Modulo III
Modulo III
Modulo III
Neptuno
y
Anfítrite.
Mosaico
de
Herculano.
Como
se
ha
visto
en
el
módulo
anterior,
los
griegos
vincularon
estrechamente
el
origen
del
mundo
con
el
origen
de
los
dioses.
De
ahí
que
las
fuentes
griegas,
tanto
la
más
antigua
(Hesíodo)
como
cualquier
otra
posterior
(caso
de
Apolodoro)
relatan
las
sucesivas
generaciones
de
dioses
porque
cada
una
encarna
una
fuerza
natural
o
una
virtud,
todo
lo
cual
sirve
para
que
el
hombre
pueda
explicarse
su
situación
en
el
mundo
que
lo
rodea.
Por
eso
hay
cuatro
generaciones
de
dioses
que
se
irán
sucediendo
hasta
que
Zeus
consiga
imponer
el
equilibrio
y
bajo
su
férula
se
organice
el
panteón
olímpico.
Veámoslo
por
generaciones:
1
Módulo
III.
La
Teogonía
Como
puede
verse,
la
primera
generación
representa
las
principales
partes
de
la
tierra.
Al
aire
(éter)
se
le
hacía
proceder
directamente
del
Caos,
porque
éste
generó
la
Noche
y
ésta
a
su
vez
produjo
el
Éter
y
el
Día.
En
la
segunda
generación,
se
precisan
ciertas
fuerzas
marinas
(Océano
y
Tetis),
ciertas
virtudes
y
potencias
humanas
(Temis
y
Mnemósine)
y
la
noción
del
tiempo
(Crono)*
que,
además,
se
sublevó
contra
su
padre
(Urano)
castrándolo,
de
cuyos
genitales
nacerá
Afrodita
(Amor).
La
tercera
generación
ve
nacer
a
los
dioses
que
intervendrán
en
el
origen
del
hombre
(Prometeo,
Epimeteo,
Zeus,
Hefesto,
Afrodita,
Hermes),
a
los
que
representan
los
principales
astros
(Helio,
Selene,
Pléyades)
y
otros
relacionados
con
la
tierra
(Deméter)
y
el
agua
(Poseidón,
Anfítrite
y
Tritón).
También
en
esta
generación
Zeus
se
rebeló
contra
Crono,
asumiendo
el
reino
del
cielo.
En
la
cuarta
aparecen
dioses
destinados
a
tener
un
asiento
olímpico
encarnando
los
bosques
(Ártemis),
la
adivinación
y
las
artes
(Apolo),
el
heraldo
de
los
dioses
(Hermes),
la
guerra
(Ares)
y
el
mundo
subterráneo
(Hefesto)
donde
también
se
ubicaba
el
mundo
de
los
muertos
(Hades
y
Perséfone).
Con
todo
ello
en
la
época
micénica
se
configuró
un
panteón
que
residía
en
el
monte
más
alto
(el
Olimpo)
y
que
aparece
funcionando
perfectamente
en
la
Ilíada.
Lo
estudiaremos
con
más
detalle
en
el
seminario.
Dicho
panteón
fue
después
asumido
por
los
romanos,
que
tuvieron
que
reajustar
su
relación
de
dioses
principales
para
confeccionar
el
mismo
panteón
que
tenían
los
griegos.
Los
romanos
tenían
dos
triadas
(Júpiter-‐Marte-‐Quirino
y
Ceres-‐Liber-‐Libera)
que
al
no
ajustarse
a
la
griega
(Zeus-‐Hera-‐Atenea)
desaparecieron
o
quedaron
en
segundo
lugar.
Igualmente
ocurrió
con
la
serie
de
dioses
principales
transmitida
por
Varrón,
que
se
verá
en
la
práctica.
A
su
vez,
cada
pareja
tenía
sus
descendientes.
Así,
de
Ceto
y
Forcis
surgieron
fuerzsa
malignas;
de
Tetis
y
el
Oceáno,
los
principales
ríos
(Nilo,
Alfeo,
etc.);
de
Crio
y
Euribia,
los
vientos
(Céfiro,
Boreas,
Noto)
y
la
laguna
Estigia.
De
la
Noche,
descienden
entre
otros
Hipnos
(el
sueño),
Tánatos
(la
muerte),
Las
Moiras
y
las
Keres
(Parcas)
que
tejían
el
destino
de
los
hombres.
De
esta
forma,
la
variada
descendencia
de
los
dioses
abarcaba
todas
las
manifestaciones
que
en
el
mundo
concernían
a
los
hombres.
–––––––––––––––––––
*
Según
Pierre
Grimal
(1984):
«Diccionario
de
mitología
griega
y
romana».
Barcelona-‐Buenos
Aires-‐México:
“por
un
juego
de
palabras
se
ha
considerado
a
veces
a
Crono
como
el
Tiempo
personificado”.
Por
su
parte,
Jean-‐Pierre
Vernant
(1983):
«Mito
y
pensamiento
en
la
Grecia
Antigua».
Ariel-‐Filosofía.
Barcelona,
señala
que:
“según
Ferécides,
que
pasaba
por
haber
sido
el
maestro
de
Pitágoras,
debido
a
que
fue
el
primero
en
afirmar
la
inmortalidad
del
alma
y
formular
la
teoría
de
la
reencarnación,
el
tiempo,
Cronos,
es
divinizado
y
situado
en
el
origen
mismo
del
cosmos”.
2