Quijano - El Trabajo Al Final Del Siglo XX
Quijano - El Trabajo Al Final Del Siglo XX
Quijano - El Trabajo Al Final Del Siglo XX
De la Dependencia Histórico-Estructural
a la Colonialidad/Descolonialidad
del Poder
Quijano, Aníbal
Cuestiones y horizontes: de la dependencia histórico-estructural a la
colonialidad/descolonialidad del poder / Aníbal Quijano; selección a cargo
de Danilo Assis Clímaco; con prólogo de Danilo Assis Clímaco. - 1a ed. -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO, 2014.
860 p. ; 20x20 cm. - (Antologías)
ISBN 978-987-722-018-6
1. Sociología. I. Assis Clímaco, Danilo, ed. lit. II. Assis Clímaco, Danilo,
prolog. III. Título
CDD 301
1. La clasificación social básica y universal de 3. La división del globo entre regiones identi-
la población mundial sobre la base de la idea ficadas, primero según su lugar en la colo-
de “raza”. Esta idea y sus efectos en las re- nialidad del poder, blancos / europeos, do-
laciones de poder son un producto de la do- minantes y los de color, dominados; segun-
minación colonial. En consecuencia, dicha do, según su lugar en la estructura mundial
clasificación social tiene carácter colonial y del capitalismo, entre centros imperiales y
es un elemento de colonialidad en el poder. regiones dependientes. Y, tercero, en torno
Impuesta sobre la totalidad de la población de Europa como la sede del control central
del mundo, constituye la primera forma glo- sobre el conjunto de esa estructura mundial
bal de dominación social. de poder.
2. La formación de una estructura de control 4. El eurocentrismo como la perspectiva domi-
del trabajo, de sus recursos y productos, nante de intersubjetividad y de conocimiento.
que articuló a todas las formas histórica-
mente conocidas (esclavitud, servidumbre, Dicho de manera breve, tal patrón de poder fue
pequeña producción mercantil indepen- desde el comienzo, mundial, capitalista, eu-
diente, reciprocidad y salario) en torno de rocentrado, colonial-moderno2. Esa especifica
y bajo el predominio de la relación capital- configuración de poder implicó la constitución
salario (en adelante, capital) y del mercado de un mundo nuevo, propio. Dado el carácter
mundial. Por el lugar central y dominante de sus ejes fundamentales, sus tendencias cen-
del capital en esa estructura, ésta admitió, trales implicaron desde el comienzo al conjun-
en lo fundamental, un carácter capitalista y to de la población del planeta. En ese preciso
fue impuesto sobre todo el mundo. De ese
modo, se constituyó un nuevo patrón de ex-
plotación: el capitalismo mundial. Y puesto 2 Una discusión detenida de esto en: Quijano, Aníbal
que se trata de una estructura de control 2000 “Colonialidad del poder, eurocentrismo y Améri-
sobre todas las formas de trabajo y que así ca Latina” en Lander, Edgardo M. (comp.) 2000 Colo-
afecta a la totalidad de la población mun- nialidad del saber, eurocentrismo y ciencias sociales
(Buenos Aires: UNESCO / CLACSO). Versión en inglés
dial, también se trata de la primera forma
en: NEPANTLA (Durham: Duke University) Vol. 1, N°
global de explotación social. 3, 2000.
El trabajo al final del siglo XX 265
sentido fue “global” desde la partida. Es decir, riales y simbólicos, son más rápidos y eficaces
se ha movido históricamente siempre y de que nunca antes, que abarcan o pueden abarcar
modo necesario como conjunto, aunque dada todo el planeta al mismo tiempo y que han cam-
su heterogeneidad histórico-estructural, sus biado nuestras formas de percibir el tiempo y
procesos específicos hayan afectado la vida co- el espacio, así como nuestra propia ubicación
tidiana de la población del mundo, sobre todo respecto de ellos y de las demás gentes.
en su inmediatez, de modo discontinuo y diver- El mundo humano parece, pues, no sólo ha-
so. Por eso, las relaciones entre el carácter glo- berse encogido, sino integrado dentro de un
bal de la configuración de poder y de su movi- mundo único, con una única economía, una
miento histórico, de una parte y la percepción única política, una única sociedad, con una
de las gentes implicadas, de la otra, han sido, única cultura. Aunque sobre esta última ya está
necesariamente, discontinuas. No todas las difundida la idea de la “multiculturalidad”, esta
gentes, ni siempre, han estado en condiciones categoría parece referirse, principalmente, a
de percibir la globalidad del patrón de poder, ni aspectos laterales, hasta externos a los otros,
su lugar o sus relaciones dentro de él. Ahora, sobre todo a la economía. Por eso, esas otras
en el tramo final del siglo, es diferente, todo el dimensiones de la existencia social y del po-
mundo, virtualmente, habla de la globalización. der no están en cuestión. Lo que sí lo está es
¿Qué es, pues, lo que ha llevado al cambio de la identidad. En otros términos, pareciera que
tales relaciones, en particular de la percepción todos somos parte de un poder mundial único
de las gentes? e integrado de modo sistémico, esto es globa-
Hay un virtual consenso acerca de que el fac- lizado. Y todo eso sería consecuencia natural
tor de mayor impacto es la creciente velocidad de la tecnología existente. Esa perspectiva no
en la comunicación y en la información y de es inexacta en todo, pero tampoco está libre de
que son los medios tecnológicos disponibles riesgos. Veamos algunos de los principales:
los que la producen. Y es cierto, obviamente,
que los medios tecnológicos para la comunica- 1. Esa imagen implica, primero, que la globali-
ción, el transporte, la producción y circulación zación ocurre como los fenómenos naturales,
de información y de conocimiento, en fin para esto es, sin que las gentes puedan intervenir
la producción y circulación de objetos mate- en ellos para controlarlos y son en ese senti-
266 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
do inevitables, es decir, respecto de ellos las 3. Desde ese punto de vista la Historia no es lo
decisiones de las gentes no cuentan mucho. que las gentes hacen y deciden hacer, sino
Para muchos, pues, se trataría de algo dado, algo que opera por encima de ellas un ma-
sobre lo cual no hay, o no caben, sino algunas crosujeto, como el Destino o la Providencia,
preguntas puntuales y factuales, y que puede y que se realiza conduciendo la existencia
ser usado, y de hecho lo es, para explicar casi y la historia de la especie. No es sorpren-
todo lo más importante de lo que hoy ocurre dente, pues, que mucha gente admita que la
en el mundo que habitamos y que nos habita. globalización es algo así como un fenómeno
2. La idea de que es virtualmente total la inte- natural, que escapa por lo tanto a cualquier
gración del patrón de poder emergido con posibilidad de control o de intervención hu-
la constitución del capitalismo, de América mana y respecto del cual, en consecuencia,
y de Europa, ha dado lugar al reingreso de no cabe otra cosa que adecuar la conducta,
una vieja idea eurocéntrica: puesto que toda los fines, los proyectos individuales y colecti-
la población del mundo está ahora, por fin, vos, o resignarse a ser simplemente víctimas.
integrada dentro de un mundo histórico- 4. Por fin, la globalización implicaría una inte-
cultural único, configurado según el patrón gración del mundo y del poder tan completa
eurocéntrico (el dominio del mercado, de las y sistémica como la de un machihembrado,
instituciones políticas liberales y del pensa- una suerte de maquinaria o de ensamblaje
miento racional), la humanidad habría alcan- sin fisuras, ni resquicios y del cual, en conse-
zado sus metas históricas. Eso implicaría que cuencia, no habría como escapar, ni tendría
la Historia ha llegado a su plena realización. sentido pretenderlo.
En adelante, no habría más razones para de-
sear, buscar o esperar cambios históricos
fundamentales. Este mundo globalizado tie- dre Kojève, en Francia, después de la Segunda Guerra
ne, pues, carácter ahistórico. En ese sentido, Mundial. Y ganó audiencia mundial, junto con la impo-
habríamos llegado al “fin de la Historia”3. sición del neoliberalismo, por Francis Fukuyama y su
célebre artículo “El fin de la Historia”. Sobre este deba-
te ver mi texto: “¿El fin de cuál Historia?” en Análisis
3 La propuesta original es de Hegel (Lecciones sobre político (Bogotá: Instituto de Estudios Políticos e Inter-
la Filosofía de la Historia). Fue retomada por Alexan- nacionales - UNC) N° 32: 27-32, sept.-oct., 1997.
El trabajo al final del siglo XX 267
Por supuesto, esa es una visión mistificato- mal, y además ver cosas que obviamente no
ria, ya que la historia como algo producido habíamos visto realmente. Y esto es no sólo
por las acciones de las gentes queda oscure- importante, es en verdad decisivo porque tie-
cida. Eso impide percibir, precisamente, las ne que ver con la perspectiva de conocimiento
gentes, sus acciones, sus relaciones y los pro- misma, no solamente con la percepción pun-
cesos en que toman parte. Entre otras cosas, tual de los fenómenos con los cuales vamos a
lo que ha ocurrido y ocurre hoy con las rela- trabajar. Todos necesitamos tener en cuenta
ciones de poder. De hecho el poder está fuera este cambio de perspectiva en el punto mismo
de cuestión en la imagen dominante acerca de partida de nuestra conversación sobre la
de la globalización. cuestión del trabajo.
En fin, la globalidad inherente al patrón de
poder vigente ha terminado imponiéndose a la
percepción de la población implicada, pero al La crisis de las relaciones de
costo de profundas distorsiones acerca de los trabajo en el capitalismo
otros rasgos fundantes de tal estructura de po-
der. Con todo, el hecho de que dicha globalidad Quisiera comenzar explorando la signifi-
sea hoy globalmente percibida, tiene decisivas cación que tiene o puede tener un dato que
implicaciones. todos aquí, probablemente, conocemos. La
Más allá de lo que cada uno piense sobre estimación estadística más difundida es que,
la globalización, hay algo que me parece muy a fines del siglo XX, había en el mundo aproxi-
importante: su debate nos ha obligado a to- madamente 800 millones de desempleados.
dos a volver a mirar el mundo en su conjun- Esta es una estimación conservadora, ya que
to; es decir, abrir de nuevo, volver a elaborar solamente cuenta los que ahora buscan tra-
una perspectiva global de este mundo y de bajo asalariado y no lo encuentran, y no a los
su especifico patrón de poder. Eso, sin duda, que ya no lo buscan o nunca lo han buscado.
nos está permitiendo ver cosas nuevas. Pero ¿Qué indica o podría indicar esta infor-
lo que es igualmente importante, es que nos mación? Los economistas han acuñado la
está permitiendo ver de otro modo cosas que idea de “desempleo estructural”, como ad-
antes habíamos visto, quizás, parcialmente o misión empírica de que el creciente desem-
268 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
pleo mundial no es una situación coyuntural del trabajo, está ya relativamente difundida,
que podrá ser sobrepasada cuando se arre- aunque no realmente discutida, con autores
gle la situación, sino, por el contrario, una como Jeremy Rifkin4 en Estados Unidos o
nueva tendencia de la estructura mundial Dominique Meda5 en Francia, entre los más
de las relaciones capital-trabajo, un rasgo conocidos.
inherente a las condiciones del sistema ca- ¿Por qué la idea del fin del trabajo? En pri-
pitalista de este momento y del futuro. Y, en mer lugar, da cuenta de que en nuestras cabe-
consecuencia, que la tradicional propuesta zas, en las cabezas de buena parte de nosotros,
de “pleno empleo” bajo el capitalismo, sea se ha establecido una equivalencia, una sino-
en el centro o en la periferia, debe ser final- nimia, entre la idea de trabajo asalariado y la
mente abandonada. idea general del trabajo. Así, en nuestro lengua-
De otro lado, ya no es tan marginal como je corriente decimos “estoy sin trabajo”, o que
hace veinte o veinticinco años la percepción alguien “no tiene trabajo”, cuando queremos
de que, cuanto más altos los niveles tecnoló- decir: “no tengo empleo asalariado” o que al-
gicos en la estructura de acumulación y de gún otro no lo tiene. Eso significa que hacemos
apropiación de la economía contemporánea, sinónimos el empleo asalariado con la idea ge-
la presencia de la fuerza viva de trabajo in- neral del trabajo.
dividual tiende a disminuir, de manera que ¿Por qué ocurre así? En verdad, esta es una
en los máximos niveles es, probablemente, indicación de la presencia de la lógica del ca-
no significativa. Si esto no es la expresión pitalismo en nuestro modo de pensar y espe-
de una situación coyuntural, sino de una cíficamente de una de sus particulares formas,
tendencia estructural que se desarrollará lo que llamamos la perspectiva eurocéntrica
conforme lo haga la tecnología respectiva, de conocimiento y de producción del conoci-
es inevitable admitir que se trata de una ten- miento. Unas de las características de esa pers-
dencia global de continuada declinación del
trabajo asalariado.
4 Rifkin, Jeremy 1994 El Fin del Trabajo (Buenos
Como sabemos, esas tendencias ya han Aires: Paidós).
dado lugar a la idea de que el trabajo mis-
5 Meda, Dominique 1995 Le travail, une valeur en
mo está tocando a su fin. Esta idea, la del fin voie de disparition (París: Flammarion).
El trabajo al final del siglo XX 269
nal, la pequeña producción mercantil y la reci- con diferencias de ritmo y de calendario según
procidad. Pero, obviamente, no se reproducen los lugares, en el único patrón de clasificación
como “modos de producción pre-capitalista”. social correspondiente a las relaciones capital-
Todo lo contrario, son el producto de las ac- salario, y que por lo tanto tendríamos tarde o
tuales tendencias del capitalismo mundial, de temprano a todos convertidos sea en traba-
su tendencia de “desocupación estructural”. jadores asalariados, en sectores medios o en
Los trabajadores obligados a vivir en el mer- burguesía. Muchos han insistido, sin embargo,
cado, pero que no consiguen vender su fuerza en que no desaparecían los campesinos, y que
de trabajo, se ven también forzados a aceptar ese fenómeno se había mostrado intratable en
cualquier forma de explotación para sobrevi- esa teoría del capitalismo y de sus clases so-
vir, inclusive la esclavitud. Paralelamente co- ciales (Teodor Shanin los llamó, por eso, la
mienzan a reproducirse las redes de esclavis- “clase incómoda”7).
mo de gentes, como la frontera entre Estados Sin embargo, si existen 200 millones de es-
Unidos y México, en el Sur Oeste, o en el Sur clavos, si la servidumbre personal está de re-
de Estados Unidos, o en la Cuenca Amazóni- greso, si la pequeña producción mercantil es
ca, lo que significa que se reproduce también ubicua mundialmente, ya que es el elemento
la ética social correspondiente. Dadas esas central de lo que se denomina “economía infor-
condiciones, no puede ser arbitrario señalar mal”, si la reciprocidad, es decir, el intercambio
una vinculación entre estas tendencias y las de trabajo y fuerza de trabajo que no pasa por
limitaciones crecientes a la presencia de la el mercado, están en proceso de re expansión,
fuerza de trabajo individual mercantilizada, entonces tenemos la obligación teórica e his-
en los niveles tecnológicamente más avanza- tórica de preguntamos, si por lo tanto hay algo
dos de la estructura mundial de acumulación. que no habíamos visto bien en esta idea de que
Eso contradice una de las ideas más difun- el capitalismo generaba tal único patrón de
didas que hemos manejado virtualmente todos clasificación social y creo que la conclusión es
durante este último siglo ¿no es verdad? Creo
que todos podemos admitir esto. Nos había-
7 Shanin, Teodor 1972 The Awkward Class. Political
mos acostumbrado a pensar que el capitalismo
Sociology of Peasantry in a Developing Society:
entubaba al conjunto la población del mundo, Russia, 1910-1925 (Londres: Oxford University Press).
El trabajo al final del siglo XX 271
inevitable: esta idea era básicamente errónea encontraríamos en América Latina y ahora en
porque nunca ocurrió así y porque, con toda el mundo entero? De nuevo, probablemente las
probabilidad, nunca ocurrirá así. Y creo que siguientes cosas, pero probablemente ya en el
América Latina es un excelente ejemplo para siguiente orden: salariado, pequeña producción
mostrar que así no fue nunca. mercantil, servidumbre personal, esclavitud y
reciprocidad. Y todavía los últimos bolsones de
economía natural.
América y el control capitalista Quiere decir que en estos 500 años en que
del trabajo el capitalismo y el mercado mundial se consti-
tuyen como dominantes, en realidad no ha ha-
América Latina, permítanme recordarnos a to- bido sino una forma cambiante de articulación
dos nosotros, latinoamericanos y latinoamen- de elementos que siempre estuvieron allí.
canistas, es un sujeto fundamental de la histo- Necesitamos contrastar estos hechos con
ria de los últimos 500 años. Con la constitución ciertos supuestos que han fundado la pers-
de lo que hoy llamamos América, se constituye pectiva histórica dominante aún hoy. Dos son
también el capitalismo mundial y comienza el los más importantes. Primero, la idea de la di-
período de la modernidad. Para hacer visibles visión de la historia del mundo en dos grandes
estos hechos, quisiera proponer lo siguiente: periodos: precapitalismo y capitalismo. La
supongamos que estamos a comienzos del Si- reciprocidad, la esclavitud y la servidumbre
glo XVI en América, para entonces exclusiva- son, sin duda, precapitalistas en el sentido
mente lo que hoy es América Latina ¿Qué cosas cronológico, ya que el capital como relación
encontraríamos en términos de las formas de social fundada en el salario llegó después.
control y de explotación del trabajo? Proba- Pero esa periodización de la historia implica-
blemente las siguientes cosas y probablemente ba también que dichas formas de explotación
en el siguiente orden: esclavitud, servidumbre serían, más tarde o más temprano, eliminadas
personal, reciprocidad, pequeña producción del escenario histórico, y reemplazadas úni-
mercantil y salario. Y todavía sin mencionar lo camente por la relación capital-salario, hasta
que se llama economía natural entre los eco- su agotamiento histórico. La segunda es la
nomistas, ¿verdad? Cinco siglos después, ¿Qué idea de que, por lo tanto, capitalismo es un
272 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
concepto referido exclusivamente a la rela- tación y de control del trabajo para producir
ción capital-salario. mercancías para el mercado mundial. Es de-
Sin embargo, en América la esclavitud no cir, no solamente existían simultáneamente,
fue una prolongación de la esclavitud clási- en el mismo momento y en el mismo espacio
ca, sino un fenómeno histórica y sociológi- histórico, sino que fueron articuladas en tomo
camente nuevo: fue deliberadamente esta- del mercado y, por eso, en tomo también de
blecida y desarrollada como mercancía, para la relación capital-salario que desde entonces
producir mercancías para el mercado mun- pasó a ser el eje central de esa articulación y
dial. Así también, la servidumbre personal de esa manera se hizo dominante sobre todas
fue empleada para producir mercancías para las demás relaciones de producción y sobre
el mercado mundial. Incluso la reciprocidad, todo el mundo.
probablemente lo más opuesto a las relacio- Con América, se establecía pues una nueva
nes mercantiles –como en la historia de las configuración de control del trabajo, de sus re-
sociedades mesoamericanas o las andinas, cursos, de sus productos, en la cual todas las
donde el intercambio no mercantil de fuerza formas quedaban articuladas en torno de la
de trabajo y trabajo era el patrón central de relación capital-salario y del mercado mundial.
organización del trabajo y de la producción– Capitalismo, en consecuencia, es una categoría
fue reconstruida para producir mercancías que históricamente no se refiere solamente a
para el mercado mundial. la relación capital-salario, sino al conjunto de
La mita, institución central de la recipro- la nueva estructura de control global del tra-
cidad andina, fue empleada para llevar a la bajo articulada bajo el dominio del capital. Y,
gente a trabajar a las minas, en los obrajes, en notablemente, lo que comenzó en América es
las haciendas, para producir mercancías para lo que existe hoy en todo el mundo, esto es glo-
el mercado mundial. De manera que todas las balmente: el capitalismo mundial.
formas que conocemos hoy de control y de Desde una perspectiva global, la relación
explotación del trabajo, a partir de América capital-salario no ha existido, en su posición
fueron reorganizadas todas, ya no como una dominante, separada, mucho menos aislada,
secuencia de previos modos de producción, de las demás, en momento alguno de la histo-
sino como formas de organización de explo- ria de los últimos 500 años. Desde entonces se
El trabajo al final del siglo XX 273
asalariado y capital dentro de esta perspectiva pensable replantear las relaciones del conjunto
global, así como la relación entre capital y tra- de la fuerza de trabajo con el capital?
bajo no asalariado y la relación entre trabajo Estamos aquí hablando de algo sumamen-
asalariado y trabajo no asalariado. te delicado. La idea de que la clase obrera
El trabajo asalariado siempre ha sido una industrial o el proletariado fuera el sujeto an-
pequeña minoría en el conjunto del trabajo en tagonista par excellence respecto del capita-
el mundo capitalista, ya que todas las formas lismo, ya tenía la dificultad de hacer de algo
de trabajo han estado operando dentro de la heterogéneo, el proletariado industrial, una
articulación con el capital y al servicio del ca- categoría homogénea; sin embargo, dicha he-
pital, por lo tanto, como parte del capitalismo. terogeneidad no era visible para todos, dado
Esto no niega que la relación capital y trabajo el dominio de la perspectiva nacional en el de-
asalariado fue el eje en torno de la cual se ar- bate del capitalismo. Ahora, en cambio, la he-
ticularon, desde el comienzo del capitalismo, terogeneidad del conjunto de los trabajadores
todas las formas del trabajo. sometidos al capital en todas las formas de
Esa verificación abre otra cuestión impor- explotación articuladas a su dominio, se pre-
tante: quiere decir que el trabajo asalariado no senta de manera más claramente perceptible
es el único sujeto antagonista o alternativo al que antes, debido, precisamente, a la perspec-
capital, aunque sí el central dada su centrali- tiva de la globalidad.
dad en la configuración global del capitalismo. Por lo tanto el sujeto antagonista del ca-
Esa centralidad fue sin duda mucho más visi- pital no es más uno solo y homogéneo, sino
ble hasta la crisis de los años setenta. Pero si por el contrario una vasta pluralidad hetero-
avanza el proceso de declinación del trabajo génea, con una diversidad de identidades e
asalariado en las puntas tecnológicamente más intereses concretos. No obstante, todos ellos
avanzadas de la estructura mundial de acumu- juntos tienen un solo antagonista al frente: el
lación, así como la re-expansión de las otras capital. Por lo cual sus relaciones de conflic-
formas de trabajo ¿qué ocurre con la centrali- to con el capital, sea para negociar con él o
dad del trabajo asalariado en la confrontación para destruirlo, constituyen ahora un proble-
del trabajo con el capital? ¿También está en- ma nuevo y diferente que es indispensable
trando en crisis? ¿Y en consecuencia, es indis- replantear.
El trabajo al final del siglo XX 275
No tenemos ahora la ocasión de ir muy lejos constituía y constituye hoy un único sistema,
en la exploración de las implicaciones de dicha fuimos acostumbrados a pensar que eran dos
colonialidad del poder en las relaciones entre mundos separados, no sólo como geografía
capital y trabajo. Pero hay algo que todos pode- del capitalismo, sino en el tiempo, entre capi-
mos observar. Y es en verdad algo muy notable: talismo y precapitalismo. La visión del tránsi-
no puede ser una coincidencia o simplemente to entre ambos consistía, por lo tanto, en un
un accidente histórico que la inmensa mayoría proceso de llegar a ser como Europa o como
de los trabajadores asalariados de más bajos Estados Unidos. Es decir, todos los países del
salarios, así como la inmensa mayoría de los mundo tendrían alguna vez una economía ho-
trabajadores no asalariados, esto es, la inmen- mogéneamente capitalista, las poblaciones de
sa mayoría de los trabajadores que son los más todos los países serían ubicadas en las diver-
explotados, dominados y discriminados, en sas clases sociales según los roles y los rangos
todo el mundo, donde quiera que estén, son las del capitalismo.
gentes llamadas de razas inferiores o de color. Semejante visión no tomaba en cuenta, ob-
Y de otro lado, la inmensa mayoría de ellos ha- viamente, la profunda y radical asociación en-
bita, precisamente, los países que llamamos pe- tre el patrón de dominación armado en torno
riferia, subdesarrollados, etc., y todos los cua- de la idea de raza y el patrón de explotación
les fueron, curiosamente, colonias europeas. del trabajo bajo la dominación del capital. Y
Hasta la crisis de los años setenta del siglo que en consecuencia la clasificación de las
XIX, el trabajo asalariado estaba, principal- gentes en el poder no se fundaba, nunca se
mente, en lo que llamamos el “centro”. Y el tra- fundó en realidad, solamente en los roles y en
bajo no asalariado, la esclavitud, la servidum- el lugar de las gentes en el sistema de explo-
bre personal, la reciprocidad, estaban sobre tación, excepto en términos locales y sólo en
todo en la “periferia”. Pero, aunque todo eso los espacios donde la discriminación de raza
estuviera ausente. Y ahora, desde una pers-
pectiva global, desde la perspectiva del patrón
(Caracas) Vol. 6, N° 1: 37-45, 2000. Sobre las relaciones mundial de poder configurado en torno de la
entre raza y biología ver: Marks, Jonathan 1994 Hu-
colonialidad y del capitalismo, podemos por
man Biodiversity: Genes, Race, and History (Nueva
York: Aldine de Gruyter). fin ver que no era así, que la clasificación de
El trabajo al final del siglo XX 277
las gentes, desde América en adelante, tuvo En un lado, aún cuando la población asa-
siempre al globo como su contexto y como su lariada nunca dejó de ser minoría dentro del
escenario. Que las diferencias entre “centro” conjunto de los trabajadores sometidos al ca-
y “periferia”, la distribución de identidades pitalismo mundial, la tendencia de mercantili-
geoculturales, la distribución del trabajo, y la zación de la fuerza de trabajo era hasta antes
distribución de regímenes socioculturales y de la crisis de mediados de los setenta de este
políticos en el mundo, no podrían ser explica- siglo, la tendencia predominante. En ese sen-
das sin esa articulación entre ambos ejes del tido, bien podría decirse que no era del todo
patrón de poder mundial. infundada la percepción de que tarde o tem-
prano uno de los ejes del patrón de clases so-
ciales del capital sería finalmente el único, no
Reclasificación social de la sólo el dominante. Actualmente, sin embargo,
población mundial aún cuando la mercantilización de la fuerza de
trabajo es, probablemente, todavía la tenden-
Como vimos, el patrón de poder mundial que cia más universal concerniente al trabajo en el
hoy es vigente no consiste solamente en un pa- capitalismo mundial, el hecho de que sus lími-
trón de explotación de trabajo, el capitalismo, tes sean visibles y crecientes en los niveles tec-
sino también en un patrón de dominación, ra- nológicamente más altos de la estructura mun-
cial. Por lo tanto, la clasificación social de las dial de acumulación capitalista, implica que el
gentes en este patrón de poder es el resultado asalariamiento de los trabajadores continúa
del modo en que se articulan los dos ejes del expandiéndose en el mundo, ya sólo de modo
poder en el mundo, no sólo en uno de ellos. equivalente a como avanza un reloj que atrasa
Eso nos abre una cuestión necesaria. Actual- sistemáticamente.
mente, el control y la explotación del trabajo Si la esclavitud, la servidumbre personal, la
son mucho más complejos y están cambiando pequeña producción mercantil independiente
profundamente debido a las nuevas relaciones y la reciprocidad tienden a reproducirse con-
entre capital y salario y entre capital y traba- forme se profundizan las actuales tendencias
jo no salarial. Y el patrón de dominación está del capital; si, en consecuencia, el salariado
igualmente en crisis a escala mundial. podría no ser sino una de las tendencias en
278 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
curso, todo eso implicaría que los dominantes junto de la explotación capitalista, así como con
del sistema capitalista y las capas medias aso- las viejas formas de dominación social embuti-
ciadas a ellos, no se relacionan en el control das en esos constructos mentales de la moderni-
del trabajo solamente con el salariado, ni real, dad que se conocen como raza y género.
ni tendencialmente.
De otro lado, las modalidades de domina-
ción social universal, fundadas sea en las di- Poder capitalista y crisis de las
ferencias sexuales o en las diferencias llama- relaciones de trabajo
das raciales, están sin duda en plena crisis.
En un mundo marcado por la heterogeneidad ¿Cuáles son o pueden ser las implicaciones
histórico-estructural y la discontinuidad de sus de estas tendencias para el destino del poder
movimientos históricos, dicha crisis tiene mo- en su conjunto y en especial para los traba-
mentos, formas y límites diversos. En unos la- jadores?
dos se trata de imponer la relegitimación de las Hay aquí muchas y muy importantes cues-
peores formas de esa dominación, mientras en tiones implicadas. Aquí, en esta ocasión, quiero
otros avanza, aunque irregularmente, la desin- abrir sólo algunas de ellas ya que no dispon-
tegración de la intersubjetividad en la cual esa dremos de mucho tiempo. Hoy trabajamos y
dominación se asienta. Globalmente, en todo pensamos todo eso en el marco de una profun-
caso, esa dominación está material y subjetiva- da derrota, una derrota mundial. Y creo que es
mente en crisis. indispensable pasar revista a lo que ha sido de-
Una inferencia hipotética parece ser inesca- rrotado. Ha sido derrotado lo que era llamado
pable, no obstante toda su provisoriedad mien- el “socialismo realmente existente”; han sido
tras procede la investigación: estamos inmersos derrotados los que se llamaban “movimientos
en un proceso de reclasificación social de la po- de liberación nacional”, incluido lo que se lla-
blación del mundo, a escala global. Es decir, las maba el “socialismo africano”. Han sido derro-
gentes se distribuyen en las relaciones de poder, tados los esfuerzos de “desarrollo” –es decir,
en una tendencia que no se restringe solamente de llegar a ser como los países del “centro”– de
a las relaciones capital-salario, sino que ahora los países llamados del “Tercer Mundo” o de la
concierne más a todo lo que ocurre con el con- “periferia”. Han sido inclusive derrotados los
El trabajo al final del siglo XX 279
rudimentos del Welfare State que estaba consti- cuestiones mayores. Primero, que la clasifica-
tuyéndose en ciertos países “periféricos”. Y en ción social básica, de la población del mundo
el propio “centro”, el Welfare State se bate a la en términos raciales, o en otros términos, la
defensiva. El movimiento sindical está a la de- colonialidad del poder, ha permitido que los
fensiva. Cede trinchera tras trinchera, y tiene procesos de nacionalización / democratización
que hacer cada vez concesiones más grandes. de sociedades y Estados fuera desarrollada en
Uno de los hechos emblemáticos de esa de- el “centro”, pero constantemente bloqueada en
rrota sindical, ocurrió no hace mucho en Ale- la “periferia”. Por ejemplo en América Latina,
mania –país sede de uno de los más exitosos a pesar de ser una de las primeras donde el
y perdurables experimentos de Welfare State colonialismo europeo fue erradicado, la co-
y de pactos explícitos entre capital y trabajo lonialidad del poder no ha podido ser nunca
asalariado– cuando los trabajadores de la Vo- erradicada del todo y en algunos lugares ni si-
lkswagen fueron forzados a aceptar una muy quiera reducida o seriamente cuestionada. Por
drástica reducción de sus salarios como condi- lo cual, desde mi punto de vista no hay en Amé-
ción para mantener sus empleos. Esto es el fin rica Latina un solo Estado-nación plenamente
de Weimar, dijo entonces Oskar Negt, último constituido. México inició temprano un proce-
heredero radical de la Escuela de Frankfurt y so de nacionalización de la sociedad, pues la
profesor de la Universidad de Hannover, donde guerra civil revolucionaria entre 1910 y 1927
está la sede central de la VW. fue ante todo un proceso de descolonización
Lo que vemos, lo que podemos ver, es que de las relaciones sociales, es decir de democra-
fueron derrotadas muchas cosas que fueron tización de la sociedad. Pero ese proceso fue
muy diferentes en concreto entre sí, pero que tempranamente mutilado y desde fines de los
a mi juicio tienen, todas, un elemento común. setenta, no sólo se ha “interrumpido” (revolu-
Todos esos movimientos, organizaciones y re- ción interrumpida es el concepto acuñado por
gímenes plantearon el problema del poder en Adolfo Gilly), sino que ha sido derrotado y sus
términos de una única estructura de autoridad consecuencias están a la vista. En el Cono Sur
pública: el Estado-nación. Eso, incluso cuan- de América Latina, Chile y Uruguay fueron los
do el discurso político apelaba a un sedicente países donde la nacionalización fue la otra cara
internacionalismo. Eso dejaba pendientes dos del exterminio genocida de las poblaciones
280 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
aborígenes. Pero en todas partes, el proceso el tiempo necesario para examinar tan com-
está contenido y en riesgo, precisamente por- plicado asunto9. De todos modos, sugiero que
que la descolonización social, la democratiza- la propensión de pensar los fenómenos histó-
ción de la sociedad y del Estado, están en ries- rico-sociales como si fueran homogéneos, de
go, más que en momento alguno de los últimos estructura dual, y actuando históricamente de
200 años. Hablo por ejemplo de mi propio país, modo evolutivo unilineal y unidireccional, es
el Perú. Allí después de décadas de esfuerzos una de las explicaciones centrales de esa de-
por democratizar la sociedad peruana y su re- rrota. En efecto, si las clases sociales fueran
presentación en el Estado, es decir, de naciona- homogéneas, y actuaran en la historia de modo
lizar la sociedad y su Estado, el proceso ha sido lineal y evolutivo, los dominados / explotados
detenido y sufre un profundo retroceso. Este podrían conquistar como unidad homogénea
puede ser un ejemplo extremo en América La- un Estado-nación homogéneo. Ya es más con-
tina. Pero esa es la tendencia del conjunto de trovertible que pudieran también conducirlo
América Latina. homogénea y evolutivamente en dirección a su
En segundo término, que incluso en los ca- propia destrucción. Pero la población trabaja-
sos en que pareció exitoso el proyecto de con- dora ha sido siempre heterogénea, no sólo a es-
quistar el dominio del Estado-nación como eje cala mundial, sino en cada lugar, en cada país.
y punto de partida para resolver los problemas No puede actuar históricamente de manera ho-
de la dominación de los pueblos y de la explo- mogénea, ni continua y evolutiva. Ahora es más
tación del trabajo, la experiencia ha dejado heterogénea y discontinua que nunca antes. Y
rigurosamente claro que no era ese el camino aunque todos los trabajadores tienen en el ca-
más adecuado. De hecho, la derrota mundial a pital un antagonista común, no lo tienen cada
la que antes he aludido, y en especial la desin-
tegración del “socialismo realmente existente”,
ya estaba implicada en la adopción de ese ca- 9 Discuto algo más extensamente estas cuestiones
mino estratégico. en: “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América
Ambas cuestiones remiten a un problema Latina” en Lander, Edgardo M. (comp.), op. cit.. Tam-
bién puede verse: “El fantasma del desarrollo en Améri-
en la perspectiva de conocimiento, en el eu-
ca Latina” en Revista venezolana de economía y cien-
rocentrismo en definitiva. No tendremos hoy cias sociales (Caracas) Vol. 6, N° 2: 73-90, 2000.
El trabajo al final del siglo XX 281
sector o en cada momento de la misma manera. política de los intereses sociales de las capas
Por lo cual es difícil que se pueda transformar medias y de los trabajadores. Es decir, ha sido
en una –o única– fuerza organizada, cuyo único necesaria una re-privatización del Estado, para
interés conjunto fuera luchar por el control de re-privatizar el control de la economía.
un único Estado y a partir de allí a la “cons- En otros términos, el capitalismo requiere
trucción” de otra sociedad, como solía decirse des-democratizar y des-nacionalizar socieda-
antes de la derrota. des y Estados. En consecuencia, el eje princi-
El Estado no ha desaparecido, ni va a des- pal de conflicto de poder parecería, a primera
aparecer a corto plazo. El capital necesita vista, en sostener o restaurar el carácter de
más que nunca el Estado, pero no el llamado Estado-nación de la autoridad pública. Y en
moderno Estado-nación. Porque el moderno efecto, en el punto de partida y también por un
Estado-nación requiere, para ser efectivo, un momento no desdeñable, la lucha de los traba-
proceso de relativa, pero real e importante, jadores y de las capas medias empobrecidas
democratización del control del trabajo y de la contra los efectos más nocivos del neoliberalis-
autoridad pública. Esto es absolutamente in- mo, sin duda tenderá a reconquistar lo que les
compatible con la actual tendencia dominante ha sido arrebatado. Y para eso, será también
del capitalismo, sometido en su conjunto al in- necesario recuperar lo que habían logrado con-
terés de creciente re-concentración del control quistar como representación, o por lo menos
del trabajo, de recursos, de productos, y para de intermediación política, en el Estado.
todo lo cual requiere reconcentrar aún más el En esa lucha, sin embargo, será tarde o
control del Estado. El neoliberalismo insiste, y temprano descubierto que esas conquistas no
eso es casi cómico, que el mercado es contrario pueden ser afirmadas, ni estabilizadas, sino
al Estado. Pero no tiene sentido en la realidad. por la ampliación continua y cotidiana de la
Sin Estado, ese mercado sería simplemente im- democracia en la sociedad y que eso implica
posible. La entrega de la producción y distri- individuos libres y socialmente iguales, que
bución de servicios públicos al mercado domi- por eso tengan, todos, igual acceso a tomar
nado por las corporaciones, es una imposición parte en la generación y en la gestión de las
del Estado. Pero para eso ha sido necesario pri- instituciones de autoridad pública en la so-
mero desalojar del Estado a la representación ciedad. Es decir una ciudadanía que no se
282 Aníbal Quijano - Cuestiones y Horizontes
restrinja, ni se agote, en el ritual ejercicio del sobre todo, un campo de conflicto porque in-
voto. Porque esa es la conquista principal de teresa cada vez menos a la burguesía, ya que
la modernidad: los individuos para ser libres sus intereses llevan, exactamente debido a la
requieren ser socialmente iguales. La demo- globalización, a la continuada reducción de
cracia es, por eso, un interés social material los márgenes de democracia en la sociedad
de la sociedad, no sólo una aspiración ético- y en el Estado.
estética. Por lo tanto, también es un campo Se sabe bien que en la esclavitud o en la ser-
de conflicto en la sociedad, como ocurre con vidumbre personal ninguna forma de demo-
todo interés social genuino. cracia es posible en sociedad, ni en su Estado.
La afirmación y la estabilización de la Los límites de lo que puede conquistarse en el
democracia en la sociedad, requiere una lu- capital-salario son conocidos. Y el “socialismo
cha constante por su ampliación en la vida real” mostró esos límites de modo aún más
cotidiana de esa sociedad. Eso requiere, sin decisivo. Eso sugiere, seguramente, que sería
duda, la descolonización de las relaciones de más bien en relaciones sociales de reciproci-
poder, en primer término. Y dada la notable dad y bajo formas de autoridad de carácter co-
y más compleja heterogeneidad histórico- munal, donde la ciudadanía plena, la libertad
estructural de la población dominada y so- individual y la igualdad social son y pueden ser
metida al capitalismo, en todas las formas viables a largo plazo, como formas cotidianas
de control del trabajo, en todas las formas de de la existencia social en el vasto universo de
dominación y de control, de raza o de géne- la diversidad y de la heterogeneidad histórico-
ro, en todas las formas de control del sexo y estructural. No es, por eso, seguramente acci-
de sus productos, la democracia como forma dental que en muchos lugares del mundo estén
de vida cotidiana de la sociedad requiere un apareciendo formas comunales de autoridad
universo institucional también heterogéneo, pública y formas de organización del trabajo
que sin duda rebasa la institucionalidad del en términos de reciprocidad. Estas formas, no
Estado-nación. Aún el más moderno, esto es, solamente sirven ahora para asegurar la so-
el más democrático de los Estados-nación brevivencia, sino también como parte de un
está armado en función del poder del capi- proceso histórico alternativo al de un poder
talismo, en el cual la democracia es ahora, fundado en la colonialidad, como instrumen-
El trabajo al final del siglo XX 283