisular; revalúe al paciente cuando esta aparezca.
Las lecturas del pulsioxímetro no deben ser utilizadas de manera aislada: es fundamental
interpretarlas en el contexto clínico y de forma conjunta con las otras constantes vitales,
así como descartar posibles fuentes de error en la medición.
1.1. Limitaciones
La relación entre la saturación de oxígeno y la presión parcial de oxígeno arterial (PaO2)
puede verse analizando la curva de disociación de la hemoglobina (figura A.1). La
forma sinusoidal de la curva evidencia que un descenso inicial de la PaO2 normal no se
acompaña de una caída de magnitud similar en la saturación de oxígeno de la sangre, por
lo que la hipoxemia podría inicialmente pasar inadvertida. En el momento en que la SpO2
APPENDIX
alcanza el 90-92 % la PaO2 habrá descendido hasta unos 60 mmHg. En otras palabras, la
presión parcial de oxígeno en sangre arterial habrá descendido casi un 50 % pese a que la
reducción de la saturación de oxígeno es de solo un 6-8 %.
133
Apéndice 1
Pulsioximetría y oxigenoterapia
Figura A.1
Curva de disociación de la hemoglobina
134
• Artefactos por movimiento.
• Un descenso del volumen del pulso debido a:
-- hipotensión
-- bajo gasto cardiaco
-- vasoconstricción
-- hipotermia
La lectura del pulsioxímetro no se ve afectada por:
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
1.2. Usos
La pulsioximetría tiene cuatro usos principales:
1. Detección de la hipoxemia.
2. Ajuste de la oxigenoterapia.
3. Monitorización de rutina durante procedimientos anestésicos.
4. Diagnóstico (p. ej. apnea del sueño).
2. Ajuste de la oxigenoterapia
Los pacientes muy graves, los que tienen hipoxemia aguda (SpO2 inicial <85 %) y aquellos
en situación de periparada deben recibir oxígeno a altas concentraciones inmediatamente.
Adminístrelo inicialmente con una mascarilla con reservorio con un flujo de oxígeno
de 15 l/min. Durante la parada cardiaca administre oxígeno al 100 % para maximizar el
contenido arterial de oxígeno y su distribución a los tejidos.
Una vez que se logre la RCE y se pueda monitorizar de manera fiable la saturación de
oxígeno de la sangre arterial, ajuste la concentración de oxígeno inspirado para mantener
la SpO2 entre el 94-98 %. Si no dispone de pulsioximetría, o la lectura de esta no es fiable,
continúe administrando oxígeno con mascarilla con reservorio hasta que sea posible una
monitorización o evaluación definitiva de la oxigenación. Debe realizarse una gasometría
arterial a todos los pacientes muy graves tan pronto como sea posible. La evidencia
APPENDIX
científica sugiere que la presencia tanto de hipoxemia como de hiperoxemia (PaO2 >150
mmHg) en la fase de postresucitación puede conducir a un peor pronóstico con respecto
al de aquellos que presentan normoxemia en esa fase.
135
Apéndice 1
Pulsioximetría y oxigenoterapia
LECTURAS RECOMENDADAS
• O’Driscoll BR, Howard LS, Davison AG. BTS guideline for emergency oxygen use in adult patients.
Thorax 2008;63 Suppl 6:vi1-68.
• Jubran A, Intensive Care Medicine 2004, 30:2017-20
136
APÉNDICE 2.
Fármacos utilizados en el
tratamiento de la parada cardíaca
Asistolia)
Adrenalina • Dosis: 1 mg (10 ml de la solución • D
osis: 1 mg (10 ml de la solución
1:10 000, o 1 ml de la solución 1:10 000, o 1 ml de la solución
1:1000) IV/IO 1:1000) IV/IO.
137
Apéndice 2
Fármacos utilizados en el tratamiento de la parada cardíaca
Sulfato de • D
osis: 2 g administrados por vía • D
osis: 2 g administrados por vía
magnesio periférica (IV/IO). periférica (IV/IO).
• P
uede repetirse la dosis a los 10-15 • P
uede repetirse la dosis a los 10-15
min. min.
Cloruro • N
o indicado en ritmos • D
osis: 10 ml de cloruro cálcico al
cálcico desfibrilables 10 % (6.8 mmol Ca2+) IV/IO
138
Fármaco Ritmo desfibrilable (FV/TVSP) Ritmo no desfibrilable (AESP/
Asistolia)
Bicarbonato • Dosis: 50 mmol (50 ml de una solución al 8,4 %) IV/IO
sódico • No se recomienda su uso rutinario.
• C
onsidere su utilización en ritmos desfibrilables y no desfibrilables en
- paradas cardiacas asociadas con hiperpotasemia
- intoxicación por antidepresivos tricíclicos.
Repita la dosis cuando sea necesario, pero utilice el análisis del equilibrio
ácido-base para guiar el tratamiento.
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
• A
porta una gran carga de sodio, osmóticamente activa a un torrente
circulatorio y a un cerebro, previamente comprometidos.
• D
esplaza a la izquierda la curva de disociación del oxígeno, por lo que
inhibe la liberación de oxígeno en los tejidos.
No administre soluciones de calcio y bicarbonato sódico de manera
simultánea por la misma vía de acceso vascular.
139
Apéndice 2
Fármacos utilizados en el tratamiento de la parada cardíaca
140
APÉNDICE 3.
141
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
142
Notas personales
Copia personal de Juan Carlos Ruíz Rodríguez (ID: 541744)
143
La realización de este manual ha sido posible gracias al apoyo constante de los socios comerciales del ERC:
Detalles de contacto
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