Unidad 3 A) - Comportamiento Del Fuego en Incendios

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS

Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia

MATERIA: INCENDIOS I

UNIDAD 3 - a: COMPORTAMIENTO DEL FUEGO EN


INCEDIOS

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PROCESO DE COMBUSTIÓN - COMPORTAMIENTO DEL FUEGO Y LOS
INCENDIOS

LA COMBUSTIÓN

La combustión es una reacción de oxidación entre un cuerpo combustible y un cuerpo


comburente (generalmente oxígeno), provocada por una fuente de energía,
normalmente en forma de calor. Esta reacción es exotérmica (desprende calor).

Cuando el combustible se combina totalmente con el oxígeno sin dejar más productos
residuales que CO2 y vapor de agua, recibe el nombre de combustión completa.

Si el combustible no se combina totalmente con el oxígeno por ser insuficiente la


cantidad de oxígeno en el ambiente, recibe el nombre de combustión incompleta,
desprendiendo monóxido de carbono (CO).

Hay ocasiones en que la combustión puede producirse sin oxígeno, por ejemplo, los
hidrocarburos pueden quemarse en una atmósfera de cloro. Otros productos como el
nitrato de sodio (NaNO3) o el clorato de potasio (KClO3) son potentes oxidantes.

EL FUEGO
Como se vio en unidades anteriores

Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia

combustible, con desprendimiento de llamas, calor y gases. Desde este

punto de vista, el fuego es la manifestación visual de la combustión.

Se requiere de 4 factores para que el fuego inicie su accion


Combustible (usualmente, un compuesto orgánico, como el carbón vegetal, la
madera, los plásticos, los gases de hidrocarburos, la gasolina, etc.).
Comburente, el oxígeno del aire.
Temperatura, o energía de activación, que se puede obtener con una chispa,
temperatura elevada u otra llama.

Reacción en cadena, es la reacción mediante la cual la combustión se mantiene sin


necesidad de mantener la fuente principal de ignición. Sin esta última solo se tiene el
fenómeno llamado incandescencia.

La concurrencia de estos cuatro factores da lugar a la combustión, lo que se


expresa en la teoría del Tetraedro del fuego.

Cada combustible tiene una temperatura de ignición, (también llamado punto de


Ignición) distinta, a la que es necesario llegar para inflamarlo. En la mayoría de los
casos, una vez comienza la reacción de oxidación, el calor desprendido en el proceso
sirve para mantenerlo.

Cada combustible libera, al quemarse, una cierta cantidad de energía en forma de calor,

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igual a la energía que mantenía unidos los átomos en las moléculas del combustible,
menos la empleada en la formación de los nuevos compuestos (gases resultantes de la
combustión o gases quemados). La cantidad de energía que cada combustible produce
se expresa por su poder calorífico.

¿A que se debe el color de la llama?

Los gases y vapores producidos por la oxidación (principalmente vapor de agua y


dióxido de carbono), a alta temperatura por el calor desprendido por la reacción, emiten
las llamas (gases incandescentes) que a su vez emiten luz visible e invisible (luz
infrarroja), y calor.

La composición de los gases desprendidos, así como su temperatura, determinan el


color de la llama. Así, son rojas, anaranjadas o amarillas en el caso de papel y madera;
o azules en el caso de muchos gases de hidrocarburos, como los usados
domésticamente, pero pueden ser de otros colores cuando arden otros elementos. Así
mismo, el fuego está condicionada por algunos factores que dependerán, por ejemplo,
de los distintos tipos de combustibles que lo originan. Los procesos industriales generan
cada cierto tiempo, por sus tareas, distintos tipos de fuego, o los mismos con distintas
intensidades que sólo se logran sofocar con el continuo avance en las áreas de
investigación anti-incendios.

¿Porque el fuego emite calor?

El fuego que es una oxidación rápida de un combustible que desprende energía en


forma de luz y calor. Para que esto suceda deben de existir cuatro elementos, calor,
temperatura, oxígeno y una reacción en cadena. En cantidades adecuadas la
combinación de las 3 primeras provoca la cuarta y como resultado tenemos el fuego.
Ahora bien el fuego quema debido a que se transmite por conducción, convección o
radiación a otro objeto y este tiene un punto de desprendimiento de vapores que indica
que se producirá la combustión y resultara fuego. De hecho lo que queda como
quemado es un efecto residual de la combustión.

La temperatura que tiene el fuego es debido al aumento de la energía interna del


combustible, y este puede ser por los medios de transmisión antes mencionados, ahora
el calor es simplemente una diferencia de temperatura.

Descripción de cada uno de los cuatro factores

Combustible. Agente Reductor

Un combustible es en sí un material que puede ser oxidado, por lo tanto, en la


terminología química es un agente reductor, puesto que reduce a un agente oxidante
cediéndole electrones a este último.

Como ejemplo podemos mencionar:

- carbón; monóxido de carbono, hidrocarburos:


- elementos no metálicos, como azufre y fósforo;
- sustancias celulósicas, como maderas, textiles, papel:
- metales como aluminio, magnesio, titanio, sodio, etc.
- solventes orgánicos y alcoholes en general.

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Como vemos los combustibles pueden estar en cualquier estado de agregación, sólido,
líquido o caseoso, pero debemos aclarar que lo que arde con llamas en los
combustibles, son los vapores que ellos desprenden en el proceso de la combustión.
Cuando una madera es encendida, son los vapores que ella genera los que realmente
entran en llama, y en este caso particular puede haber una superficie incandescente
(brasa) además de llama.

Las sustancias normalmente en estado sólido mantienen una combustión de masa,


elevándose la temperatura de la misma en toda la superficie a medida que el fuego se
extiende hacia el núcleo. La técnica principal de extinción es la de refrigerar la masa
incandescente.

En los combustibles líquidos, el intenso calor radiante que genera vapores en cantidades
crecientes, los que alimentan el fuego (llamas), la técnica fundamental ha de ser la de
cubrir el espejo líquido evitando la transferencia de calor y la libre generación de vapor
(ejemplo: usando espuma).
Los gases arden en toda su masa produciendo gran parte de ellos serios riesgos de
explosión. Como los líquidos arden produciendo exclusivamente llamas. La técnica
clásica de extinción es saturarlos de material inerte o evitar su contacto con la fuente de
calor.
En todos los casos las técnicas modernas de extinción combinan métodos físicos con
los químicos, siendo los elementos extintores seleccionados en función del tipo de
combustible.

Comburente. Agente Oxidante

El comburente es un agente que puede oxidar a un combustible (agente reductor) y al


hacer esto se reduce a sí mismo

En este proceso el agente oxidante obtiene electrones tomándolos del combustible.


Algunos ejemplos son:

- oxígeno y ozono (generalmente del aire)


- peróxido de hidrógeno
- halógenos
- ácidos, nítrico, sulfúrico, etc.
- óxidos de metales pesados
- nitratos, cloratos, percloratos y peróxidos:
- cromatos, dicromatos, permanganatos, etc.

Desde el punto de vista de incendio, el oxígeno del aire es el comburente principal, pues
en casi exclusivamente todos los siniestros que alimenta el fuego.

A pesar de que el oxígeno juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos
de combustión, se destaca que ciertos metales como el calcio y aluminio, por ejemplo,
pueden quemar en una atmósfera de nitrógeno que ordinariamente es inerte. También
el óxido nitroso alimenta la combustión del fósforo, del carbón y de muchos otros
elementos.

El polvo de magnesio puede arder en una atmósfera de anhídrido carbónico (otro gas
inerte usado en la extinción de incendios), del mismo modo los vapores de ácido nítrico
hacen que un ovillo de lana se envuelva en llamas.

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Hay también un número de sustancias que se descomponen directamente al ser
expuestas a temperaturas suficientemente elevadas en la ausencia de cualquier otro
material. Ejemplo de estos materiales son la hidrazina (N2H4), el nitrometano (CH3-NO2),
el peróxido de hidrógeno (H2O2) y el ozono (O3).
Estos elementos mencionados incluyen algunos de los combustibles más conocidos
para cohetería.

Temperatura de Ignición. Calor

La temperatura de ignición es el tercer factor caracterizador del fuego, esta propiedad


tan importante para nosotros, es la mínima temperatura a que una sustancia (sólida o
líquida) debe ser calentada a fin de iniciar una combustión que se sostenga por sí misma
independiente de fuentes externas de calor. También se ha definido cómo la
temperatura a la que el calor desarrollado por la reacción, iguala o balancea las pérdidas
de calor por radiación y convección.

Un experimento, frecuentemente citado, nos permitirá aclarar mejor el concepto. Una


mezcla de gases combustibles sale a través de un orificio que está rodeado por un anillo
de platino que es calentado por el pasaje de una corriente eléctrica.

Llegará un momento que aparecerá una pequeña llama apenas perceptible, que
desaparecerá con la interrupción de la corriente eléctrica. Su existencia depende de una
fuente de calor exterior que se la da el anillo de platino.

Si ahora calentamos el anillo a una mayor temperatura de modo que aparezca una llama
brillante como resultado de una mayor velocidad de reacción, se produce una condición
que posibilita que la llama subsista sin aporte de calor exterior provisto por el aro. Ello
permite suspender la corriente sin que la llama se extinga. Ésta es la temperatura de
ignición.

Es importante recordar que en muchos casos la temperatura de ignición es muy


inferior a la ambiental y en estos casos al poner en contacto las sustancias
reaccionantes se produce una combustión espontánea. Por ejemplo a –187º C el
azufre se quema espontáneamente en un ambiente de gas flúor. Resumiendo
podemos reconocer tres (3) temperaturas desde el punto de vista de la combustión.

La temperatura necesaria para provocar la Ignición de sólidos y líquidos depende del


caudal de aire, del tamaño y forma del sólido o líquido en cuestión.

Las temperaturas de ignición de las mezclas gaseosas dependen de la composición,


presión ambiente, volumen de la mezcla y forma del recipiente,así como también de la
naturaleza y energía del agente que provoca la ignición.

Temperatura de inflamación (Punto flash): es la menor temperatura a la que hay que


elevar un líquido combustible para que los vapores que se desprendan formen con el
aire que se encuentra sobre el mismo, una mezcla que se inflama al acercársele una
llama (la combustión no continúa al retirar la llama o fuente de ignición).

La mínima temperatura a la que se produce el encendido está determinada por diversos


métodos y puede realizarse en recipientes abiertos o cerrados, según el tipo de
combustible en estudio. Obtenemos así las temperaturas de inflamación en vaso abierto
y vaso cerrado.

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El punto de inflamación en vaso abierto generalmente se determina en el aparato
Cleveland, y la determinación en vaso cerrado se le suele hacer con el aparato Pensky-
Martens o el de Tagliabue.

Si se continúa calentando el líquido combustible sobre su temperatura de in- flamación


encontraremos una temperatura a la cual la velocidad de desprendimiento de vapores
es tal que una vez que se inicia la combustión, la misma continúa sin necesidad de
acercar nuevamente la llama. En este momento estamos en presencia de la
temperatura de ignición.

En consecuencia la temperatura mínima correspondiente a la iniciación de una


combustión continuada y completa de los vapores desprendidos del líquido combustible,
luego de retirar la fuente de ignición (llama), se denomina temperatura de ignición o
combustión.

La diferencia entre ambas, la temperatura de inflamación y de combustión no solamente


depende del aparato en que se la determine, sino también del combustible que se
ensaya. Dicha diferencia en general resulta de unos pocos grados acortándose en los
derivados del petróleo a medida que es más liviana la fracción en estudio.

Temperatura de autocombustión o autoignición: es la mínima temperatura a la cual


debe elevarse una mezcla de vapores inflamables y aire, para que se encienda
espontáneamente sin necesidad de una fuente de ignición externa. Esta temperatura
suele ser muy superior a las anteriores.

Producto Tº inflamación Tº autoignición


Aldehído acético 27º C 185º C
Alcohol etílico 21º C 378º C
Aceite castor 229º C 448º C
Kerosene 37º C 254º C
Nafta (bencina) 7º C 260º C
Éter isopropílico 27º C 463º C
Acetato de metilo 9º C 501º C

Reacción química en Cadena

Este es el cuarto factor que amplía el modelo del triángulo y lo transforma en un


tetraedro. Es evidente que las reacciones químicas pueden ser descriptas gran cantidad
de investigaciones con una ecuación general (forma condensada), pero debe
entenderse que esta descripción no indica el mecanismo real de la reacción.

A pesar de la sólo las reacciones más simples han sido completamente entendidas
debido a la cantidad creciente de complicaciones que se presentan cuando aumenta la
complejidad del producto combustionado.

Según su concentración de combustible

Para que sea posible la ignición, debe existir una concentración de combustible
suficiente en una atmósfera oxidante dada. Pero no todas las mezclas
combustible/comburente son susceptibles de entrar en combustión, sino que solamente

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reaccionarán algunas mezclas determinadas.
Se definen los límites de inflamabilidad como los límites extremos de concentración de
un combustible dentro de un medio oxidante en cuyo seno puede producirse una
combustión, es decir:

Límite superior de inflamabilidad: L.S.I.


Es la máxima concentración de vapores de combustible en mezcla con un
comburente, por encima de la cual no se produce combustión.

Límite inferior de inflamabilidad: L.I.I.


Es la mínima concentración de vapores de combustible, en mezcla con un comburente,
por debajo de la cual no se produce la combustión

Campo de inflamabilidad
A las concentraciones intermedias entre ambos límites se denomina rango o campo de
inflamabilidad, y son mezclas capaces de entrar en combustión.

Para explicar el significado de dichos límites, se puede citar como ejemplo un producto
de combustión presente en todos los fuegos, como es el monóxido de carbono (CO).
Sus límites varían del 12,5 % al 74 % de contenido de una mezcla con aire. Esto significa
que si la atmósfera del local contiene 12,5 % o más de CO pero no menos que el 74 %,
puede arder o explotar. Si el porcentaje es inferior al 12,5 % se considera que la mezcla
se encuentra por debajo del límite inferior de inflamabilidad L.I.I., es decir, es demasiado
pobre en combustible para arder. Cuando el contenido de CO es superior al 74 %, la
mezcla se encuentra por encima del límite superior de inflamabilidad L.S.I., es decir, es
demasiado rica en combustible para arder.

Substancia L.I.I. % vol. En aire L.S.I. % vol en aire

Gases Propano 2,2 9,5


Cloruro de Vinilo Metano 3,6 33
Propileno Acetileno 5,0 15,0
Monóxido de carbono 2,4 11
Butano Etano Hidrógeno 2,5 81
Gas Natural 12,5 74
1,9 8,5
34 12,4
4,5 75
15

líquidos Tolueno Alcohol etílico 1,2 7,1


Acetona Benceno 4,3 19,0
Aguarrás Amoníaco 2,5 12,3
Gasolina Pentano 1,4 7,1
Bisulfuro de carbono 1,1 6,0
Decano 16 25
1,5 7,6
1,5 7,8
1,3 50
0,8 5,4

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Poder calorífico

Es la cantidad de calor emitida por un combustible por unidad de masa. Generalmente


se mide en mega calorías por kilogramo de combustible (Mcal/kg).
Ejemplos: La madera posee un poder calorífico de 4 Mcal/kg y el propano de 11 Mcal/kg.

A mayor poder calorífico del combustible mayor será la temperatura de los materiales
provocando la propagación del fuego.

Materiales Poderes caloríficos Mcal./kg.

Alcohol etílico 6,45


Propano 10,98
Tolueno 8,59
Aserrín de pino 5,37
Virutas de madera 4,57
Papel prensa 4,37
Asfalto 9,87

Tipos de Combustión según la velocidad de la combustión

En función de la velocidad de la reacción, se consideran cuatro tipos de combustión:

Combustión Lenta u Oxidación: Se produce sin emisión de luz y desprende poco


calor.

Combustión Rápida o Fuego: Se produce con fuerte emisión de luz y de calor en forma
de llamas y con una velocidad de propagación inferior a 1 metro por segundo.

Combustión Deflagrante o Deflagración: Se produce cuando existe una masa de gas


mezclada con una cantidad de aire que asegura su combustión, por la inflamación de
mezclas aéreas de polvos combustibles, etc. En la deflagración, la masa de gas
arde súbitamente dando un frente de llama de alta temperatura (aproximadamente
1700ºC-1800ºC) que se propaga como una bola de fuego a velocidad superior a 1 metro
por segundo e inferior a la velocidad del sonido (333 m/segundo). Aunque cesa una vez
que se consume el gas existente, puede dar origen a otros fuegos por combustión de
substancias o combustibles próximos.

Provoca la aparición de fenómenos de presión con valores comprendidos entre 1 y 10


veces la presión inicial, generando efectos sonoros o ―flashes‖ Sus efectos sobre las
personas no protegidas son de quemaduras graves causadas por la onda de radiación
del frente de la llama.

Combustión Detonante: Se define habitualmente como detonación o explosión la


combustión que se produce con una velocidad de propagación de la llama superior a la
del sonido (333 m/seg.). En este caso, la combustión de la masa de gas se realiza en
décimas de segundo, estando acompañada de la onda de choque de la explosión la
cual, por su elevada presión (con valores que pueden superar en 100 veces la presión
inicial), ocasiona daños sobre las estructuras próximas a ella, con pérdidas de bienes y
vidas.

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FORMAS DE TRANSMISIÓN DEL CALOR

El calor se transmite en tres formas distintas, que son las siguientes: conducción,
convección y radiación.

POR CONDUCCIÓN

La conducción es el movimiento del calor a través de un material desde el punto en el


que el calor es producido o aplicado, hasta otras porciones alejadas del mismo. Un
ejemplo de transmisión del calor por conducción lo ofrece un alambre que es calentado
en uno de sus extremos; a los pocos instantes el calor habrá llegado al extremo opuesto,
y si la fuente de energía es intensa, como una llama, resultará imposible sostenerlo con
la mano. De la misma manera, una cuchara de metal introducida en un líquido caliente
transmite el calor a su mango, aunque éste no se halle en contacto directo con el líquido.

La cantidad de calor transmitida por conducción depende de la conductividad del


material a través del cual pasa el calor, al igual que de la superficie y espesor del mismo.
Cada material tiene una conductividad propia, o sea que conducirá el calor con mayor o
menor facilidad que otro. En este sentido es interesante destacar que la transmisión del
calor no puede ser detenida completamente por ningún material «aislante», a diferencia
de lo que por ejemplo ocurre con el agua, que puede ser contenida por una barrera
sólida. En realidad los materiales llamados aislantes tienen baja conductividad, o sea
que el calor se desplaza a través de ellos lentamente.

Por el contrario los metales son los mejores conductores del calor.

• Buenos conductores: Plata, aluminio, cobre, zinc, bronce, plomo, estaño, hierro.

• Medianos conductores: Granito, hielo, vidrio, ladrillo, cal, revoque, agua. Malos

conductores: Amianto, madera, papel, aserrín, lana, seda, lino, aire.

POR CONVECCIÓN

La convección es el movimiento físico ascendente del calor que se produce en los fluidos
(líquidos y gases) por la elevación de sus moléculas, que pierden densidad al calentarse.
Tal es la manera en que se verifica el calentamiento del agua en un recipiente
cualquiera; el calor es recibido por el agua que se encuentra más próxima al agente
térmico, y son las mismas moléculas del líquido las que, al calentarse y perder densidad,
se elevan y forman una corriente ascendente que va distribuyendo el calor a todo el
volumen afectado. En lo que se refiere a los gases, como el aire, la convección puede
ser demostrada fácilmente mediante el empleo de una vela encendida.

En efecto, el calor ascendente será apreciado hasta una considerable distancia de la


vela, por la simple aplicación de la mano sobre la misma, mientras que hacia los
costados la sensación calórica desaparece a una distancia muchísimo menor.

Dicho en términos más sencillos, el calor producido por una combustión se propagará
principalmente hacia arriba, lo cual resulta familiar para un bombero experimentado, que
habrá observado cómo los gases desprendidos del fuego en la parte baja de un edificio
se elevan y ocupan los niveles superiores, hasta hacer arder a los elementos

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combustibles que se hallen en estos últimos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que
esa tendencia natural a elevarse, que experimentan los fluidos al calentarse, suele ser
modificada en la práctica por las condiciones ambientales; así por ejemplo, una corriente
de gases calientes que encuentra en su recorrido un obstáculo, como un techo o plano
cualquiera, se desplazará horizontalmente hasta ubicar un hueco por donde seguir
ascendiendo, o en su defecto, seguirá acumulándose en la parte superior del local
afectado, e incluso irá descendiendo gradualmente hasta hallar una vía de escape. Del
mismo modo, una corriente de aire puede alterar o distorsionar el normal ascenso de
los productos gaseosos de una combustión, como suele ocurrir con los fuegos al aire
libre en días de viento, o con una llama cualquiera sometida al efecto de un ventilador.
Cuando más se haya calentado el aire o un gas, mayor será su expansión y menor su
peso. Por lo tanto se elevará más rápidamente, lo cual explica porqué el humo y los
gases calientes desprendidos de una combustión proporcionan una buena señal sobre
las condiciones en que se halla el edificio incendiado: si el humo se eleva velozmente,
no cabe duda que el calor será considerable, en tanto que si lo hace con lentitud, ello
se deberá a que la combustión no es muy intensa, o a que los gases han tenido
oportunidad de enfriarse, en su recorrido hasta el aire libre.

LA RADIACIÓN

La radiación es la transmisión de la energía calórica sin movimiento físico del calor


mismo. Como puede verse la radiación es precisamente la inversa de la convección
(recordemos que en la convección el calor «viaja» en la molécula del fluido); sin
embargo su mecanismo suele resultar más difícil de interpretar. Trataremos de aclararlo
con unos ejemplos. Cuando nos encontramos cerca de un horno cerrado, bien caliente,
recibimos una sensación de calor intensa que no es transmitida por conducción (ya que
no estamos tocando el horno) ni por convección (ya que como sabemos ésta se
manifiesta fundamentalmente en sentido ascendente). En realidad el calor del horno
pasa constantemente al espacio como energía radiante, que sólo se transforma en
«calor» cuando es absorbida por los cuerpos que alcanza.

Esa energía radiante pasa desde un objeto caliente hasta otro más frío por medio de
ondas o rayos, que se desplazan a través del espacio en una línea recta, de un modo
similar al de la luz. Esos rayos atraviesan los medios transparentes, como los vidrios y
el aire, son reflejados por la superficie claras, y absorbidos por las oscuras, lo que
explica la preferencia por los colores claros en el verano.

Pese a que como decimos, la energía radiante se propaga del mismo modo que la luz,
será más fácil comprender su mecanismo si pensamos en lo que ocurre con las ondas
radioeléctricas, que hallándose en el medio ambiente sólo pueden transformarse en
sonido por medio de un aparato receptor. Con la energía radiante ocurre lo mismo:
mientras no sea «detenida» por un cuerpo, no se manifiesta como calor. Así por ejemplo,
el aire no puede absorber la energía radiante, y por lo tanto es atravesado libremente
por ella sin calentarse. Este principio se aprovecha en la calefacción al aire libre, por
medio de equipos infrarrojos, que transmiten directamente el calor a las personas y
objetos sometidos a su radiación.
Lo mismo ocurre con la energía calórica que nos llega desde el sol, si nos exponemos
directamente a ella, nuestra piel la absorbe y la convierte en calor (que puede llegar a
quemarla), mientras que si permanecemos a la sombra, nos protegemos de sus rayos
y sólo sentimos el calor que el aire ha recibido por conducción (y ulterior convección)
desde el suelo y los demás objetos calentados por el sol.

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Siempre que una sustancia combustible está expuesta a los rayos directos de un
incendio, la energía radiante pasa desde el fuego al material y cuando éste alcanza su
temperatura de ignición comienza a arder. Sin embargo, al aplicarse una sustancia
aislante, tal como el agua, para que actúe de
«sombra», la sustancia no se calienta lo suficiente para arder. En este caso el agua no
sólo absorbe la energía radiante, sino que también provee al material expuesto con una
cobertura adicional, que debe ser vaporizada antes que aquél pueda alcanzar su
temperatura de ignición.

COMPORTAMIENTO DEL INCENDIO

En los cálculos estructurales, las variaciones de temperatura sólo se tienen en cuenta


para estructuras importantes y siempre dentro de los límites de los desniveles
estacionales.

En estructuras comunes pueden no considerarse en el cálculo estático estas influencias,


pero en este caso deben adoptarse disposiciones constructivas (juntas de dilatación)
tendientes a permitir él desplazamiento de las estructuras y evitando, por consiguiente,
la introducción de tensiones adicionales por esta causa.

Para la Capital Federal sé ha constatado una temperatura media en invierno de +10°C


y en verano de +20°C y se admiten las siguientes, como mínima y máxima: -3°C y +38°C
respectivamente (ver Código de la Edificación, artículo 8.1.1.h). En los cálculos, en
general se adopta una variación de temperatura de 28º Centígrados.

El incendio, que produce efectos térmicos mucho más importantes, se considera como
un evento excepcional.

La investigación científica sobre el desarrollo y la propagación del fuego y los métodos


adecuados para su prevención y dominio, se basa fundamentalmente en la experiencia
que surge de la intervención en casos reales y en experimentación en laboratorio. Esto
es así, en virtud de los factores intevinientes que dificultan el tratamiento generalizado.

No hay dos incendios iguales. Esta expresión común en el léxico de los Bomberos
revela precisamente la multiplicidad de formas y matices propios del fenómeno ígneo,
originadas en el gran número de variables que lo caracterizan.

Mencionamos a continuación algunas de estas variables, que se pueden agrupar en


tres grandes grupos, a saber:

a) Naturaleza del combustible;


- Estado físico,
- Grado de humedad,
- Poder calorífico,
- Temperatura de combustión,
- Cantidad de material,-
- Disposición del material,
- Estado de subdivisión (en los sólidos), etc,-

b) Naturaleza del local:


- Materiales constitutivos,
- Capacidad térmica,

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- Dimensiones del local,
- Dimensiones y disposición de aberturas,
- Efectos de tiraje,
- Dificultad para el acceso do los servicios de extinción, etc.

c) Condiciones ambientales:
- Presión,
- Temperatura,
- Humedad relativa,
- Viento (intensidad y dirección) etc.

Estas variables además, pueden influenciarse entre si. A título de ejemplos, por
supuesto, no taxativos, se citan a continuación algunas relaciones.

a) El poder calorífico de un material (cantidad de calor liberada por la combustión de


la unidad de masa es el dato más representativo de la combustibilidad de una sustancia
y depende de la composición química (presencia de carbono e hidrógeno) y de la
estructura molecular. El aumento del grado de humedad lo afecta, no solamente por el
porcentaje menor de sustancia combustible presente sino también, porque la
eliminación del exceso de agua requiere la absorción de calor por parte de la misma
para su transformación en vapor. El aumento del contenido de humedad, por
consiguiente, provoca un descenso del poder calorífico.

b) La energía necesaria para que la combustión tenga lugar es función de la clase


de fuente de ignición, las características físico-químicas de la materia combustible y de
las condiciones ambientales.

c) La apertura de puertas o ventanas en un momento dado, puede activar el


efecto de tiraje colaborando al desarrollo del fuego, etc.

Para suplir el inconveniente derivado de la multiplicidad de variables, se ha generalizado


la referencia del fenómeno térmico constituido por el incendio a tres parámetros
fundamentales.

1. Temperatura alcanzada,

2. Cantidad de calor desarrollado,

3. Duración.

De estas magnitudes se derivan otras de importancia:

1- Velocidad del incremento de temperatura,


2- Velocidad de propagacion. -

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Partiendo de la observación en numerosos casos reales y pruebas de laboratorio, en
distintos países se han compilado datos sobre las temperaturas alcanzadas en los
incendios, en función del tiempo. En algunos casos se han realizado relevamientos de
temperaturas durante el desarrollo de los siniestros; en otras oportunidades los datos
han surgido del examen de materiales utilizados en la construcción siniestrada, a partir
del conocimiento del punto de fusión de los mismos y, finalmente. se han obtenido
mayores precisiones recurriendo en laboratorios de incendio a la medida de tiempos y
temperaturas desarrolladas en locales construidos especialmente a tales fines. -

La representación gráfica de estos procesos adquiere las características que


presentamos en la figura de la curva de incendios que se muestra a continuación, la
cual presenta, en general tres fases expresadas en términos de tiempo, a saber:

FASES DE LA CURVA CARACTERÍSTICA DE INCENDIO

Fase I – PERIODO PRELIMINAR


Caracterizado por un régimen confuso y complejo, durante el cual las temperaturas
crecen lentamente en función del tiempo, debido a que el calor producido se aplica a
elevar la temperatura del combustible, la del aire y las zonas del local vecinas al foco de
fuego.

En este período la temperatura difiere sensiblemente de un punto a otro del local en


incendiado.

Fase II – PERIODO DE PROPAGACIÓN


La temperatura aumenta rápidamente al ser mayor la cantidad de combustible en
actividad, al aumentar la velocidad de combustión, etc. La duración de esta fase está
vinculada con la cantidad de material combustible presente y la alimentación de aire en
cantidad suficiente para asegurar la combustión (forma cóncava de la curva)

El punto 2, en la culminación del período, se corresponde con el equilibro entre el calor


desarrollado y el que se disipa; esta temperatura máxima del evento se produce en un
tiempo que precisamente denominamos DURACIÖN del incendio.

Fase III – PERIODO DE DECRECIMIENTO


La temperatura desciende rápidamente con el tiempo. La finalización de esta fase se
logra con el EXTINGUIDO.

Por supuesto que cada incendio tendrá su propia representación gráfica, variando la
duración de las fases y la máxima temperatura alcanzada.

Del análisis de familias de curvas de incendios individuales con los más altos valores
registrados durante un lapso apreciable, puede llegarse a establecer una curva
Standard, o curva característica tiempo – temperatura, como envolvente de aquellas.

La importancia de esta curva reside en su utilización como programa térmico en los


ensayos de incendio que, para la determinación de la resistencia al fuego, se realizan
en hornos normalizados.

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CURVA STANDAR

CURVA DE INCENDIO

DESARROLLO DE INCENDIOS EN RECINTOS CERRADOS

Para que un incendio se desarrolle más allá del material primario en ignición, el calor
debe ser transmitido más allá de dicho material hacia fuentes de combustible
adicionales. En la primera etapa de un incendio, el calor aumenta y genera una pluma
de gases calientes (columna de humo ascendente o cojín de gases del incendio). Si el
incendio transcurre en un espacio abierto (en el exterior o en un gran edificio), la pluma
crece sin ningún impedimento, y se alimenta de aire en la medida que crece.
Precisamente porque este aire aportado a la pluma está más frío que los gases del
incendio, esta acción tiene un efecto refrigerante en los gases generados por el incendio.
La propagación del incendio en un área abierta se debe en origen a la energía calorífica
que se transmite desde la pluma a los combustibles cercanos La propagación del
incendio en exteriores puede aumentar por la acción del viento y la inclinación del
terreno que facilita el precalentamiento de los combustibles por exposición.

El desarrollo de incendios en recintos cerrados es mucho más complejo que los


declarados en espacios abiertos. A los efectos de esta explicación, consideraremos
como recinto cerrado a una habitación o espacio cerrado en el interior de un edificio. Se
define como incendio de interior al incendio que transcurre en un espacio como el
definido. El crecimiento y desarrollo de un incendio de interior está habitualmente
controlado por la disponibilidad de combustible y de oxígeno. Cuando la cantidad de
combustible para ser quemado es limitada, se dice que el incendio esta controlado por
el combustible, es decir, se dispone de cantidad suficiente de aire por lo que es la
cantidad de combustible la que limita la velocidad de crecimiento del incendio. Cuando
la cantidad disponible de oxígeno es limitada, se dice que el incendio está controlado
por ventilación, es decir, en este caso no existen limitaciones de combustible, pero no
se dispone de la suficiente cantidad de oxígeno para que la combustión se mantenga.

Fases del incendio

Recientemente vimos las etapas de incendios o fases representadas en una curva.


Vamos a analizar ahora las mismas fases de incendio con el agregado de un proceso
conocido como Flashover y los pasos intermedios que se producen antes y después de
su desarrollo.

Estas fases son las siguientes:

- Ignición (equivalente a incipiente o período preliminar)


- Crecimiento (equivalente al período de propagación)
- Flashover

14
- Incendio totalmente desarrollado
- Decrecimiento

flashove
r
Temperatura

La figura muestra el desarrollo de un incendio de interior en función del tiempo y la


temperatura.

Debe entenderse que las fases representadas tratan de describir el complejo


mecanismo mediante el cual se desarrolla el incendio sin que se actúe sobre él, es decir
que se desarrolla libremente. La ignición y desarrolla de un incendio de interior es un
proceso muy complejo y en él influyen muchas variables. Consecuentemente, no todas
los incendios pueden desarrollarse a través de cada una de las etapas descritas Lo que
el gráfico intenta describir es la representación de un incendio como un suceso dinámico
cuyo crecimiento y desarrollo depende de múltiples factores.

IGNICIÓN (período preliminar)

La ignición describe el periodo donde todos los elementos capaces de iniciar el incendio
comienzan a interaccionar! El acta físico de la ignición puede ser provocado (causado
por una chispa o llama) o no provocado (causado cuando un material alcanza su
temperatura de ignición como resultado del autocalentamiento) tal como sucede en una
combustión espontánea. En este punto, el incendio es pequeño y generalmente se
restringe al material (combustible) que primero se incendia. Todos los incendios — en
espacios abiertos o en recintos cerrados- ocurren como resultado de algún tipo de
ignición.

CRECIMIENTO (período de propagación)

Poco después de la ignición, comienza a formarse una pluma de incendio sobre el


combustible incendiado. En la medida en que la pluma se desarrolla, comienza la
succión o entrada de aire desde los espacios circundantes hacia el interior de la
columna. El crecimiento inicial es similar al de un incendio que transcurre en el exterior,
en un espacio no confinado, y su crecimiento está en función del combustible que ha
comenzado arder en primer lugar. No obstante, a diferencia de un incendio no confinado,
la pluma en un recinto cerrado se ve rápidamente afectada por la distancia al techo y
las paredes del recinto. El primer factor de influencia es la cantidad de aire que entra en
la pluma. Debido a que el aire está más frío que los gases calientes procedentes del
incendio, el aire ejerce un efecto refrigerante en las temperaturas del interior de la pluma.

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La ubicación de la fuente de combustible en relación con las paredes del recinto
determina la cantidad de aire que se introduce y en consecuencia el grado de
enfriamiento que tiene lugar. Fuentes de combustible cercanas a las paredes implican
un menor aporte de aire y por consiguiente unas mayores temperaturas en las plumas.
Fuentes de combustibles en las esquinas todavía limitan más la entrada de aire en la
columna de humo y es donde se consiguen mayores temperaturas de las plumas. Este
factor afecta significativamente las temperaturas en el desarrollo de las capas calientes
de gases que se encuentran sobre el incendio. Como los gases calientes aumentan,
estos comienzan a propagarse hacia el exterior cuando alcanzan el nivel del techo. Los
gases continúan dispersándose hasta que alcanzan las paredes del recinto. La
profundidad de la capa de gases comienza entonces a aumentar.

La temperatura en el recinto durante este periodo depende de la cantidad del calor por
conducción en el techo y paredes del recinto así como del flujo calórico procedente de
los gases que se sitúan en la parte superior, la ubicación de la fuente de fuego inicial y
de la cantidad de aire que entra. Las investigaciones muestran que la temperatura de
los gases disminuye conforme aumenta la distancia a la línea central de la pluma. La
figura 5.2 muestra la pluma generada en un incendio de interior tipo y los factores que
afectan el desarrollo de la temperatura de la capa de gases calientes.

La etapa de crecimiento continua si se dispone de suficiente combustible y oxígeno. Los


incendios en interiores en la etapa de crecimiento están generalmente controlados por
el combustible. En la medida que el incendio crece, aumenta la temperatura en todo el
recinto, al igual que lo hace la temperatura de la capa de gas a nivel del techo.

Si la cantidad de aire aportado al incendio no es la suficiente (incendio controlado por


ventilación) los gases calientes (pero por debajo de la temperatura de autoinflamación)
saldrán al exterior provocando, según las condiciones, una elevación del plano neutro,
y la entrada de aire limpio a través de la zona de presión negativa únicamente como
consecuencia de la liberación de presión en la zona de presión positiva, cuando este
aire alcance el foco o los focos de ignición el efecto se traduce en un nuevo aumento de
la cantidad de gases de pirolisis y de la presión en el recinto, un descenso nuevamente
de la cantidad de oxigeno y la liberación de gases enriquecidos de incendio al exterior
a través de la vía de entrada de aire.

Una vez alcanzado este punto, el proceso descrito no cesará, al contrario tenderá a
reiterarse de forma que el ciclo establecido se irá repitiendo de forma sucesiva
generando lo que conocernos como pulsaciones (o respiración) del incendio, estas
acrecentarán su intensidad en la medida en que los valores de temperatura dentro del
recinto aumenten como consecuencia de las aportaciones energéticas procedentes de
las combustiones que se generan, lo que provoca a su vez que la cantidad de aire que
entra cada vez sea mayor.

FLAHOVER

El Flashover es la transición entre las etapas de crecimiento y de incendio totalmente


desarrollado y no constituye un evento específico tal como la ignición. Durante la etapa
de flashover, las condiciones en el recinto cambian muy rápidamente, siendo esta la
consecuencia que más claramente marca esta etapa. Estos cambios se producen en la
medida en que el incendio pasa de estar controlado por la combustión de los materiales
que han comenzado a arder en primer lugar hasta que este se extiende a todas las
superficies de material combustible dentro del recinto. La capa de gases calientes que
se desarrolla a nivel del techo durante la etapa de crecimiento provoca calor radiante
sobre materiales combustibles lejanos al origen del incendio.

16
Por lo general, la energía radiante (flujo calorífico) desde la capa de gases calientes
excede los 20 Kw/m2 cuando ocurre el flashover. Este calor radiante genera la pirolisis
en los materiales combustibles que se encuentran en el interior del recinto.

AIRE

AIRE

AIRE

DESARROLLO DEL

Los gases generados durante este tiempo son calentados hasta su temperatura de
ignición por la energía radiante procedente de la capa de gases del techo.

A pesar de que los científicos definen el flashover de diferentes formas, la mayoría


basan su definición (momento en el cual comienza a producirse) basados en la
temperatura del recinto, y corno consecuencia de la cual resulta la ignición simultanea
de todos los combustibles contenidos en el mismo. Aunque no se asocia una
temperatura exacta con este fenómeno, este suele darse en un rango comprendido
entre los 483° C y 649° C. Este rango se corresponde con la temperatura de
autoinflamación (609° C) del monóxido de carbono (CO}, uno de los gases más
comunes obtenidos como resultado de la pirolisis! Justo antes del flashover, se suceden
diferentes fenómenos dentro del recinto incendiado: Las temperaturas aumentan
rápidamente, fuentes de combustibles adicionales se ven involucradas en el proceso, y
todas las fuentes de combustible en el recinto emanan gases combustibles como
resultado de la pirolisis. Cuando el flashover ocurre, los materiales combustibles en el
recinto y los gases generados por la pirolisis se incendian. El resultado es un incendio
totalmente desarrollado en el recinto. El calor liberado por una habitación totalmente
incendiada en la fase de flashover puede ser del orden de más de 10.000 1Kw.

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Los ocupantes que no hayan escapado de un recinto antes de que un flashover ocurra
probablemente no sobrevivirán. Los bomberos que se encuentren en un recinto cerrado
cuando se produce un flashover se encuentran en una situación de extremo peligro
aunque se encuentren equipados con su Equipo de Protección Personal.

CA
LO HUMO
EN
CIRCULA
- Temperatura a mbi ente en
exceso de 483ºC (90 0ºF)

- Todas las superficies de co mbus tible

arden al igual que los gases

FLASHOVER
INECENDIO TOTALMENTE DESARROLLADO

La etapa de incendio totalmente desarrollado ocurre cuando todos los materiales


combustibles en el recinto se encuentran incendiados. Durante este periodo de tiempo,
los combustibles incendiados en el recinto están liberando la máxima cantidad de calor
posible por las fuentes de ignición disponibles y produciendo grandes cantidades de
gases de incendio. El calar liberado y el volumen de gases de incendio producidos
dependen del número y tamaño de las aberturas de ventilación en el compartimiento. El
incendio frecuentemente se convierte en controlado por ventilación, y de esta manera
se producen grandes cantidades de gases no quemados.

Durante esta etapa, los gases de incendio no quemados es probable que comiencen a
fluir desde el recinto donde se esta desarrollando el incendio hacia espacios adyacentes
u otros recintos. Estos gases se inflaman si entran en espacios donde el aire es más
abundante y si se encuentran a temperaturas dentro del rango de inflamación o
autoinflamación.

DECRECIMIENTO

En la medida en que el fuego consume el combustible disponible, la cantidad de calor


liberado comienza a disminuir. Una vez el incendio se convierte en controlado por el
combustible, la cantidad de fuego disminuye, y la temperatura dentro del recinto
comienza a descender. La cantidad de restos ardiendo (rescoldos) pueden sin embargo,
generar temperaturas moderadamente altas en el recinto durante algún tiempo.

FACTORES DE INFLUENCIA

Para que un incendio se desarrolle desde la etapa de ignición hasta la de decrecimiento,


son varios los factores que afectan a su comportamiento y desarrollo en el interior del
recinto:

- Tamaño, número y distribución de los huecos (aberturas) de ventilación.


- Volumen del recinto.
- Propiedades térmicas de los cerramientos del recinto.

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- Altura del techo del recinto.
- Tamaño, composición y localización de las fuentes de combustible que se
incendian en primer lugar.
- Disponibilidad y ubicación de fuentes de combustible
adicionales (combustibles objetivos del incendio).

Para que un incendio se desarrolle, debe existir suficiente aporte de aire para mantener
la combustión en la etapa de ignición. El tamaño y número de los huecos de ventilación
en un compartimiento determinan si el incendio se desarrolla o no en el interior de un
recinto. El tamaño del recinto su forma y la altura del techo determinan si se formará
una capa de gases calientes significativa. La ubicación de la fuente de combustible
inicial es también muy importante en el desarrollo de la capa de gases calientes. Las
plumas generadas por fuentes de combustible en el centro de un recinto toman más
cantidad de aire y se enfrían más que aquellas que se encuentran contra las paredes o
esquinas del recinto.
La temperatura que se desarrolla en un incendio de un recinto cerrado es el resultado
directo de la energía liberada cuando el combustible arde. Liada que la materia y la
energía se conservan, cualquier perdida de masa causada por el incendio es convertida
en energía. En un incendio, la energía resultante lo es en forma de luz y calor. La
cantidad de energía calorífica liberada en función del tiempo durante un incendio se
denomina cantidad de calor liberado (CCL). La CCL se mide en Btu o Kilovatios (1Kw.).
La cantidad de calor liberado esta directamente relacionada con la cantidad de
combustible que se ha consumido por unidad de tiempo (efecto térmico) y el calor de
combustión (la cantidad de calor que una masa especifica de una sustancia emite
cuando arde) del combustible que está quemándose.

Los bomberos deben ser capaces de reconocer las fuentes de incendio potenciales en
un edilicio o recinto y utilizar esta información para calcular el potencial crecimiento del
incendio. Los materiales que liberan grandes cantidades de calor tales como muebles
rellenos de espumas de poliuretano, colchones de espuma de poliuretano, o pilas de
palets de madera, por ejemplo, puede esperarse que ardan rápidamente una vez
comenzado el incendio. Incendios de materiales que liberan una baja cantidad de calor
podremos suponer que tomarán más tiempo en desarrollarse. En general, los materiales
de baja densidad (tales como la espuma de poliuretano) arden mucho más rápido
(tienen una mayor CCL) que los materiales con una alta densidad (bloques de algodón)
de similares características.

Otra relación final entre el calor generado en un incendio y las fuentes combustibles es
la ignición adicional de las fuentes combustibles alejadas del foco de incendio inicial. En
calor generado en un recinto incendiado se transmite en el espacio desde la fuente
combustible inicial a los otros combustibles mediante las tres formas de transmisión de
calor. El incremento de calor en la pluma de incendio inicial es aportado por convección.
A medida que los gases viajan sobre las superficies de otros combustibles en el recinto,
el calor se transfiere a ellos por conducción. La radiación. juega un papel importante en
la transición de las etapas de crecimiento del incendio a incendio totalmente
desarrollado. A medida que los gases calientes forman una capa en el techo, las
partículas calientes que componen el humo comienzan a radiar energía a las otras
fuentes combustibles en el recinto Estas fuentes. Combustibles alejadas son
denominadas en ocasiones como objetivos de incendio. A medida que la energía
radiante aumenta, los objetivos de incendio comienzan el proceso de pirolisis y
comienzan a generar gases inflamables. Cuando la temperatura en el recinto alcanza la
temperatura de ignición de estos gases, el recinto al completo se ve envuelto en el
incendio (se incendia), esto es lo que se define como flashover.

19
De los factores de influencia expuestos cabe destacar el papel fundamental que adoptan
en la velocidad con que el incendio se desarrolla en el recinto, las propiedades térmicas
de los cerramientos, o lo que es lo mismo su capacidad de transmitir calor y la altura del
techo del recinto

- Capacidad de la Estructura de Transmitir Calor: va a determinar la cantidad de calor


que se puede concentrar para contribuir a la velocidad de desarrollo del incendio y la
que se va a disipar al ambiente exterior.

Si suponemos dos recintos exactamente iguales pero construidos en materiales


diferentes, la primera consecuencia que observamos desde el punto de vista de la
transmisión de calor, es que estas van a adoptar necesariamente valores diferentes, a
los que denominaremos respectivamente QL1 y QL2.

Con el fin de optimizar el ejemplo supondremos que el material que compone las
estructuras va a ser de hormigón normal en una de ellas y de hormigón ligero en la otra,
de esta forma el efecto producido por el desprendimiento de gases de pirolisis
procedentes de la estructura queda literalmente igualado para ambas.

Si analizamos las características de conductividad térmica de los componentes de


nuestras dos estructuras, observamos que en el hormigón ligero la cantidad de aire
contenido es mayor que en la de hormigón normal, este factor va a influir de forma que
las perdidas de calor sean menores en el de hormigón ligero que en el normal, debido
a que en el primero la conductividad térmica es menor que en el segundo, ya que el aire
es un mal conductor del calor (o dicho de otra forma, un buen aislante) y en
consecuencia todo el poder calorífico generado por el incendio se utilizará en aumentar
la pirolisis de los materiales contenidos en el recinto, mientras que en el de hormigón
normal, la cantidad de calor destinada al mismo efecto es menor debido a que se fuga
mayor cantidad de calor al exterior, y por tanto podemos decir que la temperatura que
se alcanzará en el recinto de hormigón ligero, será mayor que en la de hormigón normal.

Este efecto acabará incidiendo en una mayor acumulación de calor en el recinto de


hormigón ligero y por lo tanto en una evolución de incendio más favorable.

- Altura del techo del recinto.

Los techos juegan un papel no menos importante en la velocidad de propagación del


incendio, de tal forma que los techos bajos van a favorecer una propagación mucho más
rápida que los techos altos, ya que en los primeros, la llama alcanza rápidamente el
techo propagándose rápidamente a lo largo de él, con lo cual la llama alcanza mayor
longitud y superficie, suministrando de esta forma la energía de radiación necesaria para
que los elementos combustibles contenidos en el recinto alcancen en menos tiempo la
energía de activación necesaria y contribuir así a la rápida evolución del incendio.

Si las llamas no llegan al techo, la cantidad calor radiado es menor y la evolución del
incendio queda condicionada por la proximidad de los materiales al foco de ignición.

Podemos decir, y esta es un factor importante a la hora de evaluar la fase del incendio
donde nos encontramos! que el momento crítico. o de transición del incendio llega
precisamente cuando las llamas alcanzan el techo! ya que como hemos dicho el valor
de la energía radiante aumenta de forma considerable.

20
FLASHOVER: EVOLUCIÓN Y CONCEPTO

Antes de comenzar a establecer definiciones, cuando hablábamos de las fases en el


desarrollo de un incendio en recintos cerrados! y atendiendo a las diferentes
concepciones que el término ―flashover‖ ha sufrido a lo largo del tiempo, lo más
conveniente, sería efectuar un seguimiento de.

Al inicio del incendio el fuego se desarrolla en las partes bajas del recinto, debido a la
carencia de oxígeno, calentamiento secundario, etc. , este foco inicial da origen a los
gases no quemados los cuales se elevan hacia el techo formando un cojín de gases.

Con el paso del tiempo la temperatura y la concentración de gases aumentan de forma


que se va generando un cojín de gases de incendio donde el rango de inflamabilidad se
ve modificado favoreciéndose una inflamación muy favorable en un punto del L.l.l.

Cuando las llamas llegan a la parte inferior del cojín (de ahí la importancia de la altura
de los techos, contra más bajos son antes alcanzan las llamas esta cota) estos gases
se inflaman precisamente en ese lugar, incrementándose el efecto de radiación de calor
desde el cojín de gases al resto de los materiales contenidos en el recinto.

FLASHOVER

Con el fin de establecer definiciones que nos permitan hablar un lenguaje común con
los estándares establecidos en la terminología de incendios, vamos a definir los
siguientes conceptos, tal y como se utilizan en el momento actual.

Cuando hablamos de la segunda fase del desarrollo del incendio, se especificaba que
cuando concurren los requisitos de temperatura (500-650°
C) y potencia de calor radiante (12 a 20 Kvv/m2) los gases se autoinflaman.

En 1990 la norma lSO, define el fenómeno como:

‗TRANSICIÓN AL ESTADO DONDE TODAS LAS SUPERFICIES


DE LOS MATERIALES CONTENIDOS EN UN COMPARTIMIENTO SE VEN
INVOLUCRADOS EN UN INCENDIO ‗

Esta es la definición que nosotros vamos a adoptar, aunque vamos a analizar los
motivos por los que se llega a esta situación. El mecanismo mediante el cual se
desarrolla podemos describirlo de la siguiente forma:

El proceso de combustión que se verifica se basa fundamentalmente en la combustión


del monóxido de carbono, procedente de los gases no quemados, que pasa a dióxido
por oxidación con el oxígeno del aire.

Cuando se alcanzan las condiciones en el recinto de flujo calórico y temperatura


descritos es cuando se produce el fenómeno de flashover.

La duración del fenómeno es corta tan solo el tiempo justo en que los gases procedentes
de los materiales que pirolizan se autoinflaman, registrándose elevaciones de presión
debidas a la expansión del frente de llamas moderadas, alrededor de 1 kPa. (0,01 bar),
es por ello que cuando los servicios de intervención llegan el fenómeno ha finalizado,

21
salvo que se trate de grandes superficies.

Llegado a este punto si el aporte de aire es suficiente, estaremos en la etapa de incendio


generalizado, tal y como se define en algunos informes, de lo contrario, las. llamas
decrecen y comienza un aumento de la temperatura favorecida por la inercia térmica de
los materiales en el proceso de pirolisis.

Una vez se ha producido el flashover, la ventilación (aporte de oxigeno) o el combustible


restante (contenido y estructura) controlaran el incendio. Si cualquiera de estos
componentes se ha consumido o no está disponible el fuego se extinguirá.

Una vez que exista una abertura en el compartimiento, este evoluciona hacia un
incendio controlado por combustible o ventilación. Un incendio permanecerá en este
estado si la abertura tiene el tamaño aproximado de una puerta. Si la abertura aumenta
al tamaño de una pared o ventanal, entonces es posible evolucionar a un incendio
controlado solo por combustible.

En compartimentos grandes, el fuego inicial puede no siempre evolucionar en un


flashover. Esto es debido a que los gases del incendio se enfrían a medida que
ascienden a niveles mas altos (según la altura de los techos), alejándose de esta
manera del foco del incendio. Este enfriamiento hará que los gases de incendio queden
fuera de sus rangos de inflamabilidad, y de este modo se evitará su ignición.

Si la cantidad de oxígeno en el interior del recinto no es suficiente, el cojín de gases se


irá ―enriqueciendo‖ en gases de incendio favoreciendo el descenso del plano neutro y
haciendo cada vez más difícil la combustión en el interior del recinto al aproximarse a
cotas cercanas al limite superior de inflamabilidad.

No obstante, si estos gases alcanzan el exterior a través de ventanales u otros huecos,


cantidad de oxígeno.

BACKDRAUGHT

Aunque el término backdraught (backdraft en la terminología Americana) no se


encuentra definida según ningún estándar, lo cierto es que se trata de un término de uso
generalizado en la terminología de incendios y por lo que a nosotros respecta vamos a
adoptar la definición establecida en el volumen 2 del manual de incendios del Fire
Service Operations del Reino Unido;

―LA VENTILACIÓN LÍMITADA PUEDE LLEVAR A UN INCENDIO EN UN


COMPARTIMENTO A LA PRODUCCIÓN DE GASES DE INCENDIO QUE CONTIENEN
PROPORCIONES SIGNIHCANTES DE PRODUC TOS PARCIALES DE
COMBUSTIÓN Y PRODUCTOS DE PIROL ISIS NO QUEMADOS. SI ESTOS SE
ACUMULAN, ENTONCES LA ADMISIÓN DE AIRE CUANDO SE PRODUCE UNA
ABERTURA EN EL COMPARTIMENTO PUEDE PROVOCAR UNA DEFLAGRACIÓN
SUBITA. ESTA DEFLAGRACIÓN QUE SE TRASLADA A LO LARGO DEL
COMPART1MENTO Y SALE POR LAS ABERTURAS SE CONOCE COMO UN
BACKDRAUGHT.‖

A medida que el incendio se desarrolla! con el adecuado aporte de aire, el proceso de


combustión continuará desarrollándose y creciendo mientras que quede combustible.
Pero si el suministro de aire en el recinto se restringe, el oxígeno del interior del recinto
se consumirá antes de que pueda ser remplazado. Esto generará un progresivo
descenso de la concentración de oxígeno en los gases de incendio del interior del
recinto. Esto causará inicialmente un incremento en la temperatura del recinto. En la

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medida en que el oxígeno disminuye, provocará que el calor radiado desde la pluma del
incendio disminuya y las llamas comenzarán a apagarse. Sin embargo, esto no resultará
en una reducción de los gases inflamables que se están produciendo y distribuyendo a
través del compartimiento hasta que la temperatura haya disminuido, o más
exactamente hasta que la inercia térmica pierda potencia. Si se abre una abertura en el
compartimiento, esto permitirá el aporte de aire fresco y su mezcla con los gases del
incendio, formando así una mezcla explosiva en la zona de interfase, es decir, en la
zona donde entran en contacto gases de incendio y aire mientras se den condiciones
de flujo laminar entre ambos.

Cuando esto ocurre y dependiendo del punto en el rango de inflamabilidad donde se


produce la inflamación, la onda de presión que se puede generar alcanza valores que
pueden llegar a los 10 kPa. (0~1 bar) y al efecto se le denomina como Backdraught o
Backdraft.

QUE PODEMOS PREGUNTARNOS DE LOS LIQUIDOS INFLAMABLES

¿Qué son líquidos combustible e inflamables?

Líquidos combustibles e inflamables son líquidos que se pueden quemar. Están


clasificados o agrupados ya sea como combustibles o inflamables por su temperatura
de inflamación. Generalmente hablando, los líquidos inflamables se encienden (se
desatan en fuego), y se queman fácilmente en temperaturas de trabajo generalmente
normal. Los líquidos combustibles tienen la habilidad de quemarse a temperaturas que
están usualmente por encima de las temperaturas de trabajo.

Existen varios criterios técnicos específicos y métodos de prueba para identificar los
líquidos combustibles e inflamables. En el sistema de información de materiales
peligrosos en el lugar de trabajo (WHMIS), los líquidos inflamables tienen una
temperatura de inflamación por debajo de 37.8°C (100°F). Los líquidos combustibles
tienen una temperatura de inflamación por encima de los 37.8°C (100°F) y por debajo
del 93.3°C (200°F).

Los líquidos combustibles inflamables están presentes en casi todos los lugares de
trabajo. Combustibles y muchos productos comunes como solventes, thiner,
limpiadores, adhesivos, pinturas, ceras y abrillantadores pueden ser líquidos
combustibles o inflamables. Todo el que trabaja con estos líquidos debe tener noción
de sus peligros y como trabajar de manera segura con ellos.

¿Qué es una temperatura de inflamación?

La temperatura de inflamación de un líquido es la temperatura más baja a la cual el


líquido libera suficiente vapor para encenderse (empezar a quemarse) en la superficie
del líquido. A veces se reporta más de una temperatura de inflamación para un
químico. Dado que los métodos de prueba y pureza del líquido probado pueden variar,
se pretenden que las temperaturas de inflamación de usen como guía únicamente, no
como las finas líneas entre lo seguro y lo inseguro.

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¿Se quema el líquido por sí sólo?

Los líquidos y combustibles inflamables por si solos no se queman. Es la mezcla de


sus vapores y aire lo que quema. La gasolina, con una temperatura de inflamación de -
40°C (-40°F), es un líquido inflamable. Incluso a temperaturas tan bajas como -40°C (-
40°F), libera suficiente vapor para formar una mezcla quemable en el aire. El fenol es
un líquido combustible. Tiene una temperatura de inflamación de 79°C (175°F), por lo
tanto debe calentarse por encima de esa temperatura antes de que se pueda
encender en el aire.

¿Qué son límites explosivos o inflamables?

Los límites explosivos o inflamables de un material también se relacionan con sus


riesgos de explosión e incendio.
Estos límites dan un rango entre las concentraciones más bajas y más altas del vapor
en el aire que se llevará
o explotará.
El límite inflamable inferior o el límite de explosivo inferior (LFL o LEL) de la gasolina
es un 1.4 por ciento; el límite inflamables superior o el límite explosivo superior (UFL o
UEL) es 7.6 por ciento. Esto significa que la gasolina puede encenderse cuando esta
en el aire a niveles entre 1.4 y 7.6 por ciento. Una concentración de vapor de gasolina
en el aire debajo de 1.4 por ciento es demasiado "débil" para quemarse. Los niveles
del vapor de gasolina por encima del 7.6 por ciento son demasiados "ricos" para
quemarse. Los límites inflamables como la temperatura de inflamación, pretenden sin
embargo servir de guías y no como finas líneas entre lo seguro y lo inseguro.

¿Qué es una temperatura de auto ignición?

Una temperatura de ignición o auto ignición de material es la temperatura a la cual el


material se enciende así mismo sin fuentes obvias de encendido, tales como chispas o
llamas.

Los líquidos combustibles e inflamables más comunes tienen temperaturas de auto


encendido en el rango de 300°C (572°F) a 550°C (1022°F). Algunos tienen
temperaturas de auto ignición muy baja. Por ejemplo el éter de etilo tiene una
temperatura de auto ignición de 160°C (356°F) y sus vapores han sido encendidos por
tubos de vapor calientes. Serios accidentes han resultado cuando los hornos de
evaporación de solvente fueron calentados a temperaturas por encima de la
temperatura de auto ignición de los solventes utilizados. Las temperaturas de auto
encendido, sin embargo pretenden servir de guía, no como líneas finas entre lo seguro
e inseguro. Utilice todas las precauciones necesarias.

¿Cómo pueden los líquidos combustibles e inflamables ser un riesgo de


explosión o de fuego?

A temperatura ambiente normales, los líquidos inflamables pueden liberar suficiente


vapor para formar mezclas quemables con el aire. Como resultados, pueden ser un
serio riesgo de fuego. Los fuegos de líquidos inflamables se queman muy rápido.
También liberan mucho calor y a veces nubes de humo tóxico, negro y grueso.

Los líquidos combustibles por encima de su temperatura de inflamación también


liberan suficiente vapor para formar mezclas quemables con el aire. Los líquidos
combustibles calientes pueden ser un serio riesgo de incendio al igual que los líquidos
inflamables.

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Los rocíos en spray de líquidos combustibles e inflamables en el aire pueden
quemarse a cualquier temperatura si la fuente de ignición esta presente. Los vapores
de líquidos combustibles e inflamables son usualmente invisibles. Pueden ser difíciles
de detectar a menos que se utilicen instrumentos especiales

La mayoría de los líquidos combustibles e inflamables fluyen fácilmente. Un pequeño


derrame puede cubrir un área grande del banco de trabajo o del piso. Los líquidos que
se queman pueden fluir por debajo de puertas, escaleras e incluso en los edificios
vecinos, repartiendo el fuego ampliamente. Materiales como madera, cartón y tela,
pueden absorver fácilmente líquidos combustibles e inflamables. Después de que se
ha limpiado un derrame, una peligrosa cantidad de líquido puede todavía permanecer
en los materiales circundantes o en la ropa, liberando vapores peligrosos.

¿Cuál es el riesgo del contra fuego?

Los vapores pueden fluir de recipientes líquidos abiertos. Los vapores de casi todos
los líquidos combustibles e inflamables son más pesados que el aire. Si la ventilación
es inadecuada, estos vapores pueden quedarse y recogerse en áreas bajas como
sumideros, alcantarillas, posos, zanjas y sótanos. La estela de vapor puede
dispersarse lejos del líquido. Si esta estela de vapor contacta con la fuente ignición, el
fuego producido puede revertirse (o viajar de regreso) hacia el líquido. Los fuegos y
contrafuegos pueden ocurrir incluso si el líquido que esta liberando el vapor y la fuente
de ignición están a cientos de pies o varios pisos de distancia.

¿Pueden los líquido combustibles o inflamables ser un riesgo para el cuerpo?

El más obvio peligro sería el riesgo de un incendio o explosión. Luego del peligro
inmediato de un incendio, existen a veces otras propiedades de estos líquidos que
pueden ser peligrosos para el cuerpo. Los líquidos combustibles y de la ruta de
exposición (respirar el vapor/ rocío, contacto con el ojo o la piel, o ingestión). Algunos
líquidos combustibles e inflamables son conocidos. Muchos sufren reacciones
químicas peligrosas si entran en contacto con química no compatibles como
materiales oxidantes, o si son guardados de manera inadecuada.

La hoja de datos de seguridad de materiales y la tarjeta del proveedor en el recipiente


debe indicarle todos los riesgos de los líquidos combustibles e inflamables con los que
usted trabaja.

Un ejemplo es 2-propanol (también conocido como dimetilo de carbono, isopropanol o


alcohol de isopropilo). Es un líquido incoloro con un agudo olor como hule en alcohol o
se perece a una mezcla de acetona y etanol. Es líquido y vapor inflamable. El vapor es
más pesado que el aire y puede difundirse por largas distancias. La ignición distante y
los contra fuegos son posibles. También se considera que es un depresor ligero del
sistema nervioso central. El vapor alto puede provocar jaqueca, nausea, mareo,
somnolencia, falta de coordinación y confusión. También puede ser irritante para el
tracto respiratorio o los ojos.

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