Este documento discute los paradigmas científicos y su papel en el desarrollo de la ciencia. Explica que los científicos adhieren firmemente a los paradigmas establecidos, lo que guía su investigación y educación. Sin embargo, los paradigmas eventualmente son reemplazados por nuevos cuando surgen innovaciones que rompen con las reglas previas. El documento también destaca que la educación científica se basa principalmente en libros de texto que presentan los paradigmas aceptados, en lugar de una variedad de enfo
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Este documento discute los paradigmas científicos y su papel en el desarrollo de la ciencia. Explica que los científicos adhieren firmemente a los paradigmas establecidos, lo que guía su investigación y educación. Sin embargo, los paradigmas eventualmente son reemplazados por nuevos cuando surgen innovaciones que rompen con las reglas previas. El documento también destaca que la educación científica se basa principalmente en libros de texto que presentan los paradigmas aceptados, en lugar de una variedad de enfo
Este documento discute los paradigmas científicos y su papel en el desarrollo de la ciencia. Explica que los científicos adhieren firmemente a los paradigmas establecidos, lo que guía su investigación y educación. Sin embargo, los paradigmas eventualmente son reemplazados por nuevos cuando surgen innovaciones que rompen con las reglas previas. El documento también destaca que la educación científica se basa principalmente en libros de texto que presentan los paradigmas aceptados, en lugar de una variedad de enfo
Este documento discute los paradigmas científicos y su papel en el desarrollo de la ciencia. Explica que los científicos adhieren firmemente a los paradigmas establecidos, lo que guía su investigación y educación. Sin embargo, los paradigmas eventualmente son reemplazados por nuevos cuando surgen innovaciones que rompen con las reglas previas. El documento también destaca que la educación científica se basa principalmente en libros de texto que presentan los paradigmas aceptados, en lugar de una variedad de enfo
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LOS PARADIGMAS CIENTÍFICOS
Ser científico es, ser objetivo e imparcial.
El conocimiento personal, las novelas de Sir Charles Snow o una rápida lectura de la historia de la ciencia proporcionan demasiadas pruebas de lo contrario. Una nueva verdad científica habitualmente no se presenta de un modo que convenza a sus oponentes ... más bien, éstos van desapareciendo poco a poco y surge una nueva generación que está familiarizada con la verdad desde el principio». ¡Las convicciones firmes anteriores a la investigación a menudo parecen constituir una condición necesaria para! lograr éxito en las ciencias. Aunque los preconceptos y la resistencia a las innovaciones pueden fácilmente obstruir el progreso científico, su omnipresencia, es sintomática de características de las que depende la permanente vitalidad de la investigación. A esas características las llamaré el dogmatismo de la ciencia madura, La educación científica inculca lo que la comunidad científica conquistó anteriormente con dificultad: una profunda adhesión a un modo particular de contemplar el mundo y de practicar la ciencia en él. Esta adhesión puede ser reemplazada por otra de tanto en tanto, pero no puede ser abandonada. Normalmente, el científico se dedica a resolver problemas, y la adhesión que induce la educación recibida es lo que le proporciona las reglas del juego que se jugaba en su época. En su ausencia, no sería físico o químico o cualquier otra cosa para la que haya sido preparado. Su misma fuerza y la unanimidad con que el grupo profesional adhiere a él brinda a cada científico un detector de los puntos difíciles de los que surgen las innovaciones significativas en los datos y en la teoría. En las ciencias, la mayoría de los descubrimientos de hechos inesperados y todas las innovaciones fundamentales en la teoría son respuestas a una ruptura anterior de las reglas del juego previamente establecido. Si bien una adhesión es una fuente de resistencia y de controversias, también es un instrumento que hace de las ciencias la más consecuentemente revolucionaria de todas las actividades humanas. El rasgo más sorprendente de la educación científica es que, se lleva a cabo mediante libros de texto, escritos especialmente para los estudiantes Las colecciones de fuentes originales desempeñan un papel despreciable en la educación científica. La utilización casi exclusiva de libros de texto distingue a la educación científica. y los estudiantes de otros campos también deben seguir tales textos En las ciencias los diferentes libros de texto exponen diferentes materias, y no ejemplifican. como en las humanidades y muchas ciencias sociales, diferentes enfoques de un mismo ámbito de problemas. Los científicos concuerdan en lo que todo estudiante del campo debe saber. Esta es la razón por la cual. en el plan de estudios preprofesional. pueden usar textos en vez de muestras eclécticas de investigación. Esos libros exponen, desde el comienzo mismo, problemas-soluciones que la profesión ha llegado a aceptar como paradigmas, y pide' al estudiante que resuelva, con lápiz y papel o en el laboratorio, problemas ajustadamente modelados, en cuanto al método y la sustancia, según aquellos que el texto proporciona. En las ciencias el efecto de esas técnicas es el mismo. Aunque el desarrollo científico es crítico de novedades importantes, la educación científica sigue siendo una iniciación dogmática en una tradición preestablecida para la solución de problemas, tradición que no se invita al estudiante a evaluar ni se lo prepara para ello. El tipo de educación textual sistemática existió a principios del siglo XIX. Sin embargo, ya antes de entonces, algunas de las ciencias más desarrolladas exhibían claramente las características especiales. Donde no había textos, a menudo hablaba paradigmas universalmente recibidos para la práctica de las ciencias. Eran logros científicos de los que se informaba en libros que todos los dedicados a un campo determinado conocían, logros con los cuales modelaban su propia investigación y que les suministraban un patrón de medida para juzgar sus propias realizaciones. La Physica de Aristóteles, el Almagesto de Ptolomeo, los Principia y la Óptica de Newton, la Electricidad de Franklin, la Química de Lavoisier y la Geología de Lyell, son clásicos de la ciencia. Su papel se asemeja al de los clásicos principales de otros campos creadores, como las obras de un Shakespeare, un Rembrandt o un Adam Smith. La exclusividad de los paradigmas. En todo momento, los que cultivan una especialidad para reconocer numerosos clásicos, algunos de ellos son incompatibles entre sí. Sin embargo, el mismo grupo, si tiene un paradigma, sólo puede tener uno. A diferencia de la comunidad de los artistas, la comunidad de los astrónomos no tiene más alternativa que elegir entre los modelos rivales de actividad científica que ofrecen Copérnico Ptolomeo. Además, una vez hecha su educación, los astrónomos pueden ignorar la obra que han rechazado. Desde el siglo XVI sólo ha habido dos ediciones completas del Almagesto, ambas del siglo XIX y dirigidas exclusivamente a los eruditos. En las ciencias maduras, aparentemente no cumple ninguna función el equivalente de un museo de arte o una biblioteca de clásicos. Los científicos saben cuándo pasan de moda los libros y aun los periódicos. Al recibir un paradigma, la comunidad científica adhiere, conscientemente o no, a la idea de que los problemas fundamentales resueltos en él no han sido de una vez para siempre. Este género de labor sólo la emprenden quienes piensan que el modelo elegido es totalmente seguro. No hay nada similar en las artes, y las semejanzas en las ciencias sociales son a lo sumo parciales. Los paradigmas determinan una pauta de desarrollo en las ciencias de la naturaleza que es diferente de la común en otros campos. Podemos ejemplificar esa diferencia comparando el desarrollo de una ciencia basada en un paradigma con, digamos, la filosofía o la literatura. Excepto en aquellos campos que, como la bioquímica, tuvieron su origen en la combinación de especialidades ya existentes, los paradigmas son una adquisición relativamente tardía en el curso del desarrollo científico. Durante sus primeros años, una ciencia opera sin ellos, o al menos sin uno tan inequívoco y obligatorio Hasta que se adquiere un primer paradigma, el desarrollo de la ciencia se parece al de las artes y la mayor parte de las ciencias sociales más de lo que se asemeja a la pauta que la astronómica, por ejemplo, ya había alcanzado en la Antigüedad y que hoy se conoce en todas las ciencias de la naturaleza. Qué entiendo por paradigma. En primer lugar, es un logro científico fundamental, que incluye una teoría y alguna aplicación ejemplar a los resultados de la experimentación y la observación. Más importante aún es que constituye un logro abierto, que deja aún por hacer todo género de investigaciones. Y, finalmente, es un logro aceptado, en el sentido de que es admitido por un grupo cuyos miembros ya no tratan de rivalizar o de crear alternativas a él. En cambio, tratan de extenderlo y explotarlo de una variedad de maneras, Este examen de la labor que los paradigmas dejan para hacer aclarada aún más su función y las razones de su especial eficacia. Aunque la admisión de un paradigma parece ser históricamente un requisito necesario para los tipos más eficaces de investigación científica, los paradigmas que refuerzan la efectividad de la investigación no necesitan ser permanentes ni habitualmente lo son. Por el entorno, la pauta de desarrollo de la ciencia madura es, por lo común. pasar de un paradigma a otro. La labor de investigación que todo paradigma permite da origen a contribuciones permanentes al cuerpo del conocimiento y la técnica científicos pero muy a menudo los paradigmas son eliminados y reemplazados por otros que son totalmente incompatibles con ellos. No podemos apelar a nociones como la «verdad» o la «validez» de los paradigmas en nuestro intento de comprender la especial eficacia de la investigación que su admisión permite. El avance de un paradigma a otro, en vez de la continua rivalidad entre clásicos reconocidos, quizá sea una característica funcional, tanto como fáctica, del desarrollo científico maduro. Quienes se dedican a una especialidad científica madura adhieren profundamente a una manera de considerar e investigar la naturaleza que se basa en un paradigma. Su paradigma les dice qué tipo de: entidades pueblan el Universo y el modo en que se comportan los miembros de esa población; además, les informa de las cuestiones que pueden plantearse legítimamente sobre la naturaleza y de las técnicas que pueden usarse apropiadamente en la búsqueda de respuestas a dichas cuestiones. De hecho, un paradigma le dice tanto al científico que las cuestiones que deja para investigar raramente tienen gran interés intrínseco para los que están fuera de la profesión. El resultado del proyecto de investigación individual le es indiferente, y es improbable que su interés se despierte nuevamente hasta que, la investigación lleva inesperadamente a un cambio del paradigma y a la consiguiente alteración de las creencias que guían la investigación. qué es lo que deja por hacer a la comunidad científica la existencia de un paradigma: es que los científicos, con un paradigma determinado, dedican todo su esfuerzo y habilidad a ponerlo en un acuerdo cada vez más estrecho con la naturaleza. Gran parte de su esfuerzo, particularmente en las primeras etapas del desarrollo de un paradigma, está dedicado a articular el paradigma, a hacerlo más preciso en ámbitos donde la formulación original ha sido inevitablemente vaga. Este género de problemas no es la única tarea que un paradigma plantea a la comunidad que lo adopta. Siempre hay muchos campos en los que se presume que un paradigma funciona, pero a los que de hecho aún no ha sido aplicado. Esta aplicación del paradigma a la naturaleza en esos otros campos a menudo tiene ocupados a muchos de los mayores talentos científicos de cualquier generación. Hay dos puntos que deberíamos señalar ahora. 1. Primeramente, todos los problemas mencionados dependían de paradigmas, a menudo en varios aspectos. unos pocos de ellos se convirtieron en problemas diferentes y no todos han sido resueltos. 2. Otros problemas -por ejemplo, el intento de determinar una ley de las fuerzas eléctricas- pudieron ser y fueron formulados, al menos vagamente, antes de la aparición del paradigma con el cual fueron finalmente resueltos. 3. Finalmente, se necesita la adhesión a un paradigma sencillamente para proporcionar una motivación adecuada. ¿Quién diseñaría y construiría como viejos aparatos para fines especiales o quién dedicaría meses a tratar de resolver una ecuación diferencial particular sin una firme garantía de que ese esfuerzo, de tener éxito, daría los frutos previstos? El resultado previsto de un proyecto de investigación apunta a la segunda característica notable de lo que llamó investigación normal, o basada en un paradigma. El científico empeñado en él no responde en absoluto a la imagen prevaleciente del científico como explorador o como inventor de nuevas teorías que permiten predicciones sorprendentes e inesperadas. En todos los problemas se sabía todo de antemano, excepto los detalles del resultado. En todos los problemas, como en la mayoría de los otros que abordan los científicos, la tarea es obtener lo conocido. Su fascinación reside en la dificultad para lograr el éxito. En lugar de asemejarse a la exploración, la investigación normal se parece a armar un rompecabezas cuya forma acabada se conoce desde el comienzo. El paradigma que ha adquirido mediante su preparación previa le proporciona las reglas del juego, describe las piezas con las que debe jugar e indica la naturaleza del resultado requerido. Su tarea es manipular esas piezas según las reglas, de tal modo que obtenga el resultado requerido. Si fracasa, como les ocurre a la mayoría de los científicos al menos en sus primeros intentos de resolver un problema determinado, este fracaso solo habla de su falta de habilidad.· No puede poner en tela de juicio las reglas que su paradigma le ha proporcionado, pues sin esas· reglas no había habido ningún enigma con el cual luchar, en primer término. Los problemas (o enigmas) que la persona dedicada a una ciencia madura normalmente aborda presuponen una profunda adhesión a un paradigma y es afortunado el hecho de que no se renuncie a esta adhesión a la ligera. La experiencia muestra que, en casi todos los casos, los esfuerzos reiterados -del individuo o del grupo profesional - finalmente logran una resolución dentro del paradigma hasta para los problemas más difíciles. Este es uno de los modos como la ciencia avanza. En estas circunstancias ¿cabe sorprenderse de que los científicos se resisten al cambio de paradigma? Lo que defienden es su modo de vida profesional. Dogmatismo científico. la naturaleza es demasiado compleja para ser explorada al azar; aun aproximadamente. Algo debe decirle al cientí!ico hacia dónde mirar y qué buscar. y ese algoes el paradigma que le ha proporcionado su educación como científico. Dado este paradigma y la necesaria confianza en él, el científico deja en gran medida de ser un explorador, En cambio trata de articular y concretar lo conocido. y para esta tarea diseña muchos aparatos para fines especiales y concibe muchas adaptaciones de la teoría a fines especiales. Obtiene su placer de esos mismos enigmas de diseño y de adaptación. Esta imagen de la investigación científica como resolución de problemas o ajuste de paradigmas es, muy incompleta. Aunque el científico pueda no ser un explorador, los científicos descubren continuamente tipos nuevos e inesperados de fenómenos. El hombre dedicado a la resolución de problemas muy a menudo se resiste a la novedad sustantiva, y ello por buenas razones. Para él, es un cambio en las reglas del juego, y todo cambio de reglas es intrínsecamente subversivo. Pero el descubrimiento de un fenómeno no previsto puede tener los mismos efectos destructivos, aunque habitualmente en un grupo menor y por un tiempo más breve. Si la actividad de solución de problemas normal siempre tuviera éxito, el desarrollo de la ciencia no llevaría a innovaciones fundamentales. El científico actual de una ciencia madura sabe con considerable precisión qué tipo de resultado debe obtener de su investigación. A consecuencia de esto, se halla en una posición particularmente favorable para reconocer cuando un problema de investigación ha ido por mal camino. Tal vez llegue a la conclusión de que los reiterados fracasos de sus predecesores en la aplicación de un paradigma a la naturaleza es una prueba presuntiva de la necesidad de cambiar las reglas según las cuales debe buscarse una adecuación. O' quizá decida, después de repetidos intentos, que no es posible articular ninguna teoría existente para explicar algún efecto descubierto recientemente. La práctica de la ciencia normal en la solución de problemas puede conducir a la identificación y el reconocimiento de las anomalías. Este reconocimiento es un requisito para casi todos los descubrimientos de nuevos tipos de fenómenos y para todas las innovaciones fundamentales en la teoría científica. Después de obtener un primer paradigma, un fracaso de las reglas del juego preestablecido es el preludio habitual a una innovación científica importante. Examinemos primero el caso de los descubrimientos. Muchos de ellos, no presentan ningún problema. No fueron nuevos tipos de fenómenos, sino descubrimientos previstos por un paradigma y logrados por personas expertas en la solución de problemas: este género de descubrimiento es un producto natural de lo que he llamado ciencia normal. muchos descubrimientos, en cierto sentido, fueron hechos «por accidente». El accidente por el cual surgieron no podía haberle ocurrido, comúnmente, a un observador casual. En las ciencias maduras, un descubrimiento requiere mucho equipo especial, tanto conceptual como instrumental, y éste invariablemente ha sido creado y utilizado para la solución de los enigmas de la investigación normal. El descubrimiento se produce cuando este equipo deja de funcionar como debe. Además, puesto que algún género de fracaso, se produce en casi todo proyecto de investigación, el descubrimiento tiene lugar solamente cuando el fracaso es repetido o sorprendente, y solo cuando parece poner obstáculos a las creencias y procedimientos aceptados. Los paradigmas establecidos son" doblemente necesarios "para que haya descubrimientos. Sin ellos, el proyecto extraviado no habría sido emprendido. el paradigma puede ayudar a determinar si merece la pena seguir la investigación del fracaso. La respuesta habitual y apropiada a un fracaso en la resolución de problemas es atribuirlo a la propia incapacidad o los instrumentos, y pasar a otro problema. Para no perder el tiempo, el científico debe ser capaz de distinguir la anomalía esencial del mero fracaso. Si la anomalía es importante en la preparación del camino hacia nuevos descubrimientos, desempeña un papel aún mayor en la invención de nuevas teorías. Contrariamente a una creencia prevaleciente, las nuevas teorías no se inventan para explicar observaciones que no hayan sido engendradas. En casi todo momento del desarrollo de una ciencia avanzada, todos los hechos cuya relevancia se admite parecen adecuarse bien a la teoría existente o en vías de adecuación. Es característico el hecho de que, en tiempos de crisis, encontramos numerosas versiones diferentes de la teoría paradigmática. A menudo efectúa una experimentación más al azar en el ámbito de las dificultades. con la esperanza de descubrir algún efecto que sugiera una manera de enderezar las cosas. Sostengo que sólo en circunstancias como ésta se inventa y se acepta una innovación fundamental en la teoría científica. La argumentación sobre el dogmatismo debe ser esquemática. Pero hay otra calificación más positiva de mi tesis, y que requiere un comentario final. Aunque la investigación de éxito exige una profunda adhesión al statu quo, la innovación sigue estando en el corazón de la empresa. Los científicos son preparados para actuar como personas dedicadas a resolver problemas a partir de reglas establecidas, pero también se les enseña a considerarse como exploradores e inventores que no conocen más reglas que las dictadas por la naturaleza misma. El resultado es una tensión, que está en parte en el individuo y en parte en la comunidad, entre las habilidades profesionales de un lado y la ideología profesional del otro. En la medida en que he considerado exclusivamente la dependencia de la investigación con respecto a la tradición, mi examen es inevitablemente unilateral.