Biografía de Juan Pablo Duarte

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Juan Pablo Duarte


«Duarte» redirige aquí. Para otras acepciones de «Duarte», véase Duarte
(desambiguación).

Juan Pablo Duarte

Duarte. Óleo de Abelardo Rodríguez Urdaneta.

Presidente de la República Dominicana


Paralelo a la Junta Central Gubernativa

4 de julio-27 de agosto de 1844

2.º Comandante del Departamento de Santo Domingo

16 de marzo-28 de mayo de 1844

Presidente Tomás Bobadilla

Predecesor Francisco del Rosario Sánchez


Sucesor Manuel Jimenes

Inspector General del Ejército de la República Dominicana

9 de junio-16 de julio de 1844

Predecesor Cargo creado

Sucesor Cargo suprimido


(posteriormente, Pedro Santana)

Vocal de la Junta Central Gubernativa

15 de marzo-28 de mayo de 1844

1 de junio-16 de julio de 1844

Información personal

Nacimiento 26 de enero de 1813


Santo Domingo, Partido de la Capital, Provincia de
Santo Domingo, Imperio Español

Fallecimiento 15 de julio de 1876 (63 años)


Caracas, Estados Unidos de Venezuela

Nacionalidad Dominicana

Familia

Familia Familia Duarte-Díez

Padres Juan José Duarte Rodríguez


Manuela Díez Jiménez

Información profesional

Ocupación Político
Seudónimo Arístides

Lealtad La Trinitaria

Rama militar Ejército de Haití


(1834-1843)

Ejército Libertador
(1844)

Rango militar General de Brigada

Miembro de La Trinitaria

Firma

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Juan Pablo Duarte y Diez (Ciudad de Santo Domingo, Partido de la Capital,


26 de enero de 1813-Caracas, Estado Bolívar (1864-1881), 15 de julio de
1876), nombrado en escritos como Juan P. Duarte o J. P. Duarte y conocido
en la Trinitaria por el seudónimo de Arístides, fue
un masón, militar, político, empresario, poeta y diplomático dominicano que
tuvo una activa incidencia en la primera fase de la independencia dominicana al
frente de la facción de los duartistas —o filorios—, además fue el artífice del
primer golpe de Estado de la República Dominicana que lo convirtió en el
primer inspector general (comandante en jefe) del Ejército Libertador de la
República Dominicana y también fue el primero en inaugurar la práctica
decimonónica de la presidencia paralela en el territorio.12 Es junto a Francisco
del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella, uno de los Padres de la Patria de
la República Dominicana. Ideó y presidió la lucha de varias organizaciones
civiles-político-militares clandestinas como La Dramática, La Filantrópica y La
Trinitaria, creadas para luchar contra el régimen haitiano y por la independencia
de Santo Domingo.2

En 1829, Duarte se convirtió en oficial de la Guardia Nacional Haitiana,


llegando hasta el rango de coronel. En 1843 participó en la «Revolución
Reformista» contra el Gobierno del presidente haitiano Jean-Pierre Boyer en
favor de Charles Rivière-Hérard.13 Fue miembro de la Junta Central
Gubernativa y posteriormente cometería contra dicha institución un golpe de
Estado que destituiría a la mayoría de sus miembros, volviéndose tras ello en el
primer inspector general de las tropas nacionales. Aceptaría ser proclamado
presidente por sus partidarios en el Cibao, lo que le valdría ser declarado
«traidor e infiel a la Patria» y ser expulsado del país por el entonces Gobierno
presidido por el terrateniente Pedro Santana.
Duarte vivió exiliado en Venezuela debido a los conflictos políticos y militares
que existían en la República Dominicana, los cuales constituían un serio peligro
para su vida. En Venezuela fue recibido y acogido haciendo de esta tierra su
segundo hogar, vivió aproximadamente cuatro años en los Llanos venezolanos,
específicamente en el hoy Estado Apure, siendo el único municipio de donde
se tiene constancia de su existencia, el municipio Achaguas donde vivió por
tres años. Posteriormente regresó a Caracas en 1862 para recaudar fondos y
volver a República Dominicana que había sido anexada a España por el
Gobierno de Santana, regresa a su Patria pero el Gobierno restaurador del
presidente dominicano José Antonio Salcedo le pide que vuelva a Venezuela
en misión diplomática como Ministro Plenipotenciario para solicitar el apoyo del
Gobierno del presidente venezolano Juan Crisóstomo Falcón a la causa de la
restauración de la Independencia Dominicana. Duarte, aunque no muy de
acuerdo con la misión, regresa a Caracas y cumple hasta donde le es posible.
Terminada su misión diplomática se queda a vivir en este país donde falleció
en Caracas el 15 de julio de 1876.1

Primeros años[editar]
Nacimiento y familia[editar]
Véase también: Familia Duarte-Díez
Familia Duarte-Díez

Rosa Protomártir

Vicente Celestino
Manuela Díez Jiménez

Nació el 26 de enero de 1813 en la Ciudad de Santo Domingo durante el


período conocido en la historiografía dominicana como la España Boba, en el
seno de una familia de clase media-alta que se dedicaba al comercio de
artículos de marina y ferretería en la zona portuaria de la capital.1Hijo legítimo
de Juan José Duarte Rodríguez (próspero comerciante andaluz procedente de
la ciudad de Vejer de la Frontera, Cádiz) y Manuela Díez Jiménez, (natural de
la ciudad de Santa Cruz del Seybo, hija del colono castellano Antonio Díez
Baillo, nacido en Osorno y de la criolla Rufina Jiménez Benítez). Juan Pablo fue
el cuarto de once hermanos, siendo los más conocidos Vicente Celestino,
comerciante de madera y Rosa Protomártir, quien se desempeñó como
periodista y maestra. Ambos tuvieron una activa participación en la causa
independentista de su hermano.

Casa natal de Juan Pablo Duarte


En 1801, los padres de Juan emigraron desde Santo Domingo cuando estaba
ocupada por los franceses a la ciudad de Mayagüez en la Capitanía General de
Puerto Rico, evadiendo la imposición del Estado francés en el lado oriental de
la isla hecha por el general Toussaint Louverture, gobernador general de
la Colonia de Saint-Domingue (actual Haití), una colonia francesa situada en el
tercio occidental de la isla Española.2 En ese momento, la República
Francesa y Saint-Domingue estaban pasando por exhaustivos movimientos
sociales, a saber, las revoluciones francesa y haitiana.

La isla de Puerto Rico que era parte del Imperio Español, y al estar Mayagüez
tan cerca de la isla Española, al otro lado del Canal de la Mona, se había
convertido en refugio para los que como los Duarte, no aceptaban el Gobierno
francés. La mayoría de los historiadores suponen que el primer hijo de los
Duarte, Vicente, nació allí, en Mayagüez. La familia regresó a la Capitanía
General de Santo Domingo en 1809, después de la guerra de la
Reconquista liderada por el criollo Juan Sánchez Ramírez, restableciendo la
soberanía española en Santo Domingo.2 Su familia era poseedora de amplias
riquezas provenientes de los negocios de comercio marítimo que realizaba su
padre. En 1819, Duarte se inscribió en la escuela de Manuel Aybar donde
aprendió lectura, escritura, gramática y aritmética.

Durante el régimen haitiano[editar]


Inicios de la ocupación[editar]
La década de 1820 fue una época de profundos cambios políticos en todo
el Mundo atlántico español y que influenció la manera de pensar de sectores de
la pequeña burguesía. El 1 de diciembre de 1821 Duarte tenía apenas ocho
años cuando el escritor y político liberal José Núñez de Cáceres y
Albor declaró, por breve tiempo, la independencia de Santo Domingo de
la monarquía española y cambió el nombre de la exprovincia española por el
de Estado Independiente de Haití Español.4 José Núñez de
Cáceres representaba a un selecto y privilegiado grupo de hombres burgueses
cansados de ser ignorados por la Corona y preocupado también por el nuevo
giro liberal de la villa y corte de Madrid. En el Reino de España, todo comenzó
con el pronunciamiento de Riego impulsado por los liberales, dando lugar
al Trienio Liberal (1820-1823). Sin embargo, los eventos de la emancipación en
Santo Domingo fueron diferentes a los del resto del continente, ya que este fue
de corta duración. Aunque el Gobierno de Núñez de Cáceres pidió apoyo del
nuevo Gobierno republicano del presidente de Colombia, Simón Bolívar, su
petición no fue respondida.5

Placa de la Iglesia Santa Bárbara en homenaje al


bautismo de Duarte.
Este experimento culminó con la casi inmediata ocupación haitiana de la parte
oriental de la isla Española por el ejército del presidente haitiano Jean-Pierre
Boyer el 9 de febrero de 1822.4 Los haitianos abolieron la esclavitud de una vez
por todas, ocupando Santo Domingo de manera oficial y unificándolo con Haití.
Las pugnas entre Boyer y la élite de la antigua provincia provocaron la
migración masiva de muchos sectores, entre ellos los colonos. Algunos
sectores de la parte oriental aspiraban a mantener la parte oriental de la isla en
manos de las potencias imperiales europeas como manera de salvaguardarse
del peligro que para ellos significaba la presencia haitiana. La ocupación
provocó el debilitamiento de la élite provincial y los sectores burgueses que
entraron en componenda con las autoridades haitianas se constituyeron en la
nueva clase dominante.

Por otro lado, el 6 de enero de 1823, Boyer decretó el reclutamiento en el


Ejército haitiano de todos los jóvenes entre 16 y 25 años. Dicha medida hizo
que la Universidad Santo Tomás de Aquino, perdiera sus estudiantes y por
ende tuviera que cerrar sus puertas. El 14 de noviembre de 1824, Boyer
estableció el francés como idioma oficial, único y obligatorio en los actos de los
tribunales, del estado civil y de los notarios públicos en toda la isla. Juan Pablo
Duarte y Díez fue discípulo del doctor Juan Vicente Moscoso Carvajal con
quien realizó estudios superiores de latín, filosofía y derecho, debido al cierre
de la universidad por parte de las autoridades haitianas. Después del exilio
de Juan Vicente Moscoso a la isla de Cuba (España), su rol fue continuado por
el sacerdote procedente de Lima (Perú), Gaspar Hernández.2

Viaje de estudio[editar]

Viaje de Duarte (1944). Obra de José Alloza.


En 1828, Juan Pablo Duarte, acompañado del comerciante catalán Pablo Pujol,
viajaría a Europa por cuestiones académicas pero, antes tuvo que ir a
los Estados Unidos de América. Antes de zarpar rumbo a Norteamérica, su
anhelo de independizar a Santo Domingo comenzó cuando el capitán del barco
español que lo llevaría le dijo que si no le daba vergüenza decir que era
haitiano, a lo que el joven respondió «yo soy dominicano», sin embargo el
español le contestó despectivamente: «tú no tienes nombre, por que ni tú ni tus
padres merecen tenerlo porque cobardes y serviles inclinan la cabeza bajo el
yugo de sus esclavos». El adolescente al oír la respuesta sintió lo siguiente:
“La vergüenza, la desesperación, que me causó tal confesión de que merecíamos ser tratados tan
sin ninguna consideración me impidió pronunciar una palabra, pero juré en mi corazón no pensar ni
ocuparse de proporcionarse los medios, sino de probarle al mundo entero que no tan sólo teníamos
un nombre propio, dominicanos, sino que nosotros (tan cruelmente vilipendiados) éramos dignos de
llevarlo.”

A partir de esa experiencia empezó a estudiar, empezando por perfeccionarse


en el estudio de los idiomas. Atravesaría por la ciudades de Nueva
York (Estados Unidos), Londres (Reino Unido), El Havre, Bayona, París (Reino
de Francia) y Barcelona (España), finalizando su periplo en esta última ciudad.
Durante su estancia en Europa, se producirá la revolución de julio de 1830, que
provocará la abdicación del rey de Francia, Carlos X y el advenimiento de Luis
Felipe I de Orleans al trono francés.

Al finalizar su viaje regresaría al país en 1832 luego de haber pasado


por Puerto Rico y la isla de Santo Tomás. Manuel María Valverde le
preguntaría sobre qué era lo que más le había llamado la atención en sus
viajes y le había gustado y el adolescente respondió: «los fueros y libertades de
Barcelona, fueros y libertades que nosotros un día daremos a nuestra patria».

Lucha por la independencia[editar]


Guardia Nacional y fundación de La Trinitaria [editar]

Duarte fue el líder y fundador de la Trinitaria en


donde exponía sus ideales en pro de la libertad dominicana.
Estatua de Duarte en el parque Duarte (Santo
Domingo).
En 1834, Juan Duarte se unió a la Guardia Nacional haitiana como cabo.

El 16 de julio de 1838, el cabo Duarte fundó una sociedad secreta a la cual


llamó La Trinitaria, que tuvo como fin a socavar la ocupación haitiana. Algunos
de sus primeros miembros incluyeron: Juan Isidro Pérez de la Paz, Pedro
Alejandro Pina García, Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María
Serra, Benito González Jiménez, Felipe Benicio Alfau y Bustamante y Juan
Nepomuceno Ravelo (más adelante se unirían Francisco del Rosario
Sánchez y Ramón Matías Mella Castillo, adquiriendo un rol protagónico junto a
Duarte).

Los trinitarios hacían su trabajo político a partir de una estructura celular


clandestina que funcionaba similar a una logia masónica. Los iniciados hacían
el juramento de luchar por la independencia de Santo Domingo bajo el lema
"Dios, Patria y Libertad".

En 1840 para sus actividades públicas constituyeron otra sociedad llamada La


Filantrópica que llevaba por lema "Paz, unión y amistad", y tenía una presencia
más pública, tratando de difundir las ideas veladas de liberación a través de
escenarios teatrales. Entre las obras que se llegaron a representar
están: "Roma Libre" del dramaturgo italiano Vittorio Alfieri, "La viuda de Padilla"
de Francisco Martínez de la Rosa, "Un día del año 23 en Cádiz" de Eugenio de
Ochoa, entre otras. Luego de varios intentos fallidos, los trinitarios no se
sentían conformes y fundaron La Dramática. En esta tercera sociedad, todos
los trinitarios se dedicaron a la actuación. En 1842, Duarte fue ascendido por la
Guardia Nacional al rango de capitán.

La Reforma haitiana[editar]
Retrato de Juan Pablo Duarte (1887). Obra de

Alejandro Bonilla. Busto de Duarte de Abelardo


Rodríguez Urdaneta.
En ese entonces el régimen impuesto por Boyer había pasado de ser un
Gobierno liberal y progresista a convertirse en uno absolutista en medio de
graves problemas económicos y fuerte resistencia interna en la parte occidental
de la isla. En la República Haitiana, grupos opositores a Boyer tramarían una
revolución contra el Gobierno.

En enero de 1843, el capitán Duarte envió a Ramón Matías Mella a la parte


occidental de la isla Española a entenderse con los revolucionarios haitianos
sobre el modo que actuará la parte española cuando se produjera la
insurrección. El 26 de enero, Ramón Mella llegaría a la ciudad de Los Cayos de
San Luis y al día siguiente ocurriría la revuelta contra Boyer, llamada La
Reforma que terminó por derrocar la dictadura de Boyer en febrero,
colocándose en su lugar al general Charles Rivière-Hérard en la presidencia de
la República de Haití.
El 24 de marzo, en Santo Domingo, se conoció el derrocamiento de Boyer y los
duartistas se sumaron al movimiento reformista haitiano. En la ciudad se
originó un enfrentamiento entre los partidarios de los vencedores, encabezados
por el general de brigada haitiano Henri Etienne Desgrotte, y las tropas de los
boyeristas fieles al régimen caído. Duarte encabezó a los reformistas
dominicanos en Santo Domingo convirtiéndose en el principal líder político de
la época y contrarrestando los vítores de independencia con vítores de
Reforma porque los grupos independentistas tenían previsto proclamar la
independencia en dicho mes pero se anticipó la Reforma.

En abril, por orden del general Desgrotte, nuevo comandante de Santo


Domingo, se constituyó la Junta Popular de Santo Domingo presidida por el
haitiano Alcius Ponthieux e integrada por Duarte, Mella, Pedro Alejandro
Pina, Manuel José Jimenes González y el haitiano Jean Baptiste Morin. La
Junta Popular emitió una orden para que Duarte fuera a los pueblos del Este a
promover e instalar juntas populares en las comunidades que la necesidad lo
exigiera. En mayo fue a Santa Cruz del Seybo a establecer las juntas populares
y allí reclutaría para la causa de la independencia a Ramón Santana Familias,
a quien nombraría coronel de las tropas de dicho pueblo. Sin embargo, Ramón
Santana expresó su preferencia de que su hermano Pedro Santaa
Familias asumiera el liderazgo. Al regresar a Santo Domingo fue nombrado
coronel del batallón de nacionales. El 8 de junio, fue entregada una petición a
la Junta y entre los remitentes firmantes estaban Félix Ruiz, Nepomuceno
Ravelo y Manuel Valverde. La solicitud declaraba que Santo Domingo no era
una nación conquistada, se exigía que los documentos públicos sean escritos
en español, la oficialización de la religión católica, la instauración de las
tradiciones hispánicas y el cese la represión por parte de las autoridades
haitianas.6

Su tío, José Diez Jiménez convenció al antiguo boyerista, el coronel José


Joaquín Puello Castro, para que favoreciera la causa independentista y con él
se facilitó el respaldo de los oficiales y soldados que integraban los regimientos
31 y 32 apostados en Santo Domingo y de los negros de los alrededores de la
ciudad sobre los que ejercía influencia.

Primer exilio[editar]
El sueño de Duarte (1889). Obra de Luis
Desangles.
El 15 de junio, el Gobierno provisional haitiano convocaría elecciones
municipales para elegir los diputados que conformarían la Asamblea
constituyente haitiana. En la parte española vencieron los independentistas
dominicanos, alzándose con el control de ayuntamientos en las ciudades de
Santo Domingo, del Seybo, Santiago de los Caballeros, San Francisco de
Macorís y las villas del Cotuy, Baní y San Dionisio de Higüey. En medio del
entusiasmo, se dedicaron a deponer a los comandantes militares haitianos en
los pueblos del interior, en tanto que muchos hablaban abiertamente de que el
próximo paso sería la separación de Haití.78 No obstante, las actividades
separatistas fueron delatadas a las autoridades de la ciudad de Puerto
Príncipe por dominicanos pro-haitianos y el nuevo presidente Charles Rivière-
Hérard encabezó la ocupación militar de los departamentos del Cibao y Ozama
con el objetivo de desarticular el movimiento separatista. El 12 de julio,
llegó Charles Hérard a Santo Domingo y detuvo el movimiento revolucionario al
tomar presos a los líderes más visibles y enviarlos a prisión en Puerto Príncipe,
entre ellos Mella y los hermanos Santana (estos llegarían a escaparse antes de
llegar a la capital haitiana). Diecinueve días estaría Duarte oculto del régimen.

Para escapar de la persecución, Duarte, junto con Juan Isidro Pérez y Pedro
Pina, abandonaron la isla de manera clandestina por su conducta insurgente el
2 de agosto. Pasaron por Vieques y Santo Tomás antes de llegar a la ciudad
de La Guaira, en Venezuela. En septiembre, Duarte se reunió con el presidente
venezolano, Carlos Soublette, para solicitar ayuda, pero las promesas de
apoyo de Soublette resultaron vanas. El 15 de noviembre, Vicente y Francisco
Sánchez, le enviaron una carta diciéndole, entre otras cosas, que llevara
armas, que desembarcara en el puerto de Guayacanes en diciembre y que
tuviera cuidado con Mella, a quien calificaban de ambicioso e imprudente.
Durante aquel mes en el exilio moriría su padre.

En diciembre, se trasladó a la Colonia de Curazao y dependencias donde se


reuniría nuevamente con Pina e Isidro Pérez. Mientras estuvo allí, fue atacado
por una fiebre cerebral. En su ausencia, primero Mella y luego Sánchez se
aliarían con el jurista Tomás Bobadilla y Briones, antiguo boyerista y un
poderoso representante de los intereses de la mayoría burguesa que apoyaba
la separación. A finales de febrero de 1844, los rebeldes dominicanos
proclamaron la emancipación del país de Haití, proclamando el Estado
revolucionario llamado República Dominicana.

Durante la República[editar]
Primer regreso[editar]
Véase también: Independencia de la República Dominicana

Regreso de Duarte a la Patria Libre (1944). Obra

de Enrique García-Godoy. Acorde a lo dicho


por Emiliano Tejera en 1894, Duarte es recibido por Portes con el saludo:
«¡Salve Padre de la Patria!» (1944).9 Obra de José Alloza.
El 2 de marzo de 1844, la Junta Central Gubernativa que regía la naciente
república, encabezada por el presidente Tomás Bobadilla, decretaría que
Duarte, Pérez y Pina fueran buscados a la Colonia de Curazao en la goleta-
bergantín Leonor (perteneciente a la casa Rothschild y primer barco que uso la
bandera dominicana en el extranjero), comandada por el almirante Juan
Alejandro Acosta.

El 15 de marzo, Duarte, Pérez y Pina retornaron a la nuevamente capital junto


con el cargamento de las armas que fueron compradas en Curazao. Duarte fue
recibido apoteósicamente. De inmediato, fue designado general de
brigada del Ejército Libertador de la República Dominicana y vocal de la Junta
Gubernativa. A las dos de la tarde, el comandante del departamento de Santo
Domingo, el coronel Sánchez notó que las ventanas de la casa del general
Duarte no tenían banderas; pidió unos velos blancos y él mismo formó unas
banderas con ellos que colocó en las ventanas entre aplausos de todos,
diciendo: «hoy no hay luto en esta casa, no puede haberlo, la Patria está de
plácemes, viste de gala, y Don Juan mismo desde el cielo bendice y se goza en
tan fausto día».

En relación con el transporte de armamento, según el texto Sucesos políticos


1838-1845 (atribuido a Manuel Joaquín del Monte Torralbo), se relata que:
«como se neecsitaban fusiles mandó el Comte. de Armas, uno de los ayutes. a
desembarcarlos, y este no encontró solo una caja la que izo yebar al arsenal, y
al abrirla solo se encontraron fusiles inservibles».10

Varios meses después de que Duarte regresara a su patria, el general de


brigada Pedro Santana, en una proclama en su contra, mencionó lo siguiente
acerca de las armas:11
“con la oferta que nos hizo desde Curazao, de cincuenta mil pesos fuertes y cinco mil fusiles, en
cuya solicitud se despacho un buque mayor, que hizo de costo al erario público un millar de pesos,
con el encargo de transportar tambien su libertada persona. Llega por fin el pretendido héroe al
seno de sus paisanos; a su desembarque, hecho con una pompa extraordinaria por sus afectos, es
proclamado general de brigada; nos disponemos y recibir el tan suspirado socorro, el que consistía,
¡vergüenza da decirlo! en veinte y nueve escopetas compradas con los fondos que se llevaron de
aqui: en cuanto á numerario, claro está que se redujo á. . . . . nada, absolutamente nada.”

Al día siguiente, la Junta nombraría a Duarte como comandante del


departamento de Santo Domingo. Mientras estuvo desempeñando el cargo se
puso la capital en estado defensa.

Choques con la Junta Central Gubernativa[editar]

Duarte y Santana en Sabana Buey.


Tras la derrota de Hérard en la batalla del 19 de marzo propiciada por la
Armada Expedicionaria del Sur comandada por el general Pedro Santana, este
último ordenaría la evacuación de la ciudad de Compostela de Azua donde se
desarrolló el combate, siendo ocupada luego por la tropa de Hérard. El 21 de
marzo, la Junta decidió que además del caudillo del Este debe haber otro oficial
superior que pueda reemplazarlo en caso de falta y que lo ayudara y coopere
con él en la defensa del país. Para dicha misión fue encomendado Duarte,
saliendo al día siguiente acompañado del coronel Pina, jefe de su Estado
Mayor.

El 23 de marzo, en Sabana Buey (Baní), tuvo lugar la entrevista entre Duarte


y Pedro Santana. Duarte propuso atacar por la retaguardia a Hérard
pero Santana le contestaría diciendo que le diría su decisión luego que
consultara con los jefes y oficiales que estaban bajo su mando; estos soldados
querían atacar a Hérard pero sin la presencia de Duarte. El 1 de abril, escribiría
a la Junta quejándose de que no se lanzaba un ataque contra las tropas
haitianas, y tres días después la Junta lo destituiría de sus funciones diciendo
que su presencia era necesaria. El 10 de mayo, expresaría a la Junta su deseo
de dirigirse a Santiago de los Caballeros para la expedición que atravesaría las
villas de Constanza y San Juan de la Maguana para atacar por la retaguardia a
Hérard. Al cabo de cinco días, la Junta le contestataria su solicitud pero le
pediría que permaneciese en sus funciones en la capital.12

El 26 de mayo, en la Plaza de Armas de la ciudad (actualmente Parque Colón),


se realizó una sesión pública de la Junta y que fue abierta por un discurso
de Bobadilla, explicando que era necesario para la república
el protectorado con Francia (proyecto surgido en diciembre de 1843, por los
constituyentes dominicanos en Puerto Príncipe y que la Junta solícito el 8 de
marzo anterior). El proyecto apoyado por Bobadilla y el vicario Tomás de
Portes e Infante contemplaba la cesión perpetua de la península de Samaná a
la nación francesa, a lo que se opusieron el general Manuel José Jimenes,
Valverde y Duarte; la mayoría de la Junta rechazaría el pretendido proyecto.

El 28 de mayo de 1844, el cónsul de la monarquía francesa, Eustache


Juchereau de Saint-Denys enviaría a la Junta otro escrito con los términos en
que debía concebirse el tratado de protección, amenazando con irse del país
junto con sus compatriotas y barcos. La nueva versión del proyecto de
protectorado contenía que Francia le daría al país un préstamo de 3 000 000
de pesos, recibiendo la península de Samaná como garantía del pago de la
suma. En esta ocasión fue aceptado y firmado por la totalidad de la Junta, con
excepción de Duarte; Duarte, al negarse a firmar la solicitud de protectorado,
dimitió de sus puestos de vocal de la Junta y de comandante del departamento
de Santo Domingo. El 31 de mayo, 56 oficiales (de la Guardia Nacional, de los
Estados Mayores de Duarte y José Joaquín Puello Castro, comandante de la
capital) firmaron un documento dirigido a la Junta para que los generales de
brigada Mella, Sánchez y Antonio López Villanueva fueran ascendidos al
empleo de general de división, y mientras para José Joaquín Puello se le
solicitó el de general de brigada. En el documento además se solicita que
Duarte sea elevado a general de división y que se le otorgue el cargo de
comandante en jefe del Ejército Libertador:13
“sea elevado al grado de general de División Comandante en jefe del ejército, y creemos no ser
injusta esta promoción, pues ha sido el hombre que desde muchos años está constantemente
consagrado al bien de la patria, y por medio de sociedades, adquiriendo prosélitos y públicamente
regando las semillas de Separación, ha sido quien más ha contribuído a formar ese espíritu de
libertad e independencia en nuestro suelo, en fin, él ha sufrido mucho por la patria, y su nombre fue
invocado inmediatamente después de los nombres Dios, Patria y Libertad; siempre considerado
como el Caudillo de la Revolución. Verdad es que en el momento del pronunciamiento no estuvo
con nosotros, pero eso prueba que más encarnizada fue la persecución que hubo contra él; el
tiempo de su expatriación lo empleó en solicitar auxilios para la patria, pero necesario era que antes
hubiese un pronunciamiento, y no pudo conseguir lo que anhelaba.”

El único que fue aceptado para un acenso fue Joaquín Puello, sin embargo
algunos seybanos junto a los amigos y partidarios del general de división
Santana, indignados por las solicitudes, se pronunciaron en contra, provocando
que la Junta pospusiera la solicitud de los duartistas. El 1 de junio, Duarte se
reintegraría a la Junta, ahora encabezada por el presidente José María
Caminero y Ferrer, y firmaría la solicitud de protección y reconocimiento de la
independencia por parte de Francia. La nueva solicitud de protectorado francés
ya no incluía la cesión de la península de Samaná a perpetuidad, sustituida por
una ocupación francesa provisional de la bahía de Samaná en caso de ser
necesario.

El 18 brumario del 9 de junio[editar]


Por lo demás, Señor Ministro, en mi manera de
ver, el golpe de estado del 9 de junio es sobre todo
una lucha de personas y de intereses privados más
que un cambio de simpatía hacia nosotros. Han
querido derrocar a los Señores Caminero y
Bobadilla (los dos últimos presidentes de la Junta)
solo para tomar sus posiciones y colocarse a la
cabeza de los asuntos políticos del país en el
momento en que se realizan las negociaciones con
Francia y en consecuencia beneficiarse de esta
posición tan favorable a los intereses de esos
pretendidos patriotas. Todos aquí como en el norte,
desean el protectorado y la intervención de
Francia. Nuestros enemigos mismos comparten
esta manera de ver las cosas, si ellos tuvieran la
seguridad que esto no perjudica en nada sus
proyectos de progreso y sus posiciones personales.
El interés es el único móvil de todas estas
disidencias

—Carta de Saint-Denys a Guizot.14

Secretamente el partido de Duarte y Puello formó una conspiración que daría


un golpe para derribar a la Junta de José María Caminero. Duarte y Puello
contaban con el apoyo de entre 150 a 200 oficiales que habían sido antiguos
esclavos, quienes se convirtieron en su séquito porque creían que su libertad
estaba amenazada por los blancos luego de que los duartistas les dijeran que
los partidarios del protectorado querían vender el país a los franceses y
restaurar la esclavitud.

Los duartistas se vieron en condiciones de dar el golpe, ya que el general de


brigada Ramón Santana, temido por los partidarios de Puello, se encontraba en
estado crítico de salud, y además, el buque de guerra francés Naiade estaba
ausente.

El 31 del junio, en horas de la mañana, Duarte pronunció un discurso ante las


tropas reunidas en el arsenal de la Torre del Homenaje y los oficiales de su
Estado Mayor donde proclamó a Puello como general de brigada y, a su vez,
este proclamó a Duarte como inspector general de las tropas dominicanas;
el general Puello se puso a la cabeza de la ciudad y se trasladó a la Junta al oír
los gritos: «!Abajo Bobadilla! !Abajo Caminero! !Muerte a los traidores! !Muerte
a Delmonte, Javier Abreu, Francisco Ruiz y Báez!».13 El comandante del
departamento de Santo Domingo, Manuel José Jimenes, se decidió que se
presentara ante la Junta para obtener de ella, voluntariamente o por la fuerza,
la ratificación del golpe junto con la expulsión de José Caminero y Bobadilla,
obligándolos al mismo tiempo a la firma de una lista de proscripción. Duarte y
Puello, encabezaron a una veintena de oficiales hacia la Junta y allí en nombre
del pueblo y las tropas, impusieron sus nombramientos, obteniendo, casi sin
resistencia la sanción de todo lo que acababan de hacer.

Este golpe de Estado fue denominado por Eustache de Saint-Denys como «18
brumario dominicano», haciendo referencia al golpe de Estado del 18 de
brumario encabezado por Napoleón Bonaparte en 1799. Esta nueva Junta,
ahora encabezada por el presidente Manuel Jimenes, introduciría a Pérez y
Pina entre sus miembros. Saint-Denys en una carta del 1 de julio dirigida
al ministro de Asuntos Exteriores de Francia, François Guizot, comunicaría que:
«Aunque en apariencia dirigido contra la Francia, el golpe de Estado del 9 en
nada ha cambiado mi posición aquí».14

Pretendiente a la presidencia de la república[editar]


Retrato de Juan Pablo Duarte (1913). Obra de

Luis Desangles. Mella dando un discurso tras el


cual Duarte fue vitoreado (1943). Obra de José Alloza.
La Junta, ahora liderada por el presidente Sánchez, atendiendo a una carta del
comandante en jefe del departamento de Santiago de los Caballeros, el general
Mella, del 18 de mayo anterior, envió a Duarte al Cibao el 18 de junio a
intervenir en las discordias intestinas y restablecer la paz.

El 31 de junio, hizo presencia en la ciudad de Santiago. El 4 de julio, Mella


proclamó a Duarte como presidente de la república, desconociendo la
autoridad de la Junta. Mella comunicaría en una carta a Sánchez: «Llegó mi
deseado y se lo devolveré Presidente de la República Dominicana». Desaprobó
Sánchez las acciones de Mella y del ahora presidente Duarte. Sánchez le
expresaría a Mella: «los febreristas no deberemos dar el triste ejemplo de
semejantes exaltaciones tumultuarias, como quiera que con ello se entronizaría
la anarquía».15 Los duartistas quienes habían atacado anteriormente al general
Imbert consiguieron atraérselo, y las ciudades de Moca y Concepción de la
Vega reconocieron a Duarte como presidente de la nación.

El 11 de julio, Duarte hizo presencia en la ciudad de Puerto Plata donde fue


aclamado igualmente como presidente, y donde daría un discurso abnegado en
el que expresó su gratitud hacia los puertoplateños y su deseo de ver a la
población libre, feliz y en paz:
“Me habéis dado una prueba inequívoca de vuestro amor, y mi corazón agradecido debe dárosla de
gratitud. Ella es ardiente como los votos que formo por vuestra felicidad. Sed felices, hijos de Puerto
Plata, y mi corazón estará satisfecho aun exonerado del mando que queréis que obtenga; pero sed
justos lo primero, si queréis ser felices. Ese es el primer deber del hombre; y sed unidos, y así
apagareis la tea de la discordia y venceréis a vuestros enemigos, y la patria será libre y salva. Yo
obtendré la mayor recompensa, la única a que aspiro, al veros libres, felices, independientes y
tranquilos.”

El día 19, Mella se dirigió a la Junta para lamentar el silencio respecto a sus
solicitudes de ayuda para remediar los males que le amenazaban. Mella
decidió nombrar una comisión compuesta por el coronel Domingo Mayol y el
comandante Juan Luis Franco Bidó, quienes representarían al Cibao y
expondrían ante la Junta las necesidades y demandas de la región, así como la
proclamación de Duarte como presidente. Sin embargo, el Cibao desconocía
los eventos que acontecieron en la capital. El día 12 anterior, el Ejército del Sur
comandado por Santana entró a la capital y fue nombrado Jefe Supremo por el
pueblo y el propio Ejército. Esto cambió la organización de la Junta, que ahora
era encabezada por Santana y contaba con el consentimiento del general
Sánchez, quien no permanecería mucho tiempo junto al presidente Santana.16

Caída y captura[editar]
Mella, convencido de que sería imposible oponerse a Santana y evitar
una guerra civil sin duda desventajosa, propuso la celebración de elecciones
con Santana y Duarte como candidatos a la presidencia y vicepresidencia, pero
Santana rechazó la propuesta. El 28 de julio, Mella fue arrestado al llegar a la
capital. Duarte decidió retirarse a Puerto Plata, donde esperaría la respuesta de
Santana a la propuesta de ser nombrado vicepresidente. En caso de que esta
propuesta fuera rechazada, Duarte tenía la opción de embarcarse al extranjero.

El respaldo que Duarte recibió en el Cibao le fue retirado después que Mella
abandonó Santiago; la Junta destituyó a Mella como comandante en jefe
del departamento de Santiago y a Duarte como su delegado. El general
Francisco Antonio Salcedo, inicialmente leal a Duarte, se mostró remiso ante la
presidencia de Duarte y estaba comprometido con el coronel Pedro Ramón de
Mena en el soporte militar a Santana. Salcedo promovió en Moca y Santiago un
pronunciamiento en las filas del Ejército, desconociendo la proclama
presidencial de Duarte y poniéndose bajo autoridad de la Junta, lo cual fue
secundado por el comandante Bartolo Mejía en Concepción de la Vega y
acogido bajo la influencia de ambos por otros oficiales de los demás pueblos
del Cibao, entre ellos el general López Villanueva en Puerto Plata, donde
Duarte se encontraba.

El 24 de julio, Tomás de Portes, hizo pública una pastoral donde validaba el


régimen de la Junta de Santana y amenazaba con excomunión mayor: «a
cualquiera clase de persona que se mezclase en trastornar las disposiciones
de nuestro sabio gobierno». El día 28, Santana hizo una proclama acusando a
Duarte de ser partidario de incorporar Santo Domingo a Nueva
Granada (basado en suposiciones de Saint-Denys) y le reprocharía su nula
participación en la conformación de la república debido a que se hacia llamar
como «libertador de los dominicanos». Puello e Imbert les retirarían sus apoyos
y se volcarían a Santana.

Duarte siendo llevado al destierro (1979). Obra


de José Alloza.
El 22 de agosto, la Junta declararía como «traidores e infieles a la Patria» a
Duarte, Mella, Sánchez, Pina, Pérez, el capitán venezolano Juan José Illas, los
coroneles Gregorio del Valle y Juan Evangelista Jiménez, siendo destituidos de
los cargos que ejercían y condenados al destierro perpetuo. Sin ningún amparo
militar o social, Duarte y Pérez, quienes estaban errantes en los bosques
de Cabarete, fueron hechos prisioneros por Pedro de Mena el 27 de agosto y
posteriormente fueros llevados por el capitán sardo Juan Bautista Cambiaso en
la goleta Separación Dominicana a la capital para su posterior expulsión del
país.16 El 2 de septiembre de 1844, llegaría a la capital con altas fiebres que
contrajo en la Fortaleza de San Felipe mientras se encontraba en prisión a la
espera de su traslado.14

Estadía en Europa y Venezuela[editar]


Segundo exilio[editar]
El 10 de septiembre de 1844, fue enviándo al exilio a la Ciudad Libre y
Hanseática de Hamburgo. Tras una breve estancia en Hamburgo, el 30 de
noviembre Duarte se trasladó a La Guaira.

En febrero de 1845, estando en la ciudad de Caracas, recibió la noticia del


fusilamiento de María Trinidad Sánchez. Asumiéndose culpable de esta
muerte, y rechazando la idea de alentar una guerra civil. El 19 de marzo, fue
expulsada casi toda la familia Duarte de Santo Domingo. Duarte desapareció
de la vida pública, internándose en la selva venezolana. Después de escribir su
libro La cartera del Proscripto se radicó en la ciudad de Angostura
(actual Ciudad Bolívar), perdiendo todo contacto con amigos y familiares por
más de quince años. Por esos años del exilio, el entonces presidente
dominicano Jimenes decretaría en 1848 una amnistía para los exiliados
(Bobadilla, Juan Jiménez, Sánchez, Mella, Pérez, Pina, Duarte y su hermano
Vicente); Duarte no se acogería a la amnistía. En 1860 el ministerio de
Relaciones Exteriores dominicano derogaría la expulsión de la familia Duarte.

Lucha por la Restauración[editar]


Reaparición a la vida pública[editar]
En 1861, debido una vez más a las invasiones haitianas, el desorden interno, y
problemas de Gobiernos pasados, Santana reincorporó a la nueva nación a
la nación española para volverse de nuevo la Provincia española de Santo
Domingo (etapa conocida como la anexión a España). Por esta acción, en
marzo del año siguiente, el ahora gobernador y capitán general de Santo
Domingo, Santana, fue galardonado por la reina Isabel II de España con el
título del marquesado de las Carreras. Los únicos mandatarios extranjeros que
se opusieron a la soberanía española en Santo Domingo fueron Ramón
Castilla del Perú y Fabre Geffrard de Haití. En 1862, Duarte tras recibir la
noticia de la anexión de Santo Domingo y el fusilamiento de Sánchez,
reapareció en Caracas en medio de la guerra federal. En agosto de 1863, se
produjo en el Cibao el grito de Capotillo que dio inicio a la guerra de la
restauración. La revolución se extendió por varios puntos de la isla, y en
septiembre, después de que los rebeldes lograran la rendición del gobernador
de Santiago, Manuel Buceta, se proclamó la independencia de la nueva
república. Se estableció un Gobierno Provisional liderado por el general José
Antonio Salcedo Ramírez. En diciembre de ese mismo año, el general Mariano
Díez, tío de Duarte y veterano de la guerra de independencia de Venezuela y
la guerra federal, llegó desde Santo Domingo y le entregó una proclama
enviada por Pina, titulada Llamamiento de los dominicanos a sus hermanos
de Sur América, que expresaba la solidaridad con Hispanoamérica.

Falcón tuvo simpatía por la causa de la


restauración y aprobaría dotar a los independentistas materialmente.
El 16 de enero de 1864, tuvo lugar una cita personal entre Duarte con el
presidente Juan Crisóstomo Falcón Zavarce y el vicepresidente Antonio
Guzmán Blanco. Juan Crisóstomo Falcón le dijo que el erario público
venezolano estaba agotado tras los cinco años de guerra civil que acababa de
terminar, pero que alguna cantidad, aunque sea modesta, podría el Gobierno
destinar a la causa. El Gobierno venezolano le entregaría a Duarte la suma de
1 000 pesos.

Segundo regreso[editar]
Véase también: Guerra de la Restauración

Retrato de Duarte en el Museo Nacional de


Nacional de Historia y Geografía de Santo Domingo.
A principios de marzo de aquel año, Duarte partió en una expedición desde La
Guaira con cuatro compañeros (Candelario Oquendo, Manuel Rodríguez Objío,
su hermano Vicente y Mariano Díez) con destino a las islas Turcas (Reino
Unido), a bordo una goleta fletada neerlandesa Gold Munster, y desde allí para
regresar a su patria. Durante ese viaje fueron perseguidos por el vapor
español África hasta llegar a aguas británicas. Luego de abandonar las islas
Turcas, se dirigiría a Cabo Haitiano. El entonces gobernador y capitán
general español, Vargas, vendría a tener constancia del viaje de Duarte.

El 25 de marzo, Duarte desembarcó en la ciudad de Monte Cristi, habiendo


aparecido en el suelo de su patria por primera vez desde su destierro por la
Junta en 1844. Se puso a las órdenes del Gobierno en armas dominicano de
Santiago. Habiéndose reunido con el general Benito Monción, jefe de
operaciones en Monte Cristi, siguió rumbo a Guayubín, donde se reunió con su
ex socio, el ahora vicepresidente Mella. Para ese entonces, Mella ya estaba
gravemente enfermo y postrado en cama. El 28 de marzo, Duarte expresó sus
deseos de ponerse al servicio del Gobierno Provisional, al igual que en
Santiago de los Caballeros directamente, a donde llegó el 4 de abril. Parecía
que los principios de conflicto interno entre sus representantes individuales
estaban germinando en el bando revolucionario y su presencia no era muy
deseable. En ausencia del presidente José Antonio Salcedo Ramírez, quien
estaba en campaña, Duarte y sus compañeros fueron recibidos por
representantes del Gobierno, a quienes Duarte explicó sus actitudes a favor de
la causa en Venezuela. Sin embargo, a pesar de su deseo de establecer
contactos en la nueva República Dominicana y las repúblicas
hispanoamericanas, Duarte no quería salir como diplomático. Él mismo había
propuesto acreditar al médico y político Melitón Valverde como representante
en el respectivo país.

El 14 de abril, el haitiano Alfred Deetjen, quien era ministro de Relaciones


Exteriores y de Hacienda, le informó de su nombramiento como diplomático en
Venezuela. Duarte resistió la decisión del Gobierno apelando a su delicada
salud, pero en realidad se preparaba para visitar a José Antonio Salcedo en su
campamento y ofrecerle su participación en la campaña bélica. Sus posiciones
cambiaron luego de recibir un ejemplar del Diario de la Marina, editado en La
Habana (Cuba), que decía entre otras cosas:17
“Precisamente habrán querido Benigno Rojas y los dos o tres jefes menos ignorantes de la rebelión
sacar gran partido para con los suyos de este incidente personal, y se pretenderá dar a Duarte la
significación de un grande hombre capaz de hacer milagros. Resultado indefectible: que el
Presidente Pepillo Salcedo, Polanco, el generalísimo y los no menos
generalísimos Duperón y Mondón, no querrán ceder la preeminencia que hoy tienen entre los
suyos, y verán de reojos al recién venido, a quien considerarán como a un zángano perezoso que
viene a libar la miel elaborada por ellos. (...) La llegada de Duarte entre esa clase de gente, puede
asegurarse, por consiguiente, como una nueva causa de complicación y disolución que surge entre
los rebeldes, ya profundamente desmoralizados por sus propios desórdenes.”

Ministro Plenipotenciario en Venezuela: nuevo exilio[editar]


El 7 de junio, Duarte y Valverde fueron enviados como cónsules al exterior con
el objetivo de recolectar fondos para la causa separatista por parte de los
Gobiernos de los Estados Unidos de Colombia, Perú y Venezuela. La
designación de Duarte y Valverde en los tres países sudamericanos
mencionados había recaído en el ahora vicepresidente por el reciente
fallecimiento de Mella, Ulises Espaillat, y Máximo Grullón, el nuevo ministro de
Relaciones Exteriores. Esta misión terminó por convertirse en otra especie de
exilio, aunque no se puede afirmar que esa fuera la intención del Gobierno
Restaurador. Recorrió el territorio de Haití, condicionado tal rumbo ya por el
bloqueo de las costas del Cibao por barcos españoles y por la toma española
de Monte Cristi realizada por el nuevo capitán general José de la Gándara en
mayo. Habiendo zarpado desde la costa haitiana, en Santo Tomás se encontró
con Valverde, y juntos continuaron a Curazao. Duarte envió delante a Valverde
hacia Caracas.

Estando ausentes los dos jefes supremos venezolanos, en la capital la


presidencia interina la ocupaba el general José Desiderio Trías, un amigo de
Duarte, al igual que era el ministro de Guerra y Marina, Manuel Ezequiel
Bruzual. Desde Curazao, y mediante Valverde, Duarte envió cartas de
presentación ambos. En Caracas surgió una disputa que había tenido lugar
entre José Desiderio Trías y el general Bruzual, y que culminó con la
deposición de este último y su arresto por orden del Gobierno. Valverde se
encontró entre los partidarios de Bruzual. Duarte, quien poco después llegó a
Caracas y visitó a Desiderio Trías, se disculpó por las actitudes expresadas por
su compañero, solicitando, al mismo tiempo, el reconocimiento y la pronta
asistencia de Venezuela para la independencia dominicana. Trías en referencia
a las posiciones expresadas por Valverde, manifestó el cuidado del Gobierno
venezolano de no empeorar las relaciones con la corona española. La misión
de Duarte tuvo una campaña de prensa favorable por la ayuda del periódico El
Federalista. La situación en Venezuela, devastada por la guerra civil anterior,
no prometía mucho éxito en las gestiones para obtener ayuda material, sin
embargo, bajo la influencia de las actividades de Duarte, en Caracas y
alrededores pronto se instalaron dos juntas de recaudación en beneficio de la
restauración.

El 20 de agosto, Antonio López Ceballos, el encargado de negocios español en


Venezuela presentó al ministerio de Relaciones Exteriores venezolano un
exhorto del fiscal de la Comisión Militar de Santo Domingo. Dicho exhorto
solicitaba una investigación sobre Duarte y Rodríguez Objío basada en el
interrogatorio adjunto. El Gobierno venezolano, reconociendo la independencia
de la República Dominicana y buscando evitar conflictos con España,
respondió el 13 de octubre a través de su ministro de Relaciones Exteriores,
rechazando la petición. Sin embargo, el encargado de negocios español
decidió apelar a su amistad con el nuevo encargado del poder
ejecutivo Interino, Guzmán Blanco, enviándole una carta el 7 de noviembre. En
la carta, argumentaba que la solicitud de investigación no implicaba el
reconocimiento de la jurisdicción española en Santo Domingo, ya que
consideraba que dicha jurisdicción era un hecho establecido. Esta vez, la
petición del diplomático español fue exitosa, lo que complicó la misión de
Duarte en la capital venezolana. Por recomendación del nuevo ministro de
Exteriores, el asunto fue remitido al juez de primera instancia de Caracas. El 17
de noviembre, Duarte compareció ante el juez y fue interrogado. Entonces, el
humillado representante dominicano envió a Valverde a Santo Domingo con los
recursos adquiridos en Venezuela.

En el mismo mes, Duarte se encontró inesperadamente con Oquendo en Coro.


Durante su encuentro, Duarte recibió la noticia desfavorable para él, del cambio
violento en la dirección restauradora en la isla, que resultó en el derrocamiento
de José Salcedo. Se le presentó el derrocamiento de Salcedo como la
«salvación de la República». Salcedo, quien estaba llevando a cabo
negociaciones de paz con De la Gándara, fue acusado de derrotismo y era
partidario declarado del expresidente Buenaventura Báez (ascendido por Isabel
II a mariscal de campo de los reales Ejércitos), a quien el general
Luperón consideraba como un «enemigo de la patria». Estos eventos
desencadenaron un movimiento golpista liderado por el generalísimo Gaspar
Polanco, que culminó con el derrocamiento de Salcedo y su posterior
ejecución. En enero de 1865, regresó a Caracas y se reunió con Guzmán. Este
último, a pesar del mandato de Falcón de proveer a Duarte de fondos para la
lucha por la independencia dominicana, rechazaría tales medidas alegando la
debilidad de la economía venezolana y solo después otorgó 300 pesos. Si
anteriormente los actos de Valverde habían influido de alguna manera en las
posiciones de la dirigencia venezolana con la misión dominicana, ahora
Oquendo era considerado enemigo político del general Guzmán y el mariscal
Falcón.
El 7 de marzo, Duarte rechazó la confirmación como representante en
Venezuela enviada por el Gobierno del presidente dominicano Gaspar
Polanco (se encontraba derrocado desde enero), alegando que desde el
derrocamiento de Salcedo sus funciones concluyeron, sin embargo no
abandonaba la causa de la restauración. En sus propias palabras, expresó:
«Esto no obstante no he dejado ni dejaré de trabajar en favor de nuestra Santa
Causa haciendo por ella como siempre más de lo que puedo, y sino he hecho
hasta ahora todo lo que debo y he querido, quiero y querré hacer siempre en su
obsequio, es por que nunca falta quien desbarate con los pies lo que yo hago
con las manos». El 3 de mayo de 1865, el Gobierno español del Partido
Moderado, liderado por el duque de Valencia, logró anular la anexión de Santo
Domingo. Como resultado, todas las tropas españolas abandonaron el país en
julio. Sin embargo, la República Dominicana no pudo encontrar estabilidad
política duradera y se vio envuelta en una serie de golpes de Estado y guerras
civiles.17

Últimos años, muerte, legado y honores[editar]

Única foto conocida de Duarte. Tomada por el


fotógrafo venezolano Próspero Agustín Rey Medrero en Venezuela, en 1873.
Estatua de Duarte en el Altar de la Patria (Santo
Domingo).
A Duarte le fue ofrecida una pensión honorífica que fue incumplida y se quedó
a vivir en Venezuela, donde fue bien recibido junto a su familia, subsistiendo de
ingresos provenientes de una fábrica de velas. En 1875, a pesar de que el
presidente dominicano Ignacio María González le pidió que regresara e
igualmente lo hizo Luperón, no obstante Duarte se sintió a gusto en
Venezuela.18 Duarte se quedó a vivir con su familia en la ciudad de Caracas
hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1876.

Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884 por el Gobierno


de Ulises Heureaux, quien lo declaró Padre de la Patria junto a Sánchez y
Mella. En 1944, los restos de los tres héroes nacionales fueron sepultados en
el Altar de la Patria, donde se encuentran hoy en día.

Estatua de Duarte realizada por Nicola Arrighin


en Duarte Square (Sexta Avenida, Greenwich Village, Manhattan).
Duarte sentó las bases para el advenimiento de una República que como
estado democrático garantizara la igualdad de oportunidades y la libertad de
sus ciudadanos.

Los viajes de estudios que realizó a Europa en su adolescencia lo pusieron en


contacto con los ideales liberales de la Revolución Francesa, lo que influyó
mucho en sus actitudes posteriores en las luchas independentistas. Una de sus
frases más emblemáticas fue sin lugar a dudas ¡Vivir sin patria, es lo mismo
que vivir sin honor! Se le atribuye, además, ser un precursor del teatro
dominicano, mediante la promoción de eventos teatrales a través de
sociedades como "La Filantrópica" y "La Dramática", con obras alusivas al ideal
de libertad de los dominicanos. El Pico Duarte, la montaña más alta
del Caribe y otros lugares de interés llevan su nombre. Su casa natal fue
convertida en un museo. En la misma vivió la familia Duarte-Díez desde su
llegada a Santo Domingo hasta su exilio.

En 1945, la ciudad de Nueva York dedicó una plaza a Duarte (Duarte Square)
en la esquina de la Sexta Avenida y Canal Street, dentro del barrio de
Greenwich Village. El 26 de mayo de 1977, anticipándose al 165 natalicio del
prócer, se desvelo una estatua del escultor italiano Nicola Arrighin, sufragada
por el consulado dominicano de la ciudad, de Duarte. La estatua de bronce
mide cuatro metros (13 pies) y es sostenida por un pedestal de dos metros y
medio (ocho pies).19 En Union City (Nueva Jersey), una ciudad colindante con
la ciudad de Nueva York, existe un parque llamado Juan Pablo Duarte
Square en su honor. El 26 de enero de 1978, en el 165to. del nacimiento de
Duarte, el Consulado dominicano en esa ciudad, erigió una estatua en el
mismo parque. En el 2000, el alcalde de Nueva York de ese entonces Rudolph
Giuliani firmó un proyecto de ley agregando el nombre Juan Pablo Duarte
Boulevard a la St. Nicholas Avenue, designando el tramo de la Décima
Avenida y West 162nd Street hasta la intersección de West 193rd Street y Fort
George Hill. El 24 de febrero de 2011, en conmemoración del 167mo.
aniversario de la Independencia Nacional de la República Dominicana, fue
inaugurada una estatua suya en el Jardim do Campo Grande, frente a las
instalaciones de la embajada de la República Dominicana en Lisboa.20El 26 de
enero de 2013 se celebró el bicentenario de su nacimiento.

Vida privada[editar]
La vida personal de Duarte hasta la fecha es tema de discusión. Se sabe que
fue un poeta seguidor del Romanticismo. También solía tocar la guitarra,
el piano y la flauta; además practicaba esgrima.

Durante su juventud Duarte mantuvo varias relaciones amorosas. La primera


relación la sostuvo con María Antonia Bobadilla, la cual terminó años después
por razones desconocidas. Años después, Duarte se enamoró de Prudencia
“Nona” Lluberes, descendiente de catalanes con quien llegó a formalizar una
relación que se vio interrumpida debido a su destierro y su posterior
padecimiento de tuberculosis. Las fechas en las que Duarte mantuvo estas
relaciones no se conocen, dada la imprecisión sobre su vida privada y a los
últimos años de su vida en el exilio. También algunos historiadores certifican
que tuvo un hijo durante su estadía en Venezuela con una mujer llamada
Marcela Mercedes.21

Controversias[editar]

Busto de Duarte en el Parque Roger


Williams (Providence, Rhode Island).
En torno a la figura de Duarte se han generado diversas controversias y teorías
conspirativas, promovidas principalmente por grupos minoristas anti-duartianos
y promotores de la unificación de la isla Española y sus dos países: Haití y
República Dominicana. En ninguno de estos casos de controversia o de teorías
conspirativas se tiene ningún sustento histórico y por el contrario, se tienen
referencias irrefutables en la mayoría de los casos lo que convierte en una
tarea fácil desmontar estas ideas erradas y mal infundadas. Aquí se enumeran
una breve lista de los sucesos "controvertidos" más relevantes y sus
respectivas explicaciones históricas. Duarte se encontraba en el exilio en 1844,
justo en el momento de proclamar la independencia dominicana, por lo que
algunas personas afirman que este no merece ser incluido como uno de
los Padres de la Patria.22 El catedrático de la Universidad Autónoma de Santo
Domingo, Alejandro Paulino Ramos, quien además es miembro de
la Academia Dominicana de la Historia argumentaría diciendo "Si salió del país
fue porque se tenía como cierto que, de ser apresado, el movimiento podía
fracasar", dando a entender que Duarte utilizó su viaje a Curazao en ese
momento como estrategia y no por cobardía como se insinuó.22

Durante cincuenta años posteriores a la Independencia de la República


Dominicana y de los sucesos posteriores como la Guerra de la
Restauración existió un acalorado debate sobre quién o quiénes deberían de
considerarse como "padres de la patria", "padres fundadores" o los líderes de
la independencia. No se lograba un consenso entre los principales líderes Juan
Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella sobre cuál
de los tres debía de considerarse como el líder de la gesta independentista,
inclusive estos debates escalaron a conflictos armados. En vista de la situación
y con la intención de terminar el debate de una vez y por todas el
presidente Ulises Heureaux proclamó el 11 de abril de 1894 una ley aprobada
en el Congreso Nacional mediante la resolución 3392 que establecía que los
padres de la patria eran "Duarte, Sánchez y Mella" poniendo fin a cincuenta
años de acalorados e intensos debates.23

En los últimos años grupos radicales anti-independentistas y a favor de la


unificación de República Dominicana y Haití2425 que buscan la unificación de la
República Dominicana con la Haití26 han desarrollado una campaña buscando
generar controversias en torno a las figuras de los padres de la patria
dominicana y las gestas de independencia, restauración y otras luchas
sociales.

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