Tema 3 Forma Jurídica
Tema 3 Forma Jurídica
Tema 3 Forma Jurídica
Esta unidad tiene como finalidad dar a conocer los criterios básicos que hay que
considerar para elegir entres las diferentes formas jurídicas existentes a la hora de poner
en marcha un proyecto empresarial.
Por ello, junto a las exigencias legales, se hace referencia a las características
fundamentales de las distintas formas jurídicas, que permitirá a cualquier emprendedor
y futuro empresario tener unos datos esenciales a la hora de decidir qué tipo de empresa
es la que más le interesa.
A la hora de optar por una u otra forma jurídica no se puede establecer unas
normas exactas, pero si debe tenerse en cuenta una serie de criterios generales a la hora
de efectuar la elección. Estos criterios son:
A.-) Exigencia legal.- Existen algunas actividades para las que la ley exige unos
requisitos específicos (de espacio disponibles, de medidas de seguridad, de tratamiento
de residuos,…) o tener una forma jurídica concreta.
C.-) Número de socios.- Los socios son las personas que se asocian para crear una
empresa. Cada uno hace una aportación acordada entre ellos y que puede ser
económica, pero también puede ser trabajo, experiencia, nombre, locales, etc.
D.-) Capital social.- El capital social es la aportación en dinero, bienes o trabajo que
hacen los socios. Se aporta para la puesta en marcha o funcionamiento del negocio y
pasa a formar parte de la sociedad.
La ley establece para algunas de las formas jurídicas un capital social mínimo, si
no se aporta entre todos los socios ese mínimo, la sociedad no puede constituirse. No
obstante, los socios pueden aportar bienes o capital por un valor superior al mínimo
marcado por la ley.
E.-) Aspectos fiscales.- Cada una de las formas jurídicas va a estar sometida a un
régimen de tributación diferente, por lo que debe ser considerado a la hora de la
elección.
http://www.creacionempresas.com/download/juridica/cuadro_comparativo.pdf
Antes de desarrollar cada uno de los tipos de empresarios que la ley contempla,
es conveniente recordar los conceptos legales de persona:
Persona física.- Es todo ser humano que haya superado con vida las 24 horas
posteriores a su alumbramiento. A partir de ese momento es persona física. La
capacidad jurídica, es decir, tener derechos y obligaciones, se puede ejercer
completamente a partir de los 18 años, con la excepción de una incapacidad
judicial.
Persona jurídica.- Las persona jurídica son sujetos de derechos y obligaciones
que existe físicamente pero no como individuo humano sino como sociedad o
organización que son creadas por una o más personas físicas para cumplir un
objetivo. En otras palabras, persona jurídica es todo ente con capacidad para
adquirir derechos y contraer obligaciones y que no sea una persona física.
Pueden ser empresarios individuales todas aquellas personas que sean mayores
de edad y puedan disponer de sus bienes y propiedades. A través de sus representantes
legales lo pueden ser los menores e incapacitados.
Es una sociedad constituida por uno o más socios, cuyo capital social es como
mínimo de 60.000 €, divido en títulos (acciones) que se pueden transmitir libremente,
generalmente de igual valor, teniendo los socios una responsabilidad limitada.
Entre sus características señalamos las siguientes:
Es una sociedad eminentemente capitalista. No importa la identidad de
los socios, sólo interesa la aportación de capital.
El capital está representado por acciones, cuya transmisión es libre.
Existe un mercado específico de acciones que es la bolsa de valores.
La responsabilidad de los socios se limita al valor de sus acciones.
El capital social debe estar íntegramente suscrito en el momento de
constituirse la sociedad. Es decir, debe haber un compromiso por parte de
los socios para cubrir la totalidad del capital, que por lo menos tiene que
estar desembolsado en un 25%.
Es una sociedad que se puede constituir con uno o más socios y con un capital
mínimo de 3.000 €, totalmente suscrito, desembolsado y dividido en participaciones
indivisibles y acumulables. Estas participaciones no pueden transmitirse libremente a
personas ajenas a la sociedad, salvo que los estatutos dispongan otra cosa, sólo se puede
transmitir al cónyuge, padres o hijos o a otros socios, por ello es obligatorio inscribir en
el libro de registro d socios el nombre y los apellidos de cada socio y su número de
participación.
Son aquellas SA o SRL en las que la mayoría del capital social pertenece a los
trabajadores que prestan en ellas sus servicios retribuidos de forma directa y
personal, y cuya relación laboral lo sea en jornada completa y por tiempo
indefinido.
Para su constitución son necesarios, como mínimo 3 socios, de los que dos
deben ser socios trabajadores.
Ningún socio puede ostentar más del 33% del capital, salvo que sea una entidad
pública sin ánimo de lucro, en cuyo caso podrá llegar al 50%.
Sociedad creada por un grupo de personas físicas o jurídicas, que con capital
variable y gestión democrática, se asocian, en régimen de libre adhesión y baja
voluntaria, para solucionar sus necesidades económicas y sociales, asumiendo
riesgos y compartiendo beneficios una vez atendidos los fondos comunitarios.
El capital es variable.
Libre adhesión y baja de los socios.
Funciona de forma democrática: cada miembro tiene un voto, con
independencia de su aportación.
Los socios tienen responsabilidad limitada, salvo disposición contraria en
los Estatutos, que deberá señalar el alcance de la responsabilidad.
No tiene ánimo de lucro, sino que persigue unos fines de interés
económico y social; por ello, si hay beneficios, una vez atendidos los
fondos comunitarios, deben ser repartidos de forma equitativa entre sus
miembros en función de las actividades que realizan, y no en función del
capital aportado.
Aquellas que asocia, al menos, a tres personas naturales (con nombre y apellidos)
para desarrollar una actividad cuyo objeto es proporcionar puestos de trabajo a
los socios para producir bienes o servicios para vender a terceros.
La duración del contrato de franquicia dura lo que determinen las partes, pero
siempre ha de ser por un periodo de tiempo que permita al franquiciado amortizar la
inversión realizada. Además, el contrato, en la mayoría de los casos, suelen tener una
cláusula de renovación automática por un periodo de tiempo determinado.