PLATÓN

Apuntes de 2ºBachillerato/PAU
Historia de la Filosofía

Definiciones y relaciones
 CONCEPTOS (elegir 3)

Dialéctica:
Es el proceso intelectual ascendente que nos da acceso al mundo inteligible y culmina con la
contemplación de la Idea suprema del Bien, y la visión de la realidad. En Platón, tiene dos
principales sentidos. Por un lado, refiere a la ciencia, a el grado más alto del conocimiento
que se corresponde con la contemplación de las Ideas. Está ligado al episteme y hace uso de
la razón, aunque previamente se necesitan conocimientos matemáticos (dianoia). Por otro
lado, esta es un método basado en preguntas y respuestas que nos permite ascender hasta lo
real. Este método consiste en generar una tésis, un planteamiento racional; seguidamente, el
interlocutor plantea un antítesis (lo contrario) para generar un choque de ideas, que da lugar a
la reflexión y nos acerca más a la Idea de Bien. De la unión entre la tesis y la antítesis surgirá
una síntesis que a su vez conlleva una nueva antítesis, siendo así un movimiento constante y
progresivo. Este movimiento no es solo ascendente, sino que también es descendente, pues
puedes regresar a síntesis anteriores con relativa facilidad.

Opinión:
Platón distingue entre la episteme o ciencia y la doxa u opinión, estando esta última ligada al
mundo sensible, y siendo entonces de mucha menor relevancia. Se trata de un conocimiento
menor, que a su vez se divide en eikasía y pistis. La primera se considera el nivel más bajo de
conocimiento, conjeturas que los individuos realizan en torno a las sombras de la caverna,
creyendo que comprenden. Refiere al acto de conocer pero dentro del mundo sensible. En un
escalón mayor dentro de la doxa se halla la pistis, orientada hacia las propias copias de las
Ideas. En el mito de la caverna, serían como esos objetos que reflejan las sombras. Se
sustentan en cierta creencia empírica, pero se orienta de manera inefectiva al sustentarse en
algo falso, por lo que tiene menos valor. Es un conocimiento cerrado y firme, como el que
enseñaban los sofistas.

Idea de Bien:
Las Ideas platónicas son independientes, no como las copias del mundo sensible, pero a su
vez están todas enlazadas entre sí, lo que vuelve a las Ideas un todo armonioso. Existe por
tanto una jerarquía, sobre la que se encuentra la Idea del Bien, que hace posible su existencia.
Por debajo se encuentran las Ideas relativas a conceptos morales, las Ideas matemáticas, y
finalmente las Ideas de objetos físicos. La Idea de Bien es superior a todas ellas, por lo que
recuerda al Dios cristiano y al Ser de Parménides. Es el principio de inteligibilidad del mundo
de las Ideas, haciéndolas comprensibles y siendo de donde estas surgen. Se alcanza la Idea
del Bien una vez se tiene conocimiento sobre lo bueno (ética), lo bello (estética) o lo
verdadero (teoría del conocimiento). Sin embargo, esta Idea no es definible, pues es
imposible cerrarla. Estás limitado por el lenguaje, de ahí que sea imposible dar la Idea del
Bien directamente (como hacían los sofistas), pero con dedicación y razón todos pueden
alcanzarla. Se puede relacionar con el sol del mito de la caverna, pues permite comprender la
realidad.
Reminiscencia:
El concepto de reminiscencia establece que aunque formemos parte del mundo sensible,
nuestra alma viene del mundo de las Ideas, por lo que ya las ha observado. Por tanto, el
objetivo en la vida de una persona es “olvidar la amnesia” (anamnesis) y recordar las Ideas
que ya tiene dentro de sí. Además, Platón define al alma como una intermediaria entre entre
el mundo sensible y el mundo inteligible, viajando entre uno y otro, y quedando a veces
atrapada en un cuerpo, su prisión. Al reencarnar, el shock de tal suceso causa el olvido de las
Ideas universales, un olvido que se intenta revertir buscando la salida del mundo sensible por
medio de la dialéctica. Se entiende entonces el nacimiento como una vuelta al mundo de las
Ideas y el nacimiento como un olvido. Este innatismo implica que aquellas ideas que tenemos
al nacer son restos de lo que ya conocíamos. Por todo esto, aprender es un acto de
autoconocimiento y reflexión que nos lleva al conocimiento, que no deriva de la experiencia
sensible ni es transmisible (enseñar como “desbloquear”).
 COMPARACIONES (elegir 3)

Platón-Nietzsche
Por un lado, Nietzsche se opone al dualismo platónico. Asegura que solo existe el mundo
sensible, es decir, que cuando experimentas algo, sabes que es cierto, y si ya lo has sentido,
sabes lo que es. Solo existe “lo aparente” de Platón. Por tanto, ir al mundo de las Ideas no es
más que ir a un mundo donde parece que las cosas son reales pero no lo son. A su vez,
Nietzsche va contra la conversión del dualismo en algo fundamental de la sociedad: el
cristianismo.
Por otro lado, Nietzsche se opone a la inversión de valores. Platón creía que lo importante era
conocer (recordar) aquello que está en tu cabeza, empleando la razón y descartando la
experiencia. Platón da la vuelta a la confianza griega en los sentidos, rompe con ese
“equilibrio”, dando importancia más al mundo de las Ideas que a las experiencias
individuales. No obstante, Nietzsche propone una revalorización de la experiencia y se opone
a Platón con El nacimiento de la tragedia. Critica que Platón logró que la gente consagrara su
vida a algo que ni siquiera sabían si iban a alcanzar, perdiendo una parte de sí en su intento de
llegar al inexistente mundo de las Ideas. Intenta rescatar los valores previos a Platón y el
“teatro griego del equilibrio”, que representa una vida basada en el equilibrio. Dicho
equilibrio refiere a recuperar a Dionisio, lo corporal y lo sensible, al que Platón había
apartado por estar asociado a la experiencia, pero sin dejarse llevar por él, A la vez que se
debe hacer caso a Apolo, la razón, encontrando así un equilibrio.

Platón-Aristóteles
Con respecto a la epistemología, el principio de la reminiscencia de Platón, “todo conocer es
recordar”, choca con la idea de Aristóteles de que al nacer somos una tábula rasa. Platón
rechaza la experiencia, y la califica de falsa, pues está ligada al mundo sensible y
experimentar algo no indica que sea verdad. Aristóteles le otorga mucha más importancia a la
experiencia y a los hábitos, aunque reconoce que en la mente sí tenemos ideas sueltas que nos
ayudan, aunque no son la principal herramienta para conocer, esta es la experiencia. Conocer
por la experiencia, a través de varias cosas iguales, saca los conceptos comunes y la esencia
de las mismas cosas. Sin embargo, vivir muchas experiencias, según el discípulo de Sócrates,
te puede distraer de tu verdadero objetivo: emplear la razón y ascender al mundo inteligible.
Frente al dualismo ontológico de Platón, Aristóteles niega la existencia de dos mundos,
proponiendo uno solo con varias capas, como una cebolla. La esencia de una cosa no puede
estar fuera de esta, pues no hay alma sin cuerpo ni cuerpo sin alma. Se opone a su vez a la
teoría de la participación, pues no cree que las copias puedan ser imperfectas si el que las
hizo (el demiurgo) había contemplado ya esas Ideas perfectas, por lo que tenía un gran
conocimiento de lo bueno, bello y verdadero.
También ligado a la ontología, Platón no llega a definir completamente el movimiento,
aunque sí lo descarta en cierto aspecto, pues este es un engaño del mundo sensible. Todo lo
sensible existe por dependencia, es decir, sin el mundo de las Ideas, no sería posible. Las
Ideas, en cambio, son fijas, eternas e inmutables. Por otro lado, Aristóteles sí que afirma la
existencia del movimiento, aunque este no representa ningún cambio en el alma. Esto es la
teoría del acto y la potencia, que establece que en el acto eres algo, pero en potencia eres
muchas cosas más que para las que tienes las capacidades de ser. Pasas de ser algo en
potencia a ser algo en el acto (de facto), y entonces pasas a ser muchas otras cosas en
potencia. Sin embargo, eres así desde siempre, nunca cambias de manera sustancial. Por
ejemplo, se le da derechos a un niño entendiendo que en potencia es un adulto.

Platón-Presocráticos
Dos presocráticos que fundamentan la teoría de los dos mundos de Platón son Heráclito y
Parménides.
-Parménides ya proponía la existencia del Ser como vía de conocimiento. Platón trata algo
similar en su teoría de las Ideas, pues el mundo inteligible toma como modelo la
caracterización de dicho Ser. Por tanto, se puede afirmar que el Ser es similar a las Ideas
Platónicas, igualmente inmutables, eternas y únicas. Ambos dividen la realidad en dos, son
dualistas; diferencian entre doxa u opinión y episteme o conocimiento. Aunque para
Parménides estas representaban dos vías de conocimiento (con solo una válida), mientras que
para Platón estos conceptos correspondían a dos mundos (solo uno verdadero).
-Heráclito, por el contrario cree en el cambio como esencia, mientras que Platón lo niega,
diciendo que este forma parte del mundo sensible. La idea del movimiento como un engaño
del mundo aparente choca con el principio de panta rei de Heráclito. Ambos filósofos
también son dualistas en cierto modo, aunque Heráclito divide la realidad entre dos opuestos
que se contraponen (idea de la lucha de contrarios), de ahí que su arjé sea el fuego. Por otro
lado, Platón divide la realidad entre mundo sensible y mundo inteligible.
De manera más independiente, Platón fue considerablemente influenciado por los pitagóricos.
Fue una influencia unilateral de los pitagóricos a Platón, quien todavía no había desarrollado
su teoría. Su religión, el orfismo, que sostenía la idea de reencarnación, le hizo adoptar su
postura dualista frente a la realidad: la existencia de un mundo sensible y un mundo
inteligible. De esta creencia él extrae la teoría de la transmigración de las almas
(inmortalidad). A su vez, Platón se inspira en ellos para el papel que da a las matemáticas en
su epistemología. Es más, como paso previo a la dialéctica (y como requisito de acceso a su
Academia), necesitabas ciertos conocimientos matemáticos. Esta obsesión con los números,
que ya se veía en la tetrakis de los pitagóricos, se observa también en el alma y la sociedad de
Platón. Ambas se dividían en tres partes de características muy diferentes: el alma en parte
racional, parte concupiscible y parte irascible; y la sociedad en filósofos o gobernantes,
comerciantes y guerreros.

Platón-Sócrates
Platón es el discípulo más famoso de Aristóteles, por lo que mantiene muchos elementos de
su teoría. En primer lugar, cabe destacar que Platón adopta el diálogo socrático y convierte a
Sócrates en su personaje. Además, la muerte de su maestro impacta fuertemente a Platón,
quien entonces empieza a desarrollar un proyecto de sociedad justa con el fin de dejar un
legado político. También cabe recalcar que Platón adopta la visión universalista de Sócrates.
Cree en el intelectualismo moral, afirmando que todo mal es causa de la ignorancia y si
conoces el bien obras en consecuencia (haces el bien). Este bien es una regla universal que
lleva a la virtud y a la felicidad. A su vez, apoya el universalismo epistemológico y moral,
asegurando la existencia de una verdad objetiva y absoluta (frente a los sofistas).
Sin embargo, existen ciertas diferencias entre ellos. Mientras que Platón escribió sus
diálogos, Sócrates fue ágrafo, no escribió nada. Tampoco llegó a desarrollar nada similar a la
teoría de la reminiscencia. Por último, Platón le da una nueva concepción al concepto de
conocer, desarrollando su teoría de las Ideas, cubriendo un “hueco” que Sócrates deja libre, lo
que se puede deber a que este no recibió influencia de tantos otros filósofos.