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Universidad de San Andrés

Departamento de Derecho
Maestría en Derecho Empresarial

Smart Contracts y las Organizaciones


Autónomas Descentralizadas: ¿El surgimiento
de una sociedad virtual?

Marianela Bollo
DNI 34.890.285
Santiago J. Mora (Director de Tesis)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 30 de julio de 2020
INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es determinar la naturaleza jurídica de las organizaciones

autónomas descentralizadas -conocidas como “DAOs”, por su acrónimo en inglés-, y en

particular, su calificación jurídica a la luz de la Ley General de Sociedades N° 19.550.

Particularmente, este trabajo pretende determinar si dichas organizaciones pueden ser

calificadas como sociedades de acuerdo con la ley argentina.

Debido al reciente fenómeno relacionado con Fintech, no existe una única definición

sobre qué es una organización autónoma descentralizada. Esto se explica, principalmente,

debido a la falta de regulación legal de dichas organizaciones que provean definiciones

claras y definan los límites de su funcionamiento. Si partimos del modelo introducido por

Slock.it en el año 2016, las “DAOs” se entienden como organizaciones que existen

únicamente en un código informático y que funcionan en una “Blockchain”. Sus

miembros proveen a la organización de financiamiento a través de criptomonedas, para

luego financiar proyectos y distribuir las ganancias entre ellos. La DAO del año 2016 se

pensó como una organización sin asiento en una jurisdicción determinada y sin el

propósito de producir bienes ni prestar servicios. Sin embargo, existen otras versiones de

DAOs en las que, por ejemplo, sus miembros no realizan aportes, sino que contribuyen

con su capacidad computacional para generar activos (Dash), o bien, hasta hace muy poco

tiempo, existía una DAO en la que su criptomoneda estaba respaldada en oro (DigixDAO).

Sin perjuicio de lo anterior, esencialmente, las DAOs son Contratos Inteligentes

concebidos como una organización que no requieren de la intervención del Estado para

su ejecutabilidad.

Ahora bien, ¿puede entenderse a las organizaciones autónomas descentralizadas y,

particularmente, al modelo de The DAO de 2016, como sociedades en los términos de la

1
ley Argentina? Si se las entiende como una sociedad, ¿adoptaría alguno de los tipos

sociales previstos en la Ley General de Sociedades N° 19.550?

Este trabajo se encuentra divido en cuatro partes. En primer lugar, se introducirá el

fenómeno de la tecnología de la plataforma Blockchain, sus aspectos más distintivos y

los ejemplos de las Blockchain de Bitcoin y Ethereum. Se aclara que las particularidades

técnicas de esta clase de tecnología exceden el contenido de este trabajo y no serán

desarrolladas en profundidad. En segundo lugar, se indagará sobre las características del

particular ecosistema y funcionamiento de los “Smart Contracts” y de su recepción en el

Derecho Argentino. Principalmente, me referiré a los Contratos Inteligentes codificados,

sean puros o híbridos, independientemente de que muchos de los análisis aquí presentados

son también aplicables a las otras clases de Contratos Inteligentes. En tercer lugar, se

presentará el fenómeno de las organizaciones autónomas descentralizadas, y en particular

el caso de The DAO de 2016 que sirvió como punto de partida de este tipo de

organizaciones. En cuarto y último lugar, se describirán las características más distintivas

de las organizaciones autónomas descentralizadas y se analizará la naturaleza jurídica de

dichas organizaciones en el marco del derecho comparado y, particularmente, a la luz del

derecho argentino y su calificación conforme la Ley General de Sociedades N° 19.550.

Para ello, se examinarán los distintos tipos societarios previstos en la ley y su asimilación

a las organizaciones autónomas descentralizadas. Todo lo cual permitirá responder el

interrogante planteado en el primer párrafo del presente apartado.

2
ÍNDICE TEMÁTICO

I. LA CADENA DE BLOQUES O BLOCKCHAIN........................................................ 4


A. Concepto y características ................................................................................................. 4
B. Blockchain del Sistema Bitcoin ........................................................................................ 6
C. Blockchain del Sistema Ethereum................................................................................... 12
II. LOS CONTRATOS INTELIGENTES: “SMART CONTRACTS” ......................... 13
A. Concepto ......................................................................................................................... 13
B. Evolución ........................................................................................................................ 15
C. Características ................................................................................................................. 17
D. Clases .............................................................................................................................. 20
E. Funcionamiento. Celebración.......................................................................................... 21
F. Los Contratos Inteligentes y su recepción en el Derecho Argentino .............................. 26
III. ORGANIZACIONES AUTÓNOMAS DESCENTRALIZADAS: “THE DAO” .... 29
A. Sinopsis de “The DAO” .................................................................................................. 30
B. Fundadores ...................................................................................................................... 31
C. Funcionamiento ............................................................................................................... 31
D. El “Ataque” ..................................................................................................................... 34
IV. ORGANIZACIONES AUTÓNOMAS DESCENTRALIZADAS: SU
CALIFICACIÓN JURIDICA .................................................................................................. 37
V. CONCLUSIÓN .............................................................................................................. 52

3
I. LA CADENA DE BLOQUES O BLOCKCHAIN

A. Concepto y características

Uno de los principales desencadenantes de la última revolución tecnológica fue la

creación de la plataforma Blockchain.

Esta tecnología se define como una base de datos distribuida, automatizada,

descentralizada, inalterable –o al menos es lo esperable–, en la cual se registran

operaciones de intercambio de información entre dos o más personas1. También se

entiende a este tipo de tecnología como un registro de transacciones único pero llevado

de forma descentralizada o distribuida2.

Las operaciones se registran en paquetes de información o “bloques” que se encadenan

“entre sí”, de ahí su denominación “Blockchain” o “cadena de bloques”. Se entiende a la

Blockchain como una colección de datos e información descentralizada que es verificada

por sus miembros mediante el empleo de la tecnología peer to peer. Por tanto, la cadena

de bloques es compartida por múltiples nodos en los que se registran bloques de

información. Por nodo habrá de entender cualquier ordenador que, previa descarga y

ejecución de uno o varios programas, se convierte en parte integrante de una red

descentralizada de la cadena de bloques e inmediatamente pasa a conservar una réplica

exacta de todos los registros integrantes de la red. Dicha copia completa del registro se

actualizará en lo sucesivo, cada vez que el nodo se conecte en Internet3.

1
Mirassou Canseco, Carlos D.; Andrés O. Hadad. 2019. “Nuevo paradigma contractual: los smart
Contracts”. LA LEY, Suplemento Especial #LegalTech II: El Derecho ante la Tecnología: 49-61.
2
Gonzalez-Meneses Robles, Manuel. 2017. Entender Blockchain. Una introducción a la
tecnología de registro distribuido. España: Aranzadi.
3
Mugas Acosta, Pablo Ezequiel. 2019. “Encuadre jurídico del Smart Contract”. Revista Argentina
de Derecho Civil (Número 6) IJ-DCCCLXIII-547.

4
Entre las principales características de Blockchain pueden enumerarse las siguientes: (i)

la descentralización o distribución; (ii) la inalterabilidad de la información contenida en

la cadena de bloques; y (iii) el mecanismo consensuado.

a) Descentralización. Esa descentralización, que también se denomina

técnicamente como distribución, evita la presencia de un registrador o validador

central. Es la propia red la que verifica y controla, de manera concertada y bajo

consensos, las operaciones4. Además, el registro Blockchain es distribuido

(basado en “distributed ledger technology”, “DLT”) porque todos los operadores

saben qué sucede a la vez, cuándo se ha generado nueva información, y quiénes

la han generado, y en qué términos. El carácter constantemente sincronizado,

distribuido y autorizado de la Blockchain garantiza que únicamente exista un

registro de las transacciones anotadas.

b) Inalterabilidad. La información se plasma de forma irreversible y única, gracias

a la criptografía5 asimétrica. Intentar una alteración en los registros, exigiría el

consenso de todos los miembros y una modificación en todos los nodos de cadenas

de bloques que recogen un tracto sucesivo.

c) Mecanismo consensuado. Todos los participantes en el sistema llegan a un

acuerdo que contiene el conjunto de reglas para ejecutar las transacciones, las

cuales quedan registradas en el tiempo dentro de ese proceso.

4
Ibáñez Jiménez, J.W. 2017. “Cuestiones jurídicas en torno a la cadena de bloques («blockchain»)
y a los contratos inteligentes («smart contracts»)”. Revista Icade. Revista de las Facultades de
Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales (Número 101). Consultado: 15 de febrero de
2020. https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/8407/8413
5
Puig Pascual, Alex. 2017. “Identidad digital sobre «Blockchain» a nivel nacional”. Revista
Icade. Revista de las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales (Número
101). Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://revistas.comillas.edu/index.php/revistaicade/article/view/8410/8416

5
B. Blockchain del Sistema Bitcoin

El sistema Bitcoin fue implementado por una persona identificada (o grupo de personas

identificadas) con el seudónimo de Satoshi Nakamoto, mediante la publicación de sus

reglas de funcionamiento en un White Paper intitulado: “Bitcoin: A Peer-to-Peer

Electronic Cash System” a fines de 2008, y con la emisión del software correspondiente,

a modo de “código abierto”, a comienzos del 2009.

El sistema Bitcoin es el caso más importante del género llamado “monedas virtuales”, las

cuales han sido definidas como una representación digital de valor que puede ser

intercambiada digitalmente, y que funcionan como un medio de cambio, y/o unidad de

cuenta, y/o almacenamiento de valor, pero que no tienen curso legal en ninguna

jurisdicción, sino que cumplen con las funciones mencionadas solo por el acuerdo entre

las partes6. Además, el Sistema Bitcoin es el primer caso de las llamadas

“criptomonedas”, que es una especie dentro del género “monedas virtuales”, que incluye

a los sistemas descentralizados que utilizan dos tipos de algoritmos para su

funcionamiento: algoritmo de encriptación asimétrica y algoritmo de resumen o hashing.

Con respecto al primero de los algoritmos mencionados, en el sistema Bitcoin la

autenticación de los mensajes de transferencia se basa en firmas electrónicas de doble

clave. A cada usuario del sistema se le asignan dos claves de encriptación que están

matemáticamente enlazadas, de manera que lo que se encripta con una se desencripta con

la otra (y viceversa). Tal como explica González-Meneses Robles, la propiedad

matemática de estas claves y el hecho de que el conocimiento de una de las claves no

sirve para deducir la otra clave es lo que permite utilizar una de las claves como clave

privada y la otra como clave pública. Esto a su vez permite el desarrollo de

6
Mora, Santiago J. 2019. “La tecnología blockchain. Contratos inteligentes, ofertas iniciales de
monedas y demás casos de uso”. LA LEY, AR/DOC/537/2019.

6
comunicaciones electrónicas seguras en una situación de desconocimiento total entre las

partes. El destinatario de un mensaje cifrado sabe que, si éste se hace legible aplicando

una determinada clave pública, esto significa que ese mensaje ha sido cifrado

precisamente con la clave privada correlativa del sujeto titular de dicha clave publica y,

por tanto, que el mensaje en cuestión procede de esa persona. Así, la finalidad primordial

de esas herramientas de encriptación no es el secreto o la ocultación frente a terceros del

contenido de una comunicación o mensaje, sino, más bien, el aseguramiento de la

procedencia de una comunicación para el destinatario de ésta7.

El registro de un usuario de Bitcoin se hace de forma completamente privada. Para ello

basta con tener descargada la aplicación correspondiente en un ordenador cualquiera. Una

vez descargada la aplicación y sin tener que seguir conectado a Internet, alcanza con

seleccionar la opción “nueva dirección” y la aplicación primero genera aleatoriamente un

número de 256 bits8 que va a funcionar como clave privada de encriptación. Partiendo de

ese número, se genera ese otro número que es la correlativa clave pública, del que se

calcula a su vez el hash, que será lo que operará como dirección de Bitcoin9.

La operación anteriormente descripta se puede realizar cuantas veces uno quiera,

generándose cada vez un nuevo par de claves y una nueva dirección de Bitcoin. En ningún

momento del proceso anterior el sistema comprueba de forma alguna la identidad de quien

se está registrando. En Bitcoin los emisores y destinatarios de las transferencias solo se

7
Gonzalez-Meneses Robles, Manuel. 2017. Entender Blockchain. Una introducción a la
tecnología de registro distribuido. España: Aranzadi.
8
“Bit” es el acrónimo de “binary digit”. Un bit es un dígito del sistema de numeración binario.
9
Por lo tanto, la dirección de Bitcoin es el hash de la clave pública.

7
identifican mediante sus respectivas claves públicas de firma electrónica generadas en la

forma privada antes explicada10.

A continuación, se ejemplifica lo hasta aquí explicado: cuando el Usuario A quiere

transferir una determinada cantidad de bitcoins al Usuario B, indica en su mensaje

(mensaje 1) como beneficiario a la clave publica del Usuario B. Esto es lo a que a su vez

permite al Usuario B realizar una transferencia de los bitcoins recibidos del Usuario A:

firmando con su clave privada (correlativa a su clave publica) un nuevo mensaje de

transferencia (mensaje 2) que será dado por valido e incluido en la cadena una vez

verificado que ese mensaje ha sido firmado precisamente mediante la clave privada

vinculada criptográficamente a la clave publica cuyo hash fue indicada como beneficiario

en el mensaje 1.

Como se adelantó, el segundo elemento matemático del sistema Bitcoin son los

algoritmos de resumen o hashing, es decir, de cálculo de hashes.

“Hash” es una palabra inglesa que significa “picadillo”. La función hash es un algoritmo

matemático que, aplicado sobre un archivo o ítem digital cualquiera, da como resultado

una determinada secuencia de aproximadamente treinta caracteres alfanuméricos

(números y letras). Esta secuencia es un número que se suele expresar en numeración

hexadecimal, empleando dieciséis dígitos que son los números de 0 al 9 y las primeras

seis letras del alfabeto latino (de la a a la f)11.

Este algoritmo tiene la particularidad de que siempre que se aplica sobre el mismo archivo

el hash resultante es el mismo, y basta con la alteración de un solo bit del archivo en

10
González-Meneses Robles, Manuel. 2017. Entender Blockchain. Una introducción a la
tecnología de registro distribuido. España: Aranzadi.
11
Gonzalez-Meneses Robles, Manuel. 2017. Entender Blockchain. Una introducción a la
tecnología de registro distribuido. España: Aranzadi.

8
cuestión para que el hash resultante sea completamente diferente. Otra propiedad de este

algoritmo es su carácter unidireccional, es decir, que no es reversible.

El hash sirve para garantizar que un determinado archivo no ha sido alterado. No evita en

sí misma la alteración, sino que permite detectarla. Cabe destacar que no existe un único

algoritmo de hashing. Se conocen y utilizan diferentes, cada uno de los cuales, aplicado

sobre el mismo archivo, da como resultado un hash diferente. El protocolo Bitcoin utiliza

un algoritmo específico conocido como SHA-256.

Por lo tanto, partiendo del ejemplo anterior, en el mensaje de transferencia de bitcoin se

hace uso de las dos herramientas matemáticas hasta aquí explicadas:

- Como input, se incluye: (i) el hash de la transferencia previa de la que resulta el

saldo disponible de bitcoins; (ii) la firma electrónica con la clave privada del

transferente; y (iii) el hash de la clave pública del transferente (necesaria para que

el destinatario pueda verificar la firma del mensaje).

- Como output, se consignan: (i) la cantidad de bitcoins que se transfieren en esta

oportunidad; y (ii) la dirección de Bitcoin del beneficiario (que es el hash de su

clave pública).

A su vez, de todo el mensaje de transferencia se calcula su hash y éste se consigna en el

encabezado del mensaje, que es lo servirá para identificar esta concreta transferencia en

aquella o aquellas posteriores que la tengan como antecedente o input.

Comprensiblemente, el sistema pretende evitar que transacciones ya empleadas como

input de una transacción puedan ser empleadas otra vez como input de transacciones

posteriores. Para evitarlo, se comunica cada nueva transacción a la red, al conjunto de los

usuarios del sistema. Sin embargo, dentro de los usuarios del sistema Bitcoin existen

9
determinados usuarios que tienen una participación más relevante y activa en el sistema.

A estos usuarios se los conoce como “nodos” o “mineros”12.

Los mineros recogen todos los mensajes de transacciones de bitcoins que se emiten en

cualquier lugar del mundo por los usuarios de dicha moneda. Cada nodo o minero va

recogiendo y validando las nuevas transacciones que se comunican por los usuarios del

sistema, pero no basta con dicha validación que realiza separadamente cada nodo para

que las nuevas transacciones queden incorporadas al historial único de Bitcoin. Con el

conjunto de nuevas transacciones recibidas y validadas en un determinado lapso temporal

por un determinado minero éste forma un bloque para su incorporación a la Blockchain

de Bitcoin. Cada nuevo bloque de esta cadena está integrado por el texto de todas las

transacciones que se incluyen en él y, además, como primer componente, por el hash del

bloque inmediatamente anterior. A su vez, de este nuevo bloque se calcula su propio hash,

que en su momento se incluirá como primer ítem en el siguiente bloque, y así

sucesivamente. Cada vez que se incorpora un nuevo bloque se añade una nueva

autenticación a todo el contenido anterior de la cadena y por tanto se incrementa la

seguridad de todo el registro. Si los bloques no estuvieran encadenados de esta forma, la

manipulación a posteriori del contenido de una de las transacciones anotadas alternaría

solo el hash del bloque en cuestión. Sin embargo, en la medida en que cada bloque

contiene el hash del bloque precedente, la alteración de cualquier dato de cualquier bloque

anterior altera el hash de ese bloque y de todos los posteriores a éste, y por tanto es

fácilmente detectable13.

12
No existe ningún requisito subjetivo o de idoneidad personal para el acceso a esta categoría. Se
debe disponer de un equipo informático con suficiente potencia computacional para realizar
determinadas operaciones en un determinado tiempo.
13
Gonzalez-Meneses Robles, Manuel. 2017. Entender Blockchain. Una introducción a la
tecnología de registro distribuido. España: Aranzadi.

10
Cabe destacar que no todos los mineros llegan a incorporar su bloque a la cadena, sino

solo uno de ellos. El bloque que va a quedar incorporado en la cadena se selecciona

mediante la denominada “proof-of-work”, una “prueba de trabajo”.

La prueba de trabajo es un elemento determinante para la seguridad de la cadena de

bloques. Consiste en resolver un peculiar problema matemático relacionado con el hash

del bloque. Para que el bloque sea incorporado a la cadena se requiere que el hash tenga

una configuración determinada (que comience con un determinado número de ceros, que

el número de hash sea inferior a un determinado número). Los mineros logran lo anterior

añadiendo un numero al encabezamiento del bloque. Este número añadido que modifica

el hash del encabezamiento del bloque para conseguir que este hash tenga una

determinada forma es lo que se conoce como “nonce”14. La única forma de encontrar un

nonce que cumpla con lo requerido es probando. Por definición el bloque que intenta

cerrar cada minero es diferente de todos los demás (debido a que la transacción originaria

a su favor incluye su propia dirección de Bitcoin que difiere entre cada minero). Esto

tiene la consecuencia de que el nonce que se está buscando es distinto para cada minero

concurrente y, por ello, con una diferencia completamente aleatoria. De esta manera y

con este elemento de aleatoriedad la probabilidad de que un minero logre cerrar un bloque

depende del poder computacional con el que contribuye a la red en relación con el poder

computacional del conjunto de todos los demás nodos15. Lo que hace atractiva a esta

actividad de minería es que el nodo que consigue cerrar un bloque e incorporarlo a la

cadena recibe una retribución por parte del sistema, un determinado número de nuevos

14
Abreviatura de “number used once” (número de un solo uso). En informática, los nonces son
números generados para un uso específico, normalmente con finalidad de autenticación.
15
En promedio, un minero tarda diez minutos en hallar un nonce. Es decir, que cada diez minutos
se cierra un nuevo bloque y se añade a la cadena de bloques un continuo crecimiento y, por tanto,
cada diez minutos la suma total de bitcoins en circulación se incrementa.

11
bitcoins. En una primera etapa la retribución consistía en 50 bitcoins, actualmente la

retribución equivale a 6,25 bitcoins16.

C. Blockchain del Sistema Ethereum

Ethereum fue creado y puesto en marcha entre 2013 y 2015 por Vitalik Buterin. Se trata

de una plataforma de aplicaciones descentralizada basada en una cadena de bloques

pública y Contratos Inteligentes, a través de la cual se ejecutan programas escritos en

“Solidity” o lenguaje de programación orientado a objetos.

Al igual que el sistema Bitcoin, el sistema Ethereum utiliza el protocolo de “prueba de

trabajo”, pero a diferencia del primero, cada nuevo bloque se crea cada 15 segundos, y el

nodo minero que consigue agregar un bloque recibe una recompensa de 3,20 Ethers17.

En la Blockchain de Ethereum existen dos tipos de direcciones: (a) las direcciones de

usuario, al estilo del Sistema Bitcoin; y (b) los “contratos”. Para poder almacenar estos

últimos, se emite una transacción especial de creación de un Contrato Inteligente. Un

Contrato Inteligente puede mantener un balance de Ethers, utilizar recursos de

almacenamiento persistente en la red, recibir y enviar Ethers y llamar a otros contratos.

La ejecución del código de un contrato tiene lugar en la llamada “máquina virtual de

Ethereum” (Ethereum Virtual Machine o EVM, en inglés). Cada nodo completo de la red

16
Leal, Andrea. 2020. “El halving de Bitcoin llegó: emisión pasa a 6,25 BTC por 4 años”.
CriptoNoticias. 11 mayo de 2020. Consultado: 25 de julio de 2020.
https://www.criptonoticias.com/mineria/tercer-halving-de-bitcoin-ya-esta-aqui/
17
“Ether” es la criptomoneda del Sistema Ethereum que sirve principalmente para pagar por la
ejecución de los Contratos Inteligentes. Recientemente la recompensa recibida por los mineros
fue reducida de 4 Ethers a 3,20 Ethers. Leal, Andrea. 2020. “Reducción de la recompensa en
Ethereum Classic afectó rentabilidad de su minería”. CriptoNoticias. 17 de marzo de 2020.
Consultado: 15 de mayo de 2020. https://www.criptonoticias.com/mineria-bitcoin-
criptomonedas/reduccion-recompensa-ethereum-classic-rentabilidad-mineria/

12
ejecuta la EVM como parte del proceso de verificación de bloques. Esto significa que el

código de un contrato es ejecutado de forma masiva y paralela por toda la red18.

II. LOS CONTRATOS INTELIGENTES: “SMART CONTRACTS”

A. Concepto

A fin de entender el objeto de este trabajo, y habiéndose desarrollado en el capítulo

anterior la tecnología Blockchain y su particular funcionamiento, es esencial analizar

ahora el concepto de “Smart Contract”. El término “Smart Contract” o “Contrato

Inteligente” fue introducido por el criptógrafo húngaro Nick Szabo quien durante la

década del noventa definió a estos contratos como “un protocolo de transacción

computarizado que ejecuta los términos de un contrato” (“a computerized transaction

protocol that executes the terms of a contract”)19.

Los Contratos Inteligentes son algoritmos que operan con la característica principal de no

poder ser controlados por ninguna de las partes del contrato y de ser autoejecutables, es

decir, que su ejecución se encuentra automatizada20. La ejecución automática del Contrato

Inteligente es usualmente efectuada a través de un código de computadora que traduce la

prosa legal a un programa ejecutable21. Este programa tiene el control por sobre los

objetos físicos y digitales necesarios para efectuar su ejecución. En ese sentido, la doctrina

Mora, Santiago J. 2019. “La tecnología blockchain. Contratos inteligentes, ofertas iniciales de
18

monedas y demás casos de uso”. LA LEY, AR/DOC/537/2019.


19
Szabo, Nick. 1994. “Smart contracts”. Consultado: 19 de febrero de 2020.
http://www.fon.hum.uva.nl/rob/Courses/InformationInSpeech/CDROM/Literature/LOTwintersc
hool2006/szabo.best.vwh.net/smart.contracts.html
20
Mirassou Canseco, Carlos D.; Andrés O. Hadad. 2019. “Nuevo paradigma contractual: los
smart Contracts”. LA LEY, Suplemento Especial #LegalTech II: El Derecho ante la Tecnología:
49-61.
21
Raskin, Max. 2017. “The law and legality of smart contracts”. Georgetown Law Technology
Review. Consultado: 19 de febrero de 2020. http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2842258

13
sostiene que el “code is law”, es decir, que “el código es la ley”, de manera tal que

analógicamente podría asimilarse la función del “programador” a la del “legislador”.

Una característica distintiva de los “Smart Contracts”, relacionada con la automaticidad

mencionada anteriormente, es que no requieren de la intervención del Estado para su

ejecutabilidad. Lagerén Molina sostuvo que en la autoejecutabilidad de estos contratos

radica su parte “inteligente”22.

Profundizando sobre el concepto, los Contratos Inteligentes son un programa informático

creado/celebrado por personas físicas y/o jurídicas, que ejecuta automáticamente

acuerdos (o partes de estos) preestablecidos entre dos o más partes, haciendo que ciertas

acciones sucedan como resultado de que se cumpla una serie de condiciones específicas;

las cuales, una vez puesto en funcionamiento el Contrato Inteligentes, éstas son

inalterables unilateralmente.

Cabe aclarar que los Contratos Inteligentes representan un paso más allá de los contratos

electrónicos típicos. Estos últimos son definidos por las “Uniform Rules and Guidelines

for Electronic Trade and Settlement” (URGETS) de la Cámara de Comercio

Internacional (ICC) como “el acuerdo con fuerza legal concluido a través del intercambio

de mensajes electrónicos, concernientes a una o más transacciones comerciales

electrónicas, en el cual las partes acuerdan los términos y condiciones del convenio,

incluyendo sus derechos y obligaciones”. Por su parte, Lorenzetti señala que el contrato

electrónico se caracteriza por el medio empleado para celebrarlo, cumplirlo o ejecutarlo,

sea en una o en las tres etapas en forma total o parcial23. A diferencia de éstos últimos, el

22
Lagerén Molina, Antonio. 2018. “Los contratos inteligentes en España: la disciplina de los
smart contracts”. Revista de Derecho Civil. Volumen V–2, Editorial Estudios. 196.
23
Lorenzetti, Ricardo. 2001. “Comercio Electrónico”. Buenos Aires: Abeledo Perrot. 173-4.

14
acuerdo real entre las partes de un “Smart Contracts” está redactado en un código de

programación informática, en lugar del español u otro idioma tradicional.

Con relación a sus beneficios, Szabo sostuvo que los “Smart Contracts” reducen los

costos de transacción, es decir, todos los controles, chequeos y procedimientos que deben

ser realizados por terceros de confianza para redactar el contrato, vigilar su cumplimiento

y efectivizar su ejecución en caso de incumplimiento. En este nuevo paradigma digital,

donde la tecnología permite la introducción de instrucciones de comportamiento en el

mismo hardware o software, es posible que estos controles, chequeos y procedimientos

sean llevados a cabo por el mismo componente tecnológico, bajo la forma de un protocolo

que automatice estas actividades, eliminando así la interacción humana y las deficiencias

asociadas a ella24.

B. Evolución

Como se mencionó anteriormente, Nick Szabo fue quien introdujo el concepto de

“Contratos Inteligentes” a principios de la década del noventa, con el objetivo de llevar

las prácticas evolucionadas del derecho contractual al diseño de protocolos de comercio

electrónico entre extraños en Internet.

Explica Jorge Morell Ramos25 que para Szabo la máquina expendedora de gaseosas es el

Contrato Inteligente original: un dispositivo diseñado para transmitir la propiedad de un

bien (la gaseosa) a cambio de un input adecuado (las monedas). Como la máquina

controla el bien, al estar asegurado en su interior, es capaz de hacer cumplir los términos

del contrato. Sin embargo, Szabo argumenta que su idea va más allá de la máquina

24
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.
25
Morell Ramos, Jorge. 2016. “Smart contracts: teoría, práctica y cuestiones legales”.
Consultado: 15 de febrero de 2020. https://terminosycondiciones.es/2016/09/21/como-crear-
smart-contract-mediante-terminos-condiciones/

15
expendedora de gaseosas. Para él sería posible incrustar un contrato en cualquier objeto

de valor que sea controlado por medios digitales. El punto de partida es siempre un

sistema de seguridad maduro para el bien/servicio a proteger. Luego, el continuo

refinamiento de ese sistema de seguridad lo termina aproximando a la lógica propia de

los contratos. En ese refinamiento basado en la seguridad criptográfica del bien a proteger,

es donde nace el Contrato Inteligente.

Pero ¿cómo se llega al Contrato Inteligente tal como lo conocemos en la actualidad? Si

bien Nick Szabo propuso en esa época el sistema de contratos que se describe, la

infraestructura tecnológica del momento lo tornaba irrealizable. Las principales

limitaciones que impedían su desarrollo eran las siguientes:

▪ la dificultad del código informático para afectar activos reales;

▪ la estricta regulación en cuanto al movimiento de activos como dinero; y

▪ la dificultad de encontrar un ordenador que sea confiable para todas las partes

involucradas en el contrato.

La aparición de Blockchain como tecnología fue lo que permitió superar las limitaciones

antes descriptas y así facilitar la existencia de los Contratos Inteligentes, tal como los

había pensado Nick Szabo.

Con relación a la primera limitación, Blockchain permitió la existencia de activos

completamente digitales como criptomonedas y Tokens representativos de dinero,

acciones, bonos y demás registros que pueden ser controlados por el código informático

del Contrato Inteligente. La cadena de bloques no controla el activo propiamente dicho

sino la clave criptográfica que puede asociarse al mismo. Además, la digitalización de la

economía y la sociedad, junto con la irrupción de lo conoce como la “Internet de las

16
cosas”26 (que permite la utilización de los Contratos Inteligentes con relación a los objetos

físicos) elimina esta limitación incluso respecto a los objetos físicos.

En cuanto a la segunda limitación, Blockchain ha introducido un importante activo

equivalente al dinero que puede manejarse de manera enteramente digital27. Si bien la

estricta regulación sobre el uso del dinero sigue existiendo, Blockchain ha favorecido que

estos nuevos sistemas de pago y monedas operen al margen de ciertas regulaciones. De

este modo se ha reducido considerablemente la influencia de la regulación28.

Por último, la tercera limitación fue superada por completo debido a la cadena de

bloques. El ordenador sobre el que ejecuta el código del Contrato Inteligente es la propia

cadena de bloques. Como se explicó anteriormente (Supra I.A.), no se trata de un único

ordenador que podría ser fácilmente atacado, sino de todos los ordenadores sincronizados

mediante la cadena de bloques, garantizando de este modo que el contrato no podrá ser

modificado y que se ejecutará conforme lo han deseado las partes intervinientes.

C. Características

Las principales características de los Contratos Inteligentes son las siguientes:

i. Automatización y auto ejecución

26
“Internet de las Cosas” es una traducción de la expresión en inglés “Internet of Things (IoT)”,
que describe un escenario en el que diversas cosas están conectadas y se comunican entre sí. El
objetivo de esa innovación tecnológica es conectar los ítems utilizados diariamente a Internet, con
el fin de aproximar el mundo físico al digital. En 2009 Kevin Ashton, de “Massachusetts Institute
of Technology (MIT)”, desarrolló el concepto, que había introducido en una presentación en la
empresa Procter & Gamble (P&G) en 1999, en su artículo “That 'Internet of Things’ Thing” (“Las
cosas de Internet de las Cosas”). Según Kevin Ashton, la falta de tiempo de las personas genera
la necesidad de conectarse en Internet de nuevas maneras. Estas permiten la creación de
dispositivos que ejecutan tareas por las personas. Estos dispositivos se comunican por medio de
diferentes protocolos dentro de la misma red, almacenan información y, a partir de allí, asisten a
las personas en sus tareas diarias.
27
Mora, Santiago J. 2020. “Contratos inteligentes. Sus desafíos para los abogados”. ERREIUS -
Suplemento especial: Derecho, innovación y tecnología (Arg.). 7-22.
28
Morell Ramos, Jorge. 2016. “Smart contracts: teoría, práctica y cuestiones legales”.
Consultado: 15 de febrero de 2020. https://terminosycondiciones.es/2016/09/21/como-crear-
smart-contract-mediante-terminos-condiciones/

17
La principal característica de los Contratos Inteligentes es que su ejecución se encuentra

automatizada. Esta particularidad es la que los diferencia cabalmente de los contratos

tradicionales.

Las partes acuerdan que el contrato se vaya ejecutando directamente según el

cumplimiento o no de lo pactado y sin necesidad de intervención de terceros. De este

modo, el Contrato Inteligente hace cumplir sus propios términos29.

El Contrato Inteligente queda ajustado a la consecución de un término (la llegada de un

día exacto) o una condición (que suceda determinado hecho), y en el caso de que alguno

de ellos se presente el Contrato se ejecuta sin necesidad de que un juez o una autoridad

exijan su cumplimiento. En otras palabras, una vez iniciada la ejecución de un Contrato

Inteligente cargado en una cadena de bloques, las partes dejan de tener control sobre su

ejecución y cumplimiento.

ii. Inmutabilidad

Por el hecho de estar plasmados dentro de una red Blockchain, los Contratos Inteligentes

no pueden ser reescritos o modificados una vez que han sido establecidos entre las partes.

Todo lo plasmado en el Contrato Inteligente es irreversible. Una vez activado, la

ejecución del contrato no puede detenerse ni modificarse. Sin perjuicio de lo anterior,

como se analizará al desarrollar el fenómeno de The DAO del año 2016, han existido

excepciones a dicho principio de irreversibilidad.

En este sentido se ha afirmado que cualquier operación llevada a cabo es inmodificable,

potencialmente irreversible (absoluta certeza sobre el cumplimiento de la obligación) e

29
Mora, Santiago J. 2020. “Contratos inteligentes. Sus desafíos para los abogados”. ERREIUS -
Suplemento especial: Derecho, innovación y tecnología (Arg.). 7-22.

18
impermeable (la imposibilidad para intervenir en los términos establecidos una vez

formalizado en la plataforma)30.

iii. Seguridad

Como se explicó anteriormente, los Contratos Inteligentes están escritos en lenguaje de

programación que, como tal, no da lugar a la discrecionalidad en su interpretación, y, por

tanto, aumenta la seguridad para ambas partes del contrato. Como se desarrollará más

adelante, los términos de los Contratos Inteligentes son interpretados por la tecnología

basada en la lógica booleana, al contrario de los contratos clásicos donde la interpretación

de sus términos el realizada por el cerebro humano basado en criterios subjetivos y en la

forma análoga del pensamiento31. La seguridad de los Contratos Inteligentes también

radica en el hecho de que al ser un contrato digital que funciona en la Blockchain es

prácticamente imposible de destruir32. El proceso de ejecución descentralizado elimina el

riesgo de manipulación, ya que la ejecución es gestionada automáticamente por toda la

red, en lugar de por una parte individual.

iv. Reducción de costos de transacción

Las transacciones son menos costosas por la certeza de la ejecución del Contrato

Inteligente, la ausencia de incumplimiento y la eliminación del riesgo de litigar ante

tribunales o árbitros.

30
Cuccuru, Pierluigi. 2017. “Beyond bitcoin: an early overview on smart contracts”, International
Journal of Law and Information Technology. Volumen 25. 179-195. Consultado: 15 de febrero
de 2020. https://doi.org/10.1093/ijlit/eax003
31
Savelyev, Alexander. 2016 “Contract Law 2.0: «Smart» Contracts As the Beginning of the End
of Classic Contract Law”. Higher School of Economics Research Paper No. WP BRP
71/LAW/2016. Consultado: 15 de mayo de 2020. http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2885241
32
Mirassou Canseco, Carlos D.; Andrés O. Hadad. 2019. “Nuevo paradigma contractual: los
smart Contracts”. LA LEY, Suplemento Especial #LegalTech II: El Derecho ante la Tecnología:
49-61.

19
D. Clases

Los Contratos Inteligentes pueden ser clasificados según su nivel de automatización de la

ejecución del contrato y el grado de separación entre los términos reales acordados y el

código ejecutado33:

Con respecto al nivel de automatización de la ejecución del contrato, se los diferencia

entre independientes o subordinados. Los Contratos Inteligentes “independientes” son

aquellos que no necesitan de la intervención de ningún tercero intermediario (lo que se

conoce como el oráculo, como se describirá más adelante). Por su parte, los Contratos

Inteligentes “subordinados” son aquellos que sí necesitan la intervención de un

intermediario.

En relación al grado de separación entre los términos reales acordados y el código

ejecutado, se los distingue entre puros e híbridos. Los Contratos Inteligentes “puros” se

crean y funcionan sin ningún contrato tradicional que le de soporte. Las partes llegan a

un entendimiento oral informal sobre la relación que desean formalizar e implementar

mediante el Contrato Inteligente y luego reducen esa comprensión a un código

informático ejecutable. En cambio, los Contratos Inteligentes “híbridos” son aquellos que

cuentan con un contrato tradicional de soporte, es decir, que el Contrato Inteligente es

utilizado como una herramienta para llevar a cabo ciertas disposiciones preestablecidas

por las partes. En el contrato escrito se hace referencia al uso del Contrato Inteligente para

la ejecución y cumplimiento de ciertas cláusulas.

Por su parte, Max Raskin34 hace una distinción entre Contratos Inteligentes “fuertes”

(strong) y Contratos Inteligentes “débiles” (weak). Los Contratos Inteligentes “fuertes”

33
Bourque, Samuel; Sara Fung Ling Tsui. 2014. “A lawyer’s introduction to smart contracts”.
Scientia Nobilitat Reviewed Legal Studies. Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://www.academia.edu/34870540/Scientia_Nobilitat_Reviewed_Legal_Studies.pdf
34
Raskin, Max. 2017. “The law and legality of smart contracts”. Georgetown Law Technology
Review. Consultado: 19 de febrero de 2020. http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2842258

20
tienen costos de revocación y modificación prohibitivos, mientras que los Contratos

Inteligentes “débiles” no los tiene. Según el autor, si un tribunal puede alterar fácilmente

un Contrato Inteligente luego de que haya sido ejecutado, ese contrato se clasificará como

“débil”. En cambio, si existen costos relevantes para alterar el contrato de manera tal que

pierde el sentido para un tribunal hacerlo, entonces el contrato se entenderá como

“fuerte”.

E. Funcionamiento. Celebración

i. Funcionamiento

Los Contratos Inteligentes funcionan en lenguaje informático. Como se dijo

anteriormente, el “Smart Contract” es una colección de códigos y datos que reside en una

dirección especifica de la cadena de bloques.

En virtud de lo anterior, los Contratos Inteligentes funcionan bajo la lógica booleana o,

en otros términos, las órdenes que son insertas por los desarrolladores han de tener la

estructura “IF/THEN/ELSE”. Esta función resulta útil para crear una variedad de

elementos calculados de distintas maneras para filtrar, agrupar y volver a rotular, excluir

o segmentar los resultados. Si se usa “IF/THEN/ELSE”, se tiene que proporcionar un

elemento o condición que sirva para probar y ciertos valores que sirvan para reflejar los

resultados dependiendo si la expresión se cumple o no35. Los parámetros de entrada y los

pasos de ejecución deben ser específicos y objetivos.

La expresión “IF/THEN/ELSE” puede definirse de dos maneras:

▪ IF (condición booleana, es decir que solo admite dos respuestas posibles) THEN

(valor verdadero) ELSE (valor falso) ENDIF: el resultado devuelto dependerá de

si la condición se cumple o no.

35
Mirassou Canseco, Carlos D.; Andrés O. Hadad. 2019. “Nuevo paradigma contractual: los
smart Contracts”. LA LEY, Suplemento Especial #LegalTech II: El Derecho ante la Tecnología:
49-61.

21
▪ IF (condición booleana, es decir que solo admite dos respuestas posibles) THEN

(valor verdadero) ENDIF: el resultado devuelto siempre será el resultado

verdadero. Si se elimina la variante “ELSE” los resultados se filtran. Si la

expresión condicional no se cumple, el resultado estará vacío.

La verificación de que la condición prestablecida no se realizará también producirá

consecuencias. En ese sentido, la no ocurrencia de las condiciones prestablecidas se puede

incluir en el término “ELSE”, de manera tal que se desencadenará una acción distinta.

La metodología anterior refleja un sistema de respuestas predeterminadas y automáticas,

es decir, que si ocurre “A” entonces sucede “Y”, pero la diferencia radica en que se realiza

de una manera que interactúa con activos reales y de ese modo permite la transferencia

de valores digitales (como criptomonedas, Tokens o cualquier otro activo digital)

mediante un sistema que no requiere de confianza.

Como se mencionó anteriormente, Nick Szabo ejemplifica el funcionamiento del

Contrato Inteligente básico o primitivo a través de las máquinas expendedoras de

gaseosas, golosinas, etc. Estas máquinas cuentan con un mecanismo que al recibir dinero

comprueba que es la cantidad adecuada para adquirir el bien elegido (cumplimiento de

una condición contractual) y, en consecuencia, entrega dicho bien, ejecutando de este

modo la prestación del contrato asociada al pago36.

En base al ejemplo anterior, estos acuerdos con la sentencia “IF/THEN/ELSE”

funcionaría del siguiente modo:

“Si se cumple que el usuario introduce dinero suficiente y pulsa la combinación ‘032’,

entonces saldrá la botella de agua. Si se cumple que el usuario ha introducido más

dinero que el necesario, entonces se le devuelve la diferencia. Si el usuario introduce

36
Atencio, Juan M. 2019. “Los contratos inteligentes (“smart contracts”)”. Temas de Derecho
Civil, Persona y Patrimonio. 421-432.

22
el dinero y pulsa ‘032’ pero no hay artículo, entonces poner mensaje de ‘Producto

Agotado’”.

No obstante, en este ejemplo y con una visión un tanto adelantada, el Contrato Inteligente

que llevaría programado este tipo de máquinas podría también incluir la variante de que

“si se acaba el producto ‘032’… entonces” -de forma autónoma y automática- la máquina

mandará una señal al proveedor de botellas de agua para que vaya a reponerlas. Esto

eliminaría a un intermediario que tiene que estar vigilando la máquina, llamando a los

proveedores y reponiéndola por sí mismo, eliminando así también los costos de tiempo y

dinero en dicho proceso y simplificando mucho más la tarea.37

ii. Celebración

Sin adentrarme en los tecnicismos propios de cada una de las etapas de celebración de los

Contratos Inteligentes que exceden el alcance de este trabajo, la celebración de un

Contrato Inteligente se encuentra dividida en las siguientes fases:

▪ En primer lugar, las partes deberán definir el objeto del contrato y los demás

elementos de este como cualquier contrato escrito tradicional.

▪ Luego, deberá decidirse si se utilizará un Contrato Inteligente “puro” o un

Contrato Inteligente “híbrido”.

▪ Tendrá que seleccionarse la plataforma en la cual se alojará o funcionará el

Contrato Inteligente. En el caso que se opte por un Contrato Inteligente

codificado, las partes podrán elegir entre distintas plataformas que provean esta

tecnología y su lenguaje. La mayoría de los Contratos Inteligentes se realizan en

Blockchains como Ethereum, Lisk38 o Cardano39.

37
MiEthereum. (2018) “Smart Contracts o Contratos Inteligentes”. Consultado: 15 de mayo de
2020. https://www.miethereum.com/smart-contracts/
38
Plataforma lanzada en el año 2016 basada en el lenguaje de programación JavaScript.
39
Plataforma lanzada en el año 2015 basada en el lenguaje de programación Haskell.

23
▪ El Contrato Inteligente deberá firmarse electrónicamente por las partes, o, de lo

contrario, deberá indicarse la aceptación de sus términos.

▪ Una vez seleccionada la plataforma Blockchain se deberá pagar a ésta para que el

contrato se agregue a la cadena.

▪ Por último, el Contrato Inteligente deberá ser “colocado” en la plataforma

Blockchain elegida de manera que no pueda ser modificado unilateralmente por

las partes o terceros.

iii. Contratos Inteligentes ejecutados en la Red Ethereum

Como se ha mencionado en capítulos anteriores de este trabajo (Supra I. C), Vitalik

Buterin fue uno de los principales creadores de Ethereum. Buterin fue quien observó el

concepto de Nick Szabo y determinó que con la tecnología Blockchain y el sistema

descentralizado que había planteado Satoshi Nakamoto, se podían ejecutar los Contratos

Inteligentes dentro de la red de Ethereum.

La particularidad del Contrato Inteligente ejecutado en la red Ethereum es que cuando se

produce un evento desencadenante contemplado por los desarrolladores, se envía la

transacción a una dirección concreta y la máquina virtual “Ethereum Virtual Machine”

(EVM) ejecuta los códigos de operación del script utilizando los datos enviados con dicha

transacción.

La denominada Ethereum Virtual Machine (EVM) es un software que sirve de capa de

abstracción en la ejecución del código almacenado en la cadena de bloques. Para lograrlo,

realiza una completa abstracción del sistema manejando el acceso a los recursos de los

ordenadores y limitando sus acciones en un ambiente controlado o máquina virtual.

La Ethereum Virtual Machine (EVM) permite el funcionamiento de “Smart Contracts”

mediante el uso del lenguaje de programación Solidity. Este lenguaje, permite programar

toda la lógica detrás de los “Smart Contracts” y a la vez permite la ejecución de su código.

24
Se trata de lenguaje informático sofisticado que permite resolver problemas informáticos

complejos, así como ejecutar tareas por medio de instrucciones.

Por último, el Gas es la forma que tiene Ethereum de calcular el costo de las transacciones

y representa el gasto computacional de procesar un Contrato Inteligente en la red, y las

necesidades de su almacenamiento. Si la operación que se pretende realizar requiere un

mayor uso de recursos por parte de los nodos que forman pate de la plataforma, esto

generará que el Gas también aumente. Vale aclarar que el Gas no es una moneda virtual,

ni sirve como unidad de cambio. La cantidad de Gas usado en un Contrato Inteligente

tiene un precio equivalente en Ether, la moneda virtual de la plataforma Ethereum.

iv. El Oráculo

Al efectuarse la distinción entre los Contratos Inteligentes según el nivel de

automatización de la ejecución del contrato, se ha distinguido entre Contratos Inteligentes

“independientes” y Contratos Inteligentes “subordinados” (Supra II. D.). Como se dijo,

éstos últimos son aquellos que necesitan la intervención de un intermediario como fuente

externa de información. A estas fuentes externas de información de la que se valen los

Contratos Inteligentes se las conoce como “oráculos”.

Mediante la utilización de esta herramienta, el Contrato Inteligente puede auto ejecutarse

al verificar previamente cierta información. El oráculo recupera información del mundo

“real” para comprobar los supuestos necesarios con el fin de concretar las prestaciones y

proceder al cumplimiento del Contrato Inteligente. Lo que se pretende es que el oráculo

verifique cuestiones objetivas sin dar lugar a la posibilidad de discrecionalidad.

Como desventaja a lo anterior, la utilización de los oráculos presenta el riesgo de que los

Contratos Inteligentes puedan ser manipulados, perdiéndose así la confianza y seguridad

plena que distingue a esta tecnología.

25
Se destaca que existen proyectos que mediante la implementación de programas e

interfaces actúan como portadores de información combinando todos los sitios de

información que sean indicados en el contrato y relevantes para el mismo, a los fines de

automatizar en mayor medida el funcionamiento del oráculo40.

F. Los Contratos Inteligentes y su recepción en el Derecho Argentino

Nuestro derecho no contempla a los Contratos Inteligentes ni existen aún precedentes

judiciales que permitan clarificar la cuestión. Sin embargo, las disposiciones relativas a

la forma de los actos jurídicos y los contratos en particular aportan criterios para verificar

si un “Smart Contract” puede tener validez jurídica y capacidad de ser legalmente exigible

bajo el derecho argentino.41

En primer término, el Artículo 284 del Código Civil y Comercial de la Nación establece

que, si la ley no designa una forma determinada para la exteriorización de la voluntad, las

partes pueden utilizar la que estimen conveniente. Por lo tanto, rige en el derecho

argentino la “libertad de formas”.

Sin perjuicio de lo anterior, conforme el Código Civil y Comercial de la Nación los

contratos pueden ser clasificados en formales y no formales. Respecto de los primeros, la

norma muchas veces exige la forma como condición de validez del acto. En dichos casos,

cabe preguntarse si el uso de soporte electrónico es suficiente para cumplir el requisito de

la escritura que suelen exigir varios contratos previstos en el Código Civil y Comercial

de la Nación. Al respecto, la norma establece que “la expresión escrita puede tener lugar

por instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados,

excepto en los casos en que determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse

40
Atencio, Juan M. 2019. “Los contratos inteligentes (“smart contracts”)”. Temas de Derecho
Civil, Persona y Patrimonio. 421-432.
41
Mirassou Canseco, Carlos D.; Andrés O. Hadad. 2019. “Nuevo paradigma contractual: los
smart Contracts”. LA LEY, Suplemento Especial #LegalTech II: El Derecho ante la Tecnología:
49-61.

26
constar en cualquier soporte, siempre que su contenido sea representado con texto

inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos”42(el resaltado me pertenece). En

virtud de lo anterior, no hay dudas de que un contrato bajo el Derecho Argentino puede

instrumentarse mediante software.

Ahora bien, cabe preguntarse cómo las partes expresan su voluntad bajo un soporte

electrónico. Al respecto, el Artículo 288 del Código Civil y Comercial de la Nación

establece que la “en los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de

la firma de una persona queda satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure

indubitablemente la autoría e integridad del instrumento”. De lo anterior, se deduce que

el requisito de firma solo podría ser satisfecho mediante el uso de la firma digital43. La

redacción del artículo anteriormente citado ha sido objeto de discusión en la doctrina. En

particular, la doctrina se ha debatido respecto de si el Código Civil y Comercial de la

Nación había derogado la Ley de Firma Digital N° 25.506.

Ésta última, en sus artículos 2 y 5, define los conceptos de firma digital y firma

electrónica, respectivamente. Según la Ley de Firma Digital, por firma digital se entiende

“al resultado de aplicar a un documento digital un procedimiento matemático que

requiere información de exclusivo conocimiento del firmante, encontrándose ésta bajo

su absoluto control. La firma digital debe ser susceptible de verificación por terceras

partes, tal que dicha verificación simultáneamente permita identificar al firmante y

detectar cualquier alteración del documento digital posterior a su firma”. Por su parte,

define a la firma electrónica como el “conjunto de datos electrónicos integrados, ligados

o asociados de manera lógica a otros datos electrónicos, utilizado por el signatario como

42
Código Civil y Comercial de la Nación, Artículo 286.
43
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.

27
su medio de identificación, que carezca de alguno de los requisitos legales para ser

considerada firma digital. En caso de ser desconocida la firma electrónica corresponde

a quien la invoca acreditar su validez”.

Estos tipos de firma se diferencian por los requisitos que demandan y los efectos que

producen. En este sentido, las firmas digitales hacen uso de un certificado digital emitido

por un certificador habilitado por la autoridad de aplicación, previo proceso de validación

de identidad; estos certificados tienen un término de validez para su uso. De reunirse estos

requisitos la firma digital goza de una presunción de autoría e integridad. Por el contrario,

cuando un firmante de un documento electrónico emplea cualquier otra forma para

identificarse y manifestar su consentimiento, aquello constituirá una firma electrónica. La

firma electrónica no goza de las presunciones de las que goza la firma digital.44

Como se mencionó anteriormente, la doctrina se ha cuestionado la vigencia de la Ley de

Firma Digital luego de la sanción del Código Civil y Comercial. Sin embargo, existen

argumentos para sostener que el régimen de la Ley de Firma Digital, incluidas las

disposiciones respecto de la firma electrónica, siguen plenamente vigentes. Lo anterior

debido a que a diferencia de lo sucedido respecto de otras leyes que fueron expresamente

derogadas cuando fue sancionado el Código Civil y Comercial de la Nación, la Ley de

Firma Digital no ha sido dejada sin efecto.

En virtud de todo lo anterior, es posible concluir que cuando la ley exige la forma escrita

los contratos pueden ser instrumentados electrónicamente y que cuando no se requiere la

firma manuscrita, es posible que sea firmado con firma electrónica, teniendo siempre

44
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.

28
presente la posibilidad de su desconocimiento y necesidad de recurrir a otros elementos

probatorios para apoyar su veracidad.45

Por último, cabe destacar que Artículo 958 del Código Civil y Comercial de la Nación

dispone que “las partes son libres para celebrar un contrato y determinar su contenido,

dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas

costumbres”. En virtud de lo anterior y dado que no existe norma legal alguna en nuestro

derecho que califique a los Contratos Inteligentes como contrarios a la ley, el orden

público, la moral y las buenas costumbres, el uso de estos instrumentos para la celebración

e instrumentación de un contrato no se encuentra prohibido. Si perjuicio de ello, se tendrá

que analizar en cada caso en particular que el contenido de dicho Contrato Inteligente no

sea contrario a la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres.

Por lo tanto, en la medida que no exista una prohibición de instrumentar contratos

mediante medios electrónicos que no hagan uso de firmas digitales, y siempre que el

contenido del contrato no sea contrario a los límites impuestos por la ley, el orden público,

la moral y las buenas costumbres, un Contrato Inteligente puede ser considerado un

contrato en los términos del artículo 957 del Código Civil y Comercial de la Nación46.

III. ORGANIZACIONES AUTÓNOMAS DESCENTRALIZADAS: “THE

DAO”

Habiendo clarificado los principios básicos que sustentan el funcionamiento de las

organizaciones autónomas descentralizadas, a saber, la tecnología Blockchain, las

45
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.
46
Código Civil y Comercial de la Nación, Artículo 957: “Definición. Contrato es el acto jurídico
mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar,
transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales”.

29
criptomonedas y los Contratos Inteligentes, en la siguiente parte de este trabajo se

describirá el fenómeno de las “DAOs”. A lo largo de los siguientes capítulos, se utilizará

el término “The DAO” para referir al experimento de Slock.it del año 2016, mientras que

el concepto de organización autónoma descentralizada se referirá como “DAO”.

A. Sinopsis de “The DAO”

El 30 de abril de 2016 un grupo de programadores, valiéndose de la Blockchain Ethereum,

creó un tipo de Contrato Inteligente que buscó actuar como plataforma de financiamiento

colectivo de proyectos, imitando el comportamiento de un fondo común de inversión y

siendo el código el instrumento constitutivo y reglamento de gestión de este. A este tipo

de Contrato Inteligente se lo conoció como “The DAO”, por su significado en inglés

“Descentralized Autonomous Organization” (organización autónoma descentralizada).

La finalidad central de “The DAO” era actuar como un fondo de inversión auto dirigido,

con aportantes que votaban directamente sobre los proyectos propuestos y los votos se

asignaban proporcionalmente en función del capital aportado por cada uno. Los

inversores intercambiaban Ethers, la criptomoneda asociada a la plataforma Ethereum,

por “Tokens”, y luego los proyectos recibirían la aprobación o rechazo de manera

democrática según lo votado por los titulares de dichos “Tokens”. A fines de mayo de

2016, “The DAO” había llegado a recaudar el equivalente en Ethers a US$ 168 millones.

En junio de ese mismo año, un tenedor de “Tokens” de “The DAO” dispuso la utilización

de una función que estaba prevista en el código para retirar su participación en el Contrato

Inteligente y convertir sus “Tokens” en Ether. Este proceso inverso le permitió retirarse

del fondo de inversión. El código presentaba ciertas deficiencias en su programación que

permitían repetir la ejecución de esta función mientras la misma función ejecutada

previamente estaba corriendo. Esto derivó en un ciclo interminable donde el atacante

30
estaba constantemente retirando sus fondos originales47. El incidente planteo un debate

sobre la efectiva inmutabilidad de la cadena de bloques y sobre como correspondía

proceder ante dicho ataque.

B. Fundadores

Con la intención de proporcionar un nuevo modelo de negocio descentralizado para

corporaciones, los cofundadores Christoph y Simon Jentzsch de Slock.it, una empresa

constituida en Alemania, crearon “The DAO”. Con una amplia experiencia en física

teórica, Christoph Jentzsch formuló el código detrás de “The DAO”. Este último también

había estado involucrado en el proyecto de Ethereum desde 2014. Por su parte, Simon

Jentzsch, como desarrollador, ha liderado el crecimiento y la expansión de Slock.it.

El 29 de abril de 2016, Slock.it desplegó el código de “The DAO” en la Blockchain de

Ethereum, como un set de instrucciones preprogramadas. Dicho código determinaba la

manera en la que “The DAO” iba a operar.

C. Funcionamiento

i. DAO “Tokens”

A cambio de Ether, “The DAO” creó los denominados “DAO Tokens” que luego eran

asignados a la dirección de Ethereum de la persona o la entidad que enviaba los Ether.

Cada “DAO Token” otorgaba derechos económicos y de voto a su tenedor. De acuerdo a

los documentos a través de los cuales se promocionó “The DAO”, ésta iba a recaudar

fondos mediante el financiamiento de proyectos que les daría a los tenedores de los “DAO

Tokens” un retorno en su inversión. Luego los tenedores deberían votar si invertir el

retorno para el financiamiento de nuevos proyectos, o bien, distribuir Ether entre los

distintos tenedores de acuerdo a la participación de cada uno de ellos.

47
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.

31
Durante el periodo comprendido entre el 30 de abril de 2016 y el 28 de mayo de 2016,

“The DAO” ofreció y vendió “DAO Tokens”. Para comprar “DAO Tokens” ofrecidos a

la venta por “The DAO”, un individuo o entidad debía enviar Ether desde su dirección de

Ethereum asociada con “The DAO”. Todo lo recaudado durante dicho periodo y lo que

fuera a recaudarse luego por “The DAO” permanecería en la dirección de Ethereum de

“The DAO”. El precio de los “DAO Tokens” fluctuó aproximadamente entre 1 a 1,5

Ethers por cada 100 “DAO Tokens”, dependiendo cuando fueron adquiridos los “DAO

Tokens” durante el periodo de ofrecimiento. Cualquiera podía ser titular de “DAO

Tokens” siempre que pagara los Ether correspondientes. No existía limitación alguna

sobre la cantidad de “DAO Tokens” ofrecidos a la venta, la cantidad de “DAO Tokens”

que se podían adquirir y el nivel de sofisticación de los adquirientes.

Los “DAO Tokens” podían ser revendidos por sus tenedores sin limitación ni restricción

alguna. Los titulares de “DAO Tokens” podían vender su participación en el mercado

secundario dentro de la misma plataforma y así, monetizar su inversión. Luego del

periodo de ofrecimiento, además de poder comercializar los “DAO Tokens” en el

mercado secundario de la misma plataforma, podían ser transferidos en Ethereum.

ii. Participantes

De acuerdo al documento que promocionó a “The DAO” (conocido como White Paper),

para que un proyecto pueda ser considerado para financiamiento, el “Contratista”

(Contractor) debía en primer lugar emitir una propuesta a “The DAO”. Particularmente,

los tenedores de “DAO Tokens” esperaban que los Contratistas propongan proyectos que

les generen un retorno de su inversión.

Emitir una propuesta a “The DAO” implicaba: 1) desarrollar un Smart Contract y luego

desplegarlo y publicarlo en la Blockchain de Ethereum; y 2) publicar los detalles de la

32
propuesta en el sitio web de “The DAO”, incluyendo los datos de la dirección de

Ethereum del contrato desplegado y el acceso a su código.

Según el “White Paper” existían dos condiciones para emitir propuestas: 1) ser tenedor

de al menos un “DAO Token”; y 2) pagar el depósito correspondiente mediante Ether que

se perdería en caso de que la propuesta sea puesta a votación y no obtenga el voto

favorable de los tenedores de “DAO Tokens”. Según lo publicado, Slock.it iba a ser el

primero en emitir una propuesta para financiación.

iii. Propuestas

Los titulares de “DAO Tokens” emitirían su voto respecto de cada una de las propuestas

puesta a votación y la cantidad de votos de cada uno sería considerada en base a la

cantidad de “DAO Tokens” de su titularidad.

El Comunicado N° 81207 de fecha 25 de julio de 2017 de la Comisión de Valores de

Estados Unidos (U.S. Securities and Exchange Commission)48, explica que antes de que

una propuesta sea puesta a votación por los tenedores de “DAO Tokens”, se requería que

sea revisada por uno o más “Curadores”. Esto último, a pesar de la automatización y

autoejecutabilidad que caracteriza a los Contratos Inteligentes, al momento de la

formación de “The DAO” los “Curadores” eran un grupo de personas elegidas por

48
El objetivo principal de dicho Comunicado la SEC era determinar si The DAO, Slock.it UG,
los fundadores de Slock.it UG y demás intermediarios, habían violado las leyes federales del
mercado de valores de Estados Unidos y consecuentemente, si los DAO Tokens podían ser
calificados como títulos valores (securities) bajo las leyes de dicho país. Luego de describir el
funcionamiento de The DAO, el Comunicado desarrolla el análisis de lo anterior, concluyendo
que: (i) los DAO Tokens son títulos valores (securities); (ii) que las leyes federales del mercado
de valores aplican a varias actividades, incluida a “distributed ledger technology” (“DLT”,
entendida como base de datos distribuida), sin perjuicio de la forma de la organización ni la
tecnología utilizada para efectuar la oferta o venta de valores; y (iii) por lo tanto, aquellos que
ofrezcan y vendan valores en los Estados Unidos deben cumplir con el requisito de registración
ante dicho organismo, sin perjuicio de que la emisora sea una entidad tradicional o una
organización autónoma descentralizada. Comisión de Valores de Estados Unidos (U.S. Securities
and Exchange Commission, “SEC”). Comunicado N° 81207 (25 de julio de 2017).
https://www.sec.gov/litigation/investreport/34-81207.pdf.

33
Slock.it. Es decir, que existía por parte de los fundadores cierto control de las primeras

propuestas sometidas a votación de los participantes. Los “Curadores” realizaban tareas

de seguridad y control respecto de las propuestas que podían ser puestas a votación de los

participantes de “The DAO”. De acuerdo a lo indicado en el sitio web de “The DAO”, un

“Curador” era responsable de: 1) confirmar que la propuesta para financiamiento provenía

de una persona u organización identificable; y 2) confirmar que los Contratos Inteligentes

asociados a cada propuesta reflejaban correctamente el código que el Contratista indicaba

haber desplegado en la Blockchain de Ethereum. Si un “Curador” determinaba que la

propuesta cumplía con los requisitos anteriores, el “Curador” podía agregar dicha

propuesta a la lista de la dirección de Ethereum habilitada para recibir Ethers de “The

DAO”.

Por último, los “Curadores” también determinaban el orden y frecuencia de las

propuestas49.

D. El “Ataque”

A fines de mayo de 2016, antes del vencimiento del período de ofertas, surgieron dudas

y preocupaciones en relación a la seguridad de los fondos de “The DAO” debido a la

vulnerabilidad de su código. El 26 de mayo de 2016, en respuesta a dichas

preocupaciones, Slock.it presentó una propuesta para la seguridad de “The DAO” (“DAO

Security Proposal”) que solicitaba el desarrollo de ciertas actualizaciones del código de

“The DAO” y la designación de un experto en seguridad. Asimismo, el 3 de junio de

2016, Christoph Jentzsch, en nombre de Slock.it, propuso una moratoria en todas las

propuestas hasta que se modifique el código de “The DAO” en busca de corregir las

vulnerabilidades que habían sido detectadas.

49
Comisión de Valores de Estados Unidos (U.S. Securities and Exchange Commission, “SEC”).
Comunicado N° 81207 (25 de julio de 2017). https://www.sec.gov/litigation/investreport/34-
81207.pdf.

34
Sin perjuicio de lo anterior, el 17 de junio de 2016, un tenedor de “DAO Tokens” dispuso

la utilización de una función que estaba prevista en el propio código de “The DAO” para

retirar su participación en el Contrato Inteligente y convertir sus Tokens en Ether, es decir,

hacer el proceso inverso de ingreso para retirarse del vehículo de inversión. Como se

adelantó anteriormente, el código presentaba ciertas deficiencias en su redacción que

permitían repetir la ejecución de esta función mientras la misma función ejecutada

previamente continuaba corriendo; lo que derivó en un ciclo interminable donde el

atacante estaba constantemente retirando sus fondos originales50. Esto causó la desviación

de aproximadamente 3.6 millones de Ethers, lo que representaba un tercio del total de

Ether recaudado durante el período de ofertas de “The DAO”. A pesar de que los Ethers

desviados se mantuvieron en una dirección controlada por el atacante, debido al código

de “The DAO” el atacante se encontraba impedido de retirar dichos Ethers de dicha

dirección por un periodo de 27 días.

A raíz del ataque, a los participantes de “The DAO” se les plantearon tres alternativas: 1)

no hacer nada al respecto y permitir que el atacante conserve los Ether desviados. Esta

alternativa era consistente con la doctrina de “el código es la ley”, como se describió al

comentar las características de los Smart Contracts; 2) no permitir al atacante el acceso a

los fondos mediante la prohibición de todas las transacciones hechas desde “The DAO”.

Esta alternativa fue conocida como “Soft Fork”. Como explicaba Christoph Jentzsch por

aquel entonces51, bajo esta opción se prohibía al atacante a retirar los fondos que desvió

de The DAO, pero como contrapartida, los DAO Tokenholders tampoco podían retirar

50
Chomczyk, Andrés. 2019. “Contratos inteligentes o software obediente”. En Fintech: Aspectos
legales – Tomo II, compilado por Santiago J. Mora y Pablo A. Palazzi. Buenos Aires: CDYT
COLECCIÓN DERECHO Y TECNOLOGÍA.

Jentzsch, Christoph. 2016. “What the ‘Fork’ Really Means”. Slock.it Blog, 18 de junio de 2016.
51

Consultado: 12 de mayo de 2020. https://blog.slock.it/what-the-fork-really-means-6fe573ac31dd

35
los Ethers aportados. De este modo la totalidad de los Ethers invertidos en The DAO se

perdían; y 3) recuperar todos los Ethers desviándolos a un nuevo Smart Contract,

entendido éste como una modificación del “The DAO” original. Lo anterior les permitía

a los inversores recuperar los fondos invertidos y “The DAO” sería terminada52. Esta

última alternativa tuvo el apoyo de “The DAO” y de los fundadores de Ethereum53, y se

la conoció como “Hard Fork”. Jentzsch defendía esta alternativa bajo el argumento de

que no implicaba deshacer transacciones, y que un usuario típico de Ethereum no sentiría

las consecuencias de ese Hard Fork, más que una actualización menor: “It is part of the

Ethereum protocol that a majority of the miners/community can do an upgrade/split if

they think something isn’t working as intended. This does not take anything away from

decentralization, since no one can decide about the fork except of the miners and the

community themselves — and *no one else*.

Luego de varios días de votación, finalmente se optó por la solución “Hard Fork”. Eso

implicó la creación de una nueva dirección de Ethereum donde las transacciones afectadas

fueron restauradas al estado previo al ataque, es decir, que los tenedores de “DAO

Tokens” recuperaron sus inversiones como si el ataque nunca hubiese existido. El ataque

fue eliminado de la historia de esta nueva Blockchain. Sin embargo, algunos miembros

optaron por permanecer en la Blockchain original (denominada bajo el nombre

“Ethereum Classic”)54.

52
Mehar, Muhammad; Charlie Shier; Alana Giambattista; Elgar Gong; Gabrielle Fletcher; Ryan
Sanayhie; Henry M. Kim; Marek Laskowski. 2017. “Understanding a Revolutionary and Flawed
Grand Experiment in Blockchain: The DAO Attack”. Journal of Cases on Information
Technology 21(1) 19-32. Consultado: 12 de mayo de 2020.
http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3014782

Jentzsch, Christoph. 2016. “What the ‘Fork’ Really Means”. Slock.it Blog, 18 de junio de 2016.
53

Consultado: 12 de mayo de 2020. https://blog.slock.it/what-the-fork-really-means-6fe573ac31dd


54
Jentzsch, Christoph. 2016. “The History of the DAO and Lessons Learned”. Slock.it Blog, 24
de agosto de 2016. Consultado: 12 de mayo de 2020 en: https://blog.slock.it/the-history-of-the-
dao-and-lessons-learned-d06740f8cfa5

36
Sin perjuicio de los argumentos esgrimidos por el fundador de The DAO, no puede

desconocerse que esta decisión conllevaba la violación de la inmutabilidad de la

Blockchain, y como consecuencia de ello, la integridad de Ethereum. Frente a la

posibilidad de elección de los distintos cursos de acción a seguir para enfrentar el ataque,

quedó en evidencia que la inmutabilidad del Contrato Inteligente está dada por el

consenso de sus participantes, más que por las características técnicas propias de ellos.

IV. ORGANIZACIONES AUTÓNOMAS DESCENTRALIZADAS: SU

CALIFICACIÓN JURIDICA

Habiendo introducido el fenómeno de “The DAO” cabe ahora analizar la calificación

jurídica de las organizaciones autónomas descentralizadas para así poder responder el

interrogante planteado al comienzo de este trabajo. Para ello, en primer lugar, cabe

preguntarse las circunstancias bajo las cuales será necesario determinar el régimen

aplicable a este tipo de organizaciones, y más aún, cuándo sería competente un juez

argentino para resolver sobre dicha cuestión. Considerando el sin fin de posibilidades que

podrían plantearse, una de ellas sería que los Tokenholders sean personas humanas o

jurídicas de nacionalidad argentina; o que el uso de la DAO recaiga sobre actividades que

se desarrollan en Argentina (por ejemplo, apuestas sobre la liga de futbol argentino); que

un Tokenholder demande a la DAO por alguna falla en el código del Contrato Inteligente

donde está desarrollada; o bien, que un Tokenholder minoritario se haya visto afectado

en sus derechos por una decisión de la mayoría (por ejemplo, si se tratara de un

Tokenholder de The DAO que había optado por el Soft Fork). En cada caso en particular

habrá que analizar los puntos de conexión que justifiquen la intervención de los tribunales

nacionales.

37
A fin de avanzar sobre el objetivo de este trabajo y poder determinar la calificación

jurídica aplicable a este tipo de organizaciones corresponde revisar las principales

características55 de las DAO.

i. Son un Contrato Inteligente conceptualizado como una organización. Varios

autores describen a las DAO como una organización virtual representada en un

código informático; una organización que puede reinterpretar ciertos aspectos de

las sociedades tradicionales mediante la utilización de un software; como una

organización que consiste en un código de programación descentralizado; o como

una organización que funciona a través de normas codificadas como “Smart

Contracts”. En virtud de las definiciones anteriormente detalladas, se entiende a

las DAO como un Contrato Inteligente que es ampliamente conceptualizado como

una organización.

ii. En el caso de The DAO, fue programada como una entidad con fines de lucro.

En ese sentido, se entiende que las DAO tienen el objetivo de operar como una

entidad con fines de lucro que crea y mantiene determinados activos mediante la

venta de Tokens a inversores a cambio de unidades de criptomonedas, utilizando

dichos activos para el financiamiento de proyectos. Sin perjuicio de ello, podría

también programarse a las DAO sin ánimo de lucro, concibiéndolas como una

entidad dotada de fondos otorgados por los Tokenholders que tenga por finalidad

financiar proyectos con vistas al bien común. Los Tokenholders financiarían

proyectos sin ánimo de obtener un retorno de su inversión.

iii. La titularidad es conjunta entre todos los tenedores de Tokens, con una delgada

separación entre el control y la administración, por un lado, y la propiedad,

55
García Rolo, Antonio. 2018. “Challenges in the legal qualification of Descentralized
Autonomous Organizations (DAOs): the rise of the crypto-partnerships?” Revista de Direito e
Tecnologia, Volumen 1 (2019), Numero 1, 33-87. Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://ssrn.com/abstract=3417900

38
por otro. Cualquier inversor que adquiere Tokens a cambio de criptomonedas se

convierte en un participante de la DAO (“Tokenholder”). Los “tokenholders”

tendrán un retorno de su inversión mediante el financiamiento de distintos

proyectos a través de la recepción de DAO Tokens, que podrán ser luego vendidos

en otras plataformas. Con respecto a la separación del control y la titularidad, debe

tenerse en cuenta que una de las principales motivaciones de dichas

organizaciones es la eliminación del órgano de administración. En consecuencia,

no existen personas humanas que administren los activos de los Tokenholders. El

gobierno y la propiedad es compartido por los Tokenholders, mientras que la

administración propiamente dicha de la organización es llevada a cabo por el

Contrato Inteligente en el cual se encuentra desarrollada.

iv. Es autónoma y autosuficiente. Una DAO, generalmente, no necesita la

interferencia humana para operar, funcionando automáticamente con las reglas

creadas por su fundador, pero no controlado por éste. De este modo, una vez

creada, la DAO no necesita de la intervención de su creador. Sin embargo, como

se describió anteriormente, dicha autonomía y autosuficiencia puede ser percibida

como relativa, debido a que cierta intervención humana puede llegar a ser

necesaria una vez que el código es desplegado, por ejemplo, mediante la

intervención de curadores.

En virtud de todo lo anterior, en la mayoría de los casos, se concibe a la DAO como un

contrato inteligente conceptualizado como una organización con fines de lucro

relativamente autónoma y autosuficiente, de propiedad conjunta de los tokenholders,

39
quienes la proveen de fondos mediante la inyección de criptomonedas y comparten entre

ellos las ganancias56.

En lo que respecta a la organización de las DAO, su autonomía y autosuficiencia implica

que funciona sin la necesidad de que sean los directores y empleados quienes tomen las

decisiones. Uno de sus principales beneficios es la eliminación del denominado

“problema del agente”57. De ese modo, se identifican en las DAO cuatro clases de

miembros: tokenholders, curadores, oráculos y codificadores/fundadores.

Los únicos miembros esenciales de las DAO son los tokenholders. Entendidos a éstos

como los titulares de las unidades de criptomonedas que constituyen el capital de las DAO

necesario para financiar proyectos. A cambio de su inversión, ellos esperan recibir

“dividendos” que, en consonancia con la autoejecutabilidad de los Contratos Inteligentes,

serán distribuidos dependiendo de la concurrencia de las circunstancias que se hubieran

preestablecido. De este modo, no será necesaria la intervención humana para votar a favor

o en contra de la distribución de las ganancias.

56
García Rolo, Antonio. 2018. “Challenges in the legal qualification of Descentralized
Autonomous Organizations (DAOs): the rise of the crypto-partnerships?” Revista de Direito e
Tecnologia, Volumen 1 (2019), Numero 1, 33-87. Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://ssrn.com/abstract=3417900
57
Michael C. Jensen y William H. Meckling, definen a la relación de agencia como un contrato
en virtud del cual una o más personas (el principal) contratan a otra persona (el agente) para que
le preste algún servicio en su nombre. Si ambas partes de la relación tienden a maximizar utilidad,
se deduce que el agente no siempre actúa en el mejor interés del principal. (Jensen, Michael C. y,
William H. Meckling. 2000. “Theory of the Firm: Managerial Behavior, Agency Costs and
Ownership Structure”. En A theory of the firm: governance, residual claims and organizational
forms, Michael C. Jensen. Harvard University Press; Journal of Financial Economics (JFE),
Volumen 3, Número 4, 1976. Consultado: 12 de mayo de 2020.
http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.94043). En virtud de lo anterior, el problema del agente-principal
se origina cuando el principal depende de la acción o de la naturaleza o de la moral del agente,
sobre el cual no tiene perfecta información. De este modo, se presentan condiciones de
información asimétrica. El problema del agente/principal se encuentra en la mayoría de las
relaciones de empleador/empleado, y se evidencia con claridad en las relaciones de
accionista/administrador.

40
La estructura de gobierno de las DAO sitúa a los tokenholders en su centro y a diferencia

de las sociedades tradicionales, los tokenholders no esperan que un directorio administre

sus bienes en favor de sus intereses. Son los tokenholders quienes tienen el control de la

DAO y toman todas las decisiones.

En virtud de lo hasta aquí expuesto, las DAO presentan los siguientes beneficios:

▪ Los dueños del capital tienen mayor control sobre sus contribuciones.

▪ Eliminan la necesidad de contar con directores que administren, mitigando los

costos asociados a ello.

▪ Elimina fallas de gobierno corporativo.

▪ La confianza entre las partes recae en el código que se auto ejecuta.

▪ Permite a las partes obtener los beneficios propios de una sociedad tradicional,

pero al mismo tiempo flexibiliza ciertos aspectos de éstas últimas.

Sus principales desventajas están vinculadas con:

▪ Los problemas relacionados a la seguridad del código.

▪ La filosofía detrás de los Contratos Inteligentes respecto de que el “código es la

ley”, aunque también podría considerárselo como una ventaja.

▪ La incertidumbre respecto al status jurídico de la DAO y la responsabilidad de los

tokenholders.

Habiendo ya descripto el funcionamiento y las características de las DAO, el tema central

de este trabajo recae en su calificación jurídica. Hasta el momento, las DAO han sido

conceptualizadas y percibidas utilizando a las sociedades tradicionales como referencia.

En ese sentido, puede considerárselas como sociedades virtuales o como algunos autores

las llaman, “crypto-compañías”, “sociedades no registradas”, “fondos de inversión”58.

58
Blemus, Stéphane. 2017. “Law and Blockchain: A Legal Perspective on Current Regulatory
Trends Worldwide”. Revue Trimestrielle de Droit Financier (Corporate Finance and Capital
Markets Law Review) RTDF Número 4-2017. Consultado: 12 de mayo de 2020.
http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3080639

41
Sin embargo, cuando se compara a las DAO con las sociedades tradicionales se

identifican innumerables diferencias entre ellas. Como se mencionó a lo largo de este

capítulo, en las DAO las decisiones son únicamente ejecutables a través del Contrato

Inteligente en donde están desarrolladas, existente exclusivamente en la Blockchain; no

existe un órgano de administración en el sentido tradicional que se concibe a dicho órgano

social; no está automatizada en la DAO la representación externa; los ordenamientos

jurídicos no le atribuyen personalidad legal y, por ende, carecen de capacidad para actuar.

Todo lo anterior, sumado al hecho que no existe en una jurisdicción particular ni en una

ubicación física determinada.

De lo anterior, puede inicialmente concluirse que las DAO no podrían ser concebidas

como sociedades, en los términos en que hoy conocemos a éstas.

Adicionalmente, en el derecho comparado las DAO suelen ser entendidas como

asociaciones (partnerships). Por ejemplo, en Estados Unidos se entiende por

“partnership” cuando dos o más personas se asocian como copropietarios de un negocio

con fines de lucro y comparten las ganancias de dicha asociación. Por su parte, en Reino

Unido la Sección 1(1) de la “Partnership Act” de 1890 define a la asociación como “the

relation which subsists between persons carrying on a business in common with a view

of profit” (la relación que subsiste entre personas que llevan a cabo un negocio en común

con fines de lucro)59. Bajo esta última, la asociación no tiene personalidad jurídica

separada de sus miembros y los socios comparten los riesgos, costos y responsabilidades

emergentes de su negocio en común. A priori, bajo dichos ordenamientos jurídicos podría

calificarse a las DAOs como “partnerships”60.

59
Partnership Act 1890 (UK).
60
García Rolo, Antonio. 2018. “Challenges in the legal qualification of Descentralized
Autonomous Organizations (DAOs): the rise of the crypto-partnerships?” Revista de Direito e
Tecnologia, Volumen 1 (2019), Numero 1, 33-87. Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://ssrn.com/abstract=3417900

42
Por su parte, el Artículo 1° de la Ley General de Sociedades N° 19.550 establece que

“habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los tipos

previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o

intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las

pérdidas”.

De la vinculación conceptual que guardan los arts. 1º, 2º y 3º de la Ley General de

Sociedades N° 19.550, se identifican en la sociedad los siguientes atributos

fundamentales61:

▪ Es un sujeto de derecho.

▪ Supone pluralidad de individuos que concurren a su existencia.

▪ Debe estar organizada.

▪ Debe adoptar uno de los tipos previstos en la ley.

▪ Los socios se obligan a realizar aportes que integran el patrimonio social.

▪ Este patrimonio debe destinarse a la producción o intercambio de bienes o

servicios.

▪ Los socios participan de los beneficios y soportan las pérdidas.

El sistema argentino no distingue las sociedades con y sin personalidad jurídica, y

determina que las sociedades comerciales son sujetos de derecho (Artículo 2, Ley General

de Sociedades N°19.550 y Artículo 141, Código Civil y Comercial de la Nación). En ese

sentido, atendiendo a que las sociedades son sujetos de derecho como tales se las

considera personas enteramente diferentes a los miembros que las componen. En efecto,

las sociedades son personas jurídicas privadas a las que la ley les reconoce personalidad

jurídica para ser titulares de derechos, para ejercerlos y para contraer obligaciones —por

61
Verón, Alberto V. 2015. Ley General de Sociedades 19.550 Tomo I. 3a. Buenos Aires: La Ley.

43
intermedio de sus representantes legales—, y cada una de ellas constituye un ente

diferenciado de los socios que las integran.

i. Personalidad jurídica

Como se dijo, la personalidad jurídica de las sociedades resulta de la separación del

patrimonio entre los dueños del capital y la sociedad. Asimismo, la personalidad jurídica

se representa en la consideración de la sociedad como un ente independiente, con

capacidad de contratar, constituido y registrado en una jurisdicción determinada de

acuerdo a las leyes de dicha jurisdicción.

La ley argentina exige que las sociedades adopten alguno de los tipos sociales previstos

en la ley (ya sea una sociedad anónima, una sociedad de responsabilidad limitada, una

sociedad anónima unipersonal, etcétera). Por el contrario, no se prevé para las DAO

dichas opciones.

Vale destacar que para que una persona jurídica exista se requiere que sea considerada

como tal ante la ley. En virtud de ello, incluso si se pretendiera que las DAOs sean

consideradas una persona jurídica, por ejemplo, para poder contratar por sí misma, dicho

estado se le negaría debido a su falta de reconocimiento ante la ley.

ii. Responsabilidad Limitada

La responsabilidad limitada que prevén los tipos sociales más utilizados en nuestro país,

como son la sociedad anónima y la sociedad de responsabilidad limitada, permite a los

socios proteger sus propios patrimonios contra los acreedores de la sociedad, y a su vez,

proteger el patrimonio de la sociedad contra los acreedores de los socios. La

responsabilidad limitada también podría ser incluida en el Contrato Inteligente de la

DAO, pero generalmente es una consecuencia del otorgamiento de la personalidad

jurídica al momento de la constitución. Lo anterior no excluye la posibilidad de que las

DAO en el futuro puedan crear mecanismos formales para simular la separación de

44
activos entre los DAO Tokenholders y la entidad62, más allá del que existe en la práctica

debido a la actuación de manera seudónima y anónima de sus miembros.

iii. Órgano de Administración

El órgano de administración formado por un ente colegiado típico de la estructura de la

mayoría de los tipos sociales previstos en la ley es lo que precisamente intenta suprimir y

reemplazar la estructura de las DAO. A pesar de que existe cierto nivel de delegación,

por ejemplo, respecto a los curadores, el día a día de la administración de la DAO está

asegurado por el código del Contrato Inteligente con una mínima intervención humana.

Habiendo dicho lo anterior, las DAOs probablemente no tengan una típica estructura de

delegación de la administración, una característica esencial de los tipos societarios más

utilizados, como las sociedades anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada,

donde los dueños del capital buscan beneficiarse de las ganancias generadas por la

sociedad con la mínima intervención posible en la administración, designando a tal efecto

a los miembros del órgano de administración para que sean ellos los encargados de dicha

tarea.

Finalmente, se arriba al interrogante planteado en el título de este trabajo. ¿Puede

considerarse entonces a las DAO como sociedades? ¿Si así se las entiende, puede

considerarse el surgimiento de un nuevo tipo social denominado “sociedades

virtuales”? A priori, en virtud de lo hasta aquí expuesto, ambos interrogantes se

responden negativamente.

Las sociedades para ser consideradas como tales en el sentido que las entiende la Ley

General de Sociedades N° 19.550 deben cumplir con una serie de condiciones previas

que las DAOs no presentan. Las DAOs carecen de personalidad jurídica y

62
García Rolo, Antonio. 2018. “Challenges in the legal qualification of Descentralized
Autonomous Organizations (DAOs): the rise of the crypto-partnerships?” Revista de Direito e
Tecnologia, Volumen 1 (2019), Numero 1, 33-87. Consultado: 15 de febrero de 2020.
https://ssrn.com/abstract=3417900

45
consecuentemente, no tienen capacidad legal para contratar y, por lo tanto, los

Tokenholders no pueden ampararse en la personalidad de la organización para responder

frente a terceros por los actos ejecutados automáticamente por ésta, más allá del régimen

de responsabilidad que cabría aplicárseles dependiendo de la calificación jurídica que se

le dé a dicho ente.

Sin perjuicio de lo anterior, no pueden desconocerse en las DAO los siguientes atributos

comunes a las sociedades (i) una estructura permanente que le da sentido a la asociación;

(ii) un objetivo en común; y (iii) la distribución de las ganancias entre sus miembros.

Ahora bien, arribado a la conclusión de que las DAOs no pueden ser consideradas como

sociedades en los términos de la Ley General de Sociedades N° 19.550, surge un nuevo

interrogante: ¿Podrían las DAO ser consideradas dentro de las sociedades de la

Sección IV de la Ley General de Sociedades N° 19.550, es decir, dentro de “las

sociedades no constituidas según los tipos del Capítulo II y otros supuestos”?

Según el artículo 21 del plexo normativo citado, se entiende que “la sociedad que no se

constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II, que omita requisitos esenciales o que

incumpla con las formalidades exigidas por esta ley, se rige por lo dispuesto por esta

Sección”. Dentro de esta sección se incluye a las anteriormente denominadas “sociedades

de hecho” y “sociedades irregulares”.

La Ley General de Sociedades N° 19.550 no establece cuáles son las características que

tipifican a una sociedad de hecho, como lo hacía el artículo 298 (derogado) del Código

de Comercio. No obstante, se ha reconocido judicialmente, en numerosas oportunidades,

que la circunstancia de esta omisión en la actual ley societaria no consagra la total

inoperancia de lo que sobre el particular disponían las normas derogadas, en cuanto ellas

puedan coadyuvar a esclarecer la presencia de una sociedad de hecho63. Lo típico de la

63
CNCom., Sala B, 16/12/1985, La Ley, 1986-C, 332.

46
sociedad de hecho es la explotación en común, mientras que el condominio es una figura

jurídica estática; la sociedad supone explotación conjunta, repartiéndose pérdidas y

ganancias64.

Verón menciona que antes de la vigencia de la Ley General de Sociedades N° 19.550, la

jurisprudencia se había pronunciado en diversas ocasiones sobre los supuestos de

sociedades de hecho: por ejemplo, cuando actúa sin estar constituida por escrito o cuando

su contrato social no se inscribe en el Registro Público65; cuando debiendo ser

formalizada mediante escritura pública ésta ha sido omitida66; cuando convienen

constituir una sociedad y llevan la idea a la práctica sin cumplir con las formalidades

legales, tratándose a veces de una asociación breve, cuyo objeto quizá sea la realización

de un solo negocio67.

Por su parte, la sociedad irregular es aquella sociedad constituida conforme a alguno de

los tipos permitidos pero afectada por vicios en la constitución68. También se ha definido

a las sociedades irregulares como aquéllas en las que los socios han suscripto el contrato

social, que se encuentra ajustado a los términos del artículo 11 de la Ley General de

Sociedades N° 19.550, con todos los elementos y requisitos por él dispuestos pero que,

sin embargo, adolece de los vicios de forma por la omisión de la registración, prevista en

el artículo 7º de la ley citada69. En la sociedad irregular necesariamente debe existir la

64
CNCom., Sala D, 17/6/1977, ED, 74-715, nro. 1; SC Mendoza, Sala I, 15/12/1989, La Ley,
1991-C, 78; CNCom., Sala D, 20/3/1978, “Deniszuk, Teodoro c. Fulgueira, Roberto”, ED, 78-
667.
65
C1ªCiv. y Com. Santa Fe, 20/8/1952, Juris, 1-449.
66
CNCiv., Sala A, 26/11/1963, ED, 10-40, nro. 1.
67
CNCiv., Sala E, 31/5/1968, ED, 26-101.
68
Exposición de Motivos, cap. I, secc. IV, 1; CNCiv. y Com. de San Isidro, Sala I, 6/4/1995,
“Passon, Mario c. Danasso, Silvano”, LLBA, 1996-105.
69
CCiv. y Com. Azul, 6/5/1992, Doct. soc., Errepar, mayo 1999, nro. 523, p. 979.

47
instrumentación del acto constitutivo para poder verificar su adecuación, pero sin que la

sociedad se haya constituido regularmente.

Roitman clasifica los vicios más comunes de las sociedades irregulares en vicios referidos

al acto constitutivo y vicios de publicidad; y entre estos últimos se distingue la ausencia

de publicidad, la publicidad deficiente y la publicidad tardía, añadiendo otros supuestos

como la ausencia de participación de la autoridad administrativa de control en la

constitución70.

El fenómeno jurídico llamado antes sociedad no constituida regularmente, y actualmente

sociedades no constituidas según los tipos del Capítulo II y otros supuestos (normado por

los arts. 21 a 26 de la Ley General de Sociedades N° 19.550 modificados por el Código

Civil y Comercial de la Nación) no constituyen un tipo societario por sí sino otra clase de

organización distinta de aquellos tipos societarios previstos en la ley. Es regulado por el

derecho a modo de sociedad, pero no configura una personalidad del derecho con la

plenitud de esta expresión, lo que lograría de haberse sometido a un tipo legal (artículo

2º, Ley General de Sociedades N° 19.550). Verón sostiene que estos entes pueden gozar

de atisbos de personalidad como artificio técnico para regular y liquidar ciertas relaciones

de derecho71.

Retomando sobre el contenido del actual artículo 21 de la Ley General de Sociedades N°

19.550 observamos que prevé tres clases distintas de sociedades:

▪ la sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II;

▪ la sociedad que omita requisitos esenciales; y

▪ la sociedad que incumpla con las formalidades exigidas por la ley.

70
Roitman, Horacio. 2012. Ley de sociedades comerciales. Tomo. I. Buenos Aires: La Ley.
71
Verón, Alberto V. 2015. Ley General de Sociedades 19.550 Tomo I. 3a. Buenos Aires: La Ley.

48
Por “sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II” debe

entenderse a la sociedad atípica prevista en el Artículo 17 de la Ley General de Sociedades

N° 19.550. Así, puede incluirse en este grupo a las sociedades de tipos desconocidos para

nuestra ley, las sociedades de tipos conocidos pero que no cumplan con algún elemento

tipificante, las sociedades civiles y finalmente aquellas con muy breves y sencillos

contratos, que no adoptan ningún tipo y que solo regulan lo esencial.

Por el contrario, la sociedad que “omita requisitos esenciales” es aquella que omite

requisitos esenciales no tipificantes. Se trata en definitiva de las sociedades anulables,

mientras no se haya resuelto su nulidad, pueden actuar y subsanar el vicio.

Por último, la sociedad “que incumpla con las formalidades exigidas por esta ley” es

aquella que no ha cumplido con formas legales en su constitución, ya sea su

instrumentación por escrito72, su publicidad73 o su inscripción ante la autoridad

correspondiente74. En esta última categoría puede incluirse a las anteriormente

denominadas sociedades irregulares y a las sociedades de hecho.

Ahora bien, en base a todo lo anterior surgen los siguientes interrogantes:

i. ¿Puede clasificarse a las DAOs como “sociedades que no se constituya con

sujeción a los tipos del Capítulo II”? La respuesta es negativa. Las sociedades

previstas en dicha categoría presuponen la existencia de un contrato escrito

que adolece de alguno de los elementos tipificantes.

ii. ¿Puede clasificarse a las DAOs como “sociedades que omiten requisitos

esenciales”? En este caso, la respuesta también es en sentido negativo. Las

sociedades que omiten requisitos esenciales suponen un contrato que contiene

72
Ley General de Sociedades N° 19.550, Artículo 4.
73
Ley General de Sociedades N° 19.550, Artículo 10.
74
Ley General de Sociedades N° 19.550, Artículo 7.

49
los elementos tipificantes pero que omite requisitos esenciales para ser

comprendida dentro de alguno de los tipos sociales previstos en la ley

societaria.

iii. ¿Puede clasificarse a las DAOs como “sociedades que incumpla con las

formalidades exigidas por esta ley”? Aquí es donde más nos aproximamos a

la clasificación que les cabría a las DAOs bajo el derecho argentino. Sin

embargo, dentro de esta clasificación las DAOs no podrían ser entendidas

como “sociedades irregulares” porque éstas son sociedades constituidas

conforme alguno de los tipos sociales pero afectadas por vicios en su

constitución. Por último, cabe preguntarse si las DAOs podrían ser asimiladas

a las “sociedades de hecho”. Como se dijo anteriormente, la sociedad de hecho

constituye una mera situación de hecho, no instrumentada. En las sociedades

de hecho al igual que en las DAOs se identifican como elementos específicos:

la explotación común, la participación en los resultados y la affectio societatis.

Las sociedades de hecho tienen una naturaleza comercial, como

presumiblemente sucede respecto de las DAOs. Asimismo, las sociedades de

hecho no se encuentran registradas; únicamente pueden adquirir bienes

registrables en su nombre probando la existencia de la sociedad mediante un

acto de reconocimiento instrumentado en escritura pública o instrumento

privado con firma autenticada por escribano donde conste la presencia de

todos quienes afirman ser sus socios75; y no es posible asignárseles al

domicilio los mismos efectos que al de las sociedades regularmente

constituida. Respecto a la responsabilidad de los socios, se les atribuye a los

75
Ley General de Sociedades N° 19.550, Artículo 23.

50
socios de hecho responsabilidad simplemente mancomunada y por partes

iguales. Es decir, que se produce un fraccionamiento de la deuda entre los

varios obligados y cada sujeto tiene la obligación de responder por una parte

de la deuda que, en este caso, será por partes iguales. Sin perjuicio de ello, el

Artículo 24 de la Ley General de Sociedades N° 19.550 dispone que la

solidaridad con la sociedad o entre ellos, o una distinta proporción, puede

resultar: a) ante la estipulación expresa respecto de una relación o un conjunto

de relaciones; b) respecto de una estipulación del contrato social, en los

términos del Artículo 22 de la ley societaria (sobre la invocación del contrato

social entre los socios, la oponibilidad a los terceros, y la invocación por los

terceros contra la sociedad, socios y los administradores); y c) ante las reglas

comunes del tipo que manifestaron adoptar y respecto del cual se dejaron de

cumplir requisitos sustanciales o formales. En caso de asimilarse a las DAOs

como sociedades de hecho y, por lo tanto, incluidas dentro de la Sección IV

de la Ley General de Sociedades N° 19.550, los DAO Tokenholders podrían

ser responsables frente a terceros como obligados simplemente

mancomunados y por partes iguales. Por lo tanto, los DAO Tokenholders

responderían frente a terceros por partes iguales por todo lo ejecutado

automáticamente desde la DAO.

En virtud de todo lo anterior, se concluye que de calificarse a las DAOs a la luz de Ley

General de Sociedades N°19.550, cabría aplicarles el régimen de las sociedades de hecho

y, por lo tanto, se las entendería incluidas en “las sociedades no constituidas según los

tipos del Capítulo II y otros supuestos”.

Sin perjuicio de ello, no puede desconocerse que las particulares propias de las DAOs

hacen que dicha clasificación no sea irrefutable.

51
V. CONCLUSIÓN

La DAO es un Contrato Inteligente concebido como una organización con fines de lucro

autónoma y autosuficiente, de propiedad conjunta de los Tokenholders, quienes la

proveen de fondos mediante la inyección de criptomonedas y comparten entre ellos las

ganancias.

A pesar de los numerosos potenciales beneficios derivados del uso de las DAOs, el ataque

a The DAO en 2016 generó dudas respecto a su futuro. Principalmente, dicho ataque dejó

en evidencia un grave problema de programación del Contrato Inteligente sobre el que se

desplegó The DAO. Sumado a lo anterior, como se expuso a lo largo de este trabajo, no

existen aún certezas sobre la naturaleza jurídica de dichas organizaciones, lo que genera

incertidumbre respecto a su recepción por los distintos ordenamientos jurídicos. Por

ejemplo, no resulta del todo claro qué régimen legal regularía la emisión de DAO Tokens

y de qué modo se resguardarán los derechos de los DAO Tokenholders. Asimismo, no

resulta claro si el contrato inteligente codificado que coordina el funcionamiento de las

DAOs son legalmente válidos en la estructura legal vigente. Todo lo cual representa un

obstáculo para el desarrollo futuro de las organizaciones autónomas descentralizadas.

Como se dijo a lo largo de este trabajo, es difícil concebir a las DAOs dentro las

instituciones jurídicas existentes; si bien se las asimila a las sociedades tradicionales son

muchas las diferencias entre ellas. Tanto las sociedades y otras personas jurídicas como

las DAOs son una ficción creadas por personas humanas, aunque el rol de éstas en la toma

de decisiones disminuye considerablemente en las DAOs. Si las sociedades son ficciones

reconocidas por la ley, ¿porque aún no lo son las DAOs?

Como una solución parcial, hemos concluido que bajo el Derecho Argentino las DAOs

podrían ser concebidas como sociedades de hecho incluidas en la Sección IV de la Ley

General de Sociedades N°19.550. Esta solución se basa en que las DAOs no se encuentran

52
constituidas ni registradas conforme lo requerido por dicha ley y, por lo tanto, no se le

reconoce personalidad jurídica alguna. Las DAOs carecen de los elementos

característicos de los tipos societarios más populares, a saber: (i) personalidad jurídica, lo

que se traduce en la separación de la entidad y sus miembros; (ii) responsabilidad

limitada, resultante de la existencia de personalidad jurídica de la entidad: y (iii) la

administración delegada en un órgano, separada de los dueños del capital. Mientras que

la personalidad jurídica de las DAOs podría ser en última instancia reconocida por los

Estados, y como consecuencia de ello, también la responsabilidad limitada podría ser

otorgada por la ley o bien incluida en el código del Contrato Inteligente, la administración

delegada en un órgano es incompatible con la filosofía de las DAOs existentes, y

convertiría a lo “descentralizado” en “centralizado”, suprimiendo así uno de los factores

más atractivos de este tipo de organizaciones.

Si bien la popularidad de las DAOs se ha visto considerablemente afectada debido al

ataque de 2016, su concepto permanece atractivo y si continúa extendiéndose dentro de

Ethereum u otras Blockchain se convertirá en un fenómeno difícil de ignorar. Sin

perjuicio de lo anterior, su futuro es incierto e indescifrable. Así, es imposible predecir si

las DAOs se convertirán en vehículos de inversión viables y jurídicamente aceptados, si

las sociedades permanecerán operando con las estructuras tradicionales fuera del ámbito

de Fintech o si, por el contrario, serán reemplazadas gradualmente por DAOs u otras

entidades semejantes.

53
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