Trama Argumentativa
Trama Argumentativa
Trama Argumentativa
En conversaciones orales, la
trama argumentativa es utilizada
cotidianamente en mesas redondas,
discursos y debates. Por ejemplo,
podría ser utilizado por un político
para defender las medidas que ha
propuesto para su gobierno.
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La argumentación debe sostener dos puntos de vista que
presenten desacuerdo y oposición. Cada planteamiento debe respaldar
la tesis con información irrebatible, definiciones y contraste de
ideas.
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Introducción: inicialmente, el autor expone la importancia
del tema para la sociedad, presentando las características generales
del tema con una posición neutral. Seguidamente, propone la tesis, o
el argumento, es decir, su propia idea sobre el tema, que surge luego
de haber investigado. La misma debe ser redactada en forma
afirmativa, ser clara, concisa y debatible (que permita argumentar lo
contrario). Generalmente, no ocupa más de un párrafo.
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Conclusión: En este apartado, además de re exponer el
argumento, el autor brevemente resume la evidencia y explica cómo
dicha información apoya la tesis inicial.
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el emisor. Algunos conectores utilizados son: como señala,
como dice, como afirma, siguiendo a, según, citando a.
Pregunta retórica: el emisor plantea un interrogante no
para recibir una respuesta, sino con el objetivo de que el
receptor reflexione sobre alguna situación.
Analogía: establece similitudes o semejanzas entre dos
elementos o situaciones que tienen puntos en común. Con
este recurso se explica algo desconocido a partir de algo ya
conocido o sabido por el auditorio. Algunos conectores
utilizados son: tal como, así como, es igual que, es lo mismo.
Contraejemplo: refiere a un ejemplo que se utiliza para
desmentir o refutar lo que se intentó exponer con otro. Un
contraejemplo, por lo tanto, funciona por oposición a un
primer ejemplo. Los ejemplos son proposiciones, expresiones
o hechos que se citan con la intención de ilustrar o demostrar
algo. Si una persona quiere contradecir lo expuesto, puede
recurrir a un contraejemplo.
Generalización: se presentan numerosos hechos
particulares para compararlos y relacionarlos entre sí. Este
recurso muestra que todo funciona de la misma manera.
Algunos conectores utilizados son: generalmente, casi
siempre, casi todos, la mayoría de las veces, en general.
Planteo de causa-consecuencia: se trata de establecer
que una conclusión es tal por el cumplimiento de una premisa.
Es decir, ocurre algo debido a que otra cosa es la que lo causa.
A diferencia de otros tipos de argumento, el causal se refiere
a hechos concretos. Es decir, sucede A puesto que ocurrió B.
Cabe destacar que la causalidad puede ser también negativa,
ocurrió A puesto que no pasó B.
Refutación: se cuestiona y se trata de invalidar otros
argumentos mediante ideas opuestas. Con la refutación
pretendemos demostrar que lo dicho por otra persona no es
válido, conveniente o útil. Para ello se han de seguir los
siguientes pasos:
resumir brevemente la posición opuesta.
rebatir punto por punto todos los argumentos
que se hayan ido dando. Para ello debemos
basarlo en seis aspectos:
o oscuridad: lo que se dice no se
entiende.
o improbabilidad: lo que se dice es
falso y no se puede probar.
o imposibilidad: lo que se dice es
imposible que suceda.
o contrariedad: lo que se dice es
contrario a lo lógico o natural.
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o inmoral: lo que se dice va en
contra de la moral y las buenas
costumbres.
o inutilidad: lo que se dice no sirve
para nada.
“reprender” al autor de esa idea.
Concesión: primero se presenta una idea (opuesta a la
propia), y se concede que es en parte válida, pero luego se
opone otro argumento que es el que prevalece. En general se
utilizan los conectores: si bien, pero, sin embargo, aunque, a
pesar de que.