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TEMA 4: INGLATERRA, DE LA

RESTAURACIÓN A LA UNION ACT


(1660-1707)

1. La restauración monárquica. Carlos II (1660-1685)


1.1. El Parlamento Caballero y el gobierno de Claredon

Tras la muerte de Oliver Cromwell (1658), el protectorado pasa a manos de su hijo


Richard Cromwell (1658-59), pero por un breve tiempo, ya que en 1660 se reinstaura la
monarquía debido al poco apoyo popular de la República. En 1660 se producen elecciones
en el Parlamento y éste se disuelve, renovándolo con otro que reconoce a Carlos II como
rey. La solución consiste en la restauración de la dinastía Estuardo. Esta restauración
caerá sobre la figura de Carlos II, hijo de Carlos I nacido en 1630. Estuvo refugiado en
Francia y Holanda durante la Guerra Civil. Es proclamado rey de Escocia en 1649, pero
será derrotado por Cromwell y se va a ver forzado a refugiarse de nuevo en los Países
Bajos.

Tras el golpe de estado del General Monck, se produce la convocatoria de un nuevo


parlamento con predominio de la sección realista, por este motivo se mantendrá en el
poder durante 17 años. Este nuevo Parlamento está formado en su mayoría por
“caballeros” de la alta nobleza terrateniente, los sectores que reaccionaron ante la
dictadura de Cromwell y que estaban muy vinculados al anglicanismo. Se realiza una
promesa de perdón a muchos de los partidarios de Cromwell mediante el Acta de
Inmunidad de 1660, que facilita el regreso del monarca. Una vez que llega al gobierno, la
reacción política es bastante moderada: se excluye a los regicidas del privilegio de
amnistía; se anulan las leyes votadas después de 1642, con algunas excepciones; se
restituyen los bienes confiscados a los Estuardo, a la Iglesia anglicana y a algunos
realistas; y se licencia al ejército de Cromwell mediante el pago de un anticipo y la
promesa de pagos posteriores.

Tras las elecciones de 1660 se constituye el Parlamento Cavalier o Caballero a cuyo


frente está Edward Hyde primer conde de Clarendon, principal consejero del rey. Este
nuevo Parlamento se orienta hacia una reacción religiosa: se restablece el Prayer Book y
se revisa en un sentido antipuritano; se vuelve a construir el episcopado; y el ejercicio de
las funciones públicas quedan reservadas a los anglicanos. En 1662 se firma el Acta de
Uniformidad, que obliga a los eclesiásticos a una aceptación forzosa del Prayer Book, los
que se niegan son expulsados de sus parroquias y privados de su tratamiento. También se
firman el Five Mile Act y el Acta contra los conventículos, conformando el llamado
código de Clarendon con el que Inglaterra vuelve al anglicanismo intolerante de los dos
primeros Estuardo.
Al mismo tiempo, el Parlamento Cavalier vota respecto a la prerrogativa real, firmándose
el Triennal Act, por el cual el reino no podía verse privado del Parlamento durante más
de 3 años. La principal función del Parlamento Caballero será vigilar las tendencias
absolutistas de Carlos II, pero también intentar moderar su comportamiento político a
cambio de una serie de medidas favorecedoras.

Principalmente, adopta una serie de medidas a favor de los intereses de la clase capitalista,
grandes propietarios de bienes y hombres de negocios; en 1662 se votan las primeras
leyes que autorizan los enclosures; y en 1660 y 1663 se completa el Acta de Navegación;
en 1663 se firma el Staple Act, por el cual se obligaba a depositar en un puerto inglés
todos los productos manufacturados procedentes del continente europeo y destinados a
Escocia, Irlanda o cualquier colonia inglesa, así como algunos productos agrícolas
escoceses, irlandeses y coloniales destinados a la exportación. Todas estas medidas iban
en detrimento del campesinado, que dejaba de disponer de los campos, esenciales para su
subsistencia, lo que hace que se produzca una emigración a las ciudades, con el
consiguiente crecimiento de la actividad en las ciudades. Esto favorece el crecimiento de
las manufacturas, el comercio y la actividad colonial. Esta gentry lleva a cabo un modelo
de producción casi capitalista, favoreciendo la producción agrícola, introduciendo
novedades, mecanizando el campo y diversificando los cultivos. Este proceso se acelera
en la segunda mitad del siglo XVII y es uno de los elementos fundamentales de la
posterior Revolución Industrial.

Gracias a las medidas anteriormente mencionadas, se irán creando una serie de compañías
comerciales impulsadas por particulares, no por el estado. Están generadas por los propios
comerciantes, es la actividad de las propias clases mercantiles la que va a generar estas
estructuras.

1.2. Guerra comercial con Holanda (1665-1667)

La restauración de Carlos II no cambia las líneas de la política exterior que había llevado
la dictadura de Cromwell. Carlos II va a aproximarse a las potencias católicas mediante
la política matrimonial: se casa con la católica Catalina de Braganza, princesa portuguesa.
Este matrimonio conlleva una serie de dotes matrimoniales: Bombay (esencial para el
desarrollo comercial en las Indias Orientales) y Tánger (esencial para la expansión por
África). Esa situación no es, en principio, favorable a los intereses holandeses ni sus
actividades.

Además, Carlos II orientará también su política exterior a mantener unas buenas


relaciones con Luis XIV puesto que era enemigo de Holanda y el referente de las
monarquías absolutistas. Llevará a cabo una política de tira y afloja según la relación con
Holanda y Francia: cuando se acercaba a Francia y aumentaba la contestación del
parlamento, retrocedía hasta una próxima oportunidad. Cuando la política interior se
tensionaba, se distanciaba de Francia. Esta relación está en función de las guerras con
Holanda, sobre todo por la creciente presión de las cartas de navegación inglesas,
restringiendo el comercio holandés. En los años 60, en Londres, se vieron sacudidos por
la peste (1665) y en plena guerra marítima con Holanda. Esta segunda guerra marítima
supuso un desarrollo más largo de los conflictos surgidos durante la primera guerra.
En 1665 ambos países se declararon la guerra formalmente. El almirante neerlandés
Ruyter obtuvo una importante victoria en la batalla de los Cuatro Días que coincidió con
acontecimientos adversos y especialmente impopulares en Londres: en 1665 una gran
peste y en 1666 el denominado Gran Incendio de Londres. Posteriormente Ruyter
aprovechó con gran oportunidad la desmoralización del enemigo para remontar el río
Támesis y bombardear las poblaciones ribereñas. La posición de Carlos II para mantener
la guerra, la peste y los desastres navales motivan una crisis de gobierno en Inglaterra.
Carlos II destituye a Edward Hyde, el primer ministro. El parlamento se niega a seguir
pagando y se vio obligado a firmar la paz con Holanda en 1667 el Tratado de Breda con
el cual se dio fin a la Segunda Guerra anglo-neerlandesa entre Inglaterra y las Provincias
Unidas (1665-1667), al tiempo que las fuerzas de Luis XIV comenzaban a invadir los
Países Bajos Españoles. Mediante este tratado Inglaterra y los Países Bajos se
intercambiaron el territorio norteamericano de los Nuevos Países Bajos (actualmente los
estados de Nueva York y Nueva Jersey) por el territorio de Surinam, en las Guayanas,
además de otros asentamientos. Inglaterra dejaba sin efecto el Acta de Navegación de
1651 respecto a los barcos neerlandeses.

1.3. Rey y Parlamento: La segunda guerra con Holanda (1672) y la


Declaración de Indulgencia

Una de las constantes en este período es el intento de fortalecer su poder frente al


Parlamento. Estas tendencias absolutistas van a generar una gran inestabilidad política
que se va a acentuar con la Declaración de Indulgencia. Tras la caída en desgracia de
conde de Clarendon, debido a las acusaciones de corrupción e intrigas, la peste y el
incendio de Londres, sumado a los éxitos holandeses. Se inicia un gobierno personal
(1667-1672) de Carlos II, apoyado en el Ministerio de la Cabale que era una especie de
consejo privado formado por el monarca. El inicio de la Guerra de Devolución (1667-
1668) supone la creación de una Triple Alianza con Holanda y Suecia contra Francia,
pero después del Tratado de Aquisgrán, Carlos II se acaba inclinando hacia una política
personal de alianza con Francia y de tolerancia hacia los católicos que dirigen el Tratado
de Dover (1670) firmado por los miembros del Ministerio del Cabal. En este tratado se
estipulaba que Francia debería ayudar a Inglaterra a volver al catolicismo, mientras que
Inglaterra apoyaría a Francia en su campaña para conquistar las Provincias Unidas de los
Países Bajos mediante 250.000 libras anuales, a la vez que se firman clausulas secretas
para restablecer el catolicismo en Inglaterra.

La política de tolerancia se hace pública el 15 de marzo de 1672, mediante una


Declaración de Indulgencia adoptada sin consultar al Parlamento, se concede la libertad
de culto para los católicos, así como a los disidentes. Esta política profrancesa y
procatólica despierta una gran inquietud y oposición. A pesar de la rivalidad económica,
Holanda goza de grandes simpatías en Inglaterra por ser una potencia protestante. Francia
sigue siendo percibida también como rival económico y además es católica. La
sorprendente tolerancia religiosa no es aceptada por los anglicanos; los disidentes también
rechazan que se les utilice y equipare con los católicos.

La consecuencia es el inicio de problemas con el Parlamento al que se le añade un amplio


movimiento social de oposición y la declaración de guerra en Holanda dando comienzo
a la 3ª guerra anglo-holandesa (1672-74) dentro de la guerra franco-holandesa (1672-78)
Por todo esto, el movimiento contra Carlos II va creciendo. La cuestión es si él podía por
sí mismo cambiar la ley, el Parlamento impone al rey que se retracte de la Declaración de
indulgencia en 1672, y en 1673 se vota el Test Act: En el que se estipula que todo
candidato a cargo público o escaño parlamentario debe jurar su no adhesión a los dogmas
de la Iglesia de Roma.

El Test Act provoca a su vez la reacción del sector católico, con numerosas dimisiones.
El hermano del rey (duque de York y futuro Jaume II) se había convertido al catolicismo
(1670) y tuvo que abandonar el cargo de almirante y el mando de la flota. Por esto, Carlos
II la retira, ratificando el Test Act. Además, la suerte en la guerra con Holanda es
desfavorable, por lo que el parlamento se niega a dar más dinero al rey para hacer la
guerra. La oposición a la tolerancia y las derrotas en la III guerra anglo-holandesa (1672-
1674), en la que se participó junto a Francia, llevan a abandonar la alianza y firmar la paz
con Holanda. La guerra dejó, además, el convencimiento de que el rey conspiraba para
restablecer el catolicismo en Inglaterra.

Con el fin de neutralizar la situación, se opta por una doble política:


• 1ª Bajo la inspiración de Thomas Osborne, duque de Leeds o también conocido
como Danby, recupera la política anglicana de Clarendon, antipapista y
antitolerante.

• 2ª Se efectúa un acercamiento a Holanda, se firma la paz y se pacta el matrimonio


entre María y el estadhouder Guillermo III de Orange. María era hija del duque
de York y de Anna Hyde (hija de Clarendon), y se mantenía protestante. También
se firma una alianza anglo-holandesa que supone un aislamiento de Francia que
se ve obligada a firmar la Paz de Nimega (1678).

La nueva política de Danby no consigue apaciguar la opinión pública ya que se genrean


rumores de un complot papista, en 1678. Lo que supone que miles de católicos son
encarcelados, que se produzca una persecución de los jesuitas, que se produzca la salida
de Inglaterra de los duques de York (Jaume II y María de Módena), ya que se expulsan a
los pares católicos de los Lores. Y por último, Danby fue acusado de tiranía y
malversación. Es el 24 de enero de 1679, Carlos II disuelve el parlamento Cavalier. No
obstante, lleva consigo un periodo de gran inestabilidad sumado al problema
constitucional-sucesorio como cuestión esencial.

1.4. La crisis parlamentaria: el problema sucesorio y la ley de exclusión

El problema sucesorio comienza a jugar un factor esencial en política interior. Carlos II


no tuvo descendencia con Catalina de Braganza y, el presunto heredero tenía que ir a su
hermano Jacobo II. Carlos II era un criptocatólico moderado, Jacobo II va a ser un hombre
con un propósito absolutista y católico, aunque no declarado; era papista y estaba a favor
de Luis XIV. La posibilidad de que el trono de Inglaterra pase a un filocatólico con
confesores jesuita, mueve a toda la oposición, por lo que se habla de conspiración: los
católicos, sobre todo los jesuitas, querían matar al rey para que subiera el trono Jacobo II.
De hecho, el clima político, social y religioso es efervescente, el clima es completamente
anticatólico. Ligado a los debates parlamentarios están los panfletos, la prensa. Las
facciones parlamentarias alimentan la circulación de panfletos.
El problema de la sucesión de Carlos II provoca una división entre whigs y tories, esta
creciente tensión dio paso a dos tendencias políticas, a las que se empezó a denominar
partidos:
-A) Los whigs, antiaristocráticos, liberales (con excepciones), y sobre todo hostiles a los
personajes más absolutistas de la familia real, empezando por el propio duque de York.
En su mayoría son presbiterianos o disidentes.

-B) Los tories, partidarios de una fuerte autoridad real como base de un Estado fuerte,
miembros de la alta aristocracia, la Iglesia anglicana y el ejército.

La tolerancia religiosa hacia los disidentes se vuelve clave (whigs, favorables; tories,
contrarios) De esta forma, se buscan alternativas al trono. Por su parte, los whigs querían
excluir y privar del trono al duque de York y sustituirlo por su hija María o por el duque
de Monmouth, hijo ilegítimo de Carlos II. Por otra parte, están los tories, anglicanos
partidarios de la prerrogativa real y no querían excluir al duque de York, ya que lo
consideraban que sería suficiente con conseguir determinadas garantías religiosas.

A partir de 1679, se van a suceder una serie de crisis parlamentarias rápidas. La primera
en 1679 porque el parlamento va a pedir el relevo del primer ministro Thomas Osborne.
Precisamente porque hay una contestación parlamentaria a su ministro y porque es
absuelto por las acusaciones que pesaban contra él en el parlamento, el rey disuelve el
parlamento. El problema es que las nuevas convocatorias de elecciones para los sucesivos
parlamentos van a ser contrarias a los intereses del rey, es decir, va a aumentar el número
de parlamentarios contrarios al rey.

Esto va a llevar a que en el parlamento se produzca una mayoría whigs que proponga la
Exclusion Bill (ley de exclusión), vinculada a la sucesión real y por la que no podría ser
reconocido como rey ningún católico, por lo que se excluiría de la sucesión a Jacobo II.
Al mismo tiempo, como una forma de rechazar todo tipo de despotismo, se abolió la
censura y se vota el Bill del Habeas Corpus, garantizando la libertad individual contra la
arbitrariedad jurídica. La Exclusion Bill se debate en varias ocasiones, pero el rey no la
acepta y se produce un enfrentamiento rey-parlamento, hasta el punto de que hay 3
parlamentos diferentes para que no saliera adelante dicha ley; y desde 1680 gobierna sin
parlamento. Esto es posible gracias a la impopularidad de los whigs por haber tratado de
recurrir a la fuerza, y al gran apoyo popular de Carlos II.

El deseo de los whigs de que Jacobo II no subiera al trono fue tal, que llevaron a cabo
varias conspiraciones para colocar en el trono a otra persona. En 1683 se forma una gran
conspiración (Rye House Plot) que proponía sublevar simultáneamente las grandes
ciudades de Inglaterra y Escocia, asesinar al rey y a su hermano y colocar al duque de
Monmouth en el trono. No obstante, este complot es descubierto y varios de los
participantes son acusados de traidores y ejecutados; mientras que Monmouth se refugia
en Holanda. Esta situación es utilizada por Carlos II como excusa para mantener el
ejército, restablecer la censura y suprimir la Carta de ciudad de Londres y otras ciudades
participantes en el complot. De esta forma, gobierna casi como un monarca absoluto hasta
su muerte en 1685.
2. Jacobo II (1685-1688)
2.1. La política religiosa y absolutista de Jacobo II

En principio, el sistema político acepta la sucesión porque la ley de exclusión no llegó a


promulgarse como ley. La nobleza, el pueblo y los más conservadores de los anglicanos
aceptan la sucesión, y hay nuevas elecciones parlamentarias, que se constituye como
mayoría tory. Sin embargo, el clima político es malo, hasta el punto de que hay un intento
de sublevación propiciado por los sectores que no aceptan la sucesión de Jacobo porque
era sospechoso de católico; y ese grupo recurre un hijo bastardo de Carlos II, que además
estaba vinculado al ejército y el duque de Monmouth se proclama rey de Inglaterra en
1685, con el apoyo de los protestantes más radicales, y porque Carlos II lo había hecho
capitán general, estaba al frente del ejército, es decir, estamos ante un intento de golpe
militar.

Jacobo II tiene como referente a Luis XIV, ya que estuvo refugiado en Francia mucho
tiempo y es un monarca absolutista, por lo que establece unas políticas más duras y
radicales que las de su hermano. Protegió al catolicismo: impulsó el acta de indulgencia,
pone en los mandos del ejército a nobles católicos y nombra católicos para puestos muy
relevantes de su gobierno. La segunda directriz del reinado es intentar afianzar el
absolutismo real, aumentar su autoridad, pero para ello necesita un instrumento
fundamental: contar con un ejército permanente y dependiente del rey. el parlamento tenía
prohibido que existiese un ejército permanente, por lo que el reclutamiento de tropas
dependía de los subsidios que daba la cámara. La rebelión de Monmouth y algunos
movimientos de rebelión en escocia requieren tropas, por lo que el parlamento vota los
subsidios para mantenerlos y Jacobo II trata de convertir esa situación extraordinaria en
una estructural para tener un ejército permanente con mandos católicos. La tercera
directriz va a ser mantener una alianza fillo-católica con Luis XIV.

Un elemento esencial y determinante es el problema de la sucesión. Se plantea un


problema institucional vinculado a un tema religioso: ¿un rey católico puede ser jefe de
un país protestante y jefe de la iglesia anglicana? También se habla sobre la autoridad del
rey frente al parlamento. El parlamento inglés no difiere en sus orígenes de las cortes
medievales, por lo que tiene un fuerte carácter estamental, pero neutralizado. En la
mayoría de las circunscripciones los representantes forman parte de las élites dirigentes
de cada población. Las elecciones estaban muy controlabas y la gentry es la que tiene el
gobierno. La forma de tener un parlamento favorable era comprando votos o ampliando
el número de circunscripciones con derecho a voto. El mayor artista de la manipulación
electoral fue Walpole en el siglo XVIII.

Entre 1682-87 (los últimos años de Carlos II y el principio de Jacobo II) la corona otorgó
nuevos estatutos para poder participar en la designación de representantes a 116
pobladores, lo que afectaba al nombramiento de 229 parlamentarios (más de 2/3 de los
parlamentarios). Esto aseguraba el peso de las corporaciones municipales y se preocupaba
tener una cámara de los comunes favorable. El parlamento, como es favorable, le otorga
muchos poderes.
2.2. La crisis político-religiosa

El nuevo monarca adopta medidas muy controvertidas en el tema religioso. Trata de


conceder la libertad religiosa a los no anglicanos con un acta de tolerancia, lo que provoca
la decepción y el rechazo del clero anglicano y una creciente oposición parlamentaria.
Los nacionalistas y los proto-ilustrados son los que quieren la tolerancia religiosa, pero
en este momento Jacobo II, que intenta llevar a cabo una política de tolerancia, va a
provocar la reacción en contra de la iglesia anglicana y una creciente oposición
parlamentaria. A esto se le une la intención de aumentar la autoridad real.

El problema político-religioso es entre el rey y el reino. Se estima que los católicos eran
un 10% de la población. El parlamento inglés reanuda las sesiones en 1685 y las cosas
estaban mal por los nombramientos de Jacobo II contra lo dispuesto en el Test Act, que
prohibía los nombramientos católicos. El Test Act se había reforzado con la expulsión de
los católicos del parlamento, pero Jacobo II ha nombrado católicos para cargos públicos
e institucionales. Esta vía de dispensar cargos se centra con Jacobo II hacia los católicos,
que se ve contra la iglesia anglicana y las tradiciones del reino. Esto está unido a que el
confesor del rey (Eduardo Petre) era jesuita, por lo que las conspiraciones antipapistas
reaparecen en el parlamento. La voluntad de crear un ejército permanente también causa
un rechazo en el parlamento porque era un instrumento esencial para aumentar la
autoridad práctica efectiva del rey. El ejército real con Carlos II era muy pequeño, además
de que sólo los anglicanos podían ser anglicanos; pero con Jacobo II se ponen mandos
católicos. Para ello, recibe ayuda de Luis XIV, que prefería un país filo-católico, aliado.

Como Jacobo II estaba pasando por encima del parlamento por la vía de la excepción, se
genera una gran oposición. En ese clima, en 1687 Jacobo II promulga una declaración de
indulgencia que anulaba las Test Act y toleraba la libertad de culto. El rechazo fue muy
grande y se manifestó en todos los órdenes: 7 obispos anglicanos mandan al rey una
solicitud para que recapacite sobre esta medida contraria hacia la iglesia de Inglaterra.
Los jueces eran de nombramiento real, por lo que el rey nombra un tribunal para juzgar a
estos jueces. El tribunal especial de los obispos los juzga por desobedecer la ley y en 1688
falla en contra del rey diciendo que se ha extralimitado en sus funciones y esas leyes no
se pueden llevar a cabo sin el consentimiento del parlamento. Es decir, en 1688 la
situación política en Inglaterra, es el enfrentamiento del rey contra todos ya que la lealtad
de los parlamentarios se ve resquebrajada por la política de tolerancia con los católicos y
de refuerzo del absolutismo, estamos a un paso de justificar la revolución gloriosa. Ese
clima de sospecha, de cripto-catolicismo se ven confirmadas porque el mundo anglicano
considera que lo que está haciendo Jacobo II es unir dos causas: la del absolutismo y la
del catolicismo.

3. La Gloriosa y Guillermo d’Orange (1688-1702)


3.1. La instauración de Guillermo d’Orange
Jacobo II accedió al trono muy mayor para la época y no tenía hijos, y se pensaba que
sería una situación transitoria porque, en el caso de morir sin descendencia, el trono
pasaría a su hija: María, protestante, casada con Guillermo de Orange. Jacobo estaba
casado con una italiana y en 1688, en vísperas de la revolución gloriosa, nace un niño,
del que se dijo que nació muerto y fue sustituido por otro bebé que sí estaba vivo. Para
así deslegitimizarlo y que los católicos dejasen de reinar.
Es en se clima cuando parte de los 7 Lores se solicita al estatúder una intervención que
garantizase la religión protestante anglicana y las libertades parlamentarias. Guillermo
estaba casado con María, una hija protestante de Jacobo II. Es en este momento cuando
se organiza la intervención armada. Debido al temor a un posible ataque de Luis XIV, la
operación se retrasa hasta noviembre. Guillermo sabe que una alianza entre Francia y
Jacobo II lo dejaría en una encrucijada, por lo que el régimen holandés estaría en peligro.
Por esto, Guillermo hace una apuesta seria y consiguió unir los intereses de Inglaterra y
Holanda contra Francia.

En este momento se lanza la ofensiva militar, pero habiendo hecho ya una campaña de
propaganda. En octubre de 1688 Guillermo publica una declaración que pretende
legitimar y justificar la invasión de Inglaterra, en las que recoge las líneas que estaban
anunciando los parlamentarios, denunciando las extralimitaciones del absolutismo. Esta
declaración justifica la ofensiva, después de enumerar las ilegalidades cometidas por los
ministros de Jacobo II, en la declaración se defiende la invasión para forzar la
convocatoria de un parlamento libre que salvaguarde el protestantismo.

La expedición desemboca en 1688 y no encuentra resistencia. Los holandeses y sus


mercenarios van a encontrar muy poca oposición por una cadena de acontecimientos.
Primero, uno de los personajes más importantes, Mambrú el conde de Marlbrough se lleva
parte de las tropas y las deserciones en el ejército real se multiplican porque no
consideraban que la causa de Jacobo II fuera lo suficientemente importante. Además de
que la mayoría del ejército era protestante con oficiales católicos. Jacobo II es capturado
y echado al exilio, lo que supone un gran problema.

Guillermo no se apodera de la Corona, sino que se hace nombrar gobernador provisional


y convoca un nuevo Parlamento, de mayoría whig que tiene carácter extraordinario y se
plantea el problema dinástico.
• En la que las opiniones están divididas:
- Partidarios de la legitimidad dinástica (Tories). La línea legitimista dice que no
prima la autoridad del parlamento, sino la herencia, por lo que la heredera sería
María.
La posición radical defendía la libre disposición del parlamento para designar al rey:
- Cámara de los Comunes: mayoría whig, partidarios de inhabilitar Jacobo y
proclamar Guillermo y María como a reyes.
- Cámara de los Lores: la fuga Jaume II = abdicación sólo María sería reina,
mientras que Guillermo permanecería como regente.
Finalmente, se llega a un compromiso entre ambos partidos. Se declara vacante el trono
y Guillermo y María son proclamados conjuntamente como rey y reina (13 de febrero de
1689), luego de aceptar la Declaración de Derechos). La Declaración de derechos, fija las
obligaciones del rey y el Parlamento.

María y Guillermo III eran reyes de Inglaterra, Escocia e Irlanda. En Inglaterra no había
problemas, en escocia, en principio, se aceptó la sucesión, en Irlanda la cuestión fue más
reticente. En 1689, con auxilio de Luis XIV que había declarado la guerra a Irlanda en
1688, hay un intento de intervención militar en irlanda. El desembarco en Irlanda fue
rechazado en 1690. A partir de ese momento, Jacobo II permanecerá en el exilio en
Francia, aunque también hubo otro intento de sublevación por los jacobitas y los
irlandeses. La necesidad de aprobar cuantiosos créditos para la guerra tener
consecuencias políticas:
- Va convirtió en costumbre la votación anual del presupuesto.
- Creación del Banco de Inglaterra en 1694.
- Con una nueva Acta Trienal de 1694, la duración de cada legislatura quedó
limitada a 3 años.
-
Se ha interpretado que la revolución gloriosa supuso el triunfo definitivo del
parlamentarismo sobre el absolutismo. Esa revolución, además, permitió un gobierno
estable basado en la alternancia parlamentaria de los dos grandes partidos que permitieron
una política de estabilidad que permitió fomentar las actividades económicas del país,
colocando a Inglaterra en el camino de la revolución industrial.

Los cambios sociales que se habían producido en Inglaterra desde el siglo XVII habían
modificado las bases sociales de Inglaterra con el desarrollo de la gentry y de los sectores
precapitalistas o capitalistas comerciales. Por lo que se debió a ese trasfondo de cambio
social a lo largo del siglo XVII que permitió fundamentar la limitación del parlamento al
poder absolutista del rey.

Esta victoria del parlamentarismo va a tener amplias consecuencias en el pensamiento


político de la época. En ese contexto, es donde se inserta la obra de John Locke, el cual
realizó dos tratados sobre el gobierno civil y justifica los acontecimientos políticos
vividos en Inglaterra durante la revolución gloriosa. Proponía una teoría pactista, un
contrato social, en la que se postulaba que el Estado existía para el individuo y no el
individuo para el Estado, es decir, el Estado debía garantizar los derechos básicos del
individuo. Van a ser estos planteamientos los que se extenderán por Europa, y van a estar
en la base del liberalismo.

3.2. El Bill of Rights

En estos momentos, Inglaterra no era una potencia como lo había sido antes debido,
principalmente, a las guerras comerciales con Holanda, que habían desgastado mucho al
reino y habían provocado que la economía y el comercio se resintieran, generando así
muchos conflictos de carácter social. Es en este clima tan tenso en el que Guillermo y
María se convierten en reyes de Inglaterra y Holanda y las colonias de los respectivos
territorios, y las posesiones en territorio francés continental. Revolución gloriosa supone
la creación de una monarquía constitucional. El nuevo régimen inglés se basó en tres
documentos que establecían sus fundamentos legales: Bill of Rights, Toleration Act y el
Settlement Act.

En esencia, la Declaración de Derechos (Bill of Rights) de 1689 limita los poderes de la


Corona (definiendo los que se consideraban como abusos), y expresa y enumera los de
Parlamento. Establece la idea de la supremacía del Parlamento y los conceptos
contractuales sobre el origen del poder, formulados por John Locke. Régimen constante
desde entonces hasta hoy, con una progresiva limitación de los poderes de la monarquía
(Como declarar ilegal el mantenimiento de un ejército permanente en tiempo de paz sin
el consentimiento de Parlamento). Estableciendo un régimen liberal, no democrático.

Respecto a la soberanía, se establecía que tanto María como Guillermo eran los monarcas,
pero el poder ejecutivo residía solamente en Guillermo, no en María. La elección de
otorgar la corona a Guillermo y a María supone la superposición de la decisión del
Parlamento por encima de la sucesión real, ya que es el Parlamento quien decide
nombrarlos reyes, ya que, aunque María tenía derechos dinásticos, se plantearon otras
vías para la sucesión.

Una vez que se estableció el orden de sucesión, se desarrollaron otras medidas


complementarias que venían a configurar el marco constitucional posterior. Esto se debe
a que la consecuencia principal de esta Declaración era la sustracción del poder judicial
del rey. Hasta el momento, los monarcas podían nombrar y deponer a los jueces a
voluntad, pero, con esta Declaración y una ley posterior, se sustrae el control judicial de
la Corona, el rey no podía revocar a los jueces, sólo nombrarlos.

Esta Declaración, junto con la revolución que la precedió, se ha interpretado como el


triunfo definitivo del parlamentarismo sobre el absolutismo. Esto se debe a que la
revolución permitió la configuración de un gobierno estable basado en la alternancia
parlamentaria de dos grandes grupos políticos, lo que permitió una política estable y
fomentar las actividades económicas del país, colocando a Inglaterra en el cambio de la
Revolución Industrial.

A esta Declaración de derechos se le sumo la Toleration Act (05/24/1689) que concede a


los protestantes disidentes la libertad de culto público, el derecho de abrir escuelas y el
acceso a todas las funciones, a condición de aceptación de los juramentos de lealtad y
supremacía. Con algunas excepciones como católicos y quaqueros.

La muerte en 1700 del último hijo de Anna Estuart, casada con el príncipe Jordi de
Dinamarca, y heredera designada por María y Guillermo, plantea el problema de la
sucesión al trono de Inglaterra. Esto provoca la aprobación del Acta de Establecimiento
(10-II-1701) que decreta la exclusión de todo pretendiente católico (entre ellos Jacobo II
y su hijo Jacobo Eduarda) y prevé que la Corona revierta a la nieta protestante de Jacobo
I, la protestante Sofía de Hannover y sus herederos (casa Hannover = Windsor). Sin
embargo, ante la perspectiva de un rey extranjero, se prohibía a Anna abandonar
Inglaterra sin el consentimiento del Parlamento.

Tras la muerte de María en 1694, sin descendencia y la muerte de Guillermo en 1702. La


Corona pasa a su cuñada, la reina Ana (1702-1714). Las consecuencias para Holanda
supusieron la pérdida de la hegemonía, el dominio del comercio mundial pasó a Gran
Bretaña. Por lo que se produjo el traslado de casas bancarias de Amsterdam a Londres.

4. Ana Estuardo
4.1. Inglaterra contra Francia en la guerra de Sucesión (1702-1714)

La reina Ana, profundamente inglesa y anglicana, fue la última Estuardo. De escasa


capacidad, estuvo sometida a la influencia de su amiga Sarah Jennings esposa de John
Churchill, duque de Malborough. Su reinado está influido por 2 hechos:
-Unión de Inglaterra y Escocia (1707) UNION ACT
- Guerra de Sucesión española
Tras la muerte de Carlos II de Habsburgo, la mayoría de las potencias aceptaron a Felipe
V como heredero. Esta situación la aprovechó su abuelo, Luis XIV, para obtener
beneficios. La agresiva política llevada a cabo por Luis XIV a partir de este momento
alarmó mucho a Inglaterra y las Provincias Unidas, que decidieron aliarse con el Imperio
para apoyar la candidatura del archiduque Carlos, constituyéndose la Gran Alianza de la
Haya. La respuesta de Luis XIV fue el reconocimiento de Jacobo III como rey de
Inglaterra, lo que provocó una gran oleada de belicismo entre los whigs que dirigían el
gobierno. De esta forma, el continente quedó dividido en dos bloques enfrentados: el
bloque encabezado por el Imperio, Inglaterra y las Provincias Unidas que apoyaban al
archiduque Carlos, y Francia y España que apoyaban a Felipe de Anjou.

El reinado estuvo presidido por la Guerra de Sucesión española, que despertar fuerte
oposición interna:
- Los whigs sostienen financieramente la guerra y se en aprovechan
- Los tories reclaman la paz en nombre de:
• Los propietarios terratenientes (Disminución de rentas)
• La mayoría social (Aumento de cargas cuyo con impuestos sobre el
azúcar, cerveza ...)

Churchill se apoya en los whigs, pero debe contar con los tories pero como son anglicanos
intransigentes, reclaman la abolición de la Toleration Act. Como pacifistas, hacen
campaña en sus periódicos contra la reanudación de las hostilidades.

Por su parte, los ingleses conquistaron varios territorios pertenecientes a la Corona


española: Gibraltar (1704) y Menorca (1708). Además, usaron Portugal y propiciaron la
sublevación austracista en la Corona de Aragón, lo que puso en graves dificultades al
candidato francés. Los ingleses también obtuvieron grandes victorias como la
protagonizada por el príncipe Eugenio y Marlborough en Blenheim, que obligó a los
franceses a abandonar Baviera y replegarse rápidamente al otro lado del Rhin. En 1705,
aprovechando la sublevación en Cataluña, los ingleses ocupan Barcelona y proclaman al
archiduque Carlos rey de España como Carlos III. Meses más tarde, una acción conjunta
de las tropas anglo-austriacas obligan a Felipe V a abandonar Madrid y entra Carlos III
en 1706.

Ya en 1705, Luis XIV había iniciado conversaciones secretas para buscar la paz. A
cambio de una tregua de dos meses, Marlborough, el príncipe Eugenio y Heinsius exigían
la expulsión de Jacobo III Estuardo, la destrucción del puerto de Dunkerque, el
reconocimiento del archiduque Carlos como rey de España, la cesión de Estrasburgo y
Alsacia al Imperio, la de Lille, Maubeuge, Tournai, Condé y Valnciennes a las Provincias
Unidas y la promesa de ayuda militar francesa para expulsar a Felipe V de España.
Colbert, por orden del rey, acepta estas condiciones menos la última y la de otorgar
Alsacia, pero la guerra no se detiene.

La Gran Alianza comienza a decaer, se suceden las derrotas y se comienza a hablar de


una paz. En 1710, la opinión pública inglesa estaba bastante cansada de la guerra, a lo
que se le une la llegada al poder en los tories que, cansados de la guerra y los daños a sus
intereses mercantiles, se inclinaron por el pacifismo, comenzando de esta forma las
conversaciones hasta la paz de Utrecht que puso fin a la guerra; y el enfrentamiento entre
la reina Ana y Marlborough. A comienzos de 1711, la llegada de un embajador francés a
Londres inicia las conversaciones de paz. El final se decanta cuando José I muere,
ascendiendo el archiduque Carlos al trono como Carlos VI, retirando así el apoyo del
resto de las potencias a su candidatura como monarca español.

Las actuaciones de los corsarios franceses en los enclaves ingleses terminan por decantar
la decisión de Inglaterra, firmándose en 1711 los Preliminares de Londres sobre la base
del reconocimiento de Felipe V a cambio de ventajas políticas y comerciales, y propone
la apertura de conversaciones generales en Utrecht en 1712. La paz definitiva se firma en
Utrecht en 1714 y se reconoce a Felipe V como rey de España, pero con la condición de
ceder a Austria los Países Bajos y sus posesiones italianas, y conceder a Inglaterra
privilegios comerciales en América.

4.2. El Acta de Unión (1707)

Los escoceses aceptan el Acta de Unión del 6 de marzo de 1707:


- La unión personal y dinástica deja paso a una unión política, bajo el nombre de Reino
Unido de la Gran Bretaña.
- Los escoceses pierden su Parlamento, pero obtienen el derecho de enviar 16 lores y 45
diputados a las dos Cámaras del Parlamento de Londres, que a partir de ese momento es
común.
- Al formar con Inglaterra un único mercado nacional, Escocia participará de todas las
ventajas de las Actas de navegación y tratados comerciales, al tiempo que conservará su
iglesia presbiteriana, sus leyes y sus tribunales.

El problema sucesorio no se resolvió bien porque María murió antes que Guillermo y no
tuvieron hijos, por lo que la sucesión pasaría a Ana de Dinamarca (hermana de María),
que estaba casada con el hermano del rey de Dinamarca, Cristián IV. Ana va a reinar entre
1702-1714. Murió sin descendencia en 1714 y estaba previsto el orden sucesorio: pasaría
a un primo segundo de la dinastía Hannover.

Desde el punto de vista de la política interna, el acontecimiento más importante fue la


Unión de Escocia al reino de Inglaterra: la Unión Act de 1707, por la que nacería lo que
hoy conocemos como gran Bretaña. La coincidencia de los 3 reinos en una sola corona
se produce tras la muerte de Isabel I y se configura como una monarquía compuesta. Pero
los territorios presentaban características muy desiguales: la zona más poblada era
Inglaterra y también era el lugar con más actividad comercial, más recursos y en centro
de gravedad política. Irlanda y Escocia tenían menos población y un menor desarrollo.
Las tierras bajas estaban más desarrolladas, sobre todo las regiones vinculadas a
Edimburgo, pero las tierras altas estaban muy poco desarrolladas, con clanes. Además,
en relación con Inglaterra, la situación religiosa escocesa era complicada porque había
minorías católicas, presbiterianas y episcopalistas. Desde Edimburgo se habían
embarcado en la creación de compañías de comercio que resultaron muy poco eficaces,
hasta el punto de que Escocia necesitó la colaboración de Inglaterra con préstamos. El
gobierno inglés aprovecha esto para llevar a cabo el acta de unión: la propuesta de integrar
en el parlamento de Inglaterra, el parlamento de escocia, es decir, que hubiese un solo
parlamento con representación escocesa. Mediante la utilización de los préstamos, la
implicación económica de los escoceses e ingleses, finalmente, la votación llevada a cabo
en el parlamento de Escocia aprobó la integración en el parlamento inglés. A partir de
ahí, se puede hablar de Gran Bretaña. Esto implicaba disolver los dos parlamentos y
generar un nuevo parlamento con ingleses y escoceses.

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