Libro de Regidura en Abril...
Libro de Regidura en Abril...
Libro de Regidura en Abril...
LIBRO DE REGIDURÍA:
“En abril, poesías mil”.
Proyección Diapositiva 1 3
Recita Miguel Ángel: 1.- Carta
Miguel Hernández
4
Incremento música/ descenso (Pausa)
música
Cuando te voy a escribir
se emocionan los tinteros:
los negros tinteros fríos
se ponen rojos y trémulos,
y un claro calor humano
sube desde el fondo negro.
Y te quedarás desnuda
dentro de tus sentimientos,
sin ropa, para sentirla
del todo contra tu pecho.
si no es posible despierto. 5
Y mis heridas serán
los derramados tinteros,
las bocas estremecidas
de rememorar tus besos,
y con su inaudita voz
han de repetir: te quiero.
glorifica. 6
Porque vivimos a golpes, porque apenas si
nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado
un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural de los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y
evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido
hasta mancharse.
8
deseos.
9
Tengo los años en que el amor,
10
¡Eso!... ¿A quién le importa?
La belleza
La belleza, la belleza
La belleza
que no te encajen
ni te compriman 13
que no te hagan tabletas,
que no te metan en una botella,
¡cuidado!
Llámame
cuando me necesites,
yo soy el poeta, hijo
de pobres, padre, tío,
primo, hermano carnal
y cuñado
de los pobres, de todos,
de mi patria y de las otras,
de los pobres que viven junto al río,
y de los que la altura
de la vertical cordillera
pican piedra,
clavan tablas,
cosen ropa,
cortan leña,
muelen tierra,
y por eso
yo quiero que respiren,
tú eres lo único que tienen
por eso eres
transparente,
para que vean
lo que vendrá mañana,
por eso existes,
aire,
déjate respirar,
no te encadenes,
no te fíes de nadie
que venga en automóvil
a examinarte,
déjalos,
ríete de ellos,
vuélales el sombrero,
no aceptes sus proposiciones.
Vamos juntos
bailando por el mundo,
derribando las flores
del manzano,
entrando en las ventanas,
silbando juntos,
silbando melodías
de ayer y de mañana,
ya vendrá un día
en que libertaremos
la luz y el agua
la tierra, el hombre,
y todo para todos
será, como tú eres.
hospitalario. 17
Hay en mis venas gotas de sangre
jacobina,
pero mi verso brota de manantial
sereno;
y, más que un hombre al uso que
sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la
palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la
moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de
Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual
cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo
gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los
tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a
la luna.
A distinguir me paro las voces de
los ecos,
y escucho solamente, entre las
voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé.
Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su
espada:
famosa por la mano viril que la
blandiera,
no por el docto oficio del forjador
preciada.
Converso con el hombre que
siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a
Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese
buen amigo
que me enseñó el secreto de la
filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme
cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero
pago
el traje que me cubre y la mansión
que habito,
el pan que me alimenta y el lecho
en donde yago.
Y cuando llegue el día del último
viaje,
y esté al partir la nave que nunca
ha de tornar, 18
me encontraréis a bordo ligero de
equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la
mar.
Antonio Machado, 1906
Me despierto sobresaltada,
¡ufff! Todo ha sido un sueño, ¡tan
real! .... Suena el teléfono y mi amiga
me grita: - ¡Pon la tv, rápido, corre!
Cojo el mando, la pongo y veo unas
increíbles imágenes del muro de
Berlín, el comentarista está diciendo
que, después de 28 años, por fin, el
muro había caído. Los ciudadanos de
la RDA corrían, saltaban bailaban
pasando al otro lado. Me visto
corriendo y salgo hacia allí. Cuando
llego, me uno a ellos en su alegría,
aunque no puedo evitar recordar ese
sueño tan extraño en el que Peter me
contaba sus sentimientos, en cómo él,
y otros miles de personas más, habían
perdido la vida en el intento y no
podrán ver sus sueños hechos
realidad.
pequeñas cosas, 23
pero no podemos remar en contra
de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un
infierno.
Yo no los conozco,
inquieta 25
Si el mundo se para,
Remangaos el alma,
No sabedlo todo,
Regaladla entera
¡Cantad!
pan 29
y hoy sigue siendo así.
Cuando el niño era niño,
las moras le caían en la mano como sólo
caen las moras
y aún sigue siendo así.
Las nueces frescas le eran ásperas en la
lengua
y aún sigue siendo así.
En cada montaña ansiaba
la montaña más alta
y en cada ciudad ansiaba
una ciudad aún mayor
y aún sigue siendo así.
En la copa de un árbol cortaba las cerezas
emocionado
como aún lo sigue estando,
Era tímido ante los extraños
y aún lo sigue siendo.
Esperaba la primera nieve
y aún la sigue esperando.
Cuando el niño era niño,
tiraba una vara como lanza contra un árbol,
y ésta aún sigue ahí, vibrando.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
PEDRO y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
CONSUELO
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.
PEPITA
Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamás conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
MIGUEL
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
AURELIA que pedía un peso en el mercado
que no supimos su nombre
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Es el alba de un día de huelga general.
Ir indocumentado.
MIGUEL Las canciones prohibidas.
Una forma de amor, la libertad.
SALUDO.
Aplausos.
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Apertura de Telón.
Cierre Telón.
Luz de Sala. 35
Música decreciendo